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Los componentes ético-políticos en la ideología de la Revolución Cubana (Pte 1) (página 3)



Partes: 1, 2, 3, 4

Iniciador de los estudios filosóficos en Cuba,
influido por los aires renovadores de la ilustración
europea, enfrenta Caballero asimismo en este campo a la
escolástica desde su libro Philosofía Electiva,
considerada la primera obra que versa sobre esta rama del saber,
de autoría cubana. En la misma expresa
como…"…confieso con franqueza que no hay nada
que me irrite más que el método seguido por algunos
de hablar de filosofía sin que los jóvenes, incluso
después de haber terminado su enseñanza, sepan
qué es, cuál fue su origen, a quién se
comunicó por primera vez y con qué aportaciones se
fue enriqueciendo así como otras nociones necesarias,
mejor diría que preliminares, para los que se dedican a
esta disciplina; extremos todos que hemos tenido buen cuidado de
no pasar por alto. He prescindido en cambio de gran número
de cuestiones inútiles y hueras que con razón
podríamos llamar minucias de la Filosofía y que se
enseñan comúnmente en las escuelas al explicar
nuestra ciencia. ¿A qué conduce, por ejemplo, a
discutir con tanto encono como profusión acerca del objeto
de la Lógica? ¿Para qué nos sirve saber si
lo universal depende del entendimiento o no? ¿Quién
podría soportar aquellas disquisiciones sobre el principio
de individuación, sobre la diferencia entre la cantidad y
la cosa cuanta, lo máximo y lo mínimo, o acerca de
otras mil cuestiones de igual naturaleza, de que yo mismo, que no
me considero torpe y que he dedicado largas horas y mi mayor
empeño en comprenderlas, no me atrevería ni a
intentar dar cuenta siquiera? Y yo me avergonzaría de
decir que no las entiendo, si las entendieran aquellos mismos,
que han tratado de ellas". (41)

5,2.- Tomás Romay y Chacón
(1764-1849)

La cosmovisión escolástica imperante en la
colonia, patrocinada por la iglesia e inculcada en los contenidos
y métodos educativos, no solo se revela en la
enseñanza sino esencialmente en las barreras que ofrece al
desarrollo de los conocimientos científicos. No es de
extrañar que personalidades relevantes de la época,
se enfrenten a tales concepciones que subordinan el saber a la
teología.

Siendo el doctor Tomás Romay, uno de los
fundadores de la medicina cubana, hombre de vasta cultura, ideas
políticas liberales, que prodigó profundo amor a su
tierra natal y de cosmovisión marcadamente humanista, no
es de extrañar que se sumase al reformismo liberal
ilustrado y emprendiese quijotesca lucha, por ver aplicada en su
patria, los adelantos de la medicina moderna y execrase contra el
escolasticismo imperante en las aulas universitarias.

Resulta imprescindible conocer los anacrónicos
modelos imperantes en los estudios e incluso el propio ejercicio
de la medicina en España y sus colonias dado
que…"…el tribunal del protomedicato era el que
regía todos los aspectos sanitarios del reino teniendo
hacia los profesionales el poder para emplazarlos y capacidad
para conocer y enjuiciar las causas civiles y criminales por los
excesos cometidos en el uso de sus oficios concediéndole
autoridad máxima para sentenciar sin más
posibilidad de apelación que ante el mismo tribunal"
(42)

Al respecto se puede agregar que…"…en
Cuba los primeros datos sobre el establecimiento del
Protomedicato parten del siglo XVIII, relacionados con la
designación de Francisco Teneza quien juró el cargo
el 19 de junio de 171 […] Los pocos médicos que
estudiaban en la Universidad de San Gerónimo tenían
que pasar por el tribunal que dirigía Teneza antes de
comenzar a ejercer como tales, el cual analizaba su origen y
filiación católica y comprobaba su conducta
personal y conocimientos prácticos para poder otorgarle el
indispensable visto bueno después que jurara en
público y en secreto el Misterio de la Purísima
Concepción de María Santísima y cumplir sus
funciones cabalmente […] El atraso en la práctica
médica durante el siglo XVIII no fue privativo de Cuba, ni
siquiera de Hispanoamérica, pero la ciudad de La Habana
tenía fama internacional de ser tan peligrosa, a causa de
la fiebre amarilla (el vómito negro) y otras endemias, que
incluso el Barón de Humboldt temió viajar a Cuba y
postergó cuanto pudo su visita a la llamada ciudad de las
flotas, también famosa por su ambiente de
disipación social y moral" (43).

Activista infatigable de la medicina preventiva,
introdujo en su patria el uso de la vacuna contra la viruela, que
en sistemáticas pandemias diezmaba a la población;
acumuló conocimientos notables en otras ramas del saber
como en Química y Botánica; clamó por
implementar en nuestro suelo la modernidad del conocimiento e
hizo suyo los reclamos en el campo de la política del
pensamiento ilustrado europeo. Inaugura la literatura
médica científica en la Isla con su
Disertación sobre la fiebre maligna llamada vulgarmente
Vómito Negro, enfermedad epidémica de las Indias
Occidentales. Son referenciales sus escritos publicados en el
Papel Periódico de la Havana, fiel expresión del
carácter avanzado de sus ideas para la época y
más en la colonia antillana, sometida al arbitraje del
más acérrimo oscurantismo.

Para éste es incuestionable que la
enseñanza de los estudios de medicina en Cuba revela
como…"…la filosofía renaciendo de la
patria de los Séneca y Columelas arrolla las demás
preocupaciones del orgullo y la ignorancia. Y hace que los nuevos
habitadores de la fecunda Hesperia depongan aquel ceño
desdeñoso con que miraban los profesores de una ciencia la
más útil a la humanidad y que estos abjuren la
ridícula superstición con que tenazmente adheridos
a un sistema metafísico creían lo que no palpaban y
concebían la naturaleza según las ideas de un
cerebro destemplado. Pero apenas perciben la voz del grande Bacon
intimando que la naturaleza no debía abstraerse sino
escudriñarse y analizarse, abandonan el Peripato y todas
sus cuestiones nominales, huyen de Galeno, detestan a Avicena,
abominan a Averroes y arrojan más tiempo y con más
ignominia que el de Tarif las cervices de sus padres. El hombre
es ya el grande objeto de sus meditaciones, el cadáver del
hombre el inmenso libro que con voces inefables, pero demasiado
enérgicas, les manifiesta en cada página que rasga
la diestra mano del anatómico el origen, los progresos y
efectos de las enfermedades. La inspección de una sola
viscera les enseña mas fisiología y
patología que los difusos volúmenes de
Enríquez, Mareja y Bravo". (44)

5,3.- Félix Varela Morales
(1788-1853)

Con éste digno hombre de iglesia y humanista el
pensamiento ilustrado cubano alcanza niveles de profundidad y
radicalización de significativo alcance dado su audaz
enfrentamiento a la escolástica, como filosofía,
método y concepción del mundo; la hondura de su
pensamiento ético-político y humanista; su labor
como reconocido teólogo y su quehacer filosófico y
pedagógico.

Para Varela en su trabajo "Proposiciones para el
ejercicio de bisoños". (1812)…."…a nadie
se le oculta, y por mi parte trataré de ponerlo en claro,
que la Filosofía escolástica no es más que
un cúmulo farragoso de errores, por lo que no puede ser
mayor la equivocación de los que sostienen que es el
fundamento de todas las ciencias. Los Doctores y los Santos
Padres merecen muy escasa consideración cuando se enredan
en las cuestiones escolásticas y se nos ofrecen como meros
filósofos, sin que por esto se nos pueda argüir de
impiedad, puesto que no hacemos más que seguir las
enseñanzas que ellos mismos nos legaron al reconocer la
plena libertad de juicio en todo lo que no se refiera a la fe y a
las costumbres. Es de justicia advertir que el confuso
amontonamiento de minucias y términos que censuramos no se
puede achacar en modo alguno a los Santos Padres, sino a las
escuelas de los peripatéticos que tan terrible peste
llevaron a las ciencias". (45)

Sus avanzadas ideas políticas para su
época, en el contexto cubano, aún antes que
alcanzará su cota más alta, al hacer suyo el
ideario independentista, se revelan en sus "Observaciones sobre
la constitución política de la monarquía
española" (1821) donde valora…"… que toda
soberanía está esencialmente en la sociedad, porque
ella produce con el objeto de su engrandecimiento, incompatible
con su esclavitud, y jamás renuncia el derecho de procurar
su bien y su libertad, cuando se viere defraudada de tan
apreciables dones. En estos sólidos fundamentos estriba el
artículo de la Constitución en que se dice que la
soberanía reside esencialmente en la nación, y por
lo mismo pertenece a ésta exclusivamente el derecho de
establecer sus leyes fundamentales. Nada más razonable y
justo; pues si el pueblo es quien ha de renunciar una parte de su
libertad voluntariamente, y no por violencias tiránicas,
contrarias a toda justicia y razón, a él toca
exclusivamente el derecho de establecer sus leyes fundamentales
[…] "¿Qué libertad tendrá una
nación que no posea en sí misma el poder? Y
¿qué nación podrá merecer este nombre
si no es libre?…"¿Cuál es, pues, el límite
que debe ponerse a la soberanía popular? El que el cuerpo
representativo y todas las ramificaciones del gobierno tengan,
entendido que los ciudadanos no han renunciado otra parte de la
libertad ni otros derechos que los que fueron necesarios para la
conservación del cuerpo social […] El gobierno, de
cualquiera especie que sea, no tiene derecho de vida y muerte, en
el sentido absoluto que hasta ahora se ha dado a estas
expresiones, ni es señor de vidas y haciendas, como se ha
dicho con agravio de los pueblos. (46)

