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1ra y 2da Guerra mundial, Nazismo (página 3)




Enviado por Fede Echeverría



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

El 30 de noviembre, después de dos meses de
discusiones diplomáticas, la URSS declaró la guerra
a Finlandia, iniciándose así la denominada Guerra
Ruso-finesa. Stalin estaba decidido a llevar a cabo su propia
guerra relámpago, pero los fineses, mandados por el
mariscal Carl Gustaf Emil von Mannerheim resistieron el ataque
inicial de unas tropas soviéticas superiores en
número, y continuaron la lucha al año siguiente. La
ofensiva sobre Finlandia realizada por la URSS suscitó la
indignación de la opinión mundial y brindó
una oportunidad a los británicos y franceses. Éstos
habían centrado su atención desde tiempo
atrás en la mina de hierro de la ciudad sueca de Kiruna,
que representaba la principal fuente de este mineral para
Alemania. Durante el verano, la mena era enviada a Alemania a
través del mar Báltico; en invierno, era trasladada
al puerto noruego de Narvik —sin hielo pese a la
época— y después embarcada en naves que
atravesaban las aguas neutrales de Noruega. El ferrocarril de
Narvik-Kiruna también se unía por el este con los
ferrocarriles fineses; por lo tanto, una fuerza
anglo-británica mandada para ayudar a Finlandia
estaría automáticamente en posición de
ocupar Narvik y Kiruna. El problema era conseguir que Noruega y
Suecia cooperaran, a lo cual ambas se negaron. En Alemania, el
jefe de operaciones navales, el almirante Erich Raeder,
apremió a Hitler para que invadiera Noruega, con lo que
quedaría garantizada la seguridad de los puertos del
océano Atlántico, pero el Führer no
mostró interés por este plan hasta finales de enero
de 1940. Las primeras observaciones sugerían que la mejor
forma de invadir Noruega era realizar desembarcos
simultáneos en las ocho ciudades portuarias que se
encontraban entre Narvik y Oslo. Dinamarca, que no representaba
ninguna dificultad desde el punto de vista militar, podría
favorecer el desarrollo del plan, puesto que disponía de
aeródromos cercanos a Noruega.

Dinamarca y Noruega

Stalin, que temía una intervención
extranjera, puso fin a la Guerra Ruso-finesa el 8 de marzo y
estableció unos términos que obligaban a Finlandia
a entregar ciertos territorios, pero le permitían
conservar su independencia.

Los británicos y los franceses necesitaban
entonces encontrar un pretexto para realizar su plan de
invasión de Narvik y Kiruna; decidieron situar minas en
las inmediaciones del puerto de Narvik. Su objetivo era provocar
una reacción violenta por parte de los alemanes, lo que
les permitiría pasar al lado noruego y llegar así
hasta Narvik. Hitler aprobó el plan de invasión de
Noruega y Dinamarca el 2 de abril, y los buques de guerra se
hicieron a la mar el día 7. Dinamarca se rindió
inmediatamente, y los desembarcos de tropas efectuados el
día 9 se realizaron con éxito en todos los puntos
previstos salvo en Oslo, que fue ocupado por los alemanes al
atardecer; no obstante, el gobierno noruego, que había
decidido luchar, se trasladó a Elverum. Aunque los
noruegos, con la colaboración de 12.000 soldados
británicos y franceses, consiguieron resistir en la zona
que se extendía entre Oslo y Trondheim hasta el 3 de mayo.
La situación en Narvik era diferente. Allí, 4.600
alemanes luchaban contra 24.600 británicos, franceses y
noruegos respaldados por los cañones de la Armada
británica. Los alemanes resistieron en Narvik hasta el 28
de mayo; tuvieron que retroceder hasta la frontera con Suecia en
la primera semana de junio, pero cuando estaban a punto de
rendirse, las derrotas militares sufridas por los aliados en
Francia obligaron a los británicos y franceses a reclamar
a las tropas destacadas en Narvik.

Los Países Bajos

Al llegar la primavera, Hitler había elaborado un
proyecto mejor para la campaña contra Francia y los
Países Bajos. El primer plan consistía en atravesar
Bélgica tal y como se había hecho durante la I
Guerra Mundial. Sin embargo, el general Erich von Manstein y
algunos de sus asesores le habían persuadido para que
trasladara el grueso de sus tropas al sur de Luxemburgo y al
bosque de las Ardenas, puesto que el enemigo nunca
esperaría que se realizara un ataque desde esta zona. Los
carros de combate podrían marchar con rapidez hacia el
noroeste desde las Ardenas después de alcanzar la costa y
derrotar al enemigo en Bélgica; retrocederían y
atacarían por el sureste, desde la retaguardia de los
ejércitos franceses situados en la Línea
Maginot.

Cuando comenzó el ataque el 10 de mayo de 1940,
ambos bandos disponían aproximadamente del mismo
número de tropas y carros de combate, aunque las fuerzas
aéreas alemanas eran superiores a las de los aliados. No
obstante, la ventaja decisiva de los alemanes consistía en
que habían planeado todos sus movimientos detalladamente.
Sus oponentes tuvieron que improvisar una estrategia, debido en
parte a que belgas y neerlandeses se mantuvieron neutrales hasta
el último momento. Además, los británicos y
los franceses no estaban preparados para hacer frente a las
fuerzas acorazadas alemanas. Los carros de combate aliados se
dispersaban entre la infantería, mientras que los de los
alemanes se mantenían juntos en un grupo panzer
("acorazado"). El 10 de mayo, las tropas aerotransportadas
alemanas llegaron a Bélgica y los Países Bajos para
apoderarse de los aeródromos, puentes y la gran fortaleza
belga de Eben-Emael. El Ejército neerlandés se
rindió el 14 de mayo, varias horas después de que
los bombarderos destruyeran la zona financiera de Rotterdam. Ese
mismo día, el grueso de las fuerzas alemanas partió
de las Ardenas por la retaguardia de los ejércitos
británicos y franceses que apoyaban a las tropas belgas,
en dirección a la costa.

La derrota de Francia

Ya en la II Guerra Mundial, después de que
Francia fuera invadida por Alemania en 1940 solicitó un
armisticio y estableció su gobierno en Vichy con el
consentimiento alemán, desde donde gobernó la zona
del país que no se hallaba bajo el control directo de los
invasores. Su régimen colaboracionista y de corte fascista
le llevó a huir cuando en 1944 los aliados desembarcaron
en Francia. Procesado por traición, se le declaró
culpable de "entendimiento con el enemigo" y fue condenado a
muerte en agosto de 1945, aunque consiguió la
conmutación de esa sentencia por la de cadena perpetua. El
20 de mayo, el grupo panzer tomó la ciudad francesa de
Abbeville, situada en la desembocadura del río Somme, y
comenzó a avanzar hacia el norte a lo largo de la costa.
Hacia el 26 de mayo, los británicos y los franceses se
vieron obligados a retroceder hasta una estrecha playa que se
encontraba en los alrededores de Dunkerque.

El rey belga, Leopoldo III, capituló al
día siguiente. Destructores y pequeñas
embarcaciones de todo tipo consiguieron evacuar de Dunkerque a
338.226 hombres en un salvamento heroico propiciado por la
actitud del general alemán Gerd von Rundstedt, que
ordenó a sus carros de combate que se detuvieran a fin de
preservarlos para la siguiente fase de la operación.
Soldados alemanes La marcha de los tanques y aviones alemanes
hacia el norte de la Línea Maginot en mayo de 1940 no
había sido previstos por el Ejército
francés. Aunque ambas fuerzas estaban equiparadas en
cuanto a efectivos y tanques, los alemanes contaban con
más aeronaves y con un plan de invasión. La
blitzkrieg (guerra relámpago) obligó a las tropas
francesas a retirarse de forma desordenada, y el gobierno
francés cayó cuando los alemanes marcharon hacia
París el 14 de junio. La campaña contra Francia
comenzó el 5 de junio. Italia declaró la guerra a
Francia y Gran Bretaña el 10 de junio. La Línea
Maginot, que sólo dejaba a merced del enemigo la frontera
con Bélgica, no había sufrido el más
mínimo daño, pero el comandante de las fuerzas
francesas, el general Maxime Weygand, no disponía de
ningún medio para proteger París por el norte y el
oeste. El 17 de junio, el mariscal Henri Philippe Pétain,
nombrado jefe de gobierno el día anterior solicitó
un armisticio, que fue firmado el 22 de junio, en el que se
acordó que Alemania controlaría el norte y la
franja atlántica de Francia. Pétain
estableció la capital de su gobierno en Vichy el 1 de
julio, en la zona no ocupada del sureste, y constituyó
así uno de los regímenes colaboracionistas
más significativos de cuantos se crearon durante la II
Guerra Mundial.

