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El poder y las emanaciones




Enviado por jose mejia



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    Una mirada al poder y a las emanaciones –
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    Una mirada al poder y a las
    emanaciones

    "Paseaba Agustín por la playa
    pensando sobre el Misterio de la Santísima Trinidad;
    ¿cómo era eso que: El Padre es El Hijo, El Hijo es
    El Padre, EL Padre y El Hijo son El Espíritu Santo, y que
    El Espíritu Santo es el Padre y El Hijo, etc.

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    Por supuesto que su cerebro mortal no
    concebía la idea, más bien, se enredaba cada vez
    más. En eso vio a un niño que estaba, con una
    pequeña conchita, sacando el agua del mar y
    echándola en un pocito en la arena.¿Qué
    haces niño? – preguntó
    Agustín.¿No lo ves?, estoy sacando toda el agua del
    mar para vaciarla en este pocito – dijo el
    niño.Pero… ¿no te das cuenta que eso es
    imposible? – replicó Agustín.Agustín
    – le dijo el niño – es mucho más
    fácil que yo logre hacer esto, que tú comprendas el
    Misterio de la Santísima Trinidad."

    Esta historia, extraída de elementos
    anecdóticos de la iglesia católica y su
    conclusión mistérica es dogma en ella. Empero, su
    explicación es elucidada con un lenguaje muy comprensible
    para la gente occidental y con inigualable sabiduría por
    las enseñanzas de la Filosofía Rosacruz de Max
    Heindel, Fraternidad que se conoce como una Asociación de
    Cristianos Místicos, no sectaria, cuya sede central se
    encuentra en Oceanside, California e imparte su obra silente y
    simpar desde allí y otros países del mundo desde
    hace cien años (1). Y este dogma se convierte en
    exégesis prístina llena de una luz tan concluyente
    gracias a la hermenéutica heindeliana que, según mi
    modesto criterio, supera cualquier otra explicación y
    arroja una luz más esclarecida que ninguna otra conocida y
    a la que se puede acceder siempre que se anhele estudiar a
    profundidad y entender sus razones con la mente abierta y el
    corazón ardiente y fresco los secretos del Universo, por
    ejemplo, en este caso la tan manida insolubilidad del misterio de
    la Santísima Trinidad, declaración cuyo
    esclarecimiento fue dado como imposible.

    La musa de la inspiración creativa se hace
    presente en cualquier momento y según sea necesario, y
    ciertas disquisiciones recientes sobre el concepto del Poder y su
    capacidad corruptora entre las personas que lo ostentan
    perentoriamente, entendido aquel como la facultad para realizar
    un acto o para dominar, me han llevado a compilar estos escritos
    que pretenden iluminar algunos puntos que seguramente siguen
    oscuros para algunas mentes de los queridos lectores,
    basándome en las enseñanzas profundas de los
    rosacruces y de otras fuentes calificadas. Y lo hacemos con el
    único y supremo objeto de tratar de buscar la verdad por
    encima de todas las cosas, sin ánimos de pretender
    figuración de ninguna naturaleza. Se dice que los
    escritores navegan en las falsedades y en los engaños para
    resaltar la verdad, mientras que ciertos profesionales de la
    política, muchos gobernantes inescrupulosos y otros
    adalides de artes non sanctas, lo hacen para encubrirla. Este es
    el primer caso.

    Podemos decir que cuando miramos el firmamento estamos
    viendo el pasado; eso lo sabemos todos hoy gracias a la ciencia
    astronómica moderna. Sin embargo, si esto alguien afirmaba
    hace apenas un par de siglos, de que se podía ver el
    pasado a simple vista, a esa persona le hubieran tildado de
    demente. Afirmáse en el libro Humano_Omega que
    análogamente ahora se clasifica como adefesiosos a un
    colectivo de personas, entre los que bullen verdaderos farsantes,
    en efecto, pero que también acoge a seres que poseen las
    capacidades conjeturadas, es decir, clarividentes, personas con
    una sensibilidad adquirida por mérito propio que les hace
    capaces de conectar con arquetipos de la estructura de su
    cerebro, formado por capas neuronales de creciente
    antigüedad cuanto más profundas, que la
    evolución ha ido modelando y transmitiendo
    genéticamente y que solemos llamar instinto, pero que en
    realidad son moldes neuronales, redes tejidas por muchos millones
    de años, y que tienen mucho que hacer y que imponer al
    cuerpo en que se desarrollan. Estos clarividentes preclaros son
    capaces de captar radiaciones del Universo de una
    dimensión muy sutil, y cuyos impulsos se traducen en su
    cerebro como información que reside en el seno del Cosmos,
    al igual que la denominada radiación de fondo, de la que
    hablaremos someramente al final de este ensayo. Así como
    un haz luminoso es capaz de calentar o iluminar, también
    puede generar un fuego, en función de que el testigo sea
    un ciego o sea una lupa, respectivamente, también el
    cerebro de algunas personas puede ser como una especie de lente,
    por medio de la mente, preparada para convertir lo que resulta
    inadvertido en algo extraordinario. Creo que aunque nos merezcan
    desconfianza, vale la pena escuchar a aquellos que cuando hablan,
    se acercan a lo razonable y rozan con lo que hoy la Ciencia ya
    está empezando a teorizar. No creemos que debamos hacer
    oídos sordos a nada de esto desperdiciando posibles
    oportunidades de progreso, sólo porque no comprendemos que
    sean personas más sensibles que nosotros.
    Escuchémosles, con ponderación, y hagamos nuestro
    lo que de ellos nos resulte indeliberadamente posible.

