Proyecto de Cátedra: Los siglos de la Caridad: in aeternum patriae

Institución patrocinadora:
Iglesia Parroquial de San Julián y San Francisco Javier de
los Güines.

Período de ejecución:
Enero – Septiembre, 2012.

Miembros de
Honor:

• Cardenal Jaime Ortega Alamino.

• Monseñor Carlos Manuel de Céspedes
  García – Menocal.

• Monseñor Ramón Suárez
  Polcari.

• Doctor Eduardo Torres – Cuevas.

• Doctor Arturo Sorhegui D"Mares.

Consejo
Asesor:

• Líder: Monseñor René
  Ruiz Reyes.

• Jorge Martínez Aguiar.

• Mario José Roque Iruela.

Presidencia:

• Presidente: Prof. M.Sc. José Luis
  González – Almeida.

• Secretario Ejecutivo: Eneas Almoina
  García.

• Secretaria: Lic. Ana Julia Gutiérrez
  Ulloa.

Miembros
Numerarios:

• Todos los que figuran en el apartado "Plan –
  Cronograma de Acciones", así como cuantos deseen
  adscribirse a la Cátedra y lo efectúen desde la
  convicción de aceptar los enunciados expuestos en este
  documento.

Fundamentación

Cuba se apresta, como pueblo amante de su Historia y su
cultura, a un año de excepción. Conmemorar este
2012 el cuatrocientos aniversario del hallazgo, en la
Bahía de Nipe, de la imagen de la Virgen de la Caridad del
Cobre, constituye, sin lugar a dudas, motivo harto recurrente
para el jubileo, para instalarnos en el epicentro mismo de una
identidad, un imago singularísimo que,
desde entonces, nos define y conmociona.

Bastaría con ese argumento para fundar una
Cátedra a la que pueden acceder, de hecho y de derecho, no
sólo aquellos simpatizadores de una advocación
mariana que, al decir del Doctor en Ciencias Históricas
Eduardo Torres – Cuevas, Profesor Titular de la Universidad
de La Habana, Premio Nacional de Historia, Premio Nacional de
Ciencias Sociales y Miembro de las Academias de la Lengua y de la
Historia, resulta la "…primera imagen que, sobre una
tradición nacida con anterioridad a la propia conquista de
Cuba, llegada del mar, se transformaba en una
representación que les pertenecía a los "hombres de
la tierra", a los criollos mestizados en lo cultural, lo social y
lo religioso (…), impuesta y recreada por los sectores
marginados o de la base de esa sociedad como signo de
identificación y protección" (1), sino cualquier
miembro de la comunidad que, con independencia de credo o
cosmogonía, comporte una actitud ética meridiana,
en correspondencia con los valores prístinos de nuestra
tradición patriótica, la civilidad y el decoro
ciudadano. Pero, una Cátedra -si de veras quiere ser fiel
a la potestad etimológica de su naturaleza
semántica, estratégica, accional- debe erigirse
sobre los más variopintos elementos a la hora de validar
su pertinencia.

De tal suerte, puede esta Cátedra convertirse en
predio de una cultura de la resistencia capaz de aunar fuerzas,
mancomunar voluntades en la batalla perenne del ser humano por
despojarse de los silenciamientos, exclusiones y fundamentalismos
hegemónicos que, de los más diversos tipos y
procedencias, aquejan al mundo posmoderno de hoy.

Devienen también esas, válidas razones
para titular a la Cátedra con la nomenclatura de "Los
siglos de la Caridad: in aeternum Patriae". No se puede,
en los tiempos que reconoce el mundo, pautar un distingo entre la
Patria llamémosle "nacional" y aquella que se circunscribe
(expande) al planeta todo. Martí parece continuar en el
dominio de la clave: cuando nos arguye "Patria es humanidad",
deposita en su sintaxis una carga epistemológica que, sin
abjurar del regusto imantante de lo local -sus potencialidades,
sus triunfos, sus deudas, sus utopías-, persiga una
asunción de lo vindicativo que es, al propio tiempo,
expresividad consulta de una recapitulación
suprahistórica, un empoderamiento
macroespacial.

