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La cultura Lima




Enviado por MARIA LUZ MURGUIA



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Contenido
  3. Ubicación
    geográfica
  4. Etapas de
    desarrollo
  5. Arquitectura
  6. Templo Cerro
    Culebras
  7. Huaca
    Trujillo
  8. Pirámides
    escalonadas
  9. Las
    Tumbas
  10. Religión
  11. La Gran
    Pirámide Ceremonial pucllana
  12. El área
    administrativa
  13. Otros sitios
    importantes
  14. Organización política,
    económica y social
  15. Cerámica
  16. Textilería
  17. Metalurgia y otras
    labores
  18. Bibliografía

Introducción

"De todos los valles de la costa peruana, el valle de
Rímac es el más rico en ruinas y resto de
construcciones antiguas, particularmente en la región
baja, vecina al mar, donde se encuentran en gran
cantidad"

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Yo elegí este tema porque la Cultura Lima (100
– 650 d.C.) tiene el nombre de mi ciudad y a mí me
gusta ésta por eso quise saber más de ella. A parte
la Cultura Lima es muy interesante y no es muy conocida, por lo
que me animé a investigarla.

Max Uhle bautizó con el nombre de Proto Lima a la
cerámica más antigua (anterior a Tiahuanaco)
encontrada en el valle del río Rímac (que proviene
de la palabra quechua Rimaq, que significa "el que habla"). En
1963, Thomas Patterson propuso los términos de Miramar
para las primeras fases y Lima para las más
tardías. Sus templos fueron grandes estructuras
piramidales, a partir de construcciones compactas formadas por
adobes pequeños y apilados uno debajo de otro.

La cultura Lima radicó en los valles de
Ancón, Chillón, Rímac y Lurín, o sea
en la Comarca de Lima propiamente, y llega hasta Huacoy,
Ñaña y Huaycán, ascendiendo por el cauce de
los tres últimos ríos. Es posible que el
área de su difusión haya sido bastante mayor, pues
se ha encontrado cerámica Lima en sitios tan altos como
Canta, en la cuenca del Chillón, y San Pedro de Casta y
Matucana en la del Rímac.

El nombre original de esta Cultura fue Rímac. A
principios de siglo Uhle fue uno de los primeros en estudiar esta
cultura sugiriéndole un nombre singular Proto
Lima
.

La dificultad que he encontrado es que no hay demasiada
bibliografía acerca de ella, sin embargo trataré
los puntos más importantes.

Contenido

Nuestra ciudad capital, Lima, fue el escenario del
desarrollo de una de las civilizaciones más
enigmáticas de las que se han identificado para el
período de tiempo que se desarrolló entre los
años 200 y 700 d.C.: la Cultura Lima.

Dueños de un medio geográfico dadivoso y
rico supieron aprovechar de manera responsable los recursos
naturales.

En aquel tiempo, Lima distaba mucho de lo que vemos en
la actualidad y, aunque no se crea, tampoco era todo terreno de
cultivo: la realidad era más compleja y Lima tenía
una conjunción de ecosistemas que la hacían un
precioso paraíso en medio del desierto.

No se trataba sólo de extensas áreas de
tierras de cultivo con las sencillas viviendas de los pobladores
lima, además de ello teníamos bosques de guarangos,
taras, molles y diversos árboles frutales; las numerosas
acequias y canales abiertos formaban su propio bosque
ribereño y además los humedales se extendían
en la desembocadura de los ríos y sobre todo en la zona
sur de Lima, en los actuales distritos de Chorrillos y Villa el
Salvador hasta la desembocadura del río
Lurín.

El mar en ese tiempo no se encontraba contaminado y la
presión sobre la biomasa marina era menor: había
gran abundancia de recursos provenientes del mar, va a ser
precisamente la explotación del recurso marino lo que va a
permitir el gran desarrollo de la civilización de los
lima.

Los lima no vivían aislados: existían
varios pueblos desarrollándose en ese mismo tiempo y al
parecer los antiguos limeños no fueron muy afectos a
contactarse con sus vecinos, permanecieron mucho tiempo cerrados
al resto del mundo andino y sólo al final de su historia
empezaron a intercambiar con sus vecinos, Al norte
teníamos a los moches, al sur a los nazcas. Pero estos
pueblos al parecer, no tenían mayor interés de
entrometerse en los asuntos de los lima, sólo al final de
estas sociedades existiría un contacto que les
permitió que se desarrollen ciertas influencias en el arte
y los rituales entre ellos.

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Detalle constructivo de la Cultura
Lima

Ubicación
geográfica

Los lima ocuparon el área del actual departamento
de Lima, entre el desierto costero, las vertientes andinas y los
valles. La adaptación y manejo del entorno
geográfico les permitió la construcción de
aldeas y centros urbano-ceremoniales.

Su núcleo central de desarrollo estuvo localizado
entre los valles del Chillón, Rímac y
Lurin.

Se extendió por el norte hasta el valle de
Chancay y por el Sur por el valle de Mala, por el este hasta las
estribaciones andinas "más allá de Santa
Eulalia".