    Se dice que el Poder corrompe y que el poder absoluto
    corrompe absolutamente. Si el Poder corrompe o no, es un asunto
    de semántica y de apreciación de lo que nuestra
    limitada mente concibe como tal. La disolución o
    putrefacción, para el hombre, aparece a primera vista
    muchas veces como dañina. Pero sabemos que es necesaria,
    sin embargo, pues en lo corrupto, en la lixiviación
    orgánica, bulle la Vida y es caldo anticipado de mejores
    organizaciones, todo ello, en base al concurso de fuerzas
    espirituales encargadas de las precipitaciones y que el hombre
    llama leyes de la naturaleza. Y paralelamente, el error y lo
    negativo, lo dañino, pueden fortalecer el objeto final,
    que es la evolución del Espíritu. Veamos
    cómo, por ejemplo, el Poder como tal, es impersonal, como
    lo es la Luz, como es el Sonido, como es el Movimiento. Es el
    hombre, el todopoderoso hombre, el que lo malquista y mal usa, a
    sabiendas de que no estamos solos en la Creación. Ni
    siquiera somos importantes, opinan muchos, desde el punto de
    vista de los Multiversos. Más bien somos
    periféricos (tal como lo es nuestro sistema solar en la
    galaxia) y debemos olvidar aquello de que somos los protagonistas
    del Cosmos. Para la Creación somos un eslabón
    necesario, pero no imprescindible, y de nuestra actitud y aptitud
    depende que sigamos dentro de la cadena evolutiva o pasemos a ser
    desechos y regresemos para siempre, como especie, al polvo solar
    del que surgimos. La Providencia abre los senderos, pero nosotros
    debemos recorrerlos en la dirección adecuada. Los famosos
    y desprestigiados portales que se encuentran ahora de moda por
    los agoreros del facilismo y la cercanía inminente a uno
    de ellos, el tan manido y muy mal comprendido 21,12,12, nos hacen
    creer que los milagros ocurren, pero también las
    catástrofes.

    Para permitirnos continuar en el sistema evolutivo,
    cuando éramos espíritus inmersos absolutamente en
    la involución e inconscientes de nuestra conciencia y
    realeza espiritual, se nos otorgó un "órgano", el
    cual nos puede hacer ser más conscientes y servir de
    brújula en este océano, sin límites ni
    señales que nos orienten. Es nuestra mente, que nos
    permite experimentar el mundo; pero ella se autoexcluye de esa
    percepción y nos hace sentirnos con los pies en el mundo
    pero "enganchados" fuera de él. Probablemente esto sea
    así porque la mente une el mundo exterior material con el
    mundo interior o inmaterial, formado este último por la
    misma base de que se forma la consciencia: la interacción
    de unas partículas, exteriores y desconocidas, con
    nuestros átomos, partículas que pueden ser fotones,
    radiaciones beta o incluso antimateria. Y estas partículas
    y sus interacciones no pertenecen a nuestro mundo tridimensional,
    sino que proceden de un multiverso que nos vapulea y que traslada
    nuestra consciencia, sin que nos demos cuenta realmente de ello,
    de una dimensión a otros billones de veces por segundo.
    ES LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU.

    De aquel caos de la interacción de las
    partículas con nuestros átomos, y por la
    teoría estadística de los grandes números,
    se establece en nosotros una consciencia secuencial que nos hace
    ser lo que somos, realidad que a pesar de ser un torbellino
    caótico, nos parece aburrida a veces y por lo que
    buscamos, paradójica y azarosamente, continuados
    escenarios menos "estáticos", que nos sumerjan en mundo
    del hedonismo. Pero evidentemente no somos los controladores de
    la situación, sino que nos mueven a su antojo los
    infinitos golpeteos de las olas de este mar de partículas
    energéticas que llamamos Cosmos, la expresión del
    Altísimo Universal. De hecho, ese océano de
    partículas ha sido desde eones el encargado de dar forma
    primero a nuestras consciencias y luego a nuestros cuerpos
    físicos, modelando en las células su capacidad de
    formar grupos en función de necesidades de supervivencia.
    En el ámbito físico, somos la estela que dejan las
    partículas a su paso por el campo gravitatorio de nuestro
    planeta, y resultamos cuerpos físicos bajo el empuje de la
    presión de las mismas, como las yemas o brotes nuevos
    surgen de una rama empujadas por la savia y la acción
    solar.

    Pero no somos conscientes objetivamente de la realidad,
    como decía Max Heindel y vivimos dormidos, a pesar de
    nuestra supuesta actividad febril y lucidez cotidiana…;
    deambulamos en un estado de vigilia limitado sensorialmente,
    creado por nuestra imaginación "a la carta", de modo que
    nos procura un estado de consciencia que nos resulte
    cómodo y placentero, evitándonos en lo posible los
    sufrimientos que la realidad cotidiana nos depara, para lo cual
    la mente crea artificios llamados "personalidad", la ortodoxa,
    formados por múltiples auto engaños para
    sobrellevar la existencia social. Para ser totalmente conscientes
    debemos vernos como si fuéramos el observador de otra
    persona, transpuestamente, como piden los Hermanos Rosacruces y
    otros educadores verdaderos del alma y observar a los
    demás como si fuéramos ellos mismos. De este modo
    cambia la perspectiva que tenemos de nosotros mismos, manteniendo
    el "recuerdo de sí", pero sin perder el detalle de lo que
    nos rodea. Pero esto puede resultar poco placentero en la
    mayoría de los casos, y la voluntad cede ante la necesidad
    de sentirse seguro y con autoconfianza. Es necesario un gran
    equilibrio mental para sobrellevar esta dura tarea de la
    voluntad; pero por otro lado, cuanto más conscientes nos
    hacemos, más nos damos cuenta de que es necesario aceptar
    la realidad tal cual se presenta, pues es la única manera
    de salir del engaño, a pesar del duro golpe que representa
    para el ego.

