Inspiración de las Sagradas Escrituras

Hace casi un mes se celebró en Cajamarca, el mes
de la Biblia, y dentro de unos seis días celebraremos el
día de la reforma protestante. Durante la reforma de la
Iglesia, la doctrina de la sola Scriptrura o sólo la
Biblia como fuente suprema de fe y conducta, fue uno de los
fundamentos de todo el proceso reformador. Es necesario, pues,
que dediquemos una reflexión acerca de la naturaleza y
utilidad de la Biblia, para ayudarnos a comprender mejor los
fundamentos de nuestra fe y acción cristianas en esta
sociedad.

Por eso, en esta noche meditaremos en la doctrina de la
Inspiración Divina de las Sagradas' escrituras.

Base Confesional
de la Doctrina de la Inspiración de las
Escrituras

La confesión de Fe de Westminster
afirma:

Bajo el nombre de Santas Escrituras o Palabra de
Dios escrita, están contenidos todos los libros del
Antiguo y Nuevo Testamentos, todos los cuales fueron dados por
inspiración de Dios para que sean la regla de fe y de
vida.

El Catecismo Mayor, en la pregunta 3 ¿Qué
es la Palabra de Dios? responde que: Las Sagradas Escrituras
del Antiguo y Nuevo Testamento son la Palabra de Dios, y son, por
lo tanto, la única regla de fe y
obediencia.

La esencia de nuestra afirmación confesional es
que la Biblia es inspirada por Dios y que por lo tanto
constituye, para nosotros, la única regla o norma
de fe y obediencia.

En esta oportunidad expondré lo esencial de la
doctrina de la inspiración de las Sagradas
Escrituras.

Definición
de la doctrina

Por inspiración, en la teología, se
entiende a "la influencia sobrenatural ejercida por el
Espíritu Santo sobre los escritores sagrados, en virtud de
lo cual se les da carácter divino a sus escritos"
(Warfield 1 991, 1:78). Más específicamente, la
doctrina de la inspiración afirma que, las Sagradas
Escrituras son "el producto del hálito creativo de Dios.
En una palabra, lo que 2 Timoteo 3: 16 declara es que las
Escrituras son producto divino, sin ninguna indicación de
cómo operó Dios al producidas" (Warfield 1 991,
1:79).

Una definición más completa de la
inspiración de la Biblia es la de Charles Hodge quien, en
concordancia con la doctrina de la Iglesia, la definió de
la siguiente manera:

. . .la influencia sobrenatural del Espíritu
Santo en las mentes de ciertos hombres selectos, la cual los hizo
órganos de Dios para la infalible comunicación de
su mente y voluntad. Estos hombres fueron, en este sentido, los
órganos de Dios de modo que lo que ellos dijeron 10
.dijoDios (Hodge 1 871, 1:154).

A partir de esta definición, autores reformados
más recientes manifiestan que, al afirmar la
inspiración de la Biblia, es afirmar que la
inspiración es verbal, plenaria, y orgánica (White
1 994,23).

Por verbal se entiende que son inspiradas las
palabras que están escritas en la Biblia y no sólo
los conceptos o los temas de ella. Cuando se dice que la
inspiración es plenaria significa que toda la
Biblia es igualmente inspirada por Dios, es decir todo el canon
es producto de la inspiración de Dios. La
inspiración orgánica significa que
"aún cuando la Biblia representa y contiene exactamente el
propósito de Dios, los escritos bíblicos reflejan
la personalidad y el estilo de cada autor" (White 1 994, 23). El
hecho que la Palabra de Dios sea inspirada no significa que
Él haya anulado completamente los sentidos y la cultura de
los hombres mediante quienes la ha transmitido. Este hecho se
describe como Inspiración orgánica en la
teología. Puesto ?que esto es la Biblia llega a ser un
libro santo que es divino y humano a la vez. Como muy bien lo
explica Packer:

Desde un punto de vista, las Escrituras (es decir
"los escritos") son el fiel testimonio que dan los piadosos de
Dios a quien amaron y sirvieron. Pero, desde otro punto de vista
(mediante un ejercicio único del gobierno divino en su
composición), las Escrituras son el mismo testimonio y
enseñanza de Dios, en la forma humana. La iglesia llama a
estos escritos la Palabra de Dios porque tanto su autor como su
contenido son divinos (Packer 1 993,3).