La batalla de Inglaterra

En el verano de 1940, Hitler dominaba Europa desde el
noruego cabo Norte hasta los Pirineos. Su único enemigo
activo —Gran Bretaña, gobernada desde mayo por un
nuevo primer ministro, Winston Churchill— juró
continuar la lucha. El Ejército británico
había abandonado la mayor parte de su armamento en las
playas de Dunkerque. Stalin no pensaba desafiar a Hitler. Ante la
caída de Francia, Estados Unidos inició el primer
reclutamiento realizado en tiempo de paz de toda su historia e
incrementó considerablemente su presupuesto
militar.

Los alemanes confiaban en vencer a los británicos
obligándoles a que se rindieran por falta de suministros.
La batalla del Atlántico comenzó en junio de 1940 y
en ella se recurrió a la guerra submarina para cortar el
transporte de suministros británicos. Los alemanes
contaban ahora con bases submarinas en Noruega y Francia. En los
primeros momentos del conflicto, disponían
únicamente de 28 submarinos, pero se estaban construyendo
muchos más. El método más rápido de
acabar con los británicos era una invasión, pero
esto implicaba cruzar el canal de la Mancha; Hitler no se
arriesgaría a emprender esta acción a menos que se
neutralizara antes a la Royal Air Force (Fuerzas Aéreas
Reales británicas o RAF). Por lo tanto, la batalla de
Inglaterra se desarrolló en el aire, no en las playas. Los
alemanes bombardearon puertos, aeródromos y ciudades
británicas durante agosto y parte de septiembre de 1940,
pero los daños causados, si bien graves para la
población civil, resultaron poco decisivos desde el punto
de vista militar previsto por los alemanes, por lo que el 17 de
septiembre de 1940, Hitler pospuso la invasión de las
islas Británicas indefinidamente.

Los Balcanes y el norte de África
(1940-1941)

En realidad, Hitler había comunicado a sus
generales a finales de julio de 1940 que la siguiente ofensiva
tendría lugar en la URSS. El Führer pensaba que los
británicos continuaban combatiendo porque esperaban que
estallara un conflicto entre Alemania y la URSS; una vez que se
hubiera derrotado a los soviéticos y las posiciones
británicas en la India y Oriente Próximo se vieran
amenazadas, Gran Bretaña firmaría la paz.
Persuadido por sus asesores militares, Hitler pospuso la ofensiva
sobre la Unión Soviética hasta la primavera para
eludir las dificultades climáticas que hubieran supuesto
realizarla durante el invierno. Mientras tanto, Mussolini
había emprendido en septiembre de 1940 un ataque sin
éxito sobre Egipto —bajo dominio
británico— desde la colonia italiana de Libia y
había intentado invadir Grecia un mes después con
resultados similares. En respuesta a esta última
operación, los británicos ocuparon los
aeródromos de Creta y Grecia.Para impedir que los aviones
británicos tuvieran a su alcance los campos
petrolíferos de Ploiesti (Rumania), Hitler comenzó
a preparar una campaña contra Grecia en noviembre. A
principios de 1941, las fuerzas británicas obligaron a los
italianos a replegarse sobre Libia, y Hitler envió al
general Erwin Rommel en el mes de febrero con una fuerza con dos
divisiones de carros de combate, el Afrika Korps, para ayudar a
sus aliados italianos. Debido a que las tropas alemanas
necesitaban cruzar Rumania y Hungría para llegar hasta
Grecia y la Unión Soviética, Hitler logró
incluir a ambos estados en la alianza del Eje en noviembre de
1940; Bulgaria se unió en marzo de 1941. Cuando Yugoslavia
se negó a adherirse al Eje, Hitler ordenó la
invasión de este país.

  • Yugoslavia

Las operaciones alemanas contra Grecia y Yugoslavia
dieron comienzo el 6 de abril de 1941. La principal dificultad
del ataque sobre Yugoslavia consistía en conseguir que un
ejército de nueve divisiones procedentes de Alemania y
Francia se trasladara unido hasta el objetivo en menos de nueve
días. El 10 de abril se lanzaron varios ataques sobre
Belgrado, que cayó el 13 de abril, y el Ejército
yugoslavo se rindió al día siguiente. Sin embargo,
fue más sencillo conquistar este país que
conservarlo, ya que las guerrillas —los chetniks serbios,
dirigidos por Draza Mihaílovic, y los partisanos,
liderados por Tito— presentaron batalla durante toda la
guerra.

  • Grecia

El Ejército griego, a diferencia del yugoslavo,
se movilizó por completo para defender la Línea de
Metaxás, conjunto de fortificaciones al noreste de
Salónica. Mediante un pequeño avance hacia esta
ciudad, los alemanes consiguieron que el 9 de abril se rindiera
casi la mitad del Ejército griego. El I Ejército de
Grecia, procedente de Albania, quedó cercado en el paso de
Metsovón y se rindió el 22 de abril, mientras que
las fuerzas británicas se retiraron hacia el sur. A
continuación, los rápidos ataques de los alemanes
—sobre el istmo de Corinto y el Peloponeso— obligaron
a los británicos a realizar una evacuación que se
saldó con la pérdida de 12.000 hombres. A finales
de mayo la isla de Creta quedó en poder de los alemanes.
Mientras tanto, Rommel había lanzado una contraofensiva
sobre los británicos en Libia, expulsándoles del
país, excepto a una guarnición aislada en Tobruk,
en abril de 1941.

LA SEGUNDA FASE: LA EXPANSIÓN DE LA
GUERRA

Un año después de la caída de
Francia, la contienda se convirtió en una guerra mundial.
Mientras se llevaban a cabo campañas secundarias en la
península de los Balcanes y en el norte de África
así como combates aéreos contra los
británicos, Hitler desplegó el grueso de sus
fuerzas hacia el este y formó una coalición con los
países del sureste de Europa (además de Finlandia)
para atacar a la URSS.

La ayuda de Estados Unidos a Gran
Bretaña

Estados Unidos abandonó su política de
neutralidad estricta en la guerra europea y se enfrentó,
sin llegar a la guerra, con Japón en Asia y el
océano Pacífico. Las conferencias mantenidas entre
Estados Unidos y Gran Bretaña desde enero de 1941
sirvieron para diseñar una estrategia básica en el
caso de que los estadounidenses intervinieran en la guerra; ambos
centrarían su esfuerzo en combatir a Alemania, posponiendo
la lucha con Japón, en el caso de que ésta se
iniciara. En marzo de 1941, el Congreso de Estados Unidos
aprobó la Lend-Lease Act (Ley de Préstamo y
Arriendo) y asignó la cantidad inicial de 7.000 millones
de dólares para ayudar a cualquier país que el
presidente designara. De este modo, los estadounidenses esperaban
asegurar la victoria sobre las potencias del Eje sin necesidad de
enviar a sus propias tropas a Europa. No obstante, a finales del
verano de 1941, Estados Unidos se hallaba en estado de guerra no
declarada contra Alemania. En julio, la Marina estadounidense
comenzó a escoltar los convoyes británicos por las
aguas del oeste de Islandia. En septiembre, el presidente
Franklin Delano Roosevelt autorizó a las naves que
realizaban estas misiones de escolta a abrir fuego contra las
embarcaciones de las potencias del Eje.

Los conflictos entre Estados Unidos y
Japón

Mientras tanto, las relaciones entre Estados Unidos y
Japón continuaban deteriorándose. En septiembre de
1940, Japón obligó al gobierno francés de
Vichy a entregarle la zona norte de Indochina. Estados Unidos
respondió a esta acción prohibiendo la
exportación de acero y combustible a los
japoneses.

Éstos firmaron un pacto de neutralidad con la
URSS en abril de 1941 para prevenir un ataque soviético en
el caso de que entraran en conflicto con Gran Bretaña o
Estados Unidos mientras se apoderaban de territorios en el sur y
este de Asia. Cuando Alemania invadió la URSS en junio,
los dirigentes japoneses sopesaron la posibilidad de romper el
acuerdo y unirse a la ofensiva desde el este, pero finalmente
optaron por ocupar el sur de Indochina el 23 de julio. Dos
días después, Estados Unidos, Gran Bretaña y
los Países Bajos congelaron los activos japoneses para
impedir que Japón pudiera adquirir petróleo, lo que
a la larga inutilizaría por completo a su Armada y sus
Fuerzas Aéreas.

La invasión alemana a la URSS

En la mañana del 22 de junio de 1941, más
de 3 millones de soldados alemanes iniciaron la invasión a
la URSS. Stalin, cuya confianza en el poderío militar
soviético se había tambaleado tras la guerra con
Finlandia, prohibió toda respuesta o reacción por
miedo a provocar a los alemanes. Además, el Alto Mando
soviético había llegado a la conclusión de
que la guerra relámpago, tal y como se había
llevado a cabo en Polonia y Francia, no podría ponerse en
práctica en la URSS; ambos bandos se limitarían a
mantener pequeños combates a lo largo de la frontera, al
menos durante varias semanas. El Ejército soviético
contaba con 2,9 millones de soldados en la frontera occidental y
era dos veces superior a los alemanes en carros de combate y diez
veces en aeronaves. Muchos de sus tanques estaban anticuados,
pero otros, concretamente los T-34, eran mucho más
sofisticados que los alemanes.