    Científicamente hablando, la consciencia
    individual está basada en alguna función de las
    neuronas del cerebro… El cerebro es un órgano que
    entrega a la consciencia información promediada, y por
    tanto, falsa y mediatizada, aunque sirva para atender
    sobradamente a las necesidades cotidianas.

    …También la educación colabora en
    el engaño. El cerebro se auto educa cuando se
    habitúa a las impresiones repetitivas (como reconocer las
    letras del alfabeto, hablar un idioma, comer, etc.) De modo que
    si no se producen variaciones en las impresiones, dejan de
    hacerse conscientemente. De este modo somos máquinas
    mecánicas muy sofisticadas. Y al decir máquinas nos
    referimos a herramientas, vehículos del verdadero
    dominador: el espíritu. Es el espíritu el encargado
    de que seamos lo que somos, pero para él somos más
    que un sueño, un escape para sus propias tensiones
    evolutivas; somos como una marioneta en la que se sumerge el alma
    para liberar sus oníricos deseos.

    Tendemos, como personas, a una vida muy individual
    (aún a costa de perder la opción de la vida en
    familia e incluso la descendencia), pero basada en un concepto
    mundial de la individualidad, aumentando el respeto por la
    humanidad y el planeta (desarrollo sostenible), visionando a este
    como un ente cada vez más vivo. Pero como individuos no
    somos capaces de poner en práctica estas ideas tan
    ecológicas,  así que dependemos de los
    gobiernos y la sociedad para luchar por el nicho
    ecológico. No podemos evolucionar individualmente sin un
    gran esfuerzo personal.

    .. Sri Aurobindo y Madre, (Mirra Alfassa), anuncian que
    su experiencia personal les ha mostrado que hay una nueva
    humanidad en desarrollo, y que se está desarrollando a
    escala celular dentro de cada uno de nosotros. Y que es una
    capacidad de todos y cada uno de nosotros… si perdemos el miedo
    al dolor y la muerte, a la disgregación corporal, el miedo
    a dejar que cada una de nuestras células sea individual
    dentro de la globalización corpórea. Tal vez la
    humanidad evoluciona tan despacio porque nuestro Adam Kadmon
    también siente miedo de que nos individualicemos y seamos
    células libres en su cuerpo cósmico. La Mente
    universal no quiere perder el control, o en realidad es nuestra
    mente la que se aferra a la vida física, porque nuestra
    conexión con la Mente universal no nos permite entender;
    es una conexión velada y estrecha como el filo de una
    navaja, y sólo vemos distorsiones y aberraciones de la
    realidad. Una realidad multiversal, no universal, ya que
    está compuesta de múltiples dimensiones y nosotros
    sólo conocemos las cuatro más superficiales,
    permaneciendo fuera de nuestro alcance aquellas que más
    nos definen como entidades y que más información
    nos proporcionarían de nuestra verdadera posición
    entre lo creado.

    ¿Cómo acceder a esas desconocidas
    dimensiones del multiverso? Para los científicos no hay un
    objetivo claro, ya que entre ellos no hay hipótesis
    predominantemente aceptadas y se han convertido en
    políticos que se establecen en sus dogmas
    defendiéndolos de la competencia de las nuevas
    teorías. Por tanto, no contemos con una alianza
    científica. Ya vemos que la solución vendrá
    por la ciencia privatizada: Proyecto Genoma (mirando hacia el
    interior), Conquista de Marte (mirando hacia el exterior), etc…
    Tal vez Aurobindo tenía razón cuando nos
    proponía ser simples, y Madre nos hacía dirigir la
    atención a lo que acontece en nuestro interior. Porque si
    las tres dimensiones espaciales afectan a escala cósmica,
    y el tiempo sólo nos afecta a los seres vivos conscientes,
    es probable que el resto de dimensiones pertenezcan a niveles
    moleculares, celulares o incluso atómicos. Si así
    resulta está claro qué tan lejos de nuestro
    conocimiento está la infinitud de las tres dimensiones
    espaciales como la infinitud de las dimensiones atómicas.
    Necesitamos, en cualquier caso, nuevos medios para ampliar
    nuestro conocimiento.

    ¿Cómo deben ser estos medios? Si
    escuchamos a la sociedad científica, el avance de la
    tecnología nos acercará a mundos inexplorados
    dentro y fuera del ser humano, y por la tendencia de los
    últimos cien años parece que podemos esperar que
    así sea. Pero si escuchamos a la sabiduría
    ancestral, los nuevos medios surgirán cuando el humano
    esté preparado para usarlos benéficamente, y no
    consistirán en nuevas máquinas, sino en primigenias
    posibilidades, POTENCIALES ocultos y dormidos en el interior de
    cada ser, que se harán realidad desde nuestro interior SI
    SOMOS MERECEDORES DE SU DESPERTAR.