Se postula que los Lima eran de origen aymara, llegados
a la costa central en una de las olas invasoras con que ese
pueblo asolaba los Andes Centrales desde sus remotos lugares de
origen en Coquimbo, Chile y Tucumán en la Argentina. La
invasión aymara debió realizarse en forma muy
temprana, posiblemente durante las postrimerías de la era
Chavín, pues al principiar el período Floreciente
(200 d.c.) los Lima se encontraban firmemente instalados en la
costa central y ostentando una cultura que, si bien mostraba
puntos de contacto con la Chavín, tenía
características propias que acusaban un largo lapso de
maduración.

El padre Villar Córdoba (1935), uno de los
más importantes estudiosos de la arqueología del
departamento de Lima, demuestra filológicamente el origen
aymara de la mayor parte de las viejas poblaciones de la comarca
limeña. El análisis de la etimología de los
nombres de los asentamientos de la cultura Lima demuestra,
según él, que se tratan de expresiones aymara,
tales como: Cera Hualla (Carabayllo), Copa Cabana, Collique,
Caxamarquilla, Lati, Huachipa, Maranca, Huadca Hualla, Chucuito,
etc.

Además, el arqueólogo ecuatoriano Jacinto
Jijón y Caamaño (1949), en las excavaciones que
llevo a cabo en Maranga en 1925, encontró varios restos
que probarían la filiación aymara de la cultura
Lima. Entre ellos destaca la presencia de varios ceramios en
forma de kero de marcada influencia Tiawanaku, y la existencia de
una balsa de totora típicamente altiplánica,
construida de acuerdo a los procedimientos artesanales más
característicos de esa región.

Jijón y Caamaño (1949), basándose
en el resultado de sus investigaciones, sostuvo que los
proto-limeños, como él llama a los constructores de
las pirámides Maranga, constituían una aristocracia
guerrera foránea que se había impuesto por las
armas a los pobladores originales del valle y los tenía
sujetos a un duro yugo. El hallazgo de un fémur convertido
en arma o instrumento, probablemente trofeo, mediante el
afilamiento de uno de sus extremos, y la existencia de entierros
cuyos restos humanos están incompletos o mutilados,
parecen indicar, efectivamente, que los Lima eran un pueblo
belicoso que tenía costumbres sanguinarias y que
practicaba crueles ritos.

Testimonios arqueológicos
monumentales:

  • Palacio, santuario en el valle de Lurin: templo
    viejo de Pachacamac.

  • Palacio, santuario en el valle del Rímac:
    Pucllana o Huaca Juliana, Catalina Huanca, Cajamarquilla,
    Complejo Maranga o Aramburú, o Huaca san Marcos, Huaca
    Melgarejo o Santa Patricia.

  • Palacio, santuario en el valle Chillón: Huaca
    Copacabana.

  • Palacio, santuario en el valle de Chancay: Cerro
    Trinidad.

  • Canales y Acueductos: "Río de Surco" o Canal
    de Surco, canal de Huatica; acequia de La Molina,
    etc.

Etapas de
desarrollo

Después de la decadencia de Chavín de
Huantar las comunidades aldeanas de la costa central se
dividieron en tres etapas, al ser conquistadas por los
Waris.

Los antropoarqueólogos se han puesto de acuerdo
en que son: "Baños de Boza", "Playa Grande" y "Maranga
– Cajamarquilla Nievería".

PRIMERA ETAPA (Baños de Boza o
Miramar):

El estilo Baños de Boza se impuso en la
cerámica de los alfareros de todas las comunidades
costeñas ubicadas al norte del valle Chillón,
después de que cesó la influencia de la
cerámica de estilo Chavín. De esa época, en
las excavaciones se hallaron restos de huacos, hallado en las
capas más profundas, son las ollas casi globulares con
cuello corto (de abertura dilatada y casi convexa).

SEGUNDA ETAPA (Playa Grande o Tablada)

Se llamó así en relación al sitio
de ese nombre, situado al sur de Ancón.

  • Una cerámica tricolor demostraron progreso
    tecnológico, los alfareros al servicio de los centros
    ceremoniales de esta época fabrican huacos
    finos.

  • La pintura es tricolor: blanca, roja y
    negra.

  • Decoración: figura de peces, serpientes y
    diversas líneas generalmente entrelazadas.

  • La decoración es vistosa, sus colores
    tonantes, le dan vida y alegría.

  • Las paredes de las vasijas son gruesas y la
    superficie poco pulida.

  • El estilo de la cerámica indica la existencia
    cultural: ese estilo se halla desde Lurín, por el sur
    hasta la costa de Chancay, por el norte. Ello significa que
    los reyes de la costa central habían ampliado sus
    dominios.

  • Los reyes agrandan y embellecen santuarios y
    santuarios: ampliaron las edificaciones que se habían
    hecho durante la fase Baños de Boza,
    convirtiéndolas en grandes pirámides de plata
    de forma escalonada.