Posteriormente, ya como Diputado a Cortes, en
España, consolidado en sus posiciones abolicionistas, este
presenta su audaz "Proyecto y Memoria para la extinción de
la esclavitud en la Isla de Cuba" donde proclama
como…"…la Inglaterra, esa misma Inglaterra que
ahora ostenta una filantropía tan hija de su
interés como lo fueron sus pasadas crueldades, y yo no
sé si diga como lo son sus actuales, pero disfrazadas
opresiones, esa misma Inglaterra, cuyo rigor con sus esclavos no
ha tenido ejemplo, esa misma introdujo en nuestro suelo el
principio de tantos males. Ella fue la primera que con
escándalo y abominación de todos los virtuosos no
dudó inmolar la humanidad a su avaricia, y si ha cesado en
estos bárbaros sacrificios es porque han cesado aquellas
conocidas ventajas […] Una funesta imprevisión de
nuestro Gobierno en aquellos tiempos fue una causa de que no
sólo aprobase el tráfico de negros, sino que,
teniéndolos como un especial beneficio, asignó un
premio de cuatro pesos fuertes por cada esclavo que se
introdujese en la Isla de Cuba, además de permitir
venderlos al precio que querían sus dueños, como si
los hombres fueran uno de tantos géneros de comercio […]
La introducción de africanos en la Isla de Cuba dio origen
a la clase de mulatos, de los cuales muchos han recibido la
libertad por sus mismos padres, mas otros sufren la esclavitud.
Ambas clases reunidas forman la de originarios de África,
que según los cómputos más exactos a
principios de 1821, excedía a la población blanca
como tres a uno. Los esclavos se emplean en la agricultura y en
el servicio doméstico, más los libres están
casi todos dedicados a las artes, así mecánicas
como liberales, pudiéndose decir que para un artista
blanco hay veinte de color […] El africano tiene por la
naturaleza un signo de ignominia, y sus naturales no hubieran
sido despreciados en nuestro suelo si las leyes no hubieran hecho
que lo fueran…dada, pues, que la agricultura, y las
demás artes de la Isla de Cuba, dependen absolutamente de
los originarios de África, y que si esta clase quisiera
arruinarnos le bastaría suspender sus trabajos y hacer una
nueva resistencia […] Cuando se habla de libertad entre
esclavos, es natural que éstos hagan unos terribles
esfuerzos para romper sus cadenas, y si no lo consiguen, la
envidia los devora, y la injusticia se les hace más
sensible. Los blancos de la Isla de Cuba no cesan de
congratularse por haber derrocado el antiguo despotismo,
recuperando los sagrados derechos de hombres libres. Y
¿quieren que los originarios de África sean
espectadores tranquilos de estas emociones? La rabia y la
desesperación los obligará a ponerse en la
alternativa de la libertad o la muerte". (47)

En el Prólogo a la publicación de la
conocida obra vareliana "Cartas a Elpidio"(1835) , el historiador
e investigador Eduardo Torres Cuevas valora
como……¿quién mejor que él
conocía que en la formación de los jóvenes,
no en la educación formal que en el caso de los nacidos en
buena cuna era delicada y fina, sino en la educación
dentro de los principios éticos que sostiene no solo la
forma en que actúan los hombres sino las causas que
motivan tales actuaciones, estaba la creación de la futura
patria cubana? Conocía Varela del acomodamiento de muchos
de sus exalumnos, de como muchos de los exaltados jóvenes
del veinte eran, ahora, hombres maduros que sonreían ante
el recuerdo de sus pasadas "travesuras revolucionarias", ante una
aromática taza de buen café criollo,
cómodamente sentados en las salas de sus suntuosas casas,
mientras dilucidan serios, "verdaderos problemas", comerciales
que enriquecían sus arcas […] La trascendencia de las
Cartas a Elpidio está en la forma en que Varela expresa y
practica su concepción ideológica como
ideología aplicada. Es un trabajo para crear conciencia
patriótica utilizando un lenguaje religioso pero de
connotaciones políticas". (48)

Para éste hombre de pensamiento, posee una gran
relevancia el valor patriotismo en la formación de las
nuevas generaciones, que siempre priorizó en su labor
pedagógica en el Seminario de San Carlos y San
Ambrosio.

Ya desde 1818 en sus Lecciones de Filosofía
enuncia como…"…clamor que tiene todo hombre al
país en que ha nacido y el interés que toma en su
prosperidad lo llamamos patriotismo
…"…no
obstante…"…muchos hacen del patriotismo un mero
título de especulación, quiero decir, un
instrumento aparente para obtener empleos y otras ventajas de la
sociedad. Patriotas hay (de nombre) que no cesan de pedir la paga
de su patriotismo, que lo vociferan por todas partes, y dejan de
ser patriotas cuando dejan de ser pagados. ¡Ojalá no
hubiera tenido yo tantas ocasiones de observar a estos indecentes
traficantes del patriotismo! ¡Cuánto cuidado en
confundirlos con los verdaderos patriotas1 El patriotismo es una
virtud cívica que a semejanza de las morales, suele no
tenerla el que dice que la tiene y hay una hipocresía
política mucho más baja que la religiosa. Nadie
opera sin interés. Todo patriota quiere merecer
de su patria; pero cuando el interés se contraer a la
persona, en términos que esta no le encuentre en el bien,
se convierte en depravación e infamia. Patriotas
hay que venderían su patria si se les diera más de
lo que reciben de ella… " (49).

Criterios que reitera en 1824, en las páginas del
periódico El Habanero, por él fundado durante su
prolongado exilio en Estados Unidos, tras ser condenado a muerte
por el régimen despótico de Fernando VII,
restaurado en el trono tras el fracaso del empeño liberal
en la península, al valorar como…"…es
preciso no equivocarse. En la Isla de Cuba no hay amor a
España, ni a Colombia, ni a México, ni a nadie
más que a las cajas de azúcar y a los sacos de
café. […] Desgraciadamente, aún entre los que
desean la independencia de Cuba, se ha esparcido hasta cierto
punto la infundada opinión de que sólo puede
efectuarse, o que por lo menos se efectuará con menos
males, esperando la invasión de tropas extranjeras".
(50)

Para el sacerdote y patriota…"…por un
funesto error o por una malicia execrable suele suponerse que el
amor a la independencia en los americanos proviene de su odio a
los europeos y no que este odio se excita por el inmenso por el
amor mismo a la independencia y por los esfuerzos que suelen
hacer los europeos para que no se consiga. Los americanos tienen
por enemigos a los anti independentistas, sean de la parte del
mundo que fuesen, y apreciar a todos los que propenden a su
libertad aunque fuesen hijos del mismo Hernán
Cortés…" (51)

En el propio periódico publica su "Carta del
editor de este papel a un amigo": donde expresa
como…"…El Habanero ha encontrado buena acogida
entre los independientes, y muy mala entre los partidarios del
actual gobierno. Todo esto es natural, pero lo que llama mi
atención es que algunos hombres de buen sentido e
imparciales, dice usted que aprueban las ideas, confiesan que son
exactas, pero no creen que ha sido prudente su
manifestación. ¡Que fértil en recursos es el
miedo! Confiesen esos señores que no tienen valor para
decir la verdad o que las circunstancias en que se hallan no les
permiten decirla, y no tomen por efugio la inoportunidad de la
manifestación. Cuando la patria peligra y la indolencia
sensible de unos, y la execrable perfidia de otros hace que el
pueblo duerma, y vaya aproximándose a pasos gigantescos a
un precipicio, ¿es imprudencia levantar la voz, y advertir
el peligro? Esa podrá ser la prudencia de los
débiles. Mi corazón la desconoce. Quiero descender
al sepulcro sin que la memoria de mi vida me presente un solo
instante en que yo haya tenido esa prudencia parricida. Los que
ahora la echan de menos, quiera Dios que algún día
lloren sus efectos funestísimos". (52
)

Por su parte las autoridades coloniales manifiestan una
creciente preocupación por la difusión de las ideas
varelianas en Cuba. En misiva del Ministro de Estado
Español al Embajador de España en Roma, con fecha 5
de junio de 1830 este le comunica como…"… entre
los revolucionarios españoles que refugiados en los
Estados Unidos, y poseídos de ambición, y agitados
del funesto espíritu de turbulencia que los devora, no
cesan de maquinar proyectos subversivos contra el suelo que los
vió nacer para su desgracia, se halla el presbítero
Don. Félix Varela, residente en la actualidad en Nueva
York. Este mal español, y peor eclesiástico, ha
mantenido relaciones íntimas y criminales con varios de
los más principales agitadores de los trastornos y
desórdenes que afligen los dominios de S. M. en
América y como si no bastasen los que promovió en
España con su carácter de diputado, y los que hoy
llora la América Española, tan feliz en otro
tiempo, y envidiase la tranquilidad que gozan los países
que han permanecido fieles al Rey N. S., ha excitado con sus
escritos a los habitantes de la Isla de Cuba y de Puerto Rico a
separarse del dominio de S. M." (53)

El valioso legado ético-político que
ofrece el ideario vareliano al pensamiento progresista cubano
quedará plasmado en la producción espiritual de
aquellas personalidades que le sucederán en el decursar
histórico de nuestra patria y que alcanzará en
José Martí su expresión más elevada.
Descubierto por Luz y Caballero como el primero que nos
enseñó en pensar, su espiritualidad trascendente es
valiosa heredad para las generaciones que le sucederán y
que nutren el martirologio de los que ofrendarán sus vidas
en defensa de nuestra independencia y
soberanía.

5,4.- Francisco de Arango y Parreño
(1765-1837)

Abogado y lúcido economista, Arango y
Parreño se erige como personalidad de singular relieve en
la Cuba de su época. Si bien marcado por sus tendencias
reformistas, que lo sitúan como abanderado del liberalismo
económico, en el momento que le cupo vivir, no es capaz de
rebasar en lo político, los estrechos límites que
le imponen los intereses de la clase que representa. Prestigioso
ideólogo de los ricos hacendados criollos, si bien
defiende la esclavitud y la trata, acorde a los beneficios que
esta representa en la imperante economía de
plantación, es sin duda un agudo representante de la
naciente burguesía, que adopta en Cuba, muy distante a lo
ocurrido en Europa, particulares
características.

