Música y poesía. Carlos Kuraiem, poeta,
escritor, músico (compositor, guitarrista y songster),
Argentina. – Monografias.com
Música y poesía. Carlos
Kuraiem, poeta, escritor, músico (compositor, guitarrista
y songster), Argentina.
Cobra una resonancia distinta la voz de Carlos Kuraiem
(Argentina, 1956) marcando la impronta en Rutz, el film que
recorre esta aldea global de la mano de un grupo de
jóvenes cineastas europeos. Fuera de escena, su presencia
es contundente como el poema que recita y donde es posible
apreciar esa agridulce sensación de soledad, libertad y
melancolía. La cadencia y el tono que el autor imprime a
sus versos no disimulan su carácter ni su ideología
al dejar flotando en el aire: "Mi país es de otros/ no les
pertenezco." Desde ese marco los canales que el poema "Olvido" ha
transitado para llegar a ser el elegido en el universo
lírico, se desconocen. Sin embargo pueden intuirse y hasta
compararse con el recorrido y el impacto de las composiciones de
I am Blues, ya que del mismo modo sortean barreras
lingüísticas o vías de circulación
tradicionales. Curiosamente la obra sostiene su dinámica,
avanza ejerciendo su autonomía. Así se expande, se
filtra, se inserta, irriga y corroe con toda la fuerza
transformadora de la materia viva, al punto de considerar que
tanto el modo como el tiempo que fue concebida resultan datos
aleatorios, más aún, cuando en el artista se
produce la confluencia indisociable de la poesía y la
música.
Lo que llega, corre de lugar las fronteras conceptuales.
Lo que se instala es el espíritu de un creador intuitivo,
capaz de establecer una conexión profunda, una
relación dialógica íntima, en ocasiones
discordante, con un público al que envuelve en el halo
especial de un mensaje que se antepone a todo lo conocido. No es
el registro particularmente fresco de su voz, ni la
melodía de ese puñado de canciones cantadas en
castellano las que logran ese efecto universal. Es el tono, el
aire nuevo que provoca un magnetismo, una sensación, una
vibración inédita, suficiente para la
interpretación y la admiración bohemia, sin
mediaciones. Las letras se sustentan por la idea que encierran:
una mezcla de filosofía, aforismos, en ocasiones de coplas
o versos sueltos muy poéticos que puestos en esa voz
cantante, van llevando el aire, convirtiendo la materia en
mensaje móvil. Es la historia de un devenir, de un
acontecer que continúa el curso natural de aquello que
trasciende todo relato al seguir siendo.
Cada canción es una historia dentro de la
historia, gestada desde el roce con la realidad y su necesidad de
comprenderla, con una técnica original para la
composición y la ejecución que, especialmente en
Kuraiem, se presentan ligadas de modo indivisible marcando el
estilo del artista en plena escena. Cada tema tiene un
tratamiento minucioso, un vuelo, un impulso distinto que van
completando otros momentos de investigación y
elaboración, incorporando lo que el músico va
encontrando en su indagación, desplazando -en ocasiones- a
otro plano al poeta.
En un paneo retrospectivo, ineludible, la vigencia de la
definición de Susana Contreras, en la revista Rock
Superestar/Historia de la Música Pop N° 10 9/1978,
exime de explicaciones a esta conquista sostenida en el tiempo a
fuerza de estudio, experimentación y entrega: "Kuraiem se
caracteriza por ser un innato renovador musical, lo cual se
demuestra en el contenido humano y filosófico que
registran las letras de sus composiciones. El deseo de brindar o
despertar la conciencia sobre los verdaderos valores de la vida,
están resumidos en poemas cuyas palabras de honda
raigambre, quieren llegar más allá de lo meramente
textual. Su voz plástica, bucea constantemente en sus
experiencias personales, con un acento que trae a la mente, en
ocasiones la imagen de los mohacines (oradores árabes de
las torres)"
El músico, periodista e investigador Roque de
Pedro, en su columna semanal de diario Clarín.
distinguía a Kuraiem de la efervescente expresión
juvenil al calificarlo como el músico
filósofo, el francotirador, el hombre que al
solo acompañamiento de su guitarra sabe percibir lo que lo
rodea para concretar un mensaje desde una propuesta basada en la
observación sensible y crítica. Su música ya
sonaba "rara" por la variedad de estilos que incorporaba, lo que
ha impedido encasillarlo en un género musical determinado
y excluyente de otros. La inclusión de Kuraiem en esas
páginas no hacen más que testimoniar su paso
ocasional, tangencial, orillero, por el círculo de voces
que sonaban dentro del rock nacional en ese momento.
