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Génesis de Grafismos



  1. Introducción
  2. Organización del trabajo
    investigativo
  3. Descripción de las firmas
    analizadas
  4. Análisis de las escrituras
    espontáneas (individuo nº 3)
  5. Influencias en el desarrollo de la
    génesis escritural de una persona
  6. Conclusión
  7. Bibliografía

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo de investigación, tiene por
finalidad, el análisis de grafías realizadas por
personas en diferentes etapas de su vida, a fin de identificar su
gesto gráfico.

En los últimos años se han presentado
casos de pericias documentológicas basadas en cotejar
firmas actuales con antiguas, esto ha jugado un papel importante
en la elección del tema.

Para llevar a cabo dicho análisis, se
desarrolló una labor investigativa de campo, ya que dicho
aspecto en el exámen de las escrituras es poco conocido
por parte de los profesionales Documentólogos, pues supone
conocimientos de carácter psicológico que escapan
del área de su saber. Esto no quiere decir que no puedan
emitir juicios de valor con respecto a los aspectos mencionados
entre las escrituras de una persona a través de los
años, pues su labor se basa en el exámen
estructural de las escrituras, y su aspecto
morfológico.

Para el desarrollo de la labor, se recolectaron firmas
pertenecientes a personas sanas través del tiempo,
así como también se tomaron cuerpos de escritura,
con el fin de examinar las semejanzas existentes en las
respectivas firmas. Realizándose lo respectivo con las
escrituras espontáneas de una persona sana.

El presente trabajo tiene por finalidad, aportar un
método de investigación en casos en los cuales se
planteen interrogantes de esta naturaleza. Pues este representa
un campo poco o nulamente estudiado por la
Documentología.

DESARROLLO

ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO
INVESTIGATIVO:

El mismo consiste en la aplicación de un
método práctico para el análisis de las
grafías a través de los años: En primer
lugar se analizarán las firmas de personas en diferentes
etapas de sus vidas; y en segundo lugar se hará lo
respectivo con escritos espontáneos de una
persona.

NOTA: Se expondrán los escaneos de cada individuo
analizado en la presente (debido a la confidencialidad de los
mismos y por tratarse de documentos privados) aclarando que cada
uno de ellos están realizados con: escala 100%,
resolución 200 ppi y millones de colores (24
bits).

Se tendrá en cuenta el siguiente principio: "La
igualdad absoluta total no existe, ni siquiera en escritos de la
misma mano".[1] De este principio se desprende el
hecho de que es natural encontrar variaciones en escrituras de la
misma mano.

1.
DESCRIPCIÓN DE LAS FIRMÁS
ANALIZADAS

A continuación se procede a la descripción
y comparación de las firmas aportadas al trabajo
investigativo, con la finalidad de describir su génesis;
entendiendo por tal: La evolución o involución a
través del tiempo de la grafía de una
persona.

Al referirnos al análisis de las firmas
estudiadas, se tendrá presente la ubicación del
porte gráfico, porque, como es conocido, este consiste en:
Un conjunto de momentos constantes y repetitivos,
personalísimos y únicos de la escritura de cada
persona.

Los gestos típicos son los movimientos de la
escritura que se repiten constantemente durante la totalidad del
texto. Este gesto puede compararse a los tics nerviosos de una
persona. Es un rasgo, una actitud que se repite constantemente y
que lo llega a identificar. Es lo que le da al trazo una forma
particular, tanto que no podría reproducirla ninguna otra
persona. Por ello se lo llama la marca de la
personalidad.

Puesto que la presente investigación trata sobre
la génesis que presentan las escrituras de personas sanas
y citando al gran autor de esta disciplina, el señor
Félix Del Val Latierro el cual menciona: "El hombre no es
igual a si mismo en ningún momento. El complejo
psicosomático está, hablando gráficamente,
en plena efervescencia, consecuencia: la escritura tampoco es
igual a sí misma en cada
momento"[2]

La estampación de la firma reviste más
espontaneidad que el resto del escrito, por ello el subconsciente
tiene mayor influencia; así como sus hábitos:
posición, dirección; que revisten una gran
fijeza.

Tomando como punto de referencia estas afirmaciones, se
analizarán cada uno de los casos. Para ello se
realizó una búsqueda de firmas a través de
los años, así como la toma de cuerpos de escritura
(VER ANEXO); se seleccionaron las firmas más
representativas de cada uno y se procede a la
individualización del gesto gráfico en los rasgos
que dichas firmas pueden presentar, señalándose
dichas circunstancias con flechas iluminadoras.