Ya este vislumbra desde fecha temprana, como en la
debacle que sufre la industria azucarera en Haití, en la
última década del siglo XVIII, la oportunidad para
su clase y su país, que ya distingue como suyo, con sus
propios intereses y aspiraciones, respecto a los de la
metrópoli. Partidario de la implementación de
técnicas de cultivo más productivas y eficientes;
la modernización de la industria; la selección de
semillas de alta calidad; liberar al comercio de trabas y gabelas
restrictivas y otros estímulos a la producción
agrícola más diversificada, sus propuestas se ven
limitadas, como gran contradicción, por la existencia de
un sistema de explotación agrícola de
plantación, que si bien enriquece a la clase que
representa, retarda y entorpece el desarrollo de la
economía del país. En su más conocido
"Discurso sobre la agricultura de La Habana y medios de
fomentarla" (1792) este declara su preocupación de
que…"…ya nadie niega ni duda que la verdadera
riqueza consiste en la agricultura, en el comercio y las artes, y
que si la América ha sido una de las causas de nuestra
decadencia, fue por el desprecio que hicimos del cultivo de sus
feraces terrenos, por la preferencia y protección que
acordamos a la minería, y por el miserable método
con que hacíamos nuestro comercio" (54).

Ello lo lleva a reflexionar, en fundamentación de
sus propuestas, como…"…todos saben que la
economía del trabajo de los hombres consiste en suplirlos
por máquinas o bestias, y que el tiempo y la experiencia
sirven para perfeccionar las máquinas, pues en los
ingenios de La Habana, no se usan otras que las que llevaron de
Andalucía los primeros fundados. La caña se muele
con trapiches de madera y al lento impulso de cuatro palancas,
igualmente de madera, oblicuamente colocadas y tiradas por
bueyes
". Para agregar…"…no hay molino de
viento o agua, ni una idea de lo que es esto; cuando en las
colonias extranjeras, además de ser estos muy comunes,
usan trapiches de hierro, bien construidos; colocan las palancas
o manjarrias casi horizontalmente y consiguen mayor cantidad de
caña en el mismo espacio de tiempo" (55).

En el mismo empeño redacta el enjundioso "Informe
del Síndico en el expediente instruido por el Consulado de
la Habana, sobre los medios que conviene proponer para sacar la
agricultura y comercio de la Isla del apuro en que se hallan"
(1808) donde reitera sus propuestas de apertura al comercio para
la colonia, suprimiendo trabas y prohibiciones; priorizar la
atención al cultivo de la caña y la
producción azucarera, aprovechando la debacle acontecida
en la economía de la vecina isla y estimular otros
cultivos y producciones complementarias.

Arango, resulta un sistemático defensor de la
permanencia de la esclavitud aunque reconoce la injusticia de la
misma. Al respecto, en su informe a las Cortes, el 20 de julio de
1811, expresa, utilizando como ejemplo lo acontecido en los
Estados Unidos de Norteamérica como…"…el
único pueblo de la tierra antigua y de la tierra moderna
que, con respecto a este asunto, se ha encontrado en nuestro
caso, es el angloamericano, en la memorable época de la
conquista y establecimiento de su independencia, y que por tanto
debemos examinar sus pasos, no para que sirvan de regla, sino de
guía a los nuestros. Duró trece años la
fiera y heroica lucha de ese magnífico pueblo, y el mismo
Congreso que la empezó, la acabó; pero en toda ella
la voz del Gobierno o de la Ley general de aquellos Estados
estuvo tan silenciosa sobre el tráfico y la suerte de sus
negros, como lo pedía la prudencia, como lo exigían
las muy preferentes y multiplicadas atenciones de la
salvación de la Patria, y como lo demandaba la imperfecta
organización de la Representación nacional. Cada
provincia, pues, siguió con absoluta franqueza las reglas
que creyó mejores, y fueron tan diferentes, como era su
modo de pensar y situación respectiva"

Para agregar:

"Finalizóse la guerra; hablóse de
Constitución. Se estableció para hacerla un Cuerpo
de Representantes con título de Convención, y
entonces se vino a hablar de introducción de esclavos y
arreglo de esclavitud. Pero ¿de qué manera?
¿Con qué circunspección, Señor?
¿Con qué miramientos por los derechos provinciales,
o aún por los errores y extravíos de la
opinión individual? […] La filantropía negrera
nació
– añade-, como V.M. sabe, en las
felices regiones que gozan de los beneficios de esta
Constitución: y antes de sancionarla, aun antes de que se
convocara la Convención que la hizo, eran tanto los
progresos que a favor de los esclavos había hecho la
doctrina del Patriarca de Pennsylvania, que ya diferentes
provincias de su grado habían dispuesto que se cerrara la
puerta a nueva introducción de negros, y se abriesen mil
caminos para hacer libres y útiles a los siervos
existentes. Pues, con todo eso, Señor, bastó que en
otras provincias o no hubiese igual clemencia, o lo que es
más natural, no hubiese iguales proporciones para
ejercitarla entonces; bastó, decimos, esta
consideración para que la Constitución tan
benéfica, o de principios tan liberales, no se abstuviese
sólo de canonizar los de Penn, sino que se impusiera la
obligación precisa de no impedir en veintiún
años la introducción de esclavos. Lo más
notable de esto; lo es el desprendimiento de toda
intervención en la economía de la esclavitud
existente" (56)

Muy distante de Varela en su visión
política acerca de la realidad de su tiempo, no obstante,
aún en los estrechos marcos en que lo sumió su
dependencia a los intereses de la clase que representaba, pudo
discernir en lo más conveniente para el progreso de su
patria que ya se sentía como suya.

5,5.- José de la Luz y Caballero
(1800-1862)

Una de las más relevantes personalidades del
reformismo ilustrado, se destaca como filósofo, humanista
y pedagogo. Su profunda eticidad le permite priorizar como uno de
sus principales afanes, el formar en la juventud aquellos valores
morales que el mismo, con particular virtuosidad, practica en su
vida pública y privada. Intentó erradicar por todos
los medios posibles las causas que generaban el bajo nivel de
instrucción de su pueblo, carente de las mínimas
instituciones educativas y a la falta de los centros más
idóneos dedicados a la formación de
maestros..

No es de extrañar entonces que una personalidad
de la talla de José Martí expresase de Luz, como
refiere Medardo Vitier, como… "…no vi casa en el
Cayo (Cayo Hueso. N. del A) sin el retrato de José de la
Luz…"…
dado que…"…la
devoción evidenciada entre los emigrados, según el
referido testimonio de Martí, prueba que el maestro de El
Salvador alcanzó resonancia moral en gran número de
personas del pueblo. La verdad y el bien pueden tanto que sus
ondas se dilatan de manera sorprendente. Podría pensarse
que quizá ninguno de aquellos emigrados era capaz de dar
razón del pensamiento filosófico ni de los
criterios educacionales de Luz. Sin embargo, estaban seguros de
que el austero guiador había trazado caminos de
salvación. Por eso la imagen amada era en el destierro, no
sólo dulce evocación sino compendio de las glorias
y las penas de la patria" (57).

El 11 de septiembre de 1833 este presenta a solicitud de
la Real Junta de Fomento su Informe del Instituto Cubano para
reformar la Escuela Náutica de Regla fundada en 1818 por
la Sociedad Económica de Amigos del País" la que se
debía destinar, según la concepción lucista,
a…"…abrir nuevas carreras a la juventud de
nuestra patria, condenada exclusivamente al foro, la medicina o
la holganza; difundir los conocimientos químicos para
perfeccionar la elaboración de nuestros frutos y
aprovechar nuestras ventajas naturales; facilitar la
adquisición de luces para toda empresa que descanse en las
nociones de las ciencias físicas y matemáticas
abrigar en nuestro propio seno, sin necesidad de mendigar al
extranjero, hombres capaces de no solo concebir, sino de ejecutar
grandes planes aún en sus últimos pormenores;
mejorar algunas profesiones de las existentes,
proporcionándole otros datos que han de menester para
progresar; fertilizar el vasto campo de la educación,
ofreciéndole más idóneos cultivadores;
contribuir al adelantamiento de las artes liberales y
mecánicas entre nosotros; llevar hasta donde sea posible
los benéficos intereses de S.M. en la fundación de
estas escuelas prácticas; tales son en resumen las
más urgentes necesidades físicas de la patria,
tales las más eficaces medidas para curar algunas
dolencias morales que la aquejan" (58)

Luz tenía un alto concepto de la necesidad de
elevar el nivel cultural del pueblo, prioritariamente los
más marginados. Al respecto escribe a su amigo José
Luís Alfonso, en carta fechada el 13 de abril de 1839
sobre la función a cumplir por la única biblioteca
pública entonces existente en la colonia:

"Quisiera que la biblioteca llena las necesidades de
todas las clases y profesiones de modo que desde el
teólogo y el jurisconsulto hasta el carpintero y el
albañil encuentren en ella lo que busquen para ilustrarse
en su ciencia o en su arte. No se diga que como la biblioteca la
forman los literatos se olvidaron de los artesanos, que es la
clase que más necesita formarse así en lo material
de su oficio como en la moral para la conducta"
(59)

