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Terapia Cognitivo-Conductual



  1. Introducción
  2. Fundamentos de la
    terapia cognitivo-conductual
  3. Técnicas
    para cambiar las creencias irracionales por creencias
    racionales
  4. Intervención
    cognitivo-conductual en los problemas
    emocionales
  5. El proceso
    terapéutico
  6. Conclusión
  7. Bibliografía

Introducción

La terapia cognitivo-conductual se basa en la idea de
que tanto las emociones como las conductas tienen su origen en el
pensamiento, el cual dependiendo si es racional o irracional,
determina en gran medida el bienestar o malestar del
individuo.

Desde la perspectiva cognitivo-conductual se considera
que, si se modifican los pensamientos del sujeto, en
automático cambian la manera de sentir, y por consiguiente
de comportarse.

La terapia cognitivo conductual propone una
explicación biológica, psicológica y social
de la conducta y emociones humanas, partiendo de la premisa de
que son el resultado de lo que las personas piensan o creen,
desde esta perspectiva no son las situaciones las que determina
como nos sentimos y actuamos, sino lo que pensamos acerca de
ellas.

La intervención desde la perspectiva cognitivo
conductual se aboca a transformar el pensamiento irracional a
racional, el cual ocasiona los problemas emocionales, que se
presentan porque la realidad la basan en hechos irreales. Conocer
la base de los problemas emocionales conlleva a una mejor
interpretación de los síntomas y por consiguiente a
su intervención eficaz.

El proceso terapéutico es eficaz cuando se logra
identificar la causa del problema y no desviarse en problemas
prácticos, esto es muy importante, ya que estos no se
resuelven en terapia, por eso es muy importante aplicar la
metodología adecuadamente para que sea viable.

Fundamentos de la
terapia cognitivo-conductual

La terapia cognitivo conductual es una fusión de
las terapias conductista y las terapias cognitivas, al igual que
las terapias conductistas considera que la conducta es aprendida,
solo que estas son mediadas por factores cognitivos, es decir, no
es una simple asociación estimulo-respuesta, el individuo
no reacciona mecánicamente, sino que previo a la
emisión de la respuesta, existe un pensamiento que se
presenta como producto, muchas veces de las creencias que el
individuo va internalizando a lo largo de su vida; cuando los
sentimientos negativos son castigados de pequeños,
crecemos con la creencia que experimentarlos nos convierte en
personas malas y vamos por el mundo tratando de agradar a todos
siendo lo que no somos, tratando de ser "buenos" para ser
aceptados; es muy común que los padres tiendan a censurar
emociones como el enojo, principalmente, porque tienen y a la vez
inculcan a los hijos la creencia, que el enojarse hará que
los demás se alejen de ellos, que la única manera
de tener "amigos" es mostrarse siempre complaciente sin tomar en
cuenta sus derechos, incluso, una manera de censurárselos
es que, cuando el niño se enoja con ellos con justa
razón, (porque el hecho que sean padres no quiere decir
que no provoquen situaciones que dañan a los hijos y
desencadene el enojo), éstos los castiguen
dejándoles de hablar y no atendiendo sus necesidades,
entonces, lo que los niños aprenden, es que, para estar
bien con los demás lo mejor es reprimir su emoción
y mostrarse complaciente.

Las emociones negativas son parte del individuo, es
normal que ante un peligro, una pérdida, un acto fallido,
etc. se experimente, si el individuo dice que no los tiene, es
porque los reprime, y la causa de esta represión es, como
ya se vio, por esa creencia que tiene que son malas, que lo hace
una mala persona, entonces, al no manifestarlos, están
latentes, y es cuando se convierten en inapropiadas para el
sujeto, y es cuando presenta conflictos emocionales que se
reflejan en su conducta, y todo porque hizo una
interpretación errónea de la realidad.

Una de las terapias dentro de la corriente
cognitivo-conductual es la terapia racional emotiva conductual de
Albert Ellis, que junto con la terapia cognitiva de Aaron T.
Beck, se centran en la reestructuración del pensamiento
para lograr que el individuo tenga una visión más
clara del mundo que le rodea.

Para esta corriente no son las situaciones lo que
provocan las emociones y por consiguiente la conducta, sino lo
que se piensa de la misma.

