Monografias.com > Agricultura y Ganadería
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Diferentes dosis de humus de lombríz en la elaboración del sustrato



Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Revisión
    Bibliográfica
  4. Materiales y
    métodos
  5. Resultados y
    discusión
  6. Conclusiones
  7. Recomendaciones
  8. Bibliografía

Resumen

La Investigación se realizó en el
período comprendido entre los meses de enero y abril del
2011, llevándose a cabo en el vivero de Vicana Abajo
perteneciente al área de manejo de Santa María de
la UEB Silvícola, Media Luna, Granma. El mismo se
realizó con el objetivo de evaluar 3 dosis de humus de
lombriz en la preparación del sustrato para determinar la
más adecuada. En la investigación se evaluaron las
variables relacionadas con el sistema radical, grosor del tallo,
altura y follaje, con mediciones a partir de los 30 días
después de la germinación hasta los 90 días,
para ello se utilizaron instrumentos como cinta métrica,
regla graduada y pie de rey además del método
visual, los datos fueron procesados con el paquete
informático ESTATISTICA con un análisis de varianza
doble, donde se pudo comprobar la norma más eficiente que
posibilitó una mejor estructura y textura del sustrato,
permitiendo una mejor supervivencia y calidad de las posturas. Lo
cual arrojó que el sustrato formado por humus de lombriz
al 30 % con tierra al 70 % mostró los mejores resultados
con una supervivencia de un 97 % y un mejor comportamiento en
cuanto al grosor del tallo, además se logro un mayor
potencial de desarrollo en el tratamiento 3, obteniéndose
plantas que cumplen con los requerimientos técnicos en
cuanto a la altura, el grosor, la cantidad de hojas y
tamaño de la raíz.

Summary

The research was conducted in the period between the
months of January 2010 to April 2010, and was carried out in the
nursery at Vicana below belongs to the area of management of
Santa Maria of the EVANGELICAL USE Forestry Crescent ranma. The
same was carried out with the objective of evaluating 3 doses of
earthworm humus in the preparation of the substrate in order to
determine the proper. In the research were evaluated the
variables related to the root system, stem thickness, height and
foliage with measurements from 30 days after germination and 90
days, were used as instruments measuring tape, graduated ruler
and vernier in addition to the visual approach, the data were
processed with the software package ESTATÍSTICA With an
analysis of variance double, where it could verify the more
efficient rule that allowed a better structure, and texture of
the substrate, allowing for a better survival and quality of the
positions. Which showed that the substrate composed of earthworm
humus to the 30 with land to the 70 % bankrupt daewoo motor the
best results with a survival of 97 % and with a better behavior
in terms to the thickness of the stem and in addition are
achieving greater growth potential in the treatment 3. Obtaining
plants that meet the technical requirement with regard to the
height, thickness, the amount of leaves and size of the
root.

Introducción

El descubrimiento de la Caoba hondureña
(Swietenia macrophyllai) se remonta a la primera mitad
del Siglo XIX, cuando se desarrolló una agresiva actividad
comercial por parte de varias empresas mercantes inglesas que se
expandieron a todo lo largo y ancho del corredor costero
conformado por Honduras, Honduras Británica -hoy Belice- y
península de Yucatán, con la misión
específica de buscar, encontrar y explotar todas las
maderas preciosas que encontraran, especialmente la
auténtica "West Indies mahogany" o Caoba Antillana
(Swietenia mahagoni), la cual jamás hallaron pues
sólo se encuentra en Las Antillas y en el extremo sur de
lo que hoy es Florida. (Whitmore, 1983).

En su lugar esta expedición encontró
selvas enteras de una nueva especie forestal cuyo árbol y
madera se asemejaban en grado sumo a la anterior especie, por lo
que para evitar confusiones fue bautizada y reconocida como
Honduras Mahogany o Caoba Hondureña.

El nombre Caoba se emplea para una gran variedad de
árboles porque cualquier madera con este nombre es bien
recibida por el consumidor. La Caoba Blanca, la Caoba Filipina,
la Caoba de Pantanos y la Caoba Real, entre otras, provienen de
árboles muy distintos de los que proviene la Caoba que
crece en Puerto Rico: Caoba Dominicana (Swietenia
mahagony
), Caoba Hondureña (S. macrophylla)
y el híbrido entre ambas, conocido como Caoba
Híbrida o Caoba Santa Cruz. La Caoba es un árbol
caducifolio, grande, capaz de alcanzar los 150 pies de altura,
con tronco de 6 pies de diámetro. La Caoba
Hondureña crece más rápido que la
dominicana, la que con el tiempo alcanza un gran tamaño.
Se caracteriza por su copa densa, extendida, en la Caoba
Hondureña y redondeada en la dominicana; su corteza
grisácea y agrietada que se desprende en placas; sus hojas
compuestas por hasta 12 hojuelas; abundantes florecitas amarillas
verdosas que perfuman el aire; sus frutas capsulares duras. La
Caoba Hondureña tiene hojas grandes y el híbrido
las tiene intermedias, lo mismo sucede con las frutas y las
semillas. Las hojas se tornan amarillas hacia finales del
otoño; con la caída de la mayoría de las
hojas, las frutas se abren para liberar las semillas, que se
dispersan con el viento girando como aspas de helicóptero.
Después aparecen las hojas nuevas, seguidas por las
flores. Las Caobas del Recinto Universitario de Mayagüez
completan este proceso generalmente entre enero y
abril.

