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Velasco: el pensamiento vivo de la revolución (página 8)




Enviado por rubèn ramos



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

En esencia, los mismos ideales y propósitos que
informan nuestra actitud frente a la integración
fundamentan el sentido de nuestra concepción acerca de lo
que deberían ser las relaciones interamericanas. Ya es
tiempo de superar la vieja práctica del ocultamiento y el
eufemismo. La retórica de la vieja diplomacia
pareció preferir siempre eludir el enfoque frontal de los
problemas. Tal preferencia formó parte conspicua de un
modo de ser y de un estilo político
característicamente incompatible con la naturaleza de una
posición de veras revolucionaria que implica un nuevo
lenguaje y una nueva manera de encarar situaciones y problemas.
Por otra parte, nada tenemos que ocultar. Nuestra abierta y
confesa posición revolucionaria nos demanda luchar contra
todo aquello que constituyó parte y fundamento del orden
tradicional de nuestra sociedad. Aspecto importante de este orden
fue una particular manera de encarar la problemática
internacional de nuestro tiempo. Es más, la diplomacia que
hemos abandonado fue en su época la expresión de un
determinado modo de entender, de definir y de aceptar las
relaciones entre otros países y el nuestro, y en
particular entre nuestros países y los países
poderosos.

Estas relaciones siempre fueron planteadas en
términos de virtual subordinación del Perú a
los centros hegemónicos de poder extranjero. De esa manera
se consagró a nivel internacional el predominio de las
grandes empresas sobre la economía del Perú. De tal
suerte llegamos a ser en el pasado un país de
soberanía recortada e ilusoria, justamente por el hecho de
constituir una nación de economía sujeta a la
influencia de intereses económicos foráneos. Por
eso la indeclinable posición nacionalista de la
Revolución Peruana y su lucha militante por la
reivindicación total de nuestra soberanía, tornan
irrenunciable nuestra absoluta fidelidad al propósito de
afianzar el carácter nacional de nuestra
economía.

Comprendemos muy bien que una
posición como la nuestra despierta la suspicacia, la
crítica y el rechazo de aquellos intereses foráneos
que la revolución inexorablemente tiene que afectar.
Sabemos que tal posición puede conducir a fricciones y
conflictos con algunos gobiernos extranjeros. Pero sabemos
también que esto sólo puede ocurrir con los
gobiernos que cometen el profundo error histórico de creer
que la causa de sus pueblos y el interés de sus naciones
pueden ser confundidos con la causa y los intereses de empresas
cuyas finalidades especificas poco o nada tienen en común
con los intereses del Perú como nación y, en
verdad, con los bien entendidos intereses de sus propios
países de origen.

Todos reconocemos en América Latina
que la insurgencia de movimientos nacionalistas y revolucionarios
siempre ha planteado situaciones conflictivas de intensidad
variable con el Gobierno de los Estados Unidos de
Norteamérica. La explicación radica
fundamentalmente en la circunstancia de que esos movimientos han
enfrentado inevitablemente la dura oposición de los
intereses económicos de aquellas empresas estadounidenses
que llegaron a nuestros países en connivencia con
gobiernos conservadores y entreguistas.

Todo este fue lo característico de
nuestra historia. Tal era el modo usual de "gobernar".
Comprendernos que no se trata aquí de encontrar
responsabilidades unilaterales. Culpables fueron, tanto o
más que las empresas extranjeras, los gobiernos que por
uno u otro motivo cedieron a sus presiones y, en condiciones
lesivas a nuestros intereses nacionales, entregaron las riquezas,
los recursos naturales y el trabajo de nuestras gentes. Pero todo
esto pertenece al pasado. Porque por obra de la revolución
de nuestra Fuerza Armada, el Perú hace tres años y
medio empezó a dejar de ser un país sometido a
tutela extranjera. Nada nos apartará de continuar luchando
para que la riqueza del Perú sea de modo verdadero riqueza
de sólo los peruanos. Y los Estados Unidos deberían
comprender y respetar la honda raíz de justicia que hace
irrenunciable nuestra causa.

Lo anterior, sin embargo, no debería confundirse
con una simplista posición antinorteamericana. El
Perú, seguramente al igual que los demás
países de América Latina, nada tiene en contra del
pueblo norteamericano, cuya historia y cuya grandeza como
nación conocemos y respetamos. Mas si tenemos motivos
fundados de rechazo a la acción predatoria y perniciosa de
la penetración imperialista. Y nada tenemos en contra del
Gobierno de los Estados Unidos, sino en tanto ese gobierno
pudiera actuar en base a la errada y anti-histórico
noción de que debe situarse al lado de los intereses de
algunas empresas fundamentalmente explotadoras y no de parte de
la causa de pueblos a los que se llama hermano, ni en verdad, al
final de todos los análisis, de parte de la bien entendida
causa del propio pueblo norteamericano.

Todos en el hemisferio deberíamos comprender que
hemos ya empezado a vivir una etapa distinta de nuestra historia
contemporánea. En esta nueva etapa ya no será
posible defender y mantener las viejas hegemonías del
pasado. Es imposible será también continuar
justificando una presión puesta al servicio de intereses
privados en desmedro de pueblos e ideales que se proclama
defender y respetar.

Ya en el seno mismo de la gran nación
norteamericana, las voces de sus hombres más preclaros han
comenzado a levantarse en demanda del abandono permanente de la
política discriminatoria y estéril, a todas luces
opuesta al rumbo de los tiempos.

Lo que con más urgencia requieren las relaciones
interamericanas son políticas de pueblo a pueblo,
políticas de grandeza, políticas de realismo,
políticas de auténtico sentido histórico,
situadas por encima de esa innegable pequeñez que supone
el definir los vínculos entre naciones en función
de los intereses de empresas económicas. Sólo de
tal manera podremos construir en esta parte del mundo un sistema
internacional basado en el respeto a la soberanía de los
pueblos y unido al propósito común de preservar la
justicia y la paz verdaderas.

Queremos vivir en paz con los pueblos y gobiernos del
hemisferio del cual formamos parte. Pero en paz auténtica,
que para nosotros es inseparable del respeto a la justicia. Es ya
centenaria la sentencia inmortal que Benito Juárez, el
gran revolucionario mexicano, legara a los pueblos de
América Latina: "El respeto al derecho ajeno es la paz".
Así también nosotros lo entendemos. Hoy más
que nunca debemos reivindicar la plenitud de ese enunciado.
Él significa que la paz verdadera no puede existir cuando
existen relaciones de subordinación de unos países
a otros. Ni tampoco cuando se desconoce o se cuestiona el derecho
de los demás a actuar con libertad.

NUESTRO NO ALINEAMIENTO

Nuestra Revolución se dirige a crear una sociedad
basada en la transformación de poder económico y
político a las instituciones libres y autónomas del
pueblo; en la participación plena de sus hombres y mujeres
en todos los asuntos de la vida económica, social y
política de la nación: en la predominante, pero no
exclusiva, propiedad social de la riqueza; y en la efectiva
existencia de una verdadera democracia que surja desde la base
popular. Estos son criterios fundamentalmente divergentes de
aquellos que constituyen la médula misma de los
planteamientos capitalistas o pro-capitalistas, comunistas o pro-
comunistas. Por eso siempre fuimos muy claros en señalar
nuestra profunda incompatibilidad final con toda forma de
capitalismo y también con toda forma propia de los
enfoques comunistas.

