Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Política, ¿cuestión de ética? Función de la ética en la política boliviana (página 2)




Enviado por marvin



Partes: 1, 2, 3

Para quienes son abanderados del realismo o el
pragmatismo político, la ética y la política
son dos realidades totalmente distintas e irreconciliables. Estos
son los discípulos de Maquiavelo, para quien la
política es totalmente autónoma. Ella es la norma
de sí misma. La pretensión de una ciencia
política regida únicamente por leyes estrictamente
técnicas, que configuran las proposiciones del realismo
político se encuentran muy presentes en los actuales
gobiernos de América Latina de tendencia
socialista.

2.3.2.- EL EVASIONISMO RELIGIOSO

Para ciertos grupos religiosos puritanos, la
política "es el reino del
mal"
[41], lo antagónico del bien. Es
la presencia viviente de Satanás en el mundo. La
política está ligada para ellos, a su propia suerte
y nada se debe hacer para salvarla. Lo único posible y
correcto es el evadirse de ella para no contaminarse. Esta
posición aunque no es ajena a grupos católicos,
está muy presente en las sectas
religiosas[42]La política es
autónoma y no se puede reducir la ética a la
política y la política a la ética. Esto no
tenemos que tomarla como último grito al cielo, ya que lo
dicho no tiene que ser óbice para que puedan relacionarse
y constituir así una entidad nueva, una política
moralizada. Reconocer la autonomía del comportamiento y
del saber político, no supone negar su referencia al
universo de la ética. La política debe estar
encuadrada dentro del universo de valores que rigen la vida
humana. Si el poder político se justifica por la
obtención de un bien para la colectividad, la
realización de ese bien común, debe tender, tanto a
la moral como la política. "la función de la
ética está en problematizar la
política"[43].
Las dos posiciones que
hemos visto, son los dos extremos del quehacer político y
ético, parecen irreconciliables.

2.4.- TENSIONES ENTRE ÉTICA Y
POLÍTICA

Si hablamos de la política en cuanto ciencia
podemos afirmar que esta estudia dos realidades, por una parte el
comportamiento político y las estructuras políticas
por otra parte. El primero es psicológico y el segundo
sociológico. Esta ciencia tiene como precedente más
lejano en Aristóteles que al contrario reflexionó,
no sobre la idea del Estado perfecto, sino sobre las
constituciones reales de los distintos pueblos.

"Toda teoría es ya una toma de
posesión"[44] y no es una mera
teoría, ya que conlleva una praxis, y toda teoría
surge como respuesta a las demandas, problemas, adelantos de la
sociedad. En este tránsito, Aranguren relaciona los
juicios políticos con los juicios éticos; en esta
relación encontramos a la ciencia de la política
como algo fundamental, porque conlleva la organización de
la sociedad, del medio en que nos movemos y vivimos. El medio en
que nos movemos, interactuamos es parte de la casa grande que
cobija a todos, el cual es el Estado, "el Estado se convierte,
cada vez más, […] en Estado ético, no
simplemente de derecho, como el liberal, sino, de
justicia"[45] y es precisamente esta justicia que
hay en el Estado, lo que posibilita al estado en tanto
ético para buscar la equidad aunque no en sentido
estricto. Pero hay un problema, en cómo construir un
Estado de justicia, partiendo de la realidad política de
las estructuras e instituciones políticas; en cómo
se puede pasar de la política a la ética o de la
ética a la política, cómo se puede moralizar
la política que en nuestros días vemos con mucha
tristeza que las acciones políticas concretamente, se han
ido apartando de aquello que nosotros pregonamos, las cuestiones
éticas y morales. Aquí encontramos precisamente lo
que hemos titulado en esta parte, esta tensión entre la
actitud política y la actitud ética, nos muestra
que no se pueden identificar inmediatamente ambos planos a ambos
actitudes, que no se puede pasar tan fácilmente desde la
ética a la política y desde la política a la
ética; por tanto, consecuentemente, el Estado de justicia,
como institucionalización de la moral, conlleva cierto
olvido de lo personal.

La moral no se puede eliminar y la conciencia como "un
huésped enojoso que levanta la voz para ahogar la fiesta,
[…]. Sería cómodo para el político
poderse instalar de una vez para siempre, más allá
del bien y del mal, en la paz de quien ha eliminado toda
posibilidad de conflicto moral, todo sentido trágico o al
menos, dramático de la existencia"[46].
Para los burgueses meterse en política, sería como
perder su reservada moralidad, ya que para ellos solo en la vida
privada puede darse una limpieza moral; y afirman, que el Estado
debe suprimirse o reducirse al mínimo por malo o por
conllevar al mal.

2.5.- VIVENCIA TRÁGICA DE LA ÉTICA EN
LA POLÍTICA

Esto es otra forma de plantear esta tensión entre
ética y política. La vivencia trágica no
renuncia ni a la ética ni a la política, afirma
más bien ambas a la vez para que se dé una actitud
que sea eficaz desde el punto de vista político y al mismo
tiempo justa desde la perspectiva ética. Esta
síntesis buscada es vivida de forma trágica como
posibilidad imposible. Este modelo está representado por
teólogos y filósofos y no por políticos,
burgueses o activistas sindicalistas o sociólogos. La
auténtica moral es la lucha constante y consecuente por la
moral. Caer y volverse a levantar; "la relación entre
ética y política, en cuanto constitutivamente
problemática, sólo puede ser vivida, de un modo
genuino, trágico y
dramáticamente"[47].

Las dos líneas o vías de
moralización del Estado a partir de los ciudadanos
abiertos por esta ilustración, representados por
Montesquiu y Rousseau. La moralización del Estado, de la
política, de la sociedad, desde la moral individual, desde
la propia virtud, es insuficiente, es ineficaz en una sociedad de
masas en la que reinan presiones políticas de todo tipo
desde las clases y los partidos. Aunque las virtudes capitales de
la ética son la libertad, la igualdad y la justicia. El
objeto primordial es ya no moralizar el Estado desde el
individuo, sino tenemos que "pretender moralizar al Estado desde
la propia sociedad, desde las mismas clases
sociales"[48]. La moralización del Estado
tiene que partir desde la misma colectividad y ya no desde los
individuos, aunque no rechazamos que tiene que partir desde los
individuos.

Lo que se quiere es una eticidad pura, que desde la
pureza de la ética, trascender a los ámbitos de los
estratos públicos y privados que rigen los destinos de una
sociedad. Si buscamos una moral personal y social, esto nos tiene
que llevar a que el estado de desecho sin dejar de ser lo que es,
tendrá que constituirse en Estado de justicia, y esto con
el fin de hacer posible el acceso de todos los ciudadanos al
BIEN COMÚN material, a la democracia real, a la paz
social, a la equidad y a la libertad
, y que tendrá
que organizar la producción, la democracia y la libertad.
El estado moralizado y revestido de ética, sin duda
"tendrá que atender el BC para que se sitúe por
encima de las ganancias individuales o de las grandes sociedades
y por encima de Estado AUTORITARIO entendido como poder y
dominación"[49]. De igual forma en un
Estado de justicia es indispensable la atención a los
sistemas sociales de previsión y a la promoción de
una democracia política compatible con un poder ejecutivo
eficaz, organización democrática que esté
sustentada por una auténtica educación
política y por una socialización de la
enseñanza y de los medios de comunicación de masas
justamente para que les sea accesible a todos los ciudadanos y a
todos los grupos.

TERCERA PARTE

Función de
la Ética en la política boliviana

"La insaciable necesidad de la
ética en la política boliviana" "El fin supremo de
la ética en la política es el bien
común"

3.1.- BOLIVIA Y EL SIGLO
XXI

El siglo XXI en la historia nacional y el quehacer
político, no es más que la consecuencia arrastrada
desde 1825, cuando comienza la era Republicana de nuestro
país. Aunque en sentido figurado en Bolivia hay un
relativo domino del indigenismo, pero a este indigenismo le hace
falta preparación y al respecto Franz Tamayo en su
pedagogía con clara inclinación al indigenismo,
decía que el problema no pasa por la escolarización
de los indígenas, sino en permitirles a que reconstruyan
su vida. Supuestamente los inteligentes son los de corbata, los
peritos que miran por encima del hombro a los indígenas y
al respecto Tamayo dice que los que "deben ser formalmente
reeducados son las élites que impiden ese
proceso"[50], esa emancipación mental de
los indígenas. Bolivia se ha caracterizado por ser un
país de lucha-sufriente; Piñeiro señala:
"quieran los antiguos y los nuevos dioses que esta nación
encuentre sus propias fórmulas de conciliación de
legítimos intereses: cuando Bolivia sufre, a
América le duele su corazón"[51]. El
valor de la vida como única verdad, única realidad,
único bien, única belleza y todo esto y mucho
más, es la vida, vida que es don de Dios y que se la
debemos a Él y a Él tendremos que rendirle cuentas
en el más allá.

