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Instalación de la civilización, la cultura, la sociedad y la familia



Partes: 1, 2

  1. Descubrimiento de la caricia
  2. La
    cultura se halla dividida
  3. Homo
    Carus: El Hombre Que Ama. (Modelo
    Teórico)
  4. Caricias del afecto Storge
  5. La
    caricia del afecto Philia
  6. La
    caricia en la sociedad desacralizada
    contemporánea
  7. La
    instalación del hogar
  8. La
    ceremonia de iniciación
  9. El
    proceso del andrógino
  10. El
    tiempo simbólico
  11. Pensamiento analógico
  12. Una
    sola ciencia
  13. La
    "Ley sin retorno": la experiencia
  14. Conclusiones
  15. Ruta
    no tradicional del análisis histórico
    filosófico
  16. El
    pueblo hebreo: la Torah

Una pregunta inquietante, que no es de
fácil ocurrencia, se refiere al fenómeno de la
cultura, ¿cuándo nace? ¿Cómo se
origina? ¿Cómo se desarrolla?

Cada hombre nace inserto en una cultura,
que es la manifestación organizada y social del afecto
philia.

En toda cultura se observan ritos mediante
los cuales el niño, desde su más tierna infancia,
es llevado a pertenecer a esa forma cultural. Estos ritos los
identificamos como: Rito de Incorporación, Rito de
Transito, Rito de Iniciación

El ser humano se distingue de los animales
por la capacidad de hacer símbolos. Estos símbolos
tienen tres (3) vías de manifestación:
filosofía, arte y religión. La cultura es el
resultado de estas formas y estudiaremos cómo y
porqué se estructuran.

El ser humano por milenios ha vivido en un
Universo Simbólico y no ha reparado en ello. Darnos cuenta
del fenómeno cultural es tomar consciencia del hecho del
mundo simbólico y de su propulsor energético
CATEXIS. También ha permanecido oculto a la conciencia de
la humanidad el elemento aglutinador, universal, general: el
Afecto "lei motiv" del fenómeno cultural.

La cultura es la manifestación de
las capacidades psíquicas, emocionales, mentales,
sentimentales que se expresan a través de actos concretos
(afectos) y son modificados en cada tiempo y lugar por las
personas que participan del acontecimiento. Afectan al proceso el
sistema ecológico en que se encuentra la comunidad; su
clima, su ubicación geográfica; su desarrollo
económico y su estructura laboral; la forma de
cuestionarse el mundo en que vive -su sistema filosófico-;
las expresiones artísticas que ha desarrollado y
finalmente las formas religiosas que le sirven de referencias a
las grandes interrogantes para las cuales no encuentra
explicaciones lógicas y mucho menos objetivas.

El concepto universal de "caricias" como
medida de todo intercambio socio – político –
científico – religioso – económico y migratorio,
permite manejar un concepto que universaliza la experiencia
vivencial de los pueblos, más allá de sus
particularidades.El fenómeno cultural se inicia al poder
el hombre construir la primera herramienta -probablemente el
garrote a partir de una rama de árbol- mediante la cual
extiende su mano y logra defenderse y atacar a los animales que
le sirven de compañía. Ha dejado de depender de sus
capacidades físicas, personales para "darse cuenta" (en
forma rudimentaria todavía) que podía usar un
instrumento.

Deberían pasar milenios para que
tomáramos consciencia que este acto primigenio de
simbolizar iba a llevar al hombre a un reino exclusivo conocido
como el reino Súper Orgánico. Este acto de defensa
y ataque constituía más que sobrevivencia, el
ingreso al mundo del símbolo, y lo llevó a tomar
consciencia de su pareja con la que se unía para formar un
nuevo núcleo familiar. Esta responsabilidad está
claramente determinada en el Antiguo Testamento: "Génesis
(21) E hizo el Eterno Dios caer un sueño profundo sobre el
hombre y (éste) se durmió; y tomó una de sus
costillas y cerró (con carne) el lugar de ella. (22) E
hizo el Eterno Dios (de la) costilla que había tomado del
hombre, una mujer y la trajo al hombre. (23) Y dijo el hombre:
Esta vez es hueso de mis huesos y carne de mi carne; a
ésta se llamará mujer, porque de hombre fue tomada
ésta. (24) Por tanto, dejará el hombre a su padre y
a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola
carne. (25) Y estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y no
se avergonzaban".

Se puede apreciar en valor del
símbolo, en la persona, la pareja humana y la
formación de la familia. El sentimiento se expresa en
actos (la creación es el acto supremo que indica el
sentimiento de Dios por el hombre) El hombre es polvo, barro. Es
débil contextura. La mujer es de hueso, lo que la hace
más resistente y fuerte que el hombre. Sin embargo son una
"sola carne", lo que habla de la unicidad de la familia. Este
núcleo es la base de la sociedad humana. Este relato que
señala la Torah, está escrito en un lenguaje
simbólico, alegórico, emblemático, a tal
punto que se ha necesitado que cientos de sabios rabinos
escribieran el Talmud para desentrañar sus mensajes,
enseñazas y llevar al hombre a una vida virtuosa,
consistente entre lo que dice, siente y hace, cada
cual.