La Caoba Hondureña es el árbol nacional de
Belice. (Whitmore, 1983). La Caoba Hondureña
(S. macrophylla King), que es nativa del continente de
América, especialmente tropical. Se reproduce en regiones
húmedas tropicales desde alrededor de los 22° de
latitud N en el lado atlántico de México a
través de Centroamérica y de Sudamérica
hasta alrededor de los 22° de latitud S en Bolivia. Es
actualmente la fuente principal de madera, pero en la Florida se
encuentra ocasionalmente y solamente como un árbol de
espécimen. La Caoba del Pacifico (S. humilis
Zuccarini) se distribuye al lado de las áreas costeras
pacíficas de México hasta Costa Rica (Snook,
1993).

Las Caobas verdaderas son quizás los
árboles maderables tropicales más importantes del
mundo. La madera se usa principalmente como madera de gabinete.
Durante la época de la colonia en el Caribe, la Caoba
Antillana fue explotada extensivamente y después la Caoba
Hondureña. La misma es la especie forestal latifoliada del
bosque húmedo tropical más fuertemente explotada
tanto de manera legal, como ilegal, a su vez es un ecosistema
rico en composición florística y biodiversidad y
juega un papel estratégico como parte integral del
Corredor Biológico Mesoamericano (CBM). Este corredor
conecta las dos grandes masas continentales del norte y sur de
América. Atlántico de Honduras. (Salas,
1993).

Cuba cuenta con las condiciones climáticas
necesarias para fomentar el desarrollo de esta especie, se
encuentra dentro de las prioridades de las especies a reforestar,
por sus bondades y las características que posee. En la
provincia Granma, particularmente en el municipio de Media Luna,
el cual cuenta con las condiciones óptimas para su
desarrollo existen deficiencias para el manejo en viveros , por
tal razón el autor de esta investigación se propone
resolver el siguiente problema: Existe desconocimiento de
las dosis adecuadas del humus de lombriz a utilizar, lo cual ha
traído como consecuencia que en muchas ocasiones las
plantaciones no se encuentren en optimas condiciones, trayendo
consigo la disminución de la supervivencia, la
producción de posturas de Caoba Hondureña
(Swietenia macrophylla). Planteándose la siguiente
hipótesis: aplacándose dosis adecuadas del
humus en el término de tres meses se logra alcanzar un
buen desarrollo en el sistema radical, en vigor del tallo, en
altura y en el follaje con la utilización de la dosis
adecuada. A partir de la utilización de las diferentes
normas de humus de lombriz traza como objetivo general:
seleccionar la dosis adecuada para que en el término de
tres meses esta especie alcance su mayor desarrollo.

Objetivos específicos:

  • Determinar la norma idónea de humus de
    lombriz para la mezcla de sustratos.

  • Alcanzar el máximo potencial de desarrollo
    general de la postura de caoba hondureña.

Revisión
Bibliográfica

2.1 Generalidades de la Caoba
Hondureña.

Estudios llevados a cabo sobre la estructura poblacional
horizontal y vertical de la caoba han demostrado consistentemente
que la mayoría de los árboles existentes
representan una clase, son coetáneos y presentan
tamaños similares, otras clases están pobremente
representadas dentro de estos estándares. (Rico,
2005).

Los árboles maduros de Caoba se encuentran
diseminados en la zona, formando manchas en los bosques
naturales, lo que en resumen significa que considerando grandes
superficies, se hallan en densidades inferiores a un árbol
por hectárea. Tiende a crecer en grupos formados por
algunas centenas de árboles maduros, intercalados por
extensas áreas de bosques en los cuales no se encuentra
dicha especie. Los primeros colonizadores europeos en
América Central asociaron a la Caoba con los cursos de
agua de los ríos que desembocan a la costa
atlántica de Belice. La proximidad con los ríos
facilitó la explotación y la exportación de
esta especie hasta llegar al agotamiento de las reservas
naturales. (Rico, 2005).

La especie es marcadamente caducifolia, lo cual
significa que bota o se desprende de su follaje durante la
estación seca, y el árbol se mantiene así
completamente desnudo durante 3 ó 4 meses. Curiosamente,
el nuevo follaje aparece masiva y repentinamente no al inicio de
la estación lluviosa como sería lógico
suponer, sino más bien unas semanas antes justo en la
época más seca y más caliente de la
estación estival. (Salas, 1993).

Clasificación
taxonómica

Clase. Magnoliopsida

Orden. Sapindales

Familia. Meliáceas

Género.
Swietenia

Especie. Swietenia macrophylla G.
King

5

2.2 Distribución natural
geográfica.

S. macrophylla es la especie del género
que tiene el área de dispersión más extensa.
Por lo que la especie se le encuentra en las zonas húmedas
y subhúmedas, desde el sur de México (Oaxaca,
Veracruz, Tabasco y al sur de la Península de
Yucatán); en las vertientes del Atlántico de
América Central, desde Belice hasta Panamá; en
Venezuela, Colombia y en parte de la Región Alta del
Amazonas, en Perú, Bolivia y Brasil. Su presencia en el
Amazonas es abundante.