3.2.- POLÍTICA
BOLIVIANA

En algún momento nos habíamos planteado
que la política boliviana lo veríamos desde
Maquiavelo y desde Hobbes y en sentido, nos adentramos en esa
cuestión. Queremos mencionar muy resumidamente y ayudados
por Francovich el planteamiento de Nicolás Maquiavelo: tal
vez antes de ver el pensamiento de este autor, conviene mencionar
que una vez comenzada la guerra de la independencia,
"surgió entre los hombres que la sostenían la
mentalidad característica de las épocas de
subversión; épocas en que los principios morales se
rompen; épocas maquiavélicas por excelencia en las
cuales el asesinato, el robo, la mentira, se permiten y hasta se
aplauden porque conducen al triunfo de una causa; épocas
en que la violencia y la astucia dominan en la humana
existencia"[52], y esto es lo que estamos viendo
en Bolivia. Si queremos resumir el pensamiento filosófico
de Maquiavelo, tendríamos que ir a los discursos sobre las
décadas, de título Livio: "siempre que se trate de
tomar una resolución de la que depende el bien del Estado
no debe nadie detenerse ante razones de justicia o injusticia, de
humanidad o crueldad, de honor o de deshonor; omitirá todo
esto y escogerá lo que pueda salvar al Estado y la
libertad"[53].

Cumpliendo con nuestro propósito, queremos ver el
pensamiento filosófico de Hobbes quien con su
Leviatán editado en 1651 y tan ardorosamente discutido,
llevó a los acontecimientos filosóficos, a la moral
y a la política los métodos de las ciencias
naturales y provocó escándalo con sus
afirmación de que el "hombre es el lobo para el
hombre"[54], que el derecho es la ley del
más fuerte y que el Estado es el supremo señor de
los hombres"[55]. Está bien claro, que los
que nos gobiernan hoy, tienen estas actitudes en su accionar
político y por ello podríamos decir que la
política está concebido como los concebían
Maquiavelo y Hobbes. Nuestros gobernantes y no quiero
generalizar, están actuando maquiavélicamente y
hobbsianamente. Pero hacemos mención a Rousseau, no
hubo y no habrá (espero equivocarme en mi
afirmación) un estado como lo concibió en su
naturalidad, donde los hombres simplemente vivían en
armonía y sin hacerse daño, pero cuando ya concibe
el Estado en cuanto sociedad, creo que también podemos
comparar a ello lo que sucede en nuestro país, donde se ha
llegado a institucionalizar la desigualdad, la corrupción
y que estos están reñidos e interpelados por la
moral y la ética, es decir, que los cánones
éticos no conciben ni de forma y de fondo estos actos que
en política son permitidas y camufladas, pero no admitidas
por la política como tal, por ser esta una ciencia noble
que tiene un único fin que es la de buscar el bonun comune
de la sociedad.

Si queremos un país dócil y progresista,
nuestros gobernantes tendrían que tomar en cuenta estos
aspectos a decir de Francovich: primero, que el primer deber de
los que dirigen los destinos del país es formar ciudadanos
útiles a la nación; segundo, esto sólo es
posible con el concurso de los patriotas honrados y que difundan
las luces del progreso, cuidando de la educación de la
juventud; tercero, que para formar una nación dócil
y obediente a las leyes es forzoso ilustrarla, en todo lo que
alcance su capacidad, arreglando cuanto sea conveniente a la
instrucción pública[56]Si tomamos en
cuenta estos paradigmas trascendentales, es posible marcar
diferencias, convertirse en una autoridad popular con apoya
arrasador. En este sentido, citamos textualmente el discurso
pronunciado por el ex presidente de la república General
Manuel Isidoro Belzu en una plaza de La Paz, el presidente
más popular que tuvo Bolivia (1849 –
1855):

"Una turba insensata de aristócratas ha venido a
ser árbitro de vuestras riquezas y de vuestros destinos;
os explotan sin cesar y no lo echáis de ver; os trasquilan
día y noche y no lo sentís; monstruosas fortunas se
acumulan con vuestro sudor y sangre y no lo advertís. Se
reparten las tierras, los honores, los empleos, las dignidades,
dejándoos tan sólo la miseria, la ignominia, el
trabajo, y guardáis silencio. ¿Hasta cuándo
dormiréis así? Despertad de una vez; ha sonado ya
la hora en que debéis pedir a la aristocracia sus
títulos y a la propiedad privada sus fundamentos.
¿No sois iguales a los demás bolivianos?
¿Esta igualdad no es el forzoso resultado de la igualdad
del género humano? ¿Por qué sólo a
ellos se les suministra las condiciones de desarrollo material,
intelectual y moral y no a vosotros? La propiedad privada es la
fuente principal de la mayor parte de los delitos y
crímenes, en Bolivia es la causa de la lucha permanente
entre los bolivianos, es el principio del actual egoísmo
dominante, de aquel egoísmo eternamente condenado por la
moral universal. No más propiedad, no más
propietarios, no más herencias. ¡Abajo los
aristócratas! La tierra para todos; basta la
explotación del hombre"[57].

Este discurso del entonces presidente, creo que no ha
cambiado mucho, ya que vemos en el país,
aristócratas que se dignifican y se hacen poderosos
económicamente, a costa de los más pobres. Esto lo
digo sin el afán de meter a la misma bolsa a todos los
llamados aristócratas, neoliberales u oligarcas del
país. Creemos firmemente que no ha cambiado el panorama,
ya que como en aquel tiempo, las grandes transnacionales son los
que ponen las bases y frenan nuestro desarrollo y alguna medida
el gobierno ha fomentado y sigue fomentando esta realidad, ya que
nos has hecho creer que hay nacionalizaciones de nuestros
recursos naturales como el petróleo, pero en el fondo no
se ha dado eso, sino un recontrato de los contratos con las
transnacionales.

Siempre en este afán, quiero hacer mención
a partir de la concepción de la religión y el papel
que desempeña en la sociedad y por ende en el quehacer
político a Roberto de Lammenais (abate), quien
sostenía que la "religión era el fundamentos de la
libertad y de la igualdad entre los hombres y que el cristianismo
debería ser la fuente de la verdadera
democracia"[58], "pensaba que los dolores de la
humanidad obedecían a que ésta se había
desviado del camino trazado por Dios y que por tanto
nacían del mismo hombre […] afirma,
sometámonos todos a la voluntad nacional y al imperio de
la ley; sostengamos el orden a todo trance y Bolivia
ingresará en la vía de su prosperidad y
ventura"[59]. En nuestro país un seguidor
de este pensador fue Casimiro Corral quien afirma "que el
elemento primordial de todo progreso es la instrucción y
educación del pueblo, es decir, la discusión de la
verdad que da la conciencia de las leyes divinas y capacita al
hombre para obrar bien y con plena libertad. La verdad es de
todos y para todos como el aire y la luz. La mentira, la
calumnia, son elementos efímeros que corroen la
democracia. Los sofismas en política han derramado tanta
sangre como los errores en la religión, y la prensa libre
es la conciencia del pueblo"[60]. Sabemos que la
intolerancia crucificó a Cristo porque fue un hombre
revolucionario que alteró el orden establecido,
rompió los esquemas, pero lo alteró y los
rompió con fin hacia el bienestar, al amor, al bien
común y en este sentido para Corral las revoluciones son
solo verdaderas en tanto movimientos que transforman la
fisonomía de los pueblos. Según Lammenais,
"Jesucristo operó la revolución más grande y
trascendental en el género humano, revelando el mundo de
la ley, de la gracia que consagra la unidad de Dios, la
fraternidad universal, la igualdad de todos los hombres, la
libertad individual y la eficacia de las virtudes sobre la tierra
[…]"[61]. Por eso, sólo con la
libertad en el corazón y la ley en la mano se puede
gobernar bien a un pueblo. Bolivia para los bolivianos, Bolivia
para el mundo entero. La patria, la nación de los
bolivianos y para los bolivianos. Bolivianicemos
Bolivia.

3.3.- ÉTICA EN LA POLÍTICA BOLIVIANA

Cuando hablamos de ética nos referimos a esa
parte de la filosofía que trata de la valoración
moral de los actos humanos, principios y normas morales que
regulan las actividades de los individuos: ética
profesional, ética de la información y ética
política. Por lo tanto, cuando hablamos de ética
política nos referimos a esa teoría sobre la
práctica de los valores. Hablamos concretamente de la
ética del político. Entonces podemos decir que la
ética del oficialista es distinta a la ética del
opositor. ¿Cuál será entonces el referente
axiológico de nuestra ética en los políticos
bolivianos en este tiempo? Las actuaciones e interpretaciones en
política como norma, han de estar regidas por el
comportamiento ético. Por tanto, la auténtica
actividad ética en el desempeño de un
político en un puesto público se rige por la
responsabilidad. Responsabilidad enmarcada dentro de los
cánones de la ética que irá a interpelar las
conciencias ante actos inmorales y sobre todo de
corrupción.

El asunto de la ética y la política nos
obliga recordar el viejo debate que ha existido a través
de los tiempos de que si la política debe o no someterse a
patrones éticos o, en otros términos, si la moral
es o no aplicable en el ámbito de la actividad
política. En esto consiste el éxito de los
políticos hoy. Hoy en día los políticos
interpretando de una manera equivocada a Maquiavelo parten de
esta lógica y del supuesto que propone "el fin justifica
los medios"[62]. Esta lógica tiene bastante
vigencia en la realidad política boliviana. Hoy en
día el éxito en política se mide cuando
logras tomar posesión del poder. Es aquí donde
parece que la política pierde su sentido de ser. La
política es para Maquiavelo "el arte de conquistar el
poder"[63]. Es la búsqueda del bien
común.