  • Las primeras victorias de los
    alemanes

Los alemanes habían organizado tres grupos de
ejércitos para la invasión, denominados Norte,
Centro y Sur, que se dirigirían hacia Leningrado (en la
actualidad San Petersburgo), Moscú y Kíev. Hitler y
sus generales habían llegado a la conclusión de que
su principal problema estratégico consistía en
bloquear al Ejército soviético durante la batalla y
derrotarlo antes de que pudiera escapar adentrándose en el
país; sin embargo, discrepaban sobre cómo superar
este inconveniente.

La mayoría de los generales creían que el
régimen soviético lo sacrificaría todo por
salvar Moscú, la capital, el punto de unión de las
redes ferroviarias y de carreteras, y el principal centro
industrial de la URSS. En opinión de Hitler, la tierra y
los recursos de Ucrania y el petróleo de Caucasia eran
más importantes. Finalmente se llegó a un
compromiso que satisfizo tanto a Hitler como a sus generales:
lanzar tres ofensivas que deberían alcanzar la victoria en
diez semanas antes de que finalizara el verano. Churchill
ofreció una alianza a la URSS y Roosevelt hizo extensiva a
este Estado la Ley de Préstamo y Arriendo, pero al cabo de
los primeros días, sus respectivos estados mayores
creían que la contienda terminaría en una semana
aproximadamente. A finales de agosto, el Grupo de
ejércitos del Centro había realizado importantes
avances en Bialystok y Minsk, y tras cruzar el río
Dniéper, la frontera natural del oeste de Moscú, se
encontraba cerca de Smolensk habiendo cubierto más de dos
terceras partes del camino hasta Moscú.

  • El cambio de planes de Hitler

Los rusos actuaron, según lo previsto por los
generales alemanes, sacrificando enormes cantidades de tropas y
armamento para defender Moscú. Sin embargo, Hitler no
estaba satisfecho y, pese a las protestas de su Alto Mando,
ordenó al Grupo de ejércitos del Centro dirigir las
fuerzas acorazadas hacia el norte y el sur para ayudar a los
otros dos ejércitos, con lo que se detuvo el avance hacia
Moscú. El 8 de septiembre, el Grupo de ejércitos
del Norte puso sitio a Leningrado. El día 16 de ese mes,
el Grupo de ejércitos del Sur cerró una gigantesca
maniobra envolvente al este de Kíev; fue entonces cuando
Hitler decidió reanudar el avance hacia Moscú y
ordenó a las fuerzas blindadas reunirse con el Grupo de
ejércitos del Centro.

  • El intento de tomar Moscú

Soldados alemanes durante el invierno ruso Durante el
otoño y comienzos del invierno de 1941, varias divisiones
acorazadas alemanas avanzaron con rapidez hacia Moscú y
capturaron a cientos de miles de soldados soviéticos
durante su marcha. A finales de noviembre, estos efectivos, que
se encontraban a un día de camino de Moscú,
suponían una amenaza para la ciudad. Sin embargo, la
primera semana de diciembre comenzó a nevar y las
temperaturas descendieron a -40 ºC.

Los soldados alemanes, que no estaban preparados para el
invierno, sucumbieron ante el frío y perdieron el
afán de lucha. Los equipos también se congelaron y
quedaron inutilizados. Finalmente, el invierno ruso logró
lo que las fuerzas soviéticas no habían podido
conseguir: detener la ofensiva alemana. El Grupo de
ejércitos del Centro retomó las operaciones el 2 de
octubre, después de una interrupción de seis
semanas.

Se realizaron dos grandes maniobras envolventes pero
pronto comenzaron las lluvias del otoño, que convirtieron
las carreteras soviéticas, sin pavimentar, en barrizales
que frenaron el avance durante casi un mes. A mediados de
noviembre bajaron las temperaturas y el suelo se heló.
Hitler y el comandante del Grupo de ejércitos del Centro,
el mariscal de campo Fedor von Bock, decidieron seguir adelante,
con el fin de acabar la campaña de 1941 con una victoria
en Moscú antes de la llegada del invierno. Los generales
que estaban al mando de los dos grupos acorazados que Bock
mandó como avanzadilla tuvieron que detener la marcha el 5
de diciembre ante las extremas condiciones climatológicas
que tuvieron que afrontar.

  • La contraofensiva soviética

Stalin, que permaneció en Moscú, y el
general Gueorgui Konstantínovich Zhúkov lanzaron
una fuerte contraofensiva con las fuerzas de reserva rusas el 6
de diciembre y, al cabo de pocos días, el grupo de avance
de los alemanes fue arrollado. La contraofensiva de Moscú
no tardó en extenderse a todo el frente, siguiendo las
órdenes de Stalin. Los alemanes no habían formado
líneas defensivas para la retaguardia y no podían
cavar trincheras porque el suelo estaba congelado.

Algunos de los generales aconsejaron que las tropas se
retiraran a Polonia, pero Hitler les ordenó el 18 de
diciembre mantenerse firmes en las posiciones en que se
encontraran, con lo que logró mantener el sitio sobre
Leningrado, seguir acechando Moscú y conservar la zona
occidental de Ucrania.

El comienzo de la guerra en el
Pacífico

Japón, ante la aparente inminencia de la derrota
soviética en el verano y otoño de 1941, vio una
gran ocasión para apoderarse del petróleo y
demás recursos del Sureste asiático y las islas de
los alrededores, pero sabía que estas acciones
desatarían una guerra contra Estados Unidos. El gobierno
estadounidense deseaba detener la expansión japonesa, pero
no estaba seguro de que la opinión pública
estuviera dispuesta a llegar a la guerra para cumplir este
objetivo. Acuciados por el embargo de petróleo que
sufrían, los japoneses decidieron lanzar un ataque sobre
el Sureste asiático.

  • Pearl Harbor

Cuando el general Tojo Hideki fue nombrado primer
ministro a mediados de octubre, decidió que el día
29 de noviembre era la fecha límite para que su
país aceptara un pacto sin guerra. El plazo fijado por
Tojo, que se mantenía en secreto, significaba que la
guerra era prácticamente segura. El Ejército y la
Armada japonesa habían desarrollado una estrategia basada
en realizar ataques rápidos en Birmania, la
península Malaya, Indias Orientales y Filipinas y
establecer un cinturón defensivo en la zona central y
suroccidental del Pacífico.

Esperaban que Estados Unidos les declarara la guerra,
pero no creían que estuvieran dispuestos a prolongar la
contienda durante mucho tiempo. Su máxima
preocupación era la flota estadounidense del
Pacífico, establecida en Pearl Harbor (Hawai). Pocos
minutos después de la ocho de la mañana del domingo
7 de diciembre de 1941 aeronaves japonesas trasladadas en
portaaviones bombardearon Pearl Harbor. Hundieron cuatro
acorazados y causaron daños a cuatro más en un
ataque que duró menos de dos horas. Estados Unidos
entró en guerra con Japón el 8 de diciembre;
Alemania e Italia declararon la guerra a Estados Unidos el 11 de
diciembre.

  • Las conquistas japonesas en Asia y el
    Pacífico

Antes de finales de diciembre, las fuerzas japonesas
habían conquistado las posesiones británicas de
Hong Kong y las islas Gilbert (en la actualidad, Kiribati)
así como las posesiones estadounidenses de Guam y la isla
Wake; habían invadido las posesiones británicas de
Birmania, la península Malaya, Borneo y la posesión
estadounidense de Filipinas.

La colonia británica de Singapur, considerada
durante mucho tiempo como una de las fortalezas más
inexpugnables del mundo, cayó en febrero de 1942; los
japoneses ocuparon también las Indias Holandesas y
desembarcaron en Nueva Guinea en marzo. Las fuerzas
estadounidenses y filipinas de las islas Batan se rindieron el 9
de abril y la resistencia filipina puso fin a sus actividades con
la capitulación de la isla de Corregidor el 6 de
mayo.

De acuerdo con los planes de los japoneses, aún
les restaba tiempo para plantear una estrategia defensiva cuando
hubieran conquistado la colonia australiana del norte de Nueva
Guinea, el archipiélago de Bismarck, las Gilbert y la isla
Wake, objetivo que habían logrado a mediados de marzo. Sin
embargo, había sido tal el éxito de la
campaña, que decidieron ampliar su perímetro
defensivo hasta abarcar las islas Aleutianas por el norte, el
archipiélago Midway por el este y parte de las islas
Salomón y la zona meridional de Nueva Guinea por el
sur.

El primer paso fue conquistar Port Moresby, situado en
el extremo suroriental de Nueva Guinea, en un ataque realizado
por mar. Los estadounidenses, que podían descifrar los
mensajes codificados de los japoneses, situaron una fuerza
expedicionaria naval en esta zona. Tras la batalla del Mar del
Coral (7 y 8 de mayo), los japoneses se vieron obligados a
abandonar los planes previstos para Port Moresby.