La caoba ha sido introducida con buen suceso en el sur
de la Florida, Puerto Rico, Islas Vírgenes, Cuba, Trinidad
y Tobago, la India y otros países tropicales. (Rico,
2005).

Hábitat y
ecología.

En la Región Atlántica de Honduras, la
Caoba se encuentra desde el nivel del mar hasta los 600 – 800
msnm; se le encuentra en suelos profundos y semiprofundos,
pedregosos, bien aireados, de buen drenaje, de pendientes
moderadas a abruptas, de climas lluviosos con inviernos lluviosos
y generalmente en asocio con otras especies forestales
importantes. (Maca 1998).

Los extremos tolerables de temperatura y altitud para el
cultivo de la Caoba, fluctúan entre los 12ºC a los
37°C y 0 a 1.400 msnm. La mínima precipitación
anual aceptable es de alrededor de 800 mm por año, y puede
ser cultivada en regiones con precipitaciones hasta los 5.000
mm/año. De hecho las plantaciones con más alto
rendimiento son encontradas en regiones con precipitaciones
mayores a 2.000 mm/año.

Una región con una precipitación total
alta, pero con una larga estación seca puede ser menos
adecuada para la Caoba que una región con precipitaciones
bajas y estación seca corta; la especie puede tolerar una
estación seca de hasta cuatro meses, la estación
seca más larga reportada en un país donde crece la
Caoba es de 5 meses, pero las tasas de crecimiento durante largos
períodos secos son bajas. El incremento medio del
diámetro en un año seco en Sri Lanka fue solo de
2-3 mm; lo esperado sería 8-10 mm, en un año
normal. Las plantaciones en regiones con estaciones secas largas,
no tendrán una alta productividad. (Rico,
2005).

Suelos

Los árboles de Caoba requieren suelos con buenas
características agrológicas (fértiles,
profundos y bien drenados) para tener un óptimo
desarrollo, turnos de rotación entre 25 y 50 años;
pero también crece en suelos aluviales, arcillosos y
pesados, lateríticos, superficiales tipo rendzina y no
tolera anegamientos. (Cairo y Fundora 2002).

En Indonesia, ha sido ampliamente reportado que la Caoba
crece bien en suelos infértiles. Los suelos considerados
más óptimos no han producido crecimiento en altura
significativamente más rápido que en suelos menos
fértiles. Sin embargo la Caoba puede desempeñarse
mejor que otras especies en suelos estériles, las especies
parecen preferir suelos bien drenados y fértiles. El PH
del suelo preferido fluctúa de alcalino a neutral (6.0 a
7.5). Se piensa que el sistema radicular profundo de la Caoba
provee un efectivo medio de estabilización del
suelo.

Experimentos sobre la erosión bajo diferentes
tipos de vegetación revelaron, que las tasas de
erosión del suelo bajo la Caoba fueron las más
bajas. La topografía del sitio de plantación
está estrechamente vinculada a las variables de
profundidad del suelo y drenaje. Su desarrollo óptimo se
produce en suelos profundos, fértiles y bien drenados. El
árbol no tolera el anegamiento. Además esta especie
crece en tierras bajas tropicales, hasta unos 1000 m sobre el
nivel del mar.

En Cuba es común encontrar la Caoba
Hondureña en suelos vertisuelos (gleysosos y oscuros
plástico), aluviales y hasta en los fersialíticos
cálsico, predominantemente en los suelos aluviales:
(Navarro. C. Hernández .M, 1998).

2.3 Características de los suelos
aluviales.

En estos suelos es característica la ausencia de
horizontes genéticos bien definidos. El Ph, la
saturación o la carbonatación, la capacidad de
cambio y otras propiedades son variables entre amplios
límites, principalmente en relación con el material
de origen, así como, las condiciones de
sedimentación. (Cairo y Fundora, 1992).

Los suelos aluviales: son pocos diferenciados, solo el
horizonte húmico se diferencia, contienen no menos del 3 %
de materia orgánica con una profundidad de 15 cm o
más. A este pertenecen los suelos de la parte de los
valles aluviales, que se inundan. (Cairo y Fundora,
1992).

Clima.

La Caoba hondureña alcanza su
óptimo desarrollo en las condiciones climáticas del
bosque tropical seco de la clasificación de Holdridge.
Ésta formación vegetal está limitada por el
parámetro de una pluviosidad media anual de 2000 mm. Bajo
ciertas condiciones ecológicas, esta especie se encuentra
en las formaciones del bosque tropical húmedo, con
temperaturas por encima de 24ºC. Crece bien en lugares donde
las precipitaciones pluviales son del rango de 1200 mm a 2000 mm
anuales, soporta sequías estaciónales bastante
prolongadas, al menos sobre suelos con una capa freática
al alcance de las raíces durante todo el año.
(Maca, 1998).

2.4 Dendrología.

Árbol: La Caoba es un árbol grande
con una altura de 20 a 35 m, el diámetro varía de
1.5 cm a 2 m. Su fuste es cilíndrico y tiene usualmente
raíces tablares de hasta 1.5 m de alto. La
ramificación comienza a partir del segundo tercio del
árbol. Tiene pocas ramas ascendentes y torcidas y la copa
es abierta y redondeada. (Romero, J. O 1983).