La prueba selectiva, incontrovertible de esa realidad y
sus simulacros, la aportó Lucio Consentino, el
fotógrafo que con autoridad confirió a su
fotografiado el don misterioso del atractivo y la
provocación, la imagen de la imagen, al capturar su
esencia en la expresión precisa que respaldara con luces,
sombras, textura y geometría las nociones que otros
verbalizaron. Siguiendo a Rosenfeld, el fotógrafo
arrojó la red del artista mucho más lejos del mundo
material que ninguno de sus predecesores o contemporáneos.
"El laboratorio donde con Lucio develábamos el misterio de
la caverna platónica" al que hace referencia el
músico.
La admirable agilidad de Kuraiem para saltar el cerco de
la cosmovisión particular de un género musical que
diluyó su rebeldía en ligeras metáforas
hasta el advenimiento de la democracia, le abrió caminos
al juglar, para continuar creciendo y construyéndose de un
modo no convencional. Desde esa condición controvertida
fue afirmando el paso y confirmando la coherencia entre su sentir
y su hacer.
De los encuentros donde se produce la experiencia
estética – y que como tal prescinden de
aclaración – nacen las valoraciones populares y
calificadas de distintas latitudes que van dotando de identidad,
subjetivando y definiendo el rumbo de una obra en crecimiento, en
la que se advierte la expresión natural de lo que
evoluciona, esa cualidad de ser como la palanca de
Heráclito, que arremete contra los inmovilizadores del
pensamiento erosionando las taxonomías, confirmando la
singularidad del arte para concentrar la vida en la obra de este
autor que inició su carrera literaria y musical en su
adolescencia tardía.
Con el impulso épico de las circunstancias,
irrumpe el poeta con "Presagios de Guerra, 2 de abril de 1982",
poemario que revela la fluidez, la tinta crítica del
rapsoda marcando el punto de inicio de la obra del escritor que
dividió las aguas con versos que resuenan como una
sentencia irreversible: "Solo pesarán los hijos vivos/ en
sus conciencias/¿Me elegirán a mí/ para
hacer el inventario de sus hijos muertos? Y yo le diré de
consuelo/ Que también los estudiantes mueren
jóvenes. Que el obrero no se alcanza a sí mismo/
que los poetas en esta tierra mueren apenas nacen. Que hay un
invasor que invade adentro/ y otro invade desde
afuera".
Del poema a la canción, apoyado en su guitarra,
realiza las primeras grabaciones por insistencia de su primo
Mingo Mattucci, quien conservó durante más de
veinte años esos audios experimentales de cassette y se
ocupó en el año 2000 de digitalizarlas y
entregárselas a su autor. Este material inédito,
llega fresco "cool", nuevo, a sectores del público
nacional y extranjero. Entre esos registros se encuentra
"Subieron" la Legendary song libertarian, la canción
compuesta el mismo día del golpe de 1976 que el
músico cantó en teatros de Buenos Aires.
Hoy cobra especial significación la palabra del
escritor, poeta y dramaturgo Ricardo Rubio, quien hacia 1986 no
dudó en afirmar: "El único que se atrevió a
cantar contra los militares fue Kuraiem".
De su análisis musical se ocupó Melisa
Rodriguez exponiendo la fusión de estilos que domina el
autor : balada, rock beat, rock and roll, el country folk, y la
milonga como géneros transitivos.
"El cambio entre las partes está
acompañada por un cambio en el estilo musical y junto con
él con otros parámetros como velocidad,
métrica, rítmica y carácter. Este punto
está también influenciado por el texto original.
Ejemplos. Introducción : comienzo de la obra como lamento,
rock, balada: momento reflexivo y calmo ( en el final, con
liberación ) rock and roll: momento revolucionario
repentino, "se dice "¡basta!"
En el plano literario, le sigue la novela que dos de sus
amigos escribieron a su dictado: "El hombre de traje a cuadros de
diez colores que llegó en la carroza de los días
patrios". De sus libros, es el que condensa la pluma irreverente,
el espíritu rebelde de un hombre enigmático y
polifacético, dotado de una notable capacidad para plasmar
con la perfección de un lenguaje rico en matices, el
universalismo de sus ideas, la belleza de su poesía, y las
paradojas de la realidad con la ficción literaria. Es el
territorio donde el lector puede reconocer al poeta, al narrador,
al músico y además contemplar los cuadros
testimoniales del ser humano, el hombre y sus dilemas.