    ¿Qué podemos hacer, pues, ante estas dos
    alternativas? Lo primero para pasar a la acción es creer
    en lo que se va a hacer. La sociedad actual no cree en ninguna de
    las dos propuestas. La primera, inaccesible por lo complejo de la
    cultura y los mecanismos científicos, accionados por las
    manos de unos pocos cuya preparación intelectual les
    permite estar a la altura de tal complejidad ¿Podrá
    alguna vez toda la humanidad estar a la misma altura en ciencia o
    en intelecto? La segunda opción… increíble por lo
    fantasioso y lo distorsionado del mensaje. Una guerra entre
    buenos y malos, en la que ser bueno es renunciar a uno mismo, y
    en una sociedad donde ser malo está premiado con placeres
    y PODER. ¿Podrá alguna vez la humanidad entera
    mirarse con amor, misericordia y desapego personal? Sea cual sea
    la opción que elijamos, nos aguarda un gran sacrificio y
    hasta cabe la posibilidad del fracaso. ¿Vale la pena
    ocupar nuestra existencia en ello siendo que lo cotidiano nos
    brinda oportunidades de satisfacer nuestros deseos
    egoístas y de alcanzar triunfos de placer a corto plazo?
    He allí la lucha que puede marcar la diferencia, en base a
    las dos potencias confrontadas: la del desapego que hace que el
    Poder se dé para el bien común y la externa que
    incita al egoísmo y utilitarismo a ultranza.

    Miremos en nuestro interior con detenimiento y
    parémonos a pensar por un momento cual es el motivo de
    nuestro paso por la existencia: nacer, alimentarse, crecer,
    desear, experimentar, reproducirse, sufrir y morir. ¿Se
    acabó…? Si esa es nuestra misión, somos un
    utensilio que la Naturaleza ha generado para producir y ser
    producto, como monedas de cambio para algún tipo de juego
    cósmico: sólo tenemos el valor que representamos y
    nada más. Pero seguro que somos capaces de intuir que no
    somos sólo eso, que tenemos algo profundo dentro de
    nosotros que incluso rodeado de todos los placeres imaginables
    nos hace sentir insatisfechos. Tenemos marcada profundamente la
    tendencia a luchar y a sacrificarnos, y cuando no escogemos ese
    camino no alcanzamos el sosiego de la total satisfacción.
    Como diría Gurdjieff, es en los súper esfuerzos
    donde de verdad se produce la mejora, la evolución. Pero
    al igual que la vaca se contenta con rumiar rodeada de pastos,
    así el humano rumia sus propias circunstancias para
    sentirse feliz entre ellas y se contenta con salir indemne cada
    día. Nos ofrece la existencia premios y castigos en lo
    cotidiano… AFORTUNADO AQUÉL QUE SABE APRENDER DE LOS
    CASTIGOS Y QUE NO SE AFERRA A LOS PREMIOS.

    Para la Ciencia Oculta existe una substancia-raíz
    cósmica de la cual procede todo cuanto existe en el
    Universo visible e invisible. Esta substancia-raíz se la
    conoce con multitud de nombres y se la considera como un Gran
    Ser, al cual se suele llamar Dios. Este compenetra con su propia
    aura a cada partícula de la substancia material. Esta
    ciencia llama Espíritu Universal Absoluto a la
    energía que irradia por todo el Universo, y la cualifica
    con dos polaridades: positiva y negativa. De ambos polos de esta
    energía, el espíritu del Padre es la
    expresión del polo positivo (del cual formamos parte
    espiritualmente), y la substancia-raíz cósmica, es
    la expresión del polo negativo (del cual formamos parte
    materialmente), de modo que el Universo completo es el resultado
    de la interacción de ambos polos de la energía o
    Espíritu Universal Absoluto. Todas las formas son
    cristalizaciones en torno al polo negativo del Espíritu:
    desde la partículas sin masa hasta la Vía
    Láctea, pasando por cada ser vivo del Cosmos. Es de
    análogo modo que la concha del caracol, dura y
    silícea, es causada por los jugos solidificados de su
    cuerpo blando. Igualmente, de la sutilidad espiritual surge la
    dura materia. Debido a dicha interacción entre ambos polos
    surgen los mundos, la vida y la conciencia. Cada parte del Cosmos
    queda así compenetrada de conciencia y materia, con un
    grado diferente en cada parte, influenciado por el grado de
    vibración de la substancia-raíz. En armonía
    con el axioma hermético "como es arriba es abajo" y
    viceversa, los sistemas solares nacen, mueren y vuelven a nacer
    nuevamente, al igual que las diminutas células, siguiendo
    ciclos de actividad y reposo, y cada mundo está ajustado a
    un propósito de acuerdo con la intensidad de la
    vibración que sobre tal mundo actúa desde la
    substancia-raíz. Es como un flujo creciente y decreciente,
    como lo es el día y la noche, o las estaciones del
    año. Son los diferentes periodos de manifestación
    del Cosmos. En cada periodo de manifestación, el Cosmos
    nace, crece, se reproduce y muere. Según los Rosacruces,
    Dios incluye en su propio Ser huestes de gloriosas
    Jerarquías de inconmensurable poder y esplendor
    espiritual, fruto de las pasadas manifestaciones de ese mismo
    Ser, en ese flujo oscilante y periódico. También
    incluye dentro de su propio Ser otras Inteligencias, de
    decreciente grado de desarrollo hasta descender, en grado, hasta
    las que aún no han adquirido un estado de conciencia tan
    elevado como el de nuestra humanidad actual, es decir, desde la
    omnisciencia hasta la inconsciencia. Los seres que poblamos el
    Cosmos no procedemos de Dios, sino que somos Dios, somos parte de
    Él, como cada chispa del fuego sigue siendo fuego, como si
    de células de una macro entidad se tratara. Células
    con consciencia, con capacidad de experimentar y evolucionar. Y
    existen grupos de estas "células" de la macro entidad que
    son capaces de ayudar a evolucionar a las otras menos
    desarrolladas, al igual que la mitocondria ayuda a vivir y morir
    a nuestras células. En el periodo de manifestación
    en el que se desarrolla nuestra evolución actual, esos
    seres de varios grados están trabajando para adquirir
    más conciencia de la que poseían al principio de
    este periodo de existencia. Aquellos que, en manifestaciones
    anteriores, habían alcanzado el grado más alto de
    desarrollo, obran sobre los que aún no han desarrollado
    conciencia alguna. Por ello, no es difícil que alguien
    piense que somos para esos seres lo que los minerales son para
    nosotros: materia prima para cubrir sus necesidades y
    experiencias Para influir sobre los seres inferiores, los seres
    superiores inducen en aquellos un estado de conciencia propia,
    con la cual pueden seguir trabajando en lo sucesivo. Aquellos que
    ya habían comenzado su evolución en un Día
    de Manifestación anterior, pero que no han progresado
    hasta un grado superior determinado cuando aquél periodo
    terminó, prosiguen ahora su tarea nuevamente, en un
    desarrollo extraordinariamente lento pero absolutamente seguro
    que alcanzará una perfección suprema. 0995632074
    09839947277