Corteza externa: la corteza externa es agrietada
de color marrón claro a rojizo, el ritidoma se desprende
en placas alargadas. (Romero, J. O 1983).

Corteza interna: la corteza interna es
homogénea y fibrosa, de color rosado blanquecino, esta
tiene un sabor amargo y astringente. El grosor total de la
corteza es de 10 a 25 mm. (Romero, J. O 1983).

Ramitas terminales: las ramitas terminales tienen
sección circular, son de color castaño claro cuando
están secas. Estas son menudamente lenticeladas y glabras.
Cada cierto tramo presenta cicatrices a consecuencia de la
caída de hojas. (Romero, J. O 1983).

Hojas: las hojas de la Caoba son compuestas,
paripinnadas, a veces imparipinada, alternas y dispuestas en
espiral, con tendencia a agruparse en los extremos de las
ramitas, estas miden de 12 a 40 cm de largo incluyendo el
pecíolo. Los foliolos se presentan de 4 a 6 pares,
pudiendo ser opuestos o sub opuestos, son ovados y
asimétricos, estos tienen una longitud de 9 a 13 cm y un
ancho de 3 a 4 cm. El ápice de lo foliolos es agudo,
falcado, la base es obtusa o aguda, marcadamente
asimétrica y el borde es entero. Los nervios secundarios
se presentan en 8 a 11 pares, son promínulos en ambas
caras y los nervios terciarios se presentan en forma reticulada.
(Romero, J. O 1983).

Inflorescencias: las inflorescencias son
panículas de 15 a 25 cm de longitud.

Flores: las flores son pequeñas y
unisexuales por atrofia de uno de los sexos, las que miden de 8 a
10 mm de longitud. El cáliz y la corola están
presentes. El pedicelo de la flor es de 3 a 4 mm de longitud, el
cáliz es cupuliforme de 2 a 3 mm de longitud, tiene 5
sépalos y 5 pétalos estos últimos de 5 a 6
mm de longitud, son elípticos y glabros. El androceo se
presenta con un tubo estaminal en el ápice en el cual hay
5 estambres o estaminodios. El gineceo tiene el ovario globoso,
con el estilo columnar y el estigma discoide. (Whitmore, 1983) La
floración ocurre durante la estación seca, entre
Agosto y Octubre; fructifica generalmente a fines de año.
La Caoba comienza a florecer entre los 12 y 15
años.

Frutos: el fruto es climatérico, por lo
cual se puede cosechar en estado aun verde, son cápsulas
ovoides, leñosas, erectas y grandes, mide unos 15 a 20 cm
de longitud y 6 a 8 cm de diámetro; tiene 5 valvas
leñosas y son dehiscentes desde la base. Las semillas son
haladas, de color castaño claro y se encuentran de 45 a 70
en cada fruto, estas son de 8,5 a 9 cm de longitud y de 2 a 2,5
cm de ancho. Estas últimas son sumamente amargas y
astringentes: (Whitmore, 1983)

Semillas: las semillas son esponjosas y
frágiles, son de color castaño y miden, incluyendo
el ala, de 8 cm a 10 cm de largo y 2 cm a 2.5 cm de ancho. El
endospermo tiene entre 1.5 cm y 1 cm de largo y está
alojado en la masa esponjosa. (Whitmore, 1983)

Recolección de la semilla

Los frutos de la Caoba deben ser recolectados
preferentemente cuando está maduro en el árbol,
antes de que la cápsula se abra o caiga al suelo. El
tamaño de la semilla varía entre las regiones
geográficas y también entre los árboles y
los frutos. En las plántulas cultivadas en el vivero, el
crecimiento varía considerablemente con la calidad del
sitio del vivero y la época del año. Cuando se
provee de luz plena, un suelo bien drenado y una provisión
abundante de agua, el crecimiento es rápido y las
plántulas alcanzan una altura de 60 a 90 cm en meses.
(Whitmore, 1983)

Procesamiento de la semilla

Una vez removidas las semillas cuidadosamente de la
cápsula, éstas deben de ser secadas al ambiente y
el ala es removida de forma manual. Bajo condiciones naturales,
el poder germinativo se pierde en pocos meses. (PROSEFOR,
1997).

Calidad física: el número de
semillas por kg varía entre 1,800 a 3,000. Los porcentajes
de pureza varían entre 95 y 99%, con un contenido de
humedad inicial entre 9 y 12% (PROSEFOR, 1997).

Germinación: la germinación se
inicia de 1 a 2 semanas después de la siembra y finaliza a
la sexta semana. Los porcentajes de germinación reportados
varían de 80 a 95%, la germinación es hipogea
(PROSEFOR, 1997).

Tratamientos pregerminativos: la especie no los
requiere (PROSEFOR, 1997). Almacenamiento: las semillas
son ortodoxas y conservan su poder germinativo hasta por 7 a 8
meses almacenadas a temperatura ambiente en bolsas de papel.
Almacenadas en refrigerador, en bolsas plásticas
herméticamente selladas, conservan la viabilidad por
más de 4 años. (PROSEFOR, 1997). Las semillas
conservan su poder germinativo por 8 años si son
almacenadas a 4ºC y con contenido de humedad de 4%
(PROSEFOR, 1997).