"Solista", uno de los personajes principales de su
Nouvelle, bien podría ser un fotograma revelado
del autor- protagonista real quien desde lo premonitorio de su
relato deja el legado del cuadro de una época.
Desde esta tríada frondosa ligada por la misma
raíz surge una producción artística en el
período que abarca del "76 al "82 que hoy cobra otra
dimensión .Cada frase o construcción, puede
percibirse como pre-existente, sin embargo posee una estructura
capaz de poner en jaque al intelecto de quien intenta aproximarse
al conocimiento de una obra que reúne en un solo cuerpo
música, poesía, filosofía y mística.
Kuraiem- atendiendo sólo a su perfil literario- es ante
todo un trabajador de la palabra, un ser dotado del don
especialísimo de atrapar en el aire una metáfora
sufí para ofrecerla con la naturalidad de un buen
conversador, o recurrir a la jerga popular para deslizar entre
sus versos las ideas más profundas. Sabe también
valerse de la oratoria en los personajes que crea para inducir a
la acción de correr el velo a las apariencias, provocando
el irreversible efecto catalizador del pensamiento al que ya nada
puede detener su incómodo y maravilloso
proceso.
Así como su obra no admite cronologías
estáticas, tampoco las secuencias de su vida a las que ha
convertido en materia literaria o musical merecen ese trato. "En
un solo día perdí amigos y amor" confesó al
escribir "El hilo de Ariadna". Para entender a la persona que
transforma su acontecer, sus intimidades, dichas e infortunios,
en mundos singulares conjugados en un único y total
compromiso con el arte, basta caminar por las avenidas que traza
con sus versos y sus canciones. La obra de Carlos Kuraiem, como
la de todo autor que se precie, es autobiográfica. Pero si
fuera preciso señalar una hazaña victoriosa que
justifique la aproximación a una crónica
biográfica, la de Kuraiem es la forma en que
utilizó su inteligencia mordaz, su vocación y sus
dones para ubicar su potencia lírica, su hálito
creativo por encima de condicionamientos y tragedias. Es su
estrategia para edificar el conocimiento y un destino
incanjeable, que hoy aflora en la realidad contundente de ser un
músico y un poeta que ha vencido sucesivas muertes,
perfeccionando su propia esencia empoderándola de ciertas
astucias y destrezas. Si en todo escritor se vislumbra una doble
obra, una obra histórica y crítica, estrictamente
vinculada con el tema que se propone, y otra relacionada con la
manera con que la materializa, esta correlatividad se percibe
incompleta en Carlos Kuraiem. La distancia temática entre
Presagios de Guerra (1982) y Poemas de Amor (2012) –por
considerar dos tópicos referenciales- la variación
en el enfoque literario entre ambos, diferenciados de modo tal
que induce a considerar cada uno, una obra en sí misma,
ubican al autor en un lugar distinto. Su literatura ya excede la
vida de un hombre al acentuar el vínculo con sus
antecesores.
El canon expresado por Borges se cumple, sin embargo no
lo abarca por haber sido trascendido. Por esos instantes en que
sus vidas coinciden, si a uno un Dios le ha dado los libros y la
noche; con el otro no ha sido menos generoso en su ironía.
Es necesario desnudar este hecho: a Kuraiem le ha sido dado el
tacto para rozar las almas desde lo intangible y el asedio
permanente de las formas, las imágenes, las palabras, las
voces, los sonidos que lo persiguen siempre, aún desde lo
onírico como en la construcción del lenguaje en el
poemario "De Laúdes y Mistoles", donde los antepasados
beben de su mano mientras está dormido, dejando suspendido
al lector entre lo ficcional y lo real; la disolución del
tiempo y sus reseñas personales.
