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Compañia de Jesús en Paraguay




Enviado por Diosnel Cardozo



  1. Introducción
  2. La
    Compañía de Jesús y Paraguarí.
    Vínculos Históricos
  3. Jesuitas
  4. Jesuitas en el Paraguay
  5. Jesuitas en Paraguarí
  6. El
    Retorno (1927)
  7. Conclusión
  8. Anexo
  9. Bibliografía

Introducción

La compañía de Jesús y el Paraguay
han estado íntimamente asociados a lo largo de una
historia de cuatro siglos. En efecto, el eco de las reducciones
Jesuíticas del Paraguay se ha escuchado en todas los
rincones del mundo.

Una de las muestras más importantes en el
ámbito económico que ha tenido lugar ha sido la de
Paraguarí. Esta tuvo lugar por la necesidad de sostener
económicamente una institución a cargo de
ellos.

Esta institución es la del "Colegio Seminario de
Asunción".

La muestra que mencionamos se refiere a una estancia la
cual ha tenido gracias al Gobernador del Paraguay de aquel
entonces, Don Gregorio de Hinestrosa, amigo de los Jesuitas,
quien les ha cedido territorio en una merced real en le
año 1642.

Durante el gobierno de José de Antequera y Castro
el Cabildo ha reunido algunas acusaciones en contra de los
Jesuitas para justificar la expulsión de los mismos de la
ciudad de Asunción en el año 1724.

Posteriormente en situaciones similares y en el
año 1766 fueron expulsados del país y de
América por orden del Rey.

Después de un largo periodo de ausencia forzosa,
volvieron los Jesuitas a nuestro país en 1927 y retomaron
el hilo de la historia. Los Jesuitas del Paraguay
contemporáneo se sienten llamados no a repetir las
hazañas del pasado, sino a discernir que espera Dios de
ellos para colaborar con la Iglesia local en la
construcción del "Nuevo Paraguay"

Con respecto a nuestra ciudad podemos mencionar la
loable tarea que han desempeñado a su regreso, creando
esta oportunidad algo tan importante como lo es la "Escuela
Católica" la cual en un principio desempeñaba la
noble tarea de ser local de enseñanza de la "lengua
Guaraní".

Antes de proseguir no olvidaremos decir que este trabajo
no pretende ser "El libro de historia" en el sentido
técnico de la palabra pero se espera que aún siendo
un simple trabajo de recopilación de datos, el mismo sirva
para ilustrar un poco la historia de la compañía
vinculada a la historia del Paraguay y a su vez en particular a
la historia de Paraguarí.

La
Compañía de Jesús y Paraguarí.
Vínculos históricos

OBJETIVO GENERAL

Reconozco la importancia de las actividades realizadas
por la congregación "Compañía de
Jesús" en nuestra ciudad.

OBJETIVOS
ESPECÍFICOS

Analizo las obras de los Jesuitas en la ciudad de
Paraguarí.

Observo el trayecto histórico de esta
congregación dentro de nuestra ciudad.

Aprecio el aporte de la misma para la comunidad
paraguariense.

METODOLOGÍA DE LA
INVESTIGACIÓN

  • Investigación bibliográfica
    escrita.

  • Entrevista a personas de la comunidad con
    conocimientos sobre el tema.

Capítulo I

Jesuitas

1.1. Promotor de la
Compañía (San Ignacio de Loyola
1491-1556)

1.1.1. Su persona

Carácter equilibrado, bajo un perfecto dominio de
sí mismo, manifestaba a todo un caballero en el fondo de
su alma vasca; honor, fidelidad, heroísmo, anchura de
corazón, universalismo, puesto por completo al servicio de
Dios y en sus hermanos los hombres.

Era de corta estatura. En su andar cojeaba ligera y
graciosamente. Su cara era redonda y llena de pómulos
salientes y mentón breve, semblante alegre y
espiritualmente encendido, de alegre bondad y le gustaba
reír.

Aunque dejaba a cada uno la más grande
iniciativa, juzgaba a la obediencia virtud esencial; ya que sin
ella no se podía dar dirección espiritual de
positiva eficacia.

Era tenaz en las empresas, siendo para la gloria de Dios
y bien para los hombres. Continuamente aplicaba su famosa
técnica de "Discernimiento de Espíritus" para
conocer y cumplir enteramente la voluntad de Dios.

En todo lo bueno aspiraba a la propia superación
al siempre más. Cifraba todo su ideal en seguir, imitar y
servir a Cristo y a su "Vera Sposa" la Iglesia.

1.1.2. Orígenes

Nació Iñigo, como le dicen los
españoles a quienes se llaman Ignacio, el onceavo hijo de
una familia de once hermanos. Vio la luz primero en el castillo
de sus mayores, situado en Azpeita, en el corazón del
país Vasco español. De familia de hidalgos,
Iñigo López de Recalde, así se llamaba, vino
al mundo antes de que Colón descubriera América
cambiando la faz del mundo. Iñigo estaba elegido por Dios
a influir en la historia del hombre.