Los aportes de la cultura hebrea a la
civilización son muchos, incluso las tres religiones que
se disputan el mundo de los creyentes: cristianismo, islamismo y
marxismo, son sus descendientes. La presencia del símbolo
y de su motor ejecutor "catexis" tiene primordial importancia en
la formación cultural del hombre, en su evolución
psíco afectiva y en el logro del desarrollo de las
ciencias. No obstante ello, la concepción humanista
tradicional a permanecido de espalda al símbolo y a las
relaciones afectivas, como elementos de su fundamento.

Cada nivel de desarrollo de la humanidad,
comprendía estadios superiores de simbolización. En
sus comienzos observamos que las tres manifestaciones que
comprenden una cultura, se encuentran inextricablemente unidas y
es difícil poder separarlas: las preguntas reciben una
respuesta religioso-artístico; los miedos se convierten en
personajes míticos; los ciclos naturales, en su
religión. En todas estas manifestaciones la recompensa es
una forma rudimentaria de caricias, que fueron creando "el nicho
simbólico" en la psiquis humana. El circuito: conocimiento
– símbolo – caricia se había iniciado.

Conocimiento + Símbolo + Caricia =
Desarrollo Humano

La acción de tomar una rama, o una
piedra, como un herramental primario inicia el proceso de
desarrollo hacia el humanismo. La diferenciación con el
reino animal es lenta. Se ha responsabilizado de tal
acontecimiento a la capacidad de pensar y por sobre todo a la
inteligencia, sin embargo, muchas de las características
que creíamos propias de los hombres, en menor o mayor
grado, son compartidas por los otros animales. Solamente el
símbolo es la particularidad que nos distingue y la prueba
de ello es que sólo el hombre construye iglesias, hace
obras de arte y se cuestiona el mundo para generar un cambio que
no tiene modelos en la naturaleza.

El proceso cultural se ha desarrollado en
el mundo inconsciente del hombre. Apoyados en fragmentos de la
verdad ha logrado crear un mundo que le ha llevado -finalmente-
ha encontrar la llave que abre la "caja de Pandora".

La concepción
simbólico-afectivo permite comprender cómo sin
saber lo que se estaba haciendo, se hacía.

Instintivamente el hombre se refugia en la
caverna. Los miedos de la noche le hacen refugiarse y "robar el
Fuego Sagrado" para llevarlo al interior de la cueva. Ha nacido
el hogar. La palabra viene de hoguera, fogata. Con el fuego en el
interior cocina los primeros alimentos, se protege del
frío y genera la semilla de la simiente de la humanidad.
Este es el acto simbólico primigenio que brindó las
caricias fundamentales. Ese primer fuego iba a disparar el
fenómeno psíquico de la imaginería (imago,
fuego): la imaginación creadora tenía el
habitáculo que le permitiría existir y llevar al
hombre al máximo de sus capacidades. El proceso de
alcanzar estadios cada vez más complejos de
simbolización, es aún inconsciente. Surgiría
la voluntad de realizar el acto (robar el fuego al bosque) y la
psiquis (la capacidad de crear imágenes, de pensar y de
soñar) Se desarrollan entonces las tres condiciones
independientes de la respuesta humana: Psiquis, Voluntad e
Imaginación.

El acto de creación fue involuntario
e inconsciente, probablemente se debió a las
circunstancias de la organización biológica que
creó las condiciones para que se produjera el
fenómeno del psiquismo. Su origen realmente no interesa,
interesa su producto: la cultura.

La caverna es un mito primordial. Evoca el
útero materno. Es la generatriz de la semilla destinada a
una prolongada evolución y desarrollo, que al
multiplicarse generará la cultura en sus diversas
manifestaciones.

Descubrimiento de
la caricia

La observación que señala a
la caricia como el elemento fundamental en la vida humana, se
debe a que cumple con los requisitos de ser universal,
general.

Tomaremos este tema a través de una
cita de Cassirer.

LA FILOSOFIA DE LAS FORMAS SIMBOLICAS…
parte del supuesto de que, si existe alguna definición de
la naturaleza o esencia del hombre, debe ser entendida como una
definición "funcional" y no sustancial. No podemos definir
al hombre mediante ningún principio inherente que
constituye su esencia metafísica, ni tampoco por ninguna
facultad a instinto congénito, que se le pudiera atribuir
por la observación empírica. La
característica sobresaliente y distintiva del hombre no es
una naturaleza metafísica a física sino su OBRA. Es
esta obra, el sistema de las actividades humanas, lo que define y
determina él circulo de humanidad. El lenguaje, el mito,
la religión, el arte, la ciencia y la historia son otros
tantos "constituyentes", los diversos sectores de este circulo.
Una filosofía del hombre seria, por lo tanto, una
filosofía que nos proporcionará la visión de
la estructura fundamental de cada una de esas actividades humanas
y que, al mismo tiempo, nos permitiera entenderlas como un todo
orgánico. El lenguaje, el arte, el mito y la
religión no son creaciones aisladas a fortuitas, se hallan
entrelazadas por un vínculo común; no se trata de
un vínculo sustancial, como el concebido y descrito por el
pensamiento escolástico, sino, más bien, de un
"vínculo funcional". Tenemos que buscar la función
básica del lenguaje del mito, del arte y de la
religión, mucho más allá de sus innumerables
formas y manifestaciones y, en último análisis,
trataremos de reducirlos a un origen común"

En ANTROPOLOG1A FILOSOFICA,
Introducción a una filosofía de la
cultura.