Prácticas de vivero.

Para el cultivo en vivero se siembra en surcos o bolsa
de polietileno negro, calibre 400, de 13 x 15 cm ó de 18 x
23 cm; con fuelle y suficientes perforaciones en la base para
facilitar el drenaje, a una profundidad de 2 a 4 cm. La
germinación se inicia después de14 a 28 días
de la siembra, es necesario proteger las plántulas con
media sombra (mallas, palapas, ramas, etc.), para evitar la
evaporación y prevenir daños. Después de 20
ó 30 días de haber realizado el repique de
plántulas o la siembra de las semillas, se debe retirar la
sombra para lograr una adecuada lignificación de la planta
y posteriormente se realiza el repique de las plántulas,
las plantas alcanzan alturas adecuadas para plantación (30
cm aproximadamente) en 3 a 4 meses. (PROSEFOR, 1997).

Preparación de tierra.

Si el terreno presenta problemas de malezas se
recomienda realizar deshierbes manuales o mecánicos
dependiendo de las condiciones del terreno. Si éste
presenta pendientes mayores a 12%, se recomienda para evitar la
erosión del suelo, remover la vegetación solamente
en los sitios donde se sembrarán las plantas, en franjas o
alrededor de las cepas, esta actividad podrá realizarse
por medio de chapear la vegetación con machetes, o
retirarla manualmente. (PROSEFOR, 1997).

Subsolado.

Aplica solamente cuando se presentan capas endurecidas a
escasa profundidad, ¡Üƒn15 cm, siempre y cuando
los terrenos presenten pendientes ¡Üƒn10%
(PROSEFOR, 1997).

Trazado.

Se recomienda arreglar las cepas sobre curvas a nivel en
un a disposición de tres bolillo. La distancia entre
curvas de nivel dependerá de la pendiente del terreno y de
la densidad de plantas que se desee establecer (Romero, J. O
1983). El tamaño de las cepas dependerá de las
dimensiones del envase que se haya utilizado para la
producción de las plantas. Esto implica que las cepas
deberán realizarse con 3 a 5 unidades de volumen adicional
al tamaño del cepellón de la planta; no obstante,
dependiendo de las condiciones del terreno las dimensiones y tipo
de cepas podrán variar, esto en función de las
estrategias de conservación de suelo que se deseen
emplear, de las características del suelo y de las
condiciones climáticas. (Romero, J. O 1983).

Plantación.

En ciertos países se han dado espaciamientos de 3
x 2 m, 3 x 3 m entre plantas y un hoyo de 30 cm de profundidad;
pero la siembra de este árbol no se recomienda para
plantaciones puras ya que se podría contar con un serio
ataque de Hypsipyla sp. (PROSEFOR, 1997). Ésta
puede sembrarse asociada con otras especies forestales tales como
Tectona grandis o en sistemas agroforestales asociado con papaya
en los cuales se han dado buenos resultados. (Whitmore,
1983).

Es recomendable hacer limpieza de las plantaciones al
menos 2 ó 3 veces en el primer año, 3 en el
segundo, 2 ó 3 en el tercero y en caso de ser necesario 1
ó 2 en el cuarto. A partir de esa edad, se pueden
suspender las operaciones de limpieza, si el crecimiento es
bueno; pero si hay abundantes plantas trepadoras dentro de la
plantación, se debe continuar cortándolas para que
no se enreden con los árboles y lleguen a las copas.
(Dossier y Cordero, 2003).

La Caoba muestra una buena autópoda en especial
cuando se tiene sombra lateral. Si se quiere obtener madera para
aserrío, es necesario podar y dejar un fuste limpio y
único y solo la cantidad de follaje que necesita el
árbol. De no realizarse las podas adecuadamente, se
tendrán ramas desde una altura muy baja que
disminuirá el volumen comercial del árbol. Si se
quieren realizar podas sanitarias debido al ataque del
barrenador, se elimina el brote que ha sido atacado y
después de un cierto tiempo se deja solo el eje dominante,
eliminando los demás brotes (Dossier y Cordero,
2003).

2.5 Crecimiento y Rendimiento.

Las tasas de crecimiento en diámetro y volumen de
los árboles individuales de Caoba Hondureña son
impresionantes, pero los rendimientos por área son menos
impresionantes debido a las moderadas áreas básales
mantenidas por la especie. Los árboles en una
pequeña plantación en Perú alcanzaron unas
alturas de 6.5 m en 3 años, 9.3 m en 5 años y 11.4
m en 7 años. En un área con una alta
precipitación en Sri Lanka, una plantación de 15
años de edad alcanzó una altura de 16 m, y otra
extensa plantación alcanzó un diámetro a la
altura del pecho (d.a.p.) promedio de 58 cm en 50 años .
Las mejores fuentes de semillas (de Nicaragua) de una prueba de
procedencias en Puerto Rico promediaron entre 21 y 23 m de altura
y 26 cm en d.a.p. a los 20 años de edad (22). En
otra plantación de Caoba Hondureña en Puerto Rico,
cuatro parcelas de 23 a 26 años de edad tuvieron un
incremento anual promedio en el d.a.p. de 0.94 ± 0.01 cm
por año.