    En el principio, los seres más elevados obran
    sobre los que tienen mayor grado de inconsciencia. Más
    tarde los ponen bajo tutela de algunas entidades superiores que
    pueden llevar el trabajo de ayudar a los inconscientes. Mediante
    este progreso llega un momento que se despierta la conciencia del
    YO. La vida evolucionante se convierte entonces en humana. Desde
    el punto en que la propia conciencia individual del Ego se
    manifiesta, debe seguir adelante en su trabajo de expansionar su
    propia conciencia sin ayuda exterior alguna. La experiencia y el
    pensamiento tienen que tomar entonces el lugar de los
    instructores externos. El periodo de tiempo dedicado a la
    adquisición de la conciencia de sí, y a la
    construcción de los vehículos por cuyo intermedio
    se manifiesta el espíritu del ser humano, se denomina
    INVOLUCIÓN. El periodo siguiente de existencia, durante el
    cual el ser humano desarrolla su conciencia propia hasta
    convertirla en divina omnisciencia, se llama EVOLUCIÓN.
    Dentro de cada ser existe una fuente de energía que hace
    que la evolución no sea un simple desenvolvimiento de
    posibilidades latentes, haciendo también que la
    evolución de cada ser sea diferente de la de los
    demás. La manifestación de esa fuerza, tan
    marcadamente personal, se conoce como EPIGÉNESIS. Esta
    fuerza manifiesta es fruto de la percepción particular de
    cada individuo frente al universo, y su fruto imprime en el
    humano desde la más oscura ignorancia a la más
    sensible locura. En esencia, La involución significa la
    cristalización del espíritu en distintos cuerpos,
    pero la evolución depende de la disolución de los
    cuerpos, la extracción de la sustancia del alma de ellos,
    y la amalgama alquímica de este alma con el
    espíritu, como enseña el místico Max
    Heindel.

    Para la antigua sabiduría existen siete mundos o
    dimensiones que se interpenetran, igual que el agua interpenetra
    a una esponja, entre sí compartiendo el espacio, debido a
    que están compuestos de materia de distinta densidad e
    intensidad vibratoria. Son mundos o dimensiones que no
    están separados por el espacio o la distancia.
    Están compuestos por energía-materia de distinta
    densidad y vibración. Las vibraciones son superiores en
    cada dimensión a medida que ese mundo es más sutil,
    de modo que las vibraciones en el Mundo Físico tienen una
    intensidad ínfima (incluidas las ondas luminosas, con
    frecuencias de centenares de millones de hertzios) comparadas con
    las vibraciones del Mundo del Deseo, de la emociones y
    sentimientos, que es el más próximo al
    Físico. Los siete mundos o dimensiones no han aparecido
    simultáneamente, ni desaparecerán a la vez, sino
    que se han ido diferenciando según las necesidades de la
    involución y la evolución, por lo que cabe pensar
    que pueden generarse nuevas dimensiones.

    Las dimensiones más sutiles (se considera que son
    los Mundos superiores) son las primeras en ser creadas, y a
    partir de ellas se produce la creciente materialización,
    condensándose y diferenciándose otros mundos nuevos
    desde Dios, de modo que Él pueda infundir la vida en
    aquellos mundos donde las condiciones lo permitan. Durante el
    proceso de involución llega un tiempo en que se alcanza el
    nadir de la materialidad, comenzando el proceso de
    evolución en que la vida asciende a dimensiones superiores
    dejando despoblados los mundos más densos, hasta alcanzar
    por último el Mundo Espiritual, el más sutil de
    todos. CUANDO UN MUNDO HA REALIZADO EL OBJETIVO POR EL QUE FUE
    CREADO, SU EXISTENCIA SE HACE INÚTIL Y TAL MUNDO QUEDA
    DESTRUIDO, EN UNA MUERTE APROPIADA A SU ESTADO FINAL. Actualmente
    nuestra fase de evolución se encuentra en las tres
    dimensiones más densas de las siete existentes, ocupando
    una existencia fugaz en comparación con la existencia
    espiritual.

