Protocubismo

Período negro
o protocubista (1906)

Entorno

1906. Picasso con 25 años de edad estaba
organizado con Fernande, su modelo y amante en el Bateau Lavoir,
de París.

– Había establecido relaciones estrechas con los
artistas del Montmartre, con amigos de la colonia española
y con los representantes de la vanguardia literaria de
París. Las reuniones mantenidas con estos últimos
tenían lugar en el café "Closerie des Lilas", y
estaban protagonizadas en su mayoría por el escritor y
publicista Guillaume Apollinaire, quien solía comentar
muchas de las obras de Picasso, contribuyendo de esta manera a la
expansión de su nombre.

– Había conseguido vender la mayoría de
sus cuadros "rosa" a un mismo comprador, y, por primera vez,
podía disfrutar de una posición económica
desahogada.

– Visitó a sus padres en Barcelona,
acompañado de su amante Fernande. Después, ambos
partieron a Lérida, donde el artista finalizó su
periodo rosa, e inició los ciclos del protocubismo, y
cubismo. Con éste último Picasso llegó a ser
reconocido mundialmente.

El Bateau
Lavoir

Una casa en los altos de Montmartre, que realmente se
parecía a una de las barcazas del Sena en donde trabajaban
las lavanderas. Era un ruidoso y desvencijado edificio construido
con maderas, cinc y sucios vidrios, del que sobresalían
las chimeneas de las estufas. El caserón apenas
tenía luz y solo disponía de una fuente de agua
para todos los inquilinos. En verano era un verdadero horno y en
invierno un congelador. Allí pasaría el pintor
malagueño sus primeros cinco años
parisienses.

Y fue allí, en el Bateau Lavoir, donde
encontró a Fernande OIivier. Tenía su misma edad,
22 años, y unos hermosos ojos verdes que enseguida
atrajeron al pintor. Bella, famosa entre los artistas por su
holgazanería, corpulenta, era también una
espléndida cocinera y tan buena administradora que
conseguía alimentar a Picasso y a sus amigos con solo dos
francos diarios. No pudo aceptar las proposiciones de matrimonio
hechas por Picasso, porque ya estaba casada. No se cansó
de retratarla nunca, como a sus otras mujeres. A pesar de las
dificultades y estrecheces de la vida cotidiana, su vida junto a
aquella mujer fue un oasis de paz. Picasso, ella y un numeroso
grupo de amigos, españoles muchos de ellos, vivían
una bohemia pobre, divertida y laboriosa, en una extraña
comunidad artística. El grupo empezó a ser conocido
como "La Banda Picasso".

Au Lapin
Agile

En lo alto de la colina de Montmartre, un barbudo,
Fredde, acababa de abrir un pequeño café llamado
"Au Lapin Agile". Muy pronto sería famoso como centro de
reunión de los artistas bohemios y por los cuadros que
colgaban de sus paredes, entregados todos como pago de sus
comidas y sus copas.

Características

– A este periodo se le llama negro por la influencia en
él de mascaras y esculturas africanas. Y protocubista,
para indicar con el prefijo proto del griego, que se
realizó antes o primero que el cubismo.

– Entre las influencias que tuvo el protocubismo en sus
orígenes, ocupan un lugar importante el arte primitivo y,
en especial, el de África negra.

La influencia del
Arte Africano en el Cubismo

Los artistas de movimiento cubista consideraron que las
tradiciones del arte occidental estaban sobrevaloradas y el
remedio que aplicaron para revitalizar su trabajo
consistió en aprovechar la energía expresiva de
otras culturas, especialmente la del arte africano.

Un elemento controversial del cubismo temprano fueron
las caras grotescas que evocan las máscaras africanas. Las
características exageradas de esas máscaras
representaron un sello distintivo del cubismo. Los artistas
trataron de jugar con estos elementos en sus obras dando lugar a
formas grotescas, exageradas.

Los cuadros pintados durante este
período:

– Se inspiraron en las máscaras y esculturas
africanas, expuestas entonces en el Museo de Louvre, y que junto
a objetos exóticos se vendían en las tiendas de
antigüedades y estaban de moda entre determinados
círculos de París, y en especial de
artistas.

– Son reestructurados por medio de líneas y
ángulos.

– Se desvinculan del arte realista y son modificados o
transformados con parámetros
geométricos.

– Las pinturas están compuestas por
líneas, superficies y volúmenes geométricos,
a veces con determinados aditamentos como
máscaras.

– Se cambia el punto de vista único y fijo de la
pintura europea tradicional, por una multiplicidad de puntos de
vista, simultáneamente representados en la misma
pintura.

– Las obras no son producto de la realidad, sino de un
proceso de creación meditado y consciente en el que
distorsionan y superponen elementos.

– No se refleja la realidad, sino la idea de realidad
que el pintor crea.

– Hay ausencia de los colores brillantes usados por los
impresionistas y sus contemporáneos, los
fauvistas.

– A menudo los cuadros son prácticamente
monocromos con dominio de colores neutros y suaves en tonos
apagados, grises, pardos u ocres.

– Se rompe con la perspectiva monofocal y se multiplican
los ángulos de visión de un mismo objeto. – Se
ofrece una visión compleja de la misma figura, de frente,
de perfil o desde cualquier otro ángulo significativo,
pero conformando una totalidad coherente.

Retratos masculinos

Joven español Gósol, 1906
Óleo sobre lienzo, 61 x48 cm.

Autorretrato con paleta 1906, Óleo
sobre lienzo, 92 x73 cm. Museo de arte de
Filadelfia-EEUU.

Si se observa con detenimiento estos retratos, podemos
comprobar que los rostros de los dos personajes están
relacionados. La razón debemos encontrarla en el empleo de
las máscaras ibéricas como fuente, marcando la
mandíbula y las orejas, al tiempo que las sombras bajo la
mejilla y la barbilla se interrumpen de manera brusca. El cuerpo
es volumétrico, casi arquitectónico, definido
gracias a intensas líneas de color negro con las que
consigue aportar mayor volumetría, tanto a la cabeza como
al brazo. Sin embargo, el resto de la composición
pertenece claramente al periodo rosa como podemos apreciar en la
postura frontal de la figura o el colorido empleado, jugando con
tonos rosas, azules, blancos y grises. Los ojos abiertos del
artista parecen indicar expectación.

Autorretrato desnudo, Óleo sobre lienzo,
65 x54 cm.

Autorretrato joven, 1906 Óleo sobre
lienzo, 26 x19 cm.

Autorretrato 1907, Óleo sobre lienzo.
56 x 46 cm. Národni Galerie, Praga. 

La línea se convierte en un elemento
estructural dominante, marcando las facciones y delineando
incluso el resto de áreas de la imagen, casi todas llenas
de color, y muy pocas de ellas modeladas. Incluso dejó
zonas del lienzo sin pintar. 

Retratos femeninos

Retrato.1907. Oleo. 61 x 46.5 cm. Museo
Hermitage, San Petersburgo, Rusia

Busto desnudo. 1907.

Granjera. 1908. Oleo. 81 x 56 cm. Museo
Hermitage, San Petersburgo, Rusia

Gertrude Stein, 1905-06. Óleo sobre lienzo, 99
x81 cm. Metropolitan Museum, Nueva York.

Redujo su rostro a una especie de máscara
ibérica, impasible y expresiva a la vez. 

Este Retrato marca el final del período rosa y el
comienzo de una nueva época. La dureza de los rasgos de la
cara marca la transición de la época rosa hacia el
incipiente cubismo. De las esculturas ibéricas proceden
las grandes orejas, el tratamiento asimétrico del rostro y
la acentuada mandíbula. Una importante novedad que
anticipa el futuro cubismo será el enfoque del
rostro en el que las diversas partes van adquiriendo
autonomía propia como observamos en el pómulo,
traído a primer plano y distorsionado, la
colocación asimétrica de los ojos, uno más
grande que el otro y a distinta altura o el aspecto de
máscara de yeso.

Desnudos femeninos

Mujer desnuda sobre fondo rojo, 1906 Óleo
sobre lienzo, 151 x100 cm.

Desnudo con una jarra.

Medio cuerpo desnudo.

Dos mujeres desnudas de frente, 1906 Óleo
sobre lienzo, 58 x43 cm

Dos mujeres desnudas de perfil, 1906 Óleo
sobre lienzo, 151 x93 cm MoMA, Nueva York

Mujer desnuda peinándose, 1906 museo de
arte, de Forth Worth.

El peinado, 1906 Óleo sobre lienzo, 126
x90 cm. Kim bell Art Museum, Fort Worth,

Mujer con peine. 1906. Museo de l'Orangerie,
París.

Mujer desnuda de pie. 1906. 153 x 94
cm

Mujer bañándose. 1906.
Lápiz, acuarela

Mujer con abanico y toalla 1908 Óleo sobre
lienzo, 152 x101 cm.

Es un estudio volumétrico de una mujer cuyas
características se simplifican en las esferas y los
triángulos. Es Cezanne llevado al extremo.

Desnudo con toalla, 1906, colección
privada, París. 

La driada. 1908 óleo sobre lienzo 185x 108 cm,
Museo del Ermitage, San Petersburgo.

Las driadas son hadas de los arboles, guardianas de los
bosques.

Este desnudo femenino, situado en medio de árboles es
monumental y esquemático. Evoca una deidad clásica
grecolatina, en general de la vegetación y de los bosques.
Por primera vez se observa como el ambiente de la naturaleza
desempeña un papel protagónico, junto a la deidad
sólida y escultórica. Se logra una síntesis
entre lo humano y su entorno natural. La figura ocre surge del
área boscosa sin perder su integración en la misma.
La armonización de los volúmenes se consigue
mediante tridimensionalidad.

Tres mujeres. 1907 Óleo sobre lienzo, 200 x178
cm.

Se trata de una obra de gran formato que, por sus tonos
oscuros y su fraccionamiento en formas angulares de las
redondeces corporales, encontró incomprensión y
rechazo entre los contemporáneos del pintor.

Los rostros de las mujeres, se anteponen a sus cabezas en
forma de máscaras estilizadas. El rosa color carne, que
subraya la desnudez en Las señoritas, se cambia esta vez a
ocres oscuros, en una gama que abarca desde el negro hasta el
naranja claro. Con los ojos cerrados y las cabezas inclinadas,
adoptan una actitud de recogimiento o introversión, que
contrasta con su espontánea desnudez.

Aunque la realización de los cuerpos y los rostros de
las tres mujeres es mucho más tosca que en Las
señoritas de Aviñón, las figuras izquierda y
central muestran una apariencia menos humana que la figura de la
derecha. El aspecto individual de cada una de las tres mujeres,
en principio resulta acartonado, pero da paso a poses de danza al
observar el cuadro en su conjunto. La figura arrodillada de la
izquierda y la que está de pie en el centro se mueven
alrededor de la figura de la derecha formando un
semicírculo. Las máscaras expresan un trance en el
que los sentimientos más íntimos se traducen en
movimientos.

Las señoritas de Aviñón
(MOMA, Nueva York). Óleo sobre lienzo, 243,9 x 233,7
cm. 

Representa a unas prostitutas de la calle
Aviñón en Barcelona. Aunque los primeros esbozos de
la pintura están fechados a finales de 1906, la obra fue
ejecutada en 1907. Con ella culminó la serie del tema
burdel.

Con abandono de la radicalidad en su estilo, perspectiva
y profundidad espacial, reestructura el desnudo femenino por
medio de líneas y ángulos, se desvincula de los
cánones de mostrar representaciones exactas de la
realidad, y la transforma con parámetros
geométricos.

A la izquierda una mujer desnuda sosteniendo una
cortina. De las cinco señoritas, las dos laterales, de
aspecto más cubista, se asemejan a máscaras
africanas. El rostro de la figura de la izquierda presenta un
perfil que recuerda las pinturas egipcias. Las dos centrales
son más afines al estilo de los frescos
medievales y a las primitivas esculturas
ibéricas.

En esta pintura eliminó las referencias a la
tradición, rompió con el realismo, abandonó
los cánones de profundidad espacial y
perspectiva, así como el ideal hasta entonces existente
del cuerpo femenino, al reducir la obra a un conjunto de planos
angulares, sin fondo delimitado ni perspectiva espacial, en el
que las formas están marcadas por líneas
claro-oscuras. Los tonos ocre-rojizos son característicos
de su más amable época rosa, pero la crudeza del
cuadro lo convierte en agresivo.

Fuentes

http://es.wikipedia.org/

http://servicios.diariosur.es/picasso/mujeres2.htm

http://adventurgraphics.blogspot.com/2012/07/la-influencia-del-arte-en-el-diseno.html

http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/obras/9658.htm

http://www.biografiasyvidas.com/monografia/picasso/fotos4.htm

http://www.azc.uam.mx/cyad/evaluacion/HistoriaDisenoGraficoII/tres.html

http://www.taringa.net/posts/arte/9429190/Pablo-Picasso-Primeras-pinturas-de-1895-a-1909.html

Enviado por:

Rafael Bolívar Grimaldos