3.4.- NECESIDAD DE LA ÉTICA EN LA
POLÍTICA BOLIVIANA

Muchos políticos que en su turno han gobernado
los destinos de nuestra patria, han manejado la política a
su antojo y le han definido a su manera para poder justificar las
criminalidades que han cometido en nombre de la política.
Han hecho perder la esencia misma de la política que como
nos decía Aristóteles, es la búsqueda del
bien común. Entre tanto que han pasado por la casa de
todos está Víctor Paz Estensoro quien
definió la política como el arte de lo posible y
tratándose de un personaje de la política boliviana
esta definición simplista pronto fue adoptada por otros
personajes que también requerían de un marco
referencial para justificar sus actitudes reñidas con sus
propios principios y lo que es peor; muchas veces
delincuenciales, la supuesta democracia boliviana nace con nombre
y apellido: la sumisión y el engaño. Existe otra
frase inventada por Walter Guevara que dice: "En política
a veces es necesario tragarse sapos"[64],
increíblemente esta frase forma parte del vocabulario de
muchos personajes públicos vinculados a la actividad
política, la clase dominante no puede hallar un sustento
ideológico para justificar sus acciones y al no tenerlos
se ven en la necesidad de recurrir a frases y definiciones
simplistas y vulgares. Con todo esto lo único que se
quería es justificar los actos delincuencias que nada
tienen que ver con las cuestiones de la ética y la
moral.

Nuestra querida Bolivia tuvo la fortuna de nacer a la
vida republicana con un respaldo digno de admirar en cuanto a la
dotación de recursos naturales, y una diversidad
geográfica que muchos quisieran, tenemos todas las
condiciones para ser un país auto sustentable, sin
embargo, tuvimos la desgracia de tener una llamada clase
política que actúa bajo el influjo de sus intereses
mezquinos y carentes de principios ideológicos, por si
fuera poco tenemos la desgracia de que estos grupos
delincuenciales siempre estuvieron detentando el poder salvo
raras excepciones. Ya paso la era del estaño y nuestra
patria sigue inmersa en la miseria y la desesperación,
pareciera que la benevolencia de la naturaleza para con nuestra
patria lejos de ser una ventaja se haya convertido en la fuente
de nuestras desgracias, para llegar a esta percepción
debemos identificar a los responsables del saqueo
sistemático de nuestros recursos naturales; la llamada
clase política con su afán mezquino no hace el
menor reparo para entregar nuestra riqueza a potencias
extranjeras. Es tarea de los verdaderos bolivianos hacer que la
historia no se repita con relación al gas.

En este análisis que hacemos de nuestra realidad,
vemos que la actividad política ha sufrido una serie de
distorsiones producto de las ambiciones de grupos de poder en el
que últimamente se mezclan interrelaciones familiares.
Solo se busca el asegurarme mi futuro a costa del Estado. Si bien
se está rompiendo relaciones bilaterales con EE. UU., se
da un sometimiento a nuevos patrones como Venezuela y Cuba. En
este sentido queremos marcar línea de aquello que pueda
considerarse como un nuevo que hacer político, nuevos
horizontes para nuestra actividad política.

3.5.- NUEVOS HORIZONTES EN LA
POLÍTICA BOLIVIANA

Vemos que el mundo está avanzando hacia una nueva
comprensión de la política y estas concepciones se
basa en dos postulados: a) "la política, no se
deber reducir a la lucha por el poder y sus relaciones,
tácticas y estratégicas, sino que también
abarca el campo de las relaciones sociales y culturales; b) la
política tampoco debe limitarse a que solamente la ejerzan
algunos especialistas sino que es función de todo
ciudadano"[65]. Esta nueva articulación de
la política, asegura la presencia organizada de los
sectores sociales, económicos, culturales, cívicos,
promociónales, educativos, etc., con esto no queremos
decir que se niega la presencia de los partidos políticos.
"El sujeto y los actos principales (protagonistas) de procesos de
liberación es el pueblo. Pero este protagonismo no le
viene de antemano o en forma espontánea. Se constituye
como actor a través de la toma de conciencia y de
organización[66]El proyecto
histórico del pueblo es el fruto de un proceso de
complejidad. No es algo predeterminado, no es algo que hay que
descubrir, sino algo que hay construir. "la función de la
ética es problematizar la
política"[67]

3.6.- ESTADO Y DEMOCACIA

3.6.1.- EL ESTADO

Lo que queremos resaltar es que no es dable en un
país democrático el respetar o no respetar las
normas, las leyes de ordenamiento jurídico, y la norma
madre de todas las leyes y que ella es la Constitución
Política del Estado. En este sentido queremos tocar el
tema del estado y de la democracia. Si Bolivia está bien
en una línea de progreso, ese progreso será
nuestro, pero primero es necesario pensar en la patria grande,
digna y solidaria, ya que el "progreso es la superación de
todas las dependencias, es progreso hacia la libertad
perfecta"[68] "si el progreso técnico no se
corresponde con un progreso en la formación ética
del hombre, con el crecimiento del hombre interior, no es un
progreso sino una amenaza para el hombre y para el
mundo"[69], por eso el progreso que debemos
buscar, tendría que estar dentro de la ética que
nos direcciona hacia una técnica que haga el bien y no
daño al mismo hombre y la ecología.

Vivimos en un Estado de derecho, de leyes, que rigen el
andamiaje de este país. En este sentido, el estado tiene
la misión de poner y tener presencia en todos los rincones
del territorio, pero también el Estado "cumple la
función de unificar la sociedad pero no de borrar y
superar sus contradicciones, es decir, el Estado es el que
articula y unifica socialmente aquello que pro su propio
movimiento y esfuerzo tiende a dispersarse, pero la
unificación se realiza en subordinación a un
proyecto de dominación"[70],
dominación en el sentido de identificación con los
objetivos trascendentales que debe tener el país, en
cuanto sus acciones se enmarquen en los cánones de la
moral y de la ética que lo único que hacen es darle
credibilidad, viabilidad, legitimidad y legalidad a las acciones
políticas del Estado por medio del gobierno. Por su parte
el país goza de una relativa democracia, una democracia
representativa más que participativa, por lo tanto, "la
democracia representativa (según Zavaleta Mercado)
cumplía […] la función de posibilitar un
conocimiento que le permitiría al Estado dominar mejor a
su sociedad, por conocerla, a la vez que podría dirigirla,
es decir, formular un proyecto hegemónico, que consista en
la capacidad de articular las pulsiones, demandas, proyecciones,
interpuestas desde la sociedad civil, sobre todo aquellos que no
son incompatibles con el proyecto de los
gobiernos"[71]; creo que lo que hace falta en
nuestro país, es un proyecto hegemónico del cual
todos sean partícipes en alguna medida, en el cual se vea
la identidad nacional y que todos se identifiquen con el proyecto
hegemónico y que luchemos por ese objetivo dejando de lado
la subjetividad.

Por tanto conviene decir que el Estado es la realidad
física del que hacer de la sociedad, el Estado es la
presencia del boliviano en todos los bolivianos, es decir, el
boliviano del occidente identificado en el boliviano del oriente.
El papel del Estado está en el hecho de que tiene que
concretizar proyectos de identidad nacional, proyectos que lleven
por medio del Estado a la sociedad hacia días mejores,
hacia el bien común. Esto es posible en tanto cumplimiento
de las normas establecidas, de leyes que le dan a un país
orden, es decir, el Estado tiene la misión de cumplir y
hacer cumplir las normas establecidas. El Estado debe de velar
por una vida digna de los ciudadanos; "una vida digna comienza
por una buena alimentación, una vivienda adecuada, una
educación acorde con los tiempos, una seguridad
social"[72]. Hemos hablado del Estado de derecho,
de su normativa jurídica y como madre de esa normativa, su
Constitución que es como el Evangelio en la
Iglesia.

3.6.2.- LA DEMOCRACIA

Para comenzar este apartado, quiero mencionando a Manent
Pierre, quien dice que la "democracia no es sólo la
igualdad sino también la libertad"[73] y a
decir de Zavaleta Mercado, podríamos definir la democracia
en cuatro acepciones: a) como un movimiento general de la
época; b) como una representación
participativa; c) como un método que nos posibilite
el conocimiento del aparato estatal; d) y como una
autodeterminación de las masas. Por lo tanto, la
democracia no es el simple hecho de matizar y modificar los
mecanismos de selección de los gobernantes, o las
transiciones de dictaduras militares a estados de derecho con sus
sistemas parlamentarios, o la reconstrucción de un orden
político en el seno de una misma sociedad civil. La
verdadera democracia va más allá, trasciende en las
masas sociales, en el respeto a la disensión
política-ideológica, al respeto de los derechos de
expresión, etc. La democracia es la BOX POPULI, es la BOX
DEI. Por lo que acabamos de decir, la democracia es
también la diversidad de partidos políticos, de
elecciones, de división de poderes, y de libertad de
prensa y se piensa que esta es la auténtica democracia. La
libertad de prensa es el elemento fundamental dentro de un Estado
democrático, ya que vulnerar este derecho inalienable, es
simplemente quitar la conciencia del pueblo, ya que la libertad
de prensa es la conciencia del pueblo.

La auténtica democracia no es tanto el gobierno
para el pueblo, sino el gobierno del pueblo. La dignidad humana
es la base de una verdadera democracia y a decir de Manent, "la
dignidad humana es la noción moral más alta de la
humanidad democrática"[74]. La democracia
no se limita simplemente a la emisión de voto y no dudamos
de que esto sea el acto esencial y constitutivo del sistema
democrático, sin que importe la organización
política del pueblo electo, ni la naturaleza real del
Estado. En nuestro país la democracia económica es
todavía una ilusión: parte del principio de que
todos somos iguales ante la ley, cuando en realidad vivimos en un
sistema que no solo tolera las tremendas desigualdades, sino que
las genera y las impulsa. Se debe tender a una democracia
orgánica y popular y que se le debe entender como un
sistema de vida en el que estén integradas la
economía, la organización política y la
ética social. La persona humana considerada como una
totalidad y el fin de todo, tanto en el aspecto individual y
social.

La democracia nos lleva a reflexionar sobre la
situación nacional. Se vive en una democracia
relativizada, solo se actúa en su nombre cuando nos
conviene y se la pisotea cuando no nos conviene. Bolivia se
encuentra en una situación muy crítica si hacemos
una lectura desde la realidad. Vemos a una Bolivia enferma en su
sistema jurídico, en su estado de derecho, en su
democracia, en su desarrollo, en su progreso; parece
paradójico lo que acabamos de decir, ya que nos blasonamos
que somos un país rico, pero esa riqueza no llega a los
bolsillos de los bolivianos. Somos una potencia gasífera,
pero hay que hacer largas filas para conseguir una garrafa de gas
para nuestras cocinas. Por eso decimos que Bolivia está
enferma y padece de una enfermedad incurable. Ya Zavaleta Mercado
en su momento lo había dicho, de que "Bolivia es una
enfermedad incurable"[75].

La historia nos muestra una Bolivia enferma, "la
historia de estos (187) años de Bolivia será por
fuerza entonces la historia de un puñado de crisis o
aglutinaciones patéticas de la
sociedad"[76], por tanto es una mirada desde la
duración de una sociedad en sus momentos de ruptura y no
en la tranquilidad de su cotidianidad. No es una mera
retrospección o una mirada de nuestro pasado, en cuanto a
nuestra vida dictatorial y pincelazos comunistas-socialistas y de
democracia. Nuestra historia; la historia, no es pasión de
anticuados ni pasatiempo de recolectores de fósiles: la
historia enseña desde la memoria, porque modela actitudes
del presente. No hay forma aunque quisiéramos
diseñar el futuro sin retornar y retomar el
pasado"[77].

Es necesario democratizar la democracia, es necesario
moralizar la democracia, porque "una democracia sin valores,
[…] se vuelve fácilmente una dictadura y termina
traicionando al pueblo"[78] y eso es lo que no
queremos para Bolivia. "[…] no puede haber democracia
verdadera y estable sin justicia social, sin división real
de poderes y sin la vigilancia del estado de
derecho"[79]. Claramente vemos reflejado lo que
dice Aparecida en nuestro país: "en algunos Estados, ha
aumentado la represión, la violación de los
derechos humanos, incluso el derecho a la libertad religiosa, la
libertad de expresión y la libertad de enseñanza,
así como el desprecio a la objeción de la
conciencia"[80]; esto en Bolivia lo estamos
viviendo, pero de una manera muy visible desde los aparatos
estatales, desde el oficialismo y desde la
oposición.

3.7.- PARLAMENTO BOLIVIANO

El parlamento boliviano en los últimos
años ha perdido mucha credibilidad y confiabilidad de
parte del ciudadano. El crear hombres dignos y honorables es
tarea de la sociedad, y en la medida en que la sociedad ponga la
mano de obra calificada, se tendrán hombres calificados
con amplia perspectiva ético y moral y la consecuencia
será, que la nación sea conducido en la mente y en
el corazón de los hombres, pero no solo dignos, sino
dignos conscientemente, es decir, "es necesario recuperar la
conciencia de la originalidad en nuestro quehacer político
nacional"[81]; por eso se dirá que "esa
creación de hombres mejores no es principalmente faena
política, sino social"[82]. Intervenir
demasiado es detener los íntimos progresos de
transformación"[83]. ¿Hay intentos
de cambio, pero qué cambio y a costa de qué?
Diríamos tal vez valiéndonos de Ortega y Gasset,
que es necesario eliminar las viejas maniobras políticas,
"hay que acabar con la vieja
política"[84].

Lo que se quiere es que creamos políticas que
nazcan del centro y de la periferia, que recojan las necesidades
del pueblo en su conjunto, una política con identidad
propia lo cual nos permitirá sacar a flote a nuestro
pueblo, a nuestra patria en unión y en busca del mismo
ideal que es el bien común. Hemos visto que la "vieja
política no es sólo ni siquiera principalmente una
serie de abusos-latrocinios, injusticias, ilegalidades cometidos
por unos cuantos hombres"[85]; los viejos
políticos son la vieja política que representa el
retroceso y el estancamiento de nuestros países y de
manera especial de nuestro país. Creemos firmemente que es
posible hacer de Bolivia una nación con dignidad, con
desarrollo, con identidad, con progreso y sobre todo, una
nación espléndida y digna de ser imitado. Con
valores ético-morales y con un ideal, con proyecto
hegemónico que aglutine a todos y esto es posible desde el
desprendimiento de nuestros parlamentarios, de nuestros
gobernantes, de nuestras autoridades regionales, y del pueblo en
general. Han pasado gobiernos y tenemos gobierno, pero
¿qué es gobernar? "gobernar es resolver problemas,
es prever, es conocimiento y destreza"[86], eso es
gobernar y si nuestros gobernantes se hacen eco de lo que dice
Gasset, sería distinta la realidad nacional. Es hora de
crear proyectos de nación, y no meras copias de occidente.
Es necesario bolivianizar Bolivia para los bolivianos y Bolivia
para América. Un proyecto de nación desde la
periferia, desde el centro, desde las regiones, desde las
provincias, desde las comunidades, con la participación de
todos los bolivianos, que recoja y tome en cuenta las necesidades
básicas de todos, que tome en cuenta las normas
éticas y morales, que tome en cuenta las diversidades, las
cultura, las costumbres, las identidades, tomando en cuenta
Bolivia y sólo Bolivia y no segundos y terceros,
posibilitará una Bolivia próspera, una Bolivia
digna, una Bolivia con alto grado de desarrollo industrial,
moral, ética, una Bolivia desde los bolivianos para los
bolivianos. Lo que buscamos es que el parlamento sea ese portavoz
y el instrumento que posibilite ese proyecto de nación y
desde un desarmen espiritual, el ejecutivo sea el órgano
que haga eco y nos lleve a ríos mejores, a puertos
mejores.

Hace un momento decíamos que es necesario crear
una política con identidad propia, que nazca desde las
entrañas de nuestro país y es por ello necesario
decir que no hay receta para ser original; sin embargo hay una
muy simple: no imitar, ser fiel a la circunstancia. Una vida
que se imita es una vida que se falsifica
. Los cambios no
vienen en son del vacío, sino que consigo afectan todas
las dimensiones de la vida; "esta nueva escala mundial del
fenómeno humano trae consecuencias en todos los
ámbitos de la vida social, impactando la cultura, la
economía, la política, las ciencias, la
educación, el deporte, las artes y también,
naturalmente, la religión"[87]. "Vivamos
nuestro destino; no imitemos el ajeno"[88]. Hay
que ampliar los horizontes de nuestro accionar, para poder llegar
a todos los rincones de nuestro país, "hay que pensar en
grande"[89], para crear una política
moralizada, con cánones éticos que nos marquen el
camino hacia el destino por todos esperado, que es el desarrollo
y la búsqueda del bien común que trascienda en una
felicidad plena. Esto es posibilitada por la ética y la
función de la ética en la política
boliviana, es precisamente eso, problematizar las acciones
políticas que no están enmarcadas dentro de los
cánones morales.

3.8.- VIRTUD DEL SERVIDOR
PÚBLICO

Es necesario conocer la persona de Jesús que en
sí misma es la moralidad llevada a cabo en su plenitud,
para poder amar y buscar el bienestar común de todos los
ciudadanos. Sentimos muchos de los que habitamos esta tierra,
única y diversa con una riqueza incomparable de culturas y
zonas geográficas, con prepotencia al ver el odio, el
rencor, el afán de dominio, el cálculo
político, con el simple propósito de que
aquí impongo mis ideales y no con el afán de
concertar con el fin de buscar el desarrollo común que nos
lleve a la prosperidad. Parece que el poder de la
ambición, del revanchismo, nutre el odio de unos por los
otros, pero es necesario tomar en cuenta que una gran
porción del pueblo boliviano sufre en el silencio las
amenazas que imperan el criterio de desmembración de
nuestra querida patria: vemos con mucho dolor la situación
de una inhuma pobreza en las grandes mayorías
nacionales:

"Comprobamos, pues cómo el más devastador
y humillante flagelo, es la situación de inhumana pobreza
[…] expresada en mortalidad infantil, falta de vivienda,
problemas de salud, calvarios de hambre, desempleo y subempleo,
desnutrición, inestabilidad laboral, migraciones masivas,
[…]"[90] (Puebla 29)

Esto nos conduce a juzgar con un ojo crítico
propositito, es decir, "después de constatar la
situación de miseria desgarradora, lucha de poder de
nuestra sociedad como un hecho injusto y antinatural
[…]"[91]; en esta
situación:

"Vemos a la luz de la fe, como un escándalo
[…] la creciente brecha entre pobres y ricos. El lujo de
unos pocos se convierte en insulto contra la miseria de las
grandes masas […]"[92] (Puebla
28)

Es un dolor desgarrador de los ciudadanos de a pie, y
habría que pasarles el dato a los que nos gobiernan, de
que la reivindicación está en la virtud de todo
servidor público y señalamos tres puntos de capital
importancia si queremos llevar los destinos de la patria por
buenos puertos que nos devuelvan la esperanza de un más
allá fructífero en el campo del desarrollo
económico, en la moralización de nuestras acciones
políticas que sean el puntal del bien común y por
lo tanto la felicidad. Estos tres puntos capitales
son:

3.8.1.- EL BIEN COMÚN

Hemos ido insistiendo a lo largo de nuestro trabajo, la
capital importancia que tiene la búsqueda del bien
común a instancias de la política como medio para
lograr el objetivo planteado; podemos mencionar que la
"ética del bien común es necesaria, ahora
más que nunca, frente a las tendencias mercantilistas e
individualistas que caracterizan a la cultura post-moderna en la
que vivimos"[93]. El concepto del bien
común lo abarca todo y está orientado hacia el
bienestar de la comunidad en su totalidad: "Buscar el bien pleno
de la colectividad, respetando el dinamismo y las opciones de
cada grupo y de cada persona"[94]. La ética
del bien común es fruto de la formación social de
la persona. Es necesario desarrollar entre nosotros un equilibrio
de intereses individuales y comunes, por eso nos dirá
Gregorio Iriarte que la "negación del hermano es la
negación de uno mismo"[95], es la
negación de la patria y negar la patria es como negar a
uno mismo y eso no puede ser posible, ya que la patria es la
patria y por eso es lo primero, es la identidad más
allá de la individualidad.

El bien común afecta la vida de todos, ya que es
el conjunto de aquellas condiciones de vida social que permiten a
los grupos y a cada uno de sus miembros conseguir más
plena y pacíficamente su propia perfección. Esto
nos remite a tener en cuenta en primer lugar "el respeto a la
persona en sus derechos y deberes que son fundamentales e
inalienables de la persona humana"[96]. En segundo
lugar, el bien común exige el bienestar social y el
desarrollo, es el resumen de todos los deberes sociales.
Ciertamente corresponde a la autoridad decidir, en nombre del
bien común, pero debe facilitar a cada uno lo que necesita
para llevar una vida verdaderamente humana: alimento, vestido,
salud, trabajo, educación, cultura, información
adecuada, derecho de fundar una familia, etc. Hoy más
que nunca se necesita una economía que humanice y moralice
toda la actividad de la sociedad, una
política-económica que esté al servicio del
hombre y no aquella política-económica en que el
hombre es esclavo de sistemas e ideologías
. Es un
trabajo inmenso que compete a todos los ciudadanos, pero
primordialmente el responsable es el gobierno, las autoridades
que están en funciones públicas.

3.8.2.- RESPONSABILIDAD PERSONAL

El segundo tema de vital importancia es la
responsabilidad[97]personal y ciudadana. La
responsabilidad ciudadana es difícil, ya que es muy
fácil ser un espectador pasivo, que puede dar mil
soluciones, pero no se ha comprometido una sola vez en su vida.
Hoy nuestra adolescencia y juventud, esperan de los que nos
dirigen actitudes claras de compromiso y de responsabilidad
personal, de sacrificio coherente con los valores éticos
morales que decimos profesar, llevándonos a mirar a
Jesucristo que no vino a ser servido sino a servir. La
responsabilidad personal es sencillamente involucrarse en los
quehaceres de la patria y no mirar de palco todo lo que sucede;
no es ser mero espectador sino es hacer compromiso con la patria
y por la patria. La responsabilidad es aquello que hace que
ético y lo moral sean posibles en la política, ya
que la responsabilidad por ser responsabilidad es una
cuestión de moralidad y la moralidad es aquello que hace a
la personal en su personalidad. La ética es posible en la
política y desde una vivencia trágica, hace que la
política por medio de los políticos, reconozcan su
importancia impresidible.

3.8.3.- LA PARTICIPACIÓN

El patriotismo tiene que nacer de nuestros corazones,
tenemos que moralizar nuestros pensamientos, nuestras
ideologías, nuestras acciones políticas para que
amemos más y más a Bolivia y a todos los que
vivimos en ella. Es por eso que los ciudadanos deben en cuanto
sea posible tomar parte activa en la vida pública. Por eso
señalamos el tercer punto de vital importancia que es la
participación[98]Esta participación
tiene que ser de todos en la promoción del bien
común que implica como todo deber ético, una
conversión, una renovación sin cesar, de los
miembros de la sociedad. Es preciso ocuparse del desarrollo de
instituciones que mejoren las condiciones de la vida que es el
don más preciado que Dios nos ha confiado

En este análisis de nuestra realidad nacional, no
podemos dejar de lado lo que se ha venido impulsando desde hace
muchos años y con más fuerza, desde 2004, esto es,
las autonomías. Autonomías que son parte del
quehacer político de nuestra sociedad, impulsado desde las
regiones bajas de nuestro país. Estas autonomías
según nuestro parecer, tiene que enmarcarse dentro los
cánones ético-morales, con el fin de buscar el bien
común de los bolivianos.

3.9.- AUTONOMÍAS

Nos interrogamos con mucha razón de ser:
¿Qué es
autonomía[99]Etimológicamente: "La
autonomía (del griego auto, "uno mismo", y nomos, "norma")
es, en términos generales, es la capacidad de tomar
decisiones sin ayuda de otro. Se opone a heteronomía. Es
la capacidad de darse normas así mismo, o sea, es el
autogobierno, evidentemente nos estamos refiriendo a la
autonomía de los territorios, de los
departamentos"[100]; en este sentido, tenemos un
ejemplo que tomar y ese ejemplo es la autonomía
española que se enmarca de la siguiente manera:

"El consenso es la basa para la transición
española, con la disposición de unos y otros a
ceder para llegar a algún tipo de acuerdo y,
además, ceder también en las cosas importantes,
porque si sólo se quiere ceder en lo que se considera poco
importante las cosas son difíciles […] la
constitución establece el principio de solidaridad
interterritorial. Por lo tanto, los territorios ricos tienen que
financiar a los territorios pobres vía estado:
[…]"[101].

Podemos ver con claridad que el ejemplo
autonómico de España, es muy interesante en el
sentido de que su autonomía está regida por el
principio de solidaridad. Sería interesante mirar ese tipo
de autonomía para nuestro país, ya que la realidad
nos dice que hay departamentos altamente beneficiados por los
recursos naturales, es decir, ricos, y hay departamentos muy
pobres, entonces lo que se tiene que hacer es implementar el
principio de solidaridad en los estatutos autonómicos,
para que vía Estado, contribuyan económicamente al
desarrollo de las autonomías pobres. En esto
tendría que jugar un papel muy importante el Estado, en el
afán de velar y concienciar a las autonomías ricas
para que depositen un porcentaje de sus ingresos a un fondo
común, el cual se destinaría a las
autonomías pobres para programas de salud,
educación, servicios básicos, etc. Pero
¿cómo comprender estas autonomías que se
quieren desde las tierras bajas del país?

3.9.1.- PAUTAS PARA COMPRENDER LAS
AUTONOMÍAS

"[…] las autonomías, más
allá de las presiones orientales y los miedos
occidentales, son una realidad inminente en la futura
organización del Estado en Bolivia […], en el
fondo, reconocemos que las autonomías no son sino un nuevo
reparto del poder político en Bolivia, entre un
ámbito nacional y subnacional que en este caso,
podría ser del departamento o la
región"[102].

En otros términos, tal como plantea Juan Carlos
Urenda en su libro las "autonomías", "se trata no
sólo de una desconcentración y no de una
descentralización, que implica necesariamente la
transferencia de competencias; entonces no ha sido suficiente la
lucha, ni la ley, ni la descentralización, lo que se pide
es autonomía"[103]. Lo que se quiere con
las autonomías, es simplemente darle a las regiones
competencias legislativas para que pueda ser menos
burocrático las acciones que lleven al desarrollo. Las
autonomías se han hecho posibles a partir de la crisis de
Estado de larga duración de los (1983) años de vida
republicana, es precisamente la inexistencia o incapacidad que
hemos tenido de lograr conciliar un estado-nación,
"[…] tiene que ver también con un estado
definitivamente ilegítimo porque ya no es garante del bien
común y del ejercicio de los derechos
fundamentales"[104]; el estado como tal, ha
perdido ese timón de mando que tal vez nunca lo tuvo, el
ordenamiento hacia el bien común de la colectividad y esa,
creemos que ha sido y es la gota que rebalsó el vaso, el
Estado simplemente no ha podido satisfacer las derechos
elementales del pueblo.

3.9.2.- UNA OPORTUNIDAD DE DESARROLLO

Tenemos que entender que las autonomías
planteadas en su sentido más amplio como aquel que busaca
el bien común y se enmarca dentro del canon de solidaridad
que es el ordenamiento ético-moral, es muy buena para el
país. Autonomías, ¿En qué estamos de
acuerdo?:

"En autonomías que signifiquen elección de
autoridades por voto directo universal y popular. También
estamos de acuerdo en que las competencias autonómicas
estén referidas a políticas de desarrollo
económico departamental, políticas de
educación y salud, infraestructura social, así como
también respecto al medio ambiente, turismo y otras
competencias […]"[105]

En esa clase de autonomías estamos de acuerdo,
que marque el principio de solidaridad interno y externo, es
decir, solidaridad entre los pobladores del departamento y los
departamentos más ricos con lo más pobres. Si las
regiones que impulsan dentro de este marco este hecho
histórico dentro del sistema político nacional,
apoyamos con convicción, porque sencillamente representa
el rescate de los valores que han sido pisoteados, y ellos son,
la moral y la ética. Es posible unas autonomías que
se enmarquen dentro de los cánones ético-morales,
porque serían el abanderamiento del bien común y de
la solidaridad. Pero no estamos de acuerdo en autonomías
que tienen estas características:

"[…] despiertan susceptibilidad y entre esas
susceptibilidades y miedos, se pueden mencionar los siguientes:
no estamos de acuerdo en algunas competencias que en la propuesta
autonómica y de estatuto planteado por el comité
Pro Santa Cruz, particularmente en el campo del desarrollo
legislativo, competencias que tiene que ver con el control y
desarrollo legislativo de los recursos naturales, sobre todo
tierra, hidrocarburos, minería y agua. Las asignaciones de
tales facultades de desarrollo legislativo al departamento
autonómico y, al mismo tiempo, el reconocimiento de los
mismos para el ámbito nacional, resulta ambiguo y
confuso"[106].

En las autonomías que simplemente busquen usurpar
competencias del ámbito nacional y competencia del
ejecutivo y legislativo, no estamos de acuerdo. Creemos
aún que el Estado como se lo quiera ver, es el rector
primordial de las riquezas naturales o de las fuerzas armadas o
de relaciones diplomáticas internacionales, etc. Una
autonomía entendida y buscada desde esas condiciones,
viola el marco del ordenamiento jurídico de la
nación, usurpar competencias y esto es señal de que
no quiero compartir lo mío. No queremos autonomías
que hagan de las capitales de departamento, otro modo de
centralizar el poder político. Ya hemos ido mencionando
que la comunidad política, cualquiera que sea su
organización, debe estar en función a principios,
en este caso, el bien común, la justicia social, la
equidad, la solidaridad, reciprocidad, complementariedad, y la
sana competitividad. Es un hecho que las autonomías van en
Bolivia, pero una vez dados dentro del marco constitucional, con
normas claras y competencias definidas y compatibilizado con la
norma general del país C. P. E., ¿qué?.
Autonomía ya, hemos gritado ¿y ahora qué?
Humildemente queremos creer que las autonomías es, mejorar
la calidad de vida de todos y no que unos cuantos sigan
usufructuando de los privilegios con los cuales han vivido
eternamente. Pensamos que hay que pensar más en la patria
grande que en mi barrio, en mi familia, en mi casa, en mi zona,
mi lugar, mis amigos, mi departamento, etc., con esto no queremos
decir que hay dejar de pensar en la familia, la casa, el
departamento, etc. Es de capital importancia entender las
autonomías en clave de solidaridad.

Conclusión

En el recorrido que hemos realizado en el presente
trabajo monográfico y tomando en cuenta aquello que nos
habíamos planteado como objetivo general que son las
concepciones ético-políticos en los diferentes
autores que nos han precedido y sobre todo a la luz de la
enseñanza de la iglesia, establecer pautas y algunas bases
sencillas para una auténtica renovación de la
actividad política en nuestro país con el
afán de moralizar y revestir de ética las acciones
políticas, queremos sintetizar brevemente el camino
recorrido.

En el análisis que hemos realizado de los
diferentes autores de la historia de la filosofía en la
primera parte, hemos podido notar claramente que hay diferencias
sobre la concepción política, esto, dependiendo de
la época en que se han desenvuelto los autores que hemos
tocado. Así por ejemplo:

  • Aristóteles la política es la
    búsqueda del bien de los ciudadanos y tiene el
    objetivo final la consecución de la
    felicidad.

  • Santo Tomás nos ha dicho que la
    política es un saber filosófico
    práctico, un saber moral.

  • Maquiavelo concibe la política como el arte
    de gobernar, saber gobernar, poner atención a las
    circunstancias que se me presentan, pero sobre todo, como
    aquel fin que justifica los medios.

  • Rousseau implícitamente afirma que la
    política es el reino de la institucionalización
    de la desigualdad y por ello es necesario los pactos en el
    Estado.

  • Hobbes por su parte, ve que la política es la
    lucha de todos contra todos y por ello dirá que el
    hombre es el lobo del hombre y el único fin en
    política, es el aumento de poder.

En la segunda parte hemos visto tomando en cuenta a
Adela Cortina, que la ética y la política son como
dos realidades irreconciliables, pero que en el fondo, a pesar de
que la ética vive trágicamente en la
política, es posible una política con
cánones éticos.

Finalmente, en la tercera parte hemos analizado la
realidad nacional a partir de la función que tiene la
ética en la política boliviana y hemos visto que
las acciones políticas de nuestros gobernantes,
está lejos de los cánones éticos y por ello
no hay la identificación con el bien común de toda
la colectividad.

Vemos que las acciones políticas del oficialismo,
están plenamente identificados con las concepciones
políticas de Maquiavelo y Hobbes. Porque se ve claramente
que para conseguir los fines no importan los medios para este
gobierno (el fin justifica los medios Maquiavelo) y
también vemos que se está dando una guerra sin
cuartel, patentizado en la persecución de aquellos que
disienten con el pensamiento del gobierno; en este sentido vemos
la triste realidad de que el gobierno se ha convertido en el lobo
de los que no piensan como él.

Por tanto concluimos que las acciones políticas
gubernamentales, son maquiavélicas y hobbnianas. No han
entendido el concepto profundo del quehacer político, no
se busca en último término, el bien común de
la sociedad. Vemos claramente que los cánones
ético-morales, les perjudican y hacen caso omiso, porque
simplemente tienen el deseo insaciable de perpetuarse en el
poder. En este sentido tiene razón de ser lo que hemos
dicho que la función de la ética está en
problematizar las acciones políticas. Como la ética
es un problema para el gobierno, entonces se apartan de ello y
hacen un manejo amoral e inmoral de la política. Como para
ellos no existe ni moral ni ética, entonces todo
está permitido, todo está justificado.

Como hemos dicho anteriormente, para este gobierno el
fin justifica los medios; para lograr sus objetivos vemos que
resucita muertos, clonan a personas, suplanta identidades, etc.,
esto no lo digo simplemente por decir, sino es lo que nos ha ido
mostrando el gobierno implícita o explícitamente.
Aquí no hay respeto a la libertad de expresión y
por ende a la libertad de prensa y pensamos que este es lo peor,
ya que eliminar la libertad de prensa, es eliminar la conciencia
del pueblo. No estoy defendiendo a los que dicientes por
disentir, a los que se oponen por oponerse, a los que critican o
criticones, sino sobre todo a aquellos que lo hacen para hacer
crecer al país.

A partir de esto podríamos decir que la
función de la ética en la política
boliviana, es necesario y esto con el afán de sacarnos el
egoísmo, del solo hecho de pensar en mi partido, en mi
sector y no así en toda la colectividad. Por ello la
ética juega un papel muy importante dentro del quehacer
político, pero no podemos esperar que llueva en pleno
invierno; se requiere un desarme espiritual, una toma de
conciencia, etc. Por tanto, podríamos afirmar que se
presentan muchas opciones para lograr el ansiado progreso de
nuestro país y uno de ellos es el planteamiento
autonómico para Bolivia. Las autonomías en este
sentido se nos presentan como una oportunidad de desarrollo, de
menos burocracia; se nos presenta como un compartir el poder, de
auto-legislarse y sobre todo dentro del marco de la solidaridad.
Queremos tomar partido por una autonomía que tenga como
principio la solidaridad, ya que ello buscará el bien
común a partir de la región, de toda la
colectividad boliviana. En nociones filosóficas de lo que
nos incumbe, las autonomías al margen de ser
departamentales o municipales, tienen que tener la misión
y la función y a la vez a la visión objetual de
entenderse en clave de solidaridad, es decir, autonomías
en clave de solidaridad y opción por los más
desfavorecidos.

A partir de esto planteamos como alternativas de
conciencia la conminación de que no hagas al otro lo que
no quieres que te hagan a ti; no gobiernes a los demás
como no quieres que te gobiernen a ti; no enseñes a tus
alumnos como no quieres que te enseñen a ti; no hagas la
guerra a otros como no quieres que te hagan a ti; no mientan a
los demás como no quieres que te engañen a ti. Todo
esto nos lleva a reconocer en la educación, la
búsqueda de la verdad, por tanto, no se educa a los
pueblos privándolos de la claridad y la transparencia, de
la moral y la ética, de los consejos evangélicos
que nos conducen por una vida recta y llena de moralidad. Decir
paz y fomentar la guerra, decir justicia y propiciar la
arbitrariedad, decir democracia y actuar
antidemocráticamente, es condicionar y dominar, es someter
y no liberar y la educación es por sobre todas las cosas
liberadora desde la libertad y en la libertad.

En este sentido planteamos el diálogo como un
instrumento de concertación. El propósito del
diálogo no es complacer al público, ni generar
títulos periodísticos espectaculares, ni obtener
prestigio personal. En definitiva proponemos que se tiene que dar
una cambio trascendental de la conciencia; para cambiar Bolivia,
hay que transformar la conciencia de los que nos dirigen, y esta
transformación sólo podrá darse si cada uno
de nosotros adoptamos ciertas obligaciones. Hay que decirles a
los políticos que sus acciones carecen de sentido si se
alejan de los cánones éticos. Los políticos
deben saber que la política carece de sentido si no va
acompañada de la responsabilidad y la moral o la
ética, esto es, si no va acompañada de un anclaje
ético del cual no puede haber alejamiento
deliberado.