Ernest Cassirer. F.C.E. 1945. Pág.
107-108.

El ser humano ha buscado incesantemente una
explicación. de sí mismo, a través de las
leyes objetivas de la física v de la experiencia de
laboratorio. Cassirer nos abre una gran puerta, una gran
posibilidad, cuando dice que es lo que tenemos que buscar y el
mecanismo de búsqueda: el hombre y su obra.

El hombre y lo que ha hecho. El hombre y lo
que está realizando y haciendo. No lo que lo constituye.
Cada vez que buscamos lo que lo constituye, si buscamos en su
piel, en su organismo, en su sistema social y ecológico
nos vamos a salir del humanismo y vamos a caer en las ciencias
físicas, en la metafísica. La metafísica no
ha avanzado, no ha podido avanzar, y no lo hará dado que
no se dedica al ser humano en su obra y su
acción.

El modelo Homo Carus, enfatiza en el
problema de la conducta porque a través de la conducta es
como nosotros hacemos, somos.

Cassirer nos va a plantear que la cultura
se halla dividida, y miremos con atención esta otra
cita.

La cultura se
halla dividida

Sin duda que la cultura se halla dividida
en actividades que siguen líneas diferentes y persiguen
fines diferentes. Si nos limitamos a contemplar sus resultados
-las creaciones del mito, los ritos a credos religiosos, las
obras de arte, las teorías científicas- parece
imposible reducirlos a un denominador común. Pero la
síntesis filosófica significa algo diferente. No
buscamos una unidad de efectos sino una unidad de acción,
no una unidad de productos, sino una unidad del "proceso
creador". Si el término humanidad tiene alguna
significación quiere decir que, a pesar de todas las
diferencias y oposiciones que existen entre sus varías
formas, cooperan en un fin común. Habrá que
encontrar, a la larga, un rasgo sobresaliente, un carácter
universal en el cual concurran y se armonicen todas. Si acertamos
a determinar este carácter, podremos juntar los rayos
divergentes y hacerlos converger en un foco común del
pensamiento. Como hemos señalado, semejante
organización de los hechos de la cultura se está
llevando ya a cabo en las ciencias particulares: en la
lingüística, en el estudio comparado del mito y de la
religión, en la historia del arte. Todas estas ciencias
van en busca de ciertos principios, de categorías
definidas en cuya virtud poder ordenar en un sistema los
fenómenos de la religión, del arte y del lenguaje.
Si no fuera por esta síntesis previa llevada a cabo por
las ciencias particulares, la filosofía no contaría
con punto de partida alguno. Pero, por otra parte, la
filosofía no puede detenerse aquí. Procurará
realizar una concentración y centralización
mayores. En medio de la multiplicidad y de la variedad sin
limites de las imágenes míticas, de los dogmas
religiosos, de las formas lingüísticas, de las obras
de arte, el pensamiento filosófico nos revela la unidad de
una función general en cuya virtud todas estas creaciones
se mantienen vinculadas. El mito, la religión, el arte, el
lenguaje y hasta la ciencia, se consideran ahora como otras
tantas variaciones de un mismo tema y la tarea de la
filosofía consisten en hacérnoslo
comprensible

En: ANTROPOLOG1A FILOSOFICA.
Introducción a una filosofía de la
cultura

Ernest Cassirer. F.C.E. 1945. Págs.
111-112.

Homo Carus: El
Hombre Que Ama. (Modelo Teórico)

El modelo Homo Carus es absolutamente
teorético, apriorístico, no posee antecedente.
Vamos a encontrar en éste, un denominador común,
una unidad de acción común a todos los elementos
culturales, una unidad que permite el proceso creador y que a la
misma vez sea el fin común de la humanidad. El AFECTO
tiene este carácter universal, armoniza la actividad
humana y es foco común del pensamiento.

El afecto es un principio ordenador,
definido, centralizador, unitario, general, sintético,
central y funcional. Es decir, reúne los requisitos
necesarios para trabajar en el campo del humanismo. Los modelos
de la afectividad, de las ciencias súper orgánicas
y de las creaciones de la cultura del hombre, no tienen correlato
en la naturaleza. No hay nada en la naturaleza que se parezca a
la afectividad simbólica, que nos permita sacar un modelo.
La combinación afecto¬ símbolo es lo que
tipifica al ser humano. Los afectos storge, ágape, eros
son la unión en el mundo animal, éstos carecen del
aparato simbólico, por lo cual no nos prestan ayuda como
modelo teórico.