Corolario sustancial de nuestra posición es la
consideración del proceso peruano como una gran
experiencia nacional, conceptual e ideológicamente
autónoma, propia de nuestro pueblo y por entero alejada de
cualquier influencia originada en centros extranjeros de poder
ideológico, político, económico o cultural.
Lo que nos permite mantener en el plano internacional una
política de veras independiente frente a los intereses de
las grandes potencias en pugna. Consecuencia lógica de
esta concepción es nuestro ingreso al grupo de
Países no Alineados.

En la medida en que seamos capaces de mantener la
esencia nacional, autónoma, independiente y propia de
nuestra Revolución, ella continuará triunfante como
hasta hoy. Y en esa medida habremos de enfrentar victoriosamente
el ataque abierto o encubierto de quienes sostienen posiciones
pro-capitalistas o pro-comunistas que son, en esencia contrarias
a la Revolución Peruana. Pero el esfuerzo que demanda este
enfrentamiento decisivo es el precio que el Perú debe
pagar para alcanzar los objetivos de su auténtica
liberación definitiva. Somos conscientes de todo lo que
implica una militante actitud de lucha contra el dominio
extranjero. Somos conscientes de que el destino del Perú
está indisolublemente unido al destino de América
Latina; somos conscientes de nuestra pertenencia fundamental al
sector de naciones explotadas y dominadas, poro insurgentes, que
integran el Tercer Mundo; y somos conscientes de que nuestros
más profundos intereses nacionales se hallan en conflicto
inevitable con los intereses económicos y políticos
de las grandes potencias que pugnan por la supremacía
mundial y que siguen estrategias similares y convergentes de
influencia, control y dominio de los países menos fuertes
y desarrollados de la tierra.

No hay, pues, un solo imperialismo, sino en el sentido
de aludir al esencialmente unívoco fenómeno de
dominación de un país sobre otro. Pero tal ocurre
de manera similar a partir de varios centros de poder
imperial.

El No Alineamiento del Perú expresa con fidelidad
esta realista visión del panorama actual del mundo y
nuestro rechazo a todas las formas de penetración
económica, cultural, militar o política en que se
manifiesta la posición finalmente imperialista de las
grandes potencias, extraña y contraria a los pueblos del
Tercer Mundo. Por ende, para nosotros los peruanos, la
transformación revolucionaria de los países pobres
de la tierra, debe ser obra enteramente nuestra, resultado de un
pensamiento y de una praxis totalmente independiente y totalmente
autónomos.

Esta revolución continuará su marcha
victoriosa, porque el Perú la reclama y necesita. Hay en
nosotros una sentida y profunda vocación de patriotismo.
No nos mueve la ambición ni el apetito de poder. Nos mueve
únicamente un hondo deseo irrenunciable, el de servir a
nuestra Patria. Cada día que pasa, es para nosotros un
día de esfuerzo, de laboriosa entrega a este alto ideal
del Perú. Es por ello que no vamos a dejar inconclusa esta
gran obra de justicia.

Sentirnos día a día, en su esforzada
construcción, el propio palpitar de nuestro pueblo. Es el
ancho corazón del Perú el que nos alienta y nos
impulsa. Poco a poco estamos dejando para siempre atrás el
pasado de esta Patria hasta ayer engañada y hundida en la
explotación y en lo injusticia, en la verdadera falta de
libertad para su pueblo. En esto está la esencia
más radical de nuestro compromiso político y
humano. Y a él hemos entregado la propia razón de
nuestra vida. Qué importa que algunos no puedan o no
quieran comprenderlo. Lo sienten hoy, y más lo
sentirán mañana, los hombres y mujeres
humildes de esta nación secularmente desgarrada por el
desaliento y la pobreza, por la desesperanza y el engaño,
por la miseria y la ausencia de fe.

A todo esto quiso y quiere responder nuestra
Revolución. Ella representa algo nuevo en la vida del
Perú. No la manchemos con la disensión y la
violencia, con la perfidia y con la mezquindad. Sepamos todos
situarnos a la altura de esta hora luminosa del Perú.
Estamos construyendo un futuro mejor para todos los hombres y
mujeres de esta tierra que es nuestra vida misma. Estamos
humildemente aprendiendo a ser mejores, porque muy bien sabemos
que aún quedan en nosotros vestigios y resabios de lo
ominoso de nuestra herencia del pasado. Nunca hemos reclamado,
por eso, ni perfección ni acierto permanente. Lo que
sí reclamamos es tan sólo el honesto reconocimiento
de que por vez primera se empieza a construir en el Perú
un destino más justo.

Convocamos por ello a lo mejor de nuestro pueblo para
impulsar la obra que estamos realizando. Nadie tiene derecho a
malograr este empeño esforzado del Perú. Los
hombres de la Fuerza Armada y de las Fuerzas Policiales lo
seguiremos defendiendo unidos en la convicción sentida y
profunda de que la nuestra es una tarea de justicia. Se la
debemos al Perú, a su pueblo, a este duro presente que
vivimos y a ese mañana que vivirán, con más
libertad y más justicia nuestros hijos, simiente de
nuestra eternidad como nación americana.

NUESTRA FIDELIDAD AL LEGADO DE AYACUCHO

Hay a lo largo de toda nuestra historia un claro mandato
de unidad. El, halló en Ayacucho una alta y perdurable
expresión de gloria. De rumbos distintos y lejanos, pero
históricamente, próximos y comunes, vinieron hace
siglo y medio, innumerables hermanos de América Latina a
luchar por una causa que sabían suya, tan suya como
nuestra, porque era la causa de la libertad latinoamericana. Los
grandes Capitanes de la Gesta Emancipadora fueron con claridad
conscientes del designio unitario, que vive en nuestra historia.
Pero también sintieron así seguramente, los
luchadores anónimos, que combatieron a sus órdenes
aquellos que, dejaron sin nombre, pero con nítida huella
perdurable, la herencia de su esforzado sacrificio: que, por
igual contribuyó a hacernos libres. Aquella fue por eso
gesta de hombres y pueblos que unidos presintieron y tuvieron
conciencia, de su pertenecer común a un solo destino
colectivo; a una sola historia, a una sola causa de independencia
nacional.

Nuestros pueblos, insurgieron a la vida republicana bajo
el signo plural de su unitaria voluntad latinoamericana, de su
sentido propósito emancipador, de su clara vocación
de libertad; y de su honda adhesión a los principios de
justicia. Nuestras repúblicas, así, surgieron a la
vida para que en ellas fuesen construidas: sociedades soberanas y
justas; patrias emancipadas de hombres libres. Estos grandes
ideales fueron la esencia misma de los propósitos y de la
fe que alentaron en el corazón y en los sueños de
los Próceres de nuestra Independencia. Ellos dieron
grandeza singular a su epopeya. Ellos dieron sentido a la
esperanza de los miles y miles de hombres y mujeres que
recorrieron el suelo de América Latina para abrir el
camino de su perdurable libertad.

Su lucha fue, sin ápice de duda, una gran epopeya
revolucionaria. Y aquí radica, la más esclarecida
significación de su legado a nuestros pueblos. Porque esos
grandes ideales conservan hoy, la plenitud de su valor. Somos
consecuentes, de que es aún muchísimo lo que es
preciso hacer en América Latina; para dar
concreción al sueño de sus libertadores. Por eso, a
siglo y medio de iniciada la experiencia de nuestra libertad,
somos aún deudores de quienes entonces empezaron a
labrarla. Porque sabemos, que nuestra común historia
republicana no ha conducido hasta hoy a modelar sociedades
basadas en la observancia fiel de los principios y de los ideales
que fueron la más alta inspiración de la epopeya
emancipadora.

Hoy nuestros pueblos sienten palpablemente esta profunda
deuda con su propia historia. Brumosa o claramente el sentimiento
de esta responsabilidad está en el fundamento mismo de la
vasta insurgencia popular por la justicia que se percibe con
nitidez en todas las latitudes de América Latina.
Nuevamente los viejos sueños convocan a los pueblos. Otra
vez los mismos caminos de la historia llevan el mensaje de un
idéntico ideal de unión, de libertad y de justicia.
Y la afirmación de nuestro común destino
latinoamericano, independiente y soberano, vuelve a impulsar el
sentimiento de nuestra indispensable unión. En una hora
conturbada y problemática del mundo América Latina
empieza a recobrar una presencia singular y autónoma.
Nuestros pueblos inician el reencuentro con su historia. Y el
sentido más hondo y más ilustre de la heroica gesto
libertaria.

Ilumina de nuevo el firmamento latinoamericano. Nuestras
naciones sólo pueden ser libres a plenitud en la medida en
que sean, también a plenitud, dueñas de su destino.
Lejos de todo afán retórico, esta es una exigencia
real y verdadera. Significa decidir el rumbo soberano de nuestros
Estados, sin sombra de presión o interferencia extranjera,
controlar sin restricciones nuestra propia riqueza, y
reconocer nuestra capacidad para construir en cada uno de
nuestros países formas sociales, políticas
económicas de organización autónomamente
decididas por nosotros de acuerdo a nuestra propia realidad y con
plena conciencia de que nuestro camino en la vida y en la
historia debe ser construido tan solo por nosotros, con nuestra
propia inteligencia, con nuestras propias manos, con nuestro
propio corazón.

Es esto lo que significa ser una Patria de veras
soberana. No podemos ser políticamente libres si el
sustento económico de nuestras sociedades sufre la
interferencia o el dominio de cualquier poder extranjero. Porque
la independencia y la soberanía son interdependientes
valores de totalidad. De allí que nuestra autonomía
nacional sólo pueda ser entendida como la plena
conjunción de sus dimensiones: política,
económica, social y cultural.

Y tampoco podremos ser jamás sociedades
verdaderamente libres sino en la medida en que seamos capaces de
ser al mismo tiempo sociedades enteramente justas. Porque la
libertad y la justicia son valores inseparables. En tanto exista
injusticia social en nuestros pueblos ellos jamás
conocerán la verdadera libertad: en tanto grupos de
privilegio acaparen riqueza y poder mientras millones de
compatriotas nuestros viven en la miseria y en tanto, en fin, los
pocos vivan a expensas de los muchos, será ilusorio hablar
de libertad y de justicia en nuestro continente. Esas
continuarán siendo simples palabras, aunque grandes
palabras, desprovistas de contenido real y verdadero para los
millones de hombres y mujeres que forman nuestro pueblo, esencia
de la Patria Latinoamericana. En tales condiciones sólo
podríamos aspirar a ser contradictorias democracias
señoriales finalmente al servicio de reducidas
minorías que viven de espaldas a su pueblo y a su
historia.

Concretar los grandes ideales de nuestra primera
independencia, significa, así, luchar contra todas las
formas de injusticia, contra todas las formas de
discriminación, contra todas las formas de presión
extranjera, para que los hombres y mujeres de nuestros pueblos se
aproximen cada vez más a ser los forjadores y conductores
de su propio destino. Libres como Estados de la dominación
foránea y libres como pueblos de la explotación
económica y política, las naciones de
América Latina, podrán aportar al mundo la voz de
una presencia autónoma, que defiende con autenticidad su
propia causa y la causa de otras naciones en pugna similar por su
liberación total y definitiva. Sólo de esta manera
podremos articular una posición de veras nuestra y en
consecuencia, situada enteramente, al margen de las presiones y
de los intereses de las grandes potencias que disputan, una
efímera y pueril supremacía en nuestro
mundo.

Crisol de razas, de pueblos y culturas, América
Latina debe representar una presencia militante que proclame la
indispensable necesidad de trascender lo que hasta hoy ha sido
norma de la política y de la economía en el campo
de las relaciones internacionales. La extraordinaria apertura
histórica que hoy estamos viviendo nos brinda la
oportunidad impar de ser los forjadores de nuevas ideas, y nuevos
planteamientos. En un momento en que los grandes sistemas
sociales y políticos, hasta hoy dominantes, enfrentan
honda crisis en que, se opera una profunda revisión de los
viejos valores y de los conocimientos que han modelado; la
organización total de las sociedades
contemporáneas: y, en que, todo el conjunto de la vida
humana, parece confrontar, una honda revaloración y un
hondo reajuste; América Latina, debe afianzar el sentido
de su propia y plural independencia para forjar, reivindicando
los grandes valores de su historia y recogiendo los
múltiples aportes que le brinda la experiencia mundial
contemporánea su propio y autónomo
camino.

Nada de esto podrá, sin embargo, ser logrado, si
olvidamos la esencia del mensaje de Ayacucho. Nuestra
unión abrió el camino de nuestra libertad. Al cabo
de ciento cincuenta años, nuestra unión, es lo
único que puede permitirnos consolidar y ampliar ese
legado inapreciable. Nuestros destinos nacionales son
interdependientes. Ninguno de nuestros países puede, por
separado, culminar, ni preservar por siempre, sus grandes
ideales. Únicamente, podremos prevalecer en la medida en
que nos mantengamos solidarios y luchemos unidos, por la causa
más alta de nuestros pueblos. Sólo de esa manera,
podremos pagar, la ingente deuda histórica que nos
legó el pasado. Y sólo así podremos culminar
la inconclusa tarea de hacer de nuestras naciones, Patrias: de
libertad y de justicia.