    ¿Quiénes se ocupan de la
    destrucción o disolución de lo que ya ha cumplido
    con el objetivo par lo que fue creado?: Los Señores de
    la Mente,
    que es la humanidad del Periodo de Saturno.
    Especialistas en la construcción de cuerpos de materia
    mental, análogamente a como nosotros nos estamos
    especializando en construir cuerpos de materia química y
    estamos adiestrándonos y enseñoreándonos
    poco a poco en las otras manifestaciones más complejas de
    la materia como las de los reinos vegetal, animal y finalmente el
    humano. Ellos usan materia mental porque cuando ellos eran
    humanidad, la Región del Pensamiento Concreto, donde
    operan las fuerzas arquetípicas de la forma, la vitalidad
    y del deseo y la emoción, era el estado de materia
    más denso de que disponían, mientras que para
    nosotros el estado más denso disponible para crear cuerpos
    actualmente es la Región Química. En el Periodo
    Terrestre, los Señores de la Mente alcanzaron la capacidad
    de ser Creadores, y nos suministraron el núcleo de materia
    mental del cual estamos tratando de construir una mente
    organizada. No han hecho tal cosa con los tres reinos naturales
    inferiores. San Pablo los denominó "PODERES DE LAS
    TINIEBLAS" por haber surgido del oscuro Periodo de Saturno y por
    su influencia separatista, en contraste con las fuerzas
    unificadoras del Mundo del Espíritu de Vida: el Reino del
    Amor. El Liberador Planetario, el Espíritu Solar y ahora a
    cargo de la evolución de nuestra Tierra, es el adalid de
    ese Mundo, como el Padre es el más alto Iniciado de entre
    los Seres de ese tenebroso Periodo.

    No podemos dejar esta parte de lo mencionado sin
    trasladar aquí una rápida descripción de los
    grandes seres más cercanos presentes de este periodo
    evolutivo en que tenemos conciencia:

    Arcángeles, es la humanidad avanzada del
    Periodo Solar. Especialistas en construir el cuerpo de deseos,
    por ser la materia más densa de su Periodo como humanidad.
    Se dedican a construir, y suministrar el núcleo de materia
    para un cuerpo de deseos a los humanos y animales, además
    de conocimiento para modelar y usar tal cuerpo. Su más
    alto Iniciado es el Cristo Solar.

    Ángeles, humanidad avanzada del Periodo
    Lunar. Como era el éter el material más denso para
    ellos, se especializaron en construir el cuerpo vital,
    instruyendo a los humanos, animales y vegetales en lo referente a
    sus funciones vitales. La Luna tiene el control de todos los
    líquidos de la Tierra, y fue la anterior
    encarnación del espíritu de la Tierra. Los
    Ángeles son los antepasados de la humanidad y tienen ahora
    el control de los poderes generativos del hombre y del animal. En
    el Periodo Lunar, las dos razas de Ángeles se enfrentaron
    entre sí. El regente de la Luna (Jehová),
    responsable de la evolución de los seres de la Tierra,
    decidió que el espíritu de vida entrara dentro de
    cuerpos con forma (humanos, animales, vegetales y minerales).
    Estas formas se construirían basadas mayormente en el
    agua, por su plasticidad para acoger al espíritu de vida,
    por lo que los Ángeles afines al agua se volcaron en esta
    tarea, pero la raza de Ángeles afines con el fuego no
    pudieron formar parte de esta labor, quedando por ello rezagados
    en su propia evolución, de donde surge el mito de Lucifer
    y su desobediencia al plan divino. Lucifer es una palabra que
    significa PORTADOR DE LUZ. Los Ángeles del tipo de Lucifer
    quedaron evolucionando en un término medio entre la
    humanidad y los Ángeles, por lo que se vieron en la
    necesidad de utilizar al ser humano como soporte para su propia
    evolución. Para ello infundieron en la humanidad la
    capacidad de expresar a través de su organismo
    (concretamente el cerebro humano) el conocimiento y
    expresión de los Ángeles Lucifer, cosa que era
    imposible para los Ángeles afines con el agua, por estar
    mucho más evolucionados. De este modo, los Lucifer
    modelaron el cerebro humano para que les sirviera como foco de
    expresión propia, incorporando un desarrollo libre de la
    conciencia que incluiría el bien y el mal, el acierto y el
    error, las pasiones y deseos y la capacidad de atisbar senderos
    que de otro modo nos estarían prohibidos. La fuerza
    generadora fue utilizada para tal efecto. Esta
    intervención hizo que el ser humano perdiera la
    oportunidad de vivir en un mundo de inocencia y felicidad a
    cambio de su libertad e independencia, de su individualidad. Pero
    adquirió PODER autónomo. Cuando nos preguntamos si
    Dios está ciego ante los problemas de la humanidad, la
    respuesta es que la propia humanidad es la que impide a Dios que
    intervenga, pues no basta con desear ser feliz… hay que
    entregar a Dios nuestra individualidad a cambio de la felicidad.
    Y NINGÚN SER HUMANO ESTÁ DISPUESTO A LLEGAR A ESTE
    EXTREMO. En boca de Jesús el Cristo quedó la
    parábola: "Mirar las aves del cielo, ellas no siembran, ni
    siegan, ni recogen en graneros; no obstante el Padre Celestial
    les alimenta ¿Acaso no sois vosotros más valiosos
    que las aves? … no debéis inquietaros por el qué
    comer o el qué beber… Buscad el Reino y su Justicia y
    todas estas cosas vendrán por añadidura…" POR
    ESTE MOTIVO, A TRAVÉS DE LA FUNCIÓN MENTAL SOMOS EL
    ALIMENTO DE ÁNGELES LUCIFER. En nuestra capacidad de libre
    albedrío reside la elección de seguir así o
    entregarnos con fe ciega a los designios del Padre Celestial …
    opción esta última que daría un vuelco a la
    humanidad, un cambio tan grande como el que producen los grandes
    cataclismos que hunden civilizaciones completas. Tal vez, cada
    cataclismo que acontece es una oportunidad que se nos da de
    elegir empezar desde cero con la confianza puesta en Dios… pero
    todo son conjeturas. Evidentemente hay muchas más
    criaturas evolucionando junto a la humanidad, y si la humanidad
    hace una elección incorrecta, sus efectos y el paso del
    tiempo nos haría desaparecer para dar opción a
    otras especies.