1. A. FIRMÁS INDIVIDUO Nº
1.

Se cotejan las firmas y el gesto gráfico se
resalta con flechas de color negro:

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REFERENCIAS:

A. Firma realizada a los 26 años de
edad.

B. Firma realizada a los 38 años de
edad.

C. Firmas realizadas a los 52 años de
edad.

D. Firma extraída de Cuerpo de escritura
realizada a los 63 años de edad. (VER ANEXO)

1. Movimiento convexo.

2. Sucesión de lazos superpuestos

3. Conformación y disposición de los
trazos que representan la letra R.

4. Movimiento cóncavo seguido de cambio de
dirección para conformar la rúbrica.

5. Rúbrica.

6. Cuenco seguido de ojal cuya conformación y
disposición representa las letras M y E.

Las transformaciones que se observan se consideran
normales. La firma mantiene una dirección levemente
ascendente. Se destaca que la firma identificada con la letra A
corresponde a una mujer soltera, que tuvo que modificar su firma
al casarse, dicho cambio se observa desde la firma indicada con
letra C en adelante. La dimensión es mayor a medida que
pasaron los años, la dirección es horizontal. No
obstante ello mantuvo el gesto gráfico que individualiza a
dicha persona. En todos los casos, se aprecia la
manifestación propia de la persona que esgrimió
dichas firmas en: los rasgos iniciales, sobre todo el movimiento
convexo que se ilumina, así como el cuenco seguido de ojal
que forma parte del núcleo de las firmas, así como
los rasgos finales de las mismas, además del movimiento
cóncavo seguido de cambio de dirección previa
formación de un pico cuya cúspide apunta hacia
abajo para conformar la rúbrica.

El presente trabajo, tiene por finalidad llegar a la
uniprocedencia de las estampas, individualizando el gesto
gráfico de cada individuo, teniendo siempre presente que
cada persona posee una única firma, diferente a todas las
demás, como afirma el Principio Nº 2 del
DECÁLOGO: "El alma es un complejo infinito, y así
como no hay dos almas iguales, tampoco existen dos grafismos
iguales."[3]

1.B. FIRMÁS INDIVIDUO Nº
2.

Se compararán aquí las firmas a
través de los años, resaltando el gesto
gráfico con flechas de color negro:

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REFERENCIAS:

  • A. Firma realizada a los 13 años de
    edad.

  • B. Firma realizada a los 25 años de
    edad.

  • C. Firma realizada a los 42 años de
    edad.

  • D. Firma realizada a los 54 años de
    edad.

  • E. Firma extraída del Cuerpo de
    Escritura realizada a los 64 años de edad (VER
    ANEXO).

1. Inicio y conformación de los trazos que
conforman las letras R e I.

2. Conformación del tiempo de ejecución
que representa los trazos que conforman las letras L, M y E, cuyo
final es en forma acerada o pausada.

3. Movimiento circular seguido de un movimiento
descendente para dar lugar a un lazo con luz pseudo triangular
que conforma de la letra Q.

4. Conformación de las letras U y E realizados
mediante un cuenco y un ojal con poca luz.

5. Rúbrica.

Las transformaciones que se observan se consideran
normales. La firma mantiene una dirección ascendente,
algunas letras exhiben descargas de tinta (G, R). El tiempo no ha
transcurrido en vano; ya que se evidencia una dimensión
mayor, aparecen algunos temblores. Los adornos se acentúan
a partir de la firma identificada con la letra B;
apreciándose la aparición de un ojal con luz pseudo
triangular así como una rúbrica a partir de la
firma identificada con la letra C. La palabra Gustavo fue
sustituida por la letra G.

Al analizar estas estampas, es clara la uniprocedencia
de las mismas, por supuesto que para la realización de
dicho exámen es necesario contar con un número
considerado de firmas, para seleccionar las más aptas para
la labor de confronte.

Es sumamente importante la coincidencia entre los rasgos
iniciales de las firmas, pues se tratan de movimientos, que si
bien no se manifiestan en forma igual, lo hacen en forma
implícita, pues constituyen variabilidades propias de cada
persona, lo que presta mayor importancia aún a las
semejanzas halladas.