En esta etapa de su desarrollo, probablemente al
promediar el primer milenio de nuestra era, la cultura Lima
había alcanzado un status importante en el concierto de
los pueblos de la época, pues mantenía relaciones
pacíficas con vecinos tan poderosos y agresivos como los
Moche, Recuay, Huarpa y Nazca, lo que hace suponer que contaba
con una respetable organización bélica. En efecto,
muy grande debió ser el poderío militar de los
Lima, puesto que habían logrado penetrar hasta sitios tan
elevados coma Canta, San Pedro de Casta y Matucana y administrar
el uso de los ríos de los que dependía la
irrigación de los extensos campos de cultivo
costeños. Este hecho expresa claramente el respeto que los
Lima infundían a los belicosos pueblos serranos que
habitaban en las nacientes de los ríos Chillón,
Rímac y Lurín, dado que el control de las aguas era
vital para las culturas agrícolas de la época y,
además, los pobladores de las alturas se tenían
coma dueños de los recursos hídricos que se
originaban en sus territorios.

Años más tarde, perdido el poder que
ejerció la aristocracia militar de los Lima, los
señoríos Yungas del periodo Intermedio. Temprano
tuvieron que aceptar que los Yauyos y los Atavillos controlaran
el curso de los ríos comarcanos y los sometieran a una
dura dependencia. Es de suponer, por tanto, que los Lima lograron
mantener un equilibrio político-militar con sus vecinos
que garantizó un largo periodo de paz regional. Esta
posibilidad tiene fundamento válido en la ausencia,
durante este periodo, de las fortificaciones y amurallamientos
que enmarcaron la inquieta existencia de los curacazgos y
señoríos limeños de siglos
posteriores.

Los Lima, durante esta segunda etapa de su historia,
fueron constructores de grandes obras mediante las cuales
lograron una cobertura territorial que les posibilitó una
eficiente administración y mejor explotación de sus
dominios. Construyeron redes camineras y sistemas de
captación y reparto de aguas, así como numerosos
asentamientos poblacionales de diversos tipos y
categorías.

TERCERA ETAPA

Esta etapa comprende el complejo Nievería,
Cajamarquilla, Early Lima y Maranga. Este último nombre es
el que se usa actualmente.

A partir del año 550 d.C existió este
centro ceremonial, el Complejo Maranga, que gozó de poder
político. El complejo Maranga consta de doce
montículos piramidales de gran tamaño con
decoraciones pintadas. La más importante de todas las
pirámides es la Huaca Aramburú (o Huaca San
Marcos), situada en la actual Universidad de San Marcos.
Orientada de norte a sur, este montículo ha sido destruido
en gran parte por las urbanizaciones.

En Maranga, por ejemplo el conjunto de pirámides
que constituyó el centro ceremonial de la probable capital
de los Lima carecía de defensa alguna, contrastando
notablemente con los restos de la vecina y más
tardía población de Huadtca, en la que los Huallas
encerraron las instalaciones religiosas y administrativas dentro
de un recinto de recios paredones.

  • La textura de la cerámica es tosca, pero con
    el tiempo se va perfeccionando.

  • La cerámica de Maranga es menos fina, los
    diseños son menos complejos que los anteriormente
    descritos en Playa grande.

  • Los motivos son variados.

  • La cerámica se perfecciona y alcanza mayores
    horizontes: el estilo Maranga – Cajamarquilla –
    Nievería, se impuso desde Chancay por el norte hasta
    Mala por el Sur. Por ejemplo: fabrican vasijas lenticulares
    con estrangulamiento en la parte central, parecen dos platos
    hondos unidos por sus bases, tienen asas –
    puentes.

Arquitectura

La costa peruana se ve siempre afectada por un desastre
natural de consecuencias calamitosas y aterrorizantes para la
población de antes y de hoy: los sismos. Para enfrentarse
a este fenómeno destructor los arquitectos Lima crearon,
tras siglos de experimentación, una técnica
constructiva que contrarreste a los sismos y evite o aminore los
daños causados por estos a la arquitectura
monumental.

La manera como lo lograron parece tan sencilla como
lógica aunque requirió gran cantidad de material de
construcción así como inmensas cantidades de mano
de obra. El estudioso Pedro Villar Córdova la llamó
"técnica del librero" por la similitud que tienen los
muros con un estante con libros.

Los adobes se van a colocar de manera vertical, la
argamasa se va a ubicar sólo en la base y en la parte
superior de ellos, es decir, no hay argamasa en los lados de los
adobes creándose espacios vacíos entre ellos, esto
tiene una razón muy importante: de esta manera cuando hay
un sismo los espacios vacíos absorben la energía
evitando que el muro ofrezca resistencia, de esta manera se evita
la rajadura o fractura del muro.

Los muros son más anchos en su base que en la
cabecera de manera que resultan teniendo mayor estabilidad,
recordemos que no se usan cimientos para construir estos muros,
se levantan directamente desde el piso donde se van a ubicar.
Otro detalle importante es que los muros se construyen por
secciones casi independientes, es decir, por paneles de forma
trapezoidal, esto hace que la presión sea mejor repartida
en el muro evitando una sobrecarga excesiva en la
base.

Los resultados de la aplicación de esta
técnica saltan a la vista. Las construcciones del pueblo
Lima continúan desafiando al tiempo y a los
sismos.

