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Resumen de Lazarillo de Tormes y Don Quijote




Enviado por Jose Palacios



  1. Lazarillo de Tormes. Tratado
    1
  2. Segundo tratado
  3. Tercer
    tratado
  4. Cuarto
    tratado
  5. Quinto
    tratado
  6. Sexto
    tratado
  7. Séptimo tratado
  8. Don
    Quijote de La Mancha

Lazarillo de
Tormes. Tratado 1

El primer tratado da inicio con
Lázaro de Tormes contando la historia de su infancia. Su
apodo proviene del lugar donde nació, que fue el
río Tormes. Cuando tenía ocho años, su
padre, Tomé González, falleció pues fue
acusado de robo, al confesarlo lo persiguió la
justicia.

Después Lázaro y su madre,
Antona Pérez, vivieron en la ciudad donde ella cocinaba y
lavaba la ropa a los mozos de caballos del comendador de la
Magdalena. Ella tuvo relaciones con un negro de nombre Zaide y
Lázaro por pura conveniencia aceptó la
relación entre ellos porque notó que él
traía mejor comida a la casa. Luego, nació el
hermano mulato por parte de madre de Lázaro, pero no
fueron tiempos de alegría pues Zaide todo lo que
traía a la casa era robado por lo cual fue
azotado.

Después su madre conoce a un ciego,
el cual le pareció que Lázaro le servía como
guía. Su madre le dio permiso y Lázaro
partió junto al ciego. Pero no por ser ciego era un pobre
hombre al contrario el ciego era muy astuto, le
enseñó a Lázaro lo difícil que era la
vida. El ciego, también, era muy avaro y apenas le daba de
comer. Gracias al ciego Lázaro pasa de ser un niño
ingenuo e inocente, a un muchacho joven que debe defenderse por
sí mismo en la vida para poder comer cada día. Pero
conforme pasaba el tiempo Lázaro se cansa y aburre de
vivir con el ciego, éste engañó a su amo
para que se diera contra un palo para poder librarse de
él.

Segundo
tratado

Lázaro llega a Maqueda lugar donde
se encuentra con un clérigo mezquino y miserable, el cual
le ofrece trabajo y este acepta el trabajo que le propuso el
clérigo. Lázaro no disfruto de su trabajo pues el
clérigo no lo alimentaba decentemente. Por lo cual el
clérigo canso a Lázaro y este decidió
robarle al clérigo el pan de la misa para poder comer.
Para poder hacerlo tenía que abrir el baúl donde
estaba el pan, por lo cual Lázaro sacó una copia de
la llave del baúl, lo saco una noche, y se lo
comió, repetía eso constantemente. Al enterarse el
clérigo de esto, decidió asegurar el baúl,
para suerte de Lázaro el clérigo no sospechaba de
él sino de ratones que creía que se comían
el pan, pero cuando se dio cuenta que era Lázaro, lo
despidió de su trabajo.

Tercer
tratado

Lázaro llegó a Toledo, lugar
donde sobrevivió por quince días de limosnas. Un
día, se topó con un escudero (el cual aparenta
tener una imagen de tranquilidad, respetabilidad y riqueza lo
cual es todo lo contrario) lo vio de muy buena apariencia, el
escudero fue el próximo amo de Lázaro. Pero
descubrió que las apariencias engañan pues era un
muerto de hambre, su nuevo hogar fue una casa humilde la cual
carecía de muebles. Para poder comer, Lázaro tuvo
que pedir limosna, y le daba parte de lo que recibía al
escudero pues se compadecía de su amo. Un día el
gobierno de esa área prohibió el pedir dinero en la
calle y Lázaro, por suerte, consiguió comida a
través de unas vecinas. Más tarde los dueños
de la casa del escudero vinieron a cobrar el alquiler de la casa
acosado por los acreedores, el escudero huye de la ciudad, por lo
que, esta vez, es el amo el que abandona al criado Lázaro
aprende que las apariencias engañan y que se puede
disimular el hambre perfectamente, es una persona que parece no
tener mucho carácter, y que no quiere dar pena a la
gente