La elección de cada palabra no es casual, como
tampoco lo es su singularidad al referirse a la circunstancia
temporal a la que alude: "Busqué a mi perra Toba/ y la
ví muerta contra el cordón de la calle Formosa/ yo
lloraba/ mi mano la acariciaba lentamente una y otra vez,
/Recuerdo mi mano. "
El accidente que sufriera a los quince años
mientras trabajaba, mutilando cuatro dedos de su mano derecha
siendo diestro, lejos de apagar su vocación
artística avivó su voracidad intelectual y su
terquedad para elegir, entre todos los oficios, el de
músico. Confirmar que Kuraiem es una cuerda más de
su guitarra, supera la validación de su propia
metáfora para expresar la identificación profunda,
la química perfecta que conforman instrumento,
poesía y voz. Es una especial confluencia la que logra al
amalgamar las artes con el fuego de su convicción, virtud
que se ensambla con una metódica perseverancia en el
estudio y la experimentación. Porfió su
vocación a la desgracia ganándole la partida. Le
torció la intención al destino buscando profesores
en conservatorios que llamaron locura a su obstinación y
quedaron desconcertados cuando anunció su primer recital.
Y si bien es cierto que "sólo el pedernal del
espíritu humano puede arrancar el fuego de la
música", también lo es que se requiere cierto
temple y entereza, además de talento, para sostener
encendida e inalterable una obra en la elipsis del
tiempo.
Como Django Reinhardt, dentro del jazz, y Tony Iommy en
el rock, Kuraiem se inventó un método de
ejecución del instrumento usando un uñero en lo que
quedó de su pulgar para combinar sonidos con innegable
maestría. Exploró nuevas formas de
digitación para sus propias composiciones y
técnicas que compensaran su imposibilidad de tocar dos
cuerdas al unísono, que agudizaron también su
visión para contemplar los misterios del pensamiento
materializados luego en la riqueza expresiva de una
síntesis perfecta, muchas veces irónica, con la
delicada mixtura de la sabiduría del artista. Es esta la
extraña química en la que se ha forjado quien
realiza desde la resignificación de su historia personal,
un aporte indiscutible a la historia de la música y la
literatura desde su propio credo filosófico.
Son vectores de sentido profundo con los que va tallando
cada una de sus expresiones. Esa particularidad lo vuelve
anacrónico, sin embargo – y sólo por precisar
algunas fechas- él mismo señala: "Nací un 6
de junio de 1956 en una casa sin libros ni guitarra." Su padre
Alfredo Kraeme, tendía cables de teléfono mientras
su madre Eufemia Surace, una inmigrante calabresa, le narraba
historias alentando una imaginación ya pródiga. De
sus hermanas Rosa y Mabel se sabe muy poco. Se las llevó
la locura tras la muerte de sus padres y dicen que hoy viven en
un poema de Carriego. El adoptó el nombre "Kuraiem",
rescatando su apellido original que sufrió las
deformaciones de Kreiem y Kraeme en los distintos registros
oficiales. Sabía la existencia de familiares en Brasil que
conservaron el apellido original, a diferencia de su abuelo
árabe, homónimo de su padre, quien con su abuela
Nazza Abud se radicó en Santiago del Estero. Una antigua
fotografía hablan del carácter de ese hombre que
andaba con revólver a la cintura mientras atendía
"La Media Luna", su almacén de Ramos Generales y que
pidió dar la última pitada a su cigarro antes de
morir. De él se cuenta que mandó quemar la
forrajería para cobrar el seguro mientras esperaba el
aviso de la misión cumplida apostando a los caballos, y
que dejó a su nieto la herencia de un carisma que se
impone provocando la antinomia de ser el "gorrión de
lesbia" para unos o el "árabe maldito" para
otros.
En un poema apócrifo se confirman identidades que
circulan infinitamente en su obra cuando lo define "Gitano y
negro / ando/ y túnicas amplias / caminan
conmigo…" quien en su andar arrebata la paz y
desordena el mundo.
Los amigos atribuyen a La Lomas el don de su honda
visión de las almas humanas y la habilidad para ordenar
las constelaciones a su antojo, pero su espíritu solitario
tiene otras génesis.
Lector vehemente y memorioso, puede jactarse sin pudores
de haberse embebido de la cultura de filósofos griegos y
orientales que lo apasionaron sin que nadie mediara para su
encuentro. Desde las historietas atesoradas en una adolescencia
donde no estuvieron ausentes crueldades y orfandades, se
aventuró en la exploración de las obras inmortales
expresadas en su Manifiesto.
Reconoció así las voces de los Maestros
que influyeron en su lírica, modelos de una
estética estilística de la cual brotan versos
espontáneos, inconscientes, pensamientos que se deslizan
con la naturalidad de quien vive consagrado a la
sublevación poética por incompatibilidad con la
realidad. Todo el tiempo juega, sigue jugando con las
imágenes que buscan su expresión literaria
delicada, exigente, precisa.