De sus años mozos solo se sabe que fueron
similares a los de los jóvenes de su tiempo y rango
social. Las armas, la vida militar y las mujeres
constituían su principal atracción, y fue creciendo
entre amoríos y duelos, cacerías y torneos. Nunca
mostró afición a las cosas de la Iglesia sino a la
vida osada, galante, y vanidosa de los nobles de su época,
como Don Quijote, su contemporáneo ficticio, llenaba sus
pocas horas libres leyendo, ensimismado, la vida de los
héroes y los libros de Caballería, la vida de El
Cid Campeador, las aventuras de Amadis de Gaula, los juegos de
los hombres y las historias de mujeres llenaban sus
inquietudes.

La expulsión de los moros, la aparición de
América y sus riquezas y el ascenso al trono del Gran
Emperador Carlos V, llevan a España a la prosperidad y a
la cumbre del dominio de Europa.

Por esta época nuestro personaje fue aceptado
como gentilhombre en la poderosa corte de Don Antonio Manrique de
Lara, duque de Nájera y Virrey de Navarra, quien
residía en Pamplona. Y pocos años después,
en 1521, cuando Iñigo cumplía 30 años de
edad, se produce un cambio fundamental en su vida Navarra que
había sido un reino independiente es anexado a Castilla y
gobernada por un Virrey; Francisco I de Francia encabezaba la
ambición de volverle a dar su independencia. Con este fin
envió un ejército de 30000 hombres. Atacaron la
ciudad de Pamplona, e Iñigo, atrincherado en el Castillo,
al mando de un puñado de valientes, defendían su
posición dispuestos a entregar la vida. Pero no era solo
esto lo que le iba a deparar el destino, sino algo peor que lo
martirizaría por el resto de su vida. Una bala de
cañón le pasa entre las piernas,
destrozándole la pierna derecha e hiriéndole la
izquierda. La plaza cayó en manos de los franceses y se
inició el martirio de Iñigo, con una de sus piernas
rotas y desangrándose es llevado en camilla por 80 km
hasta ponerlo en manos de los médicos.

1.1.3. La Conversión

Durante la larga y penosa recuperación, buscando
la distracción quiso leer más libros de
caballería, pero solo encontró "La imitación
de Cristo" y la "Vida de Santos". Resignado a que peor es nada,
se dispuso a leer esos libros, su lectura le hizo reflexionar y
llegar a comprender y anhelar el vivir una vida de privaciones y
sacrificios. Rumiando estos pensamientos, creció en
él el deseo de emular la vida de Jesús y de los
Santos. Estas reflexiones fueron conformándose en escritos
que más tarde serían la base de su "Ejercicios
Espirituales", que contenía el germen de su gran obra "La
Compañía de Jesús".

Cuando tenía 31 años, Iñigo
partió de Loyola, con un gran deseo de vivir a "Dios
Nuestro Señor". En 1522 peregrina a Aranzazu y a la
capilla de la abadía de Monserrat (Barcelona –
Cataluña). Aquí, la víspera de la
anunciación, el 24 de marzo, da sus vestidos a un pobre y
manda a colgar las armas ante el altar. Pasa toda aquella noche
en vela ante la imagen de Nuestra Señora. Es la "Vela de
Armas", de acá en adelante Iñigo fue ejemplo de una
persona dedicada a Dios.

En 1523 peregrina a Roma – Jerusalén, en la
extrema pobreza, viviendo de la caridad, visita los Santos
lugares para identificarse más con Cristo, siguiendo sus
pasos "Como si, presente se hallaré".

1.1.4. Ignacio universitario rodeado de
amigos

En 1529, adoptándose al ambiente latinista
comienza a llamarse "Ignacio". A su regreso de Barcelona inicia
sus estudios sobre Latín, Humanidades, Arte y
Filosofía, necesarios para cumplir con su gran deseo de
ordenarse sacerdote. Luego en Salamanca y en la Sorbona, en
parís, continua su formación espiritual e
intelectual, y es en ésta época cuando empieza a
rodearse de "amigos en el Señor", ajustando sus vidas a
las normas de sus ejercicios espirituales.- en 1534, tras varios
intentos frustrados, consigue agrupar a unos cuantos estudiantes
universitarios que desean seguir a Cristo en total
pobreza.

Pierre Favre o Pedro Fabro, notable por su obra en
Europa y Francisco Javier, el gran misionero de las indias
orientales, eran sus compañeros de habitación en la
Villa estudiantil de parís y sus primeros
compañeros en el grupo de amigos.

1.1.5. Ignacio Sacerdote y Religioso

El 24 de junio de 1537 sucede el hecho más
trascendente en la vida de Ignacio es ordenado sacerdote, a los
46 años.

Viven la vida de pobreza y apostolado que habían
prometido en Montmartre, sirven en los hospitales y
enseñan en la Universidad. En noviembre se dirigen a Roma
en "la storta" a pocos kilómetros de la "Ciudad eterna",
Ignacio recibe una alta misión mística, a pesar de
la s dificultades que vayan a encontrar en Roma, allí
irán descubriendo el camino que habrán de seguir,
les acompañará Cristo cargado con su cruz. Preparan
la formula del Instituto, aprobada por la Bula Papal, el 27 de
Setiembre. El Papa Pablo III aprueba la Compañía de
Jesús. "El Espíritu de Dios esta aquí",
dice. Se establece que el Superiores llamará General y
será vitalicio, así nace la Orden
Religiosa.

