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Carl Marx, Filósofo de la Historia



Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Compte
    Rendu
  3. Introducción
  4. Génesis de su
    meditación
  5. Misión de la filosofía de la
    historia
  6. Meta
    de la historia
  7. Marx,
    Judaísmo y Cristianismo
  8. Conclusiones
  9. Referencias
    bibliográficas

A los 194 años de nacimiento y a
los 129 años de la muerte del Filósofo de la
Revolución Comunista.

Huanca Pampa, enero del
2012.

Resumen

Carlos Enrique Marx Pressburg, es uno los pensadores
más difundidos en el siglo XX, incluso fue paradigma de la
construcción del socialismo y del comunismo como
alternativa al liberalismo capitalista. Han pasado 194
años del nacimiento y 129 de la muerte del Filósofo
del Comunismo, judío de raza y religión,
alemán y protestante, católico por su
educación en el Gimnasio Archicatólico de
Trévis, filósofo, ateo y revolucionario
comprometido por la construcción del comunismo.

Hace una radiografía filosófica del
sistema liberal capitalista en que vive, tarea que empieza con la
crítica de la religión, profundiza en el sentido
del opio y de la alienación política, vislumbra la
meta de la historia al que deben arribar los proletarios guiados
por la inteligencia del partido comunista, finalizamos la
meditación relacionando a Marx con el judaísmo y el
cristianismo.

El marxismo posee una mística religiosa, sin Dios
hebreo ni Jesucristo, aunque late en el fondo de la teoría
las mencionadas religiones, aunque tiene el anhelo eterno de los
postulados de la tesis de Moisés y Jesucristo.

Palabras claves: religión, opio,
alienación, judaísmo, cristianismo y
comunismo.

Compte
Rendu

Carlos Enrique Marx Pressburg, est un les pensadores
plus diffusés dans le siècle XX, a même
été paradigme de la construction du socialisme et
du communisme comme alternative au libéralisme
capitalista. Ils sont passés 194 ans de la naissance et
129 de la mort du Filósofo du Communisme, juif de race et
religion, allemand et protestant, catholique par son
éducation dans le Gymnase Archicatólico de
Trévis, filósofo, ateo et révolutionnaire
engagé par la construction du communisme.

Il fait une radiographie philosophique du système
libéral capitalista en qu'habite, tâche qui commence
avec la critique de la religion, approfondit dans le sens de
l'opio et de l'aliénation politique, vislumbra le but de
l'histoire à celui que doivent arribar les
prolétaires guidés par l'intelligence du parti
communiste nous terminons la méditation en liant à
Marx avec le judaísmo et le christianisme.

Le marxisme possède une mystique religieuse, sans
Dieu hebreo ni Jésus-Christ, bien que late dans le fond de
la théorie les mentionnées religions, bien que a le
souhait éternel des postulados de la thèse de
Moisés et Jésus-Christ.

Mots clefs: religion, opio, aliénation,
judaísmo, christianisme et communisme.

Introducción

Han pasado 194 años del nacimiento y 129 del
fallecimiento del Filósofo del comunismo, fines del siglo
XIX y desde 1917 hasta 1991, se presentó ante la humanidad
como paradigma de la organización social y Estatal frente
a la sociedad y Estado liberal capitalista. Nuestro país
ha sido testigo del esfuerzo por hacer socialistas y comunista a
los peruanos, fundado en el pensar de Mariátegui La Chira,
sin calco ni copia; en su versión cruenta y decadente con
Sendero Luminoso que nihilizó la existencia de los
excluidos de la historia, aunque se presentaba como su
defensor.

La memoria siempre es actual, aunque muchas veces viene
el olvido y con ella repetimos los hierros del ayer, para no
incurrir en los errores de las generaciones del 80 y del 90,
hacemos una relectura crítica de los postulados de Carlos
Enrique Marx Pressburg. En la primera parte señalamos las
razones de los postulados del Filósofo de la
Revolución Comunista, las experiencias de la niñez
determinan en cierta manera el derrotero ulterior, judío
estigmatizado, protestante obligado, católico por su
educación, iniciado en el derecho, filósofo por
estudio y vocación. La tarea de la filosofía es
evaluar críticamente al sistema en que se vive, tarea que
se inicia con el examen del cielo y de la tierra. La
religión es una cadena que oscurece y deshumaniza, la meta
suprema de la historia es la construcción del comunismo,
tierra prometida que mana leche y miel.

El marxismo posee un fondo religioso, pero explicitado
radicalmente con ropaje filosófico, jurídico y
político, materialista, ateo, revolucionario. Finalmente,
nos referimos a la relación de Marx con el judaísmo
y cristianismo. El marxismo es un judaísmo sin Dios y un
cristianismo sin Jesucristo, es decir, Marx reemplaza a Dios y
Jesucristo, razón por la cual, sus seguidores se
constituyen en adoradores de Marx.

Génesis de
su meditación

En las universidades alemanas prima el espíritu
hegeliano. Hegel es el último filósofo genial de la
modernidad y el primer contemporáneo. Ha determinado el
derrotero de la reflexión del siglo XIX, cuyas
consecuencias en la presenta centuria se han manifestado a
través del existencialismo, marxismo y
fenomenología.

El marxismo es una filosofía hegeliana invertida,
es la transvaloración del idealismo en materialismo. Desde
ésta óptica observa, Marx Pressburg, la vida de los
hombres y en esa dimensión los orienta.

Carlos Enrique Marx Pressburg, es el segundo hijo de
Heinrich (Hirschel) y de Henriette, nacido en
Tréveris[1]el cinco de mayo de 1818. Sus
padres son descendientes de familias judías
rabínicas; Heinrich por las exigencias y la intolerancia
de los protestantes se ve obligado a bautizarse (1817) en los
postulados de Martín Lutero[2]La
Señora Henriette con sus hijos renuncia al judaísmo
en 1824 y son bautizados en la religión protestante.
Heinrisch que es abogado, lee a sus hijos los escritos de
Voltaire, Jean Racine y sobre todo a Rousseau[3]La
misma formación de Marx fue complicada y
traumática: "por judío, un extraño al mundo
no judío; por bautizado, un extraño al propio
judaísmo… Esta experiencia inicial de la
alienación, sin embargo, no provocó en Marx, que se
había acostumbrado muy pronto a reprimir todas sus
hiperintimidades, desesperadas cavilaciones y noches de insomnio,
sino que él sublimó, racionalizó y
objetivó todo en un problema filosófico (y
más tarde económico). Todo ello constituyó,
no obstante, un proceso inconsciente" (Kunzli, A.
1966:504).

Realiza sus estudios colegiales en el Gimnasio de la
Archicatólica de Tréveris, 32 alumnos son al
presentarse al examen de Bachillerato en 1835, doce son de
teología. En la evaluación de revalida escribe el
tema: "Consideraciones de un adolescente para la elección
de una profesión", señala dos criterios: la propia
perfección, el trabajo y compromiso para el bien de la
humanidad". Asimismo tiene que redactar un examen acerca de un
tema religioso. "la unidad de los creyentes con Cristo
según Juan 15, 1-14, explicada en su fundamento y esencia,
en su absoluta necesidad y de sus efectos". Culmina su manuscrito
acerca del cristianismo evangélico:

Tan pronto como un hombre alcanza esta virtud, la
unión con Cristo, puede esperar sosegada y calladamente
los golpes del destino, afrontar valientemente la tormenta de la
pasión, aguantar impertérrito la furia del
mal… Quién no va a soportar gustosamente el dolor
si sabe que por su perseverancia en Cristo, por sus obras, Dios
mismo es glorificado (Küng, Hans 1979:308-309).

Esto nos lleva afirmar que Marx tiene una
formación religiosa, tanto del judaísmo de parte de
su madre y de la mentalidad evangélica que recibe en el
colegio. En 1835 ingresa a la Universidad de Bonn para estudiar
derecho, pero en 1836 se traslada a Berlín para estudiar
filosofía y en el verano de dicho año se jura amor
eterno con Jenny von Westphalen, "la chica más agraciada
de Tréveris, una muchacha de familia aristocrática
con la que Marx contraerá matrimonio (19/06/1843) en la
Iglesia de san Pablo, Bad Kreuznach" (Reale, G. 1992:175). Asiste
al "Club de Doctores" de los hegelianos de izquierda, liderado
por el teólogo radical Bruno Bauer que se orienta al
ateísmo y a la crítica del Estado prusiano. A dicho
círculo pertenecen Arnold Ruge, Ludwig Feuerbach, Max
Stirner, Moses Hess.

Finaliza sus estudios y el 6 de abril de 1841 presenta
su tesis doctoral en la Universidad de Jena con la
denominación Diferencia entre la Filosofía de la
Naturaleza de Demócrito y Epicuro. Es la obra
primogénita y revela su ateísmo:

La filosofía, mientras una gota de sangre haga
latir su corazón absolutamente libre y dueño del
universo, no se cansará de lanzar contra sus adversarios
el grito de Epicuro: "El impío no es el que desprecia los
dioses del pueblo, sino el que se adhiere a la idea que el pueblo
se forme de los dioses.

La filosofía no lo disimula. Hace suya la
profesión de fa de Prometeo: en una palabra: yo tengo odio
a todos los dioses. Y opone esta divisa a todos los dioses del
cielo y de la tierra que no reconocen a la conciencia humana como
la divinidad suprema. Ella no aguanta ningún rival
(Fernández, C. 1976: Nº 1356)

El filósofo, según Marx, tiene que poseer
la actitud prometeica y por eso da como "respuesta la que
Prometeo dio a Hermes, ministro de los dioses: "Jamás,
puedes estar bien cierto, cambiaría yo mi suerte miserable
por tu servidumbre, pues yo doy más valor a estar clavado
a esta roca que a ser el criado fiel y el mensajero del padre
Júpiter" (Fernández, C. 1976: Nº
1356)

Muchas veces los hombres han representado a los dioses
con sus propias características, por ello son viciosos y/
o virtuosos. Jenófanes de Colofón, filósofo
pre-socrático que floreció en 540 a. C., retrata el
antropomorfismo religioso: "Homero y Hesíodo han atribuido
a los dioses, todas las cosas que son objeto de vergüenza y
censura entre los hombres: hurtos, adulterios y engaños
recíprocos 8fr. 11 y 12). Pero los mortales creen que los
dioses tienen un nacimiento, y vestiduras, voces y cuerpo similar
al de ellos 8fr. 14). Y los etíopes representan a sus
dioses chatos y negros, y los tracios dicen que tienen los ojos
azules y cabellos rojos (fr. 16). Pero si los bueyes, los
caballos y los leones tuviesen manos y con ellos pudiesen dibujar
y realizar obras como los hombres, los caballos dibujarían
figuras de dioses semejantes a los caballos, y los bueyes a los
bueyes, y formarían sus cuerpos a imitación del
propio (fr. 15) (Mondolfo, R. 1983:76). En consecuencia, cada uno
hace su dios a su imagen y semejanza, por ello los dioses y
diosas son como las personas humanas con sus vicios y/ o
virtudes.

Marx Pressburg nos indica que el impío es aquel
que se adhiere a la religión que posee el pueblo,
éste tiene una visión errónea y por ello
sufre del eclipse religioso. Cómo no va estar torturada la
Europa cristianísima si viene sangrándose desde los
tiempos de Martín Lutero: católicos contra
protestantes, protestantes contra católicos. Los que son
sepultados, no son las imágenes, sino los hombres cargados
de alegría y esperanza, de tristeza y
desesperación. Hay que rechazar la religión que
lleva a la falsedad, al odio, a la desesperación y a la
muerte; afirmar únicamente como "divinidad suprema a la
conciencia humana"
, ésta es una tesis planteado por
Ludwig Feuerbach en Esencia del cristianismo,: homo
homini deus est
: el hombre un dios para el hombre(c.
XVIII,p:277), El hombre es un dios para el hombre, fuera del
hombre no hay dios. Por lo tanto, el "estar clavado a esta roca",
a esta tierra, es reconocerse como hombre y dejar de ser el
"criado fiel y el mensajero del padre Júpiter". El ateo
marxista transforma al hombre en un absoluto, es un dios, es la
tentación eterna del hombre lanzada ya en el
paraíso: seréis dioses (Gen. 3, 5).

Bruno Bauer escribe un texto: la trompeta del juicio
final sobre Hegel, el ateo y anticristo. Un ultimátum.
Acentúa su crítica a la Sagrada Escritura y en 1842
se le niega la cátedra en la Facultad de Teología
Evangélica de la Universidad de Bonn y se le retira de la
misma. Las aspiraciones de docente universitario de Marx queda
truncada, aunque tiene talento extraordinario. Moses Hess, en su
carta a Berthold Auerbach del 2 de septiembre de 1841, nos da su
juicio sobre el joven filósofo materialista:

Puedes prepararte a conocer al mayor y tal vez al
único auténtico filósofo hoy en
vida
… Él sobrepasa, tanto por su tendencia como
por su formación filosófica, no sólo a
Strauss, sino también a Feuerbach, y esto último ya
es mucho decir… El doctor Marx, así se llama mi
ídolo, es aún un hombre joven (unos veinticuatro
años de edad) y asestará a la religión y
política medieval el golpe definitivo; conjuga el ingenio
más punzante con la más honda seriedad
filosófica; imagina a Rousseau, Voltaire, Holbach,
Lessing, Heine[4]y Hegel unidos en una sola
persona, y digo unidos, no reunidos: eso es el doctor
Marx" (Küng, H. 1979:310)

Como tal, es un hombre con muchas posibilidades de
futuro y sin embargo aumentó la fila de los desocupados.
Esto le llevará al periodismo: empieza como redactor del
Diario renano de Colonia y desde el 15 de octubre de 1842 es
Director del periódico liberal demócrata, pero en
1843 el gobierno prusiano censura y es obligado abandonar la
redacción (Silva Santisteban, L. 1978:164). Marx a
través del periodismo ha entrado en contacto con el drama
social de los campesinos del Mosela. Asimismo, por primera vez se
encuentra con Federico Engels. Contrae matrimonio por la Iglesia
católica con Jenny von
Westphalen
[5]en 1843 y a finales de octubre
emigra a París.

La capital de Francia es un centro cultural muy
floreciente. Marx entra en contacto con el poeta Heinrich Heine,
el lírico Georg Herwegh, teólogo expulsado del
Seminario de Tubinga; Arnold Ruge con el cual editara el primer
cuaderno de los Anales Franco-alemán en 1844. Adquiere una
visión más adecuada sobre el pensamiento de los
socialistas, tales como: Fourier, Saint-Simon, Owen, Cabet, Blanc
y del anarquista Bakuni; se conoce personalmente con P.J.
Proudhon, con Moses Hess, Federico Engels; el último le
relaciona con la Liga de Comunistas que existen en Londres y
Suiza. Se distancia de L. Feuerbach y de Arnold Ruge, de Bruno
Bauer. Redacta su texto: La sagrada familia o crítica del
criticismo crítico contra Bruno Bauer y
consortes[6]

Marx Pressburg se hace socialista y comunista, descubre
las enormes posibilidades de un movimiento de trabajadores
organizados y se convierte en el teórico del proletariado,
piensa por los trabajadores que se ven a sí mismo y no
tienen tiempo para darse cuenta de su miseria. Desarrolla una
amplia práctica revolucionaria dentro de los sectores
obreros y los alemanes emigrados. En 1844 elabora sus
Manuscritos de París, conocida como Manuscritos
económicos-filosóficos
, conjunto de apuntes
para una crítica de la economía nacional. Federico
Engels le sugiere la necesidad vital del estudio de la
economía política y por ello se sumerge, Marx, en
la bibliografía económica, estudia y extracta a
Adam Smith, a Jean-Baptiste Say, a David Ricardo y a John Stuart
Mill. Nos habla del salario y de la alienación del
trabajo, del beneficio del capital, de la propiedad privada y del
comunismo, de la dialéctica hegeliana, de la
religión. El "ateísmo es el humanismo conciliado
consigo mismo por eliminación de la religión; el
comunismo, el humanismo conciliado consigo mismo por
eliminación de la propiedad privada" (Hans Küng,
1979: 313-314). Carlos Enrique Marx Pressburg ya es ateo a carta
cabal, revolucionario, teórico del socialismo y del
comunismo.

En 1845, a petición del gobierno de Prusia, Marx
fue expulsado de París, porque es considerado como
revolucionario peligroso y, se estableció en Bruselas
(Lenin, s/f: 9), funda la "sociedad obrero alemán";
escribe, en primavera de 1845, su tesis sobre Feuerbach, autor de
la Esencia del cristianismo, que se quedó a medio camino y
en la teoría, se debe llevar a fondo las premisas
revolucionarias y esto tiene que confirmarse por la praxis: "es
en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la
verdad, es decir, la realidad y el poderío, la
terrenalidad de su pensamiento" (Marx, tesis sobre Feuerbach,
tesis 2). Si es así, la esencia religiosa no es la esencia
humana como sostenía Feuerbach, sino "el conjunto de las
relaciones sociales"; finaliza: "los filósofos no han
hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero
lo que se trata es de transformarlo (Ib. Tesis 6 y 11). Esto es,
realizar la total inversión de las estructuras
sociales.

En la capital de Bélgica vuelve encontrarse con
Federico Engels, ambos publican la Ideología
alemana
. Profundiza su visión sobre el derrotero
humano, los hombres son producto de sus condiciones
históricas y el Estado expresa dicha realidad en las
estructuras sociales vigentes. Si es así, la
producción espiritual: política, religión,
leyes, moral, metafísica, etc., son manifestaciones de la
actividad material y del comercio material de los hombres. Si los
hombres modifican su producción material y su comercio
real, cambian a la par su propia realidad, su manera de pensar y
los productos de su pensamiento:"no es la conciencia la que
determina su vida, sino la vida la que determina a la conciencia"
(Carlos Marx, Miseria de la Filosofía, 1981:
142)

Hace una crítica audaz a la Filosofía
de la miseria
del señor Proudhon, que no ha
diferenciado ni entendido el valor de uso y de cambio, la
división del trabajo que se ha dado en la historia, el
dinero y el trabajo, la libertad y la esclavitud, el monopolio y
la competencia, de la propiedad, de las huelgas y coaliciones de
los obreros; proposiciones expresadas en Miseria de la
Filosofía
, editada en 1847. El tema social y laboral
es vuelven muy significativo para el Filósofo del
proletariado:

La existencia de una clase oprimida en la
condición vital de toda sociedad fundada en el antagonismo
de clases. La emancipación de la clase oprimida implica,
pues, necesariamente la creación de una nueva
clase… La condición de la emancipación de la
clase obrera es la abolición de todas las clases, del
mismo modo que la condición de la emancipación del
tercer estado, del orden burgués, fue la abolición
de todos los estados y de todas las órdenes (IB:
142)

Coherente con su tesis, Carlos Enrique Marx Pressburg,
se afilia a la Liga de los Comunistas, conjuntamente con Federico
Engels marchan a Londres y participan en el Primer Congreso
celebrado en noviembre de 1847, el Segundo Congreso le encarga
– a los dos camaradas -la redacción del programa del
partido. Marx-Engels escriben el Manifiesto del Partido
Comunista, editado en 1848. Texto clave y fuente de
inspiración para todo aquél que ha decidido "luchar
o morir; la lucha sangrienta o la nada" por los proletarios y el
ocaso de la burguesía. Marx vuelve a Colonia, Alemania,
par dar su respaldo al movimiento democrático y
revolucionario de 1848. La revolución fracaso y el
Filósofo del proletariado es tomado prisionero, juzgado y
expulsado del país. Exiliado arriba a París, pero
le fue prohibida la residencia en la ciudad Luz, entonces se
trasladó a Gran Bretaña, llegando a Londres el 24
de agosto de 1849.

En Londres se consagra al estudio de la economía,
sus penurias y pobrezas serán aliviadas por el subsidio
del industrial Federico Engels. En 1859 publica su Crítica
de la economía política; propicia la
organización de la Asociación Internacional de los
Trabajadores (1864) reunidos en Londres, conocidas como la
Primera Internacional, redacta sus estatutos y hace el informe al
Consejo Regional de 1865. Hay cisma entre los integrantes de la
Internacional, unos son partidarios de Lassalle, la social
democracia de Liebknecht y, por otro, los seguidores de Proudhon
y Blanqui, por cierto el conflicto se produce luego de la derrota
del Comuna de París de 1871, en la que es expulsado
Bakunin[7]En 1867, Marx publica el primer volumen
del Capital, los dos últimos lo editará F. Engels
en base a los manuscritos de su genial amigo. La Primera
Internacional se disolvió en 1872. Marx todavía
conserva la vitalidad y hace glosas marginales al Programa del
Partido Obrero Alemán de 1875, conocida como
Crítica del Programa de Gotha.

Jenny von Westphalen falleció el 2 de diciembre
de 1881, amiga inseparable e inspiradora del Filósofo, hay
un vacío irreparable que va minar su salud, hasta que el
14 de marzo de 1883, Marx falleció serenamente sentado en
el sillón de su escritorio (Roberto J. Salazar Ramos,
1989: 90-92).

Misión de
la filosofía de la historia

2.1.- Crítica de la
religión

Carlos Enrique Marx Pressburg es un judío
contrario al cristianismo, al protestantismo ilustrado
anticlerical y como filósofo de la historia es
crítico mordaz de la religión; está
plenamente convencido que la emancipación de la
religión es el presupuesto de todas las liberaciones:"la
crítica de la religión es la premisa de toda
crítica" (MARX, K. 1930:V). Marx, concisamente ha
señalado la responsabilidad del filósofo y la tarea
de la filosofía de la historia.

La realidad humana está invertida, se encuentra
en este valle de lágrimas y del cual no es consciente.
Esto es alienación religiosa. La explicación no
puede partir de lo abstracto sino de la vida viviente, no del
hombre idealizado ni despojado de su dignidad personal
(MARX-ENGELS. s/f: 35). "El hombre no es un ser abstracto,
agazapado fuera del mundo. El hombre es el mundo de los hombres,
el Estado, la Sociedad. Este Estado, esta Sociedad producen la
religión, una conciencia del mundo invertido, porque ellos
son un mundo invertido" (MARX PRESSBURG, K. 1939: V). Facticidad
que se traduce en la existencia inhumana, en la primacía
de la injusticia y de la esclavitud. La religión ha
justificado el mundo sangrante y torturante, según Carlos
Marx. Más aún, se ha constituido en su
concepción y los conserva en vida por medio de vanas
esperanzas:

La religión es la teoría general de este
mundo, su compendio enciclopédico, su lógica bajo
forma popular, su pundonor espiritualista, su entusiasmo, su
sanción moral, su solemne complemento, su razón
general de consolación y justificación. Es la
fantástica realización de la esencia humana, porque
la esencia humana carece de verdadera realidad. La lucha contra
la religión es, por lo tanto, indirectamente, la lucha
contra aquel mundo que tiene en la religión su aroma
espiritual (IB. 1939:V-VI)

Marx está haciendo una síntesis de la
relación idílica de la religión
institucional y del Estado, del abrazo entre el poder espiritual
y temporal. Si es así, la lucha contra la religión,
es una pelea contra el Estado burgués capitalista y
neoliberal.

La religión no es solamente el aroma espiritual
para justificar el status quo deshumanizador, es también
una protesta contra las relaciones sociales inhumanas:

La miseria religiosa es, de una parte, la
expresión de la miseria real y, de otra parte, la protesta
contra la miseria real. La religión es el suspiro de la
criatura agobiada, el estado de ánimo de un mundo sin
corazón,
porque es el espíritu de los estados
de coas carentes de espíritu (IB: VI)

La rebeldía religiosa no lleva a la
resolución de los problemas sociales porque proyecta la
solución fuera de la tierra, es decir, en el cielo. Si es
así, se transforma en un espejismo: "La religión es
solamente el sol ilusorio que gira en torno al hombre mientras
éste no gira en torno a sí mismo" (IB: VI), como
tal proporciona una alucinación de la felicidad. Te
haces la idea que eres feliz, pero no gozas de la exquisitez de
la vida
.

2.2.- Opio del pueblo

Carlos Enrique Marx Pressburg considera a la
religión como opio del pueblo porque en aquella
época se hacía énfasis a la política
de la drogadicción generalizada impuesto por el imperio
británico al gobierno chino[8]

La proposición despectiva de Max tiene su
antecedente en los postulados de:

  • Holbach que afirmaba en 1761: la
    religión es el arte de emborrachar a los hombres de
    entusiasmo para impedirles que se ocupen de los males que les
    causan los gobiernos. Las amenazas de fuerzas invisibles dan
    fuerza para sufrir en silencio las miserias que les han
    infligido aquellos poderíos.

  • Hegel, refiriéndose a la
    religión india, la ve compuesta de "hombres en
    decadencia física y moral que experimentan su
    situación insoportable y buscan en el opio un mundo de
    sueños y felicidad de locos".

  • Heine, califica la mortificación
    cristiana de suicidio para quitarse los tormentos de la
    existencia: "para cloroformar por el sonido del órgano
    y las campanas, los dolores de la cabeza… Para quienes
    la tierra no ofrece nada más, se inventó el
    cielo".

  • Bruno Bauer, compara la teología con
    el opio que adormece los instintos de la humanidad libre y a
    la religión que destruye lo humano "con la
    pasión que tiene la embriaguez de uno dedicado al
    opio".

  • Moisés Hess, afirma: "la
    religión puede sin duda hacer soportable la conciencia
    desdichada de la esclavitud… como el opio presta
    buenos servicios en el caso de la enfermedad dolorosa; la fe
    en la realidad de lo irreal y en la irrealidad de lo real es
    sin duda capaz de procurar a otros que sufren una
    bienaventuranza pasiva… pero no puede suministrar la
    energía viril para liberarse del mal (VELEZ CORREA,
    Jaime 1989:361)

La religión es una patología de las
conciencias humanas. Más aún, es un mal que va
creando expectativas y soluciones ficticias, por ello ha creado
el cielo y niega el drama terrícola de los hombres. Los
pensadores que anteceden a Marx poseen una visión negativa
de la religión, es la que adormece la vivacidad del darse
cuenta, nos hace inconsciente y por ello es una cadena de
deshumanización. Marx por cierto lleva la crítica
religiosa a su radicalidad, "el hombre hace la religión;
la religión no hace al hombre. Y la religión es,
bien entendido, la autoconciencia y el autosentimiento del hombre
que aún no se ha adquirido a sí mismo o ya ha
vuelto a perderse"(MARX, K 1939: V)

¿Cómo se llega a la superación de
la alienación religiosa? La salida coherente será
dejar de ser religioso y trastocar el orden vigente,
transformando el mundo se entierra a la religión, "la
superación de la religión como la dicha ilusoria
del pueblo es la exigencia de su dicha real… La
crítica de la religión es, por lo tanto, en germen,
la crítica del valle de lágrimas que la
religión rodea de un halo de santidad. La misión de
la historia consiste, pues, una vez que ha desaparecido el
más allá de la verdad, en averiguar la verdad del
más acá. Y, en primer término, la
misión de la filosofía, que se halla al servicio de
la historia, consiste, una vez que se ha desenmascarado la forma
de santidad de la autoenajenación humana, en desenmascarar
la autoenajenación en sus formas no santas. La
crítica del cielo se convierte en la crítica de la
tierra
…. La crítica de la religión, en
la crítica del derecho; la crítica de la
teología, en la crítica de la política" (IB:
VI-VII). La superación o liberación de todas las
desdichas del hombre y de la sociedad debe empezar por la
liberación religiosa, dejar de ser religioso para ser
ateo, es decir, plenamente humano. Los hombres de los tiempos de
Marx transformaron a los proletarios en pobres perros, hasta los
legisladores quieren normar para que los perros paguen sus
impuestos, es decir, consideran a los perros como personas,
así se rebaja al trabajador a la condición de
animal:"aquellos exclamación de un francés al
enterarse de que existía el proyecto de crear un impuesto
sobre los perros: ¡pobres perros! ¡Quieren trataron
como si fuerais personas! (IB:XV)

Carlos Marx Pressburg se considera un segundo
Martín Lutero y como tal está llamado a dar un giro
copernicano a la situación de Alemania y del
mundo:

El pasado revolucionario de Alemania es, en efecto, un
pasado histórico: es la reforma. Como entonces en el
cerebro del fraile (Martín Lutero), la revolución
comienza ahora en el cerebro del filósofo (Carlos
Marx).

Lutero ha vencido la servidumbre fundada en la
devoción, porque ha colocado en su puesto a la servidumbre
fundada sobre la convicción. Ha infringido la fe en la
autoridad, porque ha restaurado la autoridad de la fe. Ha
transformado los clérigos en laicos, porque ha convertido
los laicos en clérigos. Ha liberado al hombre de la
religiosidad externa, porque ha mudado la religiosidad a la
intimidad del hombre. Ha emancipado al cuerpo de las cadenas
porque ha encadenado al sentimiento (IB: XV)

Si es así, el filósofo marxista tiene que
convertir a los religiosos en ateos, a los ateos en
revolucionarios y éstos serán los guías de
los proletarios. Por lo tanto, deben despojarse de su
espíritu clerical, única posibilidad para ser
emancipador del pueblo.

Los protestantes liberaron de sus cadenas de dependencia
de Roma a los alemanes, ahora Marx se propone liberar a Germania
de su religiosidad evangélica a través de la
Filosofía, así los alemanes serán los
emancipadores del pueblo y de la humanidad. ¿Por
qué los alemanes son los liberadores de la humanidad? La
misión liberadora, en sentido universal, del
politeísmo fueron los hebreos desde el siglo XVIII a. C.,
tarea que asumieron los cristianos desde el año 33,
fundado en Jesucristo, ahora los marxistas asumen dicha
responsabilidad apoyado en Carlos Marx Pressburg. Usted se
dará cuenta que inconscientemente Marx reemplaza al
Mesías y los proletarios sustituyen a los cristianos, una
forma fina del endiosamiento del hombre y de los hombres. En
palabras del Filósofo del proletariado:

Así como la filosofía encuentra en el
proletariado su arma material, así el proletariado halla
en la filosofía su arma espiritual, y apenas la luz del
pensamiento haya penetrado a fondo en este puro terreno popular,
se cumplirá la emancipación del alemán en
hombre.

La emancipación del alemán es la
emancipación del hombre. El cerebro de esta
emancipación es la filosofía y su corazón es
el proletariado: el proletariado no puede ser eliminado sin la
realización de la filosofía.

Cuando todas las condiciones internas sean realizadas,
el día de la resurrección alemana será
anunciada por el canto resonante del gallo francés (IB:
XXII)

El capitalismo tiene que desarrollarse hasta enviar al
museo de la historia al feudalismo alemán, entonces se
vislumbrará la revolución proletaria, como
sucedió la revolución burguesa francesa de 1789 y
1830 (CAMPOS RODRIGO, Aníbal 1988: 121). El
Filósofo del proletariado está señalando que
Germania tiene que superar su feudalismo y llevar a su cenit el
sistema capitalista, condición básica para el
amanecer revolucionario y liberador del proletariado, principio
de todas las liberaciones de la humanidad. Así nuestro
mesías, segundo Martín Lutero, se muestra
más alemán que judío, más ateo que
evangélico protestante, más comunista que
capitalista y, sin embargo profundamente racista por su
visión excluyente.

2.3.- Alienación
política

La liberación de la alienación religiosa
es un presupuesto de la emancipación política. En
otras palabras, el Estado se ha liberado de la tutela de la
religión y de la Iglesia, hecho que se ha producido en
Francia con la Revolución de 1879 y 1830, en los EE. UU la
religión fue enviado a la esfera privada y Bruno Bauer
sostiene que la separación del Estado-Iglesia en Alemania,
es indispensable para el progreso humano.

El Estado burgués, expresión
patética del liberalismo y de la Revolución, ha
sepultado a los Estados feudales y absolutistas; ya no tiene
vestimenta religiosa, ahora se determina se determina la voluntad
soberana del pueblo a través del sufragio universal, por
cierto elige a sus representantes para decidir en nombre del
pueblo. La nueva burguesía ha imantado a las conciencias
ingenuas y el pueblo cree que es el soberano y toma sus
decisiones, falso. ¿Por qué razones? La nueva
burguesía a través del pueblo ha tomado el control
e impone su voluntad al pueblo a través del Estado,
razón por la cual no ha eliminado a la religión ni
a la propiedad privada, sino que los ha confirmado. Si es
así, no ha desaparecido la alienación santa ni
pagana, tema desarrollado por el ateo comunista en la
Cuestión Judía (MARX, C.)

El Filósofo comunista señala que el
problema judío no hay que explicarlo por su
religión, sino por su vida social económica. El
fundamento de la fuerza del judío no está en su
religión, sino en el "interés egoísta, la
ganancia y la usura, las que se concretizan en el dinero.
Nosotros no explicamos la tenacidad del judío partiendo de
su religión, sino más bien arrancando del
fundamento humano de su religión, de la tenacidad
práctica, del egoísmo" (CAMPOS RODRIGO, A.
1988:164). No es tanto el Pentateuco ni el Talmud, sino el
dinero. En la sociedad burguesa el dinero es el celoso Dios de
Israel ante el que no puede prevalecer ningún otro Dios.
El Dios de los judíos se ha secularizado, se ha convertido
en Dios universal. La letra de cambio, el dinero es el Dios real
de la sociedad burguesa que adora el dinero como esencia del
trabajo y de la existencia del hombre (SALAZAR RAMOS, R.
1989:100). La sociedad y el Estado capitalista es ha judaizado,
está adinerado y privatizado en la propiedad de ellos. En
consecuencia, la emancipación humana sólo es
posible a partir de la emancipación de la sociedad del
judaísmo capitalista.

El Filósofo comunista en sus
Manuscritos-Económicos-Filosóficos, redactado en
París en 1844, aunque publicado póstumamente en
1927, descubre la gran potencialidad de los trabajadores para
hacer la emancipación humana. La alienación de los
hombres es a consecuencia de la división social y de la
propiedad privada, en este sistema el trabajo se constituye en
una alienación. El hombre por el trabajo se produce y se
autoproduce, es una actividad vital y en esa medida
continúa viviendo; si los medios que produce le son
arrebatados entonces se le arranca el producto de su
subsistencia, se le despoja de su vida, impidiéndole
realizarse plenamente. El expropiador se enriquece con la vida de
los trabajadores, se transforma en un expoliador del hombre. Por
ello, el trabajo enajenado es equivalente a la vida
enajenada:

La propiedad privada es el producto del trabajo
enajenado y, segundo lugar, el medio a través del cual se
enajena el trabajo, la realización de esta
enajenación (CAMPOS RODRIGO, AN. 1988: 169)

Así la propiedad privada (trabajo enajenado) es
el fundamento de la sociedad burguesa. En consecuencia, en la
sociedad liberal, el capitalista es el lado conservador (el
expropiador de la vida obrera), el trabajador es el lado
destructor y negador de la sociedad que lo ha engendrado, pero al
mismo tiempo es el constructor de la nueva sociedad
comunista.

En su escrito Miseria de la Filosofía,
redactado entre1846-1847, precisa las consecuencias de la
división del trabajo enajenado que lleva hasta la
idiotización del obrero:

La división del trabajo reduce al obrero a una
función degradante; a esta función degradante
corresponde un alma depravada; a la depravación del alma
corresponde una reducción cada vez mayor del
salario…

Lo que caracteriza la división del trabajo en el
seno de la sociedad es que engendra las especialidades, las
distintas profesiones, y con ellas el idiotismo del oficio (MARX
PRESSBURG, C, 1981: 107 y 116)

La especialización del trabajo está
expresando los momentos circunstanciales y con ella se muestra
con claridad meridiana la alienación del trabajador, el
obrero en la sociedad burguesa todos los días se vende a
sí mismo. En su escrito Trabajo asalariado y Capital,
redactado en 1847 y publicado en abril de 1849,
señala:

El esclavo no vendía su fuerza de trabajo al
esclavista, del mismo modo que el buey no vende su trabajo al
labrador. El esclavo es vendido de una vez y para siempre, con su
fuerza de trabajo, a su dueño. Es una mercancía que
puede pasar de manos de un dueño a manos de otro. El es
una mercancía, pero su fuerza de trabajo no es una
mercancía suya. El siervo de la gleba sólo vende
una parte de su fuerza de trabajo. No es él quien obtiene
un salario del propietario del suelo; por el contrario, es
éste, el propietario del suelo, quien percibe de él
un tributo.

…el obrero libre se vende él mismo
y…., se vende en partes. Subasta 8, 10, 12, 15 horas de su
vida, día tras día, entregándolas al mejor
postor, al proletariado de las materias primas, instrumentos de
trabajo y medios de vida; es decir, al capitalista. El obrero no
pertenece a ningún propietario ni está adscrito al
suelo, pero las 8, 10, 15 horas de su vida cotidiana pertenecen a
quien las compra…

Por cierto, en la sociedad liberal, hablamos de
libertad, por el cual el trabajador tiene la posibilidad de
abandonar al capitalista y éste posee la facultad de
despedirlo. Para el burgués esto es una realidad y para el
asalariado es una posibilidad, ya que, sin ella no puede vivir,
de hecho no existe la forma de excluirse del sistema capitalista.
¿Por qué?

Para el obrero a "única fuente de ingreso es la
venta de su fuerza de trabajo, no puede desprenderse de toda la
clase de los compradores, es decir, de la clase de los
capitalistas, sin renunciar a su existencia. No pertenece a tal o
cual capitalista, sino a la clase capitalista en conjunto, y es
incumbencia suya encontrar un patrono, es decir, encontrar dentro
de esta clase capitalista un comprador" (MARX PRESSBURG, C., S/F:
72-73)

Mientras está en el sistema capitalista, el
obrero no podrá excluirse de ella ni el capitalista
prescindir del trabajador, temporalmente se necesitan unos a
otros, pero llegará el tiempo en que el trabajador
enviará al capitalista al trasto de la historia,
¿no les parece que es una hermosa
ilusión?

La revolución industrial del capitalismo se
sustenta en la explotación abierta, descarada, directa y
brutal del trabajador. A todos las profesiones venerables y
dignas: médico, abogado, sacerdote, poeta, hombre de
ciencia, los ha transformado en asalariados, en vendedores de sus
vidas cotidianas y así subsistir, los pobres y miserables
crecen más rápido que la riqueza (MARX –
ENGELS, MPC: 42) ¿Por qué razones se produce la
deshumanización del trabajador? Debido a qué el
obrero van dejando plusvalía a favor del dueño del
capital (MARX, C. Salario, precio y ganancia: 217). Cuando los
trabajadores solicitan el aumento del salario al capitalista
(empresario, industrial, banquero, comerciante, etc.), lo
único que hacen es prolongar su existencia agonizante y
por ello nos dice en el Consejo General de I Internacional de
1865:

En vez del lema conservador de "un salario justo por una
jornada de trabajo justo", deberá inscribir en su bandera
esta consigna revolucionaria: ¡abolición del sistema
de trabajo asalariado! ¿Por qué razón? El
capitalista no busca elevar el nivel medio del salario, sino a
reducirlo. ¿Qué queda por hacer? La
emancipación definitiva de la clase obrera tiene que
traducirse en la "abolición definitiva del sistema de
trabajo asalariado (IB: 231)

La sociedad burguesa y su representante
jurídico-político, el Estado capitalista "es la
violencia organizada de una clase para la opresión de
otra" (MARX-ENGELS, MPC: 50). La finalidad de la Filosofía
de la Historia es mostrar el drama sufriente del proletariado y
la vida confortante del dueño del capital, de las
relaciones laborales expresadas por las leyes injustas
elaboradas, aprobadas y ejecutadas por los propietarios del
capital que manejan el Estado.

Meta de la
historia

La historia humana, desde la óptica de Marx
Pressburg, es el derrotero lacerante y sangrante, devenir que ha
por los "modos de producción asiática, antigua,
feudal y burguesa, como las épocas progresivas de la
formación económica de la sociedad" (MARX, C.
Crítica de la Economía Política, citado por
CF.TII. Nº 1415). Éstas son expresiones de las
relaciones socio-económicas, ligazón vital que es
independiente de la voluntad de los hombres, son necesarias y
determinantes, sin embargo no son definitivas ni eternas sino
contingentes.

Partes: 1, 2

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