Se ven edificios piramidales, los que por sus
dimensiones y características pueden haber
desempeñado una función ritual. Estas
pirámides están edificadas a base de adobes.
Tenemos la Pirámide de Maranga en el Valle del
Rímac, la forma de construcción tiene parecido con
las edificaciones del valle de Moche. Además, las
decoraciones murales le dan cierta prestancia.

En el valle de Chancay, destaca la construcción
de Cerro trinidad, o sea complejo de edificios de antigüedad
que arranca en el formativo tardío.

Desde la época de Uhle se sabe que en las
excavaciones en cerro Trinidad se encontró una pared, un
muro pintado y hecho de adobes en forma de terrones y
diseñada con el tema de pez entrelazado.

En el valle de Chillón en Cerro Culebras
descubierto por el arqueólogo Stumer se ve una
pirámide en la parte superior que contiene unos murales
polícromos. En uno de los frescos se ve un
felino.

Entre todos los restos arquitectónicos destaca la
Huaca Aramburú o Maranga, cerca a la ciudad universitaria
de San Marcos, en la Av. Venezuela. En Miraflores está la
Huaca Juliana y en el valle de Lurín el centro ceremonial
de Pachacamac que constituyó uno de los más grandes
anhelos de Tello para reconstruirla.

Templo Cerro
Culebras

La huaca situada en las faldas del Cerro Culebras, en la
margen derecha del Chillón, es un hermoso edificio de
forma piramidal, constituido por varios cuerpos que se escalonan
hasta rematar en una plataforma superior a la que se asciende por
medio de una escalinata central.

En dicha plataforma existía un mural, de
aproximadamente 65 m de largo, que representaba un conjunto de
peces o serpientes entrelazadas en el más puro estilo
Playa Grande. La composición, como es
característica de ese estilo, acusaba la influencia del
arte textil en la geometrización de los diseños y
en el escalonamiento de ciertas líneas que rememoraban el
entrecruzamiento de las tramas y urdimbres textileras. Los
dibujos estaban encerrados por gruesas líneas oscuras que
delimitaban las áreas de color, pintadas con ocres,
sepias, naranjas, rojos y blancos y hacían resaltar las
figuras contrapuestas y complementarias de los extraños
seres a quienes, quizás, rendían culto los
"limeños" de la época.

La pirámide de Cerro Culebras está
encerrada dentro de un amplio recinto, en cuyo lado izquierdo
existen restos de habitaciones de planta rectangular que
posiblemente fueron sede de los servidores del
monumento.

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Templo Culebras

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Foto aérea del Cerro
Culebras

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Mural del Cerro Culebras

Huaca
Trujillo

La Huaca Trujillo está situada en la margen
derecha del río Rímac, cerca de la antigua
población de Cajamarquilla, y es llamada así porque
su forma de pirámide tronco-cónica recuerda la
típica volumetría de los monumentos Moche de la
costa norte. Es posible que efectivamente haya habido influencia
Moche durante los primeros tiempos del desarrollo de la cultura
Lima.

La Huaca Trujillo, por lo temprano de su
edificación, debe haber conformado parte de la primera
ocupación de Cajamarquilla, constituyendo el centro de un
conjunto de pequeñas construcciones que existen en las
cercanías.

La construcción durante esta etapa de la cultura
Lima fue bastante heterogénea, estando al parecer en busca
de una expresión propia que le permitiera satisfacer las
necesidades técnico-funcionales que planteaba la
arquitectura de los nuevos monumentos. Tenemos así que
como materiales constructivos se usaban desde piedra
rústica hasta tapiales, pasando por adobitos de distinta
forma y tamaño. En general, los grandes edificios eran
construidos mediante gruesos elementos de contención que
encerraban masas de relleno para conformar plataformas tronco
cónicas, sobre las que se construían otras en forma
escalonada, complementándose la construcción con el
empleo de tapiales y adobes.

Los edificios menores, para fines habitacionales o de
servicios, se siguieron construyendo en la forma ya descrita para
los inicios del Periodo.

Luis Stumer (1954), al aplicar a la cultura Lima el
esquema de clasificación que Richard Schaedel (1951)
había elaborado para los centros ceremoniales y
poblacionales de la costa norte, llegó a determinar varios
patrones de asentamientos que podemos reducir a los siguientes
ejemplos (Agurto Calvo y Pazos 1982):

Huaca TrujilloMonografias.com

CENTROS CEREMONIALES.- Constituidos por "uno o
varios templos-pirámides, las huacas, a veces con ciertas
construcciones menores en la vecindad, que pueden haber servido
coma barrios de viviendas para una población limitada".
Típicos ejemplos de estos centros son: el conjunto llamado
Copacabana, situado en las cercanías del cementerio del
actual pueblo de Puente de Piedra y el grupo ubicado en los
terrenos del Centro de Instrucción de la Guardia
Republicana, ambos localizados en la margen derecha, del
río Chillón; los conjuntos Maranga, Huaca Juliana y
Vista Alegre, situados en la margen izquierda del río
Rímac, así coma el de Nieveria, ubicada en la
ribera derecha del mismo río, y el conjunto Max Uhle,
ubicado en el sector sur-oeste del complejo de Pachacámac,
en la margen derecha del río Lurín.