En 1541, el 19 de abril Ignacio es elegido tras larga
resistencia por su parte, primer Superior General de la
Compañía y durante los siguientes 15 años
escribe la constitución de la Orden y dirige a sus
compañeros, que se han esparcido por el mundo, cartas
sabias llenas de consejos y de guías para lograr a "Mayor
Gloria de Dios".

Entregó su alma al Señor el 31 de julio de
1556, en la ciudad de Roma, su tumba se halla en la Iglesia del
Ges, en la ciudad eterna.

En 1622, el 12 de marzo, el Papa Gregorio XV canoniza a
San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier, Santa Teresa de
Jesús, entre otros.

En 1814, el 7 de agosto el Papa Pío VII restaura
la Compañía de Jesús en todo el
mundo.

Jesuitas en el
Paraguay

2.1. La primera venida

Consta que en 1556, pocos meses antes de su muerte, San
Ignacio se interesó en el envío de Jesuitas al
Paraguay. No fue sino el 11 de agosto de 1588 cuando, a pedido
del Obispo Guerra, llegaron a Asunción desde el Brasil los
padres Juan Saloni, español, Thomas Fields, irlandes, y
Manuel Ortega, portugués.

Solo permaneció en Asunción el P. Field
con la salud quebrantada. Quedó, en consecuencia, abandono
el Paraguay por varios años.

2.2. Fundación de la Provincia
Jesuita del Paraguay

Apoyo por el Obispo Martín Ignacio de Loyola,
insistentemente solicitó el Gobernador Hernandarias que
fueran enviados nuevamente los Jesuitas. Finalmente, el 9 de
febrero de 1604, el Provincial General de la
Compañía, Claudio Aquaviva, después que del
Tucumán y del Paraguay se hicieron una Provincia
independiente distinto de la del Perú Quedó
así fundada la Provincia Jesuítica del Paraguay en
el que fue destinado Primer Provincial el P. Diego de
Torres.

Jesuitas en
Paraguarí

(Orígenes de una Capital
Departamental)

3.1. Antecedentes de la Estancia
Jesuítica de Paraguarí

Al inicio de la conquista – 1537 –
Paraguarí y sus alrededores se hallaban habitados por los
Carios de Cariaba y Acahay, parcialidades guaraníes muy
rebeldes a la dominación española.

La provincia de Cariaba estaba situada al sudeste de
Asunción a distancia de 50 a 100 kilómetros de
dicha ciudad. Sus habitantes se destacan por su belicosidad y su
capacidad de resistencia ante la invasión
española.

En 1585, Fray Luis de Bolaños y Alonso de San
Buenaventura, lograron pacificar a los Cariabas y trasladarlos a
Itá donde fundaron con ellos una reducción
franciscana.

Con la fundación de dichas reducciones, las
revueltas indígenas en dicha región llegaron a su
fin.

La demografía indígena de la región
decayó considerablemente, mientras los pobladores
españoles se fueron centrando en Asunción y
más tarde en Villa Rica.

Fue precisamente en aquellas tierras que los Jesuitas
establecieron su estancia de Paraguarí, situada a unos 70
Km de Asunción, la estancia de Paraguarí ocupaba un
lugar privilegiado.

El sitio de la estancia y sus alrededores era conocido
con el nombre de "Yarigua"a" o "Paraje de Mbatovi". No obstante,
documentos de principios del siglo XVII, ya hablaban de
"Paraguarí", sin olvidar su antigua
denominación.

3.2. Orígenes de la Estancia de
Paraguarí

La estancia jesuítica tuvo sus orígenes en
la merced real que el Gobernador del Paraguay Don Gregorio de
Hinestrosa, amigo de los Jesuitas, había concedido a la
Compañía de Jesús en 1642.

Con respecto a la merced real otorgada a los Jesuitas
por el Gobernador Hinestrosa, el procurador de la
Compañía de Jesús, Cosme Gutiérrez,
así lo atestigua en 1766 con motivo de una demanda que
entabló la viuda del Capitán Juan Villanueva, por
supuesto cambio de mojones entre sus tierras y las de la estancia
del "paraje Mbatovi" o Paraguarí.

"Cosme Gutiérrez de la Compañía de
Jesús, Procurador de este colegio de Asunción, como
mejor sea de Derecho y a dicho mi Colegio convenga, parezco en
termino y digo, como dicho mi Colegio ha ciento y veinte y cuatro
años que por merced Real del Señor Gobernador Don
Gregorio de Hinestrosa posee sobre la cordillera una suerte de
tierras de algunas leguas que están amparadas por Real
Justicia y por todo este tiempo ha estado en quieta y
pacífica posesión de ellos hasta que algunos
años a esta parte, Doña Juana Martínez viuda
del Capitán Juan Villanueva se quiso introducir y en
efecto se introdujo en ella, como lo comprueba la
población y ranchos que allí tiene
habitados".

Doña Juana se defendió de la justicia
señalando que los Padres no poseían títulos
legales y que sus derechos y reclamos no eran
legítimos.

También el rector de la Compañía de
Jesús, Antonio Miranda, reconoció la magnitud de
las tierras de Paraguarí y que las mismas no contaban con
límites precisos.