Hombre poesía y música conforman una
entidad indivisible. Kuraiem, performático por naturaleza,
es el hombre-guitarra, el guitar playng, el crazy horse,
alzándose en la destreza de un furioso blues desde su
uñero de carey, en armoniosa resonancia de vibraciones. Su
voz se funde con su particular estilo melódico, juega,
contrastante, con lo que intuye desde lo profundo de su
sensibilidad y lo entrega con absoluto despojo. Es el blues
master que mantiene su toque impecable en la progresión de
acordes, en invención de conversaciones rítmicas
que se tornan también un relato suelto, con una apertura
expansiva que amplía el campo de oyentes-testigos de las
confidencias entre ese hombre y su guitarra. Ambos asumen una
postura estética, coherente a sus propósitos de
cautivar con los ritmos desplegados en la fusión de
estilos. Son las etnias que fluyen en sus venas y en sus acordes,
mensajes raigales que en sus creaciones se manifiestan.
Captarlas, suele generar la sensación de ese
relámpago en el que reverbera la luz antes de desaparecer,
dejándonos inmersos en la búsqueda de ese misterio
que revela la presencia de lo original.
Considerar el notorio contraste entre opiniones de
melómanos exigentes, intérpretes activos de
distintas latitudes, tan virtuosos como austeros en elogios, que
sin embargo no escatiman expresiones a la hora de reconocer el
valor, la originalidad de una pieza o el talento de un artista,
con otras críticas que resultan diametralmente opuestas,
abre un campo interesante para el análisis profundo de las
variantes que provocan estas reacciones.
Ni su vida -donde todo es urgencia- ni su obra admiten
consideraciones lineales, ordenamientos sucesivos que anticipen
secuencias lógicas. Por donde pisa siembra una estremecida
y comunitaria emoción. Es en solidaridad con los
sentimientos de la humanidad cuando afirma que "La
poesía no es solo una cuestión entre poetas. Tarde
o temprano involucra a los otros." Y "que toda música
es ideología". Es un grito de rebeldía
cada golpe en su guitarra desde que compuso su primera
canción el 22 de enero de 1974, el día en que en
circunstancias muy confusas, una bala que se escapó del
arma de otro soldado, impactó en el pecho de su amigo Luis
Ángel Ramos mientras cumplía con el servicio
militar. En el ruedo del dolor, en esos días de aguda
emotividad, nacería también su segunda
canción de marcado estilo folk "Rey de ningún
lugar". En ambas composiciones, desconcierta la velocidad que
logra con el juego de sugerentes contrastes melódicos y el
modo en que "ataca las cuerdas" y adorna sus secuencias, esa
engañosa simpleza con la que despliega complejos paisajes
musicales de alto contenido social reunidas en el año 2012
por Discos Mucha Madera en el álbum Kuraiem Folk
Fusión Lírica.
Voz y guitarra despegan, se trepan a las alturas de El
Mirador, su lugar de origen, para remontar la adolescencia de los
nostálgicos o ser recibido con beneplácito por
quienes reconocen como notable el trabajo solista, tanto vocal
como instrumental que realiza.
Es a El Abridor Discos a quien le corresponde el
mérito de marcar la articulación de los hitos que
definen su carrera artística, ofreciendo al público
un panorama de más amplia perspectiva para la
exploración y el análisis de una obra que se ha
mantenido intacta y hoy se despliega enriquecida por nuevos
matices.
Sito la reseña de El Abridor Discos,
colección Blanco y Negro 2012: "Kuraiem vuelve a grabar,
luego de varios años de dedicarse a recorrer escenarios
del país con su música y poesía. La milonga
The bridge "El puente" y la canción What i left "Lo que
sobra" integran este simple, una fotografía intacta de la
creatividad y la poética de este autor, delineada por un
sonido actual y propio. "
En esta efervescencia constante se afirma su trayectoria
artística, se gesta y crece el Kuraiem que disuelve
ideologías con el fenómeno estético de un
lenguaje rico en simbolismos contemporáneos diferenciado
de otros por extraer nuevas esencias a los géneros y
estilos que fusiona. El que demuestra además, su capacidad
para seguir – imperturbable- verazmente comprometido con el
mensaje que funda. Justifica así el vínculo que
establece con sus destinatarios desde el placer corporal
evidente, inmediato que provoca el contacto con la belleza y que
se manifiesta en las expresiones que se vierten en distintas las
lenguas y por los más diversos canales.
La serie musical conformada por I am blues, Guitar solo
y Crazy horse, es lisa y llanamente demoledora al oído.
Así reunidos en un Set de Video Promo se puede acceder
para escuchar y apreciar la sucesión de estilos que
fusiona el blues, el jazz y el flamenco entre ritmos
clásicos y metálicos que el público recibe y
comparte. Suena demencial, furiosa, españolísima,
arabesca, metálica, viril, flamenca, salvaje,
melancólica, hiriente, aérea, inconfundible la
guitarra ciruela encantadora de Kuraiem, la Yamaha 235 con
cuerdas Savarez entorchadas que le robaron junto a partituras
originales cuando iba a un ensayo.
"Kuraiem, ejerce el oficio mayor de ser un puente de
unión entre los hombres y las ideas para un mundo que
renace". La virtuosidad y naturalidad con la que se desplaza en
los distintos géneros, está documentada en los
diversos soportes y formatos textuales, registros de audio,
entrevistas, videos -y especialmente en las imágenes
capturadas por Enrique Gallego en el Festival Internacional de
Poesía de Rosario en 1997. En esa oportunidad Kuraiem
interviene como panelista en una mesa de Poesía y
Multimedia, lee poemas de su libro De Laúdes y Mistoles y
cierra la edición del Festival -no en el Salón
donde se llevaba a cabo la cena de camaradería como estaba
anunciado en el afiche oficial- sino en el Galpón del Bar
Hemingway, donde improvisando una escenografía ambienta el
lugar -como se puede ver en el video- una mesa, con la foto de
Aldana inclinada en una copa de vino, la funda de su guitarra y
un deschalador hecho con un clavo largo de punta achatada y
filosa con empuñadura de cuero dejado junto a las patas de
su silla… Cantando los Versos de Juntadores y otras canciones,
se luce la presencia y la voz de quien llegó para cantar
"no hacia el corazón, sino desde el latido" ante la
sorpresa de quienes se acercaron a escuchar.
"Hay que vivir como si ya todos te hubieran
olvidado…", afirma Kuraiem. Esta premisa,
intencionalmente incompleta, a la que con frecuencia recurre en
entrevistas o conversaciones informales guarda la
convicción de la profundidad de la huella marcada con la
fuerza de la autoestima, la fe en lo creado y el valor para
trascender. La confirmación se revela en las apreciaciones
que califican como "demencial" "magistral" lo que identifican
como evidentemente distinto a lo conocido, aportando elementos
novedosos, que nutren la imaginación para continuar
explorando, proyectando géneros y estilos.
BIBLIOGRAFÍA / FUENTES
DIRECTAS:
Registros de audio con testimonios y
entrevistas al autor.
KURAIEM, Carlos "Presagios de Guerra, 2 de
abril de 1982", poemas, Edición Lucio Consentino, Buenos
Aires, Argentina.
KURAIEM, Carlos "El Canto del Gallo Rojo",
poemas. Miller Editor, 1985, Buenos Aires, Argentina.
KURAIEM, Carlos "De Laúdes y
Mistoles", poemas. Imprenta El Gran Ángel, 1996, Buenos
Aires, Argentina.
KURAIEM, Carlos "La Canción del
Borracho", poemas, La Luna Que, 1999, Buenos Aires,
Argentina.
KURAIEM, Carlos "El Hombre de Traje a
Cuadro de Diez Colores que Llegó en la Carroza de los
Días Patrios", novela. La Luna Que, 2013, Buenos Aires,
Argentina.
KURAIEM, Carlos "La Rama
Inquebrantable-elegía-", poemas, La Luna Que, 2004, Buenos
Aires, Argentina.
KURAIEM, Carlos, "Obra Poética
Ilustrada", Antología. La Luna Que, 2007, Buenos Aires,
Argentina.
KURAIEM, Carlos. "El Hilo de Ariadna,
Poemas de Amor". La Luna Que, 2012, Buenos Aires,
Argentina.
KURAIEM, Carlos
http://www.youtube.com/user/carloskuraiem?feature=watch
SONTANG, Susan "Sobre la
fotografía". Alfaguara- México 2006
BORGES, Jorge Luis. Conferencia sobre la
ceguera. http://www.youtube.com/watch?v=Dy6y27Jt-HM
Autor:
Marta Goddio