"Quien practique la misericordia—dice el
Apóstol—, que lo haga con alegría" : esta
prontitud y diligencia duplicarán el premio de tu
dádiva. Pues lo que se of rece de mala gana y por
fuerza no resulta en modo alguno agradable ni hermoso (SAN
GREGORIO NACIANCENO).Si dieres el pan triste, el pan y el mérito
perdiste (SAN AGUSTIN).El mercader no se entristece gastando en las ferias
lo que tiene para adquirir sus mercancías; pero
tú te entristeces (hace referencia al joven rico)
dando polvo a cambio de la vida eterna (SAN
BASILIO).
Alegría y filiación
divina
[…] si confiáis en la divina Providencia,
si os abandonáis en sus brazos omnipotentes, nunca os
faltarán los medios para servir a Dios, a la Iglesia
Santa, a las almas, sin descuidar ninguno de vuestros
deberes; y gozaréis además de una
alegría y de una paz que mundus dare non potest (Jn
14:27), que la posesión de todos los bienes terrenos
no puede dar (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER).
La alegría, consecuencia del amor y de la
lucha ascetica
Sin lucha, no se logra la victoria; sin victoria, no
se alcanza la paz. Sin paz, la alegría humana
será sólo una alegría aparente (J.
ESCRIVA DE BALAGUER).Mas esta fuerza tiene el amor, si es perfecto: que
olvida mas nuestro contento por contentar a quien amamos. Y
verdaderamente es así, que, aunque sean grandisimos
trabajos, entendiendo contentamos a Dios, se nos hacen dulces
(SANTA TERESA).El amor produce en el hombre la perfecta
alegría. En efecto, sólo disfruta de veras el
que vive en caridad (SANTO TOMAS).
Jesucristo cambia las penas en
gozo
En la tierra hasta la alegría suele parar en
tristeza; pero para quien vive según Cristo, incluso
las penas se truecan en gozo (SAN JUAN
CRISÓSTOMO).
La alegría y la esperanza del
cielo
En una piadosa permisión, les permitió
gozar (en el Tabor) durante un tiempo muy corto la
contemplación de la alegría que dura siempre,
para hacerles sobrellevar con mayor fortaleza la adversidad
(SAN BEDA).Porque el reino de Dios está dentro de
vosotros. Quizás da a conocer que el reino de los
cielos está en nosotros para manifestar la
alegría que produce en nuestras almas el Espiritu
Santo; ella es como la imagen y el testimonio de la constante
alegría que disfrutan las almas de los santos en la
otra vida (SAN GREGORIO DE NISA).Si tenemos fija la mirada en las cosas de la
eternidad, y estamos persuadidos de que todo lo de este mundo
pasa y termina, viviremos siempre contentos y permaneceremos
inquebrantables en nuestro entusiasmo hasta el fin. Ni nos
abatirá el infortunio, ni nos llenará de
soberbia la prosperidad, porque consideraremos ambas cosas
como caducas y transitorias (CASIANO).El gozo en el Señor debe ir creciendo
continuamente, mientras que el gozo en el mundo debe ir
disminuyendo hasta extinguirse. Esto no debe entenderse en el
sentido de que no debamos alegrarnos mientras estemos en el
mundo, sino que es una exhortación a que, aun viviendo
en el mundo, nos alegremos ya en el Señor (SAN
AGUSTIN).Entonces será la alegría plena y
perfecta, entonces el gozo completo, cuando ya no tendremos
por alimento la leche de la esperanza, sino el manjar
sólido de la posesión. Con todo, también
ahora, antes de que esta posesión llegue a nosotros,
antes de que nosotros lleguemos a esta posesión,
podemos alegrarnos ya con el Señor. Pues no es poca la
alegría de la esperanza, que ha de convertirse luego
en posesión (SAN AGUSTIN).
La Sagrada Eucaristía, fuente de
alegría
Cristo instituyó este sacramento (de la
Sagrada Eucaristía) […]; y lo dejó a los
suyos como singular consuelo en las tristezas de su ausencia
(SANTO TOMÁS).Cada vez que nos reunimos en la Eucaristía
somos fortalecidos en la santidad y renovados en la
alegría, pues la alegria y la santidad son el
resultado inevitable de estar más cerca de Dios.
Cuando nos alimentamos con el pan vivo que ha bajado del
cielo, nos asemejamos más a nuestro Salvador
resucitado, que es la fuente de nuestra alegría, una
alegría que es para todo el pueblo (Lc 2:10). Que la
alegría y la santidad abunden siempre en vuestras
vidas y florezcan en vuestros hogares. Y que la
Eucaristía sea […] el centro de vuestra vida, la
fuente de vuestra alegría y de vuestra santidad (JUAN
PABLO Il).
Alegría y rectitud de
intención
Siempre estarás gozoso y contento, si en
todos los momentos diriges a Dios tu vida, y si la esperanza
del premio suaviza y alivia las penalidades de este mundo
(SAN BASILIO).
Alegría en las fiestas
Las fiestas se han hecho para promover la
alegría espiritual, y esa alegría la produce la
oración; por lo cual en día festivo se han de
multiplicar las plegarias (SANTO TOMÁS).La resurrección de Cristo es vida para los
difuntos, perdón para los pecadores, gloria para los
santos. Por esto el salmista invita a toda la creación
a celebrar la resurrección de Cristo, al decir que hay
que alegrarse y llenarse de gozo en este día en que
resucitó el Señor (SAN MÁXIMO DE
TURIN).
Autor:
Jorge Edgardo Oportus Romero
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