Esto es, a veces, difícil de entender en un mundo
donde los misterios de Dios, o el sentido de lo divino es
cuestionado desde el punto de vista "científico," o mejor
dicho desde el punto de vista humanista (donde la verdad del
hombre es tomada como el único criterio de toda verdad).
Packer explica, nuevamente, muy bien el sentido del misterio de
lo divino y humano de la Biblia:

Lo que dice la Escritura, lo dice Dios; porque de
una manera que es comparable solamente al más profundo
misterio de la Encarnación, la Biblia es completamente
divina y completamente humana. Por lo cual, todo su variado
contenido (historias, profecías, poemas, cánticos,
sabiduría, sermones, estadísticas, cartas, y todo
lo demás) deben recibirse como de Dios, y todo lo que los
escritores bíblicos enseñan debe ser reverenciado
como la instrucción autoritativa de Dios. Los cristianos
deben estar agradecidos a Dios por el don de su Palabra Escrita,
y conscientes de basar su fe y su vida completa y exclusivamente
en ella. De otro modo nunca podremos honrar ni complacer a aquel
que nos llama a ello (Packer 1993, 5).

La Biblia
demuestra que es inspirada divinamente

Esta demostración se encuentra de la Biblia
expresada de la siguiente manera:

3.1. Toda la Biblia es inspirada por Dios

3.2. Algunas partes de la Biblia fueron escritas por
dictado directo de Dios 3.3. El NT afirma que la profecía
es de inspiración divina

3.4. El NT afirma que todo el AT fue inspirado por
Dios

3.5. Los apóstoles enseñan que los
escritores del AT y del NT fueron inspirados por Dios.

Vemos cada una de estas afirmaciones que demuestran la
inspiración de la Biblia:

3.1. Toda la Biblia es inspirada por
Dios

La misma Biblia afirma que las Sagradas Escrituras han
sido dadas por inspiración del Espíritu Santo. Esta
afirmación aparece claramente en 2 Timoteo 3: 16, que usa
la palabra ?e?pe?sts? (theopnuestos) para referirse a lo
que se ha traducido al castellano como
"inspiración".

? El término griego ?e?pe?sts? significa
"exhalada por Dios". Desde el Pentateuco la Biblia afirma que
Dios ha dictado su Palabra para luego ser escrita (TDNT 1 968, 6:
454):

Éxodo 34: "27 Y Jehová dijo a
Moisés: Escribe tú estas palabras; porque
conforme a estas palabras he hecho pacto contigo y con
Israel".

También se dice que Dios inscribió los
mandamientos sobre tabletas:

?Éxodo 24: "12Entonces Jehová dijo a
Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y
te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he
escrito para enseñarles".

Éxodo 31: "18Y dio a Moisés, cuando
acabó de hablar con él en el monte de Sinaí,
dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo
de Dios".

Éxodo 31: "16 Y las tablas eran obra de Dios,
y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las
tablas".

3.2. Algunas partes de la Biblia fueron escritas por
dictado directo de Dios

El Antiguo Testamento afirma también la obra de
Dios en los profetas, ellos escribían y hablaban la
Palabra de Dios, lo que ellos decían era una obra de la
inspiración divina:

Números 24: "1Cuando vio Balaam que
parecía bien a Jehová que él bendijese a
Israel, no fue, como la primera y segunda vez, en busca de
agüero, sino que puso su rostro hacia el desierto; 2y
alzando sus ojos, vio· a Israel alojado por sus tribus;
y el Espíritu de Dios vino sobre él.
3Entonces tomó su parábola, y dijo:Dijo Balaam hijo
de Beor, y dijo el varón de ojos abiertos; 4 Dijo el que
oyó los dichos de Dios, El que vio la visión
del Omnipotente; Caído, pero abiertos los
ojos".

El Nuevo Testamento también demuestra que la
Biblia es producto de la inspiración del Espíritu
Santo.

3.3 Afirma que la profecía es de
inspiración divina

El apóstol Pedro enseña que no sólo
existen testigos oculares que dan testimonio de la gloria de
Cristo, sino que existe el testimonio profético escrito
que ya anunciaba las obras de Cristo. El testimonio
profético por ser inspirado por el· Espíritu
Santo es fuente de luz, y a través de la Palabra de Dios
el Espíritu Santo ilumina al lector.