In aeternum Patriae, eternamente Patria,
resulta pues más que un constructo intimista o arraigo de
un yo colectivo, un nosotros tamizado por lo que fue, lo que
será, por lo que es; es -en buena lid- convicción
plena del papel que las devociones -cuales formas no menos
efectivas de la conciencia social- pueden seguir
desempeñando en el diseño individual y
público de un mundo, una dinámica, una vida
convocados a ser mejores. Metáfora esta última para
la que la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba,
consigue surcar el imaginario doméstico,
pertrechándolo desde el sesgo supremo de la esperanza y la
fe.

A la esperanza, fe y caridad de los hombres y mujeres de
bien para con sus contemporáneos todos, destina sus
mayores empeños esta Cátedra. Acotar su vida activa
entre enero y septiembre de 2012, va más allá de la
presunta correspondencia con los meses que conducen a la
celebración del día de la Virgen (8 de septiembre).
Algo de insinuación o sugerencia tropológica,
mitopoética subyace asimismo a la hora de enmarcar el
período: justo nueve son las mensualidades que requiere la
especie humana para su gestación; …y eso
también persigue la Cátedra: significar un parto,
el tránsito hacia una nueva vida en la que todos dibujemos
mejor nuestra concepción identitaria.

No sería, por ende, desacertado esgrimir que con
independencia de sesionar públicamente los
terceros sábados de cada mes durante el período en
cuestión, la Cátedra ejecuta su accionar interno de
manera constante, intensiva, acaso insomne. La entereza
intelectiva demandada por el "alumbramiento" más arriba
aducido, o la propia nómina de sus Miembros de Honor
-personalidades todas de un insoslayable e irrebatible prestigio
internacional, ya en el ejercicio ministerial de la fe, ya en el
ámbito de la investigación científica, la
ensayística y la docencia universitaria- no
permitirían otra cosa.

Si a todo ello agregamos el nexo inobjetablemente
cultural, holístico, sistémico que pueden
establecer los asuntos y cuestiones privilegiados por la
Cátedra con aquellos otros favorecidos y hasta priorizados
por las Ciencias Sociales y Humanísticas
contemporáneas, entonces su visión multi, inter y
transdisciplinar nos devolvería un universo cognitivo
global, idóneo para seres empeñados en
"…portarse como quienes pertenecen a la luz, pues la luz
produce toda una cosecha de bondad, rectitud y verdad" (Ef 5.
8-9).

Objetivo:

• Contribuir al reforzamiento de lo identitario
  cubano, en este caso lo "güinero – local", a
  partir de un símbolo patriótico y cultural (la
  Virgen de la Caridad del Cobre) altamente entronizado en el
  universo afectivo de los componentes de la
  nacionalidad.

Misión:

• Emprender acciones que permitan socializar,
  difundir, generalizar un pensamiento altruista en todas las
  acepciones y modalidades expresivas posibles, con vistas a
  disminuir un cierto grado de "descentralización" que,
  en determinadas zonas o nichos de la sociedad güinera,
  parece afectar no sólo la integridad cultural y
  civilizatoria a la que está convocado el ser humano,
  sino la concepción misma del patrón de
  identidad reclamado por un cada vez más convulso siglo
  XXI.

Visión:

La Cátedra puede extender el período de su
vida activa, si consigue:

• Modificar, con la mayor brevedad posible -y en la
  medida en que las circunstancias así lo permitan-, el
  "desajuste" emocional perceptible en individualidades y
  ciertos conglomerados sociales de la municipalidad
  güinera no siempre dispuestos -muchas veces por falta de
  orientación adecuada- a estructurar una
  proyección certera de los atributos y resortes que
  conciernen a su identidad.

• Validar en esos exponentes sociales la trascendencia
  que un ícono patriótico y cultural como puede
  ser el de la Virgen de la Caridad del Cobre, ostenta para el
  ciclo conformador de la nacionalidad cubana.

