Los motivos que tenemos para dar gracias son
innumerables porque, por una parte, agradecemos por las
bendiciones diarias que recibimos a cada instante pero, por otra
parte, agradecer por nuestros sufrimientos, inconvenientes,
pesares que pueden ser pruebas u otros acontecimientos que Dios
permite nos sucedan de acuerdo a Su voluntad ¡Estemos
siempre alegres! Es mandato divino. Recordemos que nada existe en
la vida de una persona sin que Dios no tenga puesta su mano, su
voluntad o su permiso. Podremos decir que no es posible dar
gracias por un sufrimiento porque si Dios es amor, no desea el
sufrimiento de una persona. Gran error, el sufrimiento es una
bendición dada por nuestro Padre Celestial porque nos ama
y desea un bien mayor que nosotros, mientras pasamos por el
sufrimiento no lo entendemos. No no existe ningun padre que no
quiera lo mejor para sus hijos y, muchas veces nos disciplina
dandonos un castigo pero, Dios no castiga a sus hijos, los
disciplina y es esa disciplina que a veces lo podríamos
considerar como castigo.
Innumerables
motivos para dar gracias a Dios
Oremos solemnemente con acción de gracias, al
despuntar el nuevo dia, al salir de casa, antes de comer y
después de haber comido, al entregarnos al descanso
para que el sueño nos coja libre de pensamientos
mundanos y ocupado en los divinos (SAN AMBROSIO).Qué cosa mejor podemos traer en el
corazón, pronunciar con la boca, escribir con la
pluma, que estas palabras, Gracias a Dios? No hay cosa que se
pueda decir con mayor brevedad, ni oir con mayor
alegría, ni sentirse con mayor elevación, ni
hacer con mayor utilidad (SAN AGUSTIN).Acostúmbrate a elevar tu corazón a
Dios, en acción de gracias, muchas veces al dia.
Porque te da esto y lo otro. Porque te han despreciado.
Porque no tienes lo que necesitas o porque lo tienes. Porque
hizo tan hermosa a su Madre, que es también Madre
tuya. Porque creó el Sol y la Luna, y aquel animal y
aquella otra planta. Porque hizo a aquel hombre elocuente y a
ti te hizo premioso. Dale gracias por todo, porque todo es
bueno (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER).Mal procede quien se llena de soberbia a causa de su
riqueza (sus bienes) y no reconoce haber recibido de Dios
todo lo que tiene, pues todos nuestros bienes, espirituales o
temporales, de Dios son (SANTO TOMÁS).El pecado es lo único que no has recibido de
El. Fuera del pecado, todo lo demás que tienes lo has
recibido de Dios. (SAN AGUSTIN).Nos parece demasiado dedicarle algunos minutos para
agradecer las gracias que en todo momento nos concede.
Quieres dedicarte a tu tarea, dices, pero, amigo mio, te
engañas miserablemente, ya que tu tarea no es
otra que agradar a Dios y salvar tu alma; no tus
bienes porque no son tuyos, los heredas y no se van contigo
en la muerte. Todo lo demás no es tu tarea: si
tú no la haces, otros la harán; mas si pierdes
el alma, quién la salvará? (SANTO CURA DE
ARS).Da gloria a Dios por el feliz éxito de los
asuntos que te han sido encomendados, y no te atribuyas a ti
mismo más que los fallos que haya habido; sólo
éstos te pertenecen, todo lo bueno es de Dios y a El
se debe la gloria y gratitud (León XIII).(Dios) nos hace muchos regalos, y la mayor parte los
desconocemos (SAN JUAN CRISÓSTOMO).No dejes nunca de dar gracias a Dios con todo tu
corazón y darle gracias, sobre todo, por los cuidados
de que te rodea, y pídele en todo momento que no te
falte la ayuda que sólo El te puede dar (León
XIII).En toda ocasión yo digo: Señor,
hágase tu voluntad: no lo que quiere éste o
aquél, sino lo que tú quieres que haga. Este es
mi alcázar, ésta es mi roca inamovible,
éste es mi báculo seguro. Si, esto es lo que
quiere Dios, que así se haga. Si quiere que me quede
aquí, le doy gracias. En cualquier lugar donde me
mande, le doy gracias también (SAN JUAN
RISÓSTOMO).¿Has presenciado el agradecimiento de los
niños? Imitalos diciendo, como ellos, a Jesús,
ante lo favorable y ante lo adverso. ¡Qué bueno
eres! ¡Qué bueno!. Esta frase… te
llevará a la paz, ya sea con risas o llantos, y con
amor. (J. ECRIVA DE BALAGUER) (La paz se puede vivir con
muchas lágrimas)A quien humildemente se reconoce obligado y
agradecido por los beneficios, con razón se le
prometen muchos más. Pues el que se experimenta fiel
en lo poco, con justo derecho será cosntituido sobre
lo mucho, así como, por el contrario, se hace indigno
de nuevos favores quien es ingrato a los que ha recibido
antes (SAN BERNARDO). (Es acaso que tus bienes son logrados
por tus propios medios o tus propias fuerzas?