2 Pedro 1: "19 Tenemos también la palabra
profética más segura, a la cual hacéis bien
en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro,
hasta que el día esclarezca y el lucero de la
mañana salga en vuestros corazones; 20entendiendo primero
esto, que ninguna profecía de la Escritura c§ de
interpretación privada, 21porque nunca la profecía
fue traída por voluntad humana, sino que los santos
hombres de Dios hablaron sien.do inspirados por el
Espíritu Santo".

3.4 Todo el Antiguo Testamento es inspirado por
Dios

El apóstol Juan enseña que toda la Biblia
tiene autoridad definitiva sobre el creyente:

Juan 10: "34 Jesús les respondió:
¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses
sois? 35Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la
palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), 36
¿al que el Padre santificó y envió al mundo,
vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de
Dios soy? 37Si no hago las obras de mi Padre, no me
creáis. 38 Mas si las hago, aunque no me creáis a
mí, creed a las obras, para que conozcáis y
creáis que el Padre está en mí, y yo en el
Padre".

Aunque la cita de Jesús proviene del salmo 87: 6,
Él dice que es una afirmación de la Ley de Dios.
Con lo cual enseña que todo el Antiguo Testamento es el
producto de la inspiración de Dios, y que por lo tanto
tiene que cumplirse y no quebrantarse.

Esta afirmación de Jesús tiene dos
consecuencias: La primera es que todo lo que Dios ha prometido en
su palabra se va a cumplir. La segunda es que los hijos de Dios
tienen que obedecerla, y actuar en plena concordancia con
ella.

?No sólo testigos oculares que dan testimonio de
la gloria de Cristo, sino que existe el testimonio
profético escrito que ya anunciaba las obras de Cristo. El
testimonio profético, por ser inspirado por el
Espíritu Santo, es fuente de luz, y a través de la
Palabra de Dios el Espíritu de Dios ilumina al
lector.

Un ejemplo muy ilustrativo que demuestra que
Jesús creía firmemente en la inspiración
divina de las Escrituras .mediante el Espíritu Santo, se
encuentra en Marcos 12:35ss, donde citando el Salmo 100, y
dice:

"35 Enseñando Jesús en el templo,
decía: ¿Cómo dicen los escribas que el
Cristo es hijo de David? 36 Porque el mismo David dijo por el
Espíritu Santo:

Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga tus enemigos por
estrado de tus pies. 37David mismo le llama Señor;
¿cómo, pues, es su hijo? y gran multitud del pueblo
le oía de buena gana".

Es importante entender correctamente el término
inspiración en este contexto. La idea descrita por
inspiración no es que Dios soplando su aliento dentro del
Escritor. La idea es, más bien, que Dios exhala su
palabra, que la Palabra sale de su boca de Dios hacia afuera, y
que el escritor bíblico reproduce dicha palabra en forma
hablada o escrita.

3.5 Los escritores del Antiguo y Nuevo
testamentos fueron inspirados por Dios

No hay duda que los escritores del Nuevo Testamento
estaban conscientes que ellos no se consideraban suficientes en
sí mismos cuando escribían a la Iglesia lo que
debía sentir, pensar, hacer o afirmar. Ellos derivaban su
confianza en que habían sido hechos ministros del Nuevo
Pacto, tal como lo afirma el apóstol Pablo en sus
cartas.

2 Corintios 3: "4 Y tal confianza tenemos mediante
Cristo para con Dios; 5no que seamos competentes por nosotros
mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra
competencia proviene de Dios, 6el cual asimismo nos hizo
ministros competentes de un nuevo pacto, no de -la letra, sino
del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu
vivifica".

Esta afirmación tiene implicaciones para la
manera en que ellos' realizaban s,u ministerio, como
también para la Iglesia de Cristo. Según esto,
ellos realizabari.la labor de predicación llenos de
confianza que en la proclamación del Evangelio ellos
hablaban de parte del Espíritu Santo. Su
predicación era inspirada por el Espíritu Santo.
Por eso el apóstol Pedro dice:

1 Pedro 1: "10 Los profetas que profetizaron de la
gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente
indagaron acerca de esta salvación, 11 escudriñando
qué persona y qué tiempo indicaba el
Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual
anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias
que vendrían tras ellos. 12A éstos se les
reveló que no para sí mismos, sino para
nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por
los que os han predicado el evangelio por el Espíritu.
Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar
los ángeles".