  • La batalla de Midway

Una potente escuadra japonesa, compuesta por nueve
acorazados y cuatro portaaviones, al mando de la cual se hallaba
el almirante Yamamoto Isoroku, puso rumbo a Midway la primera
semana de junio. El almirante Chester William Nimitz, que
había asumido el mando de la flota estadounidense del
océano Pacífico después del ataque a Pearl
Harbor, sólo disponía de tres portaaviones y siete
cruceros pesados, pero podía tener acceso a los mensajes
emitidos por los japoneses.

La batalla de Midway comenzó en la mañana
del 4 de junio: los bombarderos estadounidenses destruyeron tres
de los portaaviones japoneses en cinco minutos. El cuarto
cayó un poco más tarde, después de que sus
aviones hubieran hundido el portaaviones estadounidense
Yorktown.

La posterior conquista japonesa de Kiska y Attu (islas
Aleutianas) los días 6 y 7 no compensaron la derrota de
Midway, de la que nunca llegó a recuperarse la Armada
japonesa. Sus acorazados no sufrieron ningún daño,
pero la batalla del Mar del Coral y la de Midway habían
demostrado que las naves de guerra más importantes eran
los portaaviones, y el enemigo había destruido cuatro de
ellos.

La tercera fase: el
cambio de rumbo de la guerra

Roosevelt, Churchill y sus respectivos consejeros se
reunieron en Washington a finales de diciembre de 1941.
Confirmaron su estrategia, cuyo objetivo principal era derrotar a
Alemania; los británicos sólo tenían
capacidad para luchar en Europa, de manera que la guerra contra
Japón pasó a ser una responsabilidad casi exclusiva
de Estados Unidos. Asimismo, se constituyó el Estado Mayor
Conjunto (Combined Chief of Staff, CCS), comité militar
británico y estadounidense con sede en Washington,
encargado de elaborar y ejecutar un plan de guerra común.
El 1 de enero de 1942 Estados Unidos, Gran Bretaña, la
URSS y otras 23 naciones firmaron la Declaración de las
Naciones Unidas en la que se comprometían a no pactar la
paz por separado.

La elaboración de la estrategia
aliada

Desde el punto de vista práctico, Estados Unidos
no desplegó una gran actividad en Europa hasta principios
de 1942. Los británicos no se limitaron a defender sus
posiciones en el norte de África; conquistaron Tobruk el
10 de diciembre de 1941 y Bengasi (ambas en Libia) dos semanas
después. Rommel contraatacó a finales de enero de
1942 y les hizo retroceder 300 km, pero detuvo su propio avance
junto a Tobruk y la frontera egipcia.

  • Europa

La URSS, temiendo una segunda ofensiva alemana en el
verano, insistió a Estados Unidos y Gran Bretaña
para que aliviaran la presión del frente soviético
lanzando una ofensiva por el oeste. El general George Catlett
Marshall, jefe del Estado Mayor del Ejército
estadounidense, creía que la mejor forma de ayudar a los
rusos y poner fin rápidamente a la guerra era llevar a
cabo una concentración de tropas en Inglaterra, cruzar el
canal de la Mancha y atacar desde el noroeste de Europa. Los
británicos no deseaban intervenir en ninguna otra
operación hasta que se conquistara el norte de
África, y no pensaban que fuera posible reunir en
Inglaterra una fuerza tan poderosa para lanzar una ofensiva a
través del canal en 1943. Rommel fue quien
proporcionó la clave para resolver el dilema. En el mes de
junio, capturó Tobruk y se adentró 380 km en
Egipto, hasta El-Alamein. Ante esta situación, los
estadounidenses estuvieron de acuerdo en aplazar indefinidamente
el ataque desde el canal y enviaron sus tropas a Gran
Bretaña para invadir el África del Norte
francesa.

  • El Pacífico

Mientras tanto, la Armada estadounidense
proseguía la lucha contra Japón en el
Pacífico. El general Douglas MacArthur, que había
estado al mando de las fuerzas de Filipinas, había sido
evacuado por un submarino y trasladado a Australia antes de la
rendición. La batalla de Midway había detenido el
avance de los japoneses en la zona central del Pacífico,
pero éstos continuaban expandiéndose por el
suroeste a través de las islas Salomón y Nueva
Guinea. El 2 de julio de 1942 los jefes del Estado Mayor de
Estados Unidos dirigieron las operaciones de las fuerzas
terrestres y navales en el sur y suroeste del Pacífico con
el objetivo de frenar a los japoneses, expulsarlos de las islas
Salomón y del noreste de Nueva Guinea y eliminar la gran
base que éstos habían establecido en Rabaul,
situada en Nueva Bretaña.

El frente ruso: el verano de 1942

La zona más conflictiva en esos momentos era el
frente ruso, donde los alemanes tomaron nuevamente la iniciativa
en el verano de 1942 en las ofensivas sobre el sur de Leningrado,
así como sobre las proximidades de la ciudad de
Járkov y de la península de Crimea. Era tal la fe
de Hitler en la victoria en 1941, que ordenó detener la
fabricación de armas y municiones para el Ejército
de Tierra y reconvirtió estas industrias para que
fabricaran materiales para las Fuerzas Aéreas y la Armada.
La producción de armamento para el Ejército se
había reanudado en enero de 1942, pero esta remesa no
llegaría al frente hasta finales del verano.

Por otro lado, la producción de armas
soviética fue aumentando progresivamente desde comienzos
del nuevo año; además, la base industrial de la
URSS era mayor que la alemana. Hitler sabía que no
podría llevar a cabo una nueva ofensiva total sobre tres
objetivos. Algunos de sus generales proponían que se
aguardara un año hasta que se volviera a reorganizar al
Ejército, pero Hitler estaba decidido a conseguir la
victoria en 1942, por lo que intentó obligar al mando
soviético a sacrificar al grueso de su Ejército
para defender las minas de carbón de la cuenca del Donets
y los campos de petróleo de Caucasia.

  • Los alemanes se dirigen hacia
    Caucasia

La ofensiva comenzó el 28 de junio y, en menos de
cuatro semanas, los ejércitos alemanes habían
tomado la cuenca del Donets y habían avanzado por el este
hasta el río Don. Stalin y sus generales cometieron un
error que finalmente fue beneficioso para sus intereses: creyendo
que los alemanes iban a lanzar un segundo ataque, más
fuerte, sobre Moscú, no habían hecho intervenir a
sus reservas y permitieron que los ejércitos del sur se
retiraran. Hitler, alentado por la facilidad y rapidez del
avance, cambió sus planes en la última semana de
julio. Inicialmente, había propuesto que las tropas se
dirigieran hacia el este de Stalingrado (en la actualidad
Volgogrado), tomaran una posición firme en el Volga y
enviaran entonces una fuerza que se adentrara en el sur de
Caucasia. El 23 de julio ordenó que dos ejércitos
continuaran la marcha hacia Stalingrado y que otros dos se
desplazaran hacia el sur cruzando el bajo Don y tomaran los
campos petroleros de Maikop, Grozni y Bakú. El 9 de agosto
los alemanes se habían adentrado en Caucasia, en
dirección a Maikop. El triunfo parecía acercarse
cuando el VI Ejército y el IV Ejército Acorazado se
unieron cerca de Stalingrado el 3 de septiembre.

  • La resistencia rusa en Stalingrado

La URSS atravesó la situación más
difícil de la guerra a finales de julio de 1942, cuando
tras la retirada rusa los alemanes estuvieron en condiciones de
avanzar a lo largo del Volga, por detrás de Moscú,
y de adentrarse en Caucasia. El 28 de julio, Stalin hizo un
llamamiento a sus tropas para que libraran una guerra
patriótica por Rusia.

A finales de agosto convocó a sus dos mejores
militares, Zhúkov, que había organizado la
contraofensiva de Moscú en diciembre de 1941, y el general
Alexandr M. Vasilevski, jefe del Estado Mayor del
Ejército, para tomar una decisión sobre
Stalingrado. Éstos propusieron derrotar al enemigo
bloqueando a sus tropas en la ciudad mientras se reunían
los medios para lanzar un contraataque.

Guadalcanal

El curso de la guerra era favorable para las potencias
del Eje a mediados del verano de 1942. Stalingrado y los campos
petroleros de Caucasia parecían estar al alcance de Hitler
y Rommel se hallaba en una posición propicia para atacar
el canal de Suez. Los japoneses habían ocupado la isla de
Guadalcanal y se dirigían hacia Port Moresby. Sin embargo,
seis meses después las potencias del Eje habían
detenido su avance y retrocedían en la URSS, el norte de
África y el suroeste del Pacífico. La
infantería de Marina de Estados Unidos llegó a
Guadalcanal el 7 de agosto de 1942. El desembarco se
realizó sin contratiempos, sólo hubo de hacer
frente a una pequeña guarnición japonesa; pero la
lucha se complicó a partir de ese momento. Los japoneses
respondían con rapidez y violencia tanto en los combates
navales como aéreos. Mientras las fuerzas estadounidenses
combatían contra un poderoso enemigo bajo un agotador
clima tropical, sus navíos de guerra libraron seis
importantes batallas en las aguas que rodeaban la isla entre el
24 de agosto y el 30 de noviembre. Finalmente, los efectivos de
Estados Unidos comunicaron el 9 de febrero de 1943 la conquista
de la isla.