Todos los colegios jesuitas del Río de la Plata
poseían estancias; el de Asunción contaba con la de
Paraguarí y otras aledañas, cuyas ganancias,
según Mörner (historiador) estaban destinados al
abastecimiento del noviciado y al fondo común de la
Provincia Jesuítica.

Como en todas las estancias jesuíticas, en la de
Paraguarí trabajaban los esclavos negros, propiedad de la
Compañía de Jesús. A pesar de estar
prohibido por las leyes de dicha Orden Religiosa. Los jesuitas se
convirtieron en compradores de esclavos.

El número de esclavos negros determinaba en gran
medida el bienestar económico de los Colegios Jesuitas,
pero éstos se multiplicaron mucho más de los que
los Padres necesitaban para sus estancias pero los tuvieron que
mantener, "pues sin gravísimo motivo no podían
venderlos".

Cuando la expulsión de los jesuitas en 1767, en
Paraguarí se inventariaron 596 esclavos.

La mejor descripción que se tiene de la estancia
de Paraguarí la dejó escrita en su libro de viajes
el Provincial de la Orden Franciscana Fray Pedro José de
Parras, a mitad del siglo XVIII: "Paraguarí es una
estancia opulentísima de los Padres de la
Compañía. Había en ella a la sazón
cincuenta mil cabezas de ganado vacuno, con muchos caballos,
yeguas y mulas; y lo que más admiración me
causó, fue saber que en ella tenían lo Padres
cuatrocientos esclavos, entre grandes y chicos, divididos en
diversos ranchos de las cinco leguas de tierra que la estancia
tiene, a la cual rodean espesísimos bosques por la parte
de l oeste, sur y este, y por la del norte hay una gran
cordillera cortada de medio a medio de este a oeste, y en aquel
collado que forma la división de los dos montes,
está la casa en que habitan los padres que administran la
estancia".

Después de 125 años de permanencia de los
jesuitas al frente de esta estancia de Paraguarí, tiempo
en el cual se echaron las bases históricas de la actual
Capital del departamento del mismo nombre, éstos se vieron
obligados a abandonar la debido a la orden de expulsión
contra la Compañía de Jesús, dictada por el
Rey Carlos III, en 1767. Fue entonces cuando dicha estancia, al
igual que sus demás posesiones y reducciones de indios,
pasaron a manos de las autoridades coloniales.

3.3. El edificio Jesuítico de
Paraguarí

En el centro mismo de la ciudad de Paraguarí se
halla ubicado un antiguo edificio jesuítico, el cual, es
todo un símbolo, los habitantes de esta ciudad se
identifican plenamente con él, a pesar del gran
vacío histórico que envuelve dicha
casona.

Se sabe que Paraguarí fue una estancia
jesuítica y que el edificio que hoy ocupa la
Gobernación Departamental perteneció a los Padres
de la Compañía de Jesús que administraba
aquella hacienda.

Capítulo II

El Retorno
(1927)

1.1. El regreso de los Jesuitas al Paraguay
(Intervenciones del Moseñor Bogarín)

Antecedentes:

El notable trabajo desarrollado por los jesuitas en la
época de la conquista con los indios guaraníes ha
sellado para siempre la historia paraguaya.

El regreso de los Jesuitas al
Paraguay

Hasta 1844, la llamada "Misión del Paraguay" tuvo
que esperar para su establecimiento, incluyendo Argentina,
Uruguay y parte del Brasil y todo lo que actualmente es Paraguay,
¡aunque sin tener un solo domicilio en tierra paraguaya!.
Ciertamente, el distinguido Obispo del Paraguay, Mons. Juan
Sinforiano Bogarín, ya desde 1896, se esforzó para
que los jesuitas volvieran a su diócesis. Pero no fue sino
en junio de 1925 cuando pudo escribir al provincial de los
jesuitas en Buenos Aires: "no he de ocultar a V. R. mi gran
satisfacción, mi intensa alegría, al vislumbrar la
esperanza, una casi seguridad, de alguna vez se llenaran los
deseos que he alimentado desde que fui sacerdote, y los que, a
pesar de mis humildes suplicas y reiteradas gestiones iniciadas
el año 1896, no han llegado a la eficacia, mas ahora, que
por vez primera y a mi edad avanzada, se me abre la puerta de una
esperanza de ver realizados mis anhelos".

El provincial de Buenos Aires, P. ramón
Lloberola, hizo todo cuanto pudo para satisfacer el deseo del
Obispo, e inmediatamente pidió al entonces padre General,
Wlodimir Ledóchowski que enviae jesuitas desde
España para trabajar en el Paraguay. Con todo,
Ledóchowski se vio en el deber de responder que no era
posible entonces: "Juzgo que por ahora no es fácil; en el
entretanto hasta que algunos padres recorran aquellas regiones
misionando y así, como hemos visto hacerse en otras
partes, preparen el camino a fin de poder, andando los
años, fijar allí residencia".

El provincial escribió inmediatamente al obispo
Bogarín mostrando su deseo de ayudar: "que entra en el
propósito de la Compañía volver a esa regada
con el sudor y sangre de jesuitas en tiempos remotos; que si
hasta ahora no se ha realizado el pensamiento, fue por falta de
personal, pero algún día se intentará hacer
algo en ese sentido".

