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Presencia de Dios en la crisis emocional




    Presencia de Dios en la crisis emocional –
    Monografias.com

    Presencia de Dios en la crisis
    emocional

     EN EL DESARROLLO
    DE ESTE TEMA PODRAS ENTENDER QUE ES NECESARIO LIBERAR TUS
    EMOCIONES DOLOROSAS Y ACEPTAR QUE LOS HECHOS DEL PASADO NO PODRAN
    CAMBIAR PERO SI TU ACTITUD HACIA ELLOS. CONOCERÁS
    TAMBIÉN QUE DIOS TIENE CUIDADO DE TU VIDA EN EL MOMENTO DE
    ANGUSTIA Y DOLOR PORQUE DIOS CONSUELA POR MEDIO DE SU SANTO
    ESPIRITU.

    "Olvidarás tu
    aflicción, como aguas que han pasado las
    recordarás. Tu vida será más radiante que el
    mediodía y hasta la oscuridad será como la
    mañana"

    (Job
    11:16-17).

    Está Escrito en la
    Biblia:

    "Se levantó una violenta tempestad, y las
    olas se alzaban sobre la barca de tal manera que ya se anegaba la
    barca…"(Marcos 4:37).

    Tomando de ejemplo este versículo para
    aplicación en tu vida vemos que:

    • Tu alma sufre durante las crisis emocionales o por
      sucesos dolorosos e inesperados.

    • Tu alma es como un mar agitado a causa de los frutos
      del pecado, es el grito de tu mente y corazón no a
      causa de la ira y el dolor en tu vida.

    • Es el alma del hombre donde la brisa que trae paz
      interior se ha alejado.

    • Es el alma que corre con afán al
      mañana incierto y queda prisionera en la
      preocupación: Se olvida de vivir el hoy libre, olvida
      que Dios está en su mañana y es
      soberano.

    Mi vida está en
    tempestad:

    Al parecer no ha existido ser humano que no haya vivido
    o experimentado el sufrimiento en su alma en más de alguna
    oportunidad en su vida. (Una amiga expresa este sufrimiento como
    "dolor del alma", cuestión que no entendía pero
    ahora si lo viví y no hay palabras para ser expresado,
    solo hay que vivirlo.) También muchos hemos estado
    "enojados" con Dios por haber permitido que tal o cual cosa nos
    haya ocurrido; otros han querido "torcer" la Voluntad Del Creador
    pasando por alto Sus Mandamientos. Es la llamada "noche
    oscura".

    Quién no ha dicho en alguna
    oportunidad:

    • Siento en este instante que mi vida es como un mar
      agitado en tempestad, y tengo miedo. Temo no superar esta
      situación que estoy viviendo; es más fuerte que
      yo.

    • Ha llegado a mi alma la aflicción en una
      forma inesperada y siento que he caído en un abismo
      infinito y oscuro que me aleja de mis sueños; veo mi
      mañana oscuro, no encuentro la salida.

    • Mi mente está inquieta, cientos de
      pensamientos se agitan dentro de ella e invaden mi
      corazón con sentimientos y emociones dolorosas. Y mi
      cuerpo permanece como inerte pues no sabe a qué voz
      seguir, me siento paralizado. Hay momentos que quiero huir a
      otros lugares pero, aunque lo intente, el dolor no cesa, va
      conmigo porque está dentro de mí.

    No puedo dejar mi pasado.

    Cuando huyo me acompaña y cuando me doy por
    vencido y me dejo caer, también está allí
    este sentimiento.

    Necesito tanto de Dios el Señor pero temo al
    mismo tiempo que no me escuche, porque también estoy
    sintiendo enojo contra Él por no haber evitado el dolor
    que estoy sufriendo. Mi vida está en tormenta, la luz de
    mi voluntad se apaga, no encuentro solución humana a mis
    problemas. Qué hago?, A dónde voy?, Quién me
    puede consolar?. Ah, muy simple,  debo buscar el amparo de
    Dios… debo buscar su refugio y Su Palabra…

    Y, qué dice Su
    palabra?.

    • "Alzaré los ojos a los montes, de
      dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de
      Jehová, quien hizo los cielos y la tierra" (Salmo
      121:1).

    • "Sálvame, oh Dios, porque las aguas me
      han llegado hasta el alma. Me he hundido en el cieno profundo
      y no hay donde hacer pie, he llegado a lo profundo de las
      aguas, y la corriente me anega. Cansado estoy de llorar,
      reseca mi garganta; mis ojos desfallecen mientras espero a mi
      Dios" (Salmo 69:1-3).

     

    Medita en el poder de Dios, en su soberanía, en
    su majestuosidad, así comprenderás que Él es
    capaz de ayudarte… Recuerda que Él tiene promesas que
    cumplirá como en el siguiente versículo: "Oh
    afligida, azotada por la tempestad, sin consuelo; he aquí
    que yo asentaré tus piedras en antimonio, y tus cimientos
    en zafiros. Haré tus almenas de rubíes.Tus puertas
    de cristal y todo tu muro de piedras preciosas" (Isaías
    54:11-12).

    "Escuchad atentamente el estruendo de su voz, y
    el rugido que sale de su boca. Bajo todos los cielos lo suelta, y
    su relámpago hasta los confines de la tierra. Tras
    Él, ruge una voz; truena Él con su majestuosa voz,
    y no retiene los relámpagos mientras se oye su voz.
    Maravillosamente truena Dios con su voz, haciendo grandes cosas
    que no comprendemos. Porque a la nieve dice "cae sobre la
    tierra", y al aguacero y a la lluvia; "sed fuertes". El sella la
    mano de todo hombre, para que todos conozcan su obra. La fiera
    entra en su guarida, y permanece en su madriguera. Del sur viene
    el torbellino, y del norte el frío. Del soplo de Dios se
    forma el hielo, y se congela la extensión de las aguas.
    También Él carga de humedad la densa nube, y
    esparce la nube como relámpago; aquella gira y da vueltas
    por su sabia dirección, para hacer todo lo que Él
    le ordena sobre la faz de toda la tierra. Ya sea por
    corrección, o por el mundo suyo, o por misericordia,
    Él hace que suceda" (Job 37:2-13 ).

    Este es tu Dios de poder que también está
    en tu tribulación. Si Dios tiene el control sobre la
    tierra, tiene control sobre tu vida. Dios está
    cuidando tus emociones, tus sentimientos, tus luchas internas,
    tus circunstancias.

    Lo que padecemos con el sufrimiento, la pena, el
    dolor, la tristeza…:

    • En esta crisis los pensamientos se confunden
      y las emociones y sentimientos se levantan de maneras
      contrarias. Todo tu ser interior se divide en direcciones
      distintas, paralizándote en depresión o
      haciéndote correr mentalmente con ansiedad e
      incertidumbre hacia tu futuro. Y quedas postrado ante una
      preocupación intensa que te
      invade
      .

    • No sabes como clamar a Dios o le preguntas un
      por qué; no encuentras la salida: Es que estás
      prisionero en emociones violentas que te cortan la
      energía física y te desgastan. Tu cuerpo se
      resiente con dolencias o enfermedades sin causa
      física, tus horas de sueño pierden
      control.

    • Todo tu ser, cuerpo, alma y vida espiritual,
      toma direcciones contrarias y el afán aparece, la paz
      interior se aleja, la esperanza parece lejana, el tiempo
      parece que camina lentamente, las metas y sueños caen
      porque la perspectiva hacia el futuro la ves a través
      de tus ojos ensombrecidos por el dolor. ¿Qué
      será de mi vida? Te preguntas: Es la tormenta
      inesperada en el océano de tu existencia. La barca es
      tu propia vida, el timón es tu voluntad y las olas y
      tempestad son la crisis emocional o inesperada que te
      dificulta ver el faro de luz que te dirige a puerto seguro.
      Es la tormenta que te produce afán y
      preocupación profunda.

    Pero, no desmayes, hay un camino de paz en
    el valle de sombra, es el camino de fe y seguridad en el
    poder y soberanía de Dios. Es el camino para
    atravesar mientras caminas despacio. Reposa en Dios porque
    es la fuerza que debilita la tormenta y la luz que te hace
    ver el final de tu preocupación y tribulaciones
    porque: "El Señor sostiene a todos los que caen y
    levanta a todos los oprimidos" (Salmo
    145:14).

    Jesús está en medio de tu dolor, y puede
    entender aún los pensamientos que no te atreves a decirle,
    Él tiene la respuesta, de tal manera, no tengas temor de
    lo que sientes porque tienes la presencia de Jesús dentro
    de tu corazón y Él está disponible para
    poder guiarte. Él quiere que vivas un día a la
    vez.

    Aparta toda ira y hostilidad hacia Él, al
    pregúntarle por qué ha permitido lo que ha pasado.
    Y pídele perdón porque la aflicción es parte
    de la vida.

    El está en todas partes, aun en las profundidades
    de tu corazón herido. El viento cesa ante su voz, el mar
    se acalla ante su presencia… No hay fuerza opresora que se le
    resista, Él es el Dios Todopoderoso.

    Recuerda los siguientes versículos en
    momentos de crisis emocional, cuando sientas que tu vida y
    emociones internas están en tempestad:

    • "Él cambió la tempestad en
      calma y las olas del mar callaron" (Salmo
      107:29).

    • "Él reprendió al viento y dijo
      al mar: ¡cálmate, sosiégate! Y el viento
      ceso y sobrevino una gran calma" (Marcos
      4:39).

    • "Voz del Señor sobre las aguas, Dios
      de gloria truena. El Señor está sobre las
      muchas aguas, la voz del Señor es poderosa, la voz del
      Señor es majestuosa" (Salmo
      29:3,4).

    Su voz poderosa está dentro de
    tí, guía tu barca en un mar de
    aflicción, calma la preocupación y su mano te
    sostiene. Puedes sentir su paz. ¡No estas solo! El
    llena tu necesidad que dejó el dolor del ayer, tu
    necesidad de la crisis en tu hoy, tu necesidad que un
    día encontraras en tu mañana. Porque
    Él es Dios de poder, Él es omnipresente.
    Él está en la tribulación del
    día de hoy y de mañana. Por eso descansa en
    tu hoy, con confianza. Puedes sentir su presencia dentro de
    tu ser, El tiene la respuesta de mañana. Puedes
    sentir su presencia dentro de tu ser, El tiene la respuesta
    para tu vida, El es poder, El todo lo puede
    hacer.

    Puedes escuchar su voz que te da confianza dentro
    de tu corazón, porque para El nada es
    imposible.

    • "!Ah Señor Dios!. He aquí,
      tú hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder
      con tu brazo extendido, nada es imposible para ti" (Jer.
      32:17).

    • "Tú dominas la soberanía del
      mar; cuando sus olas se levantan, tú las calmas"
      (Salmo 89:9).

    • "Tú el que afirma los montes con su
      poder, ceñido de potencia; el que calma el rugido de
      los mares, el estruendo de las olas" (Salmo
      65:6,7).

    ¿Sientes que tu aflicción nunca
    dejará de ser y que Dios te ha
    abandonado?

    Si piensas que si, que nunca pasará tu
    aflicción estás errado(a) porque Dios te
    dice:

    • "He aquí yo soy el Señor de
      toda carne. Habrá algo imposible para mí?"
      (Jeremías 32:27).

    • "En el mundo tendréis
      aflicción, pero no temas, yo he vencido al mundo"
      (Juan 16:33).

    • "Venid a mí todos los que
      estáis muy cansados y cargados y yo os haré
      descansar. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de
      mí que soy manso y humilde de corazón y
      hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo
      es fácil y ligera mi carga"(Mateo
      10:27-29).

    • "Acaso es corta mi mano que no puede
      rescatar, o no tengo poder para librar? Con mi
      reprensión seco el mar, convierto los ríos en
      desierto; sus peces hieden por  falta de agua, mueren de
      sed" (Isa. 50:2).

    Meditemos en los siguientes
    versículos:

    • "En mi angustia clamé al Señor.
      Y Él me respondió. Desde el seno del Seol
      pedí auxilio. Y tú escuchaste mi voz; pues me
      habías hechado a lo profundo, en el corazón de
      los mares, y la corriente me envolvió; todas tus
      encrespadas olas y tus ondas pasaron sobre mí.
      Entonces dije: He sido expulsado de delante de tus ojos; sin
      embargo volveré a mirar hacia tu santo templo. Me
      rodearon las aguas hasta el alma, el gran abismo me
      envolvió, las algas se enredaron a mi cabeza.
      Descendí hasta las raíces de los montes, la
      tierra con sus cerrojos me ponía cerco para siempre;
      pero tú sacaste de la fosa mi vida, oh Señor,
      Dios mío. Cuando en mí desfallecía mi
      alma, del Señor me acordé; y mi oración
      llegó hasta ti, hasta tu santo templo. Los que
      confían en vanos ídolos su propia misericordia
      abandonan. Mas yo con voz de acción de gracias te
      ofreceré sacrificios. Lo que prometí
      pagaré. La salvación es del Señor"
      (Jonás 2:2-9).

    Muchos personajes en la Biblia expresaron el
    dolor ante situaciones críticas:

    • "Cansado estoy de llorar, reseca está
      mi garganta; mis ojos desfallecen mientras espero a mi Dios"
      (Salmo 69:3).

    • "Cuando esperaba yo el bien, vino el mal,
      cuando esperaba la luz, vino la oscuridad" (Job
      30:26).

    • "Mi alma llora de ansiedad, sosténme
      conforme a tu palabra" (Salmo 119:28).

    ¡Libérate tu dolor ante su
    presencia!: Dios te creó con emociones he hizo el llanto
    para hombres y mujeres en el momento del
    dolor.

    • "Humíllate delante de la presencia del
      Señor, y Él te exaltará a su debido
      tiempo, y echa toda ansiedad sobre Él porque Él
      tiene cuidado de ti" (1 Pedro 5:6-7).

    • Permite que llueva en tu vida, para que
      después salga tu sol porque después de la
      tempestad viene la calma. Jesús también
      lloró ante la tumba de Lázaro (Juan
      11:35).

    Suelta los sentimientos que te torturan pensando en lo
    que hubieras podido hacer y no hiciste en tu ayer, o lo que
    hiciste y trajo dolor a los que más amas. Porque
    ningún pensamiento de estos hará que las cosas
    cambien, solo te herirán y oscurecerán tu
    vida.

    Si no pudiste cumplir tu palabra en cuanto a los
    sentimientos de amor que expresaste a un ser amado, a una persona
    amiga o a personas en particular y hoy ya no puedes hacerlo por
    temor o verguenza, entonces tráelos a la presencia de Dios
    y pídele perdón. Perdónate a ti mismo y a tu
    prójimo porque Dios te ha perdonado.

    Pasa el tiempo necesario que no es para siempre,
    elaborando tu dolor, desahogando tu tristeza y no te permitas
    caer en la depresión porque El Señor ya tiene la
    respuesta para cada necesidad en tu vida.

    No te hagas daño, deja que Él te
    cuide porque ahora te encuentras herido(a).

    La tormenta pasará y mientras tanto recuerda que
    Jesús está en medio de la tormenta. No digas: Ya no
    me importa nada, no hay esperanza para mi vida; debes darle
    tiempo a este proceso de dolor y paulatinamente vendrá la
    paz a tu corazón. "El destruirá la muerte
    para siempre. El Señor Dios enjugará las
    lágrimas de todos los rostros y quitará el oprobio
    de su pueblo de sobre toda la tierra porque el Señor ha
    hablado" (Isa 25:8).

    Debes aceptar lo que no se puede cambiar, tus
    hechos dolorosos del ayer o de tu hoy. La tristeza será
    para ti como una estrella en el cielo de un mar agitado, mas lo
    que Dios tiene para tu vida es como el firmamento en un amanecer
    lleno de luz. Y la luz siempre llega después de una noche
    oscura. Jesús es tu luz, no tengas temor a las
    circunstancias, a tus pensamientos negativos, a la incertidumbre
    del mañana.

    Ahora es tiempo de liberar tu dolor y reposar en
    el poder de Dios porque:

    • "Hay un tiempo señalado para todo, y
      hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo: Tiempo de nacer
      y tiempo de morir; tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo
      plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de
      derribar, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de
      reír; tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar"
      (Eclesiastés 3:1-4).

    Paulatinamente vendrá tu
    amanecer:

    • "Porque ciertamente hay un porvenir y tu
      esperanza no será frustrada" (Proverbios
      23:18).

    ¡Busca el reposo y consuelo en Dios!…
    Escucha su voz y siente el consuelo de su Santo
    Espíritu…

    ¿Te da vergüenza llorar porque cres
    que es una manifestación de debilidad? ¿Crees que
    si no lloras , olvidaras tu dolor
    rápidamente?

    No pienses de esa manera, recuerda
    que:

    • "Yo te devolveré la salud, y te
      sanaré de tus heridas.-declara el Señor- porque
      te han llamado desechada, diciendo: Esta es Sión,
      nadie se preocupa por ella. Así dice el Señor:
      He aquí restauraré el bienestar de las tiendas
      de Jacob y tendré misericordia de sus moradas;
      será reedificada la ciudad sobre sus ruinas; y el
      palacio se asentará como estaba" (Jeremías
      30:17-18).

    • "Porque yo he de satisfacer al alma cansada y
      he de saciar a toda alma atribulada" (Jeremías
      31:25).

    • "No temas porque no serás avergonzada;
      ni te sientas humillada, pues no serás agraviada; y no
      te sientas humillada porque no serás desilucionada.
      Porque te olvidarás hasata de la vergüenza del
      tiempo de tu juventud, y del oprobio de tu viudez no te
      acordarás más. Porque tu Magnífico
      hacedor, es tu dueño material Jehová de los
      ejércitos por nombre; y el Santo de Israel, es tu
      recomprador. El Dios de toda la tierra. (Jeremías
      54:4-5)

    • Porque como a mujer abandonada y afligida de
      espíritu, te ha llamado el Señor, y como a
      esposa de la juventud que es repudiada dice tu
      Dios"(Isaías 54:4-6)

    • "Porque yo he de satisfacer al alma cansada y
      he de saciar a toda alma atribulada" (Jeremías
      31:25).

    Ahora no es tiempo de buscar soluciones a tus
    dificultades porque estás cargado y atribulado, herido,
    confundido. Busca los brazos de Jesús, sus brazos de amor
    y protección, reposa en el Dios de poder. Realiza cada
    día una meta pequeña que irás aumentando
    conforme te vas fortaleciendo, pero… !No te des por
    vencido(a)! 

    • "El Señor sana a los quebrantados de
      corazón y venda sus heridas" (Salmo
      147:3).

    • "Ya el sol no será para ti luz del
      día, ni el resplandor de la luna te alumbrará,
      sino que tendrás al Señor por luz eterna y a tu
      Dios por tu gloria. Nunca más se pondrá el sol,
      ni menguará tu luna, porque tendrás la
      Señor por luz eterna y se habrán acabado los
      días de tu luto" (Isaías
      60:19-20).

    No estás solo(a) en tu experiencia
    dolorosa.

    • Dondequiera que vayas en tu mundo interior
      allí está la presencia de Dios. También
      otras personas están viviendo tu misma experiencia,
      muchas sin su consuelo porque aún no lo llevan dentro
      de su corazón…

    • Si vas a tu ayer en tus recuerdos allí
      está el Señor. Si vas al foso profundo de tu
      soledad interior allí está su
      presencia.

    • Si vas a los recuerdos dolorosos y de
      vergüenza, allí está también su
      presencia.

    • Si vas a tu hoy en tu necesidad, en tu crisis
      inesperada, allí lo encontrarás porque
      Él habita en tu corazón.

    • Y si corres ansioso a tu mañana y no
      encuentras solución para tus necesidades, reposa
      porque también Él está en tu
      mañana.

    Para meditar:

    "Vuelve alma mía a tu reposo, porque el
    Señor te ha colmado de bienes, pues tu has rescatado mi
    alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, mis pies de
    tropezar" (Salmo 116:7-8).

    Oración:

    "Acuérdate de mi aflicción y de mi
    vagar, del ajenjo y de la amargura. Ciertamente lo recuerda y se
    abate mi alma dentro de mí. Esto traigo a mi
    corazón, por esto tengo esperanza; que las misericordias
    del Señor jamás terminan, pues nunca fallan Sus
    bondades; son nuevas cada mañana. Amen. ¡Grande es
    tu fidelidad!" (Lamentaciones 3: 19-23).

    Asumiendo una actitud de lucha en la
    depresión

    En tiempo de depresión sientes que no hay
    solución, no tienes fortaleza. No te interesa seguir
    ninguna meta. Estas en el fondo de un abismo y sientes que no
    puedes salir de ese vacío profundo. "Este es el
    día que el Señor ha hecho, me gozaré y
    alegraré en él" (Salmo 118:24).

    Veamos cómo se expresaron algunos
    personajes bíblicos en tiempos de
    depresión:

    • "Yo estoy afligido y necesitado, oh Dios, ven
      pronto a mí. Tu eres mi socorro y mi libertador.
      Señor no te tardes". (Salmo 70:5).

    • "Escúchame y respóndeme, en mi
      pensar estoy deprimido y turbado por la voz del enemigo, por
      la opresión de los impíos que me inculpan de
      iniquidad y me odian con furor". (Salmo
      55:2-3).

    • "Mi corazón ha sido herido y se ha
      secado como la hierva, por lo cual me olvidé de comer
      mi pan". (Salmo 102:4).

     La solución esta en
    luchar internamente.

    No esperes que Dios trabaje solo. El espera el
    esfuerzo de tu parte. No te rindas: ¡Tienes la victoria en
    tu corazón!, porque tienes las siguientes promesas del
    Señor y debes apropiarte de ellas:

    • "Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro
      pronto auxilio en las tribulaciones" (Salmo
      46:1).

    • "El Señor dará fuerza a su
      pueblo; el Señor bendecirá a su pueblo con paz"
      (Salmo 29:11).

     Por eso debes confiar en Dios
    porque "En confianza y en reposo está tu fortaleza"
    (Isaías 30:15).

    Tu fortaleza irá en aumento cada día:
    fortaleza física, fortaleza emocional, fortaleza
    espiritual, pero debes creerle a Dios y a su palabra y no
    escuchar las voces de tu vieja criatura. Tu victoria empieza en
    la fe y en tus pensamientos.

    Debes confiar en Dios, y tener presente que lo que
    estás sintiendo, la depresión, no durará
    para siempre. No tardará un largo período como lo
    experimentaste en otras ocasiones porque el Señor
    está cortando desde adentro las raíces de los
    recuerdos y experiencias dolorosas dentro de tu corazón y
    te está consolando.

    Pero también es necesario tu
    participación activa para vencer.

    • Aferrarte a las promesas bíblicas y
      perseverar con pensamientos positivos.

    • Aprender los pensamientos de victoria que son los
      pensamientos que están en la Biblia. Así
      paulatinamente todo tu ser responderá al poder de la
      palabra declarada con tu boca y que fluye del fondo del
      corazón.

    • Cuidar tu cuerpo con alimentación adecuada y
      dormir solo lo necesario. La depresión te
      inducirá a dormir mas tiempo como una forma de
      escape.

    • Si no cuidas tu cuerpo adecuadamente, tu vida
      emocional se puede deteriorar y puedes adquirir enfermedades
      o dolencias que empeorarán tu condición. Por
      eso tu restauración es integral, y debes poner tu
      esfuerzo sostenido de la mano de Dios.

    • Realiza ejercicio y mientras lo haces declara el
      poder de la Palabra de Dios de una forma personal, adecuada a
      tu necesidad y ¡No busques refugio en hábitos
      destructivos! Porque en tu debilidad serías pronto
      esclavo de ello.

     Cuida tu salud mental rodeándote de
    personas y actividades positivas:

    • Observa a los niños, las plantas, los
      animales. Recréate en pequeñas cosas que traen
      paz a tu vida, ¡ámate a ti mismo!. Porque el
      Señor te ama.

    • Tu vida espiritual es fundamental por lo que no
      debes apartarte de la Palabra de Dios.

    • Debes concentrarte en versículos
      específicos que el Espíritu de Dios
      pondrá en tu corazón. Haz oraciones que te
      producen paz y fortaleza, y te hacen recordar el poder de
      Dios.

     ¡Induce el gozo en tu corazón!
    Debes decir con confianza y firmeza:

    • "Me darás a conocer la senda de la
      vida; en tu presencia hay plenitud de gozo, en tu diestra,
      deleites para siempre". (Salmo 16:11).

    • "Me has hecho conocer los caminos de la vida;
      me llenarás de gozo con tu presencia". (Hechos
      2:28).

    • "Me gozaré y me alegraré en tu
      misericordia, porque tu has visto mi aflicción; has
      conocido las angustias de mi alma, y no me has entregado en
      manos del enemigo; tú has puesto mis pies en lugar
      espacioso". (Salmo 31:7-8).

    • "Al Señor cantaré mientras yo
      viva; cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista.
      Séale agradable mi meditación; yo me
      alegraré en el Señor". (Salmo 104:
      33-34).

    • "¡Aleluya!" Porque bueno es cantar
      alabanzas a nuestro Dios, porque agradable y apropiadas es la
      alabanza. El Señor edifica a Jerusalén;
      congrega a los dispersos de Israel; sana a los quebrantados
      de corazón y venda sus heridas. Cuenta el
      número de estrellas, y a todas ellas les pone nombre.
      Grande es nuestro Señor, y muy poderoso; su
      entendimiento es infinito. El Señor sostiene al
      afligido y humilla a los impíos hasta la tierra".
      (Salmo 147: 1-6).

    Yo te pregunto: ¿Crees que no
    podrás vencer la depresión? Te invito a que medites
    un poco en el siguiente versículo:

    "Levantaré mis ojos a los montes; de donde
    vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Señor, que
    hizo los cielos y la tierra. No permitirá que tu pie
    resbale; no se adormecerá el que te guarda. He
    aquí, no se adormecerá ni dormirá el que
    guarda a Israel. Jehová es tu guardador; Jehová es
    tu sombra a tu mano derecha. El sol no te herirá de
    día, ni la luna de noche. Jehová te
    protegerá de todo mal; Él guardará tu alma.
    El Señor guardará tu salida y tu entrada desde
    ahora y para siempre". (Salmo 121 )

    Oración:

    "Inclina, oh Jehová, tu oído y
    respóndeme, porque estoy afligido y necesitado. Guarda mi
    alma, pues soy piadoso; tú Dios mío, salva a tu
    siervo que en ti confía. Ten piedad de mí, oh mi
    Dios, porque a ti clamo todo el día. Alegra el alma de tu
    siervo, porque a Ti, elevo mi alma. Pues tú,
    Jehová, eres bueno y perdonador, abundante en misericordia
    para con todos los que te invocan. Escucha, oh Señor, mi
    oración, y atiende a la voz de mis súplicas. En el
    día de la angustia te invocaré, porque tú me
    responderás. No hay nadie como tú entre los dioses,
    ni hay obras como las tuyas. Todas las naciones que tú has
    hecho vendrán y adorarán delante de ti,
    Señor, y glorificarán tu nombre. Porque tú
    eres grande y haces maravillas; solo tú eres Dios.
    Enséñame Jehová, tu camino; andaré en
    tu verdad; unifica mi corazón para que tema tu nombre. Te
    daré gracias, Señor mi Dios, con todo mi
    corazón, y glorificaré tu nombre para siempre.
    Porque grande es tu misericordia para conmigo, y has librado mi
    alma de las profundidades del seol. Oh Jehová, los
    arrogantes se han levantado contra mí, y una banda de
    violentos ha buscado mi vida, y no te han tenido en cuenta.
    Más tú, Señor, eres un Dios compasivo y
    lleno de piedad, lento para la ira y abundante en misericordia y
    verdad. Vuélvete hacia mí, y tenme piedad; da tu
    poder a tu siervo, y salva al hijo de tu sierva. Muéstrame
    una señal de bondad, para que la vean los que me
    aborrecen, y se avergüencen, porque tú, oh
    Jehová, me has ayudado y consolado" ( Sal
    86)

    Estudia, medita y recuerda los siguientes
    versículos:

    • "No temas porque yo te redimí; te puse
      nombre, mío eres tú. Cuando pases por las
      aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no
      te anegarán, cuando pases por el fuego, no te
      quemarás ni la llama te abrasará"
      (Isaías 43:1,2).

    • "No temas porque yo estoy contigo, no te
      desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré,
      ciertamente te ayudaré, si, te sostendré con la
      diestra de mi justicia". (Isaías
      41:10).

    • "Porque, yo Jehová soy tu Dios, que te
      toma fuertemente de tu mano derecha y te dice: "No temas, yo
      te ayudo". (Isaías 41:13).

    • "La paz os dejo, mi paz os doy: No os la doy
      como el mundo la da! No se turbe vuestro corazón, ni
      tenga miedo". (Juan 14:27).

    Asumiendo una actitud de lucha en la
    depresión  como Jesús nos la
    da!

    • "La paz les dejo, mi paz les doy, no se las
      doy a ustedes como el mundo la da. No se turbe vuestro
      corazón, ni tenga miedo". (Juan
      14:27).

    Yo siento este día
    fortaleza y paz, por eso diré con confianza y
    firmeza:

    ¡Todo lo puedo en Cristo que
    me fortalece!

    ¡Todo lo puedo en Cristo que
    me fortalece!

    ¡Todo lo puedo en Cristo que
    me fortalece!

    (Filipenses
    4:13)

    Pasos necesarios en la
    restauración

    Si realmente quieres ser libre y restaurar tu vida debes
    superar los siguientes pasos en diferentes áreas de tu
    vida. Parece tortuoso y difícil pero con la
    dirección del Espíritu Santo podrás lograrlo
    de acuerdo a tu perseverancia, obediencia y tiempo necesario para
    tu caso personal.

    Dios El Señor prometió esta
    transformación en el siguiente
    versículo:

    "Os daré un corazón nuevo y
    pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros.
    Quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os
    daré un corazón de carne"(Ezequiel
    36:26).

    Este versículo expresa la promesa de Dios para
    cambiarte internamente. Pero este cambio es paulatino porque
    debes, en el proceso, superar los siguientes pasos en cada
    área que el Señor irá
    transformando:

    • Tener decisión firme para obedecer y
      vencer.

    • Querer cambiar. Debes estar decidido a ser
      restaurado confiando en Dios.

    • Recordando que Dios no obliga a nada, El espera la
      decisión y obediencia de tu parte. El que no quiere
      ser restaurado no lo será. " Al de firme
      propósito guardarás en perfecta paz; porque en
      ti confía" (Isaías 26:3). "Firme está mi
      corazón, oh Dios, mi corazón está firme,
      ¡cantaré y entonaré salmos!" (Salmo
      57:7).

     Confianza absoluta en
    Dios

    Debes despojarte de la desconfianza en Dios y de
    su imagen inadecuada. Los siguientes versículos muestran
    la falta de confianza en Dios y sus
    consecuencias:

    • " Clamo a ti, y no me respondes; me pongo en
      pie y no me prestas atención" (Job
      30:20).

    • "A Dios, mi roca, diré: ¿Por
      qué me has olvidado? ¿Por qué ando
      sombrío por la opresión del enemigo?" (Salmo
      42:9).

     Debes derribar los
    sentimientos de desconfianza para no tener obstáculos en
    el temor al castigo por los sentimientos de culpa y sentimientos
    adversos (ira, odio, rencor, orgullo, infidelidad, adulterio
    etc.) a causa del dolor emocional y pensamientos destructivos. La
    confianza absoluta en Dios y en su palabra es la base para crecer
    espiritualmente, como se expresa en el siguiente
    versículo: "Confía en el Señor con todo tu
    corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento.
    Reconócelo en todos tus caminos, y El enderezará
    tus sendas" (Proverbios 3:5-6).

    Honestidad ante Dios para debilitar los
    mecanismos de defensa.

    Es necesario que liberes en oración a solas con
    Dios todo el dolor, siendo totalmente honesto porque El
    Señor todo lo sabe. Mediante la honestidad
    serás capaz de derribar tus propias mentiras o mecanismos
    de defensa, paso esencial para dejar que la verdad de Dios sea
    internalizada en tu vida.
    Para esto es necesario que
    recuerdes que de todos modos Dios todo lo conoce, aún las
    cosas que no te atreves a decirle. Él lo sabe todo, pero
    ser honesto ante El tiene el efecto de liberarte de las emociones
    negativas y destructivas: "¿Podrá alguno
    esconderse en escondites de modo que yo no lo vea?" Declara el
    Señor" (Jeremías 23:24).

    Veamos, en el capítulo 20, como libera su
    dolor y tensión el profeta Jeremías, con honestidad
    de sentimientos y emociones, ante Dios: "Maldito el día en
    que nací, el día en que me dio a luz mi madre no
    sea bendito. "Maldito el hombre que dio la noticia a mi padre
    diciendo: ¡Te ha nacido hijo varón!,
    Haciéndolo muy feliz. Sea ese hombre como las ciudades que
    el Señor destruyó sin piedad. Oiga gritos de
    mañana y alaridos al mediodía…" (Jeremías
    20: 14-16).

    Dios nos invita a echar nuestra ansiedad sobre
    Él para no tener cargas: "Humillaos, pues, bajo la
    poderosa mano de Dios, para que El os exalte a su debido tiempo,
    echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado
    de vosotros" (I Pedro 5:6).

    Ser honestos ante Dios libera la tensión
    interna; callar produce tensión y conflictos internos,
    así como enfermedades psicosomáticas: "Mientras
    callé mi pecado, mi cuerpo se consumió con mi gemir
    durante todo el día" (Salmo 32:3).

    Aceptar la voluntad de Dios
    (Señorío)

    Tendrás con el tiempo que aceptar su
    voluntad por hechos dolorosos por causa de accidentes, desastres
    naturales, muertes, etc., recordar que El no nos mintió:
    "Estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz. En
    el mundo tenéis tribulación, pero confiad; yo he
    vencido al mundo" (Juan 16:33).

    Restaurar la comunión con Dios y para
    ellos, debes confesar tu propia iniquidad a Dios y arrepentirte,
    pedir perdón a Dios por culparlo del dolor y abandono por
    el dolor sufrido: "Confieso, pues mi iniquidad; afligido estoy a
    causa de mi pecado" (Salmo 38:18).

    Destruir la resistencia y formas de evadir el
    dolor y, para ello debes enfrentar la propia responsabilidad y
    consecuencias a causa del dolor emocional y no culpar a otros ni
    evadir con las propias mentiras (mecanismos de defensa), como lo
    hicieron Adán y Eva al desobedecer al Señor: "Y el
    hombre respondió: la mujer que tú me diste por
    compañera me dio del árbol y yo comí.
    Entonces el Señor Dios dijo a la mujer ¿ Qué
    es esto que has hecho? Y la mujer respondió: La serpiente
    me engañó, y yo comí". (Génesis 3:
    12-13).

    Los mecanismos de defensa se destruyen al aceptar
    la realidad y responsabilidad de los hechos: "Contra ti, contra
    ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos, de
    manera que eres justo cuando hablas, y sin reproche cuando
    juzgas" (Salmo 51:4).

    Aceptar el perdón de Dios y
    asumirlo

    • "Nosotros hemos transgredido y nos hemos
      rebelado, tú nos has perdonado" (Lamentaciones
      3:42).

    • "Cuán bienaventurado es aquel cuya
      transgresión es perdonada, cuyo pecado es cubierto"
      (Salmo 32:1).

    • "Yo, yo soy el que borro tus transgresiones
      por amor a mí mismo, y no recordaré tus
      pecados" (Isaías 43:25).

    • "Te manifesté mi pecado, y no
      encubrí mi iniquidad. Dije: confesaré mis
      transgresiones al Señor y tu perdonaste la culpa de mi
      pecado"(Salmo 32:5).

    Perdonarte: Porque Dios te ha perdonado,
    debes asumir los privilegios de ser ahora hijo(a) de Dios o
    nuevamente hijo de Dios.

     

     

    Autor:

    Jorge Edgardo Oportus Romero

     

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