CENTROS URBANOS PROFANOS.- Constituidos "por
densas acumulaciones extensas de cimientos de casas,
depósito de basuras, etc., con estructuras de alto grado
de construcción". Entre los pocos ejemplos de este tipo
que han llegado hasta nosotros, se pueden destacar: el
asentamiento temprano de Cajamarquilla yel poblado de San Juan,
en las márgenes derecha e izquierda del Rímac,
respectivamente, y la extensa zona de ocupación
poblacional existente al oeste del conjunto monumental de
Pachacámac, en la cuenca del río Lurín, coma
ya se ha indicado.

UNIDADES AISLADAS.- Constituidas por estructuras
que "representan (una respuesta a) casi todos los tipos de
necesidades funcionales de pequeños grupos de
población". Estas unidades pueden ser pequeños
conjuntos habitacionales, atalayas y fortificaciones militares,
cementerios, depósitos, corrales, etc.

Entre las muchas estructuras de este tipo son dignas de
recordarse: la Huaca Zancudo, en el lado izquierdo del río
Chillón; el templete situado en el Parque Zonal
Túpac Amaru y los numerosos montículos ceremoniales
ubicados en el conjunto Maranga, todos ellos en la margen
izquierda del río Rímac; y el pequeño templo
localizado frente al museo de sitio de Pachacámac y la
estructura circular conocida coma Urpiwachac, colindante con las
instalaciones de la Mamacuna y ubicada, también, dentro
del mismo conjunto ceremonial. .

Todos los asentamientos citados están ubicados en
la parte baja y media de los valles comarcanos, en terrenos
amplios y llanos que facilitaron un vasto y económico
desarrollo urbano.

Naturalmente, los Centros Ceremoniales eran los
conjuntos más importantes y su ubicación,
cuidadosamente escogida, permitía servir eficazmente la
porción de territorio cuya atención le estaba
encomendada. Como ya se ha indicado, los Centros Ceremoniales
tenían funciones tanto religiosas como administrativas y
estaban constituidos por una o varias pirámides centrales,
por algunos edificios dedicados al servicio de dicho
núcleo y por sectores habitacionales organizados en
barrios y ubicados alrededor del centro monumental.

El núcleo del Centro Ceremonial estaba conformado
por una pirámide escalonada en los asentamientos
más tempranos y por varias pirámides en los
conjuntos pertenecientes a la etapa posterior, salvo excepciones
como la Huaca Juliana y la pirámide de Nieveria. Todos los
demás Centros, correspondientes al estilo cerámica
Maranga, tenían más de una pirámide a guisa
de núcleo central.

Por ejemplo: el Centro Ceremonial ubicado en los
terrenos de la Guardia Republicana tiene cuatro grandes
montículos delimitando un espacio central y dos de ellos
muestran todavía las terrazas que conformaban los lados
escalonados de las pirámides originales, cuyas plataformas
superiores se encuentran a 9 y 12 mt. De altura sobre el nivel
del terreno natural. El Centro Ceremonial de Vista Alegre tiene
una enorme pirámide central de forma escalonada, conocida
como la Huaca de Catalina Huanca, que está rodeada por
seis montículos ceremoniales bastante más
pequeños.

El Centro Ceremonial de Maranga tiene un núcleo
central constituido por seis montículos artificiales que,
en su mayoría, han tenido la típica forma de
pirámide escalonada. Este conjunto tiene especial
importancia porque parece haber sido sede del gobierno de los
Lima y porque las pirámides que constituyen su
núcleo central se hallan entre las más grandes y
vistosas de la comarca.

La mayor de ellas, la Huaca Maranga, también
llamada Concha o Aramburú, tiene, a pesar de la
destrucción de que ha sido objeto, 270 mts. de largo, 100
mts. de ancho y 15 mt. de altura, y la huaca que se halla al
norte de la misma, sobre la que se ha cometido el vandalismo de
construir el estadio de la Universidad de San Marcos, no le va a
la zaga en cuanto a dimensiones se refiere. Las otras huacas que
contribuyen a formar el núcleo central del conjunto son
mucho más pequeñas que las citadas y son cuatro, a
pesar de que volumétricamente aparentan ser solo
tres.

Efectivamente, las excavaciones efectuadas por
Jijón y Caamaño (1949) en la llamada Huaca
Middendorf demostraron que en realidad dicho montículo
estaba constituido por dos huacas cercanas, cuyo avanzado estado
de destrucci6n las había confundido en un solo volumen.
Todas las huacas del conjunto que han sido objeto de
investigaciones arqueológicas han mostrado tener la
volumetría típica de las pirámides
escalonadas de la cultura Lima, por lo que es de esperar que los
dos montículos que todavía no han sido explorados
tengan también igual forma.