    Espíritus Virginales, Los Espíritus
    Virginales fueron enviados al desierto del mundo como chispas de
    la Llama Divina, la cual es nuestro Padre Celestial y primero
    sufrieron un proceso de involución en la materia, cada
    chispa cristalizándose en un triple cuerpo. Luego les fue
    dada la mente, y llegó a ser el punto de apoyo sobre el
    cual la involución se vuelve evolución, y la
    Epigénesis o habilidad creadora divina inherente al
    Espíritu interno, es la palanca por medio de la cual el
    triple cuerpo se espiritualiza en forma de la triple alma y se
    amalgama al triple Espíritu, siendo el alma el extracto de
    la experiencia mediante la cual el Espíritu evoluciona de
    la ignorancia a la omnisciencia, de la impotencia a la
    omnipotencia, y así, finalmente, se hace semejante a su
    Padre Celestial, mediante la forja del carácter que
    cincelará su espíritu, gracias a la Voluntad, Su
    Primer Aspecto.

    Francisco Nieto nos dice sobre este asunto tan
    fundamental del carácter que: "Aunque hoy estamos
    influenciados por los rayos de casi todos los planetas en sentido
    moral, intelectual, y emocional, el desarrollo espiritual se
    obtiene como resultado de nuestro libre albedrío, de
    nuestra voluntad, del razonamiento que hagamos y, como es
    lógico, de las experiencias de la vida. Lo mismo que Marte
    y Saturno fueron imprescindibles para la obtención y
    desarrollo de la mente, hoy siguen teniendo un papel importante
    en nuestro estado evolutivo puesto que el hombre sigue
    dejándose dominar por el cuerpo de deseos (Marte). Aunque
    tengamos un horóscopo individual y un reparto equilibrado
    de los planetas, de donde podemos intuir cuál es nuestro
    desarrollo actual, Marte sigue haciendo que el hombre sea
    impulsivo, guerrero, apasionado, violento… Así es
    que, mientras no sepamos utilizar la razón de una forma
    sostenida y concentrada, nos veremos dominados por los
    sentimientos y los deseos y evolucionaremos más
    lentamente. Es aquí donde también debemos utilizar
    la ayuda de los otros planetas para purificar los sentimientos y
    deseos inferiores de Marte, pero esto, sin un motivo, no se puede
    conseguir porque el motivo está detrás de la
    voluntad y de la acción. Esto es Saturno, un sentido de
    justicia dentro de lo bueno y lo moral que se mueve de acuerdo a
    la conciencia y no dependiendo de los deseos y los
    sentimientos.

    Esto no significa que el temperamento de Marte sea menos
    importante que el de Saturno, las personas de carácter
    marciano conseguirán más objetivos por la
    devoción o el coraje que por el carácter calmado o
    la justicia fría de Saturno, sin embargo, en otra persona,
    Saturno le hará alcanzar otras metas más
    importantes. Saturno lleva a hacer más buenas acciones que
    Marte, un marciano puede ser un héroe por su
    valentía y audacia pero un saturnino puede hacerse un
    mártir por su falta de audacia y su razonamiento
    frío y calculador. El héroe lo es por dar la vida
    por un impulso irrazonado o por una emoción procedente de
    un propósito pero el mártir se hace por medio de
    una causa elevada y justa o por un principio. Marte se
    exterioriza en la personalidad y Saturno se interioriza, el
    héroe se hace casi sin pensarlo y con rapidez pero el
    mártir se hace lentamente y actuando en conciencia desde
    el interior. El marciano es valiente y fuerte en su
    expresión pero dejándose llevar por los deseos y
    los sentimientos; el saturnino se interioriza y es tímido
    pero cuando el destino le golpea saca fuerzas de la flaqueza y se
    muestra audaz en sus determinaciones razonadas."

    Esta simbiosis entre el micro y el macro cosmos se
    explica mediante la doctrina de los rayos o influencias astrales
    que ejercen su influjo sobre los seres humanos, la humanidad del
    actual Periodo Terrestre. Las siete jerarquías que se
    mencionan en los Rishis Vedas, como los Siete Constructores o
    Fuentes de Vida, son tratadas como radiaciones energéticas
    cualificadas con aspectos divinos, que al infundirse sobre la
    humanidad provoca cambios y tendencias en la evolución de
    esta, a modo de influjo modelador de las formas y sus
    características fundamentales, ejerciendo poderosas
    influencias, pero no inapelables, sobre el carácter. Nos
    han dicho que estos denominados Siete Espíritus ante el
    Trono o sus representantes, en merito a su enorme
    evolución obtenida en pasados Días de
    Manifestación, rigen la totalidad de nuestros siete mundos
    mediante una miríada de formas en incesante
    evolución que tienen como meta la formación de
    dioses creadores. Esta concepción henoteista es el pilar
    de las filosofías esotéricas como la Rosacruz, la
    que reconoce muchos seres deíficos en el Universo, como
    nuestro Dios del Sistema Planetario al que la tierra pertenece,
    pero un solo Ser o Espíritu Universal Triuno, el que
    procede del Absoluto. Su inmanencia se muestra mediante rayos,
    fulminaciones vibrantes que son septenarios, las cuales
    brevemente los describiremos respecto a su influencia o poder en
    los seres humanos y la vida en el Sistema Solar:

    RAYO DE PODER O VOLUNTAD, vitalidad que se
    manifiesta a través del Sol y no lo hace directamente en
    nuestra Tierra aún. Es tan poderoso que también es
    denominado RAYO DESTRUCTOR Y ANTICRISTO, porque causa fin a los
    ciclos, provoca el envejecimiento y la muerte en todos los
    reinos, poniendo fin a las formas creadas por los otros seis
    rayos, tras cumplir su propósito, liberando así su
    poder. Este trabajo lo lleva a cabo interpenetrando los cuerpos
    con SU PODER, lo cual los hace retornar al centro del cual
    procede el impulso inicial. Su principal poder se acumula en los
    minerales y la clave del misterio de este rayo se halla en la
    radioactividad. ES BENÉFICO COMO CUALQUIER OTRO RAYO,
    SÓLO NUESTRO TERROR FRENTE A LA MUERTE HACE QUE LO VEAMOS
    COMO CONTRARIO AL PROPÓSITO DIVINO. No existen tipos puros
    de este rayo en el planeta, pues sería un desastre hoy en
    día. No hay suficiente amor e inteligencia en el mundo
    como para equilibrar la voluntad dinámica de un ego que
    pertenezca al rayo destructor.

