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La Estomatología en el Deporte



Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Desarrollo
  4. La
    Fisiología Estomatológica
  5. Traumatología
    Estomatológica
  6. Estomatología
    Preventiva
  7. Alteraciones
    estomatológicas
  8. Funciones del odontólogo en la
    preservación de la salud oral de los
    atletas
  9. Conclusiones
  10. Referencias
    bibliográficas

Datos históricos revelan las primeras referencias
del deporte, concentrándose en la fabricación de
protectores bucales. Los pocos estudios e informes
clínicos de casos disponibles, subrayan el tratamiento de
lesiones traumáticas intrabucales a dientes y estructuras
de soporte. En nuestro país no existe ningún centro
que se dedique a la estomatología deportiva, esto
motivó a los autores a la realización de esta
revisión bibliográfica, con el principal objetivo
de describir la relación entre la Estomatología y
la práctica de los diferentes deportes y actividad
física. La odontología en el deporte puede ser
definida como una disciplina especializada cuyo fin es
seleccionar, orientar, supervisar a los deportistas en los
certámenes. Se concluye que la estomatología se
relaciona con el deporte, esencialmente con la fisiología,
como en el buceo, la traumatología, como en las fracturas
dentomaxilofaciales, y la prevención, con el uso de
protectores bucales. Se consultaron 22 bibliografías tanto
impresas como digitales.

Palabras Claves: Medicina Deportiva,
Estomatología Deportiva, Traumatismos Dentales,
Protectores Bucales.

Podemos decir en forma general, que la
palabra deporte se considera como representativa de ejercicios
físicos intensivos que aumentan la soltura, agilidad,
destreza y concentración de la persona y que es practicado
con la finalidad de resistir la fatiga, vencer dificultades y
competir. Su origen y práctica datan de tiempos remotos.
Encontramos datos de las primeras manifestaciones deportivas
referentes a gimnasia higiénico-médica hacia el
año 2700 AC., en las civilizaciones chinas y japonesas y
también en Egipto. En los Estados Griegos los juegos se
desarrollaron en homenaje a sus dioses y periódicamente
realizaban fiestas deportivas, entre las que se destacaban:LOS
PITICOS: en honor a Apolo Pitio en Delfos.LOS ISTMICOS: dedicados
a Poseidón en Corintio.LOS MENEOS: en homenaje a
Hércules en Argólida.LOS OLÍMPICOS: los
más famosos, en homenaje a Zeus en Olimpia (Elide).Sin
embargo no se quedó en la antigüedad la
práctica del deporte, sino que llegó hasta nuestros
días, con la participación de todos los
países en olimpiadas, campeonatos mundiales, eventos
regionales. Del mismo modo que se fue desarrollando la
práctica deportiva, así también se fue
perfeccionando la atención especializada a los
deportistas, de este modo fue surgiendo la medicina
deportiva.1

La Medicina Deportiva es la especialidad médica
que estudia los efectos del ejercicio del deporte, en general, de
la actividad física, en el organismo humano, desde el
punto de vista de la prevención y tratamiento de
enfermedades y lesiones.

En algunos países el médico deportivo es
preferentemente un médico clínico, en otros es un
médico traumatólogo que se dedica a atender
lesiones del deporte o también se trata de un especialista
o subespecialista en ergometría o pruebas de esfuerzo, en
rehabilitación de pacientes diabéticos, o en
prevención de enfermedades cardiovasculares. Ramas y
disciplinas de la medicina deportiva pueden incluir a
básicas (Anatomía, Fisiología,
Biomecánica del ejercicio, etc.), clínicas
(Prevención, tratamiento y rehabilitación de
lesiones y enfermedades) así como ciencias aplicadas
(Psicología, Nutrición, Entrenamiento en el
deporte, Metrología, Cineantropometría, etc.). Los
principales cometidos de la medicina deportiva son: misión
preventiva, misión orientadora, misión
curativa.2

Por datos históricos se sabe que las primeras
referencias del deporte, se concentraron en la fabricación
de protectores bucales. Los pocos estudios e informes
clínicos de casos entonces disponibles subrayan el
tratamiento de lesiones traumáticas intrabucales a los
dientes y estructuras de soporte. En 1983 en los EE. UU se
fundó la Academy for Sports Dentistry, que con muchas
críticas inicia y aún continúa su labor.
Pero la estomatología del deporte debe abarcar mucho
más que la fabricación de protectores bucales y el
tratamiento de dientes fracturados.

El empirismo fue hasta hace poco un pobre conductor en
el manejo de estas lesiones, se impone en la actualidad tener
conocimientos especializados para atender al paciente que ha
sufrido una lesión traumática en el área
orofacial por la práctica de una actividad deportiva de
riesgo debe ser considerada una situación de emergencia y
el paciente debe ser atendido por un Odontólogo el cual
debe ser parte fundamental en un servicio de medicina
deportiva.

Para proteger la boca y los dientes de lesiones graves,
debería usarse un protector bucal, durante todas las
actividades deportivas o recreativas, especialmente en
actividades donde existe contacto potencial con otra persona. El
protector bucal puede evitar lesiones serias. Los protectores
bucales separan eficazmente a los dientes del tejido blando de la
cavidad bucal y así evitan heridas y hematomas en los
labios y en las mejillas, sobre todo en aquellas personas que
usan aparatos ortodóncico.3

En nuestro país la profesión
odontológica apoya unánimemente el uso de
protectores bucales en varias actividades deportivas. Los
protectores bucales deberían usarse en los siguientes
deportes: fútbol americano, lucha libre, béisbol,
hockey, artes marciales y boxeo. Muchas de las lesiones de los
dientes, la boca y la cabeza, podrían prevenirse con el
uso adecuado y continuo de un protector bucal.

En nuestro medio no existen instituciones que se
dediquen a investigar aspectos de esta disciplina ,incluso en
nuestro país no existe ningún centro especializado,
a pesar de no existir instituciones el Dr. Orlando Pablo de
Cárdenas Sotelo, quien fuera especialista en
estomatología , administración y
organización en salud, estrechamente vinculado al
movimiento deportivo cubano. Se destaca al innovar el protector
de boca utilizado por los boxeadores cubanos, y también
patentiza la boquilla de snorkel de los cazadores.( submarinos.
Por su dedicación y aporte es considerado una gloria del
deporte cubano.

El poco conocimiento de este tema en los estudiantes de
pregrado, nos motivó a realizar el presente trabajo,
esperando contribuir a la difusión del tema en los
estudiantes.

OBJETIVOS

  • Describir la relación entre la
    Estomatología y la práctica de los diferentes
    deportes y actividad física.

  • Identificar los diferentes tipos de lesiones
    estomatológicas que pueden ocurrir durante la
    práctica y competencia deportiva.

  • Mencionar los métodos de prevención
    que se usan en el deporte para prevenir lesiones
    buco-maxilofaciales.

Actualmente en la mayoría de los países se
mantiene un solo tipo de historial médico de los
deportistas. Se reconoce, sin embargo, que la medicina del
deporte y la odontología son complementarias y que es
necesario mantener tanto una ficha clínica dental como un
historial médico. Las asociaciones dentales nacionales
deben proporcionar a los odontólogos toda la
información concerniente a la protección
buco-dental. Se lleva a cabo un examen dental y
sistemático inicial para identificar cualquier
condición que pueda contraindicar, de manera permanente o
temporaria, toda participación en actividades deportivas o
de educación física.

Toda información en la ficha dental inicial debe
ser puesta al día después de cualquier incidente o
accidente que implique una lesión en la cabeza o el
cuello, a fin de evaluar la gravedad de la lesión. Se
llevará un registro de cualquier herida o lesión.
La comparación con otros datos previos puede ayudar a
definir las lesiones que ocurran.

La ficha dental del deportista debe incluir
la información siguiente:

1) Nombre, fecha de nacimiento, sexo,
dirección y número de teléfono.

2) Nombre, dirección y
números de teléfono del odontólogo y del
médico.

3) Detalles clínicos:

  • Dientes presentes Dientes ausentes

  • Dientes dañados o dientes que deben ser
    restaurados.

  • Dientes restaurados y detalles de toda
    restauración, incluyendo los dientes con
    coronas.

  • Prótesis presentes, sean removibles o fijas.
    Condiciones gingivales o periodontales.

  • Anomalías del tejido blando.

  • Detalles concernientes a la inmunización
    contra el tétanos y cualquier alergia a ciertos
    medicamentos.

  • Detalles de cualquier condición que pueda
    predisponer al participante a una herida, o que pueda
    contraindicar, de manera permanente o temporaria, la
    práctica de ciertos deportes.

4) Examen radiográfico de tipo panorámico
a fin de establecer:

  • Una evaluación dento-máxilo-facial
    para futura referencia.

  • Detalles para la comparación clínica,
    de ser necesario, en caso de traumatismo.

  • La base para análisis futuros a fin de
    establecer parámetros biométricos
    fundamentales.4

La Estomatología Deportiva se debería
dividir para su estudio en 3 aspectos fundamentales, la
fisiología estomatológica, la traumatología
estomatológica y la Estomatología preventiva,
así mismo la dividiremos para una mejor explicación
durante el trabajo.

En la caza submarina y buceo, los atletas retienen
muchas horas con la mordida, una boquilla especial del equipo de
buceo. Esto altera el fisiologismo del sistema
estomatognático, por presión en las articulaciones
temporomandibulares.

  • La presión que aumenta rápidamente con
    la profundidad producen algias y barotraumatismos dentales,
    explicadas por los procesos cariosos presentes; obturaciones
    mal adaptados, al frío puede resultar muy
    doloroso.

  • Para que los deportistas puedan desarrollar sus
    aptitudes físicas e intelectuales debe gozar de un
    perfecto estado de salud. Esto no podrá ser
    óptimo, sino consta de una buena salud
    bucodental.

Cuando hablamos de deporte en general lo asociamos a
lesiones comunes y habituales, como por ejemplo las musculares,
las articulares o fracturas en partes del cuerpo concretas. Pero
en los últimos tiempos se ha constatado un aumento de los
traumatismos dentales, cada vez más habituales en
determinadas modalidades deportivas por el incremento de la
intensidad y de la competitividad en el juego. Las alteraciones
traumáticas pueden ser consecuencia de accidentes
deportivos, especialmente en deportes de choque como el boxeo,
donde pueden producirse fracturas maxilares y dentales,
comprometiendo tejidos blandos asociados y la avulsión
parcial o total de los dientes.5

La práctica deportiva es la causa de hasta el 40%
de los traumatismos orofaciales, entre los cuales las lesiones
dentales son los más comunes. Los deportes de equipo y de
contacto como el rugby, el hockey hielo, el balonmano o el
baloncesto tienen una alta incidencia de lesión dental.
Hay otras modalidades que son de mayor riesgo e, incluso, se hace
necesaria la utilización de protectores bucales, como en
el caso del fútbol americano o el boxeo. Aunque los
deportes de equipo son los que acumulan más traumatismos
dentales, los deportes individuales, como el esquí o el
ciclismo, son los que en sufren los más
graves.6

Los traumatismos dentales son agresiones producidas por
un impacto directo en los tejidos duros orales, ya sea porque un
objeto se desplaza contra la boca o porque el deportista se
golpea contra otra superficie dura. Un factor importante que
incide en el riesgo de sufrir lesiones en esta zona es el
crecimiento. Por este motivo los niños que practican
deporte son más vulnerables que los adultos, ya que los
huesos y los músculos de la boca se desarrollan a un ritmo
diferente y dan pie a una mayor inestabilidad. Además, la
movilidad y la coordinación de los niños es menor
que la de los adultos esto hace que sufran más golpes.
Cabe destacar también que los niños son más
propensos a sufrir lesiones que las niñas, ya que
participan de una forma más brusca en la actividad
deportiva.7

Entre un 4 y un 30% de la población ha sufrido
alguna vez algún tipo de traumatismo en los dientes
anteriores. Los que se fracturan más a menudo son los
incisivos centrales superiores y las consecuencias pueden ir de
una pequeña fisura en el esmalte a la pérdida
completa del diente. Las firmas de un traumatismo son
frecuentemente visibles, como cuando se produce una fractura en
la corona del diente, pero a veces la lesión se produce en
la raíz; en estos casos resulta más complicado el
diagnóstico y se requiere una buena exploración
complementada con radiografías. 8

Los traumatismos dentales se clasifican en lesiones de
los tejidos duros y de la pulpa; lesiones de los tejidos
periodontales; lesiones en la encía o mucosa oral; y
lesiones en el hueso de sustentación. Los tratamientos
varían en función de su gravedad. Por ejemplo, una
fractura de la corona tiene un buen pronóstico, ya que el
tratamiento suele ser la reconstrucción del diente, en
casos leves, con empastes estéticos y, en más
graves, con coronas de porcelana. Si se sufre una fractura de la
raíz, el pronóstico puede ser regular o malo y
acostumbra en terminar con la extracción del diente. En el
caso de las fracturas de la corona y de la raíz, el
pronóstico es pésimo, ya que es una fractura
longitudinal del diente y no hay tratamiento conservador posible.
Finalmente, la avulsión dentaria tiene un
pronóstico reservado porque es un caso especial, a pesar
de que en determinados casos se puede reimplantar el diente y
esperar su evolución.9

Existen factores de riesgo para lesiones deportivas, los
extrínsecos, que son los predictores potenciales de
lesión independientes de individuo. Son los que se
vinculan con el tipo de actividad que demanda un deporte en
especial. Por ejemplo Andreasen cita que las fracturas de los
dientes permanentes y el hueso de soporte aumentan al
máximo por lesiones de velocidad baja con las
caídas. Por otra parte las heridas por velocidad elevada
tienden a producir fracturas horizontales a las coronas de los
dientes permanentes.

Las heridas por colisión a partir de
golpes con la cabeza, el codo, o los brazos o por patadas a
menudo generan, menos daño al tejido blando, pero no
obstante pueden causar fracturas desplazadas, si tales fuerzas
chocan contra una zona ósea pequeña. Los
intrínsecos, son las características,
predisponentes presentes en el participante deportivo individual.
Son los rasgos biológicos y psicosociales que pudieran
predisponer a una persona, en particular a una clase especial de
lesión deportiva (edad, sexo, resistencia y tensión
muscular, factores psicosociales, etc.)

De acuerdo con diferentes reportes se
plantea que entre el 3 y 18 % de las fracturas faciales
están relacionadas con los variados deporte y
principalmente con deportes de contacto fuerte como el rugby, el
soccer, el hockey sobre hielo, el kárate y el boxeo, a
pesar de los grandes esfuerzos realizados por las federaciones
deportivas para el uso de los diferentes medios de
protección.10

Algunos estudios mostraron la prevalencia
de lesiones dentales traumáticas en dientes anteriores que
están protruidos.

En un estudio realizado por Stenger los
protectores bucales redujeron la incidencia de contusiones en
jugadores quienes estuvieron previamente inclinados a ellos.El
tratamiento de traumas dentales, cada vez son más
exigentes de ahí que se debe aplicar la tecnología
más reciente, así como la operatoria dental
estética, dando solución a problemas asociados como
forma, posición, tamaño y color, teniendo la mira
de estética, y función.

Las técnicas de reposición de fragmentos
dentarios (collage) pueden aplicarse con buenos resultados
funcionales y estéticos, tanto a situaciones relativamente
simples, como a situaciones más complejas en la que la
pulpa o el espacio biológico está afectado. Esto es
cierto tanto en los dientes anteriores, como en los
posteriores.

El impacto contra otro atleta son el mecanismo de
lesión más frecuente, sobre todo en los grupos de
combate y juegos con pelota. Las fracturas de mandíbula y
cigomáticas resultan ser los patrones de fracturas
preponderantes. La conducta terapéutica en estos pacientes
no difiere sustancialmente de la aplicada en aquellos con
lesiones producidas por otras causas. La restricción de la
actividad atlética oscila entre 9 y 15 semanas
después del tratamiento inicial.

A pesar de que las fracturas maxilofaciales relacionadas
con el deporte, resultan menos comunes que las producidas por
otras causas, estas se han ido incrementando por el desarrollo y
la masividad deportiva.6

La frecuencia de fracturas faciales atribuibles a la
actividad deportiva, según informes, se produce entre el 6
y 15,2 % en Japón y entre el 25 y 28,5 % en otros
países. La prevalencia observada parece depender de las
circunstancias de cada región en términos del
número de personas involucradas, la extensión de
las facilidades en la práctica deportiva y los tipos de
deportes con elevado riesgo de provocarlas. Según
Frenquelli y colaboradores, el fútbol provocó el
mayor número de fracturas faciales en jugadores italianos
(64,8 %); pero en los ingleses fueron el rugby, el crekket y el
fútbol.

Estos resultados pudieran suscitar una interrogante:
¿qué deporte es el causante de estas lesiones en
cada país? Todo parece indicar que depende del que sea
más popular: en el nuestro, por ejemplo, el béisbol
y el boxeo son los que más afectan a los jóvenes,
pues suelen ser los históricamente preferidos por
ellos.

En las fracturas de mandíbula, la región
más dañada es el ángulo, asociada con
terceros molares retenidos y fundamentalmente en atletas que
practicaban deportes de combate. Tal situación permite
sugerir la remoción profiláctica de los terceros
molares, con la finalidad de minimizar los riesgos del atleta al
sostener este tipo de fractura.

Es importante precisar cuándo el atleta puede
incorporarse al deporte activo después del tratamiento
inicial de la fractura, especialmente si está incluido en
la pirámide de alto rendimiento. La total ausencia de
participación directa en la competencia oscilaría
entre 9 y 15 semanas después haberles retirado la
fijación máxilo mandibular (fracturas de
mandíbula, incluido el cóndilo; de Le Fort y
dentoalveolares), lo cual depende de las características
clínico radiográficas de la fractura, el
método terapéutico aplicado, la edad de los
pacientes y el deporte que practicaban. No obstante, el tiempo
podría haber sido más corto si se hubiesen empleado
procederes de fijación rígida (AO/ASIF) con
electroestimulación en el callo óseo.7

Se sabe que si se usa obligatoriamente protectores
bucales y máscaras faciales, las lesiones bucodentales por
trauma disminuyen ostensiblemente, en deportes de choque. Se
previene las alteraciones estomatológicas más
comunes como las caries y periodontopatías eliminando el
agente causal que es la placa bacteriana y con promoción
de la salud.

(Prevención primaria). También mediante
prevención secundaria, es decir realizando
diagnóstico y tratamiento precoz, aplicación de
odontología restauradora y prevención terciaria,
mediante rehabilitación procedimientos
endodónticos, prótesis dental.5

Hickey realizaron exámenes extensos, con
cadáveres humanos y observaron que los protectores bucales
reducían significativamente la cantidad de presión
intracraneal y la deformación del cráneo, cuando el
golpe era dado en el borde inferior de la mandíbula. La
presión intracraneal causada por la deformación
ósea dentro del cráneo, puede resultar en
contusión si un golpe es lo suficientemente severo, de
allí que el uso de un protector bucal, puede salvar al
atleta de un daño potencial.

El número de lesiones dentales han sido reducidas
significativamente con el uso obligatorio de protectores bucales,
sin embargo otros problemas tales como caries y enfermedad
periodontal son aún más importantes para los
atletas, directores técnicos y odontólogos del
equipo.

Para protegerse de las lesiones bucales. Se debe usar
protector bucal hecho a medida por su dentista. Proporciona
protección, calce y nivel de comodidad superiores, porque
se ha fabricado a partir de un molde de yeso para que encaje en
sus dientes. Efecto preventivo del protector bucal. El protector
bucal hecho a la medida multilaminado, evita que el condilo
golpee la base del cráneo en la zona de la fosa glenoidea,
actuando como un amortiguador para que la fuerza no sea
transmitida al cráneo. La función más
importante del protector bucal es estabilizar la mandíbula
y minimizar el riesgo de la contusión y las lesiones
cerebrales. Aunque la mayoría de las lesiones causadas por
estos traumatismos no comprometen la vida de los pacientes, por
el simple por el simple hecho de ser las mas visibles del cuerpo
son las que pueden causar deformidades y en gran numero de
ocasiones trastornos psicológicos de la personalidad.
Estos traumas que ocurren en edades tempranas dejan ver sus
manifestaciones cuando el paciente es un adolescente preocupado
por su estética, y en ocasiones es demasiado tarde para
una solución del problema. Sin lugar a dudas, las premisas
fundamentales para el éxito en estos casos son la
atención inmediata, el diagnóstico preciso y la
terapéutica indicada, ya sea en los servicios primarios de
salud cuando sea factible su tratamiento o en un servicio
especializado cuando las lesiones sean complicadas. 11

Los protectores bucales deben tener ciertas
características para elegirlo las básicas son: Es
esencial que un protector sea cómodo y se quede en la boca
durante la actividad vigorosa y las variadas posiciones que el
deporte requiere. Los deportes diferentes involucran niveles
diferentes de riesgo y de lesión potencial. Con la ayuda
de su dentista, usted puede seleccionar el tipo correcto de
protector bucal para usted o el deporte que elija. Es el
protector bucal que todo ortodoncista ha estado
exigiendo.Diseñado por computador para el atleta que usa
brackets, protege los dientes superiores e inferiores y evita que
los brackets dañen el tejido blando. El diseño
incluye surcos que encajan sobre los brackets.12

¿Qué son los protectores bucales y
deportivos?

Protectores deportivos o bucales son nombres diferentes
para una misma cosa: un dispositivo que se coloca sobre sus
dientes para protegerlos contra golpes en el rostro o la cabeza.
Los protectores son un elemento de importancia y forman parte del
equipamiento deportivo que necesitan las personas que participan
en un deporte que implique caídas, contactos corporales,
etc. Quedan incluidos deportes como fútbol, basketball,
baseball, rugby, hockey, patín, gimnasia, ciclismo de
montaña o cualquier otra actividad que pueda producir
lesiones en la boca.

Estos dispositivos normalmente cubren los dientes
superiores y están diseñados para prevenir fractura
de los dientes, heridas o mordidas en los labios y otros
daños en la boca.

¿Cuáles son los diferentes tipos de
protectores bucales o deportivos?

No importa qué tipo de protector seleccione pero
sí deberá ser elástico, resistente y
cómodo de usar.

Deberá también adaptarse correctamente y
no restringir el habla o la respiración. Los tipos de
protectores bucales son:

  • Protectores a la medida: Se diseñan a medida
    y se confeccionan en el consultorio de su odontólogo o
    en un laboratorio dental profesional. Generalmente son
    más cómodos y lo protejen mejor. El
    odontólogo toma las impresiónes de los dientes
    y luego construye el protector sobre ese modelo. La
    mayoría de los deportistas prefieren los protectores a
    medida porque encajan mejor y son más cómodos
    de usar. Sin embargo, también son más
    costosos.

  • Protectores del tipo hervir y morder: Vienen
    preformados, luego se hierven para calentar el
    plástico y, por último, se muerden para
    amoldarlos a la boca del paciente. Se adquieren en las buenas
    casas de artículos deportivos, y se ajustan mejor que
    los protectores comunes. Siga las instrucciones
    cuidadosamente y logrará un protector con buena
    adaptación a su boca.

  • Protectores bucales comunes: No son costosos, vienen
    preformados y listos para ser usados. Lamentablemente, con
    frecuencia, no se adaptan de modo correcto. Pueden resultar
    demasiado voluminosos y dificultar la respiración y el
    habla.

¿Cuánto tiempo debería durar un
protector bucal?

Lo ideal sería reemplazarlo una vez por
año, porque con el transcurso del tiempo se gastan y dejan
de ser eficaces. El reemplazo es esencial en el caso de los
adolescentes porque la boca y los dientes continúan su
desarrollo hasta la edad adulta. Un gran número de
deportistas en diferentes deportes cambian sus protectores
bucales cada 6 meses cuando acuden al odontólogo por su
revisión periódica.

Tipos de protectores bucales

Hay tres tipos de protectores bucales:

  • Clase I: Protectores que se venden comercialmente
    (Stock -Mouth Protector).

  • Clase II: Semi adaptables (Mouth Formed
    Protector)

  • Clase III: Aparatos individuales fabricados por un
    odontólogo (Custom Made Protector)

Requisitos de los protectores bucales

Los protectores bucales deben ser fabricados con
materiales resistentes, que puedan ser lavados, limpiados
fácilmente y rápidamente desinfectados.

Para lograr una protección máxima, y
absorber y amortiguar los choques los protectores bucales deben
cumplir con los siguientes requisitos:

  • Tener una retención adecuada para permanecer
    en posición durante la actividad

  • Permitir una relación oclusal normal
    deportiva

  • Cubrir el arco maxilar

  • Eliminar las interferencias.

  • Reproducir la relación oclusal.

  • Permitir la respiración bucal.

  • Proteger los tejidos blandos.

Los únicos aparatos que proporcionan la
protección máxima requerida, y que permiten la
oclusión, son los fabricados por los odontólogos,
con la impresión de la boca del deportista. Existen
protectores bucales especiales para los que llevan aparatos de
ortodoncia. Por razones de economía, los aparatos
semi-adaptables (Clase II) pueden ser recomendados para ciertas
actividades deportivas de acuerdo con su posible
riesgo.

Este tipo de protector tiene una aplicación muy
limitada.

Parte 3 – Deportes que requieren una protección
dental y bucal.

Categorías de riesgo

Hay dos grupos de actividades deportivas organizadas
donde debe tenerse en cuenta el riesgo de accidentes.

1) Deportes de alto riesgo:

  • Boxeo inglés (reglas del Marqués de
    Queensbury)

  • Boxeo libre

  • Hockey

  • Hockey sobre hielo

  • Lacrosse

  • Patinaje sobre hielo

  • Rugby

  • Fútbol americano

  • Hand-gliding

2) Deportes de mediano riesgo:

  • Basquetbol

  • Gimnasia

  • Buceo

  • Paracaidismo

  • Equitación

  • Squash

  • Water polo

Las funciones del Protector Bucal Individual son: actuar
como amortiguador y distribuidor de fuerzas y realizar la
protección de los:

  • Tejidos blandos (encía, lengua,
    carrillos)

  • Tejidos duros (piezas dentarias)

  • Evita fracturas de cóndilo

  • Evita fracturas mandibulares

  • Disminuye la gravedad de una conmoción
    cerebral

  • Atenúa las lesiones en el cuello
    .13

  • Ayuda psicológicamente al deportista (se
    siente protegido)

Antecedentes del Protector Bucal

La medicina del deporte es una especialidad de las
ciencias médicas relativamente nueva en nuestro
país, el cuál día tras día a tomada
mayor relevancia en la práctica cotidiana situando a la
Odontología en lugar preponderante, sin embargo es
importante difundir la información y el conocimiento para
la aplicación en nuestra práctica
diaria.

La amplia variedad de actividades humanas fuera de las
tareas diarias de la vida y el trabajo incluyen la
recreación, los deportes y las actividades
atléticas. La importancia del significado y los
vínculos de estos términos puede proveer un
fundamento útil para entender y anticipar los eventos que
a veces llegan a coaccionar trauma dental y a las estructuras de
soporte bucales.

Los deportes de contacto como el
fútbol americano, el hockey sobre hielo, boxeo y las artes
marciales en su mayoría actos rituales de combate para
quienes gustan desafiar su fuerza y habilidad individual en
competencias atléticas. Por lo general, este tipo de
atletas muestra algún tipo de lesión bucal por lo
que se sugiere, el uso obligatorio de protector bucal.

El primer protector bucal utilizado en el
deporte de Boxeo fue en 1913 por un boxeador Ingles y el material
era de caucho, el motivo principal de la elaboración fue
para protegerse los dientes de los golpes.

A principios del siglo XX, durante las
primeras fases del fútbol americano, los jugadores
sufrían lesiones traumáticas graves, en gran parte
por la falta de disponibilidad del equipo de protección
específico. A medida que el juego avanzó en el
decenio de 1920, se introdujeron cojinetes y cascos de cuero,
pero por lo general se ignoró la protección
bucal.Aunque los protectores bucales estaban disponibles y los
boxeadores los usaban desde 1913, los jugadores de fútbol
americano adoptaron con lentitud este dispositivo. Esto
ocurrió en parte por la resistencia entre los jugadores y
la percepción de que el uso de tales protectores afectaba
con su desempeño físico durante la competencia
atlética. Esta actitud persistió a pesar de los
beneficios para proteger la boca ante las diversas clases de
lesiones menores y graves. Tales heridas siguieron aconteciendo
de manera regular y durante los siguientes diez años, a
través del decenio de 1940 se brindó poca
atención a la protección bucal en actividades
atléticas. La energía y el pensamiento de E.U. eran
ocupados con la segunda guerra mundial. Con la crisis causada por
la guerra, se presentó incluso una reducción en la
cantidad de eventos atléticos y el número de
atletas participantes, al comenzar el decenio de 1950
comenzó a florecer de nuevo el deporte organizado. La
televisión llevo a los hogares el fútbol americano
profesional y colegial y la popularidad de los deportes de
conjunto aumentó en EU.

Posteriormente los plásticos sustituyeron al
cuero para los cojinetes y cascos en el fútbol americano.
El menor peso de los cascos de plástico proporcionó
un recurso para anclar una barra ligera o máscara facial,
a usarse a fin de evitar heridas en la cara.

La Asociación Dental Americana intervino
activamente en 1950 para promover una mejor salud dental entre
los atletas que participaban en deportes de contacto como el
fútbol americano. En 1951 Cathcard efectuó un
estudio con jugadores de fútbol americano en tres estados.
Comunico que 50% de todas las lesiones en jugadores de
bachillerato se ubicaban en/o alrededor de la boca. No obstante
concluyó que la máscara facial sola no bastaba para
impedir todas las heridas bucales. Se prestó
atención a las lesiones faciales en el manual de 1954-1955
de la National Federation of State High School Association
(cuerpo sector reglamentario para las actividades
atléticas en los bachilleratos estadounidenses). El manual
mencionaba que las lesiones dentales y faciales representaban el
53.9% de todas las heridas en el fútbol americano. En
1955, la Wisconsin IIntercholastic Athletic Association
probó las máscaras faciales para el fútbol
americano organizado. Hubo 61% de disminución en las
lesiones bucofaciales; el informe citó: "Las
máscaras resultaron ser menos eficaces en la
prevención de dientes fracturados…. Los estudios
sobre lesiones dentales señalaban que más a menudo
son resultados de golpe por debajo del mentón".

De manera concluyente se mostró que las
máscaras faciales eran una medida de protección
dental (50% de eficiencia) pero el estudio indicó que el
hecho de que solo era posible obtener protección dental
máxima cuando se complementaba el uso de la máscara
facial con la protección bucal.

Con el fin de investigar el número y la gravedad
de las heridas bucales en jugadores de fútbol americano y
establecer si los protectores bucales podrían disminuir o
eliminar tales lesiones el Bureau of Dental Health Education
formó en 1959, un comité junto con la American
Association for Health, Physical Education and
Rrecreatión. En 1960, el informe publicado por dicho
comité encontró que cuando los jugadores de
fútbol americano preparatoriano utilizaban protectores
bucales o máscaras faciales, 50% de todas las lesiones
ocurrían en/o alrededor de la boca. Después la
House of Delegates of the American Dental Association
aprobó una resolución para que todas las
dependencias incluidas en actividades atléticas
interescolares obligaran que los jugadores de fútbol
americano deberían utilizar durante las sesiones de
práctica así como en situaciones de juego
protectores bucales de modo individual con ajuste
conveniente.

En 1960, la National Federation of State High School
Association adoptó el reglamento obligatorio, que todos
los jugadores participantes en el fútbol americano
organizado bajo el apoyo de 45 estados de aquel entonces,
tenían que utilizar cierto tipo de protección
facial. Cohen y Boush demostraron que el empleo de un protector
bucal con ajuste conveniente eliminaba las lesiones bucales en
jugadores preparatorianos del fútbol americano. Los
resultados de tales esfuerzos dieron frutos en 1962, cuando el
National Alliance Footbal Rules Comité, Constituidos por
miembros de la National Federation of High School, la National
Junior College Athletic Association y la National Intercollegiate
Athletic Association exigieron que los jugadores de fútbol
americano utilizaran protectores bucales y máscaras
faciales, esta regla obligaba que "cada jugador debe utilizar un
protector de boca y dientes intrabucal, que incluía una
porción oclusal y labial." La NCAA, que regula los
programas atléticos en las universidades y colegios
principalmente necesito mucho más tiempo para adoptar los
requisitos obligatorios del protector bucal y la máscara
facial.

En un estudio clínico de 5 años del Dr.
John Stenger en jugadores de fútbol de Notre Dame iniciado
en 1958 y publicado en 1964(3), El Dr. Stenger, iniciador del
concepto de fisiología dental, basó mucho de su
trabajo en James B. Costen MD, un otorrinolaringólogo de
la Universidad de Washington, por medio de trazos
cefalométricos en radiografías de cráneos
realizadas antes y después a estos jugadores, Stenger
demostró las diferencias en la posición del
cóndilo de la mandíbula, el hueso hioides y las
vértebras cervicales (c2-c4), cuando los dientes
estuvieron en oclusión céntrica( máximo
contacto de las arcadas dentarias sup e inf.) Contra la
utilización de un posicionador entre las arcadas
(aumentando la distancia interdentaria de 2-4 mm), encontrando la
disminución de lesiones en mandíbula y
órganos dentarios, hay también una reducción
impresionante en concusión cerebral.

La Concusión Cerebral puede ser
definida como un trauma inducido causando una alteración
en el estado mental que puede o no puede involucrar la
pérdida de conciencia. La confusión y la amnesia
pueden acompañar a la concusión, el reconocimiento
de la concusión es imperativa para los entrenadores,
asistentes deportivos, directores técnicos así como
los atletas que necesitan recibir una evaluación oportuna
y el tratamiento adecuado por parte del médico. Hickey y
col. , estudiaron la relación de protector bucal y la
presión intracraneal y deformación ósea en
1967. Realizo un trabajo el cual consistió en un mecanismo
de producción de impacto, para desarrollar un golpe
uniforme dirigido al borde inferior de la mandíbula en un
cadáver masculino intacto. Se encontró una
significante reducción en ambos (deformación
ósea y presión intracraneal) la amplitud y
duración, cuando un protector bucal estuvo colocado
comparado cuando los dientes estuvieron juntos en oclusión
céntrica. No fue sino hasta 1973, once años
después que el National Alliance Football Rules Comitte
había exigido el uso de protectores faciales y bucales,
que la NCAA finalmente hizo lo propio al poner en vigencia
él reglamente. En 1974 se demostró al comité
que un protector bucal ajustado de manera apropiada
permitiría al atleta hablar con claridad sin alterar de
esa manera su función. Finalmente se aceptó la
regla y en la actualidad los jugadores de fútbol
americanos colegial tienen que utilizar protección bucal.
14,15

  • Arias (97) demuestra que la clorinación
    inadecuada del agua de piscinas, puede provocar acidez del
    medio, que va a atacar tejidos de nadadores, al practicar
    este deporte, varias horas diarias bajo estas condiciones, lo
    que obliga a prevenir lesiones de erosión dentaria por
    ejemplo, controlando el nivel de PH del agua de piscinas por
    lo menos dos veces al día y a la vez usar hipoclorito
    de sodio para desinfectarlo; y de ninguna manera el cloro en
    gas.16

  • Los beneficios de las bebidas energéticas
    para la recuperación deportiva están fuera de
    dudas; sin embargo, investigadores de la Universidad de Nueva
    York, en Estados Unidos, han descubierto que su consumo
    continuado puede causar erosión en las piezas
    dentales.

  • Se han descrito que se presenta disfunción de
    ATM en atletas de caza submarina y buceadores que es
    ocasionada por la boquilla del tubo respiratorio, por cuanto
    hay que sostenerla entre los dientes durante muchas horas, lo
    cual lleva implícito una sobre extensión no
    solo por el esfuerzo, sino por evitar se escape de la boca en
    momentos que deben estar concentradas únicamente en la
    actividad deportiva. El agua fría que en la cual hacen
    su inmersión probablemente acentúen este
    problema. La situación pude corregirse mediante
    reposo, masaje y uso de calor y relajantes musculares. La
    mejor medida contra estos trastornos está en su
    prevención sea estando en la superficie del agua, sea
    bajo la superficie, además se puede confeccionar una
    boquilla, diseñada individualmente de acuerdo con los
    requerimientos de ambas arcadas dentarias del sujeto, la
    rehabilitación oclusal y la presencia de aparatos
    ortodónticos o protésicos fijos o
    removibles.

  • Partes: 1, 2

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