El Centro Ceremonial de Maranga debe de haber tenido una
gran importancia y albergado una cuantiosa población, dado
que los restos de monumentos pertenecientes a la cultura Lima
cubren una extensa área. Además de las huacas
citadas, existen no menos de una docena de restos, esparcidos por
los terrenos de la antigua Hacienda Pando en torno del
núcleo del Centro Ceremonial. Algunos de estos restos son
muy voluminosos, coma los montículos situados al lado este
de la actual avenida Riva Agüero, y deben haber conformado
los centros comunales de los barrios integrantes de la trama
urbana de la población. Naturalmente, de esos conjuntos
habitacionales no queda huella alguna. La actividad de los
posteriores ocupantes del Centro Ceremonial destruyó las
endebles construcciones habitacionales de la capital de los Lima
y la secular acción del tiempo ha terminado de borrar los
vestigios sobrevivientes a dicha reocupación.

Dado que no son muchos los estudios arqueológicos
efectuados en el sitio, no se conoce cuál ha sido la real
presencia de los Wari en el área del Centro Ceremonial, o
sea el tipo de ocupación que se dio en dichos terrenos
durante el Horizonte Medio, pero no hay lugar a dudas de la
intensa actividad constructiva que llevaron a cabo los Yungas del
periodo siguiente. Es evidente que la mayor parte de los restos
existentes en el llamado Parque Arqueológico Maranga
pertenecen al Periodo Intermedio Tardío o de los Reinos y
Confederaciones y que sus constructores fueron la etnia de los
Huallas. Chayavilca fue el nombre de la población que se
asentó sobre los restos de la capital de los Lima,
recuperando alguno de sus monumentos, destruyendo la
mayoría de los mismos y construyendo infinidad de nuevos
edificios de acuerdo al gusto y a las necesidades del momento. El
centro de la nueva población debe haber sido el gran
recinto situado al sur-oeste del núcleo ceremonial Lima
que encierra entre altos y gruesos paredones a muchas
construcciones, entre las que destaca por su monumentalidad y
belleza la huaca conocida con el nombre de La Palma.

En el Parque Maranga nos encontramos, pues, ante dos
tipos de arquitectura y de planteamiento urbano claramente
distinguibles el uno del otro, por lo que no es admisible la
confusión reinante respecto a la filiación cultural
de los monumentos existentes en el sitio. Con relación a
ello, acabaremos de precisar, ahora, las características
de la arquitectura Lima y nos ocuparemos de la obra de los
Huallas en el momento oportuno.

La arquitectura Lima se distinguió por la
existencia de grandes edificaciones piramidales hechas con
pequeños adobes denominados "adobitos" aunque,
también se utilizó el tapial. Del período
Lima Medio destacan sitios como Cerro Culebras en el
Chillón que presentaba pinturas murales con
representación de seres fantásticos con rasgos
felinos y antropomorfos, y Maranga en el Rímac; del Lima
Tardío los asentamientos del valle medio del Rímac,
como Cajamarquilla, y Catalina Huanca, además de Maranga y
Pucllana en el Rímac.

Pirámides
escalonadas

Las Huacas o monumentos religioso-administrativos de la
cultura Lima son, esencialmente, pirámides escalonadas de
planta rectangular y sección trapezoidal, Están
conformadas por varios cuerpos tronco-piramidales que se enciman
uno sobre otro, en orden volumétricamente decreciente, de
manera que establecen un juego de terrazas perimétricas y
producen la impronta que es característica de los
monumentos Lima.

Los volúmenes de esos cuerpos son siempre largos
y achatados, siendo la superposición de varios de ellos la
que origina la monumentalidad del conjunto. Esta se
acentúa cuando en alguno de los lados de las
pirámides los volúmenes parciales no se retiran
para formar terrazas escalonadas, sino que se ordenan de acuerdo
a la inclinación de la pared de la base formando un
impresionante talud de muchos metros de altura. Frecuentemente de
la masa piramidal, de planta sensiblemente rectangular, se
proyectan unas cortas y bajas plataformas, a veces muy amplias,
que parecen ser atrios de ingreso al monumento o escenarios para
la realización de actos rituales.

Aparentemente el acceso a la plataforma superior no se
realizó directamente mediante grandes rampas o escaleras
como en las pirámides Moche, sino por intermedio de un
sistema de circulaciones verticales que paulatinamente iba
ascendiendo de un nivel a otro. En la terraza superior de la
pirámide se encontraban las construcciones destinadas al
culto y en las plataformas inmediatas deben haberse situado las
edificaciones destinadas a alojar a los encargados de administrar
las funciones cívico-religiosas del monumento, así
como los almacenes y depósitos del mismo.

En los flancos inferiores de las pirámides
existen restos de pequeños y ricos cementerios Lima, con
ofrendas cerámicas de tipo Playa Grande y Maranga, y en
los alrededores de muchos de dichos monumentos se hallan extensas
zonas de entierros pobres con asociaciones del estilo Blanco
sobre Rojo, pertenecientes, según parece, al común
dominado por la aristocracia gobernante.