    RAYO DE AMOR Y SABIDURÍA, amor puro en
    contacto con el núcleo de la deidad, infunde la Ley de la
    Atracción y todas aquellas cualidades derivadas del amor
    divino, hasta las deformadas, como el deseo animal. Es el
    principio de atracción que activa todo trabajo creador de
    formas para satisfacer el deseo. Por ello trabaja en la
    creación y desarrollo de todas las formas del universo.
    Fundamentalmente se entrega a la formación de sistemas
    capaces de desarrollar la percepción, la sensibilidad al
    entorno, y que tengan capacidad de respuesta, en un proceso de
    satisfacer el deseo con progresiva satisfacción. Se
    encuentra especialmente activo en el reino vegetal, en el que
    destaca su producción en la atracción de las flores
    por medio del color y el perfume. El efecto de la Vida (que desea
    satisfacción) y de la Forma (proporciona el campo de la
    experimentación) hace que LA HUMANIDAD SEA COMO UN GRAN
    ÓRGANO SENSITIVO DEL PLANETA EN EL SISTEMA SOLAR,
    PRODUCIENDO UNA CONCIENCIA CON TENDENCIA A AMAR AQUELLO QUE NO
    TIENE FORMA, Y A APLICAR INTELIGENTEMENTE LA EXPERIENCIA AL
    PROCESO DE TRANSMUTAR EL DESEO EN AMOR. Se expresa a
    través del planeta Júpiter. Como órgano
    sensitivo del planeta que somos, tenemos la obligación de
    guiarlo hacia su destino verdadero, y sentir en nosotros sus
    enfermedades y sus bondades.

    RAYO DE LA INTELIGENCIA ACTIVA, es el impulso
    motivador en el trabajo inicial de la Creación. Se
    relaciona principalmente con el reino animal y produce en
    él la tendencia a incorporar actividad inteligente, y como
    ejemplo tenemos a los animales domésticos. Se incorpora a
    las cualidades de las formas que surgen, predisponiendo a toda la
    creación para valorar con inteligencia el verdadero
    objetivo del deseo y la técnica de construir la forma.
    Emplea sus energías en la manifestación de la
    civilización moderna, con su materialismo, su Ciencia, y
    el desarrollo mental, gloria y destino de nuestra raza. Estos
    tres primeros rayos garantizan la continuidad del progreso,
    utilizando inteligentemente las experiencias para producir formas
    más sensibles y hermosas capaces de expresar plenamente la
    cualidad de la vida. Se manifiesta a través del planeta
    Saturno en nuestro sistema solar. Valiéndose de la materia
    ofrece a la humanidad un campo para la
    experimentación.

    RAYO DE ARMONÍA, tiene como misión
    la expresión de la Verdad, creando perfección y
    belleza al interactuar con la vida y la forma, siendo inspirador
    de las ideas más elevadas, destacando el campo
    artístico entre la humanidad. Se manifiesta escasamente en
    la Tierra y confiemos que empiece a hacerlo con asiduidad muy
    entrados en el siglo XXI, ya que no puede emerger hasta que la
    conciencia haya alcanzado tal grado que permita al alma mayor
    actividad sobre la personalidad.

    RAYO DE CONOCIMIENTO CONCRETO Y CIENCIA, en
    contacto profundo con la Mente Creadora, está en plena
    influencia actualmente, e incluso aumentará todavía
    más en el futuro, sobre todo en el desenvolvimiento
    psicológico del humano. Produce la
    individualización, y su efecto más conocido es la
    Ciencia, que fuerza a los científicos a trabajar en
    niveles mentales, lo cual los sitúa muy cerca del alma, en
    contra del hombre religioso, que trabaja con niveles astrales o
    emocionales. La función de la personalidad es ser una
    vía del plan divino y un medio de la expresión del
    alma, y este rayo es un canal puro para la divina voluntad,
    revelando el camino tanto de ascenso como el descenso, el camino
    a la muerte o a la encarnación, el camino de la oscuridad
    a la luz pura de Dios.

    RAYO DE DEVOCIÓN E IDEALISMO, presenta la
    expresión de la cualidad del Logos Solar, como la defensa
    de un ideal elevado, devoción al impulso de vida y a la
    sinceridad divina. Es responsable de la aparición de las
    ideas que han hecho avanzar al hombre, y de aplicar adecuadamente
    el deseo y la inteligencia con el fin de expresar tales ideas.
    Tiene la tarea de diferenciar la apariencia de la cualidad,
    trabajando desde el plano astral. Pero los ideales presentidos no
    son correctamente interpretados por la mente todavía, ni
    aplicados en la forma correcta en general. Es necesario que la
    humanidad comience a desarrollar el orden en los planos
    subjetivos de la vida. Al espíritu no le preocupan los
    problemas subjetivos de la personalidad, lo cual la hace
    despiadada con este.

    Partes: 1, 2

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