Éste insufló al estudio y la
enseñanza de la filosofía en Cuba los aires
renovadores de la Ilustración europea así como las
propias virtudes de su humanismo ético e insondable
patriotismo. Ello se revela al expresar
como…"…el estudio de la filosofía va a
ser el objeto de nuestras tareas […]. Los hombres que en todos
tiempos han asestado sus tiros contra las cosas más
respetables, sin que esta filosofía, a quien tanto debe la
especie humana, haya podido escaparse de sus mordaces diatribas,
ni los que la cultivan sustraerse a su indignación y
aún a su menosprecio. Con efecto, muchos hay que al
oír pronunciar esta dulce voz filosofía,
prorrumpen, como si los impulsara un santo celo, en imprecaciones
contra ella, persuadidos de que las palabras filosofía e
inmoralidad son sinónimas, que esta ciencia, fundamento de
la moral, ha sido quien la ha echado por tierra; pero no des
oído a los que así discurren; ellos merecen antes
bien nuestra compasión, pues sus facultades están
poseídas por aquel espíritu de prevención,
enemigo irreconciliable del espíritu de análisis y
de indagación. No faltan otros, y ésos son los
peores, que trasluciendo a pesar de su prevención, los
frutos que cosecha el género humano en el estudio de la
naturaleza, quisieran apagar de una vez, dejándolo en
perfectas tinieblas, las luces brillantes que nos han de alumbrar
en la senda espinosa de la vida, e impedir que caigamos en la
sima del error, cuando marchamos al templo del saber. Su
empeño es desacreditar a la filosofía y a los que
la profesan, no perdiendo coyuntura de inculcar sus perniciosas
máximas". (60)

El Colegio El Salvador por él fundado en marzo de
1848 se convierte en un prestigioso centro educacional donde
matriculan a sus hijos las más representativas familias
cubanas. Ubicado en la Calzada del Cerro, en la capital, se
traslada temporalmente en 1853 a la calle Teniente Rey, y retorna
a su ubicación original en 1858. Este es clausurado en
1869, ya iniciada la contienda independentista el 10 de octubre
de 1868, por las autoridades coloniales, por temor a las ideas
progresistas que allí se siembran en la mente de los
estudiantes.

En el discurso leído en los exámenes de
dicho centro educacional, el día 16 de diciembre de 1861,
poco antes de su muerte, acaecida en 1862, expresa a sus alumnos
y familiares:

"Nada más me queda hoy que deciros y me
despido de vosotros hasta otro nuevo año, si es ésa
la voluntad del Ser Eterno, que cuenta loa días del hombre
sobre la tierra, porque ya yo, señores, me voy acercando
al término que Dios concede a la vida en estos climas,
como decía ese ilustre Padre Varela, cuya memoria vive
conmigo y me acompaña por do quiera; ya veo formada la
infausta nube de la ancianidad y diviso a lo lejos los
lúgubres confines del imperio de la muerte; como él
también, llegaré yo al borde del sepulcro haciendo,
en el último suspiro, un voto fervoroso por la prosperidad
de mi patria. Cuanto me habéis oído es fruto de una
larga experiencia; es lo que pongo en práctica, parte de
mi sistema, si así puede llamarse, y en cuanto es posible
explicar la completa tarea de un educador. No terminaré,
sin embargo, sin dirigir alguna frase a estos mis hijos que ahora
mismo me rodean, sin encarecerles el cariño que de
continuo les manifiesto. En vosotros cifro yo todo mi anhelo y
quisiera poder amontonar sobre vuestras cabezas todos los
triunfos y todas las glorias. Mucho aguardo de vosotros, y ya
creo leer en vuestras fisonomías el anuncio de grandes
aventuras para el porvenir. Así será, sin duda
alguna, si guardáis inmaculado en vuestro pecho el
sentimiento del deber, norte seguro en todas las borrascas que os
pueden sorprender, único talismán con que
habéis de conjurar las inconsecuencias de la vida.
Sosteneos siempre con energía y sencillez, firmemente
apoyados en la virtud, que nadie os mirará sin un vivo
sentimiento de admiración, y al veros conservar para
vuestra alma e ileso vuestro honor en los trances más
difíciles, todos dirán: he aquí un hombre.
Simple palabra que vale más que pomposas
apologías". (61)

Tal deseo se verá ampliamente cumplido. Fueron
sus discípulos en diversas épocas de su vida,
personalidades que se destacarían en las futuras luchas
por la independencia como Francisco Vicente Aguilera, Pedro
(Perucho) Figueredo, Luís Ayestarán, Honorato del
Castillo, Enrique Piñeyro, Juan Clemente Zenea, Manuel
Sanguily, Antonio Zambrana, Ignacio Agramonte y tantos
otros.

Para Manuel Sanguily, testigo excepcional, como uno de
sus discípulos en las aulas de " El Salvador ",
este…"…procuró siempre hacer comprender que el
magisterio no era oficio, ni siquiera una profesión, sino
un apostolado, un sacerdocio y la misión, por él
mismo impuesta de formar maestros y hacer hombres, como la manera
más prudente y viable de dar satisfacción a los
reclamos de su tiempo […] Con las condiciones propicias y las
excepcionales facultades de su individualidad es fácil
comprender que será un patriota ardiente sin ser
jamás un revolucionario; que nadie igualará como
hombre
". (62)

El mejor homenaje a las virtudes de este hombre
extraordinario lo ofrenda nuestro Apóstol José
Martí cuando expresa como…"…los cubanos
veneran y los americanos todos conocen de fama al hombre santo
que domando dolores profundos del alma y el cuerpo, domando la
palabra, que pedía por su excelsitud aplausos y auditorio,
domando con la fruición del sacrificio todo amor a
sí y a las pompas vanas de la vida, nada quiso ser para
serlo todo, pues fue maestro y convirtió en una sola
generación un pueblo educado para la esclavitud en un
pueblo de héroes, trabajadores y hombres libres. Pudo ser
abogado, con respetuosa y rica clientela, y su patria fue su
único cliente. Pudo lucir en las academias sin esfuerzo su
ciencia copiosa, y sólo mostró lo que sabía
de verdad, cuando era indispensable defenderla. Pudo escribir en
obras-para su patria al menos- inmortales, lo que, ayudando la
soberanía de su entendimiento con la piedad de su
corazón aprendió en los libros y en la naturaleza,
sobre la música de lo creado y el sentido del mundo, y no
escribió en los libros que recompensan, sino en las almas,
que suelen olvidar. Supo cuanto se sabía en su
época; pero no para enseñar que lo sabía,
sino para transmitirlo. Sembró hombres"
(63).

Acusado injustamente por Antonio Maceo, como
aristócrata defensor de la esclavitud, evidentemente por
insuficiente conocimiento, Carlos Rafael Rodríguez, muchos
años después enmendaría el lamentable pero
excusable yerro, dadas las circunstancias de la época, al
reflexionar como…"…no podría decirse con
justicia que Luz defendió los privilegios más
nefastos de su época: colonia y esclavitud. En sus ideas y
prédicas está patente la condenación de
ambas instituciones. Por eso, al formar hombres, no
inculcó en ellos las ideas reaccionarias del esclavismo
prevaleciente. Por el contrario, las normas morales y sociales
que predica servirán para nutrir una juventud progresista,
de mentalidad amplia, que abomina de los negreros y rechaza el
sistema de la esclavitud. En ese sentido no fue, como parece
haber entendido Maceo, el educador del privilegio".
(64)

Particularmente en sus Aforismos (65) se expresa
la profundidad del pensamiento ético de Luz y Caballero
como al expresar que…"…en la cuestión de
los negros lo menos negro es el negro"
(Aforismo 23,
s/f).

Valga mencionar otros ejemplos:

—"Nos proponemos fundar una escuela
filosófica en nuestro país, un plantel de ideas y
sentimientos, y de métodos. Escuela de virtudes,
de pensamientos y de acciones; no de expectantes ni eruditos,
sino de activos y pensadores".
(Aforismo 62) s/f)

— "El filósofo es (y debe ser) como la vela:
arde y se consume para alumbrar a los demás.
(Aforismo
73, Mayo de 1842)

—"El método es el constante apoyo de la
razón, pero el talento de la observación es el
germen de la superioridad. La experiencia es el punto de partida
de toda especie de conocimientos. Nada robustece tanto el
entendimiento como la costumbre de no admitir más que lo
demostrado".
(Aforismo 105, s/f)

— "¡Ah! Si los hombres influyentes estuvieran
permanentemente con la imagen de la moralidad por delante, y por
dentro, que los persiguiera como a mí,
¡cuánto ganaría la humanidad!"
(Aforismo
191, 8 de marzo de 1846)

— "Los hombres jamás gradúan el
mérito o demérito de las acciones por la utilidad
que produzcan. Entonces habría una moral para cada caso, y
los medios, cualesquiera que fuesen, quedarían
justificados como se consiguiera el fin. Esta es la moral de la
tiranía".
(Aforismo 200) s/f

— "Para todo se necesita ciencia y conciencia".
(Aforismo 205, s/f)

— "Que la razón de conveniencia esté
siempre subordinada a la razón del deber: ésta
acrisola y santifica el alma: aquélla suele adulterarla y
amenguarla".
(Aforismo 239, s/f)

— "Confesar la propia falta, la mayor de las
grandezas
" (Aforismo 253, 7 de septiembre de
1846).

— "Quien no sea maestro de sí mismo, no
será maestro de nada". (
Aforismo 557, s/f).

— "Ni hay otro medio eficaz de predicar costumbres
que el ejemplo, ni los mejores planes de enseñanza pasan
de meros pliegos de papel sin honrados y hábiles
preceptores. Esperar lo uno sin lo otro, sería aguardar la
cosecha sin haber labrado ni echado la semilla. Valiera
más no establecer escuelas absolutamente que poner la
niñez a cargo de entes inmorales o inexpertos"

(Aforismo 560, s/f).

— "La enseñanza es un contrato con Dios, no
con los hombres. Arte por excelencia, como que es todo de
inspiración, aunque descanse en la experiencia".

(Aforismo 562, agosto de 1822).

5,6.- Francisco Frías y Jacott, Conde de Pozos
Dulces (1809-1877)

Pertenece éste a esa pléyade de
personalidades cubanas que desempeñaron un importante
papel en el desarrollo de las ciencias en Cuba. Sus ideas
políticas, según el contexto histórico
social y económico, que les correspondió vivir, y
sus propios intereses de clase, cultura y educación,
resultaron diversos: desde el reformismo liberal, el anexionismo,
el independentismo e incluso el autonomismo. No obstante en la
inmensa mayoría de ellos conservó su amor por su
tierra natal y su afán de verla prosperar como
nación y pueblo.