¡Recapacita ya!…porque si no conocemos qué recibimos, no
despertamos al amor (SANTA TERESA).Toda nuestra vida presente debe discurrir en la
alabanza de Dios, porque en ella consistirá la
alegría sempiterna de la vida futura; y nadie puede
hacerse idóneo de la vida futura si no se ejercita
ahora en esta alabanza (SAN AGUSTIN). (Alaba en felicidad y
en desgracia)En estas tres cosas se conocerá que tu boca
está llena en abundancia de sabiduría: si
confiesas de palabra tu propia iniquidad, si de tu boca sale
la acción de gracias y la alabanza, y si de ella salen
también palabras de edificación (SAN
BERNARDO).Mis pensamientos en Dios son muy elevados, pero me
pongo a raya a mí mismo, no sea que perezca por mi
vanagloria. Pues ahora sobre todo tengo motivos para temer y
me es necesario no prestar oído a quienes
podrían tentarme de orgullo porque cuantos me alaban
en realidad me dañan. Es cierto que deseo sufrir el
martirio, pero ignoro si soy digno de él (SAN IGNACIO
DE ANTIOQUIA).El adulador es ministro del demonio, doctor de la
soberbia, destructor del arrepentimiento, aniquilador de las
virtudes, maestro del error (SAN JUAN CLIMACO).De nada debe huir el hombre prudente tanto como de
vivir según la opinión de los demás (SAN
BASILIO).Cuanto más me exalten, Jesús mio,
humíllame más en mi corazón,
haciéndome saber lo que he sido y lo que seré,
si Tú me dejas (J. ESCRIVÁ DE
BALAGUER).Como mejor podemos emplear la dulzura es
aplicándola a nosotros mismos, sin despecharnos nunca
contra nosotros y nuestras imperfecciones; pues, aunque es
razonable que cuando cometemos una falta nos aflijamos y
entristezcamos, sin embargo, hemos de procurar no ser
victimas de un malhumor desagradable y triste, despechado y
colérico. En esto faltan muchos que se
enfadan por haberse enfadado, se entristecen de haberse
entristecido y se desesperan por haberse desesperado; con
este sistema su corazón está sumergido en
cólera, y parece que la segunda cólera arruina
a la primera, de tal suerte que sirve de apertura e
invitación para una nueva cólera en la primera
ocasión que se presente; aparte de que estos enfados,
despechos y asperezas contra uno mismo tienden al orgullo y
no tienen más origen que el amor propio, que se turba
e inquieta por vernos imperfectos (SAN FRANCISCO DE
SALES)Caras largas…, modales bruscos…, facha
ridícula…, aire antipático: ¿Asi
esperas animar a los demás a seguir a Cristo? (J
ESCRIVÁ DE BALAGUER).No debemos mostrarnos afables con quienes
fácilmente pecan, tratando de agradarles, para no
parecer que condescendemos con sus vicios y les damos cierto
ánimo para caer en ellos (SANTO
TOMÁS)."Bienaventurados los que lloran, porque ellos
serán consolados. Promete Jesucristo consuelos eternos
a los que lloran en este mundo, no por la pérdida de
las personas amadas, ni por las injurias que reciben, o por
los menoscabos que ven en sus bienes: sino a los que lloran
sus culpas pasadas, y los delitos que manchan su conciencia:
para estos está reservado el consuelo de la gloria.
(S. Hilario)""Para dolerse y llorar, bastará conocerse
bien a si mismo: pero este dolor debe ser según Dios,
y no ha de provenir de un motivo puramente humano: por lo
cual es necesario manifestar un exterior alegre y agradable,
gloriándonos en el Espíritu Santo de los dones
que nos comunica; pero al mismo tiempo debemos dirigirle
oraciones que salgan de un alma penetrada de un secreto
dolor. (S. Efrén)""Habéis mudado mi tristeza en gozo. Dios no
llena de su gozo a todas las almas, sino sólo a las
que han llorado sus pecados con lágrimas abundantes y
continuas, como si lloraran su propia muerte: porque estos
llantos se convierten por último en extremadas
alegrías. (S. Basilio)""No todas las enfermedades vienen de nuestra
constitución natural, o del desarreglo de la vida, o
de otra causa corporal que la medicina puede corregir: muchas
veces son las enfermedades como varas con que Dios castiga
nuestros pecados, o como estímulos con que nos excita
a una sincera mudanza de vida. (S. Basilio)""Es preciso reconocer, que las calamidades que en
este mundo nos sobrevienen tienen diversas causas: porque
suceden por orden o permisión de Dios, y siempre para
nuestra mayor utilidad: pues siempre es menos ventajoso no
padecerlos. (S. Basilio)""No miremos como reales y verdaderos bienes o males
el gozo ni la aflicción; considerémonos como
extranjeros en la tierra, y pongamos en el cielo toda la
atención del alma. Sola una cosa hemos de tener por
mal, y esta es el pecado; y sola una hemos de estimar como
bien, y esta es la virtud, porque nos une con Dios, (S.
Gregorio Nacian.)""El Verbo divino llama bienaventurados a los
que lloran; no porque la aflicción por sí misma
sea felicidad, sino por la felicidad que nos procura. (S.
Gregorio)""Nos envía Dios males a este mundo, para
obligarnos a recurrir a su bondad, supuesto que los bienes
que nos ha dado no han servido para reconocerle, y que las
adversidades nos excitan a suplicarle después de
haberle ofendido durante la prosperidad y a darle gracias por
la comunicación de sus dones. (S.
Ambrosio)""Nosotros merecemos más lástima que
los que mueren, porque todos los días nos vemos
expuestas a los combates y a las manchas del pecado, y muchas
veces recibimos heridas los que algún día hemos
de dar cuenta de la menor palabra ociosa. (S.
Jerónimo)""Cuando Dios no manifiesta su ira contra el pecado,
es señal de su mayor indignación: esto lo hizo
decir a Jerusalén por Ezequiel: Yo no me
enojaré contra ti, ni te celaré. Un padre
reprende al hijo que ama: y cuando el médico no nos da
remedio es señal de que desespera de nuestro mal. (S.
Jerón)""Cuando nos vemos en la aflicción y en la
miseria es porque quiere Dios probamos, para que el fuego de
las tribulaciones de este mundo purifique toda mezcla de
iniquidad que haya en nosotros. Porque la plata del
Señor, pasa por el fuego para ser en él probada
y purificada hasta el séptimo grado. (S.
Jerón)"Clamé al Señor cuando yo estaba
atribulado, y me oyó. No dice cuando estaba nadando en
el gozo y en las delicias. ¿Queréis que el
Señor os oiga? Clamad a él afligidos y
atribulados. (S. Jerón)""Bienaventurado es aquel a quien Dios disciplina;
porque el Señor no toma dos veces satisfacción
de una misma culpa. El efecto de la mayor ira de Dios sobre
nosotros, es no indignarse contra nosotros: entonces nos
reserva, como terneros cebados, para la carnicería.
(S. Jerón)""No quiere Dios disminuir el fruto de vuestros
trabajos, ante viéndolos, dispone que todo se
convierta en vuestro bien y que todo os aproveche. Aun cuando
solo arrojaréis un suspiro, o dejaréis caer una
sola lágrima, inmediatamente la recoge, y la hace
servir para vuestra salvación. (S. Juan
Crisóstomo)""El ver comúnmente que los malos nada padecen
en este mundo, es una señal indubitable de que Dios
dilata para otro tiempo su castigo. (S. Juan
Crisóst)""Ninguna cosa es tan útil para disponer
nuestra alma a conseguir la perfecta sabiduría,
como las calamidades, tentaciones y disgustos. (S. Juan
Crisósto.)""No debemos llorar por aquellos que Dios aflige,
sino por los que no obstante sus pecados, nada padecen en
este mundo. Su primer mal es el pecado, y su segundo mal es
el de no recibir de Dios remedio alguno para sanar de sus
pecados. (S. Juan Crisóstomo)""Sufrid con valor los males que os sobrevienen, y
esto os servirá de martirio. Porque la
resolución con que el cristiano permite que le
despedacen antes que sacrificar a los ídolos, no es la
única cosa que hace mártires: también lo
podemos ser, si cuando nos atormenta un violento dolor nos
abstenemos de quejamos de Dios, y si sufrimos con paciencia,
sin decir palabra que merezca ser reprendida. (S. Juan
Crisóstomo)""Debemos persuadimos a que todo lo que Dios nos
envía es para nuestro bien, y no examinar
particularmente las razones, ni inquietarnos por lo que
ignoramos. (S. Juan Crisóstomo)""Es preciso pasar toda la vida en trabajos y
continuos combates si queremos gozar del descanso y de los
bienes de la eternidad. Si alguno fuese tan delicado y
tan aficionado a los gustos de esta vida, que imagine poder
gozar aquí de los placeres del mundo, y en el cielo de
los que están preparados para premio de los buenos, le
declaro que se engaña mucho, y que se
engaña a si mismo. Escucha, pues, aquellas palabras
del Santo Job: Toda la vida del hombre sobre la tierra es una
continua tentación. (S. Juan
Crisóstomo)""Los trabajos del espíritu cuando los
sufrimos con paciencia y acción de gracias, pueden
hacer que merezcamos más excelente premio que
padeciendo trabajos corporales. (S. Juan
Crisóstomo)""Cuando en las molestias que tenéis que
sufrir, se levanta en vuestro corazón algún
movimiento de ira o de impaciencia, representaos la extremada
mansedumbre de Jesucristo, y sólo este pensamiento os
inspirará al instante esta virtud en el
corazón. (S. Juan Crisóstomo)""Cuando os halléis en algún trabajo o
angustia, así en el matrimonio, como en cualquier
estado que sea, volveos a Dios, y suplicadle que os libre de
él; porque este es el único medio de salir bien
de todos los males que nos afligen, porque nada hay
comparable a la virtud de la oración. (S. Juan
Crisóstomo)""Si damos gracias a los hombres porque nos prestan
dinero por un poco tiempo, sin enojarnos porque nos lo piden,
¿por qué nos ha de parecer mal que Dios nos
quite los bienes de este mundo, porque son suyos, y nos los
había dado prestado? (S. Juan
Crisóstomo)""Ya no me diréis que la enfermedad es
verdadero mal, pues fue la causa de la recompensa de
Lázaro. No me diréis que la pobreza es mal,
porque fue la ocasión de la grande gloria del Santo
Job. ¿Qué diremos de las aflicciones, sino que
estas fueron las que hicieron tan ilustres y famosos a los
Apóstoles, porque el camino que lleva a la vida
es estrecho y áspero? No me digáis
para qué es esto, de qué sirve aquello,
observad ese punto de la conducta del Creador con sus
criaturas, el silencio y sumisión que observa el barro
con el alfarero que le da la figura que quiere. (S. Juan
Crisóstomo)""Las aflicciones nos desprenden de las cosas del
mundo, nos hacen deseable la muerte, y nos curan la
afición excesiva que tenemos a nuestro cuerpo. Y no
hay duda que el blanco princilpal a que tira la virtud y la
filosofía cristiana, es a quitarmos la afición
a la vida presente. (S. Juan Crisóstomo)""El Hijo del hombre, no tiene en donde reclinar su
cabeza. Todos los que se abandonan a los placeres del
mundo, y descansan en las delicias y el regalo, no tienen
sociedad alguna con Jesucristo. Solamente los que viven en
las aflicciones y trabajos, y siguen la estrecha senda
del Evangelio, están verdaderamente unidos con
Jesucristo, porque siguen el mismo camino que siguió
el Señor. (S. Juan
Crisóstomo)""Decía Jesucristo a sus discípulos:
Vosotros os veréis afligidos en este mundo.
Luego si queréis ser del número de los
discípulos de Jesucristo, debéis entrar con
valor en el camino estrecho. Porque si no padecéis
aflicciones por este noble motivo, sucederá que
inútilmente las tendréis que sufrir por otros
que no podéis evitar. Un envidioso, por
ejemplo, un avariento, un lascivo, un impúdico y un
ambicioso, y todo el que se ve agitado de una pasión
desordenada, sufre muchas más pesadumbres y trabajos
que el que llora en gracia de Dios por alguna
aflicción. (S. Juan Crisóstomo)""¿No es una cosa la más absurda e
indigna, que Cristo haya padecido por ti tantas indignidades,
y que tu muchas veces no puedas sufrir por el ni aun las
palabras? El Señor fue escupido, y tú te
adornas con trajes y anillos; y si los hombres no te
aplauden, te parece miserable tu vida: a Cristo le
afligieron con maldiciones y oprobios, y por burla le dieron
bofetadas; tu de todos pretendes alabanzas y no sufres las
afrentas de Cristo. (S. Juan Crisóstomo)""Cuando las cosas hayan llegado a la mayor
escasez, (mas dolor, sufrimiento) entonces es cuando hemos de
esperar más. Porque entonces principalmente
manifestará Dios su poder…(S. Juan
Crisóstomo)""Nunca está Dios más enojado, que
cuando no "castiga" las culpas, y parece que se ha olvidado o
que no atiende. (S. Agustín)""Si seguís el camino de Jesucristo, no os
prometáis en este mundo prosperidad. El Señor
caminó por lugares ásperos, pero nos
prometió cosas grandes si le seguimos. Seguidle, y no
miréis tanto a los caminos que habéis de pasar,
cuanto al lugar a donde algún día habéis
de llegar. (S. Agustin)""Es preciso que sean afligidos en este mundo
aquellos a quienes Dios ha preparado la vida
eterna". (S. Agustin)""Dios os consuela cuando os comunica sus dones, para
que permanezcáis siempre firmes en el bien; y os
"castiga" cuando os quita los bienes para que no
caigáis: vivid, pues, seguros, cuando el
Señor cuida de vosotros. (S.
Agustín.)""El que no padezca sed en el desierto de este mundo
o entre los males que le rodean, jamás llegará
al verdadero bien, que es el mismo Dios. (S.
Agustin)""Cuando Dios no os envía los castigos
viviendo mal, es la señal de su mayor
indignación contra vosotros. (S.
Agustin)""Nos pone Dios en el horno de las
tribulaciones como a los vasos, no para que se rompan, sino
para que se cuezan y purifiquen. (S.
Agustin)""En vano queréis y deseáis la
bienaventuranza que Jesucristo posee, si teméis sufrir
lo que él padeció. (S.
Agustin)""Es mucha razón que los hijos adoptivos
cumplan la voluntad declarada en el Testamento de su Padre;
pues dice el Apóstol: Si padecemos con El, seremos
glorificados con El. Son compañeros de la humildad de
Jesucristo los que son coherederos de la gloria prometida.
(S. León Papa)'"No se merece el Reino de los Cielos durmiendo. No
se dará la felicidad eterna a los que pasan la vida en
la pereza y torpe ociosidad. Es preciso padecer con
Jesucristo para reinar con El; es necesario andar por aquella
senda, de la que dijo el Señor: Yo soy el camino. (S.
León Papa)""Predica el Apóstol y dice: Todos los que
quieren vivir con piedad en Cristo, padecerán
persecución. Por esto nunca falta la
tribulación de la persecución, si nunca falta
la piedad, observancia de la piedad. Exhortaba el
Salvador del mundo a sus Discípulos, y les
decía: El que no toma su cruz y me sigue, no es digno
de mi. Esto no lo dijo a sólo los Apóstoles,
sino a todos los fieles y a la iglesia en general,
representada en aquellos a quienes Jesucristo hablaba.
Así como en todo tiempo debemos vivir con piedad,
así también en todo tiempo debemos llevar
nuestra cruz. Cada uno la tiene proporcionada a sus fuerzas,
y por este nombre de persecución…(S. León
Papa)""Si padecemos con Jesucristo, reinaremos con
él. Los mártires que derramaron la sangre por
su gloria, no son los únicos que aspiraron al premio;
porque todos los fieles que sirven a Dios, y observan sus
Mandamientos, están crucificados con Jesucristo, y
así, se verán coronados con El. (S. León
Papa)""¿Quién es el que honra dignamente los
misterios de la pasión, muerte y resurrección
del Hijo de Dios, sino aquel que padece, muere y resucita con
El? (S. León Papa)""Aunque la fe está ya esparcida por todo el
mundo, y son menos los perseguidores, no por eso se han
acabado las persecuciones. Aún duran los combates que
presentaban a los Santos Mártires de Jesucristo: la
necesidad de llevar la cruz no sólo estuvo en los que
con tan horribles suplicios eran atormentados, para extinguir
en ellos el fuego de la caridad. Todavía tienen los
siervos de Dios otra especie de martirio que sufrir;
así lo dice el Apóstol. Todos los que
quieren vivir con piedad en Jesucristo, padecerán
persecución. Es ser muy tibio y cobarde el no querer
padecer persecución alguna. (S. León
Papa)""Cuando más afligida es la carne con las
calamidades y azotes que Dios la envía, más
capaz está el alma de elevarse con santos deseos a las
cosas celestiales. (S. Grego el Grande)""Un alma dormida en el vicio necesita que la
despierte algún castigo o alguna desgracia…(S. Greg.
el Grande)""Cuando los escogidos se ven en la aflicción
de los males del mundo: cuando padecen ignominias, injurias,
pérdida de bienes y enfermedades, todo esto les parece
bien duro: pero así que levantan los ojos de su alma a
la consideración del premio eterno, les parece muy
poco lo que sufren en comparación de la recompensa
infinita que les espera. De este modo los trabajos que
serían insoportables, si en ellos sólo se
atendiera al dolor que causan, se hacen ligeros
poniendo la mira en el premio. (S. Greg. el
Grande)""Las enfermedades del cuerpo no os entreguen a la
triste pesadumbre: dad en vuestros males gracias a Dios
porque se digna de visitaros: preferid a la salud del cuerpo
la del alma: poned más cuidado en que el
espíritu se conserve bueno, que en que el cuerpo se
libre de los trabajos. La enfermedad purifica y corrige el
alma, al mismo tiempo que abate la insolvencia de la carne, y
amortigua su delicadeza. (S. Anselmo)"
Alabanza
"Cuando manifestamos a los ojos del mundo nuestras
buenas acciones, es preciso primero sondear nuestro
corazón, para saber la verdadera intención que
tenemos en esto. Porque, si puramente buscamos la gloria de
Dios, que es el que nos comunica sus dones, no dejan de estar
escondidas nuestras buenas obras, aunque sean
públicas: como, al contrario, si pretendemos en esto
nuestra propia gloria, ya Dios las reputa como publicadas,
aunque no hayan llegado al conocimiento de muchos: pero es
perfección de muy pocos buscar tan puramente la
única gloria de Dios en las acciones de virtud que se
manifiestan, y que no nos toque algún movimiento de
complacencia en los aplausos que nos dan los hombres: porque
no se pueden manifestar sin alguna culpa las buenas obras,
sino cuando llega el hombre a pisar con desprecio las
alabanzas humanas. Y como las personas imperfectas, y de una
piedad común no tienen todavía fortaleza
suficiente para colocarse superiores a estos movimientos de
la vanidad, no las queda otro medio de libertarse sino el de
ocultar con todo cuidado el bien que ejecutan. Muchas veces
sucede que no teniendo al principio otra intención en
manifestar sus buenas obras, que la de dar a Dios la gloria
que se le debe, se ven tan embriagados de los elogios que les
dan, que se dejan llevar de ellos con vanidad: de suerte, que
por no haber examinado el fondo de su corazón, se
hallan tan derramados fuera de sí mismos, que no saben
lo que se hacen, y ejecutan las acciones buenas por soberbia
y vanidad cuando piensan que obran por el servicio y gloria
de su Criador. (S. Gregorio)""El deseo de las humanas alabanzas es como un
ladrón disfrazado de caminante, que juntándose
con nosotros en el camino derecho por donde vamos, como para
hacernos compañía, saca de repente un
puñal con que a traición atraviesa los
corazones. Porque cuando la buena intención que
teníamos al principio de obrar para utilidad del
prójimo llega a degenerar en amor propio y en deseo de
vanagloria, sucede por un modo horrible al pensarlo, que la
acción que había empezado por virtud acaba en
pecado. Por ejemplo: habrá tal vez algunos que
defienden con celo la justicia, sólo
pretenderán la recompensa temporal cuando practican
tan grande acción. Entre tanto se tienen por muy
justos, y se glorian de ser los protectores de la virtud:
pero si llega a faltar la esperanza de los adelantamientos
tetmporales, se les ve abandonar con cobardía el
partido de la justicia; en lo que se conoce, que cuando se
tenían por los más justos y más celosos
defensores de la equidad, no buscaban realmente otra cosa
sino el mercenario interés. (S. Greg. el
Grande)""Nada hagáis con el fin de que os alaben:
nada por lo que pensarán de vosotros: nada por hacer
célebre vuestro nombre: hacedio todo por Dios, y por
aquella feliz y eterna vida, que se digna concederos en el
cielo nuestro Salvador, que vive y reina con el Padre y con
el Espíritu Santo en la eternidad de los siglos.
Amén. (S. Anselmo.)""El que canta las alabanzas divinas y pretende otra
cosa fuera del mismo Dios, le alaba, mas no le ama. Alabad,
pues, al Señor, pero sea dignamente, de suerte, que no
haya en vosotros, cuidado, intención, pensamiento ni
deseo del espíritu que en cuanto os sea posible no
contribuya a su alabanza: ninguna prosperidad de este mundo,
ninguna desgracia os aparte de esta obligación, y de
este modo alabaréis al Señor con todo vuestro
corazón. Mas cuanto hubiereis cumplido con vuestra
obligación alabando a Dios con toda el alma, y
alabándole con amor, no esperéis de él
otro premio, que el mismo Dios, para que sea el objeto y
término de todos vuestros deseos, y el mismo
Señor sea el salario de vuestro trabajo, el consuelo
de vuestras penas, y por último, vuestra herencia en
la posesión inmortal de la vida bienaventurada que
esperamos en el cielo. (S. Anselmo)"La verdadera amistad suele tener reprensiones, pero
nunca adulaciones. (S. Bernardo)""Nada confunde tanto como el ver descubiertos los
deseos de ser alabado. (S. Bernardo)""¿Por ventura parece que soy áspero
porque no adulo, porque aterro, porque deseo para el amigo el
principio de la sabiduría? Siempre quisiera favorecer
de este modo a mis amigos: quiero decir, aterrándolos
saludablemente, y no adulándonos con engaños.
(S. Bernardo)""Yo acostumbro a armarme de dos versecitos de la
Escritura contra los que me alaban. El primero es contra los
malévolos. Retirense y llénense de
confusión los que para mi quieren males. Contra los
benévolos, pronuncio el siguiente. Retírense
inmediatamente avergonzados los que dicen viva, viva. (S.
Bem.)""La adulación, alabanza o lisonja, no
sólo la reprueba la Sagrada Escritura y Santos Padres,
sino hasta los Filósofos Gentiles y Emperadores).
"Pitágoras dice que debemos alegrarnos cuando se nos
vitupera, y jamás cuando nos alaban. Mira a los
aduladores como a enemigos los más peligrosos y
detestables.""Cartes decía que los que viven entre
aduladores abandonan sus deberes y se hallan como novillos en
medio de lobos.""Bion, a quién preguntaron cuál era el
animal más dañoso, contestó: Entre las
bestias salvajes, el tirano; entre los animales
domésticos, el adulador.""Diógenes llama a la lisonja un lazo de miel
que ahoga al hombre abrasándole.""El Emperador Constantino era tan enemigo de los
aduladores, que los llamaba polilla y rateros de su
palacio.""Y el Emperador Segismundo dio un bofetón a
un adulador. ¿Por qué me herís,
Señor? le preguntó éste. ¿Por
qué me muerdes, lisonjero? contestó el
Príncipe.""Debes tener un grande cuidado de llevar oculto en
nuestro corazón todo el bien que hacemos, si queremos
recibir el, premio del eterno Juez que ve lo más
profundo de los corazones. Es absolutamente necesario ocultar
nuestra virtud, porque no suceda que exponiéndola a la
vista en el camino de la vida presente, nos la quiten y roben
los ladrones espirituales que nos están continuamente
observando. (S. Gregorio)""Cuando manifestamos a los ojos del mundo nuestras
buenas acciones, es preciso primero sondear nuestro
corazón, para saber la verdadera intención que
tenemos en esto. Porque, si puramente buscamos la gloria de
Dios, que es el que nos comunica sus dones, no dejan de estar
escondidas nuestras buenas obras, aunque sean
públicas: como, al contrario, si pretendemos en esto
nuestra propia gloria, ya Dios las reputa como publicadas,
aunque no hayan llegado al conocimiento de muchos: pero es
perfección de muy pocos buscar tan puramente la
única gloria de Dios en las acciones de virtud que se
manifiestan, y que no nos toque algún movimiento de
complacencia en los aplausos que nos dan los hombres: porque
no se pueden manifestar sin alguna culpa las buenas obras,
sino cuando llega el hombre a pisar con desprecio las
alabanzas humanas. Y como las personas imperfectas, y de una
piedad común no tienen todavía fortaleza
suficiente para colocarse superiores a estos movimientos de
la vanidad, no las queda otro medio de libertarse sino el de
ocultar con todo cuidado el bien que ejecutan. Muchas veces
sucede que no teniendo al principio otra intención en
manifestar sus buenas obras, que la de dar a Dios la gloria
que se le debe, se ven tan embriagados de los elogios que les
dan, que se dejan llevar de ellos con vanidad: de suerte, que
por no haber examinado el fondo de su corazón, se
hallan tan derramados fuera de sí mismos, que no saben
lo que se hacen, y ejecutan las acciones buenas por soberbia
y vanidad cuando piensan que obran por el servicio y gloria
de su Criador. (S. Greg. el Grande)"
Alegría
Una persona alegre obra el bien, gusta de las cosas
buenas y agrada a Dios. En cambio, el triste siempre obra el
mal.
Citas de la Sagrada
Escritura
Son para mí tus palabras el gozo y la
alegría de mi corazón. Jer 15-6.Dichosa la que ha creído que se
cumplirá lo que se le ha dicho de parte del
Señor. Dijo Maria: Mi alma engrandece al Señor
y exulta de júbilo mi espiritu en Dios, mi Salvador.
Lc 1.Díjoles el ángel: No temáis, os
traigo una buena nueva, una gran alegría, que es para
todo el pueblo; pues os ha nacido hoy un Salvador, que es el
Mesías Señor, en la ciudad de David. Lc
2:10-11.Abrahán, vuestro padre, se regocijó
pensando en ver mi día; lo vió y se alegro. Jn
8:56.Pero no os alegréis de que los
espíritus os estén sometidos; alegraos
más bien de que vuestros nombres estén escritos
en los cie10s. Lc 10:20.En el cielo será mayor la alegría por
un pecador que haga penitencia que por noventa y nueve justos
que no necesitan de penitencia. Lc 15:7.Era preciso hacer fiesta y alegrarse, porque este tu
hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, se había
perdido y ha sido hallado. Lc 15:32.De nuevo os veré, y se alegrará
vuestro corazón, y nadie será capaz de quitaros
vuestra alegría. Jn 16:22.Les llevó hasta cerca de Betania, y
levantando sus manos les bendijo, y mientras los
bendecía se alejaba de ellos y era llevado al cielo.
Ellos se postraron ante El y se volvieron a Jerusalén
con gran gozo. Lc 24:50-52.Ellos se fueron contentos de la presencia del
sanedrin, porque habian sido dignos de padecer ultrajes por
el nombre de Jesús. Hech 5:41.Tengo mucha confianza con vosotros; tengo en
vosotros grande motivo de gloria, estoy lleno de consuelo,
reboso de gozo en todas nuestras tribulaciones. 2 Cor 7,
4.Luego oí como una voz de una gran multitud, y
como una voz de muchas aguas, y como una voz de potentes
truenos, que decia: " ¡Aleluya!" Porque el
Señor, Nuestro Dios omnipotente, ha establecido su
reino. Apoc 19:67.
La alegría del cristiano tiene su
fundamento en Dios
Es un cielo, si le puede haber en la tierra, para
quien se contenta con sólo contentar a Dios y no hace
caso de contento suyo. En queriendo algo más lo
perderá todo; y alma descontenta es como quien tiene
gran hastío, que por bueno que sea el manjar le da en
rostro, y lo que los sanos comen con gran gusto le hace asco
en el estómago (SANTA TERESA).Nuestro Salvador ha nacido hoy; alegrémonos.
No puede haber, en efecto, lugar para la tristeza, cuando
nace aquella vida que viene a destruir el temor de la muerte
y a darnos la esperanza de una eternidad dichosa.Que nadie se
considere excluido de esta alegría, pues el motivo de
este gozo es común para todos; nuestro Señor,
en efecto, vencedor del pecado y de la muerte, así
como no encontró a nadie libre de culpa, así ha
venido para salvarnos a todos. Alégrese, pues, el
justo, porque se acerca la recompensa; regocíjese el
pecador, porque se le brinda el perdón; anímese
el pagano, porque es llamado a la vida (SAN LEÓN
MAGNO).No dijo San Pablo que el reino de Dios
consistía en la alegría de una manera general y
absoluta, sino que precisa y especifica que se trata de una
alegría o gozo en el Espíritu Santo. El
sabía de sobra que existe otra alegría, una
alegría reprensible de la cual está escrito: El
mundo se alegrará. ¡Ay de vosotros, los que
ahora reís, porque lloraréis! (Lc 6:25; Jn
16:20).Sólo de El, cada uno de nosotros puede decir
con plena verdad, junto con San Pablo: Me amó y se
entregó por mi (Gal 2:20). De ahí debe partir
vuestra alegría más profunda, de ahí ha
de venir también vuestra fuerza y vuestro
sostén. Si vosotros, por desgracia, debéis
encontrar amarguras, padecer sufrimientos, experimentar
incomprensiones y hasta caer en pecado, que
rápidamente vuestro pensamiento de fe se dirija hacia
Aquel que os ama siempre y que con su amor ilimitado, como de
Dios, hace superar toda prueba, llena todos nuestros
vacíos, perdona todo nuestro pecado y empuja con hacia
un camino nuevamente seguro y alegre (JN PABLO
II).Al nacer el Señor, los ángeles cantan
llenos de gozo: Cloria a Dios en el cielo, y proclaman: y en
la tierra paz a los hombres que ama el Señor […].
¿Cómo, pues, no habría de alegrarse la
pequeñez humana ante esta obra inenarrable de la
misericordia divina, cuando incluso los coros sublimes de los
ángeles encontraban en ella un gozo tan intenso? (SAN
LEÓN MAGNO).Perdemos la alegría verdadera por el deleite
de las cosas temporales (SAN GREGORIO MAGNO).Nada hay más infeliz que la felicidad de los
que pecan (SAN AGUSTIN).
El "camino de Dios" es un camino
alegre
El camino de Dios es de renuncia, de
mortificación, de entrega, pero no de tristeza o de
apocamiento (J. ESCRIVA LE BALAGUER).No hay cosa que necesite más de la
moderación y del freno de la razón que las
lágrimas: por quiénes se debe llorar, y
cuánto, y cuándo, y cómo (SAN
BASILIO).La alegría cristiana es una realidad que no
se describe fácilmente, porque es espiritual y
también forma parte del misterio. Quien verdaderamente
cree que Jesús es el Verbo Encarnado, el Redentor del
Hombre, no puede menos de experimentar en lo intimo un
sentido de alegría inmensa, que es consuelo, paz,
abandono, resignación, gozo… ¡No
apaguéis esta alegría que nace de la fe en
Cristo crucificado y resucitado! ¡Testimoniad vuestra
alegría! ¡Habituaos a gozar de esta
alegría! (JUAN PABLO II).La alegría espiritual es el principal remo en
esta navegación nuestra (SAN PEDRO DE
ALCÁNTARA).
La alegría, necesaria para hacer el
bien
Una persona alegre obra el bien, gusta de las cosas
buenas y agrada a Dios. En cambio, el triste siempre obra el
mal (PASTOR DE HERMAS).
Alegría y dolor
Vuestras pequeñas cruces de hoy pueden ser
sólo una señal de mayores dificultades futuras.
Pero la presencia de Jesús con nosotros cada dia hasta
el fin del mundo (Mt 28:20) es la garantía más
entusiasta y, al mismo tiempo, más realista de que no
estamos solos, sino que Alguien camina con nosotros como
aquel día con los dos entristecidos discípulos
de Emaús (Lc 24:13 ss) (JUAN PABLO II).El amor trae consigo la alegría, pero es una
alegría que tiene sus raíces en forma de cruz.
Mientras estemos en la tierra y no hayamos llegado a la
plenitud de la vida futura, no puede haber amor verdadero sin
experiencia del sacrificio, del dolor (J. ESCRIVA DE
BALAGUER).
Los santos han vivido siempre con
alegría
Los santos, mientras vivían en este mundo,
estaban siempre alegres, como si siempre estuvieran
celebrando la Pascua (SAN ATANASIO).Los seguidores de Cristo viven contentos y alegres y
se glorían de su pobreza más que los reyes de
su diadema (SAN JUAN CRISÓSTOMO).
Generosidad y alegría
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