Estamos en un mundo absolutamente nuevo. No
tenemos ninguna referencia en los modelos de la naturaleza.
¿En qué nos diferenciamos de las ciencias exactas?
¿De las ciencias orgánicas e inorgánicas?
Nos diferenciamos en que todos los procesos científicos
tienen como modelo a la madre naturaleza. Las ciencias de la
naturaleza consisten en observar un proceso, ver cuales son sus
causas, lograr reproducir estas y sus efectos. De esta manera se
puede determinar una anomalía, porque ya sabemos como
funciona normalmente. Por tanto podemos corregir lo malo. La
ciencia es reparadora de los procesos naturales que han fallado.
La ciencia permite acelerar procesos. La ciencia tiene como gran
referencia el modelo de la naturaleza. La ciencia ha avanzado en
la medida en que el hombre a sido capaz de hacer abstracciones
sobre la naturaleza, sobre los procesos que está
observando. Y contó con un gran instrumento: la
lógica.

El concepto de caricia permite visualizar
el ámbito del afecto. La caricia, siendo una propiedad de
los animales el hombre la lleva a su máxima
expresión: las caricias simbólicas.

La caricia pertenece al mundo objetivo; se
expresa mediante actos concretos, los cuales representan una
carga de sentimientos y emociones.

La caricia del mundo subjetivo se expresa
mediante actos simbólicos que llamaremos intenciones, que
conllevan toda una carga de contenidos.

La caricia como instrumento de
comunicación ha sido la de mayor potencia y logra los mas
altos índices de éxito y de eficacia especialmente
en el área de la educación.

Se puede analizar el sistema de caricias
especializadas por tipo de afecto.

Caricias del
afecto Storge

Historia Universal del Trabajo

La historia del trabajo es la historia del
afecto expresado. Es la recopilación de la forma en que
fue evolucionando el circuito: observación –
análisis – caricia (acción ejecutada mediante el
uso de las manos) Desde la primera piedra o rama que se
convirtió en el primigenio despertar del ser humano, a los
modernos y sofisticados medios de trabajo, la idea que subyace en
tales acciones es la misma que encierra la etimología de
trabajo (tri – paliare, tres palos, jugar con tres
palos)

A los niveles de simbolización que
ha llegado la cultura moderna, se hace imprescindible que la
ciencia de la simbología tome la ruta de Cassirer. La
situación de los Espacios Virtuales nos enfrenta a una
realidad de difícil comprensión para personas
educadas en la geometría plana euclidiana. Hoy ya se
trabaja en Espacios Virtuales lo que ha empezado a modificar la
cultura en una dimensión insospechada. Esto significa que
el hombre moderno está en condiciones de entrar en un
mayor nivel analítico simbólico, ruta que seguimos
a partir de la filosofía de las formas
simbólicas.

La mano es el símbolo del cerebro o
dicho de otro modo la mano es el "cerebro exterior". Desde que se
logró la mano prensil (la que agarra) se inició el
proceso del humanismo.

La observación de la conducta de los
animales nos lleva a la conclusión que la caricia tiene
una función importante en el reino animal. La
relación madre-cría se apoya firmemente en este
tipo de relación, centrada básicamente en las
funciones de vitales de alimentación, aseo y juegos
(adiestrándolo para el juego de la sobre vivencia) La
caricia se hace presente en la relación de apareamiento,
lo que como extensión tiene le rito de determinar los
territorios. En estos dominios vive "la familia". Encontramos que
las tres formas afectivas básicas: storge, ágape y
eros están presente el elemento el caricia. A no dudar que
esta caricia es rudimentaria tal cual es la inteligencia y la
memoria. Al carecer del elemento simbólico carece de la
riqueza del afecto humano.

La caricia del
afecto Philia

en la mitología griega.

La mitología la hemos definido como
una psicología arcaica

Su principal tema (no denunciado) es la
necesidad de afecto y de caricias que tienen todos los
personajes. Si pensamos que son las tribulaciones que vive cada
sujeto en su proceso de evolución hacia una madurez
emocional, los relatos adquieren sentido y dejan de ser historias
fantásticas. Veamos un ejemplo: Ulises, rey de Itaca, sale
de aventuras por el mundo conocido. Es la edad de la primera
juventud llana de aventuras peligros y peripecias. Dos
situaciones llaman la atención: el llamado de las sirenas
y el enfrentamiento con Polifemo. Todos (especialmente los
varones) hemos sido llamados por las sirenas de la
atracción sexual. Unos sucumben, otros salen ilesos de la
aventura. Polifemo (el Gigante de un solo ojo en la frente, nos
recuerda el fenómeno de la visión, que con dos ojos
"vemos una sola imagen") el motivo para escapar de la Isla es
para volver al hogar en donde espera Penélope (y sobre la
espera a los maridos nuestras señoras son expertas) Todo
el tema se centra en las relaciones afectivas. Con este
instrumento la mitología deja de ser un cuento fantasioso,
para tomar con todo vigor y energía la concepción
del hombre que busca su madurez emocional afectiva
sometiéndose a los albures de la aventura. Y en su regreso
a casa está la esposa que ha esperado tejiendo y
destejiendo; los pretendientes que se aprovechan de la
condición de probable viuda; y el hijo que ha crecido y no
ha conocido a su padre, sólo por medio de relatos. Y esto
es cotidiano.

La caricia en la
sociedad desacralizada contemporánea

La sociedad de consumo hace necesario que
multitudes se sumen a las formas de consumo. Esto hace que tengan
dinero para poder participar del juego económico. El
mandato de la economía moderna es: ponga dinero en el
bolsillo de la gente para que la máquina económica
funcione; se necesitan consumidores. Cada persona es un
consumidor en potencia. Este mandato en una sociedad
desacralizada tiene una tierra abonada para que la gente se
enajene consumiendo y en los tiempos que corren hay que consumir
tecnología -que depara un mundo de fantasía-
más la persona humana carece de un dentro, carece de vida
propia. Este aislamiento del hombre contemporáneo –
paradójicamente – viviendo en una sociedad de multitudes,
se expresa en una incapacidad de intercambio afectivo. Lo
más grave es que el hombre actual no sabe, no siente, ni
se ha dado cuenta que su fundamento existencial es la capacidad
de recibir, elaborar y dar afecto. La iglesia lo calla; la
ciencia objetiva no lo puede entender; la filosofía navega
aguas metafísicas (que son la nada y la cosa ninguna); la
psicología depende de la psiquiatría y la
neurología y ambas viven en el laboratorio empezando con
los ratones, por tanto, tampoco se pueden dar cuenta.

La
instalación del hogar

El hombre y la mujer deciden juntar sus
vidas. Mutuamente están intercambiando caricias.
Generalmente el proceso comienza por el afecto eros. La
pasión inunda las almas, la inteligencia, los cuerpos y la
visión de los contrayentes. La vida de pareja los lleva a
socializar con otras parejas, haciendo el ejercicio del afecto
ágape entre ellos. Se hace necesario establecerse, echar
raíces y fundar una familia.

La casa puede ser muy humilde, de una
extrema pobreza hasta llegar a ser un palacio, los dos tienen el
mismo valor simbólico afectivo, demarcan un espacio
privado, íntimo que permite la generación de la
familia; es un espacio sagrado (a tal punto que todas las
legislaciones del mundo contemplan la inviolabilidad del hogar,
el propietario de un inmueble que lo arrienda para casa, desde el
momento en que lo arrienda pierde la capacidad de ingresar al
interior de la casa, y si lo desea hacer requiere del permiso
explicito el arrendatario que "está en su casa -de
él-) La inviolabilidad se traspasa a su arrendador desde
el punto de vista de la legislación, más aún
en la perspectiva psíco afectiva. Al interior del hogar
reina la sacralización, que es encarnada por la madre,
quien cuida el fuego que el varón trae desde el mundo
exterior.

Por tanto, por decisión de los
contrayentes, por tener una relación mutua, que se afianza
en un intercambio de dar y recibir afecto, dan el paso
fundamental de desprenderse de las respectivas familias para
formar un nuevo centro de sacralidad. En este nuevo centro de
sacralidad se reinicia todo el proceso del humanismo. Es la
piedra sillar del edificio social, por lo cual debe estar bien
cimentado. La instalación se sella con la llegada del
primogénito: Padre – Madre – Hijo. La trilogía
fundamental que permite la edificación del humanismo. Esta
trilogía pertenece al contexto natural. El hombre lo eleva
al nivel de símbolo y discurre que su catexis
(energía) es el afecto. Es en este instante cuando se
ingresa definitivamente al Afecto Philia. De la concepción
del afecto philia se desprende la jerarquía, la
sacralización y la concepción afectiva que
justifica la vida humana. La vida del hogar evoluciona. Genera en
el hombre y la mujer la madurez emocional que permite una vida
placentera y armónica. Cuando pasan al círculo de
ser padre y madre, la evolución se acelera en la mujer y
llega a puntos más altos de madurez emocional. La
experiencia de la maternidad es una vivencia trascendente en la
madre. Esta salta a un estadio superior del "darse cuenta". Esto
se produce por la combinación de: afecto (la
relación con el cónyuge); voluntad (desear el
hijo); conocimiento (sabe quien es el padre y los riesgos que
corre) Los varones no tienen esa escuela. La paternidad es una
decisión, no una vivencia. En la educación afectiva
del hijo los tres van creciendo al unísono.

La madre madura y logra llegar a ser La
Sacerdotisa del Hogar. La que cuida el fuego sagrado. La que con
sus manos y cuidados permanentes modela el alma de su
hijo.

Ello lo realiza mediante la
implantación de las ocho (8) virtudes maternas, a saber:
fe, esperanza, caridad, serenidad, tolerancia, paciencia,
continencia y magnanimidad.

La madre estructura los ritos
básicos de la vida humana: alimentación (desde
amamantar); aseo y ornato; salud; abastecimiento;
administración; legislación; juegos, esparcimiento
y descanso; justicia; dormir (sueños)

Esta es la base de sustento que tiene el
varón para ejercer sus funciones en la sociedad. Apoyado
en las virtudes maternas implanta las propias: deber, prudencia,
fortaleza, coraje, templanza, valor, ánimo y justicia.
Realiza una proyección de ellas en el contexto social, la
cual sufrirá las modificaciones necesarias para adaptarse
al grupo en el cual se va a desarrollar.

El padre, básicamente protector
espiritual, emocional, afectivo, social y económico, es el
que tiene la misión de insertar a su familia en la
sociedad en que vive. Esto es un proceso universal que se da en
todo grupo humano, son tres pasos a saber. Rito de
tránsito, incorporación e iniciación.
Constituyen los pasos masculinos para generar en ellos "el darse
cuenta" y lograr la maduración emocional.

Rito de
Incorporación.

Toda sociedad humana tiene la forma de
recibir al recién nacido en el seno de su casa y en la
sociedad. En la cultura judía es la circuncisión
que recuerda el pacto de Abraham con Dios. En la cultura
cristiana es el Bautizo que representa que el niño queda
libre del pecado original que trae consigo. En culturas africanas
el niño es ofrecido a la primera luna llena que lo
acompaña.

En nuestra sociedad lo conocemos como
"bautizo" y ha perdido el sentido religioso que en alguna
oportunidad tuvo, para convertirse en una fiesta familiar y
social. Toda sociedad humana lo ha tenido y lo tiene. Su valor
simbólico en que el niño es incorporado a la
sociedad en que vive, ya que el corte del cordón umbilical
lo ha separado de su madre, siendo una realidad y por medio de
este rito se entrega al niño -como individuo– por
mediación de sus padres al reconocimiento de la sociedad
del nuevo sujeto que la compone. El nombre lo distingue de los
demás y caracteriza su personalidad. El nombre asignado
por los padres resume el mensaje de vida que le envían (o
mandato) que es lo que ellos desean que su haga y logre en su
vida. Por ejemplo, en las tribus nativas de USA, los nombre eran
así de claros: "Toro Sentado" para los Jefes de tiempos de
Paz; "Toro Salvaje" para los Jefes en Tiempos de Guerra. Para las
mujeres los nombres eran como Luna Naciente; Gacela
Rápida. Estos nombres indicaban claramente la
relación afectiva de la persona con la sociedad. En las
comunidades semitas los nombres indicaban la procedencia de la
familia, el pueblo o tribu a que pertenecía el sujeto. Ben
es hijo de…

En Grecia, por ejemplo el señor
Tales, nació en el pueblo de Mileto y su hijo Tales
también, pero como su paso por la vida no
trascendió, su hijo heredó "el apellido" y es
recordado como Tales de Mileto, el padre de las
matemáticas.

Los elementos habituales en la ceremonia de
incorporación son el oficiante, persona mayor que goza del
prestigio y de la autoridad moral del pueblo. Encarna la
sabiduría y la prolongación de la vida. Estas
sociedades dedican sus hijos a las divinidades que el pueblo
veneraba en su sistema de creencias.

La ceremonia es altamente simbólica
y contiene todos los mensajes que determinan la vida del infante.
Cuando Aquiles es bautizado su madrina lo toma del talón
para sostenerlo durante la inmersión en el agua sagrada
que lo protegería de todo peligro. Esa porción del
pie le quedó descubierta y sin la protección de los
dioses. Se conoce como el Talón de Aquiles, donde es
herido -de muerte– en la batalla. Por extensión la
expresión se usa para referirse al punto débil de
la personalidad de un sujeto.

En el Judaísmo, al octavo día
se debe proceder a la circuncisión del niño. Su
valor simbólico afectivo es renovar el Pacto del hombre
con Dios y por otra parte recordar a ese niño que la
misión de los varones es madurar mediante el control de su
sexualidad lo que lo convierte en una persona madura
emocionalmente.

Rito de Tránsito.

Esta ceremonia tiene como finalidad aceptar
a los jóvenes (varones) en la sociedad adulta. Inicia sus
actividades de acceder a un oficio, prepararse para la guerra
asumir sus responsabilidades sobre su hogar en caso necesario.
Entre los 12 y 14 a los muchachos pasan estos ritos. En la
sociedad contemporánea estos ritos se viven en las
escuelas. Son las ceremonias de Graduación en los
distintos niveles. Según el esfuerzo de los muchachos
serán los grados que alcancen, esto implica el grado de
madurez emocional.

La permanencia de la madre en el hogar
facilita la formación espiritual del joven, que es
verificada por la institución que le da la
instrucción.

La madre sacraliza la vida. La
institución sacraliza el mundo exterior y esto es el
conflicto de la sociedad contemporánea, el joven pregunta
¿dónde está lo sagrado? Su madre no
está para darle abrigo, en su regazo materno, y sin
palabras comunicar su sabiduría y aplacar la sed de
preguntas del muchacho. El padre señala las rutas del
mundo exterior y protege a la madre en el ceno del
hogar.

Los hijos son educados por la madre al
interior del hogar.

El tránsito es del hogar a la
sociedad. El padre es quien debe conducir este paso. En la
sociedad moderna este lugar (de padre) ha sido sustituido por la
escuela de instrucción y enseñanza. Es
misión del padre incorporar al hijo a la sociedad
(ágape) iniciarlo en su vida sexual (eros) tal manera que
sea quien absorba todas las preguntas que el muchacho tenga
(philia) Si la madre forma el sentimiento en el hijo, el padre
estructura el afecto y la sociedad modela el carácter de
la persona. Su forma de dar y recibir el afecto expresa su
personalidad.

La ceremonia de
iniciación

Es una actividad para varones
(jóvenes-varones-adultos) En la sociedad
contemporánea se discute la exclusividad de varones en
estas instituciones iniciáticas. Como el tema es de
crucial importancia será lo primero que analizaremos para
fijar los criterios que sustentan semejante
acción.

El proceso de maduración
psíco afectivo en las mujeres se produce, mantiene y
evoluciona en el hogar. La "iniciación" de la mujer es la
maternidad. Siendo este el mecanismo natural de elevar la madurez
emocional y afectiva a los niveles de excelencia en las mujeres.
Como los varones carecen de semejante sistema deben recurrir a un
sistema simbólico, que es un artilugio cultural, para que
por este medio logren la madurez emocional y afectiva. Luego se
encontraran nuevamente. Por lo pronto sigamos con el siguiente
relato, que por ser una vivencia para varones, las damas
-lamentablemente- se quedan fuera. Los varones que han realizado
el curso de "parto sin dolor", junto a su esposa, el día
del parto quedan fuera del quirófano. El varón sabe
lo que es un parto, lo entiende (intelectualmente) pero no lo
comprende (emocionalmente); luego, no se modifica por la
experiencia vivencial de su esposa. Invitamos a las damas -con
todo respeto– que asistan como espectadoras.

La vida natural en la especie humana
termina en la formación de la horda cazadora y/o el
recolector, dependiendo de su situación geográfica,
situaciones que responden a las tres formas afectivas
básicas (storge, ágape y eros) Ya hacíamos
referencia que al alargar la mano y construir la primera
herramienta constituía el salto al mundo simbólico
y se inicia el ciclo: mano – símbolo -conducta – mano –
situación simbólica – conducta.

La mujer en el seno del hogar y creando su
familia tiene la posibilidad real de alcanzar la propia
evolución llegando al nivel de convertirse en una
"ginandria" (varona-varón) es decir, captar la
concepción masculina de la vida, sin perder sus dotes
femeninas. Este proceso se realiza cuando en el hogar aprende a
cocinar (la trasformación de los elementos en forma y
fondo) Lograr estas técnicas de manejo del hogar despierta
en ellas el razonamiento lógico objetivo, apoyado en su
intuición. Como nunca nos hemos dado a la tarea de
explicar "esotéricamente" la función de la madre en
el hogar, es que ha ella se le ha dejado (lo que es una
pretensión) fuera del juego esotérico. Dentro de
los límites del hogar la madre es el gran alquimista que
todo lo trasforma en ricos alimentos. De esta excelencia se
nutren los hijos que perpetúan la continuidad de la
familia. La madre, desde la más instruida a la más
iletrada, es capaz de manejar las leyes del calor; de saber del
tiempo de lluvias y seco; de saber de los dolores de su hijo y de
cómo curarlos; es la mejor psicóloga y consejera de
su muchacho; es la que apoya al esposo deprimido y derrotado (que
afuera es un súper hombre) en las horas de fracaso y
derrota; con sus manos modela el alma de sus hijos y los prepara
para ser buenos hijos, esposos, padres y buenos ciudadanos. Es
una lastima que esta cultura que se ha desacralizado cuando lo
sagrado se llevó desde el hogar a la iglesia y con ello la
imagen materna quedó tan maltratada que hoy por hoy
podemos decir que la cultura está "desmadrada" y es la
razón fundamental del desorden social, moral y
ético que se vive. Una sociedad que abandonó a la
madre y la desalojó del hogar es la responsable del
terrorismo, drogadicción, homosexualidad,
corrupción política y económica. Los
daños de la ausencia de la madre se aprecian cuando hay
personas, ejecutivos de empresa y científicos que por el
estímulo del dinero fabrican productos que matan a sus
clientes. La carencia de ética de publicistas y
comunicadores sociales que lucran de la perversión, de la
degradación y de las peores manifestaciones de la miseria
humana por la razón (irracional) que vende.

La ausencia de la madre permite que existan
gobiernos criminales y sus jefes pandilleros y terroristas,
narcotraficantes, sean recibidos por Universidades y se les
otorguen Doctorados Honoris Causa (?) y Gobiernos que les rinden
pleitesía y se cuidan de ser sus "amiguitos".

El desquiciamiento de la sociedad es
ausencia de la madre, ella forja en su hijo el alma e implanta
los sentimientos. Al no estar la madre "todo vale". Todo
está permitido, porque esos hijos carecen de las ocho
virtudes maternas que son la base en la cual el padre
apoyará las propias.

Se lee en Mateo 10.34,35,36,37 y 38 "no
tenéis que pensar que yo haya venido a traer la paz a la
tierra; no he venido a traer la paz, sino la guerra; pues he
venido separar al hijo de su padre, y a la hija de su madre, y a
la nuera de su suegra; y los enemigos del hombre serán las
personas de su misma casa. Quien ama al padre o la madre
más que a mí, no merece ser mío; y quien ama
al hijo o la hija más que a mí, tampoco merece ser
mío. Y quien no carga con su cruz y me sigue, no es digno
de mí".