Es importante hacer una aclaración respecto a las
emociones, todo ser humano posee emociones positivas y negativas,
las positivas son las que te dan un grado de bienestar y las
negativas de malestar, dentro de las emociones negativas se
encuentran emociones apropiadas y emociones inapropiadas, esto
es, no por el hecho de ser negativas son malas, las emociones
negativas actúan como un sistema de alarma que nos
previene que algo en el entorno no es apropiado para la
integridad y se debe actuar en consecuencia, pero, aquí es
donde interviene la parte racional o cognitiva, la manera en que
se interpreta esa realidad, hace que el individuo se sienta
emocionalmente, lo que piensa de las situaciones es lo que hace
que esa emoción negativa sea apropiada o inapropiada, se
convierte en inapropiada cuando se fundamenta en un pensamiento
irracional y le genera conflicto, por ejemplo, una pareja,
supongamos que llega a determinado lugar, y una mujer se le
acerca muy provocativa al marido, aunque es una amiga que
tenía tiempo que no veía, es normal que la esposa
se sienta celosa, porque hay un peligro para su relación,
no es una actitud normal la que está manifestando la
amiga; los celos son una emoción negativa pero apropiada,
le está diciendo a la mujer, ¡alerta!, esto no es
normal, por lo tanto, el pensamiento que despertó la
emoción es racional, porque está basado en la
realidad, pero, si la mujer se le acerca al marido de manera
natural, sólo lo saluda como su amigo que es y
tenía tiempo sin ver, y la mujer empieza a sentir
incomodidad, porque piensa que la mujer le está
coqueteando a su marido y que puede perderlo, entonces ya se
está hablando de una celotipia, que es una emoción
negativa inapropiada, porque le está generando conflicto,
se está basando en hecho irreales, sólo lo que pasa
por su imaginación, podría estar pensando que ya
andaban y están fingiendo delante de ella, lo más
viable es que después o en el momento le reclame el hecho
que haya correspondido a su saludo, que porque nunca le
había hablado de ella, en fin, muchas cosas que su mente
ha creado, por lo tanto este es un pensamiento irracional, porque
no tiene fundamentos.

Es común que los individuos se aferren a su
sistema de creencias, por lo que es imperativo que el terapeuta
cognitivo-conductual sea vigoroso a la hora de persuadir al
paciente de lo erróneo de su pensamiento, no debe perderse
de vista que estos pensamientos han sido construidos a
través de la influencia y condicionamiento del ambiente,
la cultura y principalmente, de la familia, por lo que es preciso
ser enérgico, activo y directivo para terminar con este
esquema que se ha construido durante años, por lo que hay
que mostrarle al sujeto de qué manera ha adquirido tales
ideas y animarle para que logre el cambio.

Como en toda terapia es preciso que al paciente se le
comprometa a trabajar en pro de sí mismo, porque la
terapia por sí misma no hace nada si el individuo no se
compromete, es necesario que el paciente se involucre para que la
terapia tenga éxito, es parte de la ética del
terapeuta estar consciente si es posible trabajar con el
paciente, de otro modo, decirle que no, porque ambos
perderían, el terapeuta su tiempo y el paciente su
dinero.

Dado que el punto central de la terapia es trabajar con
el pensamiento irracional, es importante determinar cuándo
se habla del mismo.

El pensamiento irracional se identifica
cuando:

  • Impide que la persona alcance sus metas, le produce
    emociones extremas y persistentes que le generan
    estrés y lo llevan a conductas que lo dañan, o
    daña a otras personas.

  • Distorsiona la realidad, es decir, cuando interpreta
    erróneamente lo que está sucediendo y no
    está apoyado por la evidencia disponible.

  • Contiene formas ilógicas de evaluarse a
    sí mismo y a los demás, lo cual implica
    exigencia, tremendismo, intolerancia, etc.

Otra manera para determinar el pensamiento irracional es
considerando los tres niveles del mismo, que son:

  • 1) Inferencias: son afirmaciones sobre hechos o
    lo que se cree que son hechos, los cuales pueden ser ciertos
    o falsos, por lo general contienen las siguientes
    distorsiones de la realidad:

  • Pensamiento extremista (todo o nada)

  • Generalizaciones (siempre-nunca,
    todos-nadie)

  • Superstición (si lo digo no se
    cumple)

  • 2) Evaluaciones: es el significado que tienen
    las inferencias para el individuo, a veces son conscientes,
    pero a veces no, para determinar si son irracionales tienen
    las siguientes características:

  • Demanda extrema (debes, tienes), es un pensamiento
    absoluto que se rige por la obligación.

  • Tremendismo (horrible, terrible, lo peor que ha
    pasado) exageración de las consecuencias de los
    eventos negativos.

  • Orientado al confort (no puedo soportarlo, demasiado
    difícil, es muy duro) por lo general surge del
    tremendismo, se basa en la idea que algo no se puede
    soportar

  • Valoración de las personas (he hecho algo
    malo, soy una persona mala) la tendencia a darle un valor a
    las personas con base a su conducta, acción o
    rasgo.

  • 3) Creencias: representan las referencias que
    se toman para guiar la reacción ante la vida, estas
    condicionan lo que un suceso significa para una persona,
    algunas pueden ser:

  • Necesito el amor y la aprobación de las
    personas que son importantes para mí y debo evitar su
    desaprobación cueste lo que cueste.

  • Para valer como persona debo lograr el éxito
    en todo lo que haga y no debo cometer errores.

  • Las cosas deben ser como yo quiera, de lo contrario
    la vida es insoportable.

  • Debo preocuparme por las cosas que pueden ser
    peligrosas, incómodas o amenazantes, porque si no,
    sucederán.

  • Puedo ser más feliz eliminando las
    dificultades, inconvenientes y responsabilidades de la
    vida.

  • Todo mundo necesita depender de alguien más
    fuerte.

  • Debo sentirme mal cuando otras personas tienen
    problemas.

  • No debería sentir incomodidad o dolor, no
    puedo soportarlos y debo evitarlos a toda costa.

Como ya se ha tratado, el individuo vive con un sistema
de creencias que ha desarrollado a lo largo de su vida, estas
creencias provocan que, ante una situación, haga
inferencias de lo que pueda pasar, acto seguido evalúa las
consecuencias, y es cuando se presenta la emoción. Por
ejemplo, una empleado que cree que la única manera de
agradar a su jefe es haciendo un trabajo impecable, como todo ser
humano, expuesto a errores, un día comete uno, esta
creencia de que es la única manera de agradarle al jefe,
le lleva a inferir que se molestará con él, lo cual
lo evaluará como lo peor que le puede estar pasando, y
terminará por sentir ansiedad.

Cabe mencionar que estos niveles no solo corresponden al
pensamiento irracional, aunque se piense racionalmente, estos
niveles están presentes, tomando el mismo ejemplo del
empleado, pero en este caso su creencia es que hay que hacer lo
mejor que se pueda las cosas pero el ser humano es falible, por
lo tanto, con base a esta creencia, ante el error, la inferencia
será, seguramente el jefe se molestará, pero la
evaluación será, no soy perfecto, como tal puedo
equivocarme, la emoción que experimentará en este
caso será preocupación, la cual es una
emoción negativa, pero apropiada, porque está
actuando como sistema de alarma, le está diciendo, "ten
más cuidado", "concéntrate", en fin, dependiendo de
qué fue lo que le hizo cometer el error, para esto se
ocupará de corregirlo y aprender de él.

El papel del terapeuta consiste en ayudar al paciente a
identificar las creencias que contribuyen a las emociones
perniciosas a través del análisis racional de las
conductas que producen estrés o preocupación, y en
cuanto se identifiquen, debatirlas y sustituirlas por otras que
sean racionales.

Las terapias cognitivo-conductuales, aunque son
relativamente actuales tienen un fundamento filosófico, y
el núcleo de la teoría se basa en una frase
sencilla del filósofo estoico griego
Epíteto:

"las personas no se alteran por los hechos, sino por lo
que piensan acerca de dichos hechos".

Esta frase refuerza el hecho que las reacciones
emocionales alteradas de las personas, está determinada
por las inferencias y evaluaciones que hacen de los hechos, no
por el hecho en sí. Desde esta perspectiva la terapia se
basa en los siguientes principios:

  • La persona es responsable de sus propias emociones y
    acciones.

  • Sus emociones alteradas y sus conductas
    disfuncionales son el producto de su propio pensamiento
    irracional.

  • La persona puede aprender a tener una visión
    más realista y con la práctica, hacer que forme
    parte de sí misma.

  • Se puede experimentar una aceptación
    más profunda de sí mismo y obtener mayor
    satisfacción, desarrollando una perspectiva basada en
    la realidad.

Dado que en esta corriente hay una estrecha
relación entre conducta, pensamiento y emoción,
para atender los casos pueden utilizarse técnicas tanto
cognitivas, como emotivas o conductuales, todo es con el fin de
que el paciente cambie sus creencias irracionales por creencias
racionales.

Técnicas para
cambiar las creencias irracionales por creencias
racionales

  • 1) Técnicas cognitivas

  • a) Análisis racional: consiste en
    analizar episodios específicos para enseñar al
    paciente a descubrir y disputar las creencias irracionales,
    se trata de detectar los pensamientos rígidos, en
    función de obligación (debes, tienes), para
    combatirlos mediante refutación debate, para esto se
    puede utilizar:

  • Afirmaciones de afrontamiento: tales como hacerle
    ver que nada es terrible al 100%, que aunque la
    situación sea difícil se puede
    soportar.

  • Preguntas socráticas: ¿Qué
    evidencia existe de…?, ¿Dónde
    está escrito que..?, ¿Qué ley respalda
    tal…?

  • Discriminación: que aprendan a diferenciar
    necesidades de deseos, obligaciones de preferencias (no
    necesito lo que quiero, solo quisiera tenerlo… me
    gustaría que me quisiera, pero no es obligación
    que lo haga)

  • b) Disputa de doble estándar: es una
    técnica que se utiliza para disputar creencias sobre
    sí mismo que el individuo se resiste a abandonar, dada
    la persistencia en sus ideas de autoderrota o de
    obligación, se le pregunta si evaluaría de
    igual manera a otra persona, como un mejor amigo o un
    familiar que esté en las mismas condiciones, si
    responde no, se le hace ver que está manteniendo un
    doble estándar, porque si la situación es la
    misma, por qué él se devalúa y el otro
    es normal, si en realidad fuera lo que está pensando,
    entonces todos tendrían el mismo valor.

  • c) Abogado del diablo: con esta técnica
    el paciente acaba debatiendo en contra de sus propias
    creencias irracionales, es útil cuando ya se dio
    cuenta de la irracionalidad, pero necesita consolidarla,
    él mismo se cuestionará si realmente vale la
    pena mantener esa creencia y convencerse que no es
    así.

  • d) Reetiquetado: es cambiar la
    terminología del paciente respecto a lo nocivo que
    percibe los acontecimientos negativos, que deje de
    denominarlos en extremo, porque eso es lo que le genera el
    conflicto, de este modo, en lugar de decir, "es terrible",
    decir, "es incomodo", por poner un ejemplo.

  • 2) Técnicas emotivas

  • a) Proyección en el tiempo: la finalidad
    es hacerle ver al paciente que a pesar de los acontecimientos
    negativos la vida sigue y por ende, vivirla, por lo que para
    esto se le pide que visualice el suceso indeseado y a su vez
    que se imagine como se verá en una semana, un mes, un
    año, así sucesivamente, con lo cual se pretende
    que comprenda que la vida continuará y lo único
    que tendrá que hacer son pequeños
    ajustes.

  • b) Ampliar al límite: se trata de
    imaginar un suceso negativo y hacer uso del humor, es decir,
    después que el paciente recuerda o menciona un suceso
    relevante se le pide que amplíe hasta sacarlo de
    proporción de tal manera que le parezca chusco por lo
    absurdo que puede ser, por ejemplo, una persona que se cae en
    la calle y se avergüenza, para evitarlo prefiere no
    salir, ha desarrollado un temor, para esto, es el caso que
    expone, acto seguido se le dice, "imagina que una persona se
    rio de ti", tal vez conteste "pues ese es mi temor", se le
    responde, "sí, puede ser que se rían de ti",
    "pero ahora imagina que esa persona le llama a otra
    contándole lo que te paso y ya son dos las que
    ríen, después siguen llamando más gente,
    a tal grado que estas rodeado de ella y todos ríen de
    ti, y siguen llamando más"… lo que se espera
    aquí, es que el paciente se ría de lo
    ilógico de esto, el reírse de los miedos, ayuda
    a controlarlos.

  • c) Aceptación incondicional: hacer que
    el paciente se acepte a sí mismo con sus defectos y
    errores, que independientemente de estos, tiene un valor
    personal por el simple hecho de existir.

  • 3) Técnicas conductuales

  • a) Exposición: consiste en exponer al
    paciente a la situación temida, para ello es
    importante las habilidades cognitivas de afrontamiento,
    porque es preciso que se dé cuenta que puede
    sobrevivir en esa situación, que no es lo peor del
    mundo y aumentará la autoconfianza.

  • b)  Asumir riesgos: consiste en hacerle ver y
    que se dé cuenta que nada tiene garantía en
    esta vida, pero es preciso arriesgarse para poder salir
    adelante.

  • c) Conducta paradójica: consiste en
    invitar al paciente a realizar lo contrario a lo que quiere
    hacer, es decir, si existe una conducta que le genera
    incomodidad, pues se le pide que lo haga con más
    intensidad, lo que se pretende, y con base a la tendencia del
    ser humano de llevar la contraria, es que precisamente en
    lugar de hacerlo, no lo haga, y así desaparece la
    conducta disfuncional, por ejemplo, una persona que teme
    relacionarse con los demás, se le puede pedir que a
    partir de la fecha en que se expuso el problema, hasta la
    próxima cita, se abstenga de tener el mínimo
    contacto con nadie, sea en el trabajo en la escuela,
    finalmente terminará socializando de manera
    eficaz.

  • d) Reforzadores y castigos: utilizar premios
    para reforzar las conductas deseadas o penalizaciones para
    las no deseadas, sí se requiere de mucha voluntad del
    paciente para que pueda autogratificarse y auto castigarse,
    aunque tal vez para el primero no haya mucho problema pero
    aún así, es importante sensibilizarlo de la
    importancia de esto.

Intervención
cognitivo-conductual en los problemas emocionales

La terapia cognitivo conductual ha mostrado eficacia y
es una de las terapias mas relevantes en el tratamiento de los
problemas emocionales, dado que como lo dice su premisa, el
comportamiento del individuo es una respuesta a la emoción
y a su vez, ésta se manifiesta por la
interpretación que se hace de las situaciones, por lo
tanto, la percepción de las mismas, hará que dicha
emoción sea normal, es decir, que aunque sea negativa es
apropiada, pero si la percepción se basa en un hecho
irracional la emoción negativa ya no será
apropiada, sino inapropiada, desarrollando una depresión,
algún tipo de fobia o ansiedad.

Intervención en la depresión

La depresión es uno de los trastornos más
comunes dentro de la población, una de las causas que se
presente es ese pensamiento irracional de todo o nada, cuando el
individuo no consigue o no le sale las cosas exactamente como las
quiere, tiende a deprimirse, porque su autovalía baja, por
lo que, aquí lo más importante es trabajar con esos
pensamientos irracionales que la están provocando para que
el individuo aprenda que la vida puede vivirse con esos
altibajos, además, de que el ser humano no es perfecto,
pero sí perfectible, por lo tanto, cada error es una
lección de la cual se puede aprender, siempre y cuando se
considere y evalúe qué fue lo que salió mal
y se reconsidere para que al intentarlo nuevamente ya no se
cometa.

Los principales objetivos del tratamiento cognitivo
conductual es:

  • Disminuir el pensamiento disfuncional: este tipo de
    pensamiento se manifiesta en opiniones negativas que tiene el
    individuo sobre sí mismo, los demás y el mundo,
    se basan en creencias que ha desarrollado a través del
    tiempo, reforzadas por el ambiente, por lo que tienden a
    responder a este de manera rígida y negativa, lo cual
    le conduce interpretar las nuevas experiencias
    erróneamente; las técnicas viables para este
    aspecto, son las cognitivas.

  • Optimizar la capacidad de resolución de
    problemas: es común que el paciente deprimido dude de
    su capacidad para resolver los problemas que se le presenta,
    para él siempre serán amenazantes y sin
    solución, por lo que es preciso que se le provea de
    habilidades para afrontarlos, las técnicas adecuadas
    son las cognitivas y emotivas.

  • Incrementar las habilidades de autocontrol: es
    típico que los depresivos pierdan control sobre
    sí mismos, no son capaces de automonitorearse,
    autoevaluarse y mucho menos autoreforzarse, por lo que es
    necesario que se le otorgue herramientas para que desarrolle
    estas habilidades, las técnicas ideales son las
    conductuales.

Intervención en fobias especificas

Las fobias especificas es un temor excesivo e irracional
ante una situación u objeto especifico ya sea ante su
presencia o que se anticipe a ella, por lo general pensar en el
estimulo fóbico o la exposición a él, genera
ansiedad en el individuo. El motivo de estas fobias en ocasiones
es por la experiencia negativa que se haya tenido con el objeto o
situación en cuestión, por lo que es preciso que se
trabaje con este tipo de pensamientos que conduce al paciente a
anticiparse o reaccionar negativamente ante el estimulo. Como la
respuesta es de ansiedad, y ésta conlleva aspectos
fisiológicos como taquicardia, sudoración, falta de
aliento, etc. las metas terapéuticas a seguir
son:

  • Disminuir la activación fisiológica
    activada: como en todo trastorno de ansiedad, la
    activación fisiológica esta presente, por lo
    que es importante trabajar en su disminución para
    tranquilizar al paciente, las técnicas conductuales
    junto con la relajación son las
    recomendadas.

  • Mitigar las ideas disfuncionales: como en todo
    trastorno emocional, las creencias lo refuerzan, en este caso
    puede ser alguna experiencia negativa con el estimulo
    fóbico que hace le dé un significado a la nueva
    experiencia, para ello las técnicas cognitivas y
    emotivas son las que se podrían aplicar.

Intervención en la angustia

La angustia se considera como un temor aprendido a
ciertas sensaciones corporales, el mayor temor que se presenta es
la de tener un paro cardiaco, por lo que aquí los
objetivos son:

  • Disminuir las interpretaciones catastróficas
    de la activación: por o general se presenta un miedo
    al miedo, el paciente teme tener crisis, y eso hace que se
    presente la activación fisiológica, ese temor,
    como ya se mencionó es porque piensa,
    erróneamente, que puede tener un paro cardiaco,
    interpreta mal los síntomas, cree que es lo más
    catastrófico que le pueda pasar, por lo que las
    técnicas indicadas son las cognitivas.

  • Reducir la activación fisiológica: ese
    temor de presentar crisis, provoca que se active
    fisiológicamente, generando un círculo, donde
    el temor a presentarlas, hace que las presente, ante esto, el
    temor aumenta y así sucesivamente, las técnicas
    que se pueden utilizar son las de
    relajación.

  • Limitar los comportamientos de seguridad: una de las
    manifestaciones del paciente con angustia, es evitar los
    lugares o situaciones que le causan dicho trastorno, porque
    considera que sólo así estará seguro,
    por lo que es necesario cambiar este comportamiento para que
    afronte las cosas y aprenda a vivir con ellas, para esto las
    técnicas conductuales son las ideales.

Intervención en la ansiedad
generalizada

En la ansiedad generalizada el individuo anticipa
resultados negativos a eventos aunque la probabilidad de que se
presenten sean mínimas; la persona con ansiedad
generalizada percibe amenazante el medio que le rodea y presta
especial atención a los estímulos, creándole
preocupación excesiva, esta preocupación conlleva
síntomas fisiológicos, cognitivos y conductuales,
tales como taquicardia, inquietud, sudoración, dificultad
de concentración, tensión muscular, irritabilidad,
y trastornos del sueño, entre otros, por lo que es
natural, estas reacciones imposibilita al individuo para
desempeñarse eficazmente en los diferentes ámbitos
en que se desenvuelve, convirtiéndose esto en un
círculo vicioso, porque precisamente los estímulos
amenazantes giran en torno a estos ámbitos, como fallar en
el trabajo o perderlo, no tener dinero, perder la salud él
o algún familiar, etc.

Con base a la sintomatología las metas del
tratamiento conducen a:

  • Alterar las metacogniciones desadaptativas: una de
    las características de la ansiedad es el miedo al
    miedo, en otros términos, cuando el individuo
    experimenta preocupación, la mayor preocupación
    es que puedan perder la cordura o tengan un infarto, por lo
    tanto, se ponen a pensar sobre sus propios pensamientos y
    esto, obviamente, aumenta la alteración; otra manera
    de razonar sus propios pensamientos, puede ser de manera
    positiva, no obstante, también le está causando
    alteración, esto es, puede pensar que si se preocupa
    por los acontecimientos amenazantes, ya no sucederán,
    aparte de que está manifestando los síntomas,
    consecuencia de su preocupación, estos pensamientos
    los basa en una superstición, en algo irreal, por lo
    tanto, el problema de todos modos, está presente. Las
    técnicas idóneas para esta meta, son las
    cognitivas.

  • Aminorar los síntomas físicos de la
    ansiedad: el principal síntoma físico, es la
    tensión muscular, por lo que las técnicas
    recomendadas son las de relajación, las de
    tensión-relajación son eficaces, también
    se pueden utilizar técnicas de respiración,
    independientemente que en cualquier técnica de
    relajación se maneja la respiración, trabajarla
    específicamente coadyuva a que el paciente controle su
    ansiedad. Es importante mencionar que para la eficacia de la
    relajación es necesario que el paciente se muestre
    dispuesto a ello, ya que en ocasiones la misma
    relajación le causa preocupación, por ese temor
    a no autocontrolarse, por un lado, y por el otro, la falta de
    concentración, le impide realizarlo
    correctamente.

Intervención en el trastorno
obsesivo-compulsivo

El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por
ideas o pensamientos persistentes inadecuados que generan
angustia y ansiedad, estos pensamientos conducen a manifestar
comportamientos repetitivos, lo cual los realizan con la
finalidad de neutralizar las ideas ya que creen que de esa manera
desaparecen o por lo menos las evitan, así por ejemplo si
una persona tiene la idea que es necesario estar limpio para
sobrevivir, se lavará las manos constantemente o se
bañará varias veces al día, si tiene la idea
que una casa limpia y ordenada le hará tener mayor
aceptación social, se pasará limpiando y acomodando
objetos dentro de la misma, y si por alguna razón, alguien
le hace algún comentario por un descuido que haya tenido
respecto a, supongamos, una telaraña, reforzará su
idea que es la única manera de lograr la
aceptación. De esta manera, la compulsión (actos
repetitivos), se presenta en automático porque con ellos,
la persona considera que reduce su angustia que le genera las
ideas (obsesión) o así cree que evita sucesos
funestos.

Las metas terapéuticas para este trastorno
son:

  • Disminuir los pensamientos persistentes: es
    común que los pensamientos del paciente sean evaluados
    por él en términos de responsabilidad y
    peligro, esto es, considera o justifica su actuar porque
    piensa que tiene un deber con su familia a la que tiene que
    proteger de las amenazas, así por ejemplo, esa
    tendencia a lavarse las manos, por un decir, lo hace con la
    idea que si no lo hace puede contagiar a su familia, se
    está responsabilizando de lo que le pueda pasar, ese
    temor que tiene que pueda enfermarse lo hace asumir ese tipo
    de pensamientos, porque cree que el ambiente está
    lleno de gérmenes y el puede ser un agente trasmisor,
    por lo que las técnicas que coadyuvan a este manejo
    son las cognitivas.

  • Reducir los comportamientos repetitivos: las
    conductas repetitivas llevan la finalidad de disminuir la
    angustia y controlar los pensamientos, a corto plazo esto es
    factible, ya que al actuar desvía la atención
    de los pensamientos y la angustia aminora, pero, a largo
    plazo, dado el comportamiento inadecuado, perpetúan
    tanto el comportamiento como las ideas, porque si se da
    cuenta, esa conducta tiene una razón, por lo tanto, la
    angustia es mayor. Para el manejo de estos comportamientos,
    las técnicas conductuales son las ideales.

Intervención en el trastorno por estrés
postraumático

El trastorno por estrés postraumático lo
presentan los individuos que han experimentado, presenciado o
simplemente le han contado sobre algún suceso que implica
muerte o amenaza para su integridad física o la de los
demás, por ejemplo, una adolescente que presenció
la amenaza de muerte hacia su padre, el agresor llegó
hasta donde ellos en una camioneta gris, como este suceso fue en
la noche, a partir de entonces, durante el día se mostraba
relativamente tranquila, pero al llegar la noche y si su padre no
estaba en casa, se empezaba a inquietar y manifestar los
síntomas fisiológicos, como taquicardia,
sudoración y tensión muscular, hasta que su padre
llegaba se tranquilizaba, pero siempre estaba expectante, y si
veía una camioneta gris, también le provocaba
dichos síntomas. Lo característico de este
trastorno es que el individuo vivencia el acontecimiento a cada
momento, ya sea recordándolo, soñándolo, o
manifestando los síntomas que tuvo en el momento del
acontecimiento.

Con base a estas características el objetivo de
la terapia será:

  • Reducir la activación fisiológica: la
    sintomatología fisiológica se presenta ante la
    eminencia del peligro y del temor y la angustia que se salen
    de control, consecuencia de los pensamientos irracionales que
    trae consigo el recuerdo del acontecimiento, porque la idea
    que persiste es que en cualquier momento puede ocurrir de
    nuevo, por lo que intenta alejarse de los estímulos,
    como en el caso mencionado anteriormente, uno de las
    conductas de evitación era que la adolescente
    prefería no salir a la calle para no ver ninguna
    camioneta gris, pero precisamente esta conducta de
    evitación le genera más angustia, por lo tanto,
    para reducirla, es conveniente utilizar técnicas de
    relajación y algunas conductuales, como la
    exposición, principalmente.

  • Disminuir las ideas disfuncionales: el individuo con
    estrés postraumático tiene la idea que la
    amenaza sigue estando presente, la interpretación
    errónea que hace de la realidad le hace tener estos
    pensamientos, por lo tanto las técnicas factibles son
    las cognitivas.

Como puede verse en cada uno de los trastornos
emocionales que se trató el pensamiento irracional o
distorsionado está presente, por lo que las
técnicas de la terapia cognitivo conductual es una de las
de mayor viabilidad.

El proceso
terapéutico

Para que el proceso terapéutico transcurra
eficazmente, es preciso que el paciente esté dispuesto al
cambio, que se involucre al 100% en la terapia, para lo cual es
necesario que tenga una capacidad de autoanálisis para
identificar los sentimientos adecuadamente; no todas las terapias
son convenientes para todo tipo de personas, pero si con todas se
puede tratar los mismo problemas, por eso es importante
considerar las características del paciente para que el
trabajo no resulte infructuoso, porque como ya se mencionó
anteriormente, sería una pérdida de tiempo para el
terapeuta y una pérdida de dinero para el paciente, pero
sobre todo, está la ética del primero para
distinguir, y asimismo hacerle saber al segundo que no es posible
atender su caso. En ocasiones al parecer el individuo está
en la mejor disposición de llevar su tratamiento, pero a
medida que avanza la terapia presenta ciertas conductas que la
obstaculizan, como el no realizar las tareas asignadas o hacerla
incorrectas, negar avances, no participar activamente en la
misma, entre otras, por lo que, también en este momento es
conveniente, por las cuestiones ya mencionadas, que se le diga
que no es posible continuar con la terapia.

Las habilidades que debe poseer el terapeuta, como en la
mayoría de las terapias es la empatía, esa
capacidad de ponerse en los zapatos del otro, es imperativo,
sentir lo que el otro está sintiendo es una de las
principales habilidades y a la vez cualidades del terapeuta,
porque de esta manera identificará mejor la
problemática y podrá actuar en consecuencia, sobre
todo, podrá realimentarlo adecuadamente.

El respeto, es otra de las habilidades, el cual
involucra la aceptación, lo que no quiere decir que todo
lo que diga o haga el paciente lo tomará como bueno, sino
que lo está considerando como el ser humano que es y
está consciente de que como tal puede tener errores, es
decir, no censurar o darle un valor a su comportamiento, sino
tener la finalidad de que su trabajo radica en ayudarle a
desarrollar la autoconfianza y de esa manera luchar contra las
conductas desadaptativas consecuencia de lo irracional de sus
pensamientos.

Capacidad de confrontación, en cuanto a esta
habilidad podría decirse que es característica de
esta terapia, ya que es una de las principales herramientas para
hacer que el individuo se dé cuenta de lo irracional de
sus pensamientos, es común que el paciente divague, por lo
que se debe estar atento a ello y hacerle ver cómo
está manejando las cosas, muchas veces con su lenguaje
verbal dice una cosa pero con el no verbal dice otra por lo que
aquí es necesaria la confrontación para que se
dé cuenta como está manejando mecanismos para
proteger su integridad, pero que desafortunadamente están
basadas en hechos irreales.

La capacidad comunicativa es básica, porque no se
trata sólo de escuchar, sino también de saber
confrontar, de validar los mensajes, saber el momento oportuno de
intervenir, como ya se mencionó anteriormente una de las
técnicas es el método socrático, por lo que
para hacer preguntas productivas, sólo quien maneja bien
la comunicación lo podrá llevar a cabo;
también en la empatía juega un papel determinante
la comunicación, porque para que el paciente se sienta
comprendido, es preciso que el terapeuta de vez en cuando haga
intervenciones, del tipo, ¿quieres decir…?, o,
seguramente te sentiste… al hacer esto se consigue dos
cosas, en primera se está seguro que se está
comprendiendo los mensajes emitidos por el paciente y en segunda,
a su vez, se le hace del conocimiento que se le está
entendiendo, y además que se le está atendiendo, lo
que implica el respeto y aceptación.

Conclusión

Las terapias cognitivos conductuales son una
fusión de las terapias conductistas y las terapias
cognitivas, parten de la premisa que el comportamiento (tema
central del conductismo) es consecuencia de los pensamientos
(tema central del cognitivismo), al igual que los conductistas
toma en cuenta la relación estimulo-respuesta, con la
diferencia que el individuo no reacciona mecánicamente a
los estímulos provenientes del ambiente, sino que estos
son mediados por un pensamiento, he ahí la premisa de que
no son las situaciones las que generan el conflicto, sino lo que
se piensa de las mismas.

Es común que los individuos piensen o crean, que
su estado emocional y su respectiva respuesta conductual, sea
propiciada por los estímulos ambientales, si esto fuera
así, todas las personas reaccionaran igual ante los mismo
estímulos, de hecho este es uno de los argumentos que se
utilizan en la confrontación, para que se den cuenta que
lo que en realidad les está ocasionando la
alteración emocional, es lo que está pensando de la
situación, no la situación en sí.

Con base a la creencia de que son las situaciones las
causantes de sus conflictos, algunos pacientes llegan a terapia
buscando ayuda para solucionar problemas prácticos, lo
cual está fuera del alcance del terapeuta, porque lo que
él ayuda a solucionar son los problemas emocionales,
resultado de esos problemas prácticos, por eso es
importante que además, el terapeuta le ayude a distinguir
entre problemas prácticos y problemas emocionales. Por eso
se le ha considerado a las terapias cognitivo-conductuales
eficaces en el tratamiento de los problemas emocionales, por ese
denominador común que tienen, el pensamiento
distorsionado.

Es importante desarrollar las habilidades básicas
para poder conducir la terapia de manera eficaz, porque de otra
manera no sería viable, y además tener la
ética para poder decir que no se puede atender al sujeto
en caso necesario, así como también detectar a los
individuos que pretenden sabotear el proceso
terapéutico.

Celia Trujillo Martínez

Bibliografía

  • 1. HERNANDEZ LIRA, Nicolás
    Alejandro. Manual de psicoterapia cognitivo-conductual para
    trastornos de la salud. Editorial LibrosEnRed. Venezuela
    (2007)

  • 2. NEZU, Arthur M.; Nezu, Christine
    Maguth; Lombardo, Elizabeth. Formulación de casos y
    diseño de tratamientos cognitivo-conductuales.
    Editorial Manual Moderno. México, (2006)

  • 3. ZAYFERT, Claudia; Becker, Carolyn
    Black. Terapia cognitivo-conductual para el tratamiento del
    estrés postraumático. Editorial Manual Moderno.
    México, (2008)

 

 

Autor:

Celia Trujillo
Martínez

COGNITIVE BEHAVIORAL THERAPY

VIVO EN VERACRUZ, VERACRUZ,
MÉXICO

ATLANTIC INTERNATIONAL
UNIVERSITY

HONOLULU, HAWAI

07 DE AGOSTO DE 2013, VERANO

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