Primeras presencias

El Obispo Bogarín quedo encantado con la idea,
llamándola "laudable" y surgiendo que los padres
ofreciesen una serie de conferencias en la capital, peculiarmente
aptas para jóvenes y hombres, y luego saliesen al interior
a varias poblaciones. Las sugerencias fueron Encarnación,
Villarrica, Paraguarí, Concepción, Villa San Pedro
y otras.

Afortunadamente, el P. Lérida fue encargado de
dirigir el Trabajo misionero, que debía llevarse a cabo
durante el verano, dadas las obligaciones que ataban a cada uno
de los sacerdotes señalados. Pérez Acosta y
Lérida trabajaron en junio en Asunción, mientras
los otros tres lo hacían en las otras ciudades del
interior. Unos cinco mil, de los seis mil habitantes de
Concepción, tomaron parte en la Misión, de los
cuales. Cientos recibieron la primera comunión y
más de dos mil fueron confirmados. El cercano pueblo de
Horqueta ofreció mejor resultado aun, a pesar de la
dificultad de la lengua, ya que la mayor parte de la gente
hablaba solo guaraní. Belén casi fue pasado de
largo por los misioneros dado que rumoreaba que era un pueblo
protestante. Con todo, la población entera tomo parte, y
más de mil quedaron confirmados. Encarnación
ofreció un éxito semejante, y, aunque
Paraguarí parecía que no respondía del mismo
modo, acudieron tantos a las predicaciones que tuvieron que
hacerlo fuera del amplio templo, por ser éste
insuficiente. Todos, jesuitas y fieles, parecían tan
complacidos con este trabajo que se persuadieron era llegado el
tiempo para una permanente presencia de los jesuitas en el
Paraguay.

La primera nueva
comunidad

El 2 de enero de 1927, cinco jesuitas hicieron el viaje
en tren desde Buenos Aires y Llegaron a Asunción el 4 de
enero a las 21:00 hs. Ellos eran, el Superior P. Felipe
Lérida con dos sacerdotes, Eustaquio Zurbitú y
Antonio Crespí, y dos hermanos, Leonardo Jun y Justo
Farías. Fueron calurosamente recibidos por el
párroco de la Catedral, el futuro Obispo Aníbal
MENA porta, el rector del Colegio San José, P. Pucheau, el
salesiano P. Ernesto Pérez Acosta y algunos laicos
distinguidos. Pasaron la noche en el Colegio San José y,
al día siguiente, se hospedaron en lo que hoy es Mcal.
López N° 1201, propiedad de un antiguo alumno de
Buenos Aires. Visitaron al Obispo, Juan Sinforiano
Bogarín, que les hizo un caluroso recibimiento y les
facilitó el traslado de sus equipajes.

Seguidamente visitaron al Dr. José Patricio
Guggiari, futuro presidente de la República, quien les
facilitó una entrevista periodística, aparecida
después en los siguientes términos: "Un verdadero
acontecimiento histórico es la vuelta de los jesuitas al
Paraguay, después de 158 años de exilio. Como se
sabe, esa orden fundó en nuestro país una verdadera
República, que por su organización, por la
valía de sus dirigentes y por sus obras llamo la
atención de las más altas cabezas pensantes del
mundo, hasta que en 1768 fueron expulsados definitivamente por
mandato de los reyes de España".

Después de algunos días de sus ministerios
apostólicos, empezaron a buscar una morada más en
la línea de la pobreza apostólica. Y después
de un tiempo, encontraron sitio entre Colón e
Ygatimí, lugar que quedaría identificado para
siempre con los Jesuitas del Paraguay
contemporáneo.

Extensión al interior del
país

El 17 de agosto de 1932, el Obispo Agustín
Rodríguez, de Villarrica, escribió al Provincial de
Buenos Aires, pidiendo jesuitas españoles para la
población de San Ignacio (primera misión de la
Compañía en el Paraguay). Sus esperanzas estribaban
en las tribulaciones que sufrían los jesuitas en
España y la esperanza de que ellos podrían renovar
aquel famoso centro de misión. El P. Parola envió
su petición al P. Ledochówski, superior general,
quien dio una respuesta positiva. En consecuencia, el Obispo
confió a la Compañía la parroquias de San
Ignacio, Santa María, Santa Rosa y Santiago (todas
originalmente Reducciones), y, además, Laureles, Ayolas y
Yabebyry. El p. Joaquin Vericat fue nombrado párroco de
San Ignacio y de todo aquel vasto territorio misional.

El 1° de marzo de 1929, Paraguay fue dividido en
tres diócesis: Asunción, Concepción y
Villarrica, y en todo el departamento de Misiones no había
sino dos sacerdotes para los trece pueblos, ocho de los cuales
estaban a cargo de la Compañía. Por razones
apostólicas a los hombres destinados a las misiones les
urgía hacer un profundo y práctico estudio del
guaraní, pues era la lengua normal en aquellos
contornos.

2- El retorno a Paraguarí

2.1.- Primeros momentos

Los Jesuitas llegaron a Paraguarí el 16 de
diciembre del año 1952, varios padres pasaron por
Paraguarí en repetidas ocasiones, y después de
varias ideas y vueltas se establecieron en la casa de la familia
Marecos Ferreira. La misma poseía buenas comodidades para
albergar a varias personas, según el testimonio de
personas que han vivido en esa época.