Cuarto
tratado

Las vecinas llevaron a Lázaro con el
Fraile de la Merced, su próximo amo. Al fraile le gustaba
mucho caminar y visitar. El fraile hacia caminar a Lázaro
mucho como la vez que caminaron en ocho días por lo cual
se le rompieron sus zapatos a Lázaro, el fraile
generosamente le regalo un par de zapatos, fue el primer amo en
regalarle un par de zapatos. Pero Lázaro se cansó
de seguirlo y lo abandonó.

Quinto
tratado

En este tratado, Lázaro se encuentra
con un buldero (un sacerdote el cual se dedicaba a vender bulas
por las parroquias, indulgencias papales que permitían que
quienes las compraran no tuvieran que cumplir con ciertos
preceptos religiosos (como el ayuno, abstenerse de carne durante
la Cuaresma). El buldero engañaba junto a un alguacil a la
gente, tratando de convencerla para que creyeran en las bulas
como cuando hicieron una drama en la cual uno actuaba siendo un
poseído hablando mal de las bulas y el buldero
según con su poder lo elimino la gente cayó y
compraba las bulas. Después de cuatro meses Lázaro
dejó al buldero, y siguió su camino.

Sexto
tratado

Lázaro entró a una Iglesia,
lugar dónde se encontró con un capellán,
éste fue su próximo amo. El capellán le dio
a Lázaro un burro y cuatro cántaros de agua para ir
a vender agua por la ciudad. Este fue el primer trabajo que tuvo
Lázaro dónde ganaba propinas todos los
sábados. Duro cuatro años en ese trabajo, ahorro
poco a poco y pudo comprarse su primera espada y ropa usada.
Después de haber mejorado Lázaro su apariencia,
dejó al capellán y también dejó su
oficio ya que no necesitaba el trabajo.

Séptimo
tratado

Después Lázaro trabajo con un
alguacil. Duró muy poco con él, porque le
pareció que el oficio era peligroso. Después
conoció al arcipreste de San Salvador quien más
tarde sería su amo, Lázaro se casó con una
criada del arcipreste. Vivía muy feliz con su nueva
esposa, en una casa al lado del arcipreste. Luego se hicieron
chismes sobre su esposa y el arcipreste, la mujer de
Lázaro lloró mucho por estos cuentos, pero
Lázaro confió en su palabra y la defendía
decidiendo no hacerle caso a los cuentos para que no hubiera una
intervención en su felicidad. Finalmente llegó a un
período de estabilidad en su vida, y vivió
feliz.

Don Quijote de La
Mancha

Se muestra a Alonso Quijano, de clase
social baja, con unos 50 años de edad, de
complexión recia y aficionado a la caza, al cual le gusta
leer libros de caballerías hasta volverse loco. Tanto se
había metido a esas fantasías escritas en el libro
que decide hacerse caballero. Para ello, prepara sus armas de sus
bisabuelos, prepara su caballo y le pone el nombre de Rocinante,
se pone un sobrenombre: don Quijote de la Mancha y busca una dama
a la que amar y dedicarle sus triunfos Dulcinea del
Toboso.

Por la mañana, Don Quijote decide
hacer su primer viaje, montó su caballo y empezó su
viaje. Y en el camino siempre pensaba como serian todas sus
aventuras. Pero durante el viaje no se encontraron nada él
y su caballo por lo cual terminaron exhaustos, en el camino se
encontraron una venta, que Don Quijote veía como un
castillo, dentro de la venta se encontraban dos mozas que Don
Quijote miraba como unas preciosas doncellas, éstas eran
muy fáciles y muy groseras causando la impaciencia del
Quijote pero después se topa con un ventero quien lo ayudo
en todo.