Hemos visto que las acciones políticas de
nuestros gobernantes tienen ausencia de los cánones
ético-morales. Por ello, la imperiosa necesidad de la
ética en la política nacional, se patentiza y cobra
vital importancia en el sentido de que no se deje de lado las
propuestas moralizadas en campañas proselitistas, ya que
una vez llegados al poder, se olvidan de aquellas propuestas y
dejan de lado la ética, la moral y a partir de ello, todo
está permitido y no importan los medios para llegar a
aquellos objetivos que se plantean. Por último, insinuamos
que si queremos el bien común de la sociedad, no hay otro
camino que revestir de ética las acciones
políticas, las conciencias de los políticos y de
alguna manera, también de la ciudadanía, ya que si
logramos esto, estaremos por buen camino hacia el desarrollo,
hacia la vida digna, donde se respete los derechos humanos sin
privilegiar a nadie.

La función de la ética está en
problematizar las acciones políticas.

Bibliografía

LIBROS

ACEVES, Magdalenas, José, "Filosofía
Introducción e Historia
", Segunda Edición,
Editorial Publicaciones CRUZ O., S. A., México,
1986.

ARANGUREN, J. Luís, Ética, "La
situación de los valores éticos
", Los valores
éticos en la nueva sociedad democrática, Editorial
TECNOS, S. A., Madrid, 1985

ARISTÓTELES, "Política",
Editorial Gredos, Primera Edición 1988, Madrid
España 1994.

ARUZAMEN, P. Omar, "Curso de Filosofía",
Universidad Autónoma "Gabriel René Moreno", Segunda
Edición, Editorial Impresiones HIPER –
GRÁFICA, Santa Cruz – Bolivia, 2004.

BONETE, P. Enrique, "Aranguren: la Ética
entre la Religión y la Política
", Editorial
TECNOS, S. A., Madrid – España, 1989.

CAMUS, Albert, "Moral y Política",
Primera Edición 1984, Primera Reimpresión 1995,
Editorial Alianza, Madrid – España, 1995.

CASTRILLO, R., "Una construcción ética
de utopía cristiana
", Iglesia liberadora y
política, Santiago de Chile ECO. 1986. Pág. 95-100.
Cit. Por Mifsud, Ediciones Paulinas, Chile 1988.

CODINA, Víctor, "¿Qué es la
Teología de la Liberación
?", Centro de
Investigación y Servicio Popular CISEP – ORURO,
Edición Segunda, Editorial LILIAL, Oruro – Bolivia,
1985.

COPLESTÓN, Fredereck, S. J., Profesor
Emérito de Filosofía de la Universidad de Londres,
"Historia de la Filosofía", Vol. II de San
Agustín a Escoto, Editorial Arial, S. A., Edición
Castellana dirigida por Manuel Sacristán, Segunda
Edición, Barcelona – España, 1989.

CORTINA, Adela, "Ética Mínima",
Introducción a la filosofía práctica,
Prólogo de José Luís L. Aranguren, Segunda
Edición, Editorial TECNOS, S. A., Madrid –
España, 1989.

DARDICHON, Francisco, S. J., "Filosofía
Moderna
", Facultad de Filosofía y Ciencias
Religiosas, Universidad Católica Boliviana, Cochabamba
– Bolivia, 1991.

FRANCOVICH, Guillermo, "La Filosofía en
Bolivia
", Tercera Edición, Librería y
Editorial Juventud, Empresa Editorial URQUIZO, S. A., La Paz
– Bolivia, 1987.

GONZALES, Álvarez Luís José,
"Filosofía a distancia – Ética
Latinoamericana
", Facultad de Filosofía, Universidad
Santo Tomás de Aquino, Centro de Enseñanza
Desescolarizada, Primera Edición, Ediciones Universidad
Santo Tomas – USTA, Bogotá – Colombia,
1986.

HOBBES, Tomás, "Leviatán", La
Materia Forma y Poder de un Estado Eclesiástico y Civil,
Traducción prólogo y notas de Carlos Mellizo,
Tercera Edición, Alianza Editorial, S. A., Madrid –
España, 1995.

IRIARTE, Gregorio O. M. I., "Análisis
Crítico de la Realidad
", Compendio de datos
actualizados, 15ª Edición, Grupo Editorial Kipus,
Cochabamba Bolivia 2004.

IRIARTE, Gregorio P., o. m. i., "Moral Social",
Guía para la Formación en los Valores
Éticos, Primera Edición, Impreso en los Talleres
Gráficos de COLOGRAF RODRIGUEZ, Cochabamba, Noviembre,
1994.

IRIARTE, Gregorio, OMI, "Formación en los
Valores
", El desarrollo de la dimensión ética
en la educación, Sexta Edición, Grupo Editorial
KIPUS, Cochabamba – Bolivia, 2006.

MANENT, Pierre, "Curso de Filosofía
Política
", Sección obras de Política y
Derecho, Primera Edición en español,
Traducción de Marcos Mayer, Argentina, 2003.

MAQUIAVELO, Nicolás, "El
Príncipe
", Estudio Preliminar de Ana Marínez
Arancón, Traducción y notas de Helena Pvigdomenech,
Colección Clásicos del pensamiento, Tercera
Edición, Editorial TECTOS, Madrid – España,
1993.

MARIAS, Julián, "Historia de la
Filosofía
", Edición 32ª, Prólogo
de Javier Zubiri – Epílogo de José Ortega y
Gasset, Biblioteca de la Revista de Occidente, Sección:
Filosofía, Impreso en Hijos de E. Minuesa, S.L., Madrid
– España, 1980.

MESA, D. José, Teresa Gisbert, Carlos D. Mesa
Gisbert, "Historia de Bolivia", Edición Primera,
Editorial Gisbert, S. A., La Paz – Bolivia,
1997.

ORTEGA y GASSET, José, "Obras
Completas
", Tomo II, Primera Edición 1983, Segunda
Reimpresión 1994, Alianza Editorial, Revista de Occidente
S. A., Madrid – España, 1994.

PIÑEIRO, Iñiguez Carlos,
"Desde el Corazón de América – el
pensamiento Boliviano del siglo XX
", Primera Edición,
Editorial Plural, La Paz – Bolivia, 2004.

ROUSSEAU, Jean-Jacques. El contrato social o
Principios de derecho político.
Estudio preliminar y
traducción de María José Villaverde. Madrid:
Editorial TECNOS, 1988.

CARTAS ENCÍCLICAS

BENEDICTO XVI, Documento Pontificio, "SPE SALVI
– sobre la Esperanza Cristiana", Carta Encíclica,
Noviembre 2007, Ciudad del Vaticano – Roma, Ediciones las
Paulinas, Lima – Perú.

CONCILIO Vaticano II, "Gaudium Et Spes", Sobre
la Iglesia en el mundo actual, Nº 74, Iojanes Paulus
Secundum, Encíclica, Roma, en San Pedro, 7 de diciembre de
1965.

DOCUMENTOS DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL
LATINOAMERICANA

CONSEJO, Episcopal Latinoamericano, CELAM, Las cuatro
conferencias del Episcopado Latinoamericano, Río de
Janeiro-Medellín-Puebla-Santo Domingo, Quinta
Edición, Bogotá, D. C., Colombia, 2004.

V CONFERENCIA GENERAL del Episcopado Latinoamericano y
del Caribe, "APARECIDA", Documento Conclusivo,
Librería Paulinas, Conferencia Episcopal de Bolivia, E. D.
B., Ediciones Don Bosco, Editorial Verbo Divino, Aparecida, 13-31
de mayo de 2007.

INTERNET

CURSO,
http://www.canalcursos.com/cursos-gratis/curso-gratis-de-la-necesidad-de-la-etica-en-la-politica-boliviana_f106709.htm

MARISCAL, Antezana Gonzalo,
http://www.monografias.com/trabajos14/etica-politica/etica-politica.shtml.

GARRETÓN, Roberto, Representante de la Oficina
del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos para América Latina y el Caribe,
http://www.observatoriomercosur.org.uy/libro/derechos_humanos_y_politicas_publicas_1.php.

REVISTAS

C. I. S., Centro de Investigación de
Sociología, Universidad Mayor de San Simón, el
pensamiento de Zavaleta Mercado, FUD – PORTALES –
FACES, Editorial AROL S. R. L., Edición Primera,
Cochabamba – Bolivia, 1989.

CENTRO CUARTO INTERMEDIO, "Autonomías para
Bolivia
", desafíos y oportunidades, Cochabamba
– Bolivia, ccibolivia@yahoo.com , 2005.

SAGÁRNAGA, Rafael, El Alma de nuestra
Política, ¡OH!, Revista Dominical, Fotorreportaje,
los Tiempos Cochabamba, 10 de Agosto, 2008.

Anexos

ANEXO Nº 1

http://encuestas.ya.com/SPoll/$M=results$P=37867

Actualidad.

Nº de votos: 90

POLÍTICA: ¿Qué es lo que
más te preocupa de la política de nuestro
Gobierno?

Monografias.com

ESQUEMA

El terrorismo: 22%

El nacionalismo: 31%

La migración: 7%

La violencia de género:
10%

Otros: 30%

ANEXO Nº 2

ANTECEDENTES: POLÍTICA

La política como una actividad que comporta una
actitud reflexiva, es la tarea de todos los ciudadanos,
independientemente de nuestro accionar político o social
dentro de una sociedad, por eso, se trata de la actividad del
político y también la de todo miento de la sociedad
en la medida en que interviene o trata de intervenir en los
procesos que permiten llagar a decisiones respecto a la forma de
gobierno, los planes gubernamentales, las condiciones dentro de
las cuales se ejerce la libertad universal y el cumplimiento de
la justicia[107]Por ello brevemente queremos
mencionar alguno de los antecedentes primordial de la
política. Antecedentes que están sobre todo en
aquellos grandes pensadores que ya no han precedido y que han
dejado memoriales obras acerca de la política. Como
antecedentes estamos tomando solo lo que vamos a analizar en el
presente trabajo.