Respecto a la Iglesia de Cristo, los apóstoles
estaban conscientes que tenían toda la autoridad para
enseñar y para dar mandamientos de parte de
Dios.

1 Corintios 2: "10Pero Dios nos las reveló
a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu
todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11 Porque
¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre,
sino el espíritu del hombre que está en él?
Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino
el Espíritu de Dios. 12Y nosotros no hemos recibido el
espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene
de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13 lo
cual también hablamos, no con palabras
enseñadas por sabiduría humana, sino con las que
enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a
lo espiritual. 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que
son del Espíritu de Dios, porque para él son
locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente. 15En cambio el espiritual juzga todas las cosas;
pero él no es ?juzgado de nadie. 16Porque
¿quién conoció la mente del Señor?
¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos
la mente de Cristo".

Gálatas 1: "6 Estoy maravillado de que tan
pronto os hayáis alejado del que os llamó por la
gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. 7No que
haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren
pervertir el evangelio de Cristo.8Mas si aun nosotros, o un
ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del
que os hemos anunciado, sea anatema. 9Como antes hemos dicho,
también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente
evangelio del que habéis recibido, sea
anatema".

1 Tesalonicenses 4: 1Por lo demás, hermanos;
os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de
la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene
conduciros y agradar a Dios, así abundéis
más y más. 2Porque ya sabéis qué
instrucciones os dimos por el Señor Jesús. .
.".

2 Tesalonicenses 3: 6Pero os ordenamos, hermanos, en
el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os
apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no
según la enseñanza que recibisteis de
nosotros. . . 10 Porque también cuando
estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si
alguno no quiere trabajar, tampoco coma. 11 Porque oímos
que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no
trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. 12A
los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor
Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan.
13Y vosotros, hermanos" no os canséis de hacer bien. 14Si
alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a
ése señaladlo, y no os juntéis con
él, para que se avergüence. 15Mas no lo
tengáis por enemigo, sino amonestadle como a
hermano".

Es más, los mandamientos dados por los escritores
del Nuevo Testamento tenían tal sello de su origen divino,
que ellos declaraban que la obediencia a dichos mandatos
constituía la señal de un creyente verdadero. Es
decir de ser un creyente espiritual, o guiado por el
Espíritu de Dios.

1 Corintios 14: 37 Si alguno se cree profeta, o
espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos
del Señor".

2 Tesalonicenses 3: "14Si alguno no obedece a lo que
decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y
no os juntéis con él, para que se avergüence.
15Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a
hermano".

De manera que cuando el que enseña o predica la
Palabra de Dios, si sus enseñanzas son fieles a la
Escritura, el predicador debe hacerla con toda la investidura de
la autoridad de Dios. Y los que escuchan la Palabra de Dios, o
son llamados a obedecer lo que Dios manda, con sumisión,
no por proceder de la boca del predicador sino por ser Palabra de
Dios, inspirada por el Espíritu Santo.

El deber del predicador es dejar que se escuche la
Palabra de Dios. El deber de los oyentes es escuchar atentamente
la Palabra de Dios. Y, el deber de ambos es someterse a la
Palabra de Dios, porque por ella nos habla Dios, nos ilumina su
Espíritu y nos da la sabiduría para vivir como
santos de Dios en esta sociedad.

En conclusión, la misma Biblia
demuestra que:

Toda la Biblia es inspirada por Dios.

Algunas partes de la Biblia fueron escritas por dictado
directo de Dios.

El NT afirma que la profecía es de
inspiración divina.

El NT afirma que todo el AT fue inspirado por
Dios.

Los apóstoles enseñan que los escritores
del AT y del NT fueron inspirados por Dios.

Por lo tanto, hermanos, puesto que las Sagradas
Escrituras son inspiradas por el Espíritu Santo de Dios:
Leamos la Biblia, obedezcámosla, prediquémosla en
todo lugar y en toda oportunidad. Amén.

Autor:

Alonzo Ramírez A.,

Ing. Agr., M.Th., Ph.D. EIC.

Sermón, Confratemidad de
pastores de Chota, Tacabamaba 25/10/07