2. ANALISIS DE
LAS ESCRITURAS ESPONTÁNEAS (INDIVIDUO Nº
3).

A continuación se analizarán las
escrituras de un individuo a través del tiempo, tratando
de identificar en ellas la manifestación propia de la
persona que esgrimió las mismas iluminándose las
más acusadas. Para el estudio de las grafías se
recepcionaron varios diferentes escritos; así como
también se tomo un cuerpo de escritura (VER ANEXO),
tomándose de cada una de ellas, una frase con mayor
número de palabras coincidentes, para facilitar la labor
de cotejo.

Como ilustración se aportarán a
continuación las frases estudiadas:

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REFERENCIAS:

  • A. Escrito realizado a los 8 años de
    edad.

  • B. Escrito realizado a los 10 años de
    edad.

  • C. Escrito realizado a los 13 años de
    edad

  • D. Escrito realizado a los 17 años de
    edad

  • E. Escrito realizado a los 20 años de
    edad.

  • F. Escrito realizado a los 23 años de
    edad.

  • G. Escrito extraído del Cuerpo de
    escritura realizado a los 27 años de edad (VER
    ANEXO).

Surge del cotejo entre las escrituras, la
individualización del gesto gráfico identificando
el mismo con flechas de color negro:

1. Inicio y conformación de los trazos que forman
la palabra QUE.

2. Disposición del trazo que representa la letra
Y.

3. Movimiento circular incompleto con un encierro en su
zona superior que representa la letra O.

4. Arco que representa la letra M.

5. Disposición del trazo que representa la letra
S.

6. Ojal con poco paso de luz que representa la letra E;
el cual en circunstancias se presenta en forma de
bucle.

La escritura del individuo analizado refleja en sus
primeros años una escritura desorganizada, en
período de formación; presenta falta de fluidez y
velocidad propia del que esta pendiente del signo gráfico
y del acto consciente. Posteriormente se nota una clara tendencia
a ajustarse a un modelo caligráfico, pero con defectos de
forma y proporcionalidad. A partir del escrito identificado con
la letra F el individuo escribe ya más deprisa,
presentando rasgos más acusados de su
personalidad.

El estudio de similitudes entre escrituras de una misma
mano a través de los años no es tarea fácil,
pues para poder llegar a una afirmación categórica
es necesario la realización de una exhaustiva
investigación.

La escritura, es la representación
simbólica de la expresión involuntaria e
inconsciente más íntima y verdadera de la
personalidad. Asimismo, permite captar la relación
existente entre el proceso grafogenético y la salud del
aparato psíquico.

A continuación se explica el desarrollo de la
génesis escritural de un individuo y la influencia que
posee el medio, y sobre todo la fisiología y la
psicología del mismo.

3. INFLUENCIAS EN
EL DESARROLLO DE LA GÉNESIS ESCRITURAL DE UNA
PERSONA.

3. A. ORIGEN DEL MOVIMIENTO
ESCRITURAL.

El proceso escritural es de gran complejidad, el cual se
dominará luego de un aprendizaje adecuado; es impuesto y
sus reglas deben ser asimiladas y recordadas. El niño
cuando garabatea por primera vez realiza un acto involuntario y
no sigue ninguna norma impuesta, sino que en su libertad provoca
una creación.

"La escritura es una conducta reflexiva, meditada,
pensada, no es posible escribir y conversar al mismo tiempo,
porque se debe razonar entender y ver lo que se escribe, porque
cada letra o cada palabra es el producto de un pensamiento, de un
acto inteligente, colocando en cada uno de los signos
gráficos correspondientes."[4]

Es un conjunto de normas preestablecidas que
necesariamente deberán ser conocidas y aceptadas. Al
escribir deberá imitarse un modelo determinado,
influirá en esta acción la habilidad para manejar
la lapicera o el bolígrafo.

El acto de escribir es un acto humano; por lo tanto
implica un pensamiento consciente e inconsciente en el sentido de
que en su contenido se va a reflejar la escritura de manera
simbólica.

Existe una indudable analogía entre el lenguaje,
el andar y la escritura, definiendo que todo gesto expresivo
tiene un origen psicoafectivo, basado en la conducta personal.
Esto significa que cada persona escribe con un tipo de letra
diferente debido a la influencia de su yo interior que se
manifiesta por medio de la escritura, pero está
influenciado por fuerzas psíquicas inconscientes que son
incontrolables de manera voluntaria.