Las pirámides están conformadas por
grandes masas constructivas sin ningún vacío en su
interior; en las excavaciones practicadas por Jijón y
Caamaño (1949) y Alfred Kroeber (1951), no se halló
vestigio alguno de la existencia de cuartos o galerías
subterráneas en el seno de los monumentos. Como ya se ha
indicado, el método de construcción empleado
consiste en la edificación de volúmenes
tronco-piramidales que se superponen reduciendo sus dimensiones
conforme crece el edificio. Los elementos de contención de
los cuerpos piramidales están formados por gruesos muros
de sección trapezoidal, constituidos con pequeños
adobes asentados con espesas capas de barro.

Los típicos adobitos Lima o Maranga tienen en
promedio de 18 cm. de altura, 13 cm. de ancho y 8 cm. de espesor
y usualmente se aparejaban poniéndolos verticalmente de
canto, como libros en una estantería, aunque
también se les usaba colocándolos horizontalmente
sobre el canto mayor. Cada tres o más hiladas de adobitos
puestos de canto se colocaba una hilera de adobes asentados sobre
el lado más ancho, a la manera de un aparejo de soga, con
la finalidad de reforzar, trabándoles horizontalmente, las
masas de adobitos de canto. La yuxtaposición en
profundidad de estas hiladas de adobitos permitía
construir los voluminosos elementos de contención que
constituían los muros perimétricos de los recintos
que, rellenos con piedras y barro, conformaban las plataformas
piramidales.

Obviamente, las construcciones menores edificadas sobre
las terrazas de las pirámides tenían el mismo
patrón de diseño y construcción que
caracterizaba a las viviendas de los Lima o sea muros de adobe y
techos de madera, carrizo y barro.

La cultura Lima desaparece alrededor del 700 d.C. Su
desaparición, casi súbita, parece haberse debido a
una invasión, probablemente de los Wari, que
destruyó muchos de los monumentos Lima. Max Uhle (1908)
sostiene que el Centro Ceremonial de Maranga fue destruido en esa
forma y que el Santuario de la Huaca Aramburú muestra
indicios de haber sido arrasado violentamente, y de que la
cerámica que se encontraba en su interior fue rota
exprofeso y sus restos esparcidos por los alrededores.

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Pirámide con rampa Catalina Huanca
en el valle del Rímac.

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Huaca Aramburú, cortada por la Av.
Venezuela

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Huaca Aramburú

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Huaca San Marcos

Las
Tumbas

Alfred Kroeber, entusiasta arqueólogo
estadounidense, realizó trabajos muy laboriosos, que al
fin coronó sus esfuerzos. Encontró tres tumbas. Uno
de los cadáveres que parecía pertenecer a un
régulo estaba bien cuidado y ornamentado, en tanto que
otro, parecía decapitado, con los brazos mutilados y por
último el tercer cadáver, estaba
descuartizado.

Los entierros se hacían en hoyos de cierta
latitud, para que pudiera contener el cadáver extendido de
cúbito dorsal.

Los entierros de Playa Grande y Maranga ostentan pocas
ofrendas. En cambio estaban acompañados de muñecos
de trapos que obedecería a fines rituales, también
acompañan al cadáver unas canastas.

Los tejidos sugieren cierto desarrollo
artesanal.

Asimismo, los entierros prueban fehacientemente que los
Lima creían en una existencia ultra terrena, pues los
muertos eran enterrados con una serie de objetos que les hiciera
llevadera la vida en el más allá y a los jefes y
dignatarios se les enterraba junto con sus mujeres y siervos.
Esta costumbre fue reemplazada por la de acompañar al
difunto con muñecos o idolillos, de trapo o arcilla, en
sustitución de los sacrificios humanos originales. Los
muertos antes de ser enterrados eran expuestos a la intemperie
por largos periodos, posiblemente para lograr la
desecación de los restos, y se les sepultaba extendidos en
parihuelas de madera, fuertemente sujetos a ellas y envueltos en
largos lienzos de algodón. El cadáver generalmente
estaba tendido boca abajo pero en algunos casos se les encontraba
de espaldas, siendo posible que la posición marcara una
diferencia de rango o alcurnia.

Los entierros de los hombres y mujeres de la cultura
Lima resaltan por su sencillez y carácter extremadamente
humilde, al parecer existe una concepción en la vida de
esta gente que exige una vida humilde, la cual se manifiesta
también en la manera como ellos se presentan a la otra
vida, a la cual con certeza esperaban llegar pues se enterraban
acompañados de algunas ofrendas de objetos
utilitarios.

Un entierro de la cultura Lima típico consiste en
un cuerpo extendido envuelto en telas sencillas portando talvez
alguna vestimenta o prendas en la cabeza como vinchas que son
colocados sobra una camilla de cañas y madera; esto se
deposita en la tumba acompañado de algunos objetos que la
persona usó en vida o de vasijas en miniatura.

Esto no debe llevar a pensar que Pucllana fue un
cementerio, pero, el extremo sur de la pirámide
funcionó como tal, al parecer esta parte del edificio
antes de ser remodelada sirvió de cobijo a miembros de la
elite que tuvieron el privilegio de ser enterrados
allí.