Varios cientos de hectáreas de plantaciones de 50
años de edad de Caoba Hondureña en el Bosque
Experimental de Luquillo, en Puerto Rico sostuvieron un
área basal promedio de 21 m2 por hectárea, de la
cual la Caoba Hondureña comprende una pequeña parte
hasta casi toda el área basal. Las cifras para la
productividad general para esta especie se han dado como de 7 a
11 m3 por hectárea por año. Se encuentran
disponibles una tabla de índice de sitio y unos modelos
para predecir el rendimiento basado en el índice de sitio
y la edad para la Caoba Hondureña en las Filipinas. El
Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio
Forestal, proyecta unos períodos de rotación de 40
a 60 años para la especie, en el Bosque Experimental de
Luquillo, en Puerto Rico. (Dossier y Cordero, 2003).

2.6 Plagas y enfermedades.

La plaga más seria que ataca principalmente los
brotes tiernos, frutos y semillas, es la Hypsipyla
grandella.
Esta plaga provoca los mayores daños,
tanto a nivel de vivero como de plantaciones jóvenes, y ha
limitado el establecimiento de plantaciones puras a lo largo de
los trópicos (PROSEFOR, 1997). El barrenador de yemas es
una plaga que ataca la yema apical de la planta, ocasionando su
muerte, para sobrevivir la planta desarrolla una nueva yema
apical, debido a este ataque inicial y otros posteriores no se
desarrolla un fuste recto, no obstante, el barrenador solo vuela
hasta alturas de 2 a 2.5 m., por lo tanto es una plaga que afecta
en los 2 a 3 primeros años (Herrera, 1996). Otras plagas,
son los perforadores del género Platypus que
producen pequeños orificios en la madera, para aliviar un
poco el ataque de Hypsipyla, que en general suele
presentarse con mayor frecuencia en plantaciones (monocultivos),
es conveniente hacerlo en franjas en condiciones de bosques
naturales, o en plantaciones mixtas (PROSEFOR, 1997).

Características de la madera.

Generales: se considera que la madera de esta
especie es una de las mejores conocidas en el mundo, por lo que
ha sido el patrón de comparación durante mucho
tiempo para todas las otras especies en la fabricación de
muebles.

Color: su madera es de duramen rojizo, rosado,
salmón coloreada o de color amarillento cuando esta fresca
poniéndose más oscura después de secarse al
aire, la albura es delgada y de color amarillento (Maca,
1998).

Grano: grano recto ligeramente entrecruzado,
algunas veces con abigarramientos (Maca, 1998).

Textura: textura mediana (Maca, 1998).

Dureza: de dura a moderadamente blanda y
quebradiza (Aguilar, 1992).

Veteado: figura atractiva (Maca,
1998).

Brillo (lustre): superficie brillante y lisa al
tacto después de cepillada (González,
2002).

Sabor: sabor dulce a insípido
(González, 2002).

Olor: olor característico debido a los
aceites y resinas que posee (Maca, 1998).

Propiedades físicas.

Moderadamente liviana a moderadamente pesada, peso
específico de 0.50 a 0.60 gr/cm³, de 25 a 53 libras
por pié cúbico (Aguilar Cumes, 1992), 0.45 a 0.85
(González, 2002), 0.45 (Romero 1983).

Propiedades Físicas. Valor y
clasificación.

Peso específico verde (gr/cm 3)

Peso específico seco al aire (gr/cm3)

Peso específico anhidro (gr/cm 3) 0.50 – 0.52
Mediano

Peso específico básico (gr/cm 3) 0.45
– 0.46

Moderadamente pesada

Contracción volumétrica total (%) 7.80 –
8.40 Baja

Contracción tangencial total (%) 4.11
Baja

Contracción radial total (%) 3.00 Baja

Relación: contracción tangencial total
1.10 – 1.40 Favorable (Baja) Contracción radial
total.

Propiedades mecánicas.

Sus propiedades mecánicas se clasifican desde
bajas a algo medianas (Romero 1983).

Propiedades Mecánicas (contenido de humedad
12%) . Valor Clasificación.

Flexión estática Módulo de Rotura
(kg/cm²) 842 Algo mediana.

Módulo de Elasticidad (kg/cm²) 100,000 –
106,000 Algo mediana.

Compresión. Paralela a la fibra

Resistencia máxima (kg/cm²) 491
Baja.

Perpendicular a la fibra Límite proporcional
(kg/cm²) 67 Baja.

Características
microscópicas:

La madera está formada por vasos, fibras y
parénquima. La porosidad vasal parenquimal presenta las
mismas características de la porosidad vasal
(González, 1991).

Canales: Muy largos y finos paralelos, con
depósitos de goma en su interior (González,
91).

Marcas estriadas: Estratificadas que se aprecian
muy bien (González, 91).

Parénquima: visible a simple vista,
apotraqueal en fajas marginales, con 2, 4 ó mas
células de ancho; difuso escaso; con óleo-resina y
cristales (IRENA, 1992).

Poros: poco visibles a simple vista; en
distribución difusa; de forma ligeramente ovalada a
circular; solitarios y múltiples; muy pocos a numerosos de
2 a 14 poros por mm²; medios en su mayoría variando
de 91 a 232 u m de diámetro tangencial (IRENA,
1992).