Según éste escribe al director del
periódico cubano "El Correo de la Tarde", en
1857…"…los mejores años de mi juventud se
pasaron en los hermosos campos de la isla de Cuba. Amé sus
bosques y praderas, sus arroyos, sus pájaros y collados,
con todo el fervor de la entusiasta poesía. Más
tarde sucedió a esa admiración la codicia del
propietario, y yo también derribé los gigantes
arbolados y apliqué la tea encendida a sus despojos
esparcidos. Y vi como se siembra la caña, y como se
exprime el jugo y de qué manera cristaliza el
azúcar. Yo también cultivé los cafetos y
pasé horas enteras recogiendo sus rojas cerezas. Nadie
madrugó más que yo por ver, al despuntar el alba,
la tendida vega, y cómo se refracta en mil
prismáticos colores en naciente sol en sus gotas de
rocío. ¡Cuántas veces contemplé en
silenciosa admiración doblegada los frondosos platanales
con el peso de sus apiñados racimos! Y vi agrietarse y
abrirse las tierras al empuje de la yuca o el ñame
suculentos que se desarrollan en sus entrañas cerrados
[…] También aprendí del rústico guajiro
cuando se corta el bejuco de boniato, y le enseñé a
mi turno por que se le quitan las hojas antes de sembrar. Y lo
que él cree y piensa y ejecuta lo sé yo, que no me
contente nunca con mirar solamente, sino que puse la mano al
arado y afronté intrépido los rigores del sol
tropical […]Estudié, pues, primero en los campos que en
los libros, y antes en mi patria que en estas apartadas tierras,
llegando por fin a la conclusión de que en ninguna parte
del mundo pudiera ser más rica, más próspera
y duradera la agricultura que en nuestra Isla, si a ella se
aplicasen todos los resortes y conocimientos que a tanta altura
pusieron la industria rural de otros países menos
favorecidos". (66)

Aunque compartiese en determinada parte de su vida
convicciones anexionistas, se opuso a la esclavitud y
rechazó el criterio en boga entonces, que la
abolición de la misma, conduciría a daños
irreparables a nuestra economía, particularmente la
industria azucarera. Al respecto escribe desde París, en
1858, al mismo destinatario, que…"…el cultivo de
la caña y otros trabajos agrícolas de los
países tropicales no demandan, ni mayor esfuerzo muscular,
ni mayor inteligencia que los que necesitan el herrero, el
tumbador de monte, el maquinista y el fogonero ¿Por
qué, pues, no pueden los blancos reemplazar a los negros y
chinos en aquellas faenas? Ya lo he apuntado: por causas que
pertenecen más especialmente al orden moral; y como estas
proceden a su turno de condiciones peculiares, las unas que
pudiéramos llamar etnológicas o propias de la raza,
y las otras económicas e industriales, por referirse a la
naturaleza y organización del trabajo, como también
a su remuneración, deberemos examinar unas y otras, si
queremos comprender como obran en definitiva atenuando o
desarmando el resorte de la voluntad, y por consiguiente,
influyendo en la insuficiencia o inferioridad del hombre blanco"
(67)

Durante su fecunda existencia propició el
desarrollo y más eficiente implementación de los
conocimientos científicos que redundaran en beneficio de
su patria y en la elevación del nivel cultural de su
pueblo.

5,7.- Antonio Bachiller y Morales
(1812-1899)

Como profesor, historiador, periodista, humanista,
bibliógrafo y americanista de vasta cultura, Antonio
Bachiller y Morales (1812-1899) se destaca entre los reformistas
ilustrados cubanos que realizó importantes aportes a
nuestra cultura, fundamento esencial de nuestra identidad. De
ideas políticas liberales debe exilarse en 1869 a causa
del acoso a que es cometido por las autoridades coloniales por
sus criterios opuestos al colonialismo.

Para el Apóstol, este ilustre intelectual, hombre
erudito, que incursionó con éxito en diversos
campos del saber, al igual que todas las relevantes
personalidades que nutrieron con su saber a nuestra cultura,
merece la siguiente reflexión, al conocer de su muerte, en
1899:

"Caballero cubano, americano apasionado, cronista
ejemplar, filólogo experto, arqueólogo famoso,
maestro amable, abogado justo, literato diligente y orgullo de
Cuba […] Pero estas tumbas son lugares de cita, y como
jubileos de decoro, adonde los pueblos, que suelen aturdirse y
desfallecer, acuden a renovar ante las virtudes, que brillan
más hermosas en la muerte, la determinación y la
fuerza de imitarlas. Y la lección tiene más
eficacia cuando no es el muerto uno de aquellos hombres
preparados por el fuego de la imaginación o la intensidad
de la conciencia, al heroísmo que lleva en su singularidad
y en sus desdichas como el decreto de no imitarlo; sino un
carácter manso y acaso tímido, apegado a los goces
y honores del mundo, y a la calma celeste de la sabiduría,
que con su labor de toda la existencia, con su resolución
en un momento heroico, con su serenidad en los años de
desdicha, con su paz ejemplar y el crédito de su nombre,
enseña a los cobardes que para ser cauto, y hombre de casa
y felicidad, no se necesita dejar de ser honrado".

(68)

Anexionismo

Constituye éste una de las corrientes
políticas que más conspiró contra la
independencia y real soberanía de nuestra patria, en la
medianía del siglo XIX y que como pesado lastre nos ha
acompañado a lo largo del acontecer histórico de
nuestra nación, incluso ya fundada la República, a
inicios de la 20 centuria.

6,1.- Historia de una villanía.

El anexionismo tiene como antecedente el temprano y
desmedido afán de expansión territorial que
caracteriza a los gobernantes de Estados Unidos desde temprana
fecha. En la Declaración de Independencia aprobada en el
Segundo Congreso Continental el 4 de julio de 1776, redactada por
John Adams, Benjamín Franklin, Robert Morris, Roger
Sherman y Thomas Jefferson, se obvia hacer mención a la
abolición de la esclavitud, que impera con gran fuerza en
los estados sureños, para lograr el necesario consenso. El
13 de septiembre de septiembre de 1788 se aprueba la actual
Constitución de los Estados Unidos, a los que se le
agregan diversas Enmiendas, que permite crear por primera vez un
gobierno centralizado pero perneado de profundas contradicciones,
en última instancia de carácter económico,
entre abolicionistas y esclavistas, solo resuelto con el
resultado favorable a los primeros, culminada la llamada Guerra
de Secesión en diciembre de 1865. Días antes el
Presidente Abraham Lincoln logra con gran esfuerzo se apruebe por
el Congreso la Enmienda Constitucional XIII que declara
oficialmente abolida la esclavitud.

Si en 1776 el límite occidental de las entonces
13 colonias eran los Montes Apalaches ya en 1785 sus fronteras
alcanzan las márgenes del río Mississippi en 1790
se le compra la Louisiana a Francia; el 12 de febrero de 1819
finaliza el traspaso de la Florida, hasta entonces parte del
dominio español; el 1ro de marzo de 1837, culmina la
anexión de Texas y el 2 de febrero de 1848, mediante el
Tratado de Guadalupe-Hidalgo, se despoja a México de la
mitad de su territorio que hoy conforman los estados de
California y Nuevo México.

Bajo el gobierno del presidente Polk se logra la
cesión por Inglaterra del el territorio de Oregón y
en 1867, se le compra a Rusia, la actual Alaska. Todo ese proceso
es posible por la práctica de políticas
intervencionistas, genocidio de los pueblos indígenas e
inmorales tratados logrados mediante el uso indiscriminado de la
fuerza militar.

En cuanto a los afanes anexionistas de Estados Unidos
respecto a Cuba estos son de larga data.

John Adams, padre fundador de la democracia
esclavista y segundo presidente de Estados Unidos, planteó
en junio de 1783 que las islas del Caribe constituían
"… apéndices naturales del continente americano.
Cuatro años después, otro padre fundador,
Alexander Hamilton, recomendó la creación de un
imperio continental americano que incorpore a la unión los
demás territorios de América…"
(69)

En 1805, el senador J.C. Brackenridge manifestó
en un pleno del Congreso como… "… tenemos
reclamaciones que presentar a España, referentes a
territorios al oeste del río Norte o Bravo y mejor
todavía al este… Si con una mano impulsamos
fuertemente estas reclamaciones, y con la otra ofrecemos un
precio, seguramente obtendremos las Floridas; todo a su tiempo"
(70).

Thomas Jefferson, sucesor de Adams, manifestó en
una nota enviada al embajador inglés en Washington como
"… en caso de guerra entre Inglaterra y España,
los Estados Unidos se apoderarían de Cuba por necesidades
estratégicas para la defensa de Louisiana y de la
Florida". (71)

En 1823, el filósofo esclavista John C. Calhoun,
líder de Carolina del Sur que sería vicepresidente
de John Quincy Adams y Andrew Jackson, defendió la
anexión al expresar:  "Confieso francamente haber
sido siempre de la opinión que Cuba sería la
adición más interesante que pudiera hacerse a
nuestro sistema de Estados llenando por completo la medida de
nuestro bienestar político". (72)

James Monroe, en su Mensaje al Congreso el 2 de
diciembre de 1823 formula su conocida doctrina, que en esencia
estipula: "América para los americanos". Se utiliza como
pretexto el proyecto de algunas potencias europeas como
España, Austria, Prusia, Francia y Rusia de recuperar o
simplemente ocupar posesiones en América, en territorios
ya liberados del colonialismo. A su vez los planes de
Bolívar y del gobierno mexicano de intervenir en Cuba para
apoyar su independencia, para reforzar su propia seguridad como
naciones independientes.