Después de cenar, don Quijote pide
al gobernador del castillo quien es el ventero pues Quijote
así lo veía, lo arme caballero, y así poder
ir a buscar aventuras como un verdadero caballero.

El ventero se burla de él
haciéndole creer que él también es caballero
y diciéndole que sí le armará. Don Quijote
vela las armas en un patio del castillo lugar que en realidad era
el corral de la venta. Durante la vela, un arriero, y
después otro, acuden al pozo para dar de beber a sus
animales de carga, para lo cual deben mover las armas que don
Quijote está velando. Éste protege la vela y ataca
a los arrieros. Los colegas de éstos empiezan a tirar
piedras a don Quijote, y el ventero, para impedir más
problemas, decide abreviar ceremonias: da por terminada la vela
de armas y seguidamente arma caballero a don Quijote este les
agradece y se marcha.

Don Quijote, ya hecho "caballero errante",
sale de la venta tomando en cuenta los consejos del ventero por
lo cual decide volver a casa para abastecerse de lo necesario. En
el camino de vuelta le pasan sus dos primeras aventuras esperadas
en la primera ayuda a un joven siendo golpeado por un
señor por no cuidar bien a las ovejas.

Intenta engañar a unos mercaderes
que van camino de Murcia que Dulcinea del Toboso es la más
hermosa del mundo. Uno de los mercaderes, viendo su locura, se
burla de él don Quijote entonces le agrede, pero tropieza
y cae, y un mozo de mulas aprovecha la ocasión para
molerle las costillas.

Un labrador, Pedro Alonso, vecino de su
villa, encuentra a don Quijote herido, le recoge y lo lleva a su
hogar llegando ya por la noche. Allí están reunidos
la dueña, la sobrina de don Quijote y dos camaradas suyos:
el cura, Pero Pérez y el barbero (Maese Nicolás)
comentando la huida de don Quijote y que la culpa de ello es de
los textos de caballerías que leía. Por lo que
deciden que al día siguiente sean calcinados. En ese
instante, llega el labrador trayendo a don Quijote, al que
acuestan para que duerma. Mientras don Quijote duerme, el cura y
el barbero junto con los otros, se dirigen a su librería,
escogiendo unos libros y mandando tirar otros al corral para ser
quemados, según les parecen buenos o peligrosos para el
Quijote. Son libros de caballerías, de poesía y
heroicos o épicos.

Don Quijote despierta y empieza a
enloquecer. Todos le calman, y el ama comienza a quemar los
libros. Además deciden cerrar la habitación de los
libros y convencerle de que ha sido obra de un encantador.
Persuadido de ello, pasa quince días sereno y platicando
con el sacerdote y el barbero sobre la necesidad de los
caballeros errantes, a la par que persuade a un labrador, vecino
suyo (Sancho Panza), para que le sirva de escudero,
prometiéndole que le hará gobernador de una
ínsula, y hacen los preparativos de todo lo necesario
(dineros, alforjas, camisas, etc.) conforme al consejo del
ventero. Salen de noche para no ser vistos. Primera
conversación entre escudero y amo.

Durante su viaje encuentran unos molinos de
viento, que don Quijote cree que son unos gigantes. Decide
atacarlos, Sancho le advertía que solo eran molinos pero
el necio de Quijote lo ignora, este embiste y sale malherido,
atribuyendo el cambio (de gigantes a molinos) a un encantador.
Siguen camino, a Puerto Lápice, en busca de aventuras.
Pasan la noche entre unos árboles: don Quijote piensa en
su señora Dulcinea. Llegan a Puerto Lápice, y don
Quijote confunde a dos frailes con dos encantadores que
llevarían a una princesa cautiva. Acomete a los frailes, y
después a un escudero de la dama, que no quiere que el
caballero les haga ir al Toboso. El capítulo acaba con el
combate en suspenso.