Resultados a
obtener

• Módulo de nueve Conferencias Magistrales que
  engrosarían el "Archivo de la Palabra" (archivo
  fílmico), cual extraordinario material de consulta
  para feligreses, estudiantes, profesionales e investigadores
  no sólo de la municipalidad güinera, sino de
  cualquier otra región de la Isla.

• Creación de un pequeño espacio o
  galería en la Casa Parroquial, donde pueda el
  visitante degustar de obras de artes plásticas que
  refuercen su espiritualidad.

• Fomento de una pinacoteca referida a la Virgen de la
  Caridad del Cobre, como invaluable expresión del
  patrimonio cultural local.

• Reconocimiento de los Museos Municipal de Historia y
  Parroquial como espacios públicos donde se atesora la
  mayor riqueza del territorio en cuanto a memoria cultural e
  identitaria se refiere.

• Establecimiento de un espacio para el debate y la
  crítica cinematográficos, en tanto forma de
  desarrollar no sólo una cultura de la
  apreciación artística entre los pobladores,
  sino el apego a temas y/o cuestiones religiosas que
  dignifiquen su condición humana.

• Rescate de tradiciones tan enraizadas en la
  población como pudieran ser las peregrinaciones y la
  veneración misma a figuras y/o personalidades de la
  nación y la localidad, cuya vida y obra pueden devenir
  ejemplos a secundar por las actuales y futuras
  generaciones.

• Garantía de permanencia calificada del oficio
  de campanero, un arte que va más allá de lo
  relacionado con los rituales de la Iglesia, penetrando la
  cultura toda de la comunidad.

• Presencia entre los parroquianos del cultivo
  (autoral) del arte y la literatura, como vía
  lúdica y sana de aspirar a un mundo mejor.

• Reconocimiento social a aquellas personalidades
  locales que, ajustadas a los principios del catolicismo,
  hayan mantenido en todo instante una actitud ética
  irreprochable, fiel a las tradiciones patrióticas y
  las sagradas normas de la civilidad y el decoro
  ciudadano.

• Habilitación de un espacio para el disfrute y
  la recreación que, partiendo del desarrollo de una
  sensibilidad manifiesta ante la música, la danza y el
  teatro de autor, torne a los pobladores en auténticos
  defensores del verdadero arte, siempre en oposición al
  kitsch y la vulgaridad.

• Desarrollo de una cultura de la tolerancia y el
  respeto mutuos entre los habitantes del municipio que nos
  permita brindar una respuesta digna a los retos impuestos por
  la contemporaneidad patria e internacional.

• Fortalecimiento de la identidad local, el orgullo
  patriótico y la fe religiosa entre los pobladores del
  territorio, en tanto tríada conformadora de una
  ética identificada con el mejoramiento humano y la
  elevación cultural.

• Elaboración de una multimedia donde se
  registren para la posteridad las acciones acometidas por la
  Cátedra, cual forma efectiva de garantizar
  continuidades en la historia y la cultura de la
  localidad.

• Conformación de un Archivo
  Iconográfico (fotografías) que, en soporte
  tradicional (papel), se conduzca por la intencionalidad
  pautada en el rubro anterior.

Requerimientos
materiales

• Papel.

• Impresora.

• Computadora.

• Televisor.

• Cámara de video.

• Cámara fotográfica digital.

• DVD.

• Equipamiento para audio (micrófonos, bocinas,
  etc.).

• Nueve discos para DVD.

• Módulo bibliográfico.

• Medio de transportación.

Referencias

• 1) Torres – Cuevas, Eduardo y Edelberto
  Leiva Lajara. Historia de la Iglesia Católica
  en Cuba. La Iglesia en las patrias de los criollos (1516
  – 1789). La Habana, Eds. Ciencias Sociales y
  Boloña, 2008, p 209.

Plan / Cronograma
de Acciones

Autor:

José Luis González –
Almeida,

Máster en Estudios
Interdisciplinarios (Historia y Cultura)

sobre América Latina, el Caribe y
Cuba.

Profesor Auxiliar Principal en la Facultad
de Ciencias Sociales y Humanísticas de la

Universidad Agraria de La
Habana.