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Política, ¿cuestión de ética? Función de la ética en la política boliviana (página 3)




Enviado por marvin



Partes: 1, 2, 3

Obviamente que el poder constituye la gran
tentación de los políticos. La historia de los
bolivianos está plagada de sórdidas maquinaciones,
pactos, enriquecimientos ilícitos y otros males. Es la
lógica inevitable de la política en busca del
poder, en que el fin justifica los medios y para cuyo
éxito Maquiavelo aconseja a su Príncipe "aprender a
no ser bueno". Es aquí donde se parte del supuesto que en
la política solo triunfan los que no tienen valores
éticos y morales. Los riesgos de corrupción y de
abuso del poder público solo podrán erradicarse
mediante un cambio cultural, un desarme espiritual sobre la
naturaleza y fin de la política. Mientras se crea, que la
política es una actividad ajena a la moral, y que los
valores éticos no tienen aplicación en la
política, y que lo único importante es lograr
ganar, conservar y acrecentar el poder, fin cuyo logro justifica
cualquier medio, esos riesgos de corrupción y abuso
mantendrán viva su amenaza a la débil democracia
boliviana. Si, a la inversa admitimos que la política, en
cuanto forma de actividad humana, está regida por la
ética, y que precisamente se ocupa de los actos humanos en
cuanto al bien o al mal que ellos entrañan, tendremos que
admitir que el fin de ella no es el poder sino el bien
común. Objetivamente, la razón nos dice que un
gobierno tiene éxito cuando su política y sus
realizaciones satisfacen las aspiraciones más sentidas de
su pueblo, le permiten vivir en paz, justicia, libertad y
bienestar y significan progreso, independencia y prestigio para
su Nación. Esto tiene que ver con la inmunidad de
funcionarios públicos y su vida privada. Todas estas
situaciones tienen que ver con los valores éticos y
morales, entre otros la verdad, la justicia, la dignidad u honor
de las personas y el respeto a los derechos humanos del otro, que
por su naturaleza deben prevalecer. Deben prevaleces los
cánones de la perfección humana y solo ellos pueden
darle sentido y legitimidad a las acciones políticas. Los
cánones en cuanto la ética como hemos dicho y la
moral, pero ¿qué tiene que ver la moral en la
política?

ANEXO Nº 7

MORAL Y POLITICA EN
BOLIVIA

Es muy claro que tenemos el deseo irrenunciable de poder
conciliar justicia y libertad, política y ética,
las acciones políticas y los cánones éticos
en nuestro país. "El objeto que debemos perseguir es que
la vida sea libre para cada uno y sea justa para
todos"[111]. Esta libertad para cada uno, es la
libertad para el banquero o para el ambicioso, es decir, la
injusticia restablecida; "la justicia para todos es la
sumisión de la personalidad al bien
colectivo"[112], y esta búsqueda nos
dará las bases para pensar y luchar por el bien
común que se traduzca en la felicidad de toda nuestra
sociedad. Nuestra gran tarea es buscar la "dura y maravillosa
tarea de este siglo, es edificar la justicia en él
más injusto de los mundos y salvar la libertad de esas
almas destinadas a la servidumbre desde su comienzo"; es una
tarea que pareciera utópico, pero cuando se pone la fuerza
de voluntad y hay un ideal claro que es el fin, es posible todo
ello, justicia y libertad en este mundo injusto, en esta Bolivia
injusta para las grandes mayorías y con mucho
sometimiento. Esto nos permitirá precisar nuestra
posición y ver claramente las dificultades y las
probabilidades de nuestra empresa. Moralizar la
política.

Se habla mucho de orden en estos momentos, pero que la
realidad es un desorden total en cuanto no hay respeto a las
normas establecidas. Creemos que el orden esa algo bueno y nos
hace mucha falta. Por ejemplo, la verdad, nuestra
generación no lo han conocido y sienten por él una
especia de nostalgia que les haría cometer muchas
imprudencias si no lo tuvieran, al mismo tiempo, la certeza de
que el orden debe estar unido a la verdad. Ciertamente hoy se
pregona, sobre el orden social, pero este orden social,
"¿es sola la tranquilidad en las calles? […], no
hay orden sin justicia, y el orden ideal de los pueblos reside en
su felicidad […], no basta con exigir orden para gobernar
bien, sino que hay que gobernar bien para lograr el único
orden que tiene sentido"[113] y esto es el
ordenamiento hacia el bien común.

Todos aquellos políticos y no políticos,
cuando sus acciones están en el orden de la
búsqueda del bien común, son los patriotas, "pero l
patriotismo, en primer lugar, no es una profesión, sino
una manera de amar a la patria que consiste en no quererla
injusta y en decírselo"[114] y este
debería es fin último del accionar político.
Todos en alguna mediada y sobre todo los que dirigen los destinos
de nuestra patria, tienen y tenemos que aportar una pasión
desinteresada por la felicidad de sus habitantes. Es verdad "que
este país es pobre, y nosotros somos pobres con
él"[115] y por eso hay que luchar por el
bien común moralizado. De esta noción y de esta
conciencia de pobreza, esbozamos que cada día con
más claridad percibimos una doctrina socialista que
está tomado cuerpo en amplios sectores de la
opinión pública. Estamos seguros que todos podemos
gobernar con sabiduría los destinos de nuestro
país, sea cual sea la doctrina y esta doctrina solo
tendrá legalidad y legitimidad, cuando se enmarque sus
acciones en los cánones que rigen el bien vivir, la buena
convivencia y ello solo podemos obtenerlos a partir de la
ética y la moral; una doctrina moralizada y asumida los
cánones éticos, será bueno para todos, y por
ello la "política no necesita de genios […] sino,
por el espíritu de sacrificio, de hombres que las
sirven"[116]. Lo que se quiere con todo ello es la
búsqueda del bien común, la felicidad de la
sociedad boliviana, y en este afán también juega un
papel muy importante lo que es el arte como manifestación
del sentir nacional, del sentimiento boliviano. El arte coadyuva
en los procesos de la moralización de la política a
partir de es el instrumento que manifiesta el descontento y la
satisfacción nacional. Podemos notar que "se
profundizó además el proceso de una búsqueda
de identidad nacional a través del
arte"[117].

ANEXO Nº 8

POLÍTICA ES LO QUE HAY QUE
ACEPTAR

Creo que es un hecho innegable, lo que hay que aceptar
es la política, porque todos en alguna medida somos
políticos y ya Aristóteles nos decía que
somos animales políticos, le hombre es un animal
político. Política no es hacer o pedir que se haga
lo que a uno le guste, sino lo que irrenunciablemente hay que
hacer, coincida o no coincida con nuestras preferencias, por eso
necesario inculcar hacia una conciencia política a los
políticos, lo cual nos guiará hacia aquello que es
imprescindible hacer, lo que hay que hacer. Nuestra
dirección política necesita un golpe de
timón para que se pueda direccionar hacia aquellos
más necesitados en una predilección de los pobres,
por la periferia; pero este golpe de que es imprescindible
hacerlo, "no deberá ir de la izquierda hacia la derecha, y
de la derecha hacia la izquierda. ¡Error mortal,
sencillamente mortal, plantear así la cuestión!, lo
que imposible es hacer, es mirar de lo falso a lo
auténtico"[118]. Los partidos en
función de gobierno, tienen la obligación de
responder al interés inmediato, aceptando aunque aquello
que vaya en contra de él, lo que hay que hacer es
responder "lo que la hora reclama"[119] y lo que
la hora reclama es la preocupación por el bien
común. Pero esto no siempre se ha cumplido, más al
contrario "se deja de lado la preocupación por el bien
común para dar paso a la realización inmediata de
los deseos de los individuos, a la creación de nuevos y,
muchas veces […]"[120]. "Como solo se
necesita lo inmediato, la felicidad se pretende alcanzar con
bienestar económico y satisfacción
hedonista"[121]. En un país como lo
nuestro, una república unitaria en teoría, cada
quien buscas lo que necesita y se olvida de la necesidad general
o nacional, esto es, la búsqueda del bien común de
todos.

SOMOS REPÚBLICA

Es cierto, somos república, pero
¿Qué significa república? República
significa nada menos que la pasibilidad de nacionalizar el poder
público, de fundirlo con la nación, de que nuestro
pueblo camine libremente a su destino, dejarle "(fare da se), que
se organice a su gusto, que elija su camino sobre el área
imprescindible del futuro, que viva a su modo y según su
interna inspiración"[122]. "El estado
encarna el poder de la nación"[123]. En la
política, o se tiene toda la razón o no se tiene
ninguna. En política se puede no tener razón en
esto y en lo otro y en lo demás allá, y, sin
embargo, tenerla toda, o tener muchas razones y no tener ninguna.
La república exige servidores públicos, por esa
misma razón tiene razón de ser la república.
Servidores públicos altamente moralizados, que tengan en
la conciencia la claridad necesaria de los cánones
éticos, y esto les permitirá desempeñar sus
funciones con un interés desinteresado; es nuestro
ideal.

ANEXO Nº 9

GLOSARIO

BIEN COMÚN: Es aquello que identifica a
toda la sociedad y que por ella lucha para su
consecución.

CONCIENCIA: (del lat. Ethika, de
ethos, "comportamiento", "costumbre"). Propiedad del
espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales
y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta.
Conocimiento interior del bien y del mal.

DIÁLOGO: (del latín,
dialogus), capacidad de hablar con otro. Elemento
esencial para los grupos sociales, pues les permite darse a
conocer y enriquecerse con ideas y posturas nuevas. Pasar de la
imposición y el enfrentamiento al diálogo y la
mutua comprensión, ha sido y es aún, un largo y
difícil proceso.

ÉTICA:
(del griego ethika, de ethos,
"comportamiento", "costumbre"), principios o pautas de la
conducta humana, a menudo y de forma impropia llamada moral (del
latín mores, "costumbre") y por extensión,
el estudio de esos principios a veces llamado filosofía
moral. Estudio racional de la moral.

FELICIDAD: (Del lat. felicitas, –).
Estado del ánimo que se complace en la posesión de
un bien. Satisfacción, gusto, contento.

LEGALIDAD: Ordenamiento jurídico
vigente.

LEGITIMIDAD: Cualidad distintiva de la
acción política legal, referida también a un
gobierno o a la soberanía. La palabra legítimo
significa legal, apropiado y que cumple ciertas reglas. La
legitimidad política es un concepto difícil de
definir porque cuando se refiere a las acciones llevadas a cabo
por una institución política aceptada de una forma
amplia como legítima y apropiada, puede que estas acciones
sean admitidas y respetadas por un grupo y no por otro. La
legitimidad se establece por tanto a través de cierto
grado de consenso y acuerdo. La aceptación de
procedimientos o normas legales puede ayudar a conferir
legitimidad, pero el efecto final estará condicionado por
cómo se perciban esas reglas en las circunstancias que
rijan en ese momento.

MORAL: (Del lat. moralis). adj.
Perteneciente o relativa a las acciones o caracteres de las
personas, desde el punto de vista de la bondad o malicia. Es el
estudio de lo que es tenido como bueno o malo dentro de una
cultura.

MORALIZAR: (De moral e -izar).
Reformar las malas costumbres enseñando las buenas.
Discurrir sobre un asunto con aplicación a la
enseñanza de las buenas costumbres.

NECESIDAD: (Del lat. necessitas, –).
Impulso irresistible que hace que las causas obren infaliblemente
en cierto sentido. Aquello a lo cual es imposible sustraerse,
faltar o resistir. Carencia de las cosas que son menester para la
conservación de la vida. Falta continuada de alimento que
hace desfallecer.

POLÍTICA: Es la ciencia
eminentemente práctica que busca el bien común y
como fin último la felicidad de la
ciudadanía.

PROBLEMATIZAR: Presentar algo como una
cuestión. Problematizar las ideas recibidas. Confrontar
las acciones políticas amorales con las
morales.

SOCIEDAD: (Del lat. societas, –).
Reunión mayor o menor de personas, familias, pueblos o
naciones. Agrupación natural o pactada de personas, que
constituyen unidad distinta de cada uno de sus individuos, con el
fin de cumplir, mediante la mutua cooperación, todos o
alguno de los fines de la vida.

VERDAD: (Del lat. veritas, –).
Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la
mente. Conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se
piensa. Propiedad que tiene una cosa de mantenerse siempre la
misma sin mutación alguna. Juicio o proposición que
no se puede negar racionalmente.

VOLUNTAD: (Del lat. voluntas, –).
Facultad de decidir y ordenar la propia conducta. Acto con que la
potencia volitiva admite o rehúye una cosa,
queriéndola, o aborreciéndola y
repugnándola. Libre albedrío o libre
determinación.

VIRTUD: Según la teología
católica, propensión a hacer el bien, residente en
el alma de los fieles. La fe en Dios, la esperanza
(aspiración humana al fin último, la vida eterna y
la felicidad) y la caridad (amor supremo hacia el Padre y hacia
todas sus criaturas), son las denominadas virtudes teologales, en
cuanto dones de Dios que Él deposita en el alma de sus
hijos. En ellas se fundamentan las demás virtudes humanas,
que se agrupan en torno a cuatro virtudes cardinales: la
prudencia (fuente de discernimiento del bien y de los medios para
llevarlo a cabo), la justicia (constante fidelidad a los deberes
hacia Dios y el prójimo), la fortaleza (por medio de la
cual el cristiano permanece firme en sus principios, aunque se
encuentre sometido a retos y dificultades) y la templanza
(actitud que hace posible, a través de la
moderación en los placeres, un uso sabio de los bienes
materiales).

 

 

Autor:

Marvin Gonzales Soliz

Universidad Católica Boliviana "San
Pablo"

[1] ARISTÓTELES, Política,
Editorial Gredos, Primera Edición 1988, Madrid
España 1994.

[2] J. ACEVES, Magdalenas, Filosofía
Introducción e Historia, Segunda Edición,
Editorial Publicaciones CRUZ O., S. A., México, 1986,
Pág., 146.

[3] Ibíd., pp. 147.

[4] J. MARIAS, Historia de la
Filosofía, Edición 32ª, Prólogo de
Javier Zubiri – Epílogo de José Ortega y
Gasset, Biblioteca de la Revista de Occidente, Sección:
Filosofía, Impreso en Hijos de E. Minuesa, S. L., Madrid
– España, 1980, Pág., 80.

[5] ARISTÓTELES, Política,
Editorial Gredos, Primera Edición 1988, Madrid
España 1994, Pág., 52.

[6] F. COPLESTÓN, S. J., Profesor
Emérito de Filosofía de la Universidad de
Londres, “Historia de la Filosofía, Vol. II de San
Agustín a Escoto, Editorial Arial, S. A., Edición
Castellana dirigida por Manuel Sacristán, Segunda
Edición, Barcelona – España, 1989.

[7] J. MARIAS, Historia de la
Filosofía, Edición 32ª, Prólogo de
Javier Zubiri – Epílogo de José Ortega y
Gasset, Biblioteca de la Revista de Occidente, Sección:
Filosofía, Impreso en Hijos de E. Minuesa, S. L., Madrid
– España, 1980, Pág., 81.

[8] Ibíd., pp. 82.

[9] Ibíd., pp. 387.

[10] Ibíd., pp. 388.

[11] Ibíd., pp. 392.

[12] Ibíd., pp. 397.

[13] Ibíd., pp. 400.

[14] Ibíd., pp. 401.

[15] Ibíd., pp. 402

[16] Ibíd., pp. 405.

[17] Ibíd., pp. 407.

[18] J. ACEVES, Magdalenas, Filosofía
Introducción e Historia, Segunda Edición,
Editorial Publicaciones CRUZ O., S. A., México, 1986,
Pág., 199.

[19] Ibíd., pp. 199.

[20] N. MAQUIAVELO, “El
Príncipe”, Estudio Preliminar de Ana
Martínez Arancón, Traducción y notas de
Helena Pvigdomenech, Colección Clásicos del
pensamiento, Tercera Edición, Editorial TECTOS, Madrid
– España, 1993, Pág., 67.

[21] J. J. Rousseau, El contrato social o
Principios de derecho político. Estudio preliminar y
traducción de María José Villaverde.
Madrid: Editorial Tecnos, 1988.

[22] J. ACEVES, Magdalenos, Filosofía
Introducción e Historia, Segunda Edición,
Editorial Publicaciones CRUZ O., S. A., México, 1986,
Pág., 200 – 201.

[23] T. HOBBES,
“Leviatán”, La Materia Forma y Poder de un
Estado Eclesiástico y Civil, Traducción
prólogo y notas de Carlos Mellizo, Tercera
Edición, Alianza Editorial, S. A., Madrid –
España, 1995, Pág., 105

[24] Ibíd., pp. 106.

[25] A. CORTINA, “Ética
Mínima”, Introducción a la filosofía
práctica, Prólogo de José Luís L.
Aranguren, Segunda Edición, Editorial TECNOS, S. A.,
Madrid – España, 1989.

[26] Ibíd., pp. 21.

[27] Ibíd., pp. 22.

[28] Ibíd., pp. 23.

[29] Ibíd., pp. 118.

[30] J. L. ARANGUREN, Ética,
especialmente pp. 469, “La situación de los
valores éticos”, en Varios, Los valores
éticos en la nueva sociedad democrática,
Editorial TECNOS, S. A., Madrid, 1985

[31] A. CORTINA, “Ética
Mínima”, Introducción a la filosofía
práctica, Prólogo de José Luís L.
Aranguren, Segunda Edición, Editorial TECNOS, S. A.,
Madrid – España, 1989, Pág., 146.

[32] Ibíd., pp. 151.

[33] Ibíd., pp. 164

[34] Ibíd., pp. 164

[35] Ibíd., pp. 162.

[36] Ibíd., pp. 166.

[37] Ibíd., pp. 179.

[38] Ibíd., pp. 284.

[39] G. ROBERTO, Representante de la Oficina
del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos para América Latina y el Caribe,
http://www.observatoriomercosur.org.uy/libro/derechos_humanos_y_politicas_publicas_1.php.

[40] Vaticano II; (GS), Nº 74.

[41] G. IRIARTE, O.M.I., Análisis
Crítico de la Realidad, Compendio de datos actualizados,
15ª Edición, Grupo Editorial Kipus, Cochabamba
Bolivia 2004.

[42] Ibíd., pp. 645ss.

[43] Ibíd., pp. 649.

[44] E. BONETE, P., Aranguren: la
Ética entre la Religión y la Política,
Editorial TECNOS, S. A., Madrid – España, 1989,
Pág., 176.

[45] Ibíd., pp. 178.

[46] Ibíd., pp. 181.

[47] Ibíd., pp. 184.

[48] Ibíd., pp. 185.

[49] Ibíd., pp. 201.

[50] Ibíd., pp. 45.

[51] Ibíd., pp. 66.

[52] G. FRANCOVICH, “La
Filosofía en Bolivia”, Tercera Edición,
Librería y Editorial Juventud, Empresa Editorial
URQUIZO, S. A., La Paz – Bolivia, 1987, Pág.,
117.

[53] Ibíd., pp. 117.

[54] J. ACEVES, Magdalenos, Filosofía
Introducción e Historia, Segunda Edición,
Editorial Publicaciones CRUZ O., S. A., México, 1986,
Pág., 200

[55] G. FRANCOVICH, “La
Filosofía en Bolivia”, Tercera Edición,
Librería y Editorial Juventud, Empresa Editorial
URQUIZO, S. A., La Paz – Bolivia, 1987, Pág.,
22.

[56] Ibíd., pp. 129 – 130.

[57] Ibíd., pp. 135.

[58] Ibíd., pp. 171.

[59] Ibíd., pp. 171 – 172.

[60] Ibíd., pp. 173.

[61] Ibíd., pp. 174.

[62] N. MAQUIAVELO, “El
Príncipe”, Estudio Preliminar de Ana
Marínez Arancón, Traducción y notas de
Helena Pvigdomenech, Colección Clásicos del
pensamiento, Tercera Edición, Editorial TECTOS, Madrid
– España, 1993, Pág., 65.

[63] Ibíd., pp. 66

[64] G. MARISCAL, Antezana,
/trabajos14/etica-politica/etica-politica.shtml

[65] G. IRIARTE, O.M.I., Análisis
Crítico de la Realidad, Compendio de datos actualizados,
15ª Edición, Grupo Editorial Kipus, Cochabamba
Bolivia 2004, Pág., 652.

[66] R. CASTILLO, “una
construcción ética de utopía
cristiana”, Iglesia liberadora y política,
Santiago de Chile ECO. 1986. Pág. 95-100. Cit. Por
Mifsud, Ediciones Paulinas, Chile 1988.

[67] G. IRIARTE, O.M.I., Análisis
Crítico de la Realidad, Compendio de datos actualizados,
15ª Edición, Grupo Editorial Kipus, Cochabamba
Bolivia 2004, Pág., 652.

[68] BENEDICTO XVI, “Documento
Pontificio”, SPE SALV – sobre la Esperanza
Cristiana, Carta Encíclica, Noviembre 2007, Ciudad del
Vaticano – Roma, Ediciones las Paulinas, Lima –
Perú, Nº 18

[69] Ibíd., Nº 22

[70] C. I. S., Centro de Investigación
de Sociología, Universidad Mayor de San Simón, el
pensamiento de Zavaleta Mercado, FUD – PORTALES –
FACES, Editorial AROL S. R. L., Edición Primera,
Cochabamba – Bolivia, 1989, Pág., 42.

[71] Ibíd., pp. 47.

[72] Ibíd., pp. 75.

[73] P. MANENT, Curso de Filosofía
Política, Sección obras de Política y
Derecho, Primera Edición en español,
Traducción de Marcos Mayer, Argentina, 2003,
Pág., 74.

[74] Ibíd., pp. 245.

[75] C. I. S., Centro de Investigación
de Sociología, Universidad Mayor de San Simón, el
pensamiento de Zavaleta Mercado, FUD – PORTALES –
FACES, Editorial AROL S. R. L., Edición Primera,
Cochabamba – Bolivia, 1989, Pág., 83.

[76] Ibíd., pp. 126.

[77] Ibíd., pp. 128.

[78] V CONFERENCIA GENERAL del Episcopado
Latinoamericano y del Caribe, “APARECIDA”,
Documento Conclusivo, Librería Paulinas, Conferencia
Episcopal de Bolivia, E. D. B., Ediciones Don Bosco, Editorial
Verbo Divino, Aparecida, 13-31 de mayo de 2007, Brasil, Nº
74.

[79] Ibíd., pp. Nº 76.

[80] Ibíd., pp. Nº 80.

[81] O. ARUZAMEN, P., Curso de
Filosofía, Universidad Autónoma “Gabriel
René Moreno”, Segunda Edición, Editorial
Impresiones HIPER – GRÁFICA, Santa Cruz –
Bolivia, 2004, Pág., 140.

[82] ORTEGA y GASSET, José, Obras
Completas, Tomo II, Primera Edición 1983, Segunda
Reimpresión 1994, Alianza Editorial, Revista de
Occidente S. A., Madrid – España, 1994,
Pág., 18.

[83] Ibíd., pp. 20.

[84] Ibíd., pp. 26.

[85] Ibíd., pp. 29.

[86] Ibíd., pp. 37.

[87] Ibíd., Nº 35.

[88] J. ORTEGA y GASSET, Obras Completas,
Tomo II, Primera Edición 1983, Segunda
Reimpresión 1994, Alianza Editorial, Revista de
Occidente S. A., Madrid – España, 1994,
Pág., 336.

[89] Ibíd., pp. 337.

[90] CONSEJO, Episcopal Latinoamericano,
CELAM, Las cuatro conferencias del Episcopado Latinoamericano,
Río de Janeiro-Medellín-Puebla-Santo Domingo,
Quinta Edición, Bogotá, D. C., Colombia, 2004,
Pág., 326, Nº 25.

[91] V. CODINA, ¿Qué es la
Teología de la Liberación?, Centro de
Investigación y Servicio Popular CISEP – ORURO,
Edición Segunda, Editorial LILIAL, Oruro –
Bolivia, 1985, Pág., 28.

[92] PUEBLA, Pág., 325, Nº
28.

[93] G. IRIARTE, OMI, “Formación
en los Valores”, El desarrollo de la dimensión
ética en la educación, Sexta Edición,
Grupo Editorial KIPUS, Cochabamba – Bolivia, 2006,
Pág., 167.

[94] Ibíd., (párrafo dos) pp.
167

[95] Ibíd., (párrafo cinco) pp.
167.

[96] Ibíd., pp. 168.

[97] Responsabilidad en dimensiones
políticas: esto en el fondo tiene que ver con la
Sociedad de responsabilidad limitada, tipo de sociedad
mercantil en la que el capital, que está dividido en
participaciones sociales, se integra por las aportaciones de
todos los socios, quienes no responden de modo personal de las
deudas sociales. En la denominación debe figurar la
indicación “Sociedad Limitada” que
está dividido en participaciones sociales indivisibles y
acumulables, que no tienen el carácter de valores, ni
pueden estar representadas por medio de títulos o de
anotaciones en cuenta, ni denominarse acciones. La SL (sociedad
limitada) no puede acordar ni garantizar la emisión de
obligaciones. La constitución de las sociedades se
hará mediante escritura pública inscrita en el
Registro Mercantil, con lo cual adquiere su personalidad
jurídica. En la escritura de constitución se
expresa la identidad de los socios, las aportaciones realizadas
y las participaciones asignadas en pago, los estatutos, el modo
en que se organiza la administración y quienes sean los
administradores. En los estatutos se hará constar al
menos la denominación de la sociedad, el objeto,
domicilio y capital social, la fecha de cierre del ejercicio
social y el modo de organizar la administración de la
sociedad. Pueden ser objeto de aportación o derechos,
pero no así el trabajo ni los servicios; las
aportaciones pueden ser dinerarias y no dinerarias. Cabe pactar
prestaciones accesorias así como la transmisión
de las participaciones sociales, que se hará constar en
el libro de registro de socios, transmisión que puede
ser inter vivos y mortis causa.

[98] Participación: (Del lat.
participatio, -onis). f. Acción y efecto de participar.
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Corporation. Reservados todos los derechos. En términos
generales la participación en lo que se refiere a la
acción política regulada y controlada por los
cánones éticos es como sigue: en política
es la parte democrática que posibilita a cada uno de los
ciudadanos ser parte en las acciones y decisiones en la vida
del estado y esto es regulado por la ética como la
fuente de control del buen manejo del patrimonio físico,
económico, cultural, social, espiritual que tiene cada
uno de los estados del mundo. Por tanto, la
participación es y debe ser posibilitada por el estado
ya que todo estado cuando funge como estado democrático,
tiene la misión y la visión de hacer parte en el
quehacer estatal a toda la sociedad que en el fondo es el
guardián del estado mismo, por ello protector de los
bienes mencionados anteriormente.

[99] Autonomía: (Del lat. autonomia, y
este del gr. a?t???µ?a). f. Potestad que dentro de un
Estado tienen municipios, provincias, regiones u otras
entidades, para regirse mediante normas y órganos de
gobierno propios. 2. Condición de quien, para ciertas
cosas, no depende de nadie. 3. comunidad autónoma.
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Corporation. Reservados todos los derechos. Las
autonomías no son una novedad en nuestro país y
tampoco un promotor, porque la historia nos muestra que en el
mundo hay países que han optado por este régimen
político para regirse. Las autonomías en nuestro
territorio tiene que entenderse en clave de solidaridad y no
como muchos tratan de hacer ver como una oportunidad de
desmembración de nuestro territorio. Las
autonomías en el fondo, son una oportunidad de
desarrollo, una oportunidad de demostrar solidaridad, una
opción de crecimiento, una opción de vida digna y
prospera. Por ello creemos en nuestra humilde opinión
que las autonomías promovidas desde el oriente
boliviano, son para darle a Bolivia aquello que tanto se
espera, desarrollo, industria, tecnología, moralidad y
por sobre todas las cosas, en clave de solidaridad.

[100] CENTRO CUARTO INTERMEDIO,
“Autonomías para Bolivia”, desafíos y
oportunidades, Cochabamba – Bolivia, ccibolivia[arroba]yahoo.com
, 2005, Pág., 4.

[101] Ibíd., pp. 11.

[102] Ibíd., pp. 13.

[103] Ibíd., pp. 15.

[104] Ibíd., pp. 15.

[105] Ibíd., pp. 16.

[106] Ibíd., pp. 16.

[107] MORA, Ferrater José,
“Diccionario de Filosofía”, K – P,
Tomo III, Nueva Edición Revisada, Aumentada y
Actualizada por el profesor, Joseph María Terricabras
(Director de la cátedra Ferrater Mora del Pensamiento
Contemporáneo de la Universidad de Ginebra), Editorial
Arial, S. A., Barcelona – España, 1998.

[108] GONZALES, Álvarez Luís
José, “Filosofía a distancia –
Ética Latinoamericana”, Facultad de
Filosofía, Universidad Santo Tomás de Aquino,
Centro de Enseñanza Desescolarizada, Primera
Edición, Ediciones Universidad Santo Tomas – USTA,
Bogotá – Colombia, 1986, Pág. 29.

[109] P. Iriarte, Gregorio O.M.I.,
Análisis Crítico de la Realidad, Compendio de
datos actualizados, 15ª Edición, Grupo Editorial
Kipus, Cochabamba Bolivia 2004, pp. 698, p. 645ss.

[110] SAGÁRNAGA, Rafael, El Alma de
nuestra Política, ¡OH!, Revista Dominical,
Fotorreportaje, los Tiempos Cochabamba, 10 de Agosto, 2008,
Págs., 18 – 19.

[111] CAMUS, Albert, “Moral y
Política”, Primera Edición 1984, Primera
Reimpresión 1995, Editorial Alianza, Madrid –
España, 1995, Pág., 27.

[112] Ibíd., pp. 28.

[113] Ibíd., pp. 32 – 33.

[114] Ibíd., pp. 34.

[115] Ibíd., pp. 36.

[116] Ibíd., pp. 37.

[117] MESA, D. José, Teresa Gisbert,
Carlos D. Mesa Gisbert, “Historia de Bolivia”,
Edición Primera, Editorial Gisbert, S. A., La Paz
– Bolivia, 1997, Pág., 707.

[118] Ibíd., pp. 363.

[119] Ibíd., pp. 364.

[120] V CONFERENCIA GENERAL del Episcopado
Latinoamericano y del Caribe, “APARECIDA”,
Documento Conclusivo, Librería Paulinas, Conferencia
Episcopal de Bolivia, E. D. B., Ediciones Don Bosco, Editorial
Verbo Divino, Aparecida, 13-31 de mayo de 2007, Brasil, Nº
44.

[121] Ibíd., Nº 50.

[122] ORTEGA y GASSET, José, Obras
Completas, Tomo II, Primera Edición 1983, Segunda
Reimpresión 1994, Alianza Editorial, Revista de
Occidente S. A., Madrid – España, 1994,
Pág., 409.

[123] Ibíd., pp. 430.

Partes: 1, 2, 3
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