Llegaron en tal ocasión los padres Félix
Gomes Rocafort, Antonio Guasch, Crespi, entre otros,
acompañados de los seminaristas Ramallo, Palmes, Marti,
Fisa, entre otros. Formaron una capilla en el mismo lugar. Al
poco tiempo de la llegada formaron una escuela de guaraní
que quedó a total cargo del P. Guasch. Esta tenía
la función de brindar la enseñanza del idioma a los
seminaristas. No pasó mucho tiempo para la apertura de la
Escuela Católica, la cual empezó a funcionar desde
el 2 de marzo de 1953, ésta siendo iniciativa del P.
Félix Gómez la cual en sus inicios funcionaba en
los salones del Paraguarí Club.

Paralelamente, el P. Guasch se dedicaba a enseñar
la doctrina de la Iglesia Católica formando primero
catequistas cuyo efecto fue rápido e hizo surgir efecto
por considerarlo oportuno, se diseminó así la
palabra de Dios por medio de los catequistas de la ciudad a las
compañías.

2.2. Principales
actividades

2.2.1. Obras Sociales

En Paraguarí hace años funcionaba un
taller de costura con 15 máquinas donde muchas mujeres se
ganaban honradamente. También se tiene durante el
año como queda dicho anteriormente clases de oficios para
muchachas y clases de costura y confección, de servicios
domésticos, etc., para niños, todo ello fruto de la
iniciativa y esfuerzo del P. Félix Gómez. El mismo
Padre organizó una cooperativa de consumo que
funcionó varios años para bien de los marginados,
pero por una u otra causa hubo fraudes por lo cual el Padre
juzgó mejor liquidarla.

2.2.2. La Escuela
Católica

La "Escuelas Graduadas Católicas Beato Roque
González de Santa Cruz" nació por el anhelo de
prodigar formación humana y por sobre todo cristiana a la
niñez paraguariense. Esa loable tarea fue iniciada por la
Compañía de Jesús, a través del Rvdo.
Padre Félix Gómez Rocafort S. J. (Pa"í
Gómez) ya fallecido. Las clases se iniciaron el día
2 de marzo de 1953, y se obtuvo el reconocimiento oficial del
Ministerio de Educación y Culto. Cabe señalar que
esta escuela no hubiese podido sobrevivir sin el tesón la
dedicación y la entrega del ilustre Padre Gómez
quien hasta sus últimas fuerzas seniles (considerando que
ya sobrepasaba los 80 años) dirigió con acierto a
la institución entregando a la ciudad y al país,
generaciones de niños/as, hoy hombres útiles a la
sociedad, con una sólida formación espiritual,
moral y académica, pero como la salud del mismo estaba muy
deteriorada, hubo que reemplazarlo.

En el año 1986 tomó la Dirección de
la Escuela el Rvdo. Padre Ramón Satre, S. J. (fundador del
Colegio Técnico Javier de Asunción).

En el año 1996 asumió la Dirección
el Rvdo. Padres José Valpuesta Güeto, quien
trabajó en la institución hasta el año
2001.

El Rvdo. Padre Felipe Velilla, S. J. brindó su
riqueza espiritual y su calidez humana a la institución
por un periodo de seis meses, supliendo al P. Valpuesta durante
el tiempo que éste estuvo en el Brasil.

En el año 2001, la Compañía de
Jesús, trasladó al P. José Valpuesta y en su
reemplazo asumió el Rvdo. Padre Manuel Casares
Vílchez, S. J. quien ha potenciado mucho la pastoral y la
vida comunitaria cristiana en la institución.

En el año 2003, año del Cincuentenario de
la Escuela, asume la Dirección el Rvdo. Padre Alberto
Cristóbal Luna Pastore, S.J. Durante ese año se
trabajó en la implementación de Proyectos como WEB
ESCUELA que brindará servicios de Informática
Educativa e Internet a la Comunidad Educativa de la Escuela y el
Proyecto Construcción de aulas y baños para
Profesores/as y alumnos/as y el Proyecto de Reparación de
Techos.

2.2.3. Actualidad de la
Compañía de Jesús en
Paraguarí

En la actualidad Paraguarí cuenta con un
noviciado jesuita que se encuentra junto a la Escuela
Católica "San Roque González de Santa Cruz" en el
Barrio Pa"i Gómez. En el mismo se encuentra como encargado
el Padre Alberto Luna quien es maestro de los 7
novicios.

Las funciones de la Compañía de
Jesús desempeña en la actualidad dentro de la
sociedad paraguariense son las siguientes:

  • Está encargada de la Escuela Católica
    interviniendo en el manejo de la misma.

  • En el Colegio Pa"í Gómez que ha
    surgido en el año 2002, interviene dando
    formación religiosa.

  • El Instituto Profesional San Roque González
    de Santa Cruz, también reciben apoyo de parte de la
    Compañía.

También brinda apoyo constante a la Parroquia de
Paraguarí.

Conclusión

Los Jesuitas y Paraguarí han estado fuertemente
vinculados a través de los tiempos, primero, desde la
época de la colonización, por un periodo de 125
años. Este periodo, con el establecimiento ganadero que
los padres jesuitas tenían en el centro de este valle,
desde el año 1642, ha dejado una base histórica muy
fuerte. El mismo en aquel entonces, servía para sustentar
el Colegio de los Jesuitas en Asunción. Se hallaba situado
en la zona conocida como "Paraje de Mbatovi" o valle de
"Yarigua"a" a unos 60 km de Asunción; estos nombre
pertenecientes a lo que hoy es Paraguarí, se pueden ver en
mapas jesuíticos del año 1728.

En los mismos mapas de 1744 ya podemos reconocer el
nombre de Paraguarí en la zona de la estancia.
Según los datos hallados los límites del
Establecimiento en el norte empiezan en el Cerro Mbatoví y
prosiguen hasta la estancia de los Yaguarones más
allá de Ybembire y así son más de cuatro
leguas de frente, las que adquirió en la cordillera, el
fondo de ellas es muy cerca de dos leguas hacia el oriente, que
no se midió sino al tanteo…"

Esto fue hasta el año 1767, año en el que
fue dada la orden de expulsión de los Jesuitas por Carlos
lll, Rey de España.

Luego, después de una larga ausencia forzosa,
retornan los Jesuitas al lugar que un día fue un hogar,
esta vez en otras circunstancias, ya que todas sus pertenencias
fueron expropiadas, esto se da en el año 1952.

Apartir de este momento los Jesuitas retoman el camino
de la historia que los une a Paraguarí. Lo hacen teniendo
como encargados a los padres Guasch y Gómez entre otros.
Emprendieron varias actividades y entre las más destacadas
podemos nombrar la apertura de la Escuela Católica y la
Escuela de Guaraní, la primera dirigido por el Padre
Gómez y la segunda que quedo a cargo del Padre
Guasch.

La evangelización de los jóvenes de la
zona no ha sido una actividad menos importante ya que
según testigos vivientes, han sido muy bien recibidos por
los pobladores.

Hoy en día, podemos ver la importancia que tienen
todo lo emprendido por los jesuitas tanto en la primera como en
la segunda venida, y esta ultima que continua el curso de la
historia y que va sembrando y cosechando a su paso la fe
comprometida con dios y con las necesidades de la gente…y
prosiguen este andar con el lema de: "La defensa de la fe y la
promoción de la justicia".

Anexo

La ciudad de Paraguarí tiene una rica historia.
Tratamos de revivirla a través de este trabajo, por lo
menos en una minúscula parte, para lo cual hemos recurrido
a la ayuda de valerosas personas que habitan esta ciudad y han
podido ser nexo entre un pasado que vive en sus memorias y el
presente en el cual nos dignamos a plasmar en papeles hechos que
con su trascendencia han marcado un hito importante en el
transcurso del tiempo.

Entrevistas

El señor Agustín Ayala nos
respondió nuestras preguntas de la siguiente
manera:

  • 1. Según su conocimiento,
    cuál fue el motivo de expulsión de los
    jesuitas?

Fue a causa de un problema, una desinteligencia entre
los jesuitas y el Rey de España. Ocupaban demasiada
tierra, y no rendían cuenta por ello.

  • 2. Al regreso: a) Cómo empezaron
    a establecerse y dónde?

Fue en 1953 en la casa de Doña Francisca de
Marecos, formaron un noviciado, con estudiantes españoles.
Los encargados eran el padre Gómez, Padre Antonio Guasch y
el Padre Crespi, y los novicios Ramallo, Plames, Martí,
FISA. Formaron una capilla en el mismo lugar.

b) Qué actividades
desempeñaron?

Formaron una escuela de Guaraní en la misma casa,
siendo profesor el padre A Guasch. Formaron la Escuela
Católica. Tambien la formación católica de
la juventud paraguariense.

  • 3. Qué fue a su criterio lo
    más importante que emprendieron?

La formación de la Escuela Católica en el
año 1954, que funcionó en el actual Club social
Paraguarí con profesoras Ad Honores, debiendo los alumnos
llevar sus comodidades, como sillas y mesas. Funcionó
allí por aproximadamente 2 años.

  • 4. Otras cosas que puede
    comentar

Han realizado un trabajo importante en cuanto a la
formación de los jóvenes, también han pulido
la cultura, en general puedo decir que fueron muy bien recibidos
por la sociedad paraguariense.

…Por su parte el señor Honorino Ayala nos
aporto los siguientes datos, respondiendo las mismas
preguntas:

  • 1. Según su conocimiento,
    cuál fue el motivo de expulsión de los
    jesuitas?

Fue por orden de Carlos III. Hubo un conflicto de
poderes políticos en el Vaticano por la hegemonía
de los Jesuitas tenían en su manejo en los países
en que trabajaban, surgiendo así roces de mando entre la
cúpula de los mandos europeos de la iglesia
católica.

  • 2. Al regreso: a) Cómo empezaron
    a establecerse y dónde?

Fue en el año 1953 cuando llegaron a
Paraguarí encabezados por el Padre Félix
Gómez Rocafort, acompañándolo los padres
Pérez y Antonio Guasch y varios seminaristas, Ramallo,
Palmes, Martí, Blanc, Molinas, Fisa, Fuster y
Sastre.

Paraguarí fue el centro de las actividades
jesuíticas, en primer termino se ubicaron en la casa que
fue cedida por doña Francisca de Marecos, con buenas
comodidades para albergar a varios seminaristas, quienes
seguían cursos de Teología, Filosofía con el
Padre Gómez; Guasch paralelamente se dedicaba a
enseñar la doctrina de la iglesia católica formando
primero catequistas cuyo efecto fue rápido por
considerarlo oportuno, se disemino así la palabra de Dios
por medio de los catequistas de la ciudad a las
compañías, también la formación de la
escuela católica apoyada por el club el cual gentilmente
ha cedido sus salones para la enseñanza escolar del
1°, 2° y 3° grados. Como profesores estaban el Prof.
Ortiz, la Prof. Gladys Mongelos, y luego se tuvo la valiosa
colaboración de dos grandes empresarios; "Villa Longa
Hnos.", quien adquirió lo que actualmente es el local de
la Escuela.

Otra de las actividades realizadas fue la
formación de la Escuela de Guaraní, con el
Etnólogo P. Antonio Guasch, profundo investigador de la
lengua guaraní quien además escribió un
diccionario en tal idioma.

Este diccionario se ha formado con la ayuda de los
catequistas y niños colaboradores haciéndoles
preguntas sobre las pronunciaciones y así también
sobre la interpretación para dar más énfasis
e importancia a su libro. Entre esos niños colaboradores
podemos nombrar a los siguientes: Beby Escobar, Miguel
Gómez, Tito Martínez, Honorino Ayala, Clara
Barchello, Cynthia Benegas, Silvia Palacios, Agustín
Ayala, entre otros.

  • 3. Otras cosas que puede
    comentar

En cuanto a la expulsión puedo seguirles
comentando que fue a raíz del litigio del monarca
español con la cúpula de la Iglesia Vaticana y a
consecuencia del mismo decidió expulsar a todos los
Jesuitas de la Monarquía Española encabezado por
Carlos III en fecha 27 de febrero de 1767.

Diez años de la fundación de la ciudad de
Paraguarí, quedaban todos los intereses de los Jesuitas,
tanto ganadero como edilicio a cargo del Gobernador quien luego
ha cedido su custodia ala Iglesia Franciscana.

Entrevista a los Jesuitas

1- En que fecha llegaron los Jesuitas a Paraguarí
(2da. Vez)?

Durante el año 1952, varios Padres pasaron por
Paraguarí, viendo la posibilidad de abrir una casa de
jesuitas. Después de muchas idas y vueltas, se inaugura la
casa el 16/12/1952.

2- Dónde se establecieron?

En principio se establecieron en una casa alquilada por
una familia, la Familia Mareco; el señor Miguel Mareco y
su esposa, Francisca Ferreira.

3- Cuáles fueron los principales actividades que
realizaron?

El objetivo de la casa de Paraguarí fue tener un
lugar donde los jóvenes seminaristas jesuitas
españoles que venían al Paraguay pudieran aprender
el Guaraní. De ahí que era una casa de estudios.
Además, los padres ya mayores atendían
pastoralmente algunas ciudades del país.

4- En qué lugar se formó la Escuela de
Guaraní y desde cuando comenzó a
funcionar?

En esta misma casa alquilada funcionó la "Escuela
de Guaraní", siendo profesor el Padre Antonio Guasch y
Superior el Padre Félix Gómez.

Después, el 2 de marzo de 1953 el P. Gómez
empieza, lo que en la época se llamaba Escuela
Católica Beato Roque González de Santa Cruz,
iniciando las clases en el Paraguarí Club. Para el
año 1954 – 1955 se establecieron en el actual sitio,
sobre la ahora calle Avda. Pa"í Gómez.

5- Y en la actualidad ¿Qué nos puede
comentar?

– Principales actividades

Es la Escuela Católica, ahora "San Roque
González", la principal obra de los jesuitas.
También desde el año 1976 se establece el
noviciado, casa de formación de seminaristas.

– Cuantos novicios hay aquí?

Este año han ingresado al noviciado 4 y egresaron
5, con lo que el número de novicios es de 7.

– Quién es el encargado o el que dirige
aquí en Paraguarí?

El P. Alberto Luna Pastore es el actual superior de la
Casa y maestro de Novicios. Es también el responsable de
la Escuela Católica

Bibliografía

  • Luis Parola, S.J. Historia contemporánea de
    la Compañía de Jesús en el Paraguay.
    Ediciones Loyola: Asunción 1973.- 607 p.- p N°
    497.

  • Margarita Duran Estragó. La estancia
    Jesuítica de Paraguarí. Fundación
    Paracuaria. Missionsprokur S.J.- Nürnberg –
    Biblioteca de Estudios paraguayos. Vol. 54 –
    Universidad Católica Asunción 1996.- 110 p.- p
    N° 12/28.

  • Apuntes del Pre-noviciado Jesuita de
    Paraguarí.

  • Entre amigos. Revista de la Compañía
    de Jesús, y la Familia Ignaciana del Paraguay N°
    16.- Año 7 – Abril 2003.- 19 p – p N°
    8/9

 

 

Autor:

Diosnel Cardozo

 

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