Pero, hay otro tipo de entierros: los sacrificios
humanos. Antes de empezar el relleno de las construcciones se
realizan sacrificios humanos de mujeres jóvenes y sus
cuerpos (en ocasiones mutilados o decapitados) se depositan sobre
los pisos, en algunos casos se tiene también sacrificios
de niños pequeños. Estos entierros no son colocados
en camillas ni poseen ofrenda alguna, ya que, ellas mismas son
las ofrendas a la arquitectura.

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Vista aérea de la Huaca
Juliana

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Religión

Poco se sabe de la religión que profesaban los
Lima, pero a juzgar por la decoración de ceramios y
textiles ella debe de haber estado relacionada con el mar, como
solía suceder en la mayor parte de los pueblos antiguos
radicados en la Costa. La presencia constante de peces y otros
seres marinos en la decoración del estilo Entrelazado o
Playa Grande, característico de los primeros tiempos de
esta cultura, puede deberse a la existencia de un culto marino.
También es probable que los Lima prestaran alguna
adoración a los astros o constelaciones que creían
asociados a la fecundidad y a la mayor producción de los
campos agrícolas y que dicho culto se rindiera desde lo
alto de las monumentales pirámides
ceremoniales.

La Gran
Pirámide Ceremonial pucllana

La Gran Pirámide constituye el núcleo
central del centro Ceremonial. Es una estructura piramidal trunca
y escalonada, su forma alargada parece imitar el perfil de la
Isla San Lorenzo, la cual se puede apreciar desde la parte alta
de la pirámide.

La Gran Pirámide es el resultado de la
superposición de numerosas construcciones que se van
rellenando a medida que van siendo clausuradas; con esto podemos
entender que estas construcciones no poseen pasadizos internos ni
cámaras secretas, pues todo es rellenado para volver a
construir encima.

Desde su altura era posible divisar todo el escenario
geográfico donde el sitio se asienta: Al oeste el litoral,
al este los cerros y las lomas, al norte y al sur más
cerros; y, directamente relacionado al sitio extensas
áreas agrícolas salpicadas de pequeñas
viviendas de agricultores.

La Gran Pirámide está compuesta por siete
plataformas escalonadas: la primera de ellas ya no existe: fue
destruida durante los trabajos de urbanización de la zona,
sin embargo las otras seis permanecen. Cada una se encuentra a
más altura que la anterior a excepción de la
sétima que es más baja que el resto.

En cada una de las plataformas se encuentra una plaza
que ocupa todo el ancho de la pirámide formada por
banquetas en los lados sur y oeste a las cuales se accede por
medio de escalinatas y rampas. En el medio de la plaza se
encontraban grandes cantidades de postes de madera de guarango
alineados, su función aparente es la de sostener un techo,
pero, creemos que su función mas bien estuvo ligada al
culto; es probable que hayan representado ancestros de familias o
comunidades y en retribución a los servicios prestados al
centro ceremonial por sus descendientes estos postes ancestros
hayan recibido distintos tratos; decimos esto pues algunos postes
se encuentran en buen estado de conservación mientras que
otros han sido quemados, rotos o cortados, de la misma manera que
algunos poseen numerosas ofrendas en su base.

Otro rasgo bastante peculiar de estas plazas es la
presencia de pequeños hoyos que contienen pequeñas
ofrendas que consisten en pescados pequeños, moluscos,
cuarzos, agujas, hilos entre otros; es probable que se traten de
ofrendas realizadas por los numerosos trabajadores que
participaban en el relleno de las plazas cuando estas quedaban en
desuso, esto por la gran cantidad de hoyitos de ofrenda que
aparecen, estos no son decenas ni cientos, son miles.

Pero, el pueblo sólo podía acceder a la
pirámide en esas ocasiones, lo normal es que
después es que esto sea privilegio de sólo los
miembros de la elite sacerdotal que realizaba las labores del
culto y administraba la tributación que se entregaba al
sitio. Para el pueblo se tenían las grandes plazas de la
parte baja que, prácticamente forman una unidad con la
pirámide y el sistema de acceso en rampas.

Estas grandes plazas tienen la forma de una letra "L"
invertida, pudieron albergar a miles de personas que seguramente
asistirían de esa manera a las festividades religiosas que
el centro ceremonial indicaba así como para realizar
trueques e intercambios. Los muros que forman esta plaza tienen
casi cuatro metros de altura, no poseen acabado alguno en
superficie y los adobes así como la técnica
constructiva de paneles en trapecios.

La importancia de estas plazas fue muy grande, antes de
ser rellenadas se realizaron numerosos sacrificios humanos de
mujeres que fueron depositados allí antes que el integro
del relleno sea depositado. Se trata de mujeres jóvenes
escogidas, probablemente dedicadas a actividades de
textilería.

Es probable que estas actividades ligadas a la
textilería hayan tenido mucha importancia para los Lima.
La pirámide posee abundante evidencia de la
realización de textiles en algunas partes de ella: agujas,
hilos, algodón, restos de telares aparecen entre los
rellenos y restos de rituales realizados antes de rellenar los
ambientes en cada remodelación.

Partes: 1, 2

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