  • La Política y las dos Éticas a
    Nicómaco de Aristóteles

  • Régimen de los Principios de Santo
    Tomás

  • El Príncipe de Maquiavelo

  • El Leviatán de Tomás Hobbes

  • El Contrato Social de Rousseau

ANEXO Nº 3

ANTECEDENTES:
ÉTICA

Son numerosos los sistemas éticos elaborados a lo
largo de la historia[108]Cuando uno estudia
ética en un manual o en determinado autor, estudia una
ética, es decir, una determinada teoría de la
moralidad. Cada una de las teorías encierra una verdad, y
el hecho de que no poseamos la verdad total, no significa que no
podemos acerarnos más o menos a la verdad. Cada sistema
trabaja en eso, en tratar de acercarse a la verdad. Cada sistema
responde a una actitud moral. Lo que pretendemos no es el
conocimiento teórico de estas que ya está por
demás, sino conocer mejor a través de ellas las
actitudes que luchan por imponerse unas sobre otras en nuestro
interior y en el seno de nuestra sociedad.

  • Ética de las virtudes: máxima
    aspiración, la felicidad. Origen en los griegos como
    Sócrates, Platón,
    Aristóteles.

  • Epicureismo, máxima aspiración, el
    placer corporal sin límites. Epicuro.

  • Estoicismo, máxima aspiración, vivir
    conforme a la naturaleza.

  • Neoplatonismo, máxima aspiración, la
    perfección del alma, la contemplación de las
    ideas.

  • Kantismo, máxima aspiración, el deber
    por amor al deber.

  • Utilitarismo, máxima aspiración,
    buscar la felicidad rechazando el dolor y buscando el placer.
    Bueno lo que produce placer y malo lo que produce dolor.
    Bentham.

  • Ética del superhombre, su máxima
    aspiración, la búsqueda del poder y la
    grandeza, para lo cual se implementa el maquiavelismo
    político de que l fin justifica los medios,
    Nietzsehe.

  • Ética marxista, máxima
    aspiración, la búsqueda del hombre nuevo,
    totalmente libre que será fruto de la sociedad
    comunista. Es una moral revolucionaria.

  • Ética cristiana, su máxima
    aspiración, la implementación de la tabla
    mosaica. El reconocimiento de que todos los hombres somos
    hermanos, hijos de un Dios que es misericordia y
    amor.

A partir de los expuesto, podríamos decir que la
política goza de una autonomía en cuanto a la
ética, es decir, la política no tiene que dar
cuentas a nadie menos a la moral ni a la ética, esto
diríamos siendo extremistas en nuestro pensamiento por un
lado y por otro lado, podríamos decir lo mismo a cerca de
la ética que es independiente y no tiene nada que ver en
los asuntos políticos. Pero lo dicho no es la
afirmación última que podamos tener a cerca de
estas dos cuestiones presentes en la vida de los pueblos y por
ende de las personas. Cuando la política se la aleja de
los cánones éticos, pierde su legitimidad por sobre
todas las cosas y cuando la ética se inmiscuye en la
actividad política, cumple la función de
problematizarla a la política, y por eso se dice que la
función de la ética es "problematizar la
política".

ANEXO Nº 4

POLÍTICA COMO CIENCIA Y COMO
PRAXIS

La vigencia de la democracia y la renovación y
perfeccionamiento de la vida política de un país,
está ligada a la existencia y al dinamismo de los partidos
políticos. Ninguna democracia moderna puede prescindir de
los partidos políticos, de la actividad partidista, sin
embargo vemos en los últimos tiempos, que los partidos
políticos han perdido credibilidad de la opinión
pública, en relación a los partidos y a la clase
política en general. Lo más grave es que la vida
política se ha ido alejando de los valores éticos.
Un mal entendido "pragmatismo" ha llevado a muchos
políticos y partidos, a prescindir de toda normatividad
moral. La política es el conjunto de conocimientos y de
prácticas para el gobierno de los pueblos, por tanto
implica "ciencia, práctica y
arte
"[109].

POLÍTICA EN CUANTO CIENCIA

En este campo vemos que la ciencia nos da los
conocimientos sobre los aspectos del estado. En general se
considera que la política en cuanto ciencia, forma parte
de las denominadas ciencias sociales, como la
antropología, la historia, la sociología y su
relación con estas admite dos perspectivas. Algunos
admiten que la política en cuanto ciencia, ocupa un lugar
preponderante por las cuestiones individuales y colectivas, que
estudian la manifestación de una creencia personal como
actividad profesional y como ejercicio de autoridad. Y el punto
de vista opuesto es que la política en cuanto ciencia,
está al servicio de las demás ciencias sociales
porque depende de sus conceptos, métodos y
análisis. Los precursores de la ciencia
política se ocupaban de la forma de alcanzar y mantener
objetivos ideales.
Hoy en día, la mayor parte de las
investigaciones de la política en cuanto ciencia tiene que
ver con temas concretos, como las relaciones entre los poderes
legislativo, ejecutivo y judicial en el ámbito nacional;
las relaciones internacionales entre estados en el marco
internacional; las campañas electorales y las elecciones;
las regulaciones administrativas; los impuestos; la
política comparada; y las acciones e influencias de los
grupos involucrados en las finanzas, el trabajo, la agricultura,
la religión, la cultura o los medios de
comunicación.

ANEXO Nº 5

EL ALMA DE NUESTRA POLÍTICA

Aquí es necesario hacer una mirada a la intimidad
de la casa de todos los bolivianos, en cuyos pasillos se ha
escrito la historia del país. En tiempos de crisis, no
muchos suelen decirse representados por los hombres del congreso
nacional. Pero en su momento, por ellos se ha sufragado. Sin duda
son el reflejo de la voluntad, el eje de las decisiones de la
vida política de todos los bolivianos. Por ello, los
pasillos, los ambientes resultan desde hace más de un
siglo, testigos de las dispares y encontradas paciones
humanas.

Al parecer fue una cuestión de destino. A fines
del XVI sobre el área que ocupa este legislativo
funcionaba un místico recinto religioso: el LORETO. De ese
tiempo subiste la actual estructura un medieval pasadizo
subterráneo que se comunica con viejos templos y edificios
peceños.

En medio de las paradojas de la vida, la apacible vida
conventual fue subsumida y relegada por la fiebre del poder que
se concentraba en la plaza central. Los pasadizos sirvieron a
revolucionarios fugitivos y el entorno a ejecuciones. Ya en los
albores de la república los monjes dieron paso a la
guardia del Loreto. Con el transcurso del tiempo, se
convirtió en escenario de tragedia. Sobre esos cimientos,
en 18, tras el final de la guerra federal y el cambio de sede de
gobierno, empezó a levantarse la actual estructura. Siete
años más tarde cientos de hombres y mujeres
empezaron a inscribirse sobre estos pasillos con palabras y
hechos, su imagen en la historia. Muchos más, ilustres
olvidados, solo lo transitaron, se fueron tal vez recompensados o
castigados en el ejercicio de otros afanes más discretos.
Todo, héroes, mártires y villanos. Parlamentarios
vitoreados como aquellos que emergieron en 1956 tras el primer
gobierno de la primera revolución nacional. Parlamentarios
fugitivos desesperados, acorralados por las multitudes, como los
del congreso del año 2005. Días ejemplares; las
cámaras y la memoria de los parlamentarios de lujo, con
verbo valeroso y elocuente, como Franz Tamayo, Fausto Reynaga,
Walter Guevara o Marcelo Quiroga Santa Cruz; o parlamentarios
sinvergüenzas como aquellos que acordaron fijarse una dieta
vitalicia en 2001 o los célebres y tontos
levantémonos. Decisiones ejemplares que frenaron
catástrofes sociales o enseñaron dignidad, como
aquella jornada de noviembre de 1979 cuando decenas de
congresistas no obedecieron al militar que les apuntaba.
Decisiones vergonzosas que precipitaron tragedias y llenaron de
uniformados la cúpula y la terraza, allí desde
donde se puede vigilar el área estratégica de La
Paz, tantos suplantaciones, grescas y pactos
reservados.

Las frases: Allí el salón Abel Iturralde,
las diplomáticas sonrisas en charlas con personalidades
históricas, como Fidel Castro, Jimmy Carter, presidentes y
hasta nobles de variadas coronas. También la visita de
angustiados mediadores decididos a frenar un baño de
sangre. Y por supuesto, los tensos diálogos de astutos
operadores políticos. Las horas y más horas de
negociaciones, presidentes, ministros, prefectos enfrascados en
dar soluciones desde sus intransigencias a los problemas
capitales del país. Las convocatorias a diálogos
infructuosos, el amague, las sonrisas inauténticas, las
fotos despreciativas, etc. Todo ello y la obra de un universo de
fantasmas entre gradas y umbrales marcan este escenario, el
escenario del alma de nuestra
política[110]

ANEXO Nº 6

TRIUNFA EL POLÍTICO QUE ES LLAMADO A
GOBERNAR

Partes: 1, 2, 3
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter