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¿Y ahora qué?




Enviado por oscar hernandez



  1. Las aspiraciones
    democráticas del pueblo y sus
    actores
  2. El reino de los
    estorbos

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Venimos de la nada, pero ¿Dónde
estamos
?, es este un paraje solitario entre la vida y la
muerte, o hemos llegado al destino del hombre, la tierra del
mañana, ¿estamos ya en la era del
socialismo?
Como sabremos cuanto hemos recorrido y cuanto nos
falta por recorrer para alcanzar el sueño más
anhelado de la humanidad. Yo no tengo las respuesta y
sería una descomunal arrogancia, el pensar que un solo he
insignificante hombre sea capaz de despejar tan
laberíntica incógnita con su limitado
discernimiento, pero hay sensaciones de angustia y de alivio que
se mesclan en el mismo aire, son los avisos de la
convulsión, de la agitación propia de las primeras
fases de una revolución viva, entonces ¿es en
esta etapa que nos encontramos?
o hemos llegado a la morgue
de las almas que no es otra cosa que el reformismo
restaurador.

Para una revolución (14) años de
proceso son suficientes para transmitir al colectivo la
sensación de avance y de progreso de los cambios
anhelados, o debemos seguir sempiternos en la transición y
su trémula marcha, donde conviven los cadáveres
insepultos del Estado burgués fallido, con el incipiente
vástago de la sociedad superior. No me cabe duda que la
amenaza es cierta, que los enemigos se han fortalecido con los
errores y las inconsistencias. Como parte fundamental de nuestros
extravíos, la ideología, que es alimento de la
verdadera conciencia revolucionaria es atropellada por la
retórica militante (es la línea del partido, es la
voluntad del líder, es una cuestión
estratégica) y la aptitud critica, combustible
idóneo para el impulso revolucionario es estigmatizada
como distracción contra revolucionaria y a sus
interlocutores se nos acusa de albergar aspiraciones
burocráticas, cuestión que ofende a la persona,
pero que no anula el elevado propósito del verdadero
revolucionario y de su oportuna critica, ni hablar de los aportes
de la crítica productiva y oportuna, no hay espacio ni
tiempo donde anidar dicha cuestión ya que a lo sumo se
anula automáticamente el pensamiento ( el partido ya
pensó por todos y el proceso exige la lealtad de los
militantes).

En este limbo materialista dialectico, un camarada me
pregunta ¿Y ahora qué?, ya sabíamos
eso pero ¿cómo hacemos? Para enrumbar de
nuevo el proceso a su cauce.

Fue con esa reflexión que comenzó mi
preocupación, ¡¡buena pregunta camarada!!, voy
a tratar de explicar esto, examinando algunos fenómenos
propios y por demás atípicos de nuestra
revolución, que por ser pacifica posee contenidos
insólitos que jamás hemos visto en ningún
proceso histórico precedente y que lamentablemente nos
limita a no contar con algunos referentes históricos que
nos ayudarían a revelar los misterios insucintos presentes
en esta coyuntura revolucionaria. Esto nos permitirá ver
con estupor como cohabitan en la misma dimensión
histórica las sabandijas del capitalismo parasito y los
retoños de la utopía del hombre en
libertad.

El primero de estos raros elementos, Yo lo entiendo como
"la aspiración democrática de pueblo y sus
actores",
la segunda la podemos llamar "el reino de los
estorbos"
por estos elementos a mi entender está
servida la mesa para las cuestiones más
insólitas.

Las aspiraciones
democráticas del pueblo y sus actores

Tenemos que dejar algo claro, el concepto de
democracia burguesa y la democracia social. La
primera podemos verla como una consecuencia de la lógica
capitalista en su busque de proporcionar estabilidad al proceso
de reproducción metabólica del capital (la
apropiación forzada de la fuerza de trabajo y de los
medios de producción), que se manifiesta
políticamente en el tan mentado control social, este
requiere para su funcionamiento (más o menos eficiente) de
instituciones creadas y dotadas orgánicamente para ejercer
el poder trasladando la voluntad de la clase dominante a cada
dimensión de la sociedad y legitimando en forma de
autoridad el apetito voraz del capitalismo, pero por supuesto que
la ecuación no está completa se requiere
además una sofisticada forma de adoctrinamiento
(más bien de alienación), que disipe las
alteraciones surgidas de tan desigual relación, quebrando
al mismo tiempo la irrupción de alternativas. Es entonces
donde aparecen los elementos siguientes: sistema judicial,
sistema educativo, la religión y los elementos disuasivos,
(fuerzas armadas, policías, las leyes), todos estos
cooperan para armonizar "en teoría" la
organización político social burguesa, con relativa
facilidad podemos observar que dicha forma de organización
es ineficiente además de incompatible con los valores
humanos, ya que se basa en la estratificación social, el
súper ego individual y la descomposición humana de
los sujetos, contenida en la lógica del capital. La
segunda de las primeras que estamos analizando, es la democracia
social y es claro por supuesto que estamos hablando de
"socialismo".

La teoría de un estado socialista no existe por
lo que tenemos una suma de masa crítica que hunde la
posibilidad de explicar con claridad a lo que nos referimos, pero
como toda ciencia el socialismo posee un método que
claramente nos indica de que forma podemos ensamblar el material
necesario para un estado socialista (o en su defecto una
institución dirigente de la sociedad socialista), la forma
que usaremos para tratar de obtener una respuesta, es adicionar y
restar los supuestos metodológicos del socialismo, con los
elementos conceptuales desarrollados en la revolución
Venezolana y allí apreciar si estamos en presencia de un
posible estado socialista.

Para comenzar el método nos señala que en
una lucha profunda y prolongada la clase proletaria alcanza la
conciencia social necesaria para plantear la lucha de clases, la
misma que nos exige tres objetivos fundamentales: a) el
control de los medios de producción, b) la conquista del
control político y social, c) la armonización de
las relaciones de cambio productivas (fin de las
mercancías
), una vez aseguradas estas posiciones, el
proletario en el poder extingue el estado burgués y genera
una nueva relación político social ( que no es
propiamente la extinción del capitalismo), basada en la
eliminación de las relaciones de poder clásicas
(dominante y dominado), dando paso a un nuevo estado social de
igualdad concebida en el humanismo, sin la presunción de
una igualdad cartesiana, y capaz de reconocer al individuo pero a
la vez trascenderlo de forma positiva y así materializar
el bien general de toda la especie. Como aclaratoria quiero
añadir que el método socialista, que es el mismo
materialismo histórico no define un orden para la
materialización de estos supuestos por lo que deducimos
que el orden de estas conquistas vendrá dado por la
multiplicidad de escenarios y la elevación de la
conciencia de la clase proletaria.

Teniendo claro lo que exige el método podemos
decir que contamos con material fundamental para comparar el
estado actual de la revolución Bolivariana.

La conquista del poder político y social:
producto de largas y sangrientas luchas a lo largo de los
últimos (50) años del pasado siglo el pueblo
Venezolano logro entrando el siglo XXI llevar a la presidencia de
la Republica a un legítimo representante de la clase
proletaria (HUGO CHAVEZ), a partir de ese momento
comenzó otra fase de la lucha popular, pero ahora para
mantener ese pequeño espacio del poder (digo
pequeño porque el diseño del estado burgués
Venezolano colocaba al presidente de la Republica como un vasallo
del verdadero poder ejercido por la burguesía en su
conjunto), poco tiempo después el pueblo logro bajo la
conducción y liderazgo del Presidente CHAVEZ
estabilizar esa posición conquistada.

A lo que me quiero referir en resumen es al hecho de que
CHAVEZ represente a la clase proletaria en sus
aspiraciones y anhelos, no quiere decir en definitiva que el
poder esté en manos del pueblo, ya que, ese poder
está sujeto por un umbilico al estado burgués, por
lo que resulta apresurado adjudicarnos esta victoria, a pesar de
los claros signos de humildad y humanidad presentes en un digno
representante de las clases populares como el Presidente
CHAVEZ, él y sus operadores políticos no han
podido superar la lógica capitalista.

Lo que si nos llama la atención y nos alienta a
seguir profundizando la revolución bajo su lideras son las
señales claras y contundentes de su política
estadal y su proclama estratégica y con valentía,
de avanzar sin dilaciones en un estado comunal y su
materialización jurídica, este es uno de los pasos
más importantes para mi consideración del proceso
como una real y genuina revolución socialista. De llegar a
cristalizarse el estado comunal sería la única vez
en la historia humana que veamos viva y en progreso una
iniciativa realmente transformadora de las relaciones de poder
clásicas. Por supuesto esto implica que en un periodo
determinado por el nivel de conciencia de la clase proletaria, el
estado burgués y el estado comunal necesariamente
convivirán en el mismo espacio político, este signo
lo vemos evidentemente presente en el periodo actual.

El control de los medios de producción:
este elemento crucial para asegurar la estabilidad material de
los cambios. Comienza con la toma del control de los centros
productivos (control de la tierra, industrias y comercios), por
parte de una fuerza organizada y coherente con el
propósito revolucionario de extinguir la mercancía
como objeto de la producción, dando vida a nuevas
relaciones de cambio donde el objetivo central de la
producción es cubrir con su actividad las necesidades
humanas. Este elemento, debería expresarse desde la
organización popular o en su defecto vendría el
factor de poder político a intervenir para en un periodo
relativamente corto, delegar este control en los trabajadores
organizados, en nuestro caso se ha desarrollado desde la
plataforma de un meta- método conocido como capitalismo de
Estado, de este ya se han visto los efectos restauradores en la
ex URSS donde el capitalismo de Estado quebró en poco
menos de (30) años al estado Soviético.

Esta intervención del Estado en la
apropiación y regulación los medios de
producción. Esta meta-metodología, al no ser una
respuesta propiamente socialista está profundamente ligada
con el Keynesianismo ortodoxo; es decir capitalismo puro,
además ya es del conocimiento general la impresionante
capacidad del Capital para reproducir y restaurarse en todos los
contenidos sociales su lógica orgánica, pero eso lo
enfrenta al mismo tiempo con una de sus más grandes fallas
"sus límites históricos". El capitalismo
está en su fase descomposición, cuestión que
se a manifestados de forma cíclica en toda la historia del
mundo capitalista pretérito y actual.

Esta crisis estructural tiene múltiples
orígenes, al mismo tiempo que produce infinitas
distorsiones compatibles con su misma lógica, que terminal
acabando con la vitalidad del sistema en su forma concreta pero
sus elementos axiológicos logran por una razón
disyuntiva, que aun no comprendo, redefinirse en
personificaciones del sistema más o menos sofisticadas,
con las que puede superar la fase crítica hasta cierto
punto.

Este ciclo se ha repetido infinidad de veces a lo largo
de la era capitalista, pero con cada resurgimiento, el
capitalismo experimenta la perdida irrecuperable de elementos
esenciales para su funcionamiento, para ejemplarizarlo de alguna
forma para renacer como los "Telonios" del infra-mundo de
PLATON debe perder trozos de su cuerpo que poco a poco no
solo le han dejado una apariencia informe y corrompida, sino que
lo hacen inviable como sistema de control metabólico de la
sociedad (ya no puede más).

La armonización de las relaciones de cambio e
intercambio productivas (el fin de la
mercancía).

Una vez superada la llamada fase depredadora de la
humanidad (es decir el sistema capitalista), comienza una etapa
de consolidación. Si bien elementos estructurales del
capitalismo como el mercado, el Estado y la religión
podrían sobrevivir a las luchas emancipadoras,
tendrán en esencia características novedosas
diametralmente distintas a las que observamos hoy, pero el tema
en cuestión es el de la mercancía, elemento crucial
para la existencia del sistema capitalista.

Es en la mercancía donde convergen todas las
relaciones subsidiarias a la acumulación de capital, que
es la razón de ser del capitalismo. El fetiche de la
mercancía fue en un tiempo una fuerza desatada y
transformadora que dio sentido a la existencia de la sociedad,
pero que degradada en la lógica del mercado termino
contribuyendo con la alienación del hombre.