Una excelente descripción de
propósitos que ha logrado enseñorearse con la mayor
parte de la humanidad, en especial la llamada cultura occidental
cristiana. El triunfo ha sido en toda la línea de
propósitos, e inclusive vaticina la adicción al
sufrimiento y ha logrado un espectacular acierto. La cultura ha
visto el destierro de la madre del hogar y con ello no ha habido
donde implantar las virtudes maternas, lógicamente el
padre ha quedado sin base para implantar las propias. No es
posible encontrar una posición de equilibrio en una
cultura que -como un río- viaja fuera de cauce. Los
navegantes tienen la experiencia objetiva de viajar por el
río. Es muy difícil advertir que el río es
el que va fuera de cauce. No es fácil aceptar que la
propia cultura es la "desmadrada" y "despadrada". Se ha vaciado
al hombre occidental y cristiano de su propia responsabilidad
psíco afectiva.

El concepto "ginandria" es necesario
resaltarlo. La mujer mediante su proceso de evolución
llega a la concepción de que es un varón. Este paso
dice que se ha convertido en mujer-hombre (gine = mujer; antropos
= hombre; gine-andria) Lo que significa -esotéricamente-
que ha alcanzado los niveles de entendimiento que particularizan
a los hombres. Y ya decíamos que este proceso lo vive al
interior de su hogar culminando su formación a
través de la maternidad. Matrimonio y maternidad vienen de
la raíz "matriz", es decir, son un elemento que crean la
vida, la conservan y perpetúan. De aquí se deriva
su sacralidad, su santidad. Se pretende (y se ha realizado) robar
esta insigne condición y ponerla en una creencia que
carece de todo fundamento vivencial y que por ésta
razón todo lo permite. El Dios del mundo cristiano,
musulmán y marxista a suplantado a la madre y los
resultados están a la vista. Las culturas orientales que
no se han contaminado se han mantenido más limpias.
Lamentablemente por influjo de la sociedad de consumo se ha
terminado de sacar a la mujer del hogar, para servir al nuevo
dios: el consumo.

El proceso del
andrógino

Los varones en esencia y por su estructura
psíco social funcionan como el complemento de la varona.
Podemos apreciar que su estructura de virtudes (conductas) son
complementarias de la mujer. El proceso de la comprensión
de ella se reconoce como Iniciación cuya finalidad es
lograr el estadio "andrógino" (hombre-mujer) y en este
nivel de madurez el varón entiende y comprende a la
varona. Se produce lo que Jung llama, el Matrimonio
Alquímico. El proceso de Iniciación es
característico en toda cultura conocidas, como así
mismo los ritos previos de incorporación y
transito.

El valor fundamental del proceso de
iniciación es su carácter vivencial,
simbólico, emblemático y mitológico. Permite
a sus adeptos un desarrollo integral mediante experiencias
simbólicas. Se busca el sujeto sea capaz de internalizar
los conceptos que va a percibir mediante la ceremonia.

Uno de los conceptos básicos es de
simbología que debemos entrar a manejar con fluidez. El
hombre -sin darse cuenta- desde que construyó la primera
herramienta ingresó al mundo del símbolo.
Recién en el siglo pasado, Ernets Cassirer,
desarrolló su pensamiento y el libro se llama
"Filosofía De Las Formas Simbólicas", en el cual
plantea las capacidades simbólicas del hombre y de
cómo sin saber que vive en un universo simbólico ha
desarrollado toda una teoría cultural que ha estado de
espaldas a la simbología que la ha usado como mero puente
o ayuda auxiliar.

El proceso de la iniciación se
desarrolla en una institución simbólica y por esta
razón, siendo vivencial no se pueden develar los secretos
que le permiten vivir. En este texto solo se pretende
proporcionar las herramientas para que los espíritus
libres que tengan ansias de conocimiento encuentren los medios
que le permitan comprender la cultura que nos abriga y los
varones que lo deseen pueden postular por su Iniciación.
Este trabajo es propedéutico antes de la
iniciación. Es una obra de divulgación cultural,
por tanto no sustituye. Ni evita. Ni reemplaza la experiencia
iniciática que es única personal e
instranferible.

Si una mujer participa de los rituales y
ceremonias para hombres termina adquiriendo
características masculinas, lo que la distancia de la
femineidad propia de las mujeres.

El tiempo
simbólico

El problema del tiempo ha sido estudiado
desde distintos puntos de vistas. Tenemos el tiempo
cronológico (el que se mide con el reloj); el tiempo
biológico (lo que dura un proceso: origen, desarrollo,
plenitud, decadencia y muerte); tiempo psicológico (la
medición entre un estimulo y su respuesta
psicológica)

El tiempo simbólico se caracteriza
por ser atemporal, es decir, no es mensurable
cronológicamente. Es el tiempo que se ubica en la
consciencia onírica. Un sueño dura 3 ó 4
segundos, pero usted ve una película de largo metraje; eso
se debe a que el Tiempo Simbólico es contenido en el
Tiempo Cronológico.

(Esquema)

Partes: 1, 2

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