Cervantes nos muestra la batalla entre don
Quijote y el vizcaíno: vence don Quijote y obtiene la
promesa de que ha de presentarse ante su señora Dulcinea
del Toboso. Ganada la batalla, Don Quijote solicita de su
escudero que le reconozca como el "más valeroso
caballero". Sancho así lo hace, y le dice que se cure las
heridas. Don Quijote le habla entonces del bálsamo
(bálsamo mágico capaz de sanar las heridas), Don
Quijote, al ver su celada rota por el combate, jura
arrebatársela a algún caballero. Hablan sobre comer
y prosiguen camino en busca donde pasar la noche: llegarán
a las chozas de unos cabreros.

Son atendidos por los cabreros, que les dan
de cenar. Don Quijote elogia la vida de estas personas, en la que
todo es paz, amistad y armonía, al igual que
sucedía en los tiempos arcaicos, y expone que los odiosos
siglos de ahora han hecho que surgiera la orden de los caballeros
errantes, a la que él concierne, para proteger, resguardar
y ayudar. Pero en eso llega otro cabrero y anuncia a todos la
muerte, por amores, de Crisonomo, un estudiante que se hizo
ovejero por seguir a la hermosa Marcela. El cabrero anuncia que
el sepelio será a la mañana siguiente, y todos
deciden ir al sepelio. Otro cabrero cuenta a don Quijote la
historia de ambos jóvenes, y cómo la belleza de
Marcela encanta a montón de pretendientes, a los que trata
amablemente pero a los que menosprecia. Se echan finalmente. Se
dirigen a la zona del sepelio. En el camino se topan con unos
pastores, y con un par de personas a caballo quienes
también se dirigían al sepelio. Uno de los hombres
pregunta a don Quijote porque iba armado de la manera en que iba.
Don Quijote se lo explica. Y Vivaldo, viendo su locura y con
ganas de burlarse de él, le incita a que le hable de la
caballería errante. Llegan al entierro y su amigo se
dispone a leer los textos del enamorado. Vivaldo lee la
canción de Crisonomo.

En seguida aparece Marcela. Y, ante la
recriminación de Ambrosio, ella se defiende alegando que
no se le puede culpar de la muerte de Crisonomo, pues sólo
ha mostrado "honesto proceder y recato" y a nadie quiso ni
proporcionó esperanzas. Terminan de enterrar al
cadáver y don Quijote decide ir en busca de Marcela para
ofrecerle sus servicios.

Continúa en el instante en que don
Quijote esta averiguando donde se encuentra Marcela. Llegan a un
lugar con césped y allí paran a descansar y a
consumir alimentos y el caballo, atraído por unas jacas de
unos arrieros acude a ellas. Por lo cual los arrieros le apalean,
Don Quijote y Sancho llegan a defenderlo, pero también a
ellos les golpean. A los 2 estaban muy lastimados se por los
golpes y deciden ir en busca de lugar donde pasar la noche.
Llegan a una venta (de nuevo don Quijote vuelve a creer que es un
castillo). Allí los atienden, curan y les preparan un
lugar para dormir.

En la venta también se alberga un
arriero, que había acordado con la moza de servicio
acostarse en cuanto quedara todo en silencio. Pero llegando la
moza de servicio al aposento en el que se encuentran don Quijote,
Sancho Panza y el arriero, aquél la confunde con la hija
del señor del castillo comienza a hablarle al estilo de
los textos de caballerías. El arriero, trata de
protegerla, y como era un lugar oscuro, todos empiezan a
golpearse, quedando don Quijote aún más herido. Un
cuadrillero de la Santa Hermandad entra a poner orden.

Don Quijote y Sancho comentan lo
acontecido. El cuadrillero le pregunta entonces que qué
tal está, y don Quijote le riñe por su modo de
hablarle. El cuadrillero le pega en la cabeza con un candil,
dejándole aún más herido. Don Quijote hace
creer a Sancho que todo es obra de "encantamientos" y ante lo mal
que se encuentran, decide hacer el bálsamo de
Fierabrás (que lo cura todo). Lo hacen y lo beben,
mejorando mejor a don Quijote que a Sancho. Al irse de la venta,
don Quijote se despide del ventero, pero éste le pide el
pago. El caballero se va sin hacerle caso. El ventero y otra
gente de la venta entonces se vengan en Sancho,
manteándole, y quedándose con sus bolsos. Don
Quijote y Sancho recapacitan sobre los sucesos en la venta de y
culpan de ellos a los encantadores. Siguen por el camino y don
Quijote de nuevo con su locura confunde dos rebaños de
ovejas con dos ejércitos. De nuevo ignorando los avisos su
escudero, el caballero se pone de parte de uno de los
ejércitos y arremete contra el otro. Entre tanto llegan
los pastores y golpean a don Quijote para proteger a las ovejas.
Don Quijote acaba muy herido y Sancho está a punto de
abandonar a su amo debido a su mala suerte cuando no encuentra
las alforjas. Pero don Quijote le convence para que no se vaya e
inculpa su mala suerte a los encantadores. La aventura del cuerpo
muerto. El bachiller Alonso López de Alcobendas. El
caballero de la Triste figura. Aventura de los batanes. Sancho
hace lo que otro no puede hacer por él. Lágrimas y
burla de Sancho. Don Quijote impone silencio a Sancho.

Comienza a llover por lo que un barbero
utiliza su bacía para cubrirse la cabeza. No obstante, don
Quijote la confunde con el yelmo de Mambrino y acomete contra el
barbero y le quita su bacía y Sancho los aparejos del asno
del barbero. Continúan su camino y don Quijote cuenta para
ilustrar a Sancho una novela caballeresca protagonizada por el
caballero del Sol. Al final de su historia don Quijote reflexiona
sobre las dos clases de linaje que existen en el
mundo.

El cura y el barbero están casi un
mes sin ver a don Quijote para no recordarle el asunto de la
caballería errante. Y encargan a ama y sobrina que le
atiendan. Finalmente, le visitan para hacer prueba de su
progreso: parece que ha recuperado el juicio pero,
tratándole más, vuelve a defender la necesidad de
su querida caballería errante, y llega a mantener que los
caballeros errantes fueron hombres de carne y hueso. Se oyen
voces de ama y sobrina en el patio. Pues quieren evitar que
Sancho entre a ver a don Quijote. El cura y el barbero solicitan
a ama y sobrina que le permitan entrar. Don Quijote pregunta a
Sancho que qué es lo que se dice de él en el lugar,
de sus aventuras, y Sancho le contesta que cosas no muy
optimistas. Sancho también dice que otras cosas se dicen,
y que sus hechos están ya en libros y que un bachiller
recién llegado podrá contárselo con
más detalle. Después va en su busca.

Don Quijote imagina ser cosa de
encantamiento que su historia esté impresa. Llega Sancho
con el bachiller Sansón Carrasco, joven bromista que
comienza a hablar, en burla, con ellos. Que su historia
está impresa por varios lugares como Portugal, Barcelona,
Valencia, y que las gentes elogian las diferentes aventuras y que
son leídas por todos niños, mozos, hombres y viejos
etc.; y que aparecen novelas intercaladas sin relación con
la historia principal (lo que no le parece bien a don Quijote,
habiendo tantas hazañas suyas que contar). Sancho se va a
comer, don Quijote invita al bachiller a que se quede a comer con
él; tras la siesta, vuelve Sancho y siguen con la
conversación. El personaje principal antes de saber que le
quedaba poco tiempo de vida quería ser pastor, al saber
que moriría reúne a todos sus compañeros
diciéndoles algunas cosas, sus amigos trataban de hacer
que él no se sienta mal antes de morir deja claro su
mensaje a su sobrina que no se enamore de alguien que sea
apasionado por la caballería ya que terminaría
igual que su tío Quijano y muere.

 

 

Autor:

Jose Palacios

 

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