Esta transformación es sencilla de enunciar, pero
la verdad es que una calamitosa batalla que se debe librar en el
campo de las ideas nos espera y ganarla es vital para declarar
que en verdad estamos en presencia de una sociedad socialista.
Debo aclarar que la abolición de la mercancía no es
un decreto, es el resultado la verdadera emancipación del
hombre, en el plano utópico el fin de las
mercancías se entiende como el cambio de la
relación en la dimensión comercial de las
necesidades del hombre, pues bien yo veo a la necesidad como una
de las fuerzas más poderosas de la naturaleza, fue la
necesidad la que nos sacó de las cavernas y nos
llevó a las llanuras y esa misma necesidad ha estado
presente en todos los cambios trascendentales de la sociedad y es
hoy una necesidad destruir el concepto de "mercancía
capitalista" que se reduce a un banal objeto de la
producción cruzado por las leyes del mercado, que no
encarna ningún propósito humano.

El reino de los
estorbos

Como una enfermedad terminal, los que estorban no
están afuera de las filas revolucionarias están
adentro, parasitando del organismo todo, de la revolución
y enervando su fuerza vital (la militancia), veamos esto con la
debida atención.

La herencia es letal, con el Estado burgués
clásico no solo heredamos una estructura inoperante sino,
que con ella vino una casta de engendros llamados funcionarios
públicos que durante décadas han vivido dentro del
Estado como rémoras, si bien no todos están
alineados en la anterior descripción, no es prudente bajar
la guardia ante ninguno.

Los híper-revolucionarios o fiebrudos
dogmáticos como prefiero llamarlos aquellos que no han ido
más allá de los conventículos y sectas del
anacrónico Estalinismo. Su locura de imponer los dogmas
degenerando en manía, ahuyenta las discusiones vitales,
estos furibundos dogmáticos no toleran la crítica,
poniendo por encima de toda iniciativa creadora y renovadora del
socialismo las universales escusas que han acabado con los
procesos anteriores por ejemplo: es una cuestión
estratégica, está previsto para otro momento
camarada
y pare usted de contar, todas esta expresión
de un dogmatismo decadente, que va más hacia la
restauración del capitalismo, que a la
profundización del proceso. Están aunque parezca
insólito, presentes en los llamados cuadros de la
Revolución Bolivariana.

El super-chavizta, más CHAVIZTAS que
CHAVEZ estos camaradas, no es que estorban o mejor, no se
dan cuenta cuando estorban ¡quiero decir!, su aptitud,
marcada por una fe ciega en el pensamiento y la doctrina CHAVIZTA
no permite la saludable discusión de los contenidos de la
misma que merecen ser adaptados a situaciones recurrentes y
específicas, que surgen y han surgido a lo largo del
proceso. Esta aptitud que contradice al mismo COMANDANTE
CHAVEZ
en su loable posición de auto-crítico
del proceso, son en extremo dolosa y petulante más que
adulante.

Luego del trémulo recorrido tratando de explicar,
las rarezas de la Revolución Bolivariana volvemos a la
pregunta ¿y ahora qué?, ¿Cómo
hacemos?
, bueno camaradas por primera tarea tenemos que
criticar hacia adentro de la revolución, produciendo el
cosquilleo que sacuda al proceso. Pero este debe ser un acto
consiente y dedicado (nunca delicado), direccionado a
medrar en las bases más profundas de la revolución
para asegurar su irreversibilidad, en estos momentos, es vital
esta jornada saber que nos falta y por donde atacar los males que
nos amenazan por dentro, poder corregir los errores en la
creación de nuestro Socialismo Bolivariano y convertir al
pensamiento CHAVIZTA en una ideología viable y
ejemplarizante para todos los pueblos del mundo CHAVEZ
será un legado, para las luchas por venir, y para los
pueblos que aún no han encontrado el camino a la
emancipación. Llegado el 2031 como el mismo lo ha
vaticinado, entraremos de frete en la historia del mundo como el
único pueblo de la tierra que se ha dedicado por
más de 500 años a ser ejemplo de dignidad y
libertad para todos. Este debe ser el legado de la
revolución y su líder "HUGO R. CHAVEZ
FRIAS",
la lealtad hacia la especie humana nos concita, a la
cruza irreverente por los pobres de la tierra, con los que
echamos nuestra suerte.

 

 

Autor:

Oscar Rodolfo Hernandez.

Para la asociación de intelectuales por la
Revolución en el marco de su 2da conferencia.

Catia La Mar 05 de junio de 2012

"PENSADORES POR LA LIBERTAD"

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