Reflejo de esa política expansionista se revela
en la nota con fecha 28 de abril de 1823 enviada por el entonces
Secretario de Estado, John Quincy Adams, durante el gobierno del
Presidente Monroe, al embajador norteamericano en España
donde le expresa como…"…el traspaso de Cuba a
Gran Bretaña sería un acontecimiento muy
desfavorable a los intereses de esta Unión […] La
cuestión, tanto de nuestro derecho como de nuestro poder
para evitarlo, si es necesario por la fuerza, ya se plantea
insistentemente en nuestros consejos y el Consejo se ve obligado,
en el cumplimiento de sus deberes hacia la nación, por lo
menos a emplear todos los medios a su alcance para estar en
guardia contra él e impedirlo…Estas islas (Cuba y
Puerto Rico. Nota del Autor) por su posición local son
apéndices naturales del continente norteamericano y una de
ellas, la isla de Cuba, casi a la vista de nuestras costas, ha
venido a ser, por una multitud de razones. De trascendental
importancia para los intereses políticos y comerciales de
nuestra Unión…Cuando se echa una mirada al curso
que tomarán los acontecimientos en los próximos 50
años, casi es imposible resistir la convicción de
que la anexión de Cuba a nuestra República Federal
para la continuidad de la Unión y el mantenimiento de su
integridad […] Hay leyes de gravitación política
como las hay de gravitación física, y así
como una fruta separada de su árbol por la fuerza del
viento no puede aunque quiera, dejar de caer en el suelo;
así Cuba, una vez separada de España e incapaz de
sostenerse por sí sola, tiene que gravitar necesariamente
hacia la Unión Norteamericana, y hacia ella
exclusivamente, mientras que la Unión misma, en virtud de
la propia ley, le sería imposible dejar de admitirla en su
seno" (73)

6,2.- José Antonio Saco
(1797-1880)

Figura controvertida y brillante polemista, se destaca
Saco como sociólogo, profesor, periodista, historiador y
economista De profundo amor por su país natal,
denunció como pocos, las lacras impuestas a esta por el
poder colonial, más incluso hasta su muerte, nunca fue
capaz de reconocer al independentismo como la única
vía válida para erradicar tales ominosas secuelas,
no obstante ver frustradas una y otra vez sus peticiones de
reformas para la entonces colonia, ante las autoridades
coloniales. Coetáneo de Félix Varela, con quien
funda el periódico El Mensajero Semanal, en Estados
Unidos, durante su exilio en dicho país y amigo cercano de
Luz y Caballero, con quien comparte su rechazo al anexionismo
como corriente política del pensamiento, de gran fuerza en
Cuba entre 1845-1865 así como en la hondura ética
de su pensamiento.

No obstante su gran mérito histórico
consiste en su rechazo al anexionismo, reconocido entonces por
destacadas personalidades afines a los ricos hacendados criollos.
Partidario del abolicionismo combatió con igual
pasión a la infamante trata. Al respecto valora
que…

"Bajo tres aspectos principales se puede
considerar la abolición del tráfico de negros en
Cuba: agrícola o material, moral, y político. En
cuanto a éste, sin examinarle de lleno, me
contentaré con hacer aquellas reflexiones que basten para
despertar la atención de España y de su gobierno
sobre los peligros que amenazan a Cuba. Acerca del moral,
guardaré un profundo silencio: he preferido combatir el
interés con el interés, pues siendo esta arma la
que más hiere el corazón, el triunfo es más
seguro". (74)

Para este…"…todos saben
que, en punto a esclavos, hay dos especies de abolición:
una del tráfico con la costa de África, y otra de
la misma esclavitud. Aunque ambas tiene relación entre
sí, jamás deben confundirse, y bien puede la
primera tratarse, y aun lo que es más, realizarse, con
absoluta independencia de la segunda. […] Pero esta
distinción, tan marcada por la historia
contemporánea, no basta siempre en Cuba para poner a
cubierto de los tiros de la calumnia, al hombre honrado, al
patriota puro, que levanta la voz para advertir los peligros que
amenazan a la patria. El criminal interés de unos,
aprovechándose de la credulidad de otros, confunde e
identifica las dos cuestiones; y no pudiendo defender el
tráfico de negros, porque los tratados y las leyes lo
prohíben, y la ilustración del siglo lo resiste,
hacen aparecer a quien lo ataca como abolicionista de la
esclavitud cubana, como conspirador sanguinario, que empezando
por dar de un golpe la libertad a todos los esclavos
acabará por degollar a los blancos de su propia raza, y
proclamar la independencia…." (75)

Para Saco la abolición de la esclavitud,
más que perjuicios reportará beneficios a los
dueños de plantaciones, criterio sumamente audaz para la
época. Por ello expresa como…"…yo estoy
tan íntimamente penetrado de los inmensos beneficios que
ha de producir a Cuba la abolición del tráfico
africano, que lejos de temer que con ella mengüen nuestros
frutos, firmemente creo que aumentarán. Cerrada que sea la
puerta a la introducción de esclavos, los colonos que
vayan a Cuba, si se les deja, como siempre debe
dejárseles, la libre facultad de aplicarse a lo que
quieran, se dedicarán a la profesión que más
ventajas les ofrezca. Pero entre tantas como Cuba presenta, la
agricultura se llevará la preferencia, pues a ella convida
la fertilidad de sus campos, y el premio con que paga las fatigas
del labrador industrioso. Inculta yace todavía la mayor y
mejor porción de las tierras cubanas: sus propietarios,
imbuidos hasta aquí en el error de que sin negros no se
pueden cultivar, y careciendo muchos de medios para comprarlos,
ningún beneficio sacan de ellas". (76)

Se enfrenta a los más destacados anexionistas,
que tratan sistemáticamente de ganárselo para su
causa. Para Saco…"…a mi personalmente una
revolución en Cuba, lejos de causarme ningún
daño, me traería algunas ventajas. Desterrado para
siempre de mi patria, por el despotismo que la oprime y
aún errante en mi destierro, la revolución me
abriría sus puertas para entrar gozoso por ellas; pobre en
Europa y abrumado de pesadumbres por mi condición presente
y un triste porvenir, la revolución podría
enriquecerme y asegurar sobre alguna base estable el reposo de mi
vida […] Si pues tanto me da la revolución (Saco
entiende presumiblemente por "revolución" la
anexión a Estados Unidos. Nota del Autor) ¿por
qué no marcho bajo sus banderas? Sé que algunos
dirán que mis opiniones son retrógradas; otros, que
soy un apóstata; y aún no faltará quien
pregone que he vendido mi pluma, para escribir contra la
anexión […] Contemplando lo que Cuba es bajo el gobierno
español y lo que sería incorporada a los Estados
Unidos, parece que todo cubano debiera desear ardientemente la
anexión, pero este cambio tan halagüeño ofrece
al realizarse grandes dificultades y peligros. La
incorporación solo puede conseguirse de dos modos: o
pacíficamente o por la fuerza de las armas. […] Por lo
que a mí toca y sin que se crea que pretendo convertir
ningún cubano a mi opinión particular, debo decir
francamente que, a pesar de que reconozco las ventajas que Cuba
alcanzaría formando parte de aquellos Estados, me
quedaría en el fondo del corazón un sentimiento
secreto por la perdida de la nacionalidad cubana"
(77)

Gran polemista y brillante argumentador de sus criterios
expone como…"…dos son los móviles
principales que impelen a una parte del pueblo norteamericano a
la adquisición de Cuba; el deseo de engrandecerse y el
interés de la esclavitud. ¿Pero acaso ni el uno ni
el otro han cesado ya con el drama sangriento representado en
Cuba?
(Consultar referencia bibliográfica al final de
la cita. N. del A.). Ellos existen lo mismo que antes, y
aunque es probable que dormiten por algún tiempo, creo que
despertarán con más fuerza cuando se les presenta
una ocasión favorable. En años anteriores las
esperanzas de muchos hijos de la república americana

(se refiere a Estados Unidos. N. del A.) se cifraban en
adquirir el hemisferio en que habitan desde el polo del norte
hasta el istmo de Panamá; pero no contentos con tan vasto
territorio, hoy proclaman en sus periódicos y juntas
públicas que conquistarán todo el nuevo mundo. Un
país donde se propagan ideas tan peligrosas es una amenaza
inmediata a todos los pueblos vecinos. Obsérvese la marcha
del engrandecimiento territorial de los Estados Unidos. Sus
primeras adquisiciones fueron por título legítimo,
pues compraron la Luisiana
(Se respeta la ortografía
original. N. del A.) a la Francia y las Floridas a
España; más de Tejas ya se apoderaron de un modo
infame. Cuando se trató de resolver la cuestión del
Oregón, bien quisieron apropiárselo todo, y
sólo el temor de una guerra con la Gran Berta fue lo que
hizo entrar en razón. Provocaron después las
hostilidades contra Méjico, y por una de las guerras
más inicias lo despojaron de gran parte de su territorio.
Por último, los repetidos amagos contra Cuba, las dos
invasiones en ella en el corto espacio de catorce meses, y las
maquinaciones que se están fraguando contra la infeliz
nación mejicana, manifiestan hasta donde llega la criminal
ambición de una democracia desenfrenada…"
(78)

José A. Saco mantuvo, hasta su muerte, firmes
prejuicios acerca de las consecuencias que acarrearía para
su patria una revolución. Estos estaban sin duda
fundamentados en que nunca pudo desprenderse del criterio que
caracterizó a la clase de los ricos hacendados criollos
durante décadas: el temor a la sublevación de los
negros esclavos tal como aconteciese en Haití así
como sus arraigados intereses de clase. Ello lo lleva a valorar
como…"…no hay país sobre la tierra donde
un movimiento revolucionario sea más peligroso que en
Cuba. En otras partes, aún con sólo la probabilidad
de triunfar se pueden correr los azares de una revolución,
pues, por grandes que sean los padecimientos, siempre queda el
mismo pueblo pero en Cuba, donde no hay otra alternativa que la
vida y la muerte, nunca debe intentarse una revolución,
sino cuando su triunfo sea cierto como una demostración
matemática. En nuestras actuales circunstancias, la
revolución política va necesariamente
acompañada de la revolución social; y la
revolución social es la ruina completa de la raza
cubana…" (79)

Desoídas las peticiones reformistas, por la
tozudez del gobierno español; inexistentes las condiciones
que favorecían las posiciones anexionistas, terminada la
Guerra de Secesión en Estados Unidos y ganando espacio en
las ideario político la inevitabilidad del abolicionismo,
tanto desde las motivaciones económicas como morales,
progresivamente se van dando las condiciones para el predominio
de las ideas independentistas en el pueblo cubano, incluso en un
importante sector de los hacendados criollos, en la región
oriental, con sus propias peculiaridades.

