Varios Dichos Antiguos – Monografias.com
Varios Dichos Antiguos
A
A buen capellán mejor
sacristán.
A buen entendedor, a
señas.
A buen entendedor, pocas palabras
bastan.
A buen sueño, no hay cama
dura.
A buena hambre no hay pan duro, ni falta
salsa a ninguno.
¡A buena hora mangas
verdes!
A buenos ocios, malos negocios.
A caballo regalado no le mires el
diente.
A cada cual lo suyo y a Dios lo de
todos.
A cada puerta, su dueña.
A cada rey su trono.
A cada santo le llega su
día.
A cada uno, Dios da el castigo que
merece.
A chica cama, échate en
medio.
A cuentas viejas, barajas
nuevas.
A Dios rogando y con el mazo
dando.
A donde acaba el novio, empieza el
marido.
A falta de caballos, troten los
asnos.
A falta de pan, buenas son
tortas.
A fuerza de palos, como borrico de
yesero.
A gana de comer, no hay mal pan.
A grandes males, grandes
enfermos.
A grandes penas, pañuelos
gigantes.
A gusto de los cocineros comen los
frailes.
A la aguja, buen hilo, y a la mujer buen
marido.
A la cama no te irás sin saber una
cosa más.
A la fea, el caudal de su padre la
hermosea.
A la fuerza, no hay razón que la
venza.
A la justicia y a la inquisición,
chitón.
A la larga y a la corta la mentira se
descubre.
A la moza y a la mula, por la boca le entra
la hermosura.
A la muerte, ni temerla ni buscarla, hay
que esperarla.
A la mujer, ni todo el dinero, ni todo el
querer.
A la mujer y a la cabra, soga larga, soga
larga.
A la mujer y a la guitarra, hay que
templarla para usarla.
A la mujer y al caballo, no hay que
prestarlos.
A la mujer y al galgo, en la vejez los
aguardo.
A la mula vieja, alíviale la
reja.
A la ocasión la pintan
calva.
A la tercera va la vencida.
A la vejez cuernos de pez.
A la vejez, viruelas.
A la virtud, menester hace
espaldas.
Al mal paso, dale prisa.
A lo hecho, pecho.
A los enfermos, los sanos les damos
saludables consejos.
A los locos, se les da la
razón.
A mal tiempo buena cara.
A mala lluvia, buen paraguas.
A más años, más
desengaños.
A más doctores, más
dolores.
A medida del santo son las
cortinas.
A mi amigo quiero, por lo que de él
espero.
A mi prójimo quiero, pero a
mí el primero.
A misa temprano, nunca va el
amo.
A nadie le amarga un dulce, aunque tenga
otro en la boca.
A otro perro con ese hueso.
A padre ahorrador, hijo
gastador.
A pajarillo le gusta su nidillo.
A palabras necias, bofetones.
A palabras necias, oídos
sordos.
A pan ajeno, navaja propia.
A pan de quince días, hambre de tres
semanas.
A pan duro, diente agudo.
A partir de mañana comenzarás
el primer día del resto de tu vida.
A poco pan, tomar primero.
A quien debas contentar, no procures
enfadar.
A quien Dios no le dio hijos, el diablo le
da sobrinos.
A quien feo ama, hermoso le
parece.
A quien le dan el pie, se toma la
mano.
A quien le den pan que llore.
A quien le duele una muela, que la eche
fuera.
A quien madruga Dios le ayuda.
A quien mucho tiene, más le
viene.
A quien no teme, nada le
espanta.
A quien se aventura, Dios le
ayuda.
A quien tiene malas pulgas, no le vayas con
burlas.
A raposo durmiente, no le amanece la
gallina en el vientre.
A rey muerto, rey puesto.
A río revuelto, ganancia de
pescadores.
A su tiempo maduran las uvas.
A todo se acostumbra uno, menos a no
comer.
A un clavo ardiendo se agarra el que se
está hundiendo.
A una mujer bigotuda, desde lejos se
saluda.
Abogado de ricos, mal de pobres.
Abogado, juez y doctor, cuanto más
lejos mejor.
Abriga bien el pellejo, si quieres llegar a
viejo.
Acertar errando es suerte y no
talento.
Acertar errando, sucede de vez en
cuando.
Adonde el corazón se inclina, el pie
camina.
Adonde las dan, allí las
toman.
Afortunado en el juego, desafortunado en
amores.
Afortunado en el juego, tiene con
qué pagar los amores.
Agarra al toro por los cuernos, al hombre
por la palabra.
B
Bailar sin pecar, cosa imposible
será.
Barba bien bañada, medio
rapada
Barba de tres colores, no la traen sino
traidores.
Barbero, loco o parlero.
Barbero que no sea parlero, no lo hay en el
mundo entero.
Barriga llena, no cree en hambre
ajena.
Bastante me ayuda quien no me
estorba.
Bebe el agua a chorro y el vino a
sorbos.
Bebe el vino con discreción y no a
boca de cangilón
Bebe por calabaza y no te pondrán
tacha.
Beber aquí, beber allí, a la
noche borrachín.
Beber con medida alarga la vida.
Beber y comer buen pasatiempo
es.
Bebes vino, no bebas el seso.
Belleza sin talento, veleta sin
viento.
Belleza y riqueza juntas, casi
nunca.
Bellotas y castañas hacen malas
hilancias.
Bendita sea el agua por sana y por
barata.
Besó el colmenero y a miel me supo
el beso.
Bestia sin cebada, nunca te dará
buena cabalgada.
Bien ajeno es la hermosura, y, sobre ajeno,
poco dura.
Bien con vida quien prestó
bebe.
Bien está el pájaro en su
nido.
Bien predica el ayunar quien acaba de
almorzar.
C
Cabezas grandes, talento chico.
Cada cabeza su mundo.
Cada cual hable de aquello que sabe, y de
lo demás que calle.
Cada cual huele el vino que
tiene.
Cada día que amanece, el
número de tontos crece.
Cae más pronto un hablador que un
cojo.
Candil de la calle, oscuridad de su
casa.
Camarón que se duerme, se lo lleva
la corriente.
Cuando el río suena, es porque agua
lleva.
D
Dale más de lo que pueda regresar, y
al amigo perderás.
Dando tiempo al tiempo el mozo llega a
viejo.
Dando y dando, pajarito volando.
Dando y tomando, no cabe
engaño.
Daño es ser engañado una vez,
dos, necedad es.
De broma en broma, la verdad se
asoma.
De tal palo, tal astilla.
Dime con quién andas y te
diré quién eres.
Dime de qué presumes y te
diré de qué careces.
E
Echa bien tus cuentas, para que
después no te arrepientas.
El amor ciega.
El amor y la luna se parecen; menguan
cuando no crecen.
El avaro, por gastar poco, aunque todo lo
tiene, carece de todo.
El bien, de lejos viene; pero el mal, cerca
lo tienes.
El que anda con lobos, a aullar se
enseña.
El que calla, otorga.
El que habla es porque el camino corrido lo
tiene.
El que mucho abarca, poco
aprieta.
En el amor y en la guerra, todo
vale.
Es mejor dar que recibir.
F
Fácil es empezar y difícil
continuar.
Fácil es recetar, pero
difícil curar.
Fácil es reprender la vida ajena,
para quien no la tiene buena.
Falsos diamantes no engañan a nadie
sino en pueblos grandes.
Fantasía y más
fantasías y la barriga vacía.
G
Gala sin oro, aunque cueste mucho luce
poco.
Gallina ponedora y mujer silenciosa valen
cualquier cosa.
Gallina que al gallo espanta,
córtale la garganta.
Gallina vieja hace buen caldo.
Gallo que no canta, algo tiene en la
garganta.
Gana ahora que eres nuevo, para que puedas
gastar de viejo.
Gana al que te quiere mal, y tendrás
un amigo más.
Ganar sin guardar, poco es de
estimar.
H
Habla siempre que debas, y calla siempre
que puedas.
Habladas o escritas las palabras, sobran
las que no hacen falta.
Hablando, hablando, la ocasión se va
pasando.
Hablando se saben las cosas, callando se
ignoran.
Hablar, no cuando puedas, sino cuando
debas.
Hace buena cuenta quien con lo suyo se
contenta.
Hijo de misionero, el primero.
Hijo de pastor, lo peor.
Hijo de tigre, pintito.
I
Idos los ladrones, se toman mil
precauciones.
Iglesia cerrada, ni culto ni
nada.
Ignorante y burro, todo es uno.
Ignorar para preguntar y preguntar para
saber, eso es aprender.
Imite y supere el envidioso al envidiado:
más que él será elogiado.
Impedir lo que ha de ser, no puede
ser.
J
Jamás cerró una puerta Dios,
sin que abriese dos.
Jamás se ha quejado el oro de ser
robado.
Jarra nueva hace el agua fresca.
Jeremías llora sus penas y no las
mías.
Jinete chico en caballo grande, una pulga
sobre un elefante.
Jornada emprendida, medio
concluida.
L
La abundancia da arrogancia.
La abundancia hace infelices a los
ricos.
La alegría, Dios la da, y el diablo
la quita.
La alegría, rejuvenece; la tristeza,
envejece.
La amante ama un día, la madre toda
la vida.
La astuta raposa borra sus pisadas con la
cola.
La avaricia es mar sin fondo y sin
orillas.
La avaricia rompe el saco.
La balanza no distingue el oro del
plomo.
Limosnero y con garrote.
Los dichos son bien dichos.
M
Madruga y verás, trabaja y
tendrás.
Mal acierta quien sólo el
interés se lleva.
Mal acomodo es desnudar un santo para
vestir a otro.
Mal ayuna el que mal come.
Mal de locura, sólo la muerte lo
cura.
Mal de muchos consuelos de
bobos.
Mal de muchos, epidemia.
Mal es sufrir; pero sufrirlo mal es mayor
mal.
Mal lo aliña quien en sus tiempos no
labró la viña.
Mal oledor, mal catador.
Más vale malo por conocido, que
bueno por conocer.
Mejor es pájaro en la mano que cinco
volando.
Mejores son dos que uno.
N
Nadie creas si no lo que veas.
Nadie da palos de balde.
Nadie es profeta en su tierra.
Nadie experimenta en cabeza
ajena.
Nadie hable mal del día hasta que la
noche llegue.
Nadie le da vela en este
entierro.
Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo ha
perdido.
Nadie sabe lo que vale un duro, hasta que
no lo pide con apuro.
Nadie se muere hasta que Dios
quiere.
Nadie tira piedras a su tejado.
Naipes, mujeres y vino, ¡mal
camino!
Necesidad disimulada es necesidad
doblada.
Nomás ves a la mula y se te antoja
el viaje.
No soy monedita de oro para caerles bien a
todos.
O
O al puente o al vado, si no hemos de pasar
a nado.
O bien, o mal, va a lo suyo cada
cual.
O con el mundo o con Dios; pero no a la par
con los dos.
Obediencia y paciencia son la mejor
ciencia.
Obra acabada, a Dios agrada.
Obra de chapucero cuesta poco, pero vale
menos.
Obras buenas, hazlas a manos llenas; malas,
ni una hagas.
Obras hacen linajes, no nombres ni
trajes.
Obras son amores, que no buenas
razones.
Obras vea yo; palabras no.
Ocasión desaprovechada, necedad
probada.
Ocasión que se pasó,
pájaro que voló.
P
Padre millonario y trabajador, hijo vago y
malgastador.
Paga en tres veces, tarde, mal y
nunca.
Pagan justos por pecadores.
Palabra dicha no tiene vuelta.
Palabras melosas, siempre
engañosas.
Palo dado ni Dios lo quita.
Palos con gusto no duelen.
Pan con pan, comida de tontos.
Para ese viaje no se necesitan
alforjas.
Para hilar una mentira siempre hace falta
madeja.
Para morirse siempre hay tiempo.
Para muestra basta un
botón.
Para prosperar, vender y
comprar.
Para todo mal, un refrán, y para
todo bien, también.
Pelillos a la mar, y lo pasado
olvidar.
Pereza, llave de pobreza.
Poco veneno no mata, nomás
ataranta.
Q
Qué bien canta María
después de la comida.
Que estudien los burros, que yo ya
sé mucho.
Que cada cual espante sus
pulgas.
Que cada palo aguante su vela.
¡Qué Dios se lo pague! y yo me
lo trague.
Que la haga el que la deshizo.
¿Qué necesidad hay de dar dos
cuartos al pregonero?
Quéjese de la muela aquel al que le
duela.
Quien a buen árbol se arrima, buena
sombra le cobija.
Quien a decir agrias verdades se pone,
agrias verdades oye.
Quien a dos amos sirve, siempre termina
mal.
Quien a hierro mata, a hierro
muere.
Quien administra tus bienes, por suyos los
tiene.
Quien al escoger mucho titubea, lo peor se
lleva.
Quien al molino va, enharinado
saldrá.
Quien algo quiere ser, algo ha de
comprender.
Quien anda con buenos, parece uno de
ellos.
Quien anda de prisa es el que
tropieza.
Quien asno nació, asno
murió.
Quien bien te quiere, te hará
llorar.
Quien calla, otorga.
Quien canta su mal espanta.
Quien canta su miedo espanta.
Quien carece de amistades, carece de
compromisos.
R
Rábanos sin pan, poco o nada te
alimentarán.
Raído y roto, cerca está lo
uno de lo otro.
Rana que canta, señal de agua, la de
su charca.
Raro es el regalo tras el que no se esconde
algo malo.
Rebuznar es de burros, errar de
cazurros.
Rebuzné una vez y por burro
quedé.
Rectificar es de sabios.
Refrán de palo, refrán de
fuego.
Refranes y consejos, todos son
buenos.
Refranes y sustos, hay para todos los
gustos.
Robando a Pedro para pagar a
Pablo.
S
Saber mucho y decir tonterías, lo
vemos todos los días.
Saberlo ganar y saberlo gastar, eso es
disfrutar.
Sabiduría probada, no dársele
a uno para nada.
Sabios conocí; sabios para los otros
y necios para mí.
Saca, pero pon, y siempre habrá en
el bolsón.
Saliendo de Guatemala para entrar a
Guatepeor.
Salud, dinero y buen vino, e irme a la
gloria de camino.
Salud para mí, trabajo para mi
marido.
Sarna con gusto no pica.
Se dice el milagro, pero no el
santo.
Se olvida una buena acción, y no un
buen bofetón.
Secreto bien guardado, pliego lacrado y
sellado.
Secreto entre mujeres, secreto no
eres.
Según con quien te encontré,
así te traté.
Según el sapo es la
pedrada.
Según el soldado, así se le
da la boleta de alojado.
Según serás, así
merecerás.
Según te verán, así te
tratarán.
T
Tu atención determina tu
acción.
Autor:
Jorge Alberto Vilches
Sanchez