3. B. MOVIMIENTO Y ACTIVIDAD
NEUROMUSCULAR.

El acto de escribir, garabatear o pintar, implica
actividad nerviosa y muscular. La mano se desliza sobre el papel
merced a los músculos del antebrazo, poniendo en juego la
articulación del codo y del hombro.

El hombre es activo y diligente; la dinámica y el
movimiento forman parte de su ser; externa o internamente ocurren
en él transformaciones. Por ello el gesto gráfico
se considera como el resultado de una diversidad de
pequeños gestos motrices (mímica) que son la
expresión final de los sentidos del autor.

La grafología descriptiva se nutre de la
proyección simbólica de la escritura como
imágenes provenientes del inconsciente que van dejando
sutiles señales (micro gestos).

La escritura es producto de los complejos anímico
y somático, por lo que cada escrito tiene una
fisonomía distinta al de cualquier otro. También en
el grafismo existe el gesto, lo mismo en el escrito
espontáneo, donde la personalidad se muestra tal cual
es.

3. C. TONO MUSCULAR.

El músculo es el órgano motor fundamental
que actúa como respuesta a las señales que llegan
del cerebro a manera de impulsos, esto se denomina tono
muscular.

El órgano que se utiliza habitualmente para
escribir es la mano, por lo tanto pone en funcionamiento una
serie de mecanismos nerviosos perfectamente estudiados. Cualquier
alteración producida en los centros nerviosos cerebrales o
en las vías de conducción, se verá
indefectiblemente reflejada en la escritura.

Se requiere mayor energía para impulsar el
desplazamiento de un cuerpo blando y relajado que el de uno tenso
y tonificado; los estados y cambios emocionales (tristeza,
alegría), las diversas formas de euforia, el agotamiento
físico y psíquico, y hasta las depresiones,
están en íntima relación con el tono
muscular.

Se sabe que la escritura sufre alteraciones en su
dimensión, dependiendo ello de quien la efectúa se
halle deprimido o eufórico; otro tanto ocurre con el tono
muscular, siendo estas emociones fuente de enriquecimiento
personal.

Cada perturbación actúa en forma directa
sobre un conjunto de tensiones que no solo inciden en el estado
corporal, sino en la conciencia e influirá
determinantemente en la onda gráfica.

"La influencia de los factores anímicos es tal
que la persona que escribe, va reflejando su verdadera
personalidad inconsciente por medio de las señales
graficas".[5]

Se reconoce la indudable analogía entre el
lenguaje, el andar y la escritura, definiendo que todo gesto
expresivo tiene un origen psicoafectivo.

3. D. ESCRITURAS NORMALES
(SANAS).

"La escritura es esencialmente simbólica,
mediante los signos gráficos podemos llegar a conocer los
sentimientos que se encuentran en las profundidades del alma
humana."[6]. La grafía de un individuo
representa sus funciones intelectuales, fisiológicas y
psicológicas.

Se considera el orden, armonía, velocidad,
dirección, presión y continuidad. La rapidez o
lentitud de los movimientos, su regularidad y proporción,
deben ser constantes en la ejecución de los trazos
gráficos. El equilibrio de un individuo evidencia buena
salud, lo cual puede manifestarse en la forma como la cual
dispone el espacio gráfico.

En el momento de escribir, la capacidad intelectual, los
sentimientos y el propio yo afloran y se expresan
simbólicamente. Toda persona adopta las particulares de su
carácter y se conducirá también de ese modo
con quienes le rodean.

El acto de escribir es un acto extraordinario complejo;
por ser un acto psíquico y reflejo de su autor: el alma.
Son tres los elementos principales que intervienen en el acto de
escribir: Alma, cuerpo y materia escriptoria.

En el estado normal, prescindiendo del tercer factor,
los otros factores no imprimen una fijeza absoluta.

3. E. DESARROLLO DE LA
PERSONALIDAD.

La evolución de la personalidad de un individuo,
deja marcas en la grafía del mismo, distinguiéndose
ciertas etapas:

De los 7 a los 8 años de edad, se observan signos
evidentes de disciplina y dificultad de la crisis
automotriz.

De los 9 a los 10 años de edad, la escritura se
torna más auténtica y espontánea.

De los 10 a los 13 años de edad, el grafismo se
va despersonalizando, anunciándose las perturbaciones
propias de la pubertad.

En la adolescencia, se producen desigualdades en la
disposición, el orden, la expansión y la
inclinación.