Evidentemente ya rebasada la primera mitad del siglo XIX
se encuentra presente en los componentes que conforman el
pensamiento cubano más progresista, un aire renovador, que
reclama espacio para ideas cualitativamente distintas, que
trascienden en sólidos fundamentos
ético-políticos, que ya anidados en la conciencia
del pueblo más humilde estimulan el inicio de las ya
inevitables contiendas independentistas.

Referencias
bibliográficas

(1) Discurso pronunciado por Fidel Castro, el 10 de
octubre de 1868, en La Demajagua, provincia de Oriente,
actualmente Granma, al conmemorarse el centenario del inicio de
las luchas por nuestra independencia. www.gobierno.discursos.
cu

(2) Ernesto Che Guevara. En: Notas para el estudio de la
ideología de la Revolución Cubana. (Revista Verde
Olivo, 8 de octubre de 1960. Escritos y discursos, tomo 4,
Editorial de Ciencias Sociales, La Habana 1977, páginas
201-211. 

(3) Discurso pronunciado por Fidel Castro el primero de
enero de 1959, en el Parque Céspedes, Santiago de Cuba
www.gobierno.discursos. cu

(4) Eduardo (Eddy) Chibás en su último
discurso pronunciado el 5 de agosto de 1951 en su programa radial
dominical transmitido por la emisora CMQ que se le conoce como
"El último aldabonazo". Se puede consultar el trabajo del
autor: "Eduardo Chibás: al rescate de la una ética
política". Ver bibliografía.

(5) Fidel Castro. Discurso pronunciado el 17 de
noviembre del 2005, en el aula Magna de la Universidad de La
Habana, con motivo del 60 aniversario de su ingreso como
estudiante en ese alto centro de estudios.
www.gobierno.discursos. cu.

(6) Discurso pronunciado por Fidel Castro en la ciudad
de Camagüey, el 4 de enero de 1959. www.gobierno.discursos.
cu.

(7) Antoine-Louis-Claude Destutt, marqués de
Tracy, nacido en París el 20 de
julio de 1754 y muerto en la misma ciudad el 
9 de marzo de1836. Aristócrata, político,
soldado y filósofo francés de la
Ilustración, quien utilizó el término de
"ideología", en su obra Eléments
D'Idéologie (1801-1815), en cuatro volúmenes,
con el significado de ciencia de las ideas, en el sentido amplio
de estados de conciencia. (Tomado de wikipedia.com.)

(8) V.I. Lenin en su obra "Materialismo y
empiriocriticismo". La Habana, Cuba: Editora Política;
1982.

(9) Karl Marx en su "Prologo a su
libro Contribución a la crítica de la
economía política Marx". Obras Escogidas, tomo
único. Editorial Progreso, Moscú, 1980.

(10) José Martí en "Nuestra
América". Obras Completas. Tomo 6. Páginas 15 a
23.

(11) Discurso pronunciado por Fidel Castro, al regreso
de un viaje al extranjero, en concentración en la entonces
Plaza Cívica, actualmente Plaza José Martí,
La Habana, Cuba, 8 de mayo de 1960. www.gobierno.discursos.
cu

(12) Miguel Limia David en su escrito La
ideología de la Revolución Cubana. Tomado de
Revista Cubana de Ciencias Sociales No.28, 1994, Págs.10 a
16.

(13) Darío Machado. En su escrito "Lo Local y lo
comunitario en la construcción del socialismo en los
inicios del siglo XXI en Cuba". Publicado en la Revista Cuba
Socialista Habana, Cuba. Edición de enero del
2009.

(14) Tesis y Resoluciones del I Congreso del PCC. La
Habana, Cuba. Editora Política. 1976.

(15) Tomado de: Ideología.
Wikipedia.com.

(16) Karl Marx y Federico Engels en su obra "La
Ideología Alemana. Crítica de la novísima
filosofía alemana en las personas de sus representantes
Feuerbach, Bruno Bauer y Stirner y del socialismo alemán
en las de sus diferentes profetas". Editora Política. La
Habana, 1980.  La obra fue publicada íntegramente por
primera vez en 1932, tras dos publicaciones incompletas
en 1902 y 1926

17) F. Engels en Origen de la familia, la propiedad
privada y el estado". OE de Marx y Engels, tomo único.
Editorial Progreso, Moscú. Página 609).

(18) www. Definición de… World Press. (soporte
digital)

(19) Tomado de: wikipedia.com.

(20) Idea ampliamente argumentada en sus obras y
particularmente en el Manifiesto del Partido Comunista. En Obras
Escogidas tomo único. Editora Política. La Habana,
Cuba. 1980.

(21)
www.uca.edu.ar/uca/common/grupo20/files/Politica.ppt.

(22) Tomado del libro Teoría
socio-política. Selección de temas. Tomo I.
Editorial Pueblo y Educación. La Habana, Cuba. 2002. Parte
I. "La política y su concepción marxista-leninista.
De Dr. Cosme Cruz Miranda. Escuela Superior del PCC "Ñico
López". Página 11.

(23) Karl Marx y Federico Engels en el Manifiesto del
Partido Comunista" (ya citada).

(24) Protesta de Baraguá.

"La desunión, la dispersión y el
caudillismo arrinconaron la Guerra del 68 hasta el
callejón del Pacto del Zanjón, donde el
colonialismo español pretendió una injusta paz en
los precisos instantes en que los mambises reasumían la
iniciativa en Oriente y Las Villa. La
Revolución había perdido mucho vigor. Pero Maceo se
sobrepone por encima de todos. Proclama su posición
irrevocable de combatir. Su conducta ejemplar arrastra a jefes,
oficiales y soldados. Reanima el patriotismo y la entrega a la
causa patria. Antonio Maceo (desde el mismo inicio de la
acción liberadora) conoce de la existencia en miembros
del Ejército Libertador, colaboradores y partidarios,
de fuertes tendencias divisionistas, propugnadoras de la
indisciplina y la anarquía en las filas revolucionarias.
Él, soldado por excelencia, orden y disciplina
personificadas, se aparta de tales fracciones y se dedica de
forma total a combatir (en todo momento y en el lugar que le
corresponde) a las fuerzas armadas de la metrópoli que
sembraban muerte, hambre y terror a lo largo de toda la Isla. La
Revolución había perdido mucho vigor. Pero Maceo se
sobrepone por encima de todos. Proclama su posición
irrevocable de combatir. Su conducta ejemplar arrastra a jefes,
oficiales y soldados. Reanima el patriotismo y la entrega a la
causa patria. Antonio Maceo (desde el mismo inicio de la
acción liberadora) conoce de la existencia en miembros
del Ejército Libertador, colaboradores y partidarios,
de fuertes tendencias divisionistas, propugnadoras de la
indisciplina y la anarquía en las filas revolucionarias.
Él, soldado por excelencia, orden y disciplina
personificadas, se aparta de tales fracciones y se dedica de
forma total a combatir (en todo momento y en el lugar que le
corresponde) a las fuerzas armadas de la metrópoli que
sembraban muerte, hambre y terror a lo largo de toda la Isla.
El 15 de marzo se realizó la entrevista entre
los generales Antonio Maceo y Arsenio Martínez Campos. El
general Martínez Campos llegó a Mangos de
Baraguá conducido por José Cefí Salas y
después de realizar su presentación y la de sus
acompañantes, pronunció breves palabras de
introducción a la conferencia. Por su parte, el general
Maceo presentó a sus acompañantes y de inmediato
comunicó a Martínez Campos que no estaban de
acuerdo con el pacto firmado, ya que con el mismo no se lograba
la independencia de Cuba, ni la abolición de la
esclavitud".  La viril actitud del General Antonio se
constituyó en trascendente símbolo de dignidad y
patriotismo. (Tomado de ECURED.cu.).

(25) Enmienda Platt.