Vasos: vasos con placa de perforación
simple oblicua; puntuaciones intervasculares alternas,
poligonales, muy pequeñas; elementos vasculares
predominantemente sin prolongaciones y en menor proporción
prolongaciones cortas en el extremo; cortos a largos. Poros
obstruidos con óleo-resina y sustancia blanca (IRENA,
1992).

Radios: visibles bajo lupa en sección
transversal y tangencial; homocelulares y heterocelulares
multiseriados; extremadamente bajos a muy bajos variando de 202 a
758 u m de altura; estratificados; pocos a poco
numerosos de 2 a 7 radios por mm; puntuaciones radiovasculares
semejantes a intervasculares (IRENA, 1992).

Fibras: estrechas a medias, de paredes muy
delgadas a delgadas; muy cortas a largas; septadas (IRENA,
1992).

Anillos de crecimiento: delimitados por fajas o
líneas de parénquima marginal (IRENA,
1992).

Punteaduras: Intervasculares simples alternas con
abertura incluida. De pequeñas a medianas 93-5u),
punteaduras radiovasculares de circulares a oblongas (MAGA,
1973).

Inclusiones inorgánicas y
orgánicas:
algunas veces se presentan cristales,
así como líneas de estratificación.
Depósitos de goma son comunes (MAGA, 1973).

Durabilidad natural: el duramen de Caoba es
resistente a hongos de pudrición, moderadamente resistente
a termitas y tiene baja resistencia a los taladradores marina
(IRENA, 1992).

Preservación: difícil de tratar con
productos preservantes en duramen y por el sistema
vacío-presión (IRENA, 1992).

Secado: la madera de Caoba seca fácil y
rápidamente sin defectos apreciables, ya que posee una
alta estabilidad dimensional, gracias a sus bajas contracciones
(IRENA, 1992). No presenta problemas considerables de secado como
torceduras y colapso (González 1991). Para el secado al
horno se recomienda el Programa de Secado (IRENA,
1992).

Trabajabilidad: es una madera de fácil
trabajabilidad con herramientas manuales y con maquinaria;
fácil de aserrar y cortar, cepillar, encolar, clavar,
atornillar, tornear y se obtienen excelentes acabados (IRENA,
1992).

Usos de la madera:

La madera de Caoba debido a su belleza, alta durabilidad
natural, fácil trabajabilidad y alta estabilidad
dimensional corresponde al grupo de maderas denominadas de
utilidad general y puede usarse en: Construcciones livianas y
molduras, embarcaciones (cobertura, pisos); parquet
doméstico, acabados y divisiones interiores, muebles de
lujo, gabinetes de primera clase, chapa plana decorativa,
contrachapados, artículos torneados, cajas para joyas,
instrumentos musicales (o parte de estos), instrumentos
científicos, fósforos, palillos, lápices
(IRENA, 1992).

Mueblería en general, ebanistería,
esculturas, artesanías finas, puertas talladas, paneles,
armería, juguetes educativos, pisos, utensilios
domésticos (ESNACIFOR, 1988).

Otros usos.

Reforestación: es una especie
apta para la reforestación (IRENA, 1992).
Melífera: Excelente melífera (IRENA,
1992).

Medicinal: la corteza tiene propiedades
astringentes, tónicas y febrífugas. El té de
sus semillas es recomendado para el dolor de pecho (IRENA,
1992).

2.7 Característica del Humus de
Lombriz.

El humus de lombriz es un abono orgánico
producido por las deyecciones de las lombrices conocido como
vermicompost, es el abono orgánico más completo e
integral que se conoce, de fácil manejo y
obtención, su presencia física es de color negro,
similar a la borra de café, muy liviano e inodoro, posee
los nutrientes esenciales para las plantas tales como: N, P, K,
Ca, Mg, Fe, Zn y Mo, tiene la facilidad de convertir el
nitrógeno y el fósforo orgánico a formas
asimilables para las plantas. Su composición
química es muy compleja, ya que se trata de un compuesto
de alto peso molecular, constituido por diferentes grupos,
ácido húmico, fúlvicos y humina (Torres
et al., 1985).

Es una enmienda orgánica, totalmente natural,
biológicamente activo y muy rico en flora microbiana (2,4
x 1012 colonias/gramo equivalente a 2,4 billones de
colonias/gramo) con nitrógeno, carbono, potasio y
fósforo. Rico en encimas y auxinas ácidos
húmicos y fúlvicos regenera la tierra
dándole vida a las plantas. Directamente asimilable por
todas las plantas. Puede emplearse sin contraindicaciones.
Producto extractado, concentrado, enriquecido y estabilizado, y
puesto a punto para su empleo en fertirrigación
(aspersión, goteo, exudación, a manta, etc.)
(Baldoquín, 2007). Comparado con otros abonos
orgánicos como puede ser gallinaza, porquinaza, bovinaza,
etc., el humus tiene las siguientes ventajas.