La ofensiva británico-estadounidense en el
norte de África

La situación comenzó a cambiar en el norte
de África el 31 de agosto de 1942 cuando Rommel
atacó la línea británica situada al oeste de
El-Alamein. El nuevo comandante británico, el general
Bernard Law Montgomery, lanzó una ofensiva el 23 de
octubre y forzó la retirada de Rommel; las tropas
estadounidenses y británicas que luchaban a las
órdenes del general Dwight David Eisenhower comenzaron a
llegar a Marruecos y Argelia el 8 de noviembre; los
estadounidenses se establecieron en Casablanca y Orán, y
los británicos en Argel. Los alemanes enviaron refuerzos a
la ciudad de Túnez y ocuparon toda Francia. Consiguieron
que el V Ejército Acorazado, dirigido por el general
Jürgen von Arnim se presentara a tiempo de frenar a
Eisenhower en el oeste de Tunicia hacia mediados de diciembre.
Rommel se adentró en el sureste de Tunicia a principios de
febrero de 1943 y lanzó un ataque contra las tropas
estadounidenses el 14 de febrero, obligándolas a abandonar
el paso de Kasserine, una posición vital. Éste fue
su último éxito y no pudo aprovecharlo. Hitler le
reclamó en marzo debido a que las fuerzas de Estados
Unidos y Gran Bretaña se aproximaban desde el oeste y el
sur. Los 275.000 hombres que componían las fuerzas
alemanas e italianas quedaron aislados de sus bases de Bizerta y
Túnez; finalmente se rindieron el 13 de mayo.

La victoria soviética en
Stalingrado

Los alemanes habían avanzado 1.100 km más
hacia Leningrado y Caucasia en el frente oriental. Hitler no
disponía de tropas alemanas para cubrir esa distancia, de
manera que tuvo que recurrir a las tropas puestas a su
disposición por sus aliados. Así pues, mientras el
VI y IV Ejércitos Acorazados permanecían
inmovilizados en Stalingrado durante septiembre y octubre de
1942, fueron flanqueados por los ejércitos rumanos que
acudieron en su ayuda. Un ejército de italianos y
húngaros comenzó a remontar el río Don
rápidamente. En la mañana del 19 de noviembre las
fuerzas acorazadas soviéticas atacaron a los rumanos al
oeste y el sur de Stalingrado. Se reunieron tres días
después en Kalach, a orillas del río Don, donde
rodearon al VI Ejército, casi la mitad del IV
Ejército Acorazado y a varias unidades de rumanos. Hitler
ordenó al comandante del VI Ejército, el general
Friedrich von Paulus, resistir y le prometió mandar
suministros por aire; asimismo, envió a Manstein, que en
aquella época era mariscal de campo, para aliviar la
presión en esa zona. El transporte aéreo no pudo
hacer llegar a Manstein las 300 toneladas de suministros que
necesitaba cada día, y las fuerzas de la operación
de descerco fueron contenidas a 55 km de las tropas de Manstein a
finales de diciembre. El VI Ejército estaba condenado a
menos que intentara atravesar las filas enemigas, y Hitler no lo
permitía.

Los rusos se internaron en este reducto por tres frentes
en enero de 1943, y Paulus se rindió el 1 de febrero.
Después de la lucha de Stalingrado, los alemanes se vieron
obligados a retirarse de Caucasia y retroceder aproximadamente a
la línea de la que partieron en la ofensiva del verano de
1942; esto se debió en parte a la derrota de las fuerzas
italianas y húngaras.

La Conferencia de Casablanca

Desde el 14 hasta el 24 de enero de 1943, Roosevelt,
Churchill y los miembros de sus respectivos estados mayores se
reunieron en Casablanca con el objetivo de delinear la estrategia
del periodo posterior a la campaña del norte de
África. Los altos mandos estadounidenses deseaban llevar a
cabo la ofensiva a través del canal de la Mancha. Los
británicos, representados por el elocuente Churchill,
defendían las ventajas de concentrarse en los territorios
que podían conseguirse en el Mediterráneo, Sicilia
y la península Itálica. Roosevelt apoyó a
los británicos; los militares de Estados Unidos
sólo consiguieron (varios meses después) que no se
destinaran más tropas a la zona del Mediterráneo y
que se fueran reuniendo fuerzas en Inglaterra para llevar a cabo
el ataque del canal en 1944. Roosevelt sorprendió
también a su alto mando cuando anunció que no se
aceptaría ningún acuerdo que no fuera la
rendición incondicional de las potencias del Eje. El
propósito de esta política era tranquilizar a los
rusos, que tendrían que esperar al menos otro año
para que se abriera un segundo frente consistente, pero es
probable que también fortaleciera la resistencia del
Eje.

Los bombardeos aéreos sobre
Alemania

Los británicos y estadounidenses decidieron en
Casablanca iniciar una ofensiva aérea sobre Alemania como
preludio del pospuesto ataque sobre el canal de la Mancha. En
esta ocasión estaban de acuerdo sobre el momento en el que
realizarla, pero no en el método. Los británicos,
como resultado de su desalentadora experiencia con los bombardeos
diurnos a comienzos de la guerra, habían construido
bombarderos pesados, los Lancaster y los Halifax, para los
ataques nocturnos sobre un área.

Los estadounidenses creían que sus Flying
Fortresses B-17 y los Liberators B-24 estaban suficientemente
armados y blindados; estaban provistos de visores de bombardero
que garantizaban la precisión necesaria para volar de
día y alcanzar blancos muy pequeños. Los
británicos hicieron una demostración de su
técnica en cuatro ataques realizados sobre Hamburgo a
finales de julio de 1943; gran parte de la ciudad fue destruida
por el fuego y fallecieron 50.000 personas. La pérdida de
aviones y tripulación estadounidenses fue aumentando a
medida que las naves se adentraban en Alemania.

La batalla de Kursk

Antes de que concluyera la lucha en el frente oriental
en marzo de 1943, Hitler era consciente de que no podría
iniciar otra campaña en verano y propuso la
creación de una barrera fortificada en este frente,
similar a la que se estaba construyendo en el Atlántico a
lo largo de la costa occidental europea. Sin embargo, la larga
retirada del invierno había acortado la línea de
batalla lo suficiente como para que pudiera disponer de dos
ejércitos más. Asimismo, dejó una gran bolsa
hacia el oeste, alrededor de la ciudad de Kursk. Hitler no
quería dejar pasar la oportunidad de realizar una nueva
maniobra envolvente.

Después de aguardar durante tres meses a que los
nuevos carros de combate abandonaran la línea de
concentración, Hitler dio la orden para que comenzara la
batalla de Kursk el 5 de julio; atacó por el norte y el
sur a través del extremo oriental de la bolsa.
Zhúkov y Vasilevski también habían puesto
sus miras en Kursk y reforzaron las tropas de los alrededores de
la ciudad. Los rusos y los alemanes libraron hasta el 12 de julio
la mayor batalla de carros de combate de la guerra. Hitler
canceló la operación debido a que los
estadounidenses y británicos habían arribado a
Sicilia y era preciso transferir divisiones a esta zona. A partir
de este momento, fueron los soviéticos los que tomaron la
iniciativa estratégica en el este.

La invasión de Italia

El 10 de julio desembarcaron en Sicilia tres divisiones
estadounidenses, una canadiense y tres británicas. Fueron
adentrándose en la isla desde las cabezas de playa de la
costa meridional durante cinco semanas; se enfrentaron a cuatro
divisiones italianas y dos alemanas y vencieron a la
última resistencia del Eje el 17 de agosto. Mientras
tanto, Mussolini había sido expulsado del poder el 25 de
julio, y el gobierno italiano inició una serie de
negociaciones que concluyeron con un armisticio firmado en
secreto el 3 de septiembre y hecho público el 8 de ese
mes. El 3 de septiembre, las fuerzas del VIII Ejército
británico de Montgomery cruzaron el estrecho de Messina
desde Sicilia y llegaron al extremo sur de la península
italiana.

El V Ejército de Estados Unidos, dirigido por el
general Mark W. Clark, desembarcó cerca de Salerno el 9 de
septiembre; hacia el 12 de octubre, las fuerzas británicas
y estadounidenses habían establecido una sólida
línea a lo largo del país que se extendía
desde el río Volturno, situado al norte de Nápoles,
hasta Termoli, en la costa adriática. La rendición
de los italianos no representó grandes ventajas militares
para los aliados; a finales de año los alemanes les
contuvieron en la Línea Gustav, a unos 100 km al sur de
Roma. El desembarco realizado en Anzio el 22 de enero de 1944 no
consiguió debilitar la Línea Gustav, firmemente
asentada en el río Liri y Montecassino.

La estrategia aliada contra
Japón

La táctica desplegada en la guerra contra
Japón durante 1943 atravesó varias fases. En la
primera de ellas el objetivo era establecer bases en la costa de
China mediante los avances de las fuerzas británicas y
chinas a través de Birmania y el este de China, y los
progresos de los estadounidenses en las islas del centro y
suroeste del Pacífico hasta Taiwan y China. A mediados de
año parecía evidente que ni los británicos
ni los chinos iban a cumplir con su cometido. Por lo tanto,
sólo quedaban dos fuerzas de ataque estadounidenses. Su
objetivo continuaba siendo Formosa y la costa de
China.

Los progresos de Estados Unidos en el
Pacífico

Las tropas estadounidenses reconquistaron Attu (en las
islas Aleutianas) en un duro combate de tres semanas que
comenzó el 23 de mayo (los japoneses evacuaron Kiska antes
de que las fuerzas de Estados Unidos y Canadá
desembarcaran allí en agosto). Las principales acciones
tuvieron lugar en el suroeste del Pacífico. Los
estadounidenses y neozelandeses, dirigidos por el almirante
William Halsey, atravesaron las Salomón y tomaron Nueva
Georgia en agosto y la amplia cabeza de playa de Bougainville en
noviembre. Los australianos y estadounidenses que estaban a las
órdenes de MacArthur hicieron retroceder a los japoneses a
lo largo del la costa oriental de Nueva Guinea y tomaron Lae y
Salamaua en septiembre. La misión encomendada a MacArthur
y Halsey era conquistar Rabaul.

Los desembarcos realizados en el cabo Gloucester (Nueva
Bretaña) en diciembre, en las islas del Almirantazgo en
febrero de 1944 y en la isla Emirau en marzo del mismo año
consiguieron que Rabaul quedara aislado. El ataque en la zona
central del Pacífico se inició posteriormente. En
esta área, sin embargo, las islas estaban separadas por
grandes extensiones de mar, y los desembarcos requerían el
apoyo de la fuerza naval, concretamente de portaaviones, de los
que hasta finales de 1943 las fuerzas contrarias al Eje no
dispuso en número suficiente. Los primeros desembarcos
tuvieron lugar en Makin (islas Gilbert) y Tarawa en noviembre de
1943. La conquista de los islotes de Kwajalein y Eniwetok (islas
Marshall), emprendida en febrero de 1944, resultó menos
costosa, pero fue necesario intensificar el bombardeo preliminar
y emplear un mayor número de vehículos anfibios
capaces de cruzar los arrecifes de los alrededores.

La cuarta fase: la
victoria de los aliados

Después de la batalla de Kursk persistía
la duda sobre si las fuerzas soviéticas pudiesen lanzar
una ofensiva con éxito en el verano. El 12 de agosto,
Hitler ordenó que comenzaran las obras para la
construcción de una barrera en el este, a lo largo del
río Narva y los lagos Pskov y Peipus—detrás
del grupo militar del Norte— y de los ríos Desna y
Dniéper —detrás de los Grupos de
ejércitos del Centro y el Sur.

En la segunda mitad de dicho mes, la ofensiva
soviética se expandió por el sur, a lo largo del
río Donets, y por el norte, adentrándose en el
sector del Grupo de ejércitos del Centro. Hitler
permitió al Grupo de ejércitos del Sur retirarse
hasta el río Dniéper el 15 de septiembre; de lo
contrario, lo más probable es que fuera aniquilado.
Asimismo, ordenó a las tropas que destruyeran todo aquello
que se encontrara en la zona oriental del río
Dniéper y pudiera ser de alguna utilidad para el enemigo.
Esta política sólo pudo llevarse a cabo
parcialmente antes de que los soldados cruzaran el río a
finales de mes; a partir de este momento se aplicó en
todos los territorios cedidos a los rusos.

Las tropas alemanas no encontraron el más
mínimo rastro de la barrera oriental al cruzar el
río, y tuvieron que luchar desde el principio contra cinco
cabezas de puente soviéticas. La orilla superior izquierda
del río era la mejor línea defensiva que quedaba en
la URSS, y los ejércitos rusos, mandados por Zhúkov
y Vasilevski, lucharon encarnizadamente para impedir que el
enemigo se hiciera fuerte en esta zona. Expandieron las cabezas
de puente, cercaron al Ejército alemán en Crimea
durante el mes de octubre, tomaron Kíev el 6 de noviembre
y continuaron la ofensiva en invierno sin apenas
interrupciones.

La Conferencia de Teherán

A finales de noviembre, Roosevelt y Churchill viajaron a
Teherán para mantener su primer encuentro con Stalin. El
presidente y el primer ministro ya habían aprobado un plan
—su nombre en clave era Overlord ("Jefe Supremo")—
para lanzar una ofensiva cruzando el canal. Roosevelt estaba
completamente a favor de llevar a cabo el proyecto a principios
de 1944, tan pronto como las condiciones atmosféricas lo
permitieran. Durante la Conferencia de Teherán, Churchill
objetó que consideraba prioritaria la situación de
Italia y las posibles nuevas campañas en los Balcanes y el
sur de Francia, pero perdió la votación frente a
Roosevelt y Stalin. La operación Overlord fue fijada para
mayo de 1944. Una vez concluidas las conversaciones, el Estado
Mayor Conjunto convocó a Eisenhower, que se encontraba en
el Mediterráneo, para asignarle el mando del Cuartel
General Supremo de las Fuerzas Expedicionarias Aliadas (Supreme
Headquarters Allied Expeditionary Forces, SHAEF) con el fin de
que organizara y llevara a cabo la invasión a
través del canal. La Conferencia de Teherán
marcó el apogeo de la alianza entre el Este y el Oeste en
tiempo de guerra. Stalin acudió a la reunión como
un líder victorioso; la URSS estaba recibiendo grandes
cantidades de ayuda en préstamos y arriendos procedentes
de Estados Unidos a través de Múrmansk y el golfo
Pérsico; y la decisión de emprender la
operación Overlord satisfizo finalmente la demanda de un
segundo frente, que tanto habían reclamado los
soviéticos. A su vez, aumentó la tensión a
medida que los ejércitos soviéticos se fueron
aproximando a las fronteras de algunos pequeños estados de
Europa oriental. Stalin había roto las relaciones
diplomáticas con el gobierno polaco en el exilio
—con sede en Londres— e insistió en
Teherán, tal y como lo había hecho anteriormente,
en que la frontera soviético-polaca de la posguerra
debería ser la establecida después de la derrota de
Polonia ocurrida en 1939. Tampoco ocultó su
irritación cuando Churchill propuso un ataque
británico y estadounidense sobre los Balcanes.

Los preparativos de los alemanes para la
operación Overlord

Hitler esperaba una invasión por el noroeste de
Europa en la primavera de 1944, y la recibió como una
oportunidad de ganar la guerra. De este modo, podría
lanzar a todas sus fuerzas, la mitad de las cuales se encontraba
en el frente occidental, contra la URSS. En noviembre de 1943
comunicó a sus comandantes del frente oriental que no
recibirían más refuerzos hasta que se rechazara la
invasión. Los soviéticos lanzaron una ofensiva en
enero de 1944 que levantó el sitio de Leningrado, y
obligaron al Grupo de ejércitos del Norte a retroceder
hasta la línea del río Narva y el lago Peipus.
Allí, los alemanes encontraron refugio en un segmento de
la barrera oriental en el que se había iniciado la
fortificación. Recibían sucesivos ataques por el
flanco meridional; el último, que tuvo lugar en marzo y
abril, empujó a los alemanes hacia la amplia zona que se
extiende entre las lagunas de Pripiat y el mar Negro, alejados de
todo excepto de algunas franjas de territorio soviético.
Después de que una embarcación no consiguiera
rescatarles en Sebastopol, la mayor parte de los 150.000 alemanes
y rumanos fallecieron o fueron capturados por el enemigo en
mayo.

Por otro lado, se habían fabricado suficientes
carros de combate y armas para equipar a las nuevas divisiones
del frente occidental y reemplazar a algunas de las perdidas en
el este; las fuerzas aéreas disponían de un 40%
más de aviones que el año anterior en esa misma
época; por último, la producción de
petróleo sintético durante el tiempo de guerra
alcanzó en abril de 1944 su máximo.

Operación Overlord (El desembarco de
Normandía)

El día 3 de Junio finalizaba el embarque el
Cuerpo expedicionario que había de saltar la "Muralla del
Atlántico".El día "D" había sido fijado
inicialmente para el 5 de Junio , por lo que todas las
embarcaciones para la primera jornada se pusieron en movimiento
la madrugada del 3 al 4 de Junio .El día 3 de Junio el
temporal de repente empeoró por una depresión
barométrica .A pesar de todo se confirmó la orden
de salida de la fuerza "U", reunida en Plymouth y donde estaba
reunida la primera escuadra en entrar en acción .Por lo
que la madrugada del 3 de Junio los 13 convoyes que integraban
este primer batallón se movilizaron .El 5 de Junio una
predicción meteorológica anunciaba que un techo de
nubes cubriría las playas por lo que la actuación
de los aviones no sería eficaz.

Además las pequeñas embarcaciones
sobrecargadas de hombres y material tenían peligro de
volcar .Después de todo esto "IKE" decidió posponer
el ataque 24 horas por la que quedaba pospuesto para el 6 de
Junio .a las 4:15 se ponía en marcha la operación
anfibia de la historia, denominada:"O.K.we ill go".A las 4 de la
madrugada fondeaban los grandes transportes a unos 10 millas de
la costa .Una hora más tarde las baterías de costa
germana abrían fuego sobre los barcos más cercanos
.A las 5:30 respondían los aliados .Cada buque iniciaba su
destrucción de sus objetivos mientras que las
embarcaciones de asalto recorrían las calles de
aproximación hacia la línea de salida. Exactamente
a las 6.30 caía en tierra la primera oleada de soldados.
Quedaba abierto el segundo frente en el continente
europeo.

  • El plan de Montgomery

El segundo ejercito debía desembarcar tres
divisiones al Norte y Noroeste de Caen:"JUno", "Gold" y
"Sword".Como apoyo una aerotransportada británico
sería lanzada pocas horas antes a las afueras de la ciudad
.El I ejercito estadounidense desembarcaría una
división en la orilla este del estuario de Vire, y otra
división al norte del mismo lugar .Esta última
sería ayudada por dos divisiones aerotransportadas .Los
primeros objetivos eran :Caen, Bayeux, Isigny y Carentan .Una vez
conquistados estos puntos los norteamericanos avanzarían
hacia el norte para tomar el puerto de Cheburgo. Montgomery
confiaba alcanzar la línea :Falaise-Avranches al cabo de
tres semanas de desembarco, para así tener suficiente
espacio de playa para romper las líneas enemigas .El plan
se desarrolló como se Había previsto, pero con
desajustes horarios .Producida la rotura se producirían
dos ejércitos: uno estadounidense y otro inglés
cada uno con su jefe y aviación táctica. Las playas
de:"Gold", "Sword" y "Juno" fue escenario de los desembarcos de
las divisiones inglesas y canadienses. Sin embargo se produjo un
colapso con el desembarco de los vehículos y provisiones.
Al acabar el "Día D" habían avanzado varios
kilómetros. Por su parte el ejercito británico no
consiguió ninguno de sus objetivos: Bayeux, Caen y Troan.
La playa de Omaha fue escenario de una batalla
infernal:

– Una legión que practicaba maniobras en la
playa.

– La habilidad estratégica de los
germanos.

Pese a ello la noche del 6 al 7 de Junio, había
sido conquistada pero a un alto precio: más de 3500 bajas
en el ejército estadounidense.

  • Confusión de la reacción
    alemana

Los alemanes al escuchar por la radio los versos del
poeta francés Verlaine se pusieron en alerta pero,
sorprendentemente el VII Ejercito que defiende Normandía
no recibió la orden .La mañana del 7 de Junio
Hitler al despertarse y recibir la noticia, cometió uno de
los mayores errores de su vida ya que pensó que era un
ataque para distraerles, pensando que el verdadero ataque
sería en Calais .Los aliados reforzaban sus
ejércitos mientras que en Berlín se daba orden de
defensa en Calais.

A las dos y media de la tarde reciben la orden de
movilizar los panzer 12. Cuando por fin se ponen en movimiento,
son machacados por la aviación táctica aliada .Al
finalizar el día Montgomery informaba:"Como resultado de
las operaciones del día "D" se han ganados posiciones
firmes en el continente europeo"

La reconquista soviética de
Bielorrusia

No se produjeron acciones en el frente oriental
alemán durante las tres primeras semanas de junio de 1944.
Hitler estaba seguro de que los soviéticos
lanzarían una ofensiva en verano, y tanto él como
sus asesores militares opinaban que provendría del flanco
meridional. Después de la batalla de Stalingrado, los
rusos habían centrado sus esfuerzos en esta zona y los
alemanes creían que Stalin deseaba ansiosamente adentrarse
en los Balcanes. Aunque el Grupo de ejércitos del Centro
controlaba Bielorrusia—la única gran
extensión de territorio soviético que seguía
en poder de los alemanes—, y las señales de una
concentración de tropas soviéticas junto al grupo
militar se multiplicaron en junio, los alemanes no pensaron que
existiera un peligro real.

El 22 y 23 de junio, cuatro grupos del Ejército
soviético —dos de ellos dirigidos por Zhúkov
y otros dos por Vasilevski— atacaron al Grupo de
ejércitos del Centro. Hacia el 3 de julio, cuando las
fuerzas de avance soviéticas que procedían del
noreste y el sureste se reunieron en Minsk, la capital de
Bielorrusia, el Grupo de ejércitos del Centro había
perdido los dos tercios de sus divisiones. Los frentes de
Zhúkov y Vasilevski habían avanzado unos 300 km en
la última semana. El mando soviético celebró
el 17 de julio un desfile que duró un día a
través de las calles de Moscú, en el que
participaron 57.000 prisioneros alemanes, entre ellos, 19
generales.

La conspiración contra Hitler

En el mes de julio, un grupo de oficiales y civiles
alemanes decidieron que la eliminación de Hitler era la
única posibilidad de poner fin a la guerra antes de que
todo el territorio alemán fuera arrasado desde ambos
frentes.

Intentaron asesinarle el 20 de julio colocando una bomba
en su cuartel general de Prusia Oriental. El artefacto
explotó e hirió a algunos oficiales —varios
fallecieron—, pero Hitler sólo sufrió heridas
leves. A continuación, la Gestapo se encargó de
perseguir a todo sospechoso de haber participado en la denominada
conspiración de julio: Rommel se encontraba en esta lista,
y optó por suicidarse.

La liberación de Francia

El 24 de julio los estadounidenses y los
británicos seguían aislados en la cabeza de playa
de Normandía, que había ampliado hasta incluir
Saint-Lô y Caen. Bradley comenzó con la ofensiva al
día siguiente lanzando un ataque desde Saint-Lô. A
partir de este momento el frente se expandió
rápidamente y Eisenhower agrupó a sus fuerzas.
Montgomery asumió el mando del II Ejército
británico y del I Ejército canadiense. Bradley se
puso al frente del XII Grupo de Ejércitos, que acababa de
entrar en acción y estaba compuesto por el I y III
Ejércitos, mandados por los generales Courtney H. Hodges y
George Smith Patton, respectivamente. Una vez que los
estadounidenses se dirigieron hacia el este la primera semana de
agosto, se formó una bolsa alrededor del V y VII
Ejércitos Panzer al oeste de Falaise. Los alemanes
consiguieron mantener la posición hasta el 20 de agosto;
después, se retiraron cruzando el Sena.

Los estadounidenses liberaron París el 25 de
agosto junto con las fuerzas de la Francia Libre y la resistencia
interior, lideradas por Charles de Gaulle. Mientras tanto, las
tropas estadounidenses y francesas habían llegado a la
costa meridional de Francia (al sur de Marsella) el 15 de agosto,
y establecieron contacto con las fuerzas de Bradley en las
proximidades de Dijon la segunda semana de septiembre.

La interrupción de la ofensiva
occidental

Bradley y Montgomery enviaron grupos de ejércitos
hacia el norte y el este, al otro lado del Sena, el 25 de agosto:
los británicos bordearon la costa en dirección a
Bélgica y los estadounidenses se dirigieron a la frontera
franco-alemana.

Las tropas de Montgomery tomaron Amberes el 3 de
septiembre, y el día 11 cruzaron la frontera las primeras
patrullas de Estados Unidos. Montgomery había llegado a
dos inmensas barreras de agua —el Mosa y el bajo Rin—
y los estadounidenses se hallaban frente al muro occidental, que
había sido construido en la década de 1930 como
contrapartida alemana de la Línea Maginot. A pesar de que
la mayoría de sus grandes cañones habían
desaparecido, los búnkers de cemento y las barreras
antitanque de este muro eran demasiado sólidos. El
problema más grave de los aliados era su falta de
suministros. Apenas disponían de combustible y municiones,
que era preciso transportar desde los puertos franceses del canal
de la Mancha a través de 800 km a través de
carreteras y ferrocarriles dañados por la
guerra.

La rebelión de Varsovia

La ofensiva soviética había alcanzado a
los flancos del Grupo de ejércitos del Centro en julio. El
29 de ese mes unas fuerzas de avance llegaron cerca de Riga y
rompieron el contacto por tierra del Grupo de ejércitos
del Norte con el principal frente alemán. Los potentes
ataques por el flanco meridional del Grupo de ejércitos
del Centro llegaron a la línea del Vístula (al
norte de Varsovia) a finales de ese mes. El general Tadeusz
Komorowski (conocido como el general Bór) inició
una rebelión en Varsovia el 31 de julio. Los insurgentes,
que eran leales al gobierno anticomunista exiliado en Londres,
provocaron el caos entre las filas alemanas durante varios
días. Las fuerzas soviéticas resistieron con
firmeza en el margen derecho del Vístula y Stalin no
permitió que los aviones de Estados Unidos aterrizaran en
los aeródromos soviéticos para proporcionar
suministros a los insurgentes. Finalmente, consintió en
que tomaran tierra más de cien B-17 el 18 de septiembre.
Pero ya era demasiado tarde; para entonces, los alemanes ya
dominaban la situación, y Komorowski se rindió el 2
de octubre. Stalin insistió en que sus fuerzas no
habían conseguido entrar en Varsovia porque eran demasiado
débiles, lo cual era probablemente falso. Por otro lado,
la línea del Vístula era, en la medida en que los
ejércitos pudieran seguir adelante, un amplio frente sin
ninguna interrupción en el que no era posible reponer
suministros.

La derrota de los aliados de Alemania en el
este

Mientras la Unión Soviética
permitía que el levantamiento de Varsovia siguiera su
trágico curso, estaba cosechando un gran número de
importantes éxitos en todos los frentes. La ofensiva
lanzada el 20 de agosto entre los Cárpatos y el mar Negro
dio como resultado la petición de un armisticio por parte
de Rumania tres días después. Bulgaria, que nunca
había llegado a declarar la guerra a la URSS, se
rindió el 9 de septiembre, y Finlandia la secundó
el 19 del mismo mes. Las tropas soviéticas tomaron
Belgrado el 20 de octubre e implantaron en Yugoslavia un gobierno
comunista presidido por Tito. En Hungría, los rusos se
quedaron a las puertas de Budapest a finales de
noviembre.

Los progresos de los aliados en Italia

La campaña italiana pasó a un segundo
plano en el verano de 1944 a causa de la operación
Overlord. El V Ejército de Clark, formado por fuerzas
francesas, polacas y estadounidenses, tomó Montecassino el
18 de mayo. Un avance desde la cabeza de playa de Anzio,
realizado cinco días después, obligó a los
alemanes a abandonar la Línea Gustav, y el V
Ejército entró en Roma, ciudad abierta desde el 4
de junio. La penetración aliada continuó sin
contratiempos al norte de Roma, pero no tardaría en verse
interrumpida dado que las divisiones estadounidenses y francesas
habrían de retirarse para participar en la invasión
del sur de Francia. Después de tomar Ancona y Florencia
durante la segunda semana de agosto, los aliados se hallaban ante
la denominada Línea Gótica Alemana. Ésta fue
demolida tras una ofensiva lanzada a finales de ese mes, pero no
se consiguió llegar hasta el valle del Po en los tres
meses siguientes, por lo que las fuerzas se detuvieron en las
montañas durante el invierno.

La batalla del mar de Filipinas

El ritmo de las operaciones contra los japoneses en el
Pacífico se incrementó en 1944. Durante la
primavera, el mando aliado conjunto ordenó a MacArthur
realizar diversos avances en el noroeste de Nueva Guinea y en las
Filipinas, mientras Nimitz cruzaba la zona central del
Pacífico hasta las islas Marianas y las islas Carolinas.
Los japoneses, por su parte, estaban realizando los preparativos
para la batalla naval decisiva, que tendría lugar al este
de las Filipinas. Las tropas de MacArthur recorrieron la costa de
Nueva Guinea hasta Aitape, Jayapura y la isla Wakde durante abril
y mayo, y desembarcaron en la isla Biak el 27 de mayo. Sus
aeródromos permitirían a los aviones de Estados
Unidos hostigar a la flota japonesa de Filipinas. Una fuerza de
ataque organizada en torno a los mayores acorazados del mundo, el
Yamato y el Musashi, se dirigía hacia Biak el 13 de junio
cuando la Armada de Estados Unidos comenzó a bombardear
Saipan en las islas Marianas.

Se ordenó entonces a las naves japonesas que se
dirigieran al norte y se unieran a la I Flota del almirante Ozawa
Jisaburo, que había partido de las islas Filipinas con
rumbo a las Marianas. Ozawa se enfrentó a la Fuerza
Expedicionaria 58 de Estados Unidos, al mando de la cual estaba
el almirante Marc A. Mitscher, en la batalla del mar de Filipinas
el 19 y 20 de junio. En el primer día los cazas
estadounidenses derribaron a 219 de los 236 aviones japoneses.
Mientras proseguía el combate aéreo, los submarinos
de Estados Unidos hundieron dos de los grandes portaaviones de
Ozawa; el segundo día, los bombardeos destruyeron otro
portaaviones de gran tamaño. Ozawa puso entonces rumbo
hacia el norte, en dirección a la isla de Okinawa, con los
únicos 35 aviones que le quedaban.

El cambio de estrategia en el
Pacífico

Las fuerzas de Estados Unidos llegaron a Saipan el 15 de
junio. Tomaron posesión de esta isla, Tinian y Guam el 10
de agosto, lo que les proporcionó la clave de una
estrategia para poner fin a la guerra. Era posible establecer
bases en las islas para los nuevos bombarderos de gran
autonomía estadounidenses, las superfortalezas volantes
B-29, que podrían llegar hasta Tokio y otras importantes
ciudades japonesas desde estas islas, al igual que lo
habían hecho desde las bases de China. En noviembre de
1944 comenzaron los bombardeos regulares sobre Japón. A
pesar de que el cambio de estrategia suscitó ciertas dudas
sobre la necesidad de las operaciones de las Carolinas y
Filipinas, éstas se llevaron a cabo tal y como se
había previsto; se realizaron desembarcos en los
siguientes puntos: Peleliu (15 de septiembre), Ulithi (23 de
septiembre) y Ngulu (16 de octubre), situados en el oeste de las
Carolinas, y Leyte (20 de octubre), en la zona central de las
Filipinas. La invasión de las islas Filipinas fue la
última ocasión de la guerra en la que la Armada
japonesa hizo uso de todas sus fuerzas. En los tres días
que duró la batalla del golfo de Leyte (del 23 al 25 de
octubre), cuyo resultado fue más incierto de lo que
parecía indicar el desenlace final, los japoneses
perdieron 26 naves —entre ellas, el superacorazado
Musashi— y los estadounidenses siete.

La guerra aérea en Europa

Las principales acciones llevadas a cabo contra Alemania
en el otoño de 1944 fueron combates aéreos. Los
bombarderos de Estados Unidos, escoltados por cazas de gran
autonomía (concretamente, los Mustang P-51) atacaban los
objetivos industriales durante el día y las ciudades por
la noche. Hitler respondió a estas agresiones atacando
Gran Bretaña con bombas V-1 y cohetes V-2; no obstante,
los alemanes perdieron las mejores bases de sus lanzamientos
—el noroeste de Francia y Bélgica— en el mes
de octubre. Los efectos de la estrategia aliada resultaron menos
evidentes de lo que se había esperado. Los bombardeos no
minaron la moral de la población civil, y la
fabricación de cazas y vehículos acorazados
alcanzó la cota más elevada de la guerra en la
segunda mitad de 1944.

Por otro lado, la producción de hierro y acero
disminuyó a la mitad entre septiembre y diciembre;
asimismo, la destrucción continua de plantas de
petróleo sintético, unida a la pérdida de
los campos petroleros de Ploiesti (Rumania), limitó
drásticamente las existencias de combustible para los
carros de combate y aviones que abandonaban las cadenas de
producción. El acortamiento de los frentes en el este y el
oeste y la interrupción de la lucha terrestre a finales de
año proporcionaron a Hitler una nueva oportunidad para
crear una reserva de 25 divisiones. Decidió utilizarlas en
una ofensiva contra los británicos y estadounidenses; la
táctica consistía en atravesar Bélgica hasta
llegar a Amberes y arrasar esta zona, una acción similar a
la que provocó en mayo de 1940 el desastre de
Dunkerque.

La batalla de las Ardenas

La ofensiva alemana —denominada campaña de
las Ardenas— comenzó el 16 de diciembre. Los
estadounidenses se encontraban totalmente desprevenidos; no
obstante, opusieron una gran resistencia y consiguieron defender
dos centros estratégicos de comunicaciones por carretera,
Saint-Vith y Bastogne. El esfuerzo de los alemanes fracasó
después del 23 de diciembre, cuando las condiciones
atmosféricas permitieron que se pudiera apreciar la
arrolladora superioridad aérea de los aliados. Sin
embargo, no se logró eliminar la bolsa de 80 km que los
alemanes habían creado con su incursión en las
líneas enemigas hasta finales de enero. El avance de los
aliados en Alemania no se reanudó hasta
febrero.

La Conferencia de Yalta

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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