Entre los 20 y los 30 años de edad se exhibe
madurez psicológica y seguridad en sí
mismo.

Las fuentes básicas del desarrollo de la
personalidad son el ambiente y la herencia. Hay partes del
contenido de la personalidad que están más sujetos
que otros a la herencia o a la influencia del ambiente y el
aprendizaje.

Dentro de lo que definimos como medio ambiente
encontramos a: "La familia".

"El poder de la familia para moldear la personalidad es
sumamente fuerte en la mayor parte de las culturas con: color
familiar, aprendizaje en la familia, actividades de los padres,
imitación".[7]

Con esto se intenta demostrar, la importancia de la
influencia familiar en la personalidad escritural de una persona,
la cual comienza en sus primeros años escolares,
desenvolviéndose a lo largo de toda la vida.

Frecuentemente el profesional Documentólogo se
enfrentará ante casos de cotejo de firmas de personas de
20 años en adelante; pero no por ello se debe descartar
firmas anteriores a esa edad ya que en la búsqueda de
material indubitado se puede contar con este tipo de
firmas.

CONCLUSIÓN

A lo largo del trabajo se han analizado casos concretos,
individualizando el gesto gráfico que presentan las
grafías de personas a través de los años,
claro que este análisis, se podrá realizar cuando
las circunstancias así lo permitan, pues no todos los
individuos muestran tales condiciones en sus
grafías.

En caso de que se observe una variabilidad manifiesta en
los trazos, es conveniente analizar la mayor cantidad de escritos
indubitados posibles, para poder realizar un exhaustivo
exámen en las escrituras de la persona
afectada.

En el desarrollo de su profesión, el
Documentólogo, puede que tenga que enfrentarse a
problemáticas que se planteen en una situación de
este tipo, para lo cual se recomienda seguir los mismos pasos
aplicados a los casos expuestos en la presente labor. Atendiendo
siempre a los diferentes factores que también se
expusieron en la presente.

El método expuesto se trata básicamente de
los siguientes pasos: recolección de grafías a
través de los años, toma de cuerpos de escritura al
afectado, y análisis de las mismas tratando de
individualizar el gesto gráfico, así como la
evolución.

Dicho método permite determinar escrituras
procedentes de una persona a través de los años,
para así poder salvar inconvenientes que puedan plantear
estas situaciones.

BIBLIOGRAFÍA

  • 1. DEL VAL LATIERRO, Félix 81963)
    Grafocrítica. El Documento, la Escritura y su
    proyección Forense. Editorial Tecnos S.A.
    Madrid.

  • 2. FOGLIA, Pedro (1996) Signos de Enfermedad en
    la escritura. Editorial La Rocca. Buenos Aires.

  • 3. NADHIR (2004) Grafología. Primera
    Edición. Buenos Aires. Plaza Borrego. Editores
    S.A.

  • 4. RIVERA, Juan Pablo. La Familia y la
    personalidad. Para: FAMILIA Y DESARROLLO PERSONAL. Fecha de
    Consulta: 09/06/06

http://www.monografias.com/trabajos/fadeper/fadeper

[1] DEL VAL LATIERRO, Félix (1963)
Grafocrítica, El Documento, la escritura y su
proyección forense. Madrid (España) ED. Tecnos
S.A. Pág. 181.

[2] DEL VAL LATIERRO, FELEIX (1963)
Grafocrítica. El documento, la escritura y su
proyección forense. Madrid (España) ED. Techos
S.A. Pág. 65.

[3] DEL VAL LATIERRO, Félix (1963)
Grafocrítica. El Documento, la escritura y su
proyección forense. Madrid (España) ED. Tecnos
S.A. Pág. 10.

[4] FOGLIA, Pedro (1996) Signos de enfermedad
en la escritura. Ediciones La Rocca. Buenos Aires. Pág.
30.

[5] NADHIR (2004) Grafología. Primera
Edición. Buenos Aires. Plaza Dorrego Editores S.A.
Pág. 10.

[6] FOGLIA, Pedro (1996) Signos de enfermedad
en la escritura. Ediciones La Rocca. Buenos Aires. Pág.
53.

[7] RIVERA; Juan Pablo. La familia y la
personalidad. Para FAMILIA Y DESARROLLO PERSONAL. Fecha de
consulta: 05/06/06
http://www.momografias.com/trabajos/fadeper/fadeper.html

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