"Ley del Congreso de Estados Unidos impuesta como
apéndice a la  Constitución cubana a
principios del siglo XX, bajo la amenaza de que de no aceptarse
la isla permanecería ocupada militarmente. El 25 de
febrero de 1901, el Comité de Asuntos Cubanos del senado
norteamericano aprobó una enmienda insertada a la Ley de
Gastos del Ejército, cuyo texto era, desde todo punto de
vista, inaceptable para los cubanos que habían luchado y
vertido su sangre durante treinta años por obtener la
verdadera independencia.  El artículo primero de la
enmienda prohibía al gobierno de Cuba la
concertación de tratados o convenios con gobiernos
extranjeros que menoscabaran la independencia cubana y
significaran la cesión de parte de su territorio.
Este  es, en sí mismo, contradictorio e
hipócrita, pues si Cuba aprobaba la Enmienda Platt lo
infringía al firmar un convenio que menoscababa su
soberanía.  El artículo segundo
prohibía al gobierno de Cuba contraer deudas por encima de
su capacidad de abonar los intereses y amortización de las
mismas.   El artículo tercero -considerado el nervio
de la Enmienda Platt- concedía a los Estados Unidos el
derecho a intervenir militarmente en la isla en caso de que
peligraran, a su juicio, la vida, la propiedad o las libertades
individuales.  El artículo cuarto convalidaba todos
los actos realizados por el gobierno militar
norteamericano.  El artículo quinto disponía
que Cuba quedara obligada a atender con preferencia la sanidad de
sus poblaciones para proteger el comercio y el pueblo del sur de
los Estados Unidos. Este artículo era particularmente
vejaminoso para el pueblo cubano, al que se trataba de presentar
como una horda incivilizada que vivía gustosa en ausencia
de mínimas condiciones higiénicas que sus
"protectores" se veían en la necesidad de imponerle. 
El artículo sexto refleja el error geográfico
cometido tanto por España como por los libertadores, de
considerar a Cuba una isla y no un archipiélago. Los
norteamericanos se aprovechan de ello para disponer que el status
de Isla de Pinos (actual Isla de la Juventud) se determinara en
un futuro tratado.  El artículo séptimo
-también de capital importancia y el único que, de
hecho y contra la voluntad del pueblo cubano, sigue ejerciendo su
nefasta vigencia en la Base Naval de Guantánamo,
establecía la cesión de porciones de suelo cubano
para la ubicación de estaciones navales o carboneras
norteamericanas. El artículo octavo disponía
que los artículos anteriores debieran ser incluidos en un
tratado permanente entre Cuba y Estados Unidos.  El 2 de
marzo de 1901, el Congreso norteamericano otorgó su
aprobación definitiva a la enmienda, que fue sancionada de
inmediato por el Presidente, convirtiéndose en ley de los
Estados Unidos". (Tomado de:
www.cubagob.cu/otras_info/minfar/enmienda_platt.htm)

(26) Protesta de los 13.

"Un grupo juvenil, sin definición política
ni rumbo ideológico todavía, tuvo noticia de que en
el salón de actos del local de la Academia de
Ciencias de Cuba, situada en la calle Cuba entre Amargura y
Teniente Rey; iba a efectuarse un homenaje a la educadora
uruguaya Paulina Luissi, organizado por el club femenino
cubano que dirigía Hortensia Lamar; a la ceremonia
asistiría el Secretario de Justicia del gobierno, que
encabezaba Alfredo Zayas, Erasmo Regüeiferos, quien
había refrendado el decreto presidencial adquiriendo el
convento, y que estaría a cargo del discurso central del
acto. Pareció al grupo ocasión apropiada para
impulsar una indignación que conmovía al
país entero. A media tarde los jóvenes penetraron
en el paraninfo de la Academia de Ciencias sentándose en
el centro del público, integrado en su mayoría por
mujeres. Desde allí siguieron el desarrollo del acto.
Después de las palabras iniciales y cuando se
anunció que el Secretario de Justicia hablaría en
honor de la escritora invitada, Rubén Martínez
Villena dirigiéndose a la presidencia alarmada, se puso de
pie seguido por el grupo de amigos que le acompañaba,
solicitó permiso a los organizadores y asistentes al acto
y pronunció un breve pero tajante discurso, en el que
denunciaba el turbio negocio en el que estaba implicado el
funcionario del gobierno. (Tomado de ECURED.cu)

(27) Federación Estudiantil
Universitaria).

"Organización que agrupa a los estudiantes
universitarios cubanos, representa sus intereses y hace valer sus
derechos. Con la fundación de la Universidad de la
Habana el 5 de enero de 1728 se inicia
en Cuba la historia de la Educación Superior;
lacrada al inicio por los vicios coloniales del poder, el racismo
y la esclavitud imperantes en la naciente sociedad. Carlos
Manuel de Céspedes, Ignacio Agramonte y
José Martí simbolizaron el exponente supremo
representativo de los universitarios en esta época,
identificados por su preparación, inteligencia y
sentimientos independentistas. El período de la
República Neocolonial caracterizada por la
corrupción, represión y politiquería de los
gobiernos de turno obligan a que el estudiantado progresista se
lance a las calles en busca de legitimizar sus derechos y ganar
el protagonismo nunca antes alcanzado. Así nace la
Federación Estudiantil Universitaria (FEU), el 20 de
diciembre de 1922 liderada por el joven revolucionario Julio
Antonio Mella". (Tomado de: ECURED.cu.)

(28) Primer Partido Comunista de Cuba.

"Un día antes de la clausura del Tercer
Congreso Obrero Nacional, en Camagüey, el 6 de
agosto de1925, el Comité Ejecutivo de las
Agrupaciones Comunistas de Cuba emitió una
convocatoria para la celebración del congreso que
debía dejar constituido el Partido Comunista de Cuba. El
documento fijaba el encuentro entre los días 16 y el 20
del mismo mes, pero se impuso la necesidad de sesionar en solo
dos días, ante la hostilidad del gobierno de Gerardo
Machado. Para su fundación los delegados se reunieron en
una vieja casa de la calle Calzada, del Vedado capitalino,
numerada entonces con el 81, en el lugar donde hoy se erige
la sala teatral Hubert de Blanck. Corrían tiempos
difíciles: desgobernaba a Cuba el tirano Gerardo
Machado, quien había prometido a Wall Street que
una huelga en la Isla no duraría un cuarto de hora y que
ya en agosto de 1925 comenzaba su vasto expediente de
crímenes políticos, con el asesinato de un
periodista opositor, Armando André, y un obrero
comunista, Tomás Grant. Carlos Baliño, como el
delegado de mayor edad, procedió a recibir las
credenciales, el 16 de agosto de 1925, del Primer
Congreso Nacional de las Agrupaciones Comunistas de la Isla de
Cuba. Además de él, representaban a los comunistas
de la capital el maestro canario José Miguel
Pérez, el líder estudiantil Julio Antonio
Mella y el dirigente sindical cigarrero Alejandro
Barreiro, entre otros.Venancio Rodríguez era el
delegado de la agrupación de Guanabacoa; Miguel
Valdés, del Sindicato de Tabaqueros, y Emilio
Rodríguez, de la de San Antonio de los Baños.
Por la Sección Hebrea y su Juventud Comunista,
estaban Yoshka Grinberg, Yunger Semiovich (seudónimo
de Fabio Grobart) y Félix Gurbich. Los
manzanilleros carecían de dinero para trasladarse a
 La Habana y no pudieron concurrir, por lo que Mella y
Barreiro asumieron su representación en el evento".
(Tomado de ECURED.cu)

(29) Consultar la obra del autor "Pensamiento
fundacional cubano: utopías y realidades" (soporte
digital). www.monografías.com y Fundamento ético,
político y pedagógico del pensamiento
cubano.www.ese-publishing.com.

(30) Carlos R. Rodríguez. Discurso pronunciado el
16 de septiembre de 1964. Publicado bajo el título
Aspectos de la economía política cubana en la
época actual. Editorial Nacional de Cuba.
1965).

(31) Confeccionado a partir de datos tomados del libro
de Diana Iznaga. "La burguesía esclavista cubana". La
Habana, Cuba. Editorial Ciencias Sociales. 1987, Páginas
162 y 201.

(32) Datos tomados de la obra "Historia de Cuba. La
colonia. Evolución económica y formación
nacional. De los orígenes hasta 1867" Instituto de
Historia de Cuba. Editorial Pueblo y Educación-Editora
Política. Página 227).

33) José Luciano Franco. "Comercio clandestino de
esclavos". La Habana, Cuba: Editorial Ciencias .Sociales. 1985.
Página 126, 131 y 132.

(34)  Ramiro Guerra, Manual de historia de
Cubo, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1971.p.
483.

(35) Pedro Deschamps Chapeaux "Etnias africanas en las
sublevaciones de los esclavos en Cuba (Parte I)". Tomado de Cuba.
Una identitá in movimento. Archivo cubano. Soporte
digital.

(36) "En defensa del esclavo" aparecido bajo el
seudónimo de El amigo de los esclavos en las
ediciones de los días 5 y 6 de mayo de 1791 del Papel
Periódico de la Havana). Tomado de: Historia del
Pensamiento cubano. Volumen 1. Tomo2. La Habana, Cuba. Editorial
Ciencias Sociales-Imagen Contemporánea. 2006.

(37) José Agustín Caballero. "Discurso
sobre la Física". Papel Periódico de la Havana. 1ro
de septiembre de 1791. Pensamiento cubano del siglo XIX. Tomo I.
Isabel Monal y Olivia Miranda. Editorial C. Sociales, 2002.
Página 107).

(38) "Biblioteca Virtual de Filosofía y
Pensamiento Cubanos" http://biblioteca.filosofia.cu/ Guadarrama
González, Pablo. "Etapas principales de la
educación superior en Cuba", Revistas de Historia de la
Educación Latinoamericana. Tunja. 2005. Nro. 3.
págs. 49-72.

(39) Tomado de: Historia de la educación en Cuba.
Tomo IV. Autores. Doctores Enrique Sosa Rodríguez y
Alejandrina Penabad Félix. Editorial Pueblo y
Educación-Ediciones Boloña. Publicaciones de la
Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. 2003.
Introducción página III.

(40) José Agustín Caballero. "Sobre la
reforma de los estudios universitarios" (6 de octubre de 1795).
Discurso pronunciado en la Clase de Ciencia y Artes de la
Sociedad Patriótica de La Habana, el 6 de octubre de 1795.
Misma obra. Página 109).

(41) José Agustín Caballero.
"Philosofía Electiva". Pensamiento cubano. Siglo XIX.
Isabel Monal y Olivia Miranda. Editorial Ciencias Sociales. Tomo
I. 2002. Página 118)

(42) González Lezcano, Regina y Almeida
López, María Guadalupe. En su escrito "El
Protomedicato. Memorias del III Congreso de Historia del Derecho
Mexicano. UNAN, México, 1984. Página 10. Soporte
digital

(43) Historia de la Educación en Cuba. Tomo IV.
De Enrique Sosa Rodríguez y Alejandrina Penabad
Félix. Editorial Pueblo y Educación-Ediciones
Boloña, 2003. Página 37.

Partes: 1, 2, 3, 4
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