Una tonelada de humus equivale a diez de las producidas
por estos animales. Además en el manejo de los otros
abonos se pierde el nitrógeno, el fósforo no es
asimilable y se produce un grave desbalance en los suelos, que
posteriormente debe corregirse, así como los gastos que se
producen por concepto de transportación. Experiencias en
Cuba indican, que ahorra del 20% al 25% de nitrógeno,
fósforo y potasio con la aplicación a varios
cultivos. El valor de la tonelada de humus en el mercado
internacional es superior a los 100,00 USD, dentro del
país se comercializa a 36.00 MN. En varias unidades de la
provincia el costo por peso de la tonelada es inferior a los 0.50
pesos MN, utilizando una dosis promedio de humus de 4 – 6
toneladas por hectárea el ahorro de fertilizante en las
hortalizas es del 30 % (ACTAF, 2001).

Dentro de las ventajas que presenta el humus de lombriz,
se encuentra su baja relación carbono-nitrógeno (13
a 9), lo cual permite al ser utilizado evitar fenómenos de
competencia por nutrientes (nitrógeno) entre los
microorganismos del suelo y los cultivos que en él se
desarrollen. Por otra parte el uso directo de residuos
orgánicos en suelos agrícolas, debido al hecho de
presentar por lo general relaciones carbono-nitrógeno muy
superiores a 20 desencadenan, por un período variable de
tiempo, fuertes competencias por el nitrógeno presente en
la solución del suelo, entre microorganismos
telúricos edáficos y los que en el suelo crecen y
se desarrollan, con la consiguiente depresión de la tasa
de crecimiento de los primeros (Baldoquín, 2007). Los
ácidos que constituyen la porción más
importante del humus influyen marcadamente en las propiedades del
suelo, fundamentalmente en las estructuras, gracias a sus
características y en lo que a capacidad de
absorción se refiere (ACTAF, 2001).

Composición:

– 1.51 % de Nitrógeno total

– 1.27 % de Potasio total (K2O)

– 1.64 % de Fósforo total (P2O5)

– 1.90 % de Magnesio (Mg)

– 0.64 % de Hierro total (Fe)

– 32.83 % de Materia orgánica
total-calcinación

– 14.24 % Ácidos húmicos

– 19.26 % extracto húmico total

– 12.61 % relación
Carbono/Nitrógeno

– 63.35 % de Cenizas

– 36.65 % de Materia orgánica total
calcinación

– 62.03 % de Materia seca.

– 5.02 % Ácidos fúlvicos.

– 8.44 % PH

– 37.97 % Humedad relativa

– El humus de lombriz ecológico de lombrimur
tiene la base idónea para la planta o árbol que
vayamos a plantar o transplantar por su estructura y
composición especial evita el "shock" del transplante,
estimulador biológico de la fertilidad y crecimiento por
el aporte equilibrado de vitaminas fitoreguladoras naturales,
auxinas, enzimas, micro y macro elementos, ácidos
húmicos y fúlvicos, completo en sustancias
orgánicas. En las plantaciones realizadas con Humus de
Lombrimur no hay fallos y las plantas llevan un equilibrio
parejo, con resultados sobresalientes, doblando en muchas
ocasiones el crecimiento.

Materiales y
métodos

3.1 Descripción de la zona objeto de
estudio. Consideraciones generales para la
investigación.

El presente trabajo se desarrolló en el vivero de
Vicana Abajo perteneciente al Área de manejo de Santa
María (Unidad Silvícola, Media Luna). El cual
limita al norte con la finca de semilla, al sur Río
Vicana, al oeste fincas de usufructuarios y al este Río
Vicana. Con el objetivo de elevar la calidad de las posturas de
Caoba Hondureña mediante el empleo de diferentes normas o
dosis de humus de lombriz, es decir, sustrato al 10, 20 y 30 % de
humus de lombriz. El experimento se inició el 25 de enero
y concluyó el 30 de Abril del 2011. La especie a
investigar fue Caoba Hondureña (Swietenia macrophylla)
para el cual se utilizaron semillas de buena calidad. El
área total para el experimento estuvo compuesta por 5 m2,
dividida ésta a su vez en 3 parcelas de 1.6 m2 por cada
tipo de sustrato. Cada parcela contó con 3 tratamientos de
1.6 m2 y estas a su vez estuvieron divididas en tres
réplicas cada una de 1.6 m2. Las condiciones
climáticas en las cuales se desarrolló el
experimento se reflejan en la Tabla # 1 y los datos fueron
tomados de la estación meteorológica de Cabo Cruz
en el municipio de Niquero. Las precipitaciones fueron tomadas
del pluviómetro de la UBPC "Vicana Abajo".

Tabla 1. Comportamiento de las variables
meteorológicas. (2010)

Monografias.com

3.2 Preparación del
área.

El cantero se realizó en áreas
aledañas al lugar del experimento. El experimento se
efectuó en suelo aluvial, con diferentes dosis de humus de
lombriz según la segunda clasificación de los
suelos (Cairo y Fundora, 2004). Posteriormente a la
selección y preparación del terreno para el
experimento, se realizó el montaje del cantero, y a los 30
días después de germinadas las semillas, se
comenzaron a tomar las mediciones.

Las actividades agrícolas para la
conducción de los experimentos fueron realizadas
según metodologías del sistema intensivo de trabajo
con viveros forestales (Manual técnico para las
actividades agropecuarias y forestales en las montañas
Agrinfor, 2003).

Partes: 1, 2

Página siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter