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Interludios de psicobioetica II



  1. Fundamentación antropológica de
    la Psicobioética
  2. Fundamentación epistemológica de
    la Psicobioética

Entre más seamos; menos posibilidades de ser,
tendremos.

El conocimiento de sí mismo; es un hecho en el
hombre, lo importante de ese conocimiento; es que surjan
directrices, ideas y comportamientos; para su auto
regulación.

El hombre de hoy debe aprende lo que significa ser una
especie eco-descendiente, viva e inmersa en un mundo viviente;
debe reconocer que el cuerpo que tiene, ocupa un espacio y causa
un impacto; como el de las demás formas vivientes, luego
esas condiciones de existencia, le deben proporcionar el
conocimiento suficiente para reconocer que el mundo circundante,
tiene unas expectativas de vida, un derecho a la salud y al
bienestar, un derecho a la existencia, y un derecho a permanecer
sobre la tierra; para las futuras generaciones, siendo estas
cuales fueren. Los modos de producción, y
explotación del mundo natural, han de ser regulados, y
esto; no se debe constituir en novedad alguna para la humanidad,
es una obligación de la Biopolítica; garantizar la
existencia para todos, y si esto significa sacrificios; hemos de
hacerlos. Lo viviente debe ser visto con objetividad, no
solamente es importante lo que se puede explotar y rinde
beneficios. Todo aquello que se constituya en apoyo nutricional
para la tierra, debe permanecer. Ya para (Aristóteles) el
hombre era un animal vivo, capaz de una existencia
política, el hombre es un animal en la política; en
tanto que está vivo. Hoy el animal humano; no ha de
meterse en política, la política, ha de meterse con
él; para controlar sus excesos, y su
crecimiento.

Fundamentación antropológica de
la Psicobioética

Ante la pregunta que es la ¿Psicobioetica?,
podemos responder que es un obrar en conciencia y en concordancia
con las sobre exigencias medio-ambientales que el hoy; obliga, la
impunidad frente al ecosistema, nos pondrá muy pronto a
todos los sapiens; al mismo nivel, al nivel de la indigencia. Es
una norma, la norma en el hombre le da sentido a la existencia, y
es el Biopoder; quien aproxima su realización, mediante la
actitud, el decoro, el compromiso y la disciplina. Es una norma
nacida esta en el afán de preservar el ecosistema; para
las futuras generaciones; siendo cuales fueren. Surge,
además, del afán de entender que no podemos seguir
disponiendo del mundo natural como lo hemos hecho, desde siempre.
Si el ecosistema muere, morimos todos, hemos de hacer un alto,
gústenos o no. Es la norma conservacionista, que
finalmente nos permitirá; seguir con nuestras alegres o
tristes historias de vida. Preservar el ecosistema, implica
pensar, también, en el imparto que produce una especie sin
control de crecimiento.

También, podría ser una forma de
utilitarismo debido en parte a que, podemos utilizarla para
lograr los medios que nos aproximen, a un propósito
conservacionista; el cual, finalmente, beneficiara; a la gran
mayoría de vida existente.

Igualmente es un conjunto de normas que debe imponer el
Biopoder, para controlar la sobre explotación del mundo
natural, y el crecimiento de la especie dominante; sin control
alguno. Es laica, no se suscribe más que a la
concordancia, a la coherencia, y a la permanencia del hombre y
las demás especies sobre el planeta. El hombre por
naturaleza tiene instintos buenos, nobles, altruistas, al
aprovechar dichos instintos, puede alcanzar el hombre su
desarrollo libre, y asimismo, se hace responsable de su
crecimiento. Todo hombre tiene su ética, y esta
condición; lo obliga a preguntarse, ¿qué
debo hacer para contribuir en la conservación?,
¿qué puede beneficiar al planeta en estos momentos
de catástrofe medio-ambiental y sobre población?,
¿cómo me conduzco en estos tiempos?,
¿qué normas he de observar; para seguir siendo
parte del ecosistema?, ¿qué dejaremos en heredad a
las futuras generaciones?, ¿tiene el mundo capacidad
infinita para una sola especie?, estas repuestas están
precisamente en la Psicobioetica, como una ética de la
especie.

Los términos Biopoder and Biopolítica, son
vistos por la Psicobioetica, desde una óptica
contemporánea, luminosa; (como ha de ser en estos tiempos,
no estamos en el siglo XVII). Sé que para muchas personas
estos términos; están o son, asociados a intereses
oscuros, desde luego que no son vistos por la Psicobioetica,
desde este talante, más bien, son vistos como mecanismos
de desarrollo objetivos, no impositivos. Biopoder es
gestión y disciplina, Biopolítica es control y
regulación, lo que es igual a decir desde la
Psicobioetica, el poder medico-científico al servicio de
todos los seres humanos, es el urbanismo, es la
tecnificación de las zonas agrícolas, es el poder
garantizar la empleomanía, es el control de las epidemias,
es el control sobre los espacios para la vida verde, es el
control y permanencia de las demás especies, es el control
y promoción de la higiene mental para enfrentar las
eco-paranoias, las eco-cidemias, y los trastornos psicosociales
debido a la contaminación ambiental, además, el
número cada vez mayor de seres humanos nos hará
proclives a las agresiones, a los nacionalismos, etc., es el
control de los animales promocionando su salud y evitando su
sufrimiento, es la producción cárnica, es la
producción láctea, es la producción
agrícola, es el control sobre los espacios como son:
reservas forestales, selvas, ríos, nevados,
océanos, lagos, bosques, etc., es el control sobre los
alimentos; garantizando la despensa para todos, es el poder
instruir a la humanidad sobre su aumento, es enseñar que
no podemos seguir reproduciéndonos sin control, ni
planificación; debido al impacto que causamos al planeta,
es la búsqueda decidida de nuevos combustibles, es buscar
que todo lo que construyamos, vuelva a la industria, y como para
normalizar, necesitamos de las estadísticas como ciencias
del estado, la Biopolítica dispondrá de ellas para,
(poder saber, poder ser, poder hacer, hacer saber,
etc.)

No se trata de castigar, condenar, manipular, obligar;
sino más bien, de educar, y orientar las conductas. No es
la represión de los instintos, de los deseos, de los
sueños, no es privar a nadie de la necesidad que tiene de
justificar su existencia, es promocionar la seguridad, y la
tranquilidad, que haya disciplina, control y seguridad, en las
instancias del estado; para beneficio de las colectividades. Lo
fundamental es que hayan, condiciones de vida dignas,
promocionando en todo momento el desarrollo armónico de
todas las especies, contados los humanos como una más de
las biomasas de la tierra, esto desde luego; desde la
óptica de la razón y la norma. En estos momentos de
crisis medio-ambiental, hemos de hacer uso de todos los
conocimientos que puedan evitar, el naufragio de la humanidad,
buscando en todo momento, que el poder de la vida, se oponga; al
poder sobre la vida.

Los conceptos de, Biopoder and Biopolítica, los
podemos ubicar (sin ser exactos) en el siglo (XVII) y (XVIII),
esto de acuerdo con la obra de (Foucault), el Biopoder se
presentaba entonces, como una máquina de vigilancia, y de
disciplina, formando lo que (Foucault), denominaba
"anatomo-politica", y era visto como una herramienta para
prohibir, para proscribir, para decir no, en definitiva era un
poder para dar muerte. Pero a mediados del siglo (XVIII), el
cuerpo se empieza a considerar como el soporte de la vida,
(cuerpo de especie) y el poder, se empieza a ver más como
un instrumento de vigilancia que de castigo. El Biopoder se
concibe más bien como un instrumento para gestionar y
administrar la vida. La Biopolítica viene después
de la "anatomo-politica", parque el poder funciona de dos
maneras: (1) gestión y disciplina (2) control y
regulación. El concepto
(gestión-disciplina/control-regulación),
corresponde a los entendidos en esta materia.

.Los pronósticos alentadores en estos momentos de
crisis, son impopulares y abiertamente inmorales; debido en parte
a que, solo favorecen los modos de vida que hemos concebido;
desde los últimos (200) años.

Nos encaminamos al desastre de toda la humanidad, basta
de discursos pretendidamente intelectuales; debemos actuar, lo
que está en juego, no es otra cosa que la
desaparición del hombre; con su consabida ética, y
sus discursos llenadores, que lejos están estos; de
aproximarnos a una toma de decisiones puntuales; frente deterioro
medioambiental. Estamos en la obligación de enfilar las
ciencias hacia una nueva forma de vida; más acorde con los
tiempos actuales de crisis. Todos como actores sociales; estamos
en la obligación de empezar a definir nuevos estilos de
vida.

No hemos de esperar un desastre universal, para hacernos
conscientes de que el consumo irresponsable, consume nuestro
futuro, y el futuro del planeta.

No existe una sola razón válida, para
pensar que las éticas; no vallan más allá de
la especie humana, es fundamental que, una ética de la
especie, cobije las demás formas existentes; siendo estas
bióticas o abióticas. Lo ético, debe
extenderse más allá del hombre. El mundo natural,
su realización, su existencia y conservación, son
una responsabilidad de la especie humana.

La ética en estos tiempos, debe trascender a la
humanidad.

Los ecólogos formulan sus teorías
científicas bajo el influjo de valores éticos, y a
su vez, los filósofos ambientalistas valoran la naturaleza
sobre la base de teorías científicas. La
teoría evolutiva de (Darwin) entrega claros ejemplos de
estos complejos vínculos, ilustrando; cómo estas
relaciones recíprocas, no constituyen un sistema cerrado,
sino que son indeterminadas y están abiertas a las
influencias de dos mundos más amplios, como son: (el mundo
sociocultural y el mundo natural). La pregunta que me asalta en
estos momentos es; si debo, declararme existencialista o
moderadamente ecologista; para formular la pregunta, ¿a
quién le corresponde hablar de la conservación del
mundo natural?

Por una parte, la noción de (Darwin) de un origen
evolutivo para todas las especies biológicas; ha promovido
un interés ético por todas las formas de vida
existentes, sin embargo hoy, hemos de añadir que; existe
un afán inaplazable para hablar de los espacios que ocupan
todas las formas de vida existentes, ¿hemos de reducir los
espacios para acomodar en ellos una sola especie?, o por el
contrario, ¿hemos de planificar el crecimiento y
desarrollo, de la especie dominante? La súper
población llevara indefectiblemente agresiones
territoriales, la lucha por los espacios será ardua,
será sangrienta, los conflictos afectivos y los conflictos
psicosociales, serán el tema del diario vivir, otra cosa
será, la comida, la ocupación, etc., además,
se exaltaran los nacionalismos.

Existe quizás una ética que promueva, no
la lucha por la supervivencia; sino más bien, una lucha
por la convivencia armónica entre las especies y el mundo
natural. Hemos de seguir en las discusiones
esquizofrénicas sobre el libre desarrollo del hombre, o
nos detenemos un momento a pensar, en el libre desarrollo de
todas las especies y sus espacios naturales; esto, sin apartarnos
de que todas y cada una de las especies, constituyen el apoyo
nutricional y cultural que ha permitido nuestro desarrollo y
ostentación. La conducta moral de estos tiempos ha de ser
abierta, no solamente el devenir del ser; es importante,
también, lo es; el devenir de aquel, que descansa en
naturaleza. De alguna forma estas ideas; son las bases de la
Psicobioetica.

Por otra parte, las metáforas de la lucha por la
supervivencia y la selección natural, han inspirado una
ética contrastante, al proyectar sobre la naturaleza el
modelo (hobbesiano) de un estado liberal abierto al consumo, y el
modelo (maltusiano) de la economía y la practica
productiva de la selección artificial, reafirmando
así, el individualismo y la búsqueda del lucro y la
ostentación para la dominación y el control del
mundo por medio del consumo, (el que más consuma, es),
constituyéndose este talante; en nuestra actual crisis
medio-ambiental, eco-nómica y eco-social.

Estas metáforas fueron incluidas en las
definiciones originales de ecología y de ética de
(Haeckel y Leopold) respectivamente.

Hemos de actualizarnos y hacer ajustes, o por lo menos
hacer una nueva lectura de las formas y modos de
producción y consumo, el consumo irresponsable consume
nuestro futuro, y el futuro del planeta, hoy consumimos
más de lo que el planeta puede dar. Hemos de mirar todo,
desde una óptica contemporánea, más ajustada
a los hechos y a las necesidades que el hoy obliga.

Para lograr una evolución radical, precisamos de
una visión diferente de la naturaleza; que podría
darse esta, en el enriquecimiento del vínculo ambiental
del hombre con su mundo natural, y el reconocimiento del impacto
que este pudiere causar, y así, podríamos acceder a
un mundo dialectico y dinámico que favoreciera este, la
intercomunicación; hombre-naturaleza. No podemos seguir
arrasando, depredando, hemos de hacer un alto; aun estamos a
tiempo. Que planeta entregaremos en heredad a las futuras
generaciones, bióticas y abióticas, que otra cosa
podría justificar la existencia del hombre actual; sino la
conservación del mundo natural, que cuentas entregamos si
fuere preciso, para donde nos vamos; cuando ya no hayan espacios,
ni aire limpio, ni agua potable, ni labranza, pensemos solo un
poco en esto. A cada hombre, y a cada mujer, le corresponde un
deber y un compromiso inaplazable con el mundo natural, y si
viniere alguien y dijere, no me comprometo, cabria la posibilidad
de preguntarnos; si corresponde esta posición a un miembro
de la especie.

Este ensayo sencillo, invita a reconocer la necesidad de
una nueva ética, que conjugue esta; el mundo de los
valores y el mundo de la ética con la dinámica
ambiental; de la cual se hace imperativo hablar hoy, la sociedad
moderna, no puede, no debe alejarse de la necesidad de
desarrollar una nueva cultura ambiental que permita a todos los
miembros de la especie participar en su desarrollo y
aplicabilidad; para de alguna forma, proteger las demás
especies siendo estas del talante que fueren, bástenos su
existencia, y que sea su sola presencia el motivo de su
permanencia. La ética, debe ir más allá de
los delirios del hombre, y acercarse de forma genuina al mundo
natural, y a todas sus especies y existencias. Es importante
promocionar la vida del planeta, (hacer vivir), cualquier
regulación, o control, se justifica, son instrumentos
necesarios para desarrollar la vida, y reconocer un espacio digno
para cada una de las especies existentes.

Seguir hoy debatiendo sobre hechos, valores, y derechos,
(es, deber y ser) solo nos aleja de las complejas
responsabilidades que hemos de asumir, el mundo (ni es; ni debe
ser) solo existe, además, es una compleja relación
natural de la cual se desprenden todas las familias existentes, y
por existir. Lo que hace notable la existencia del; (es, el deber
y ser), es la competencia natural, la competencia
económica, y la competencia social. La naturaleza, no
puede seguir siendo moldeada a la imagen del hombre, ya se nos
perece bastante. El hombre debe hacerse responsable de su
transformación, y elegir un modelo de vida acorde con los
tiempos actuales de conservación, no estamos pensando en
el hombre del futuro; como debería ser. El hombre no es
mercantil, es sociológico, biológico y
psicológico, e igual, responsable de la vida existente, y
por existir.

El hombre no es el rey supremo, solo es una más
de las biomasas de la tierra, es la biomasa que ha de dar
explicación de los excesos. La explicación que ha
de dar el hombre, ha de nacer del genuino interés por el
mundo natural, el hombre es materia orgánica,
perfectamente compatible con la tierra.

Seguimos valorando lo económico más que lo
natural, aun así; esto no es tarea solo de los
productores; sino más bien, de los consumidores, el
consumo irresponsable consume nuestro futuro. El impacto humano
sobre la naturaleza no debe ser desastroso, (todo hombre es
consumidor y productor de algo), de otra forma no podría
derivar su sustento en el mundo materialista y económico
de hoy, otra cosa muy diferente es, la dominación por
medio del consumo irresponsable y la ostentación de bienes
y servicios que no sirven para nada; pero que, atentan estos
contra lo natural. El tener sigue siendo bueno, sin embargo, el
tener hoy; no debe ser potencialmente nocivo para el mundo
natural; ni debe anular el concepto de hombre, todo hombre tiene
el poder para decidir.

Esto no es una teoría científica; lejos
está, por eso; no inspira éticas diversas, ni
invita al determinismo ni al dogmatismo; sino a la apertura, y
quien pueda hacer, que haga, todos podemos. Todo lo que sea
potencialmente bueno para el mundo natural es, bienvenido. No
sigamos sentados esperando lo que nadie nos debe, empecemos a
sumar voluntades para un futuro mejor. Yo no sé; si estos
relatos, resulten estériles, pero quiero poder, hacer
saber; que, tengo una profunda preocupación por poder,
saber; que pasara mañana cuando se agoten los espacios,
los recursos indispensables, la ocupación, y cuando
tengamos por fuerza que acomodarnos (cien), donde hoy nos
acomodamos (diez), no sé, si como especie; alcancemos la
mayoría de edad y haya, además, especio y
ocupación para todos.

Fundamentación epistemológica
de la Psicobioética

Con respecto a la epistemología, estos
razonamientos manifiestan; él como la teoría de la
conservación y la permanecía del hombre; de la que
estamos obligados a hablar hoy, conlleva valores de los cuales la
sociedad global actual dispone, no hemos de inventar nada, basta
el sentido común, y es el sentido común; quien
evitara que el mundo natural nos ponga al nivel de la indigencia.
El juicio moral objetivo esta cimentado en las pruebas,
¿necesitamos más pruebas?, ¿no, estamos
desapareciendo? No es la hora de asignar culpas, ni de hacer
señalamientos, es la hora, de hacernos a nuevas
responsabilidades como especie; con el mundo natural. La sociedad
humana es una comunidad natural de la tierra y está
perfectamente integrada a ella. Cuando el hombre descubrió
el razonamiento, se autodenomino súper animal, y siendo el
hombre el único animal que participa de la razón;
debe entrar en comunión con el mundo natural, ha de
hacerse responsable de la vida planetaria. El hombre,
también, es humus y en el prevalece; la salvación
de todo el eco-sistema.

Hemos de hacer acopio; de todo el conocimiento
político de que disponemos; para preservar el planeta,
hemos de hablar, hemos de razonar y tomar decisiones; antes de
que naufrague toda la humanidad. La vida en el planeta tierra, es
fundamental para los (EO) sapiens que habitan el
cosmos.

Más que una propiedad, la naturaleza es el apoyo
nutricional de toda la biota, es el mecanismo que permite el
desarrollo operativo de todas las formas, y su desarrollo futuro
depende; en gran medida de las decisiones y los compromisos que
adoptemos hoy, además, hemos de ser; el mejor ancestro del
mundo natural.

No me aparto que hay diversas formas de ver e
interpretar el mundo natural, sin embargo, existe la necesidad de
ponernos de acuerdo en unos mínimos; que finalmente
serán unos máximos, cuando entendamos o
racionalicemos la magnitud de la catástrofe que tenemos
que enfrentar; nos hemos de comprometer todos, sin importar el
nicho que tengamos por habitad, ¿podemos espera eso? y
solo así, el mundo natural; será visto globalmente,
desde la misma óptica. El mundo natural no tiene capacidad
infinita para ninguna especie.

Para la Psicobioetica es claro que el medio-ambiente, no
puede ser concebido hoy; al margen de la Biopolítica, ni
la Biopolítica, concebida al margen del medio-ambiente, es
un proceso multidimensional en el que, (conocimiento,
conservación, expansión, producción,
gestión, regulación, disciplina, política,
poder, trabajo y control), aparecen profundamente
interrelacionados. Alguien ha de proveer seguridad, nos acercamos
a un escenario medio-ambiental incierto y, de la misma forma, nos
introducimos día a día, en un escenario
psicosocial, marcado por la mercantilización de la vida, y
asimismo, a un consumismo sin precedentes; que nos está
arruinando a todos, sin descontar el crecimiento ingente; de la
especie. Esto que digo; no debe asombrar a nadie, nos enfrentamos
a un mundo devastado, irresoluto, y además, plagado de
discursos llenadores, lo único que veo claro, es el
naufragio de toda la humanidad; por la disponibilidad absoluta
del mundo natural. Se está haciendo necesario, acceder a
los Biopoderes que emanan de la Biopolítica
¿será este; el nuevo mesías?

En esta época postindustrial (es decir, en donde
la industria ha dejado de ser la fuente principal de
generación de riqueza y puestos de trabajo, (esta
función recae ahora en el sector intermediario) como son
(los bienes y los servicios, la investigación
científica, la investigación tecnológica, el
desarrollo psicosocial, la nano tecnología, las
neurociencias, etc.), como vemos; las ciencias de la vida, se han
adentrado hasta límites que parecían imposibles, y
sobre ellos; debe esta función partir de realidades
creadas, proyectadas y desarrolladas por los mismos estados, para
ocupar a unos seres humanos dejados a las fuerzas del azar y al
medio-ambiente.

No hemos de olvidar que, la mayor exigencia del hombre
de estos tiempos, y del hombre del futuro, es y será; el
que hacer, en que me ocupare; y lo que me parece decididamente
conmovedor, es ¿quién habrá de ocuparme? El
mundo entero dispone hoy de una gran cantidad de mano de obra
calificada, nunca se le había dado instrucción a
tanta gente, y esto, ¿para qué?, si una plaza
laboral; tendrá, diez mil solicitantes.

Me aterra pensar en el futuro de la especie, y en el
futuro del planeta. Para sobrevivir en el mundo que hemos creado,
hemos de volver, a ser; profundamente primitivos, nobles
salvajes, esto; en un sentido contemporáneo. La nobleza
del salvaje se pervertirá; cuando empiecen los
nacionalismos.

Hemos de saber que hoy, los grupos humanos; no se pueden
comprender como la simple suma de individuos, son más
bien, una masa arrasadora, ambiciosa y voraz. Tienen su propia
constitución; sus propios deseos e individuales apetitos,
desde lo cual, se hace comprensible la necesidad que tienen de
justificar como sea; su presencia en el mundo materialista,
virtual, y consumista de hoy. La conciencia colectiva es tan
fuerte; que es ella, la que configura y le da sentido al concepto
individual; que dicho sea de paso; no es tan individual, es una
horda. El control por medio del consumo, es una bomba de
tiempo.

El individuo como persona es más laico,
más materialista, toma los conceptos metafísicos
como una forma de interés social que procura, encausar,
las conductas, los merecimientos, los deseos, los apetitos, las
ocupaciones y la coexistencia.

La colectividad actual, tiene una necesidad imperativa,
la preocupación por la "ocupación", quien ha de
emplearme, que espacio he de ocupar, como justificare mi
existencia. El ciclo del consumo tiene que terminar, nos
está llevando al colapso, y al naufragio de toda la
humanidad, y vendrá; la más preocupante de todas
las épocas; en la corta historia del hombre, el que
"hacer", ¿quién ha de ocuparme? A mayor
número, menores serán las oportunidades convertidas
estas; en, disputas.

Muy pronto se hará indispensable un
análisis sistémico de los proyectos sociales a
desarrollar en el mundo entero. Muy pronto tendremos que
trascender las fronteras y empezar a hablar de proyectos para la
humanidad, (Geopolítica), es una obligación que
tenemos como especie, esto podrá convertirse en una
aproximación muy valiosa para enfrentar la actual crisis
ambiental, esto nos proveerá una guía para
reflexionar acerca de cómo podemos seguir viviendo, y como
debemos habitar en el mundo natural, no mas excesos; porque
estos, son muy costosos en materia ambiental. Esto tiene que ir
más allá de una propuesta para enfrentar problemas,
esto es, y será, la forma que hemos de adoptar desde ya, y
para siempre. Hemos de acceder a un proyecto cultural, no
particular; sino global, hoy estamos a tiempo, y muy bien
preparados para hacernos cargo de las exigencias ambientales,
solo las catástrofes, disminuyen esa posibilidad. No se
trata de fusionar economías, se trata de fusionar deseos y
necesidades planetarias. Cada cual, desde su habitad ha de obrar;
sin que se involucre valores económicos,
ostentosos.

Antes de disponernos a adquirir cualquier producto,
debemos pensar en las repercusiones que esta acción tiene
para el medio ambiente, la optimización de los beneficios
a costa de la destrucción de recursos naturales; es algo
en lo que tenemos que pensar, ¿quién elabora estos
"beneficios", y cuál es el costo para el medio ambiente?,
¿de dónde vienen estos "beneficios" impuestos? El
uso de la energía para la fabricación, y la materia
prima indispensable, tienen consecuencias para nuestro planeta.
Los recursos para sostener el ritmo de consumo que tenemos; muy
pronto, necesitara de "otro" planeta.

La sociedad moderna, ve al hombre, solo en un contexto
consumista. El hombre ya no es persona, es un derrochador habido,
y esto lo convierte en un ser necesitado, enfermo por la
tenencia, ¿es este, el único medio que tiene; para
justificar su existencia?

El consumo irresponsable; representa un peligro para
toda la humanidad, la actitud de consumo de la que dispone el
hombre de hoy, raya en la paranoia, causa un impacto sin
precedentes, y no es privilegio esto; de las sociedades
occidentales, es el mundo entero, debemos proteger al hombre para
que sea persona, dueño de sí mismo, la
exaltación del ser; ha de ser un tema universal. El hombre
es valioso aun sin la tenencia; no obstante, muy pronto
descubriremos que, la ocupación, es decir, (el trabajo),
es el más valioso recurso de lo humano.

Estos comentarios, son solamente una reflexión;
que muestra que existe una posibilidad de crear entre todos; un
mundo más equitativo para nuestras acciones e historias de
vida, invitando a ver; no de forma miope, que la relación
con el mundo natural, debe cambiar, disponemos de las
herramientas y los métodos para enfrentar la crisis
ambiental, pero es ya; porque tal vez mañana, sean
obsoletas, debemos superar la disociación
esquizofrénica, entre él (es, y el deber ser). Lo
que debemos hacer es recuperar el vinculo (hombre-biota), hay
muchas formas de conocer, y reconocer la naturaleza, y muchas
otras; de habitar el mundo natural.

Las tecnologías son indispensables para el hombre
actual, solo hemos de racionalizarlas.

No tiene ningún sentido fabricar productos que
perecen en pocos días, si hemos de envasarlos en
artefactos que duran quinientos años para ser
degradados.

Los productos que fabriquemos hoy, deben volver a la
industria en su totalidad o volver a la tierra; para ser
degradados en un tiempo relativamente corto, no hay lugar para
más desechos.

No dejemos las responsabilidades a las generaciones que
aún no nacen, somos los ciudadanos del mundo que hoy
existimos; a quienes nos corresponde hacer
correctivos.

A todos los interesados en el futuro del planeta, y en
el futuro de la especie. El hombre, puede conscientemente influir
en su propia evolución, y en la evolución de su
habitad, el hombre tiene poder.

Todos podemos enfrentar la crisis medioambiental, es una
obligación de especie.

Sinceramente

(HERM)

Tomado del ensayo (Psicobioetica), del mismo autor; de
estas modestas líneas.

 

 

Autor:

Hugo Edgar Ruiz Monroy

Terapeuta Psicosocial

Psicoterapeuta

Eticista

Bioeticista

Psicobioeticista

Docente

Bogotá Colombia

Agosto 03 2013

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