Grandes y singulares peligros nos asedian en la hora
presente. Todos confrontamos fundamentales problemas irresueltos.
El viejo ímpetu de dominación de las grandes
potencias, que hemos conocido muy bien a lo largo de nuestra
historia, adopta hoy sutiles nuevas formas. Nuestras
economías sufren el impacto de distintos y refinados
mecanismos de penetración y de control. Nuestras ingentes
riquezas naturales no son aún explotadas en beneficio
directo y cabal de nuestros pueblos. Formas diversas de
influencia cultural distorsionan y desdibujan el sentido de
nuestra propia tradición; de nuestros valores; de nuestra
personalidad histórica. Y al propio tiempo, poderosos
intereses internacionales tratan de minar la paz y la
unión de nuestros pueblos; estimulando el surgimiento de
rivalidades que nos enfrenten a hermanos contra hermanos. El
hombre latinoamericano, indaga por su propio rumbo en medio de
todas estas múltiples acechanzas y problemas. Y nuestros
pueblos buscan en sus Gobiernos y en sus dirigentes, la
orientación necesaria y la indispensable decisión
para enfrentar resueltamente, esta compleja realidad. Nosotros no
podemos desoír esa demanda; ni debemos eludir esa
responsabilidad.

Esta es la posición del Perú y de su
Gobierno Revolucionario. La entregamos, al veredicto y a la
comprensión de los pueblos hermanos. Al defenderla, somos
consecuentes con el antiguo, ilustre, y vigoroso ideal, de
nuestros libertadores; de cuya grande, e inacabada obra, somos
continuadores. Y al hacerlo, creemos rendir, el más alto
testimonio de lealtad, al ejemplo preclaro y perdurable de
quienes, al culminar la epopeya que nos hizo libres, entregaron
sus vidas por el mismo ideal que nosotros aquí estamos
ahora defendiendo.

El requisito para el desarrollo real de nuestros
países y la consecución de los más altos
ideales de sus pueblos es, sin duda alguna, el mantenimiento de
la paz. Por eso el Perú propuso, como parte principal de
la Declaración de Ayacucho, dos planteamientos
concordantes con la esencia misma de una posición
pacifista. El primero de ellos se refirió a la necesidad
de adoptar una política general para limitar la
adquisición de armamentos con fines bélicos que
permitiera derivar la mayor cantidad posible de recursos al
desarrollo económico y social de nuestros
países.

El segundo planteamiento consistió en proponer
que nuestros países, actuaran de manera conjunta, ante
cualquier situación difícil, que pudiera afectar su
convivencia pacífica; y asumieran el compromiso de que, en
caso de conflicto entre dos o más de ellos, los gobiernos
de las otras naciones, actuaran de manera inmediata y directa, a
través de sus Cancilleres y Ministros de Defensa, a fin de
restablecer sin dilación alguna el imperio de la
paz.

Nuestra profunda adhesión a los ideales de paz y
amistad entre nuestros pueblos inspiró estas propuestas
peruanas. Las entregamos a la conciencia de América Latina
en la íntima convicción de que al hacerlo
servíamos a la causa más alta de sus
problemas.

El primero de los planteamientos del Perú ha sido
plenamente incorporado en la Declaración de Ayacucho lo
mismo que parte sustantiva del segundo. Los peruanos sentimos
alta complacencia porque tal haya sido el resultado de nuestra
gestión en torno a problemas que juzgamos
fundamentales.

El Perú considera indispensable concretar lo
antes posible, mediante la adopción de medidas
específicas, los planteamientos principistas contenidos en
la Declaración, particularmente en lo que se relaciona al
problema crucial de la limitación de adquisición de
armamentos con fines bélicos agresivos.

Referencias
bibliográficas

SIGLAS Y ABREVIATURAS QUE SE USAN (por
orden de aparición)

D

: Discurso

CADE

: Conferencia Anual de Ejecutivos

VLVR

: Velasco: La voz de la
Revolución

II

: Segundo Tomo

I

: Primer Tomo

E

: Entrevista

ONI

: Oficina Nacional de
Información

CAEM

: Centro de Altos Estudios Militares

EOFAP

: Escuela de Oficiales de la Fuerza Aérea
del Perú

FF.AA.

: Fuerzas Armadas

CEPAL

: Comisión Económica para
América Latina

BID

: Banco Interamericano de Desarrollo

P. del G.R.

: Política del Gobierno
Revolucionario

LA

: Latino Americano

M.

: Mensaje

CNA

: Confederación Nacional Agraria

CIECC

: Consejo Interamericano p ara la
Educación, la Ciencia y la Cultura

CIAA

: Consejo Internacional de
Americanistas

SIP

: Sociedad Interamericana de Prensa

CIMP

: Centro de Instrucción Militar del
Perú

IPC

: Internacional Petroleum Company

I. LA REVOLUCION PERUANA

D: 21.1.74 ( Visita del General Torrijos
)

Su autonomía
conceptual

D: 28. 7.73 ( Mensaje a la Nación
)

D: 3.10.73 ( Aniversario d la
Revolución )

D: 19. 9.73 ( Visita del Presidente de
Rumana )

D: 15.11.70 ( CADE 70-VLVR. H-11/12
)

D: 29.7.74 ( Almuerzo Comando Conjunto
)

El nuevo ordenamiento económico –
político y el modelo societal

D: 15.11.70 ( CADE 70-VLVR. H-9/14
)

D: 28. 7.69 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. 1 – 76/77 )

D: 5.74 ( Revista O"Globo –Brasil
)

Democracia, humanismo y
revolución

D: 11.10.69 ( Manifestación de
Chiclayo – VLVR. 1 – 142/3)

D: 3.10.73 ( Aniversario de la
Revolución )

D: 3.74 ( Revista Actualidad Pastoral –
Argentina )

Revolución, moral social y
conciencia política

D: 28. 7.72 ( Mensaje a la Nación.
VLVR. II – 369/70 )

D: 17.12.70 ( Solidaridad Institucional –
VLVR. II – 48 )

D: 9.10.71 ( Día de la Dignidad
-VLVR. II – 261 )

D: 3.10.70 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. l – 274/5 )

D: 17.12.70 ( Solidaridad Institucional
-VLVR. II -49 )

D: 21. 6.71 ( Día del Campesino
VLVR. II – 91 )

D: 1.10.71 ( Manifestación de Tacna
: VLVR. II – 219 )

D: 28.7.71 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 109 )

D: 9.10.71 ( Día de la Dignidad –
VLVR. II – 267/8 )

D: 9.12.70 ( Día del Ejercito –
VLVR. II – 42 )

D: 3.10.69 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 105/6 )

D: 2.10.71 ( Manifestación de
Moquegua – VLVR. II. 228 )

D: 3.10.69 ( Aniversario do la
Revolución – VLVR. I – 105 )

D: 28. 7.70 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 229 )

D: 11.10.69 ( Manifestación de
Trujillo – VLVR. I – 159 )

D: 26.10.69 ( CADE 69 – VLVR. I – 171
)

D: 19.11.70 ( Apoyo de empresario de la
Revolución – VLVR II – 34

II. LAS FUERZAS ARMADAS Y LA
REVOLUCION

El Ejército

21.12.71 ( Revista ONI. Pág. 53
)

La Marina

23.12.71 ( Revista ONI. Pág. 66
)

La Fuerza Aérea

20.12.71 ( Revista ONI. Pág. 67
)

Las Fuerzas Policiales

27.12.71 ( Revista ONI. Pág. 70
)

EL CAEM

D: 19.12.69 ( Clausura CAEM – VLVR. I –
181/2 )

III. GOBIERNO, PUEBLO Y FUERZA
ARMADA

La fuerza armada, ¿por
qué?

D: 1.10.71 ( Manifestación de Tacna
– VLVR. II. – 214 )

D: 7.11.68 ( Entrega de Pabellón
Nacional – VLVR. I – 7 )

D: 23.12.70 ( Clausura EOFAP – VLVR. II. –
60 )

D: 9.10.71 ( Día de la Dignidad –
VLVR. 11 – 264 )

D: 28. 7.70 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. 1 – 252 )

Nuestro propósito y
compromiso

D: 15.11.70 ( CADE 70 – VLVR. II – 8
)

D: 28. 7.69 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. 1 – 60 )

D: 24. 6.69 ( Promulgación Ley de
Reformo Agraria – VLVR 1 – 44 )

D: 8.10.69 ( Manifestación de Piura
– VLVR. 1 – 115 )

D: 9.10.74 ( Día de la Dignidad
)

D: 29. 7.72 ( Almuerzo a las FF.AA. – VLVR.
II – 377 )

D: 28.7. 70 ( Mensaje e la Nación –
VLVR. I. 222)

D: 28. 7.72 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 370 )

D: 6.4. 70 ( VI Congreso LA de Industriales
VLVR. I – 215 )

Nuestra segunda
independencia

D: 29. 7. 74 ( Almuerzo a los Comandos
Conjuntos de FF.AA. y P. )

D: 9.12.70 ( Día del Ejercito –
VLVR. II – 39 )

D: 8. 9. 70 ( Sesquicentenario desembarco
Paracas – VLVR. I. -264)

Un gobierno para los de
abajo

D: 27. 9.71 ( Manifestación de Cuzco
– VLVR. II – 175/6 )

D: 30. 9.71 ( Manifestación de Puno
– VLVR. II – 207/8 )

D: 8.10.69 ( Manifestación de Piura
– VLVR. I – 117 )

D: 28. 7.70 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 219 )

D: 8.10.69 ( Manifestación de Piura
– VLVR. I. – 115 )

D: 24. 6.69 ( Ley de Reforma Agraria
VLVR. I. – 51 )

D: 3.10.71 (Aniversario de la
Revolución – VLVR. II. – 243)

Lo que nunca antes se
hizo

D: 30. 9.71 ( Manifestación de Puno
– VLVR. II – 207 )

D: 29. 7.72 ( Almuerzo FF.AA.- VLVR. II –
375/6/9 )

La tarea de gobernar

D: 24. 6.69 ( Ley de Reforma Agraria –
VLVR. I – 44 )

D: 9.12.70 ( Día del Ejercito –
VLVR. II. – 43/4 )

D: 17.12.70 ( Solidaridad Institucional –
VLVR. II – 50 )

D: 23.12.70 ( Clausura de EOFAP – VLVR. II
– 59 )

Lo que somos y nuestra
legitimidad

D: 28. 7.71 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 140/1 )

D: 21.12.70 ( Clausura Escuela Naval –
VLVR. II – 54 )

D: 28. 7.71 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 140 )

D: 24. 6.69 ( Ley de Reforma Agraria –
VLVR. I – 46 )

D: 3.10.69 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 93 )

D: 8.10.69 ( Manifestación de Piura
VLVR. I – 118)

D: 28. 7.69 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I -70 )

D: 9.10.71 ( Día de la Dignidad –
VLVR. II – 264 ) Un equipo

D: 24. 6.71 ( Día del Campesino –
VLVR. II – 91/2 )

D: 3. 4.70 ( Asociación de Oficiales
en Retiro VLVR. I – 199 )

D: 3.10.69 ( Aniversario de la
Revolución VLVR. I – 91 )

D: 9.12.70 ( Día del Ejercito VLVR.
II – 40/1 )

D: 23. 7.72 ( Día de la
Aviación Militar – VLVR. II – 336 )

Un nuevo estilo

D: 28. 9.71 ( Municipalidad del
Cuzco – VLVR. II – 185 )

D: 27. 9.71 ( Manifestación del
Cuzco – VLVR. II – 175 )

D: 3.10.70 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. – 270 )

D: 3.10.69 ( Aniversario do la
Revolución – VLVR. – 92 )

D: 24 .6.71 ( Día del Campesino –
VLVR. II – 103 )

D: 17.12.70 ( Solidaridad Institucional –
VLVR. II – 47 )

D: 9.12.70 ( Día del Ejército
– VLVR. II – 43 )

Hasta cuándo

D: 24. 6.71 ( Día del Campesino –
VLVR. II – 104 )

D: 29. 9.71 ( Municipalidad de Juliaca –
VLVR. II – 191/2 )

D: 20.3.70 ( Identificación de
FF.AA. y P con el Gob. – VLVR. II- 192 )

D: 28.7.69 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 180 )

D: 20.3.70 ( Identificación de
FF.AA. y P con el Gob.- VLVR. I – 192 )

D: 29.7.74 ( Almuerzo Comando
Conjunto)

D: 3.10.69 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 103 )

El Plan de Gobierno

D: 29. 7.74 ( Almuerzo, Comando Conjunto
)

D: 28.7.74 ( Mensaje a la Nación
)

D: 29. 7.74 ( Almuerzo Comando Conjunto
)

D: 28. 7.74 ( Mensaje a la Nación
)

Pueblo y Fuerza Armada

D: 7.11.68 ( Entrega del Pabellón
Nacional -VLVR. I – 9 )

D: 28. 7.69 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 59 )

D: 8.10.69 ( Manifestación de Piura
– VLVR. I – 115 )

D: 30.9.71 ( Manifestación de Puno –
VLVR. II – 210 )

D: 11.10.69 ( Manifestación de
Trujillo VLVR. I – 158 )

D: 11.10.69 ( Manifestación de
Chiclayo – VLVR. I – 147 )

D: 9.10.74 ( Aniversario de la
Revolución y Día de la Dignidad )

D: 28.7.69 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 59 )

D: 29.7.72 (Almuerzo a las FF.AA. VLVR. II
– 376)

Civiles y Militares

D: 3.10.69 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 107 )

D: 9.10.74 ( Aniversario de la
Revolución y Día de la Dignidad )

D: 1.10.71 ( Manifestación de Tacna
– VLVR. II – 219 )

D: 29.7.72 ( Almuerzo a las FF.AA. – VLVR.
II – 378 )

D: 24.6.69 ( Ley de Reforma Agraria – VLVR.
I – 54 )

D: 1.10.71 ( Manifestación de Tacna
– VLVR. II – 213/4 )

D: 3.10.69 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 106/7 )

D: 28.7.70 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 227/8 )

  • IV. DESARROLLO Y
    REVOLUCIÓN

Desarrollo y Proceso
Revolucionario

D: 28.10.71 ( II Reunión del Grupo
de los 77 – VLVR. II – 282 )

D: 14. 4.69 ( XIII Sesión de la
CEPAL -VLVR. I – 35 )

D: 3.10.69 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 104 )

D: 14. 4.69 ( XIII Sesión de la
CEPAL – VLVR. I 35 )

D: 3.10.69 (Aniversario de la
Revolución VLVR. I 104 )

D: 14. 4.69 ( XIII Sesión de la
CEPAL VLVR. I 36 )

D: 22.12.71 ( Clausura CAEM
VLVR. II 312 )

D: 3.10.70 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 278 )

D: 22.12.71 ( Clausura del CAEM
VLVR. II 311 )

D: 28.7.71 ( Mensaje a la Nación
VLVR. II – 120 )

Desarrollo Crecimiento Económico
y Transformaciones Estructurales

D: 21.11.71 ( CADE 71 – VLVR. II – 294/5/6
)

D: 22.12.71 ( Clausura del CAEM . VLVR. II
– 312 )

D: 24.6.71 ( Día del Campesino –
VLVR. II – 96/7 )

D: 10.5.71 ( XII Asamblea del BID – VLVR.
II – 71 )

D: 30.9.72 ( Manifestación de
Pucallpa -VLVR. II – 386 )

Desarrollo y Estado

D: 10.5.71 ( XII Asamblea del BID – VLVR.
II – 82/3

Desarrollo y
Planificación

D: 30.9.72 ( Manifestación de
Pucallpa – VLVR. II – 388/9 )

D: 30.9.72 ( Manifestación de
Pucallpa – VLVR. II – 386 )

D: 30.9.72 ( Manifestación de
Pucallpa – VLVR. II – 384 )

Desarrollo y
Financiación

D: 10.5.71 ( XII Asamblea del BID – VLVR.
II – 84/6 )

D: 28.7.69 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 64/5 )

D: 10.5.71 ( XII Asamblea del BID – VLVR.
II – 85/6/7 )

D: 10.5.71 ( XII Asamblea del BID – VLVR.
II – 84 )

Desarrollo o
Industrialización

D: 14. 2.69 ( II Congreso de Industrias
Manufactureras, ONI. II – 84 )

D: 6.4.70 ( VI Congreso LÁ. de
Industriales VLVR. 1 – 211/2 )

D: 26.10.69 ( CÁDE 69 – VLVR. I –
163/70 )

D: 21.11.71 ( CADE 71 -VLVR. II – 293
)

D: 21.11.71 ( CADE 71 – VLVR. II – 292 /3
)

Desarrollo, Desocupación y
Subempleo

D: 19.11.72 (CADE 72 Revista P. del G.R.
ONI. X – 104/5 )

  • V. LA REFORMA
    AGRARIA

D: 11.10.69 ( Manifestación de
Trujillo – VLVR. I – 155 )

D: 11.10.69 ( Manifestación de
Chiclayo – VLVR. I – 138 )

D: 11.10.69 ( Manifestación do
Chiclayo – VLVR. I – 137 )

Autenticidad y naturaleza
concepcional

D: 11.10.69 ( Manifestación de
Chiclayo – VLVR. I – 143 )

D: 28.7.69 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 75 )

D: 2.10.71 ( Manifestación de
Moquegua VLVR. II – 226 ) La Ley

D: 24. 6.69 ( Ley de Reforma Agraria –
VLVR. I – 46/7/8 )

D: 24.6.69 ( Ley de Reforma Agraria – VLVR.
I – 50 )

D: 3.10.71 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. II – 239 )

D: 24 6.69 ( Ley de Reforma Agraria – VLVR.
I – 43)

D: 26.10.69 ( CADE 69 – VLVR. I – 165
)

D: 28.7.69 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 67 )

D: 28.7.69 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 82 ) Su aplicación

D: 11.10.69 ( Manifestación de
Chiclayo – VLVR. I – 137/8 )

D: 11.10.69 ( Manifestación de
Trujillo – VLVR. I – 157/8 )

D: 11.10.69 ( Manifestación de
Chiclayo – VLVR. I – 146 )

D: 11.10.69 ( Manifestación de
Chiclayo – VLVR. I – 145 )

D: 11.10.69 ( Manifestación do
Trujillo – VLVR. I – 154)

D: 24. 6.71 ( Día del Campesino –
VLVR. II – 94/5/6 ) D: 28. 7.71 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 110/111 )Los bonos

D: 24. 6.69 ( Ley de Reforma Agraria –
VLVR. I – 48/9 )

El Tribunal Agrario

D: 28.7.70 (Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 237/8 ) Una nueva fisonomía

D: 28.7.71 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 111 )

D: 28.7.71 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 110 )

D: 28.7.72 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 367 )

Reforma Agraria y
Participación

D: 28.7.71 (Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 112/3 )

D: 28.7.70 (Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 239 )

Lo que queda por hacer

D: 24.6.69 ( Ley de Reforma Agraria – VLVR.
I – 43 )

D: 24.6.69 ( Ley de Reforma Agraria – VLVR.
I – 53 )

D: 2.10.71 ( Manifestación de
Moquegua – VLVR. II – 226/7 )

D: 24.6.69 ( Ley de Reforma Agraria – VLVR.
I – 43 )

D: 11.10.69 ( Manifestación de
Trujillo – VLVR. I – 155/6 )

D: 27.9.71 ( Manifestación del Cuzco
– VLVR. II – 176/7 )

D: 24.6.69 ( Ley de Reforma Agraria – VLVR.
I – 51/2 )

D: 27.9.71 ( Manifestación del Cuzco
– VLVR. II – 176/7 )

Campesinos y
Técnicos

D: 28.7.71 ( Mensaje a la
Nación – VLVR. II – 113/4/5 )

La Confederación Nacional
Agraria

D: 9.10.74 ( Aniversario de la
Revolución y Día de la Dignidad )

M: 28. 9.74 ( Instalación del
Congreso de la CNA )

D: 9.10.74 ( Aniversario de la
Revolución y Día de la Dignidad )

D: 28.7.74 ( Mensaje a la Nación
)

La Comunidad Industrial

D: 15.11.70 (CÁDE 70 – VLVR. II – 24
)

D: 15.11.70 (CADE 70 – VLVR. II – 22/3
)

D: 28.7.70 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 249/50 )

Las Empresas Estatales

D: 9.10.74 ( Aniversario de la
Revolución y Día de la Dignidad )

La Propiedad Social

D: 3.10.73 ( Aniversario de la
Revolución )

E: 24.12.73 ( Revista Panorama
Internacional – Argentina )

0: 3.10.73 ( Aniversario de la
Revolución )

E: ( Revista Le Monde – Francia
)

D: 3.10.73 ( Aniversario de la
Revolución )

  • VII. LA REVOLUCION Y EL
    EJERCICIO DE LA POLITICA

D: 9.12.70 ( Día del Ejercito –
VLVR. II – 44 )

D: 9.12.70 ( Día del Ejercito –
VLVR. II – 43 )

D: 26.10.69 ( CADE 69 – VLVR. I – 163
)

D: 9.10.71 ( Día de la Dignidad –
VLVR. II – 267 )

D: 2.10.71 ( Manifestación de
Moquegua – VLVR. II – 226 )

D: 3.10.69 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 95/6 )

En lo Económico

D: 28.7.72 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 367/8 )

D: 28.7.70 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 245/6 )

D: 3.10.71 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. II – 240 )

D: 28. 7.72 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 368 )

D: 28. 7.70 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 246/7 )

D: 28. 7.71 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 127)

D: 3.10.70 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 284 )

D: 3.10.72 ( Manifestación de
Iquitos – VLVR. II – 396 )

M: 4.11.74 ( VIII Congreso Mundial de
Minería )

D: 28. 7.69 ( Mensaje a la Nación –
VIVR. I – 72/3 )

D: 28. 7.69 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 71 )

D: 28. 7.72 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 360/1/ 2 )

D: 9.12 .71 ( Aniversario Batalla de
Ayacucho Revista ONI. 20 )

En lo cultural y
educativo

D: 8.2.71 ( II Reunión del CIECC –
VLVR. II – 71 )

D: 8.8.70 ( Clausura del XXXIX CIAA – VLVR.
I – 259 )

D: 8.8.70 ( Clausura del XXXIX CIAÁ.
VLVR. I – 258/9 )

D: 8.2.71 ( II Reunión del CIECC –
VLVR. II – 65/71 )

En nuestras relaciones
internacionales

D: 3.10.72 ( Manifestación de
Iquitos – VLVR. II – 397 )

D: 24.6.69 ( Ley de Reforma Agraria – VLVR.
I – 53 )

D: 31.1.69 ( CIMP. VLVR. I – 17
)

D: 28.7.72 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 356 )

D: 3.10.71 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. II – 242/3 )

D: 31.1.69 ( CIMP – VLVR. I – 17/8
)

D: 28.7.72 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 346 )

D: 28.7.69 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 65 )

D: 28.7.71 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 123/4 )

D: 20.6.72 ( Inauguración del
Edificio del Acuerdo de Cartagena –

VLVR. II – 327/8 )

D: 28.7.69 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 62/3/4/ ) D: 3.10.71 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. II – 243 ) D: 28.7.70 (
Mensaje a la Nación – VLVR. I – 232 ) D: 28.7.72 ( Mensaje
a la Nación – VLVR. II 363 ) D: 28.10.71 ( Sesión
Inaugural del Grupo 77 – VLVR. II – 277 ) D: 3.10.70 (
Aniversario de la Revolución – VLVR. I – 285 )

VIII. PARTICIPACIÓN,
MOVILIZACIÓN SOCIAL Y TRANSFERENCIA DEL
PODER

Qué es, para qué,
cómo

D: 28. 7.74 ( Mensaje a la Nación )
De quiénes

D: 3.10.70 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 280/1 )

D: 3.10.70 ( Aniversario da la
Revolución – VLV. I – 276/7 )

D: 28.7.70 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 250/1/2 )

D: 3.10.70 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. Í – 286 )

D: 27.9.71 ( Manifestación del Cuzco
– VLVR. II – 181 )

D: 3.10.70 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 279/80 )El
SINAMOS

D: 28.7.71 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 120/1 )

D: 24.6.71 ( Día del Campesino –
VLVR. II – 101 )

D: 29.9.71 ( Municipalidad de Juliaca –
VLVR. II – 200 )

D: 29.9.71 ( Municipalidad de Juliaca –
VLVR. II – 193 )

D: 28.7.71 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 121 )

D: 28.7.72 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 359/60 )

IX. PARTIDO, SINDICATOS Y
REVOLUCIÓN

Pluralismo, militancia y
partido

E: 25.2.74 ( Revista Visao – Brasil
)

D: 28.7.73 ( Mensaje a la Nación
)

E: 25.2.74 ( Revista Visao – Brasil
)

Partidos y
Revolución

D: 7.6.73 ( Mensaje en Reencuentro con el
Pueblo )

D: 7.10.71 ( Manifestación Popular
de Lima – VLVR. II – 254 )

D: 28.7.70 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 219/20 )

D: 3.10.71 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. II – 235 )

D: 28.7.71 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 123 )

Sindicatos y
Revolución

D: 24.6.71 ( Día del
Campesino – VLVR. II – 97)

D: 11.10.69 ( Manifestación de
Chiclayo – VLVR – I – 145 )

D: 28.7.71 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 117 )

D: 11.10.69 ( Manifestación do
Chiclayo – VLVR. I – 145 )

D: 11.10.69 ( Manifestación de
Trujillo – VLVR. I – 156 )

X. UNIVERSIDÁD Y
REVOLUCIÓN

La construcción de la
libertad

D: 30.7.71 ( Universidad de San Marcos-
VLVR. II – 147/8/9/50)

Critica y discrepancia

D: 30.7.71 ( Universidad de San Marcos –
VLVR. II – 150/1 )

D: 23.7.70 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 221 )

D: 30.7.71 ( Universidad de San Marcos –
VLVR. II – 153 )

D: 28.7.72 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 354 )

Crisis, nueva ley y participación
real

D: 30.7.71 ( Universidad de San Marcos –
VLVR. II – 151/2 )

E: 23.2.74 ( Revista Visco – Brasil
)

Universidad y heterodoxia

D: 19.9.69 ( Clausura CAEM – VLVR. I –
183/4 )

D: 24.6.71 ( Día del Campesino –
VLVR. II – 91 )

D: 19.9.69 ( Clausura del CAEM – VLVR. I –
185)

D: 22.12.71 ( Clausura del CAEM – VLVR. II
– 305/6 )

D: 8.8.70 ( Clausura del XXXIX Congreso
CIÁA – VLVR. I – 257 )

XI. PRENSÁ Y
REVOLUCIÓN

La distorsión de la
verdad

D: 28.7.73 ( Mensaje a la Nación
)

Hacia una auténtica libertad de
expresión

D: 28.7.74 ( Mensaje a la Nación )

D: 29.7.74 ( Almuerzo Comando Conjunto
)

D: 28.7.74 ( Mensaje a la Nación
)

  • XII. MORALIZACIÓN Y
    MORALIDAD

D: 28.7.69 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 69)

Una naturaleza institucional
distinta

D: 15.11.70 ( CADE 70 VLVR. II – 8
)

D: 24.6.71 ( Día del Campesino –
VLVR. II – 94 )

D: 17.12.70 ( Solidaridad Institucional –
VLVR. II – 47 )

D: 27.8.71 ( Almuerzo, Fuerzas Policiales
-VLVR. II – 158/9/60 )

Una justicia ágil y
veraz

D: 28.7.70 ( Mensaje a la Nación –
VLVR I – 240 )

D: 3.10.71 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. II – 244 )

D: 28.7.70 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 240 )

D: 28.7.71 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 133)

Las autoridades

D: 28.9.71 ( Municipalidad del Cuzco –
VLVR. II – 185/6 ) Los servidores
públicos

D: 3.10.70 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 277/8 )

La Contraloría
General

D: 28.7.71 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II – 131/2/3 )

XIII. LA
CONTRAREVOLUCIÖN

Su verdadera causa, su
estrategia

D: 28.7.73 ( Mensaje a la Nación
)

Los Argumentos para el
ataque

D: 28.7.73 ( Mensaje a la Nación
)

D: 3.10.69 ( Aniversario do la
Revolución – VLVR. I – 103/4 )

D: 28.7.69 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 86 )

D: 3.10.59 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 92 )

D: 11.10.69 ( Manifestación do
Chiclayo – VLVR. I – 139 )

D: 28.7.73 ( Mensaje a la
Nación)

D: 3.10.69 ( Aniversario do la
Revolución – VLVR. I – 97/8 )

D: 28.7.73 ( Mensaje a la Nación
)

Dónde están y
quiénes son los enemigos de la
revolución

D: 3.10.72 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. II – 399/400/1 )

D: 27.9.71 ( Manifestación del Cuzco
– VLVR. II – 178/9 )

D: 28.7.71 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. II- 139 )

D: 27.8.71 ( Almuerzo, Fuerzas Policiales –
VLVR. II – 160/1 )

D: 30.9.71 ( Manifestación de Puno –
VLVR. II- 206 )

D: 3.10.72 ( Manifestación de
Iquitos – VLVR. II 401/2 )

D: 30.9.71 ( Manifestación de Puno –
VLVR. II -207 )

Prensa y
contrarrevolución

D: 22.12.71 ( Clausura del CAEM – VLVR. II
– 306/7/8/9/10 )

La SIP y el
intervencionismo

D: 9.10.74 ( Aniversario de la
Revolución y Día da la Dignidad )

Oligarquía y
contrarrevolución

D: 3.10.69 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 101)

D: 3.10.69 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 100)

D: 11.10.69 ( Manifestación de
Trujillo – VLVR. I – 154 )

D: 3.10.69 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 102/5 )

D: 3.10.69 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 102/4 )

D: 20.3.70 ( Identificación de
FF.AA. y P. con el Gobierno – VLVR. I – 192/3 )

D: 3.10.70 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 273 )

D: 11.10.69 ( Manifestación de
Trujillo – VLVR. I – 153 )

D: 11.10.69 ( Manifiesto de Chiclayo –
VLVR. I – 140 )

D: 3.10.71 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. II – 233 )

D: 8.10.69 ( Manifiesto de Piura – VLVR. I
– 115 )

D: 3.10.70 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 269 )

D: 20.3.70 ( Identificación de
FF.AA. y P. con el Gobierno – VLVR. I – 193/4 )

D: 3.10.69 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 101/2/3 )

D: 8.10.69 ( Manifiesto de Piura – VLVR. I
– 114/5 )

D: 9.10.69 ( Día de la Dignidad,
Trujillo – VLVR. I – 130 )

D: 3.10.70 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 278/9 )

D: 3.10.70 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 273 )

D: 8.10.69 ( Manifiesto de Piura – VLVR. I
– 118 )

D: 28.7.69 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 67 )

D: 3.10.69 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 96/7)

D: 28.7.69 ( Mensaje a la Nación –
VLVR. I – 67/8 )

D: 3.10.69 ( Aniversario de la
Revolución – VLVR. I – 100 )

D: 29.9.71 (Municipalidad de Juliaca –
VLVR. II – 199/200 )

  • XIV. ANTI-IMPERIALISMO Y
    REVOLUCIÓN

D: 1.9.71 (Visita, Salvador Allende – VLVR.
II – 165/6 )

D: 20.6.72 (Inauguración del
Edificio del Acuerdo de Cartagena – VLVR. II – 323 )

IPC: Reivindicación y
dignidad

D: 9.10.69 (Día de la Dignidad –
VLVR. I – 132/3 )

D: 9.10.69 (Día de la Dignidad –
VLVR. I – 132 )

D: 3.10.72 (Manifestación de Iquitos
– VLVR. II – 396 )

D: 9.10.71 (Día de la Dignidad –
VLVR. II – 261/2 )

D: 9.10.69 (Día de la Dignidad –
VLVR. I – 125/6/7/8 )

D: 9.10.69 (Día de la Dignidad –
VLVR. I – 127 )

D: 6.2.69 (Mensaje a la Nación –
Cobros IPC. VLVR. I – 25/6 )

D: 28.7.69 (Día de la Dignidad –
VLVR. I – 62 )

D: 31.1.69 (CIMP, VLVR. I – 15 )

200 Millas:
Soberanía

D: 28.7.70 (Mensaje a la Nación
VLVR. I – 234 )

D: 8.2.71 (II Reunión del CIECC –
VLVR. II – 70/1 )

D: 20.6.72 (Inauguración del
Edificio del Acuerdo de Cartagena – VLVR. II – 323 )

D: 9.10.69 (Día de la Dignidad –
VLVR. I – 125 )

La Cerro: Voluntad anti-imperialista y
emancipadora

M: 1.1.74 (Expropiación de la Cerro
)

Anti-imperialismo y recursos
naturales

D: 3.11.74 (VIII Congreso Mundial de
Minería )

Anti-imperialismo y
seguridad

D: 23.12.70 (Clausura EOFAP – VLVR. II – 60
)

D: 9.10.70 (Día de la Dignidad –
VLVR. II – 264 )

D: 14.4.69 (XIII Período de Sesiones
de la CEPAL- VLVR. I – 37)

D: 20.12.71 (Clausura EOFAP – Revista ONI –
64 )

Perú, Tercer Mundo y
anti-imperialismo

D: 28.10.71 (II Reunión del Grupo de
los 77 – VLVR. II – 273/4/5/6/7/8/9/280/287 )

D: 28.7.69 (Mensaje a la Nación
VLVR. I – 64 )

D: 28.10.71 (II Reunión del Grupo de
los 77 – VLVR. II – 286/7 )

D: 28.10.71 (II Reunión del Grupo de
los 77 – VLVR. II -281 )

XV. REVOLUCIÓN,
INTEGRACIÓN Y NO ALINEAMIENTO

Nuestra vocación
unionista

D: 20.6.72 (Inauguración del
Edificio del Acuerdo de Cartagena – VLVR. II – 319/20/1/2/8
)

D: 14.4.69 (XIII Período de Sesiones
de la CEPAL – VLVR. I – 38 )

D: 20.6.72 (Inauguración del
Edificio del Acuerdo de Cartagena – VLVR. II – 326/7 )

D: 20.6.72 (Inauguración del
Edificio del Acuerdo de Cartagena – VLVR. II – 322/3/4/5
)

Nuestro no alineamiento

D: 7.7.73 (Mensaje en Reencuentro con el
Pueblo )

D: 20.9.73 (Visita del Presidente de
Rumanía )

Nuestra fidelidad al legado de
Ayacucho

D: 9.12.74 (Firma Declaración de
Ayacucho )

In
memoriam:

Juan Velasco
Alvarado

Carlos Delgado
Olivera

 

 

